Celebrando la vida y la memoria

En octubre los campos de Oaxaca se llenan de flor de cempasúchil y cresta de gallo; la tierra nos entrega sus mejores frutos para recibir a quienes regresan del más allá para convivir con sus familias que los esperan con un altar dedicado a su memoria.

La comunidad lectora del programa Seguimos Leyendo de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, además de preparar ofrendas, diseña manifestaciones artísticas dedicadas a sus seres queridos y al público en general.

En esta ocasión lo hicieron mediante la palabra escrita. Fue así que creamos el primer Concurso de Calaveritas Literarias, un género que es tradición en nuestro país.

Se recibieron 21 escritos, contando con la participación de un niño lector. Durante la premiación pudimos disfrutar de la obra de teatro Viaje al Mictlán, con la decidida participación de 13 entusiastas lectores voluntarios bajo la dirección artística de Gabriela Rubielas y Miguel Sifuentes, coordinadores del programa.

Estas iniciativas promueven la comunalidad, creatividad e imaginación. Los participantes lograron expresar su talento literario al dedicar su trabajo a la celebración de la vida y la memoria de aquellos que ya no están con nosotros.

A continuación, compartimos las tres mejores calaveritas seleccionadas por nuestro jurado:


Testimonios sobre el templo de San Pablo Güilá

Fotografía: Acervo de Adabi Oaxaca

Los documentos del archivo de la agencia municipal de San Pablo Güilá, que ahora están disponibles para su consulta, proporcionan algunos datos interesantes sobre la construcción de su templo. Un expediente de 16491 enlista entre las obligaciones del nuevo fiscal, cuidar de la limpieza y el adorno de la iglesia. Es probable que existiera un establecimiento de materiales perecederos, construido desde los primeros años de la evangelización, a donde llegaban los frailes dominicos cuando realizaban sus visitas desde el convento de San Juan Teitipac.

Por otro documento sabemos que en 17192 se realizó un contrato donde fray Manuel de Soto, religioso de la orden de nuestro padre Agustín, y Francisco de Oxeda, maestro albañil “y veedor del arte en toda forma” se comprometieron a: “[…] hacer la iglesia del pueblo de San Pablo Güilá lo que le falta de albañilería con dos torres y tres puertas en el cuerpo de la iglesia y las puertas de madera, para dichas puertas con clavazón, llaves, aldabas, veletas para las torres […] siguiéndose a la obra que está comenzada […]”. Así tenemos el testimonio acerca de una obra de mampostería que estaba inconclusa, a la que faltaba añadir estribos detrás del presbiterio y aún se planeaba el cuerpo de la iglesia de cañón con el coro de madera y ventanas. El pueblo debía pagar mil trescientos pesos, dar comida, bebida y toda la madera necesaria a los oficiales, diez peones todos los días y todo lo necesario cuando se requiriera. La obra estaba proyectada para durar dos años.

Este documento está firmado por el bachiller don Antonio Quero, cura beneficiado del partido de Mitla, lo cual indica que las jurisdicciones eclesiásticas habían cambiado con la secularización de las parroquias. El templo de San Pablo Güilá ahora dependía de un clero secular.

Al finalizar el contrato de 1719 para la construcción de la iglesia, se elaboró otro documento el 20 de marzo de 1721 entre los alcaldes, regidores, alguaciles mayores y principales de la república de indios y Francisco de Oxeda, maestro de arquitectura de la ciudad de Oaxaca, para convenir el siguiente trabajo: “[…] hacerles una iglesia de cincuenta y cinco varas de largo, y diez de ancho, como está principiada con un cimborrio y crucero, y seis ventanas, dos sacristías de cañón, y el cuerpo de dicha iglesia de cañón, con tres ventanas en cada lado, el coro de bóveda, con una ventana ochavada, sus dos torres, y portada […]”.3 El maestro se comprometía a entregar la iglesia acabada, blanqueada y enladrillada en cinco años.

En 17244 las autoridades de San Pablo Güilá presentaron una petición en la Real Audiencia para que fueran exceptuados del pago de los tributos por un tiempo de cinco años, debido a que un terremoto había derrumbado la mitad de la iglesia y la otra amenazaba con quedar en ruinas. Ahí no podían celebrar la misa ni colocar el santísimo sacramento, pero tampoco podían repararla porque habían perdido sus cosechas. La Contaduría General de Tributos concedió a los naturales una reducción de los tributos por el tiempo de tres años.

La construcción de la iglesia debió tener aún más complicaciones, porque en 17535 los alcaldes, regidores y naturales del pueblo de San Pablo Güilá de la doctrina de San Pablo Mitla pedían el cumplimiento de los acuerdos anteriores. De hecho, en 1726 la iglesia ya debía haberse entregado, pero no se lograría ni en otros muchos años posteriores. Por lo que solicitaban la entrega de la obra acabada o, en dado caso, obligar al maestro a la realización de su compromiso, pues ya le habían pagado más de lo acordado originalmente y en 26 años no había terminado.

Al parecer las obras continuaron, porque se conserva un documento de 1757 en el archivo del templo con las cuentas de los pagos realizados por los oficiales de la república de Güilá al maestro albañil Santiago de Ojeda,6 quizá relacionado con el maestro contratado inicialmente.

La organización de los archivos de la agencia municipal y del templo de San Pablo Güilá dio como resultado el inventario de los documentos, cuya difusión permitirá a cualquier interesado acceder a la información que, a su vez, hará posible reconstruir otras historias que enriquecerán el conocimiento del pasado de esta comunidad localizada en los Valles Centrales.

1 AAMSPG, Sección Gobierno, Serie Culto y templos, 1649.
2 AAMSPG, Sección Gobierno, Serie Culto y templos, 1719.
3 AAMSPG, Sección Gobierno, Serie Culto y templos, 1721.
4 AAMSPG, Sección Gobierno, Serie Culto y templos, 1724.
5 AAMSPG, Sección Gobierno, Serie Culto y templos, 1721.
6 ATSPG, Sección Disciplinar, Serie Fábrica, 1757-1760.


El oro negro de Coyotepec

Fotografía: Acervo de Andares del Arte Popular

San Bartolo Coyotepec es un pueblo de origen zapoteco ubicado a 11 kilómetros al sur de la ciudad de Oaxaca, que tiene raíces de gente dedicada a la cerámica desde tiempos prehispánicos. Se caracteriza por ser un poblado con una costumbre y tradición muy arraigadas a sus orígenes.

Es por ello que en Andares del Arte Popular colaboramos mano a mano con el taller Tierra lumbre, de la maestra Micaela Pacheco, así como con el taller del maestro Matías Reyes y el de los maestros Carlomagno y Jorge Luis Pedro; todos ellos reflejan su creatividad y estilo único en cada pieza, y han impulsado, desde sus espacios, parte del arte popular en Oaxaca.

Fotografías: Acervo de Andares del Arte Popular

La característica primordial de las piezas ornamentales y utilitarias –que se encuentran en Andares– de los maestros de San Bartolo es el color plateado, debido a la cantidad de fuego y a las altas temperaturas que alcanzan en su proceso de cocción. Esto les otorga resistencia, así como una sonoridad que evoca a las campanitas tradicionales y la agudeza del sonido de los silbatos que se venden como juguetitos en los tianguis. Sin embargo, para llegar a nuevos mercados los maestros han añadido técnicas como el esgrafiado que, junto con el bruñido, proporcionan un toque contemporáneo.

Una de las obras de arte en barro negro que es un referente de este lugar es el tradicional cántaro; por su parte, la pichancha (colador del nixtamal) –en zapoteco viguexa– es una pieza con importancia mágico-religiosa, que para la gente antigua de este pueblo era considerada “la cúpula del cielo”.

Fotografía: Acervo de Andares del Arte Popular

La evolución del barro negro –desde su uso utilitario a su transición como pieza ornamental– podemos apreciarla, por ejemplo, en la transformación de una pichincha a una lámpara con bellísimo terminado en filigrana (calado con punta de acero), de un batidor para la espuma a las bellas macetas, o del juguete tradicional que se transforma en una bella escultura de arte popular.

Andares del Arte Popular apoya la idea de conservar, difundir y fomentar este patrimonio cultural del pueblo de Coyotepec y alentar a las nuevas generaciones a sentir orgullo y crear nuevas piezas que les generen ingresos económicos y, sobre todo, a preservar un arte que sensibiliza a la sociedad y muestra el arraigo e identidad de un pueblo de origen zapoteca.


En el ring con Octubre Gráfico

Fotografía: Acervo del Museo Infantil de Oaxaca

El festival Octubre Gráfico es una iniciativa cultural autogestiva, enfocada en generar espacios para la difusión y experimentación del arte. Con talleres, exposiciones y charlas dirigidas principalmente a jóvenes y artistas emergentes, así como al público infantil, esta propuesta busca generar comunidades de artistas y creativos que transformen el entorno artístico de Oaxaca. Por ello, durante todo el pasado mes de octubre, el Museo Infantil de Oaxaca se convirtió en una especie de arena de lucha libre llena de diseño, ilustración y mucho arte.

La historia de Octubre Gráfico comenzó a finales de la pandemia por COVID 19, cuando dos amigos diseñadores convocaron a un concurso de ilustración en redes sociales. “Dado que todo se detuvo de manera forzada, mi mejor amigo y yo queríamos reactivar el mundo creativo de alguna forma”, comenta Emmanuel Terrones, uno de los dos jóvenes diseñadores que encabezan el festival. El concurso sería una contrapropuesta a los retos de dibujo que ya se veían en internet desde años atrás, pero dirigido a los artistas e ilustradores de Oaxaca. “Sin saberlo, estábamos empezando a crear una comunidad creativa en el estado”.

Hoy en día, el festival es un ambicioso proyecto compartido entre siete amigos. Como diseñadores e ilustradores, Pablo, Emmanuel, Alevin, Matuka, Blanca, Frida y Atzin saben lo difícil que puede ser para muchos jóvenes artistas comenzar en este entorno. “El mundo artístico puede llegar a ser un entorno rudo, politizado y mercantilizado, en el que las nuevas generaciones carecen de visibilidad y muchas veces son olvidadas”. Es por ello que juntos han adoptado la misión de difundir el trabajo de quienes aspiran a una carrera artística y llevarlo a sitios donde también pueden inspirar a otros a seguir creando.

Octubre Gráfico es un espacio cambiante y en constante evolución. En 2024, el festival tuvo como tema principal el arte y el diseño en torno a la lucha libre y la cultura popular mexicana. Entre luchadores, máscaras y cabelleras, fue posible explorar la estética de las luchas por medio de diferentes disciplinas creativas. Durante un mes completo, la antigua estación del ferrocarril y el MIO se convirtieron en el escenario perfecto para la creatividad. Niños y jóvenes experimentaron con el diseño de personajes, la narrativa experimental en el cortometraje, el retrato fotográfico y hasta la ilustración bordada como nuevas herramientas para explotar sus habilidades artísticas y para la expresión.

La tercera edición del Octubre Gráfico concluyó el viernes 25 de ese mismo mes. Con un cierre lleno de exposiciones, conciertos y lucha libre en vivo, el festival promete un futuro lleno de muchísimas posibilidades. “Nosotros imaginamos que el proyecto siga creciendo. Nuestro nuevo propósito es crear más talleres que inviten a participar a distintos públicos interesados en el arte y el mundo creativo, de diversos rangos de edad”, afirma Pablo Elesban, también integrante del equipo organizador. “Para nosotros es importante no solamente conectar creativos, sino también difundir, crecer y acompañar con las nuevas generaciones de artistas y profesionales del diseño”.

En el Museo Infantil creemos firmemente que este tipo de colaboraciones son muy importantes para nuestros espacios culturales. Gracias a proyectos como Octubre Gráfico es posible vincular el quehacer de los museos e instituciones culturales con la población que necesita acceder a esos espacios. Subirnos al ring junto con Octubre Gráfico también es una forma de hacer del museo un espacio en el que todos pueden participar activamente en el escenario cultural de Oaxaca. Por supuesto, esperamos con gusto poder formar parte de la siguiente edición de este festival, sabiendo que se vislumbran grandes oportunidades para seguir creando juntos.


La milpa: resiliencia y adaptación al cambio climático para familias campesinas

Fotografía: Acervo del CIINDER KUKOJ

En la Coordinación de Medio Ambiente de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca sabemos que es importante sumar esfuerzos con diversos espacios para que los saberes y prácticas campesinas del sistema milpa se fortalezcan. Esto se logra a partir de la implementación de un manejo adaptativo como estrategia y respuesta al cambio climático, basado fundamentalmente en el aspecto ambiental, económico y cultural, como la agricultura de conservación, siembra de árboles frutales en curvas de nivel, producción de abonos orgánicos, conservación de microorganismos del suelo, rotación y asociación de cultivos, conservación de granos y la selección de semillas nativas como elemento de resiliencia, entre muchas acciones más.

Es por ello que en esta ocasión hablaré de las actividades del Centro de Innovación Integral para el Desarrollo Rural KuKoj S. C., cuyo precedente es “El sistema milpa y sus recursos fitogenéticos en Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca”, una investigación que se realizó entre 2007 y 2009. La intención del CIINDER KUKOJ es aportar al conocimiento de la agrodiversidad en la región de estudio, en un esfuerzo por trabajar con el maíz-milpa como sistema productivo de importancia para la población y la alimentación.

La microrregión Mixe Alta, donde se realizó el estudio, abarca 13 localidades de los municipios de Santa María Tlahuitoltepec y Totontepec Villa de Morelos. De acuerdo con datos establecidos en campo, se hizo la caracterización participativa con 837 familias campesinas hablantes de la lengua ayuujk (mixe). En estas localidades, la agricultura como actividad productiva importante se centra en la producción de maíz bajo el sistema milpa, en el que son relevantes también el cultivo de los frutales de durazno, pera, manzana, aguacate y algunos cítricos. Recientemente, la producción de tomate en invernadero ha incrementado considerablemente, además, existe la producción de aves y hortalizas en traspatio.

Colecta y clasificación de las semillas nativas
De 2012 a 2013 se colectaron 41 muestras de maíces y 14 de frijoles nativos del municipio de Santa María Tlahuitoltepec, así como una muestra por cada tipo de calabaza cultivada de acuerdo con la clasificación local de los agricultores.

A partir de colectas realizadas en la región de Tlahuitoltepec, se determinó la presencia de tres razas de maíz dominantes y dos más en combinación con alguna de ellas: serrano mixe, mixeño y quicheño subraza grueso, así como tepecintle y tuxpeño. Las primeras tres son cultivadas en la microrregión Mixe Alta, mientras que las combinaciones se dan en localidades de la microrregión Mixe Media. Cabe destacar que es la primera vez que se reporta el cultivo de la subraza guatemalteca quicheño grueso en México.

Los agricultores han generado sistemas de clasificación de sus semillas en su localidad. Generalmente, las razas encontradas se presentan en cultivares de grano de color blanco, amarillo y morado, a excepción del tuxpeño y el quicheño subraza grueso; del primero solo se encontraron muestras de color blanco y para el segundo solo una muestra de color amarillo.

De acuerdo con la identificación realizada, se encontraron las siguientes razas de maíz:

Maíz serrano mixe, chiquito o nal-tel de altura: Existe la posibilidad de que se trate de una misma raza con diferencias en las características de planta y mazorca determinadas por el microclima en que se cultive. Es una raza de maíz cultivada entre los 1400 y 2400 msnm en localidades de los municipios de Totontepec Villa de Morelos y Santa María Tlahuitoltepec, por lo que se adapta a bajas temperaturas, a los altos porcentajes de humedad relativa y poca luminosidad, pues las zonas de cultivo presentan niebla durante gran parte del año. Se cultiva en el ciclo primavera-verano, entre abril y julio, así como en otoño-invierno, entre octubre y enero, con rendimientos que oscilan entre los 600 y 1200 kg/ha. Se encontraron cultivares de granos de color blanco, amarillo y morado con un tamaño promedio de 1.5 a 2.5 m de altura, tallos no muy gruesos y mazorcas de entre 14 y 16 cm de longitud, predominantemente cilíndricas y en menor grado semicónicas de grano semicristalino y, en menor cantidad, granos cristalinos. Estos maíces son de ciclo intermedio a largo, con un promedio de siete meses de la siembra a la cosecha. En el municipio de Tlahuitoltepec hay variedades que se cultivan en climas semicálidos en ambientes subhúmedos, por lo que se presume que presentan tolerancia a la sequía.

Fotografías: Acervo del CIINDER KUKOJ

Maíz mixeño: Es cultivado en la localidad de Totontepec Villa de Morelos, a altitudes entre los 1700 y los 2000 msnm, clima templado y semicálido húmedo. Son maíces muy productivos, por lo que en los sistemas tradicionales los rendimientos oscilan entre los 1100 y 1600 kg/ha, además de estar adaptados a condiciones de alta humedad relativa y poca luminosidad, por lo que representan un alto potencial para fitomejoramiento en la región. Las plantas son de porte alto, de 3.5 a 4.5 metros; las mazorcas son grandes y semicónicas; se cultivan variedades de color blanco, amarillo y morado; las mazorcas presentan de 12 a 14 hileras de granos, lo cuales son semicristalinos a semidentados.

Maíz quicheño subraza grueso: Cultivado en Santa María Huitepec a altitudes cercanas a los 2000 m, se ha adaptado a un clima templado húmedo bajo el sistema de roza-tumba-quema. Las mazorcas miden entre 10 y 15 cm de longitud y están abultadas en el centro; son de olote grueso y granos redondos cristalinos. Solo se encontraron variedades de color amarillo. La planta es de porte bajo, no mayor a 2 m, y se desarrolla en ambientes húmedos con poca luminosidad. Las fechas de siembra van de febrero a abril, y pasan de ocho a once meses para comenzar a cosechar.

Maíz tepecintle y tuxpeño: Crecen en climas cálidos y se encuentran distribuidos ampliamente en las regiones de la Costa y el Papaloapan. En la región se encontraron muestras con influencia de estas razas, aunque no están claramente representadas. Las plantas son de porte alto, por encima de los 3.5 m, y la mazorca del tepecintle es cilíndrica con un olote de ápice descubierto.

Potencial de los maíces locales para la agricultura campesina
Entre otras cosas, para promover la autosuficiencia alimentaria hay que mejorar el rendimiento y características agronómicas de los maíces nativos. Dadas las variadas características topográficas y climáticas de la región, las actividades de mejoramiento participativo de semillas y suelo son una buena alternativa. Las comunidades mixes actualmente han impulsado acciones fundamentales como los bancos de semillas, los intercambios de experiencias y saberes de campesino a campesino, así como la selección visual (Ortega y Cuevas, 2016) o masal (Molina 1981 y Fuentes, 2014). De igual manera, los mejores resultados en producción se obtendrán implementando técnicas de conservación de suelos en las parcelas, empleo de abonos verdes, rotación de cultivos y recomendando el uso de nutrientes orgánicos adecuados para cada microrregión.

El principal motivo para trazar este panorama sobre el sistema milpa en la zona mixe de Oaxaca, ha sido mostrar que este sistema constituye una tradición agrícola –desde sus orígenes mesoamericanos– que, al conjuntar el cultivo de maíz con otras especies, permite aprovechar la tierra y obtener diversos alimentos al mismo tiempo mediante el policultivo. Este mecanismo refuerza la agricultura campesina basada en el conocimiento tradicional heredado de generación en generación, como una opción para generar sistemas de cultivos más sustentables, así como una soberanía alimentaria. Esto prioriza la producción agrícola familiar y local para alimentar una población que podría solucionar problemáticas socioeconómicas a partir de factores bióticos, abióticos y agrícolas.


Clase 2024

Fotografía: Acervo del Salón de la Fama del Beisbol

El pasado 7 de noviembre, con la integración de siete nuevos inmortales, el Salón de la Fama del Beisbol Mexicano llegó a 223 personajes que han alcanzado el reconocimiento más grande al que pueden aspirar jugadores, ampáyers, directivos y cronistas del Rey de los Deportes en el ámbito nacional.

La Clase 2024 del Recinto de los Inmortales incluyó a los lanzadores Ricardo Sandate, Cecilio Ruiz y Yovani Gallardo; a los jugadores de cuadro Miguel Flores y Ramón Orantes; además del ampáyer Luis Alberto Ramírez, quienes fueron seleccionados ocho meses antes por el Comité Elector, presidido por Antonio de Valdés.

La ceremonia celebrada en la plazuela del Salón de la Fama contó con un sentido homenaje a Fernando Valenzuela, fallecido en los últimos días de octubre, quien fue entronizado en el 2019.

Con 28 votos, Juan Manuel Palafox alcanzó la eternidad con una carrera donde destacó como serpentinero de los Tigres de México, los Algodoneros de Unión Laguna, los Mayos de Navojoa y los Venados de Mazatlán. En la Liga Mexicana de Beisbol, Palafox es uno de los 14 lanzadores que cuenta con al menos 200 triunfos. El ampáyer internacional Luis Alberto Ramírez logró su lugar en el Salón de la Fama al sumar 26 votos, después de una carrera durante la que fue convocado a los eventos deportivos más importantes: Juegos Olímpicos, Campeonatos Panamericanos, Serie del Caribe y Clásico Mundial.

Originario de La Paz, Baja California Sur, Ramón Orantes se desempeñó como un sólido jugador de cuadro, que lo mismo podía cubrir la tercera base como la primera colchoneta, siempre de manera eficaz, además de contar con una poderosa ofensiva. Fue así como Orantes acumuló 25 votos para garantizar su ingreso al precioso edificio enclavado en el Parque Fundidora.

Fotografía: Acervo del Salón de la Fama del Beisbol

En la categoría de Mexicanos en Grandes Ligas, Yovani Gallardo fue seleccionado con 23 votos, rubricando una trayectoria impecable como lanzador, principalmente con los Cerveceros de Milwaukee, donde también tuvo la oportunidad de sobresalir como un bateador que superó al resto de los pitchers.

Cecilio Ruiz, originario de Balancán, Tabasco, recibió 20 votos para ser exaltado en el Salón de la Fama, debido a su espectacular recorrido por los dos circuitos mexicanos más importantes como un temible lanzador zurdo que llegó a ganar la Triple Corona en la Liga del Pacífico.

Miguel Flores, nacido en Monterrey, un elemento icónico de los Sultanes de Monterrey, garantizó su nicho entre los inmortales de la pelota nacional con 19 votos, luego de una carrera llena de campeonatos y logros individuales como extraordinario segunda base, peligrosísimo bateador y buen robador de bases. En el beisbol invernal sobresalió con la camisola de los Naranjeros de Hermosillo.

En la categoría de Veteranos, Ricardo Sandate alcanzó la eternidad deportiva a los 75 años, sumando 18 votos. El nativo de Corpus Christi, Texas, será recordado por poseer un brazo de oro, capaz de lanzar juegos de 17 o 19 entradas, además de una gran capacidad para retirar oponentes por la vía del ponche. Durante cincuenta años fue uno de los tres dueños del récord de 18 chocolates en un encuentro de 9 entradas.

La Clase 2025 del Salón de la Fama del Beisbol Mexicano se conocerá en el primer semestre del año que está por comenzar.


Concluye Adabi el Proyecto Fondos Personales Sosa

Antes y después de la organización de los Fondos Personales Sosa. Fotografías: Acervo de Adabi México

La labor de Adabi en materia de apoyo en la conservación de la memoria documental depositada en archivos históricos públicos y privados en nuestro país continúa. En la Ciudad de México, sede de la asociación, se emprendió el proyecto de rescate y organización de los fondos personales Abraham Sosa Barragán y Manuel Luis Sosa Lobato, padre e hijo respectivamente, originarios de Zacapoaxtla, Puebla. Esta labor ejemplifica la importancia de los fondos personales para conocer la vida y obra de sus productores, asimismo, señalar el valor de las fuentes primarias para la investigación, en tanto respaldo de las oficiales.

Fue la nieta de Manuel, la señora Alicia de la Rosa Sosa, quien estableció contacto con Adabi, en julio de 2023, para dar el adecuado tratamiento archivístico a los documentos de su familia. Ella, con la convicción del significado y trascendencia de los documentos, los guardó en su domicilio: por momentos dio lectura y ordenó algunas cartas, sin embargo, el trabajo archivístico la superaba.

Fue la Coordinación de Archivos Civiles y Eclesiásticos de Adabi, en la persona de María Areli González, la que dio el seguimiento que derivó en la realización de los diagnósticos de ambos fondos con la finalidad de determinar los recursos necesarios para emprender el proyecto. Las acciones desempeñadas fueron la identificación, estabilización, organización a partir de un cuadro de clasificación y descripción a nivel de inventario. En dichas tareas participó Claudia Ballesteros como analista, además de ser quien elaboró las guardas para las fotografías.

Durante la ejecución del proyecto, la Coordinación de Fuentes Fotográficas identificó un ejemplar muy particular por su proceso fotográfico, un panotipo que simula una diminuta pintura al óleo, cuya elaboración se infiere data de la segunda mitad del siglo XIX. También el Centro de Conservación, Restauración y Encuadernación se sumó a la tarea para desinfectar unos documentos que fueron entregados a la señora Alicia meses después de iniciado el proyecto, pero que estaban dañados por hongos. Luego de la fumigación, estos fueron incorporados a su fondo correspondiente.

Después del trabajo archivístico y de conservación, el Fondo Personal Abraham Sosa Barragán fue resguardado en ocho cajas que cubren una temporalidad de 1845 a 1943, más dos cajas de la colección documental. Por su parte, el Fondo Personal Manuel Luis Sosa reúne 11 cajas que cubren un periodo de 1888 a 1956, más dos de la colección documental. Tanto los documentos como las fotografías intervenidas son evidencia de la vida personal, familiar y profesional de cada uno, dentro de un contexto histórico del cual también los documentos informan.

Abraham Sosa Barragán fue poeta, periodista, cronista, militar y funcionario público originario de Zacapoaxtla, Puebla, territorio que, durante el siglo XIX, después de la Independencia, fue disputado por conservadores y liberales. Sosa fue testigo y participante de la defensa de la población durante la intervención francesa en 1863, que marcó el inicio de su vida militar y del momento inmediato a la batalla del 2 de abril de 1867 en la ciudad de Puebla. Manuel Luis Sosa Lobato siguió los pasos de su padre en el gusto por las letras, la poesía y la historia. En 1938 publicó su libro Crónica y el borrador Recuerdos y nombres que años más adelante publicaría su nieta Alicia. Ambos libros abordan la historia de Zacapoaxtla.

Como parte de las acciones de difusión del proyecto, el 14 de noviembre en la Biblioteca José Lorenzo Cossío y Cosío se llevó a cabo la presentación de ambos fondos a la que asistieron familiares, amigos y conocidos de la señora Alicia de la Rosa, residentes en la capital y de Zacapoaxtla.

Entre ellos, los integrantes del grupo Zacapoaxtla Histórico; el licenciado Jairo Aldair Gómez Teotan, director de Cultura en representación del ayuntamiento de Zacapoaxtla, y Donají Toral, representante del Museo Alberto Toral Solís de Zacapoaxtla.

La presentación fue complementada con una exposición de facsímiles de documentos del Fondo Personal Abraham Sosa Barragán: el pasaporte de 1887; el poema “Las campanas de mi tierra” de 1906; el nombramiento de subinspector de monumentos de 1921; el discurso sobre la llegada de los automóviles a Nauzontla de 1923; el artículo “Lo que vi el 2 abril”; el panotipo que es el retrato de José María y José de Jesús, hermanos de Abraham; así como ejemplares de la obra de Manuel Luis Sosa.

Con el trabajo realizado, estos fondos personales ahora pueden ser consultados por los interesados en la investigación histórica, fotográfica, literaria y de la vida cotidiana de Zacapoaxtla de mediados del siglo XIX y principios del XX.


¡Comienza un nuevo sueño para los Guerreros de Oaxaca!

Fotografía: Acervo de Comunicación FAHHO

El pasado 4 de noviembre fue un día importante para el estado de Oaxaca, ya que oficialmente se hizo el anuncio y colocación de la primera piedra de lo que será la nueva casa de los Guerreros de Oaxaca. Asimismo, en conferencia de prensa y con la presencia del gobernador constitucional del estado, Salomón Jara Cruz, se anunció sobre la Ciudad de los Deportes, una iniciativa para dar más espacio e impulso al deporte en el estado de Oaxaca.

Con la participación del Ing. Salomón Jara Cruz, gobernador constitucional del estado de Oaxaca; el C. P. Alfredo Harp Helú, presidente vitalicio de la Fundación Alfredo Harp Helú; la Dra. María Isabel Grañén Porrúa, presidenta de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca; el C. P. Cristian Eder Carreño López, rector de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca; el Mtro. Guillermo Spíndola Morales, presidente ejecutivo del club de beisbol Guerreros de Oaxaca y el C. P. Francisco Martínez Neri, presidente municipal de Oaxaca de Juárez, se dieron a conocer los pormenores de lo que será la Ciudad de los Deportes y la nueva casa de los Guerreros.

Fotografías: Acervo de Comunicación FAHHO

“La nueva casa de los bélicos tendrá un aforo de ocho mil aficionados, además de dieciocho palcos que ofrecerán una experiencia única a nuestros seguidores; pero lo más destacado es el campo de beisbol, construido con materiales sintéticos de primera calidad, que no solo mejorará el rendimiento del juego, sino que también contribuirá a la sostenibilidad al reducir el consumo de agua. Las instalaciones deportivas de los equipos cumplirán con los estándares más altos a nivel de la Liga Mexicana y las Grandes Ligas, asegurando un ambiente profesional y competitivo para nuestros jugadores”, mencionó Guillermo Spíndola.

El estadio estará equipado con tecnología de última generación: iluminación, sonido y pantallas que elevarán la experiencia para todos los asistentes, permitiendo que cada juego sea un evento inolvidable.

Además, se contará con cisternas para la recuperación de agua pluvial y un sistema de tratamiento para su uso en riego, así como sistemas de iluminación de bajo consumo eléctrico, reafirmando nuestro compromiso con el medio ambiente. Estas características garantizan que este sea el primer estadio cien por ciento sustentable en la República mexicana.

Fotografía: Acervo de Comunicación FAHHO

“Estoy muy contento de poder dar a conocer este proyecto, es algo que merecen todos los oaxaqueños, ya que son una afición fiel a los Guerreros; necesitamos tener lo mejor para Oaxaca y este estadio es una maravilla e ideal para la ciudad oaxaqueña; seguiremos apoyando a más deportes y está en claro que el mejor complemento de la educación es el deporte”; señaló don Alfredo Harp Helú.

La Dra. María Isabel Grañén Porrúa se dijo muy contenta por la nueva casa del equipo bélico. “Es una maravilla, será un lugar donde se podrá venir a disfrutar del beisbol con toda la familia; sin duda, es un sueño más para la familia Harp Helú el tener esta casa para los Guerreros de Oaxaca”.

Al final, los invitados especiales y la prensa fueron a revelar la primera piedra y a conocer el proyecto de lo que será el nuevo hogar de los Guerreros de Oaxaca.

#SomosGuerreros


FOMENTO SOCIAL CITIBANAMEX, FUNDACIÓN ALFREDO HARP HELÚ OAXACA Y FUNDACIÓN ALFREDO HARP HELÚ, ENTREGAN 15 MDP A 169 INSTITUCIONES BENEFICIARIAS DEL PROGRAMA HOME RUNS CITIBANAMEX 2024

Ciudad de México. – El Banco Nacional de México, a través de Fomento Social Citibanamex, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca y la Fundación Alfredo Harp Helú, entregaron 15 millones de pesos a 169 instituciones de la Ciudad de México, Estado de México y Oaxaca, como parte del Programa Home Runs 2024.

Esta edición del programa denominado “Un Batazo de Unidad para Servir a México”, tiene como objetivo apoyar a organizaciones que promueven la alimentación, el bienestar social, el fomento a la cultura y al deporte, el cuidado al medio ambiente, la empleabilidad, la educación, la salud y los proyectos productivos a grupos en situación de vulnerabilidad debido a su origen étnico, edad, género, discapacidad o ingreso. 

El programa Home Runs Citibanamex 2024 invitó a 339 instituciones de la Ciudad de México y del Estado de México a participar, recibiendo 181 propuestas, de las cuales se seleccionaron 60, distribuyendo entre estas el monto de $7.5 millones de pesos en donativos, con los cuales se reconoció su destacada labor y trayectoria.

Asimismo, los donativos otorgados en el estado de Oaxaca fueron por un total de $7.5 millones de pesos, los cuales se distribuyeron entre las 109 entidades públicas y privadas, seleccionadas por el alcance de los proyectos que presentaron.

Andrés Albo Márquez, director de Compromiso Social Citibanamex, destacó que “los resultados de este gran programa son posibles gracias a la suma de esfuerzos. Celebramos la alianza del Banco Nacional de México con Don Alfredo Harp y las Fundaciones que llevan su nombre en la Ciudad de México y Oaxaca. También reconocemos y felicitamos a cada una de las 169 instituciones ganadoras, pues los resultados de su trabajo se convierten en logros compartidos.”

El Banco Nacional de México reitera su compromiso para trabajar en generar más oportunidades para personas y comunidades que viven con carencias sociales, su compromiso social con el desarrollo, la prosperidad y el bienestar de las comunidades donde está presente.

28 años del programa Home Runs Citibanamex

Home Runs Citibanamex nació hace 28 años con la idea de Don Alfredo Harp Helú de unir su pasión por el béisbol con su espíritu de compromiso social, y con ello festejar los triunfos de los deportistas con el trabajo de organizaciones sociales.

El programa tiene como objetivo apoyar a instituciones no lucrativas que destacan en su labor de promover la alimentación, el bienestar social, el fomento a la cultura y al deporte, el cuidado al medio ambiente, la empleabilidad, la educación, la salud y los proyectos productivos, en la Ciudad de México y el Estado de México, así como en el estado de Oaxaca.

Desde 1996, la iniciativa ha apoyado a 700 instituciones, a través de 4,167 donativos, destinado más de 526 millones de pesos a valor presente, en beneficio de organizaciones de la sociedad civil que atienden a sectores de la población en situación de vulnerabilidad de la Ciudad de México, el Estado de México y Oaxaca.

Las organizaciones apoyadas en 2024

En el estado de Oaxaca:

  1. ALBERGUE INFANTIL JOSEFINO, A.C.
  2. AMIGOS DEL INSTITUTO DE ARTES GRÁFICAS DE OAXACA Y DEL CENTRO FOTOGRÁFICO MANUEL ÁLVAREZ BRAVO, A.C.
  3. AMIGOS DEL TEATRO MACEDONIO ALCALÁ, A.C.
  4. ASOCIACIÓN CULTURAL ANTEQUERA, A.C.
  5. CANICA CENTRO DE APOYO AL NIÑO DE LA CALLE DE OAXACA, A.C.
  6. CASA HOGAR “ACEPTAME COMO SOY” A.C.
  7. CENTRO DE CAPACITACIÓN MUSICAL Y DESARROLLO DE LA CULTURA MIXE “CECAMDEC”, A.C.
  8. CENTRO DE ESPERANZA INFANTIL, A.C.
  9. CENTRO DE SERVICIOS SOCIALES EDUCATIVOS Y CULTURALES TINUJEY, A.C.
  10. CLÍNICA HOSPITAL DEL PUEBLO ANNA SEETHALER, A.C.
  11. COLECTIVO OAXACA CULTURAL, A.C.
  12. CONSEJO CIVIL MEXICANO PARA LA SILVICULTURA  SOSTENIBLE, A.C.  
  13. CUIDANDO ÁNGELES, A.C.
  14. DESARROLLO INTEGRAL DE LA JUVENTUD OAXAQUEÑA, A.C.
  15. DROGADICTOS ANÓNIMOS, A.C.
  16. EDUCACIÓN COMUNITARIA GUIEGOLANI, A.C.
  17. ESCUELA DE FORMACIÓN DEPORTIVA SOCIAL LUDENS, A.C.
  18. FONDO GUADALUPE MUSALEM, A.C.
  19. FRANCISCO TOLEDO, A.C.
  20. FUNDACIÓN PADRE ÁNGEL VASCONCELOS A.C.
  21. FUNDACIÓN TE QUEREMOS AYUDAR, A.C.
  22. GRUPO DE RECUPERACIÓN TOTAL RETO OAXACA, A.C.
  23. INSTITUTO DE PROTECCIÓN PARA EL NIÑO DESVALIDO MIGUEL ALEMÁN, A.C.
  24. INSTITUTO DEL DEPORTE
  25. LIBROS PARA PUEBLOS, A.C.
  26. MC CASA DE LUZ Y DESCANSO PARA NIÑOS CON CÁNCER, A.C.
  27. MUNDO CEIBA, A.C.
  28. MUNICIPIO DE VILLA DE SOLA DE VEGA
  29. MUNICIPIO DE ANIMAS TRUJANO
  30. MUNICIPIO DE ASUNCIÓN NOCHIXTLÁN
  31. MUNICIPIO DE CAPULALAPÁN DE MÉNDEZ
  32. MUNICIPIO DE CHAHUITES
  33. MUNICIPIO DE ELOXOCHITLÁN DE FLORES MAGÓN
  34. MUNICIPIO DE HEROICA CIUDAD DE TLAXIACO
  35. MUNICIPIO DE MAGDALENA APASCO
  36. MUNICIPIO DE MAGDALENA TEQUISISTLAN
  37. MUNICIPIO DE MAGDALENA YODOCONO DE PORFÍRIO DÍAZ
  38. MUNICIPIO DE PUTLA DE GUERRO
  39. MUNICIPIO DE ROJAS DE CUAUHTÉMOC
  40. MUNICIPIO DE SAN AGUSTÍN ATENANGO
  41. MUNICIPIO DE SAN AGUSTÍN ETLA
  42. MUNICIPIO DE SAN AGUSTÍN LOXICHA
  43. MUNICIPIO DE SAN AGUSTÍN YATARENI
  44. MUNICIPIO DE SAN ANTONINO EL ALTO
  45. MUNICIPIO DE SAN BARTOLO COYOTEPEC
  46. MUNICIPIO DE SAN BARTOLOMÉ ZOOGOCHO
  47. MUNICIPIO DE SAN DIONISIO OCOTLÁN
  48. MUNICIPIO DE SAN FRANCISCO CHINDÚA
  49. MUNICIPIO DE SAN FRANCISCO HUEHUETLÁN
  50. MUNICIPIO DE SAN GABRIEL MIXTEPEC
  51. MUNICIPIO DE SAN JERÓNIMO SILACAYOAPILLA
  52. MUNICIPIO DE SAN JOSÉ DEL PROGRESO
  53. MUNICIPIO DE SAN JUAN BAUTISTA CUICATLÁN
  54. MUNICIPIO DE SAN JUAN BAUTISTA JAYACATLÁN
  55. MUNICIPIO DE SAN JUAN MIXTEPEC
  56. MUNICIPIO DE SAN JUAN ÑUMI
  57. MUNICIPIO DE SAN JUAN SAYULTEPEC
  58. MUNICIPIO DE SAN LUCAS ZOQUIAPAN
  59. MUNICIPIO DE SAN MATEO SINDIHUI
  60. MUNICIPIO DE SAN MATEO YOLOXOCHITLÁN
  61. MUNICIPIO DE SAN MIGUEL PIEDRAS
  62. MUNICIPIO DE SAN MIGUEL TENANGO
  63. MUNICIPIO DE SAN MIGUEL TEQUIXTEPEC
  64. MUNICIPIO DE SAN MIGUEL TLACOTEPEC
  65. MUNICIPIO DE SAN PABLO TIJALTEPEC
  66. MUNICIPIO DE SAN PABLO VILLA DE MITLA
  67. MUNICIPIO DE SAN PEDRO COMITANCILLO
  68. MUNICIPIO DE SAN PEDRO IXTLAHUACA
  69. MUNICIPIO DE SAN PEDRO JUCHATENGO
  70. MUNICIPIO DE SAN SEBASTÍAN COATLÁN
  71. MUNICIPIO DE SAN SEBASTIÁN TEITIPAC
  72. MUNICIPIO DE SAN VICENETE LACHIXIO
  73. MUNICIPIO DE SANTA CATARINA LACHATAO
  74. MUNICIPIO DE SANTA CATARINA MINAS
  75. MUNICIPIO DE SANTA CRUZ ACATEPEC
  76. MUNICIPIO DE SANTA LUCÍA OCOTLÁN
  77. MUNICIPIO DE SANTA MARÍA ATZOMPA
  78. MUNICIPIO DE SANTA MARÍA CHACHOAPAM
  79. MUNICIPIO DE SANTA MARÍA JALTIANGUIS
  80. MUNICIPIO DE SANTA MARÍA TATALTEPEC
  81. MUNICIPIO DE SANTA MARÍA TEOPOXCO
  82. MUNICIPIO DE SANTA MARÍA TOTOLAPILLA
  83. MUNICIPIO DE SANTIAGO AMOLTEPEC
  84. MUNICIPIO DE SANTIAGO ASTATA
  85. MUNICIPIO DE SANTIAGO IXTAYUTLA
  86. MUNICIPIO DE SANTIAGO LACHIGUIRI
  87. MUNICIPIO DE SANTIAGO SUCHILQUITONGO
  88. MUNICIPIO DE SANTIAGO TAMAZOLA
  89. MUNICIPIO DE SANTIAGO TEXTITLÁN
  90. MUNICIPIO DE SANTIAGO XANICA
  91. MUNICIPIO DE SANTIAGO XIACUI
  92. MUNICIPIO DE SANTO DOMINGO CHIHUITÁN
  93. MUNICIPIO DE SANTO DOMINGO PETAPA
  94. MUNICIPIO DE SANTO DOMINGO TEPUXTEPEC
  95. MUNICIPIO DE SANTO DOMINGO ZANATEPEC
  96. MUNICIPIO DE SANTO TOMÁS JALIETZA
  97. MUNICIPIO DE TLACOTEPEC PLUMAS
  98. MUNICIPIO DE VILLA DE ZAACHILA
  99. MUNICIPIO DE YUTANDUCHI DE GUERRERO
  100. MUNICIPIO SAN DIONISIO DEL MAR
  101. MUNICIPIO SAN JUAN CHILATECA
  102. MUNICIPIO VILLA DE TUTUTEPEC
  103. ORGANIZACIÓN DE BENEFICENCIA EUGENIA, A.C.
  104. PUENTE A LA SALUD COMUNITARIA, A.C.
  105. SISTEMA PARA EL DESARROLLO INTEGRAL DE LA FAMILIA DEL ESTADO DE OAXACA “DIF”
  106. UABJO/BIBLIOTECA JUAN FRANCISCO DE BURGOA
  107. UN NUEVO AMANECER EN PRO DEL DISCAPACITADO, A.C.
  108. VIDA Y FAMILIA DE OAXACA, A.C.
  109. VISIÓN Y ALMA COMUNITARIA, A.C.

En la Ciudad de México y Estado de México:

  1. ACCIÓN CONTRA EL ALCOHOLISMO, A.C.
  2. AFEECI, A.C.
  3. ANHELOS DEL CORAZÓN, A.C.
  4. APAC, I.A.P. ASOCIACIÓN PRO PERSONAS CON PARÁLISIS CEREBRAL.
  5. APRENDISER, I.A.P (ANTES FUNDACIÓN CEDROS, I.A.P.)
  6. AQUÍ NADIE SE RINDE, I.A.P.
  7. ASOCIACIÓN AUTISMUS, I.A.P.
  8. ASOCIACIÓN MEXICANA ANNE SULLIVAN, I.A.P.
  9. ASOCIACIÓN MEXICANA DE AYUDA A NIÑOS CON CÁNCER, I.A.P.
  10. ASOCIACIÓN MEXICANA DE FIBROSIS QUÍSTICA, A.C.
  11. ASOCIACIÓN MEXICANA DE LA ENFERMEDAD DE HUNTINGTON, I.A.P.
  12. ASOCIACIÓN MEXICANA DE TRANSFORMACIÓN RURAL Y URBANA, A.C.
  13. ASOCIACIÓN PARA LA DEFENSA DE LA MUJER, I.A.P.
  14. ASOCIACIÓN PARA LEER, ESCUCHAR, ESCRIBIR Y RECREAR, A.C.
  15. AYUDA SOCIAL DEVLYN, A.C.
  16. CASA DE LA AMISTAD PARA NIÑOS CON CÁNCER, I.A.P.
  17. CASA DEL ACTOR, I.A.P., MARIO MORENO.
  18. CASA GAVIOTA UN VUELO SIN VIOLENCIA, A.C.
  19. CASA HOGAR PARA MADRES SOLTERAS, A.C.
  20. CENTRO DE COMUNICACIÓN CRISTIANA DE BIENES, I.A.P.
  21. CENTRO DE CUIDADOS PALIATIVOS DE MÉXICO, I.A.P.
  22. CHRISTEL HOUSE DE MÉXICO, A.C.
  23. COMEDOR SANTA MARÍA, A.C.
  24. CONCIEO, A.C.
  25. DAR AYUDA A LA NIÑEZ, A.C.
  26. EDUCAR, A.C.
  27. ENSEÑA POR MÉXICO, I.A.P.
  28. ENTRELAZADAS, NO ESTAMOS SOLAS, A.C.
  29. ESCUELA HOGAR DEL PERPETUO SOCORRO, I.A.P.
  30. ESPÍRITU DE CAMPEÓN, A.C.
  31. FUNDACIÓN CEDIC, A.C.
  32. FUNDACIÓN CULTURALIA, I.A.P.
  33. FUNDACIÓN DE PROTECCIÓN Y ASISTENCIA PARA ANCIANAS DESVALIDAS, I.A.P.
  34. FUNDACIÓN EN MOVIMIENTO, A.C.
  35. FUNDACIÓN HUMANISTA DE AYUDA A DISCAPACITADOS (FHADI), I.A.P.
  36. FUNDACIÓN JOHN LANGDON DOWN, A.C.
  37. FUNDACIÓN MEXICANA CON VOZ PARA EL BIENESTAR SOCIAL, A.C.
  38. FUNDACIÓN MITZ, A.C.
  39. FUNDACIÓN MUJERES Y NIÑOS DE MÉXICO, A.C.
  40. FUNDACIÓN PAIDI, I.A.P.
  41. FUNDACIÓN PARA LA INCLUSIÓN Y DESARROLLO DE PERSONAS CON DISCAPACIDAD, A.C.
  42. FUNDACIÓN POR EL BIEN DE TEPOTZOTLÁN, I.A.P.
  43. FUNDACIÓN RENACIMIENTO DE APOYO A LA INFANCIA QUE LABORA, ESTUDIA Y SUPERA, I.A.P.
  44. HERRAMIENTAS DE LA EXPERIENCIA, A.C.
  45. HOGAR DE NUESTRA SEÑORA DE LA CONSOLACIÓN PARA NIÑOS INCURABLES, I.A.P.
  46. HOPE WORLDWIDE MÉXICO, I.A.P.
  47. INSPÍRA CAMBIO, A.C
  48. INSTITUTO MEXICANO CONTRA LA CORRUPCIÓN Y ASISTENCIA A GRUPOS VULNERABLES, I.A.P.
  49. LA CANA, PROYECTO DE REINSERCIÓN SOCIAL, A.C.
  50. LA CASITA DE SAN ÁNGEL, I.A.P.
  51. MEMORIA Y TOLERANCIA A.C
  52. MENSAJEROS DE LA PAZ MÉXICO, I.A.P.
  53. MIEL QUE VINO DEL CIELO, A.C.
  54. MOVIMIENTO SOCIAL GN10, A.C.
  55. N.I.E.V. NIÑOS CON ILUSIÓN Y ESPERANZA DE VIVIR, A.C.
  56. NUESTROS NIÑOS, I.A.P.
  57. PADRES DE HIJOS CON NECESIDADES ESPECIALES, A.C.
  58. PLENITUD ALMA-CUERPO-MENTE, A.C.
  59. PROMOCIÓN Y ACCIÓN COMUNITARIA, I.A.P.
  60. VÍNCULOS Y REDES, A.C.

Reynaldo López de la Paz gana premio FAHHO-CaSa Emiliano Cruz

Oaxaca, de Juárez, 7 de noviembre 2024.- Reynaldo López, originario de Santiago Jamiltepec, Oaxaca, ha sido reconocido con el premio FAHHO-CaSa Emiliano Cruz en su quinta edición. Este promotor de la lengua tu’ùn savi (mixteco de la costa) ha dedicado sus esfuerzos a capacitar al personal médico del Hospital Rural #35 de Santiago Jamiltepec para que puedan atender a sus pacientes en su lengua materna.

“Me siento muy agradecido con las personas que han creído en mi proyecto por el Tu’ùn savi. Este reconocimiento es una gran motivación para seguir trabajando en la difusión, revitalización y conservación de la lengua”, comentó López de la Paz.

Los talleres de tu’ùn savi impartidos por López en el hospital rural no solo promueven la lengua, sino que también fomentan la inclusión y una comunicación más efectiva con los pacientes, quienes en su mayoría son monolingües. Al permitir diagnósticos más precisos y un trato digno, estos talleres contribuyen a mejorar la calidad de la atención médica.

Desde 2018, López ha impartido talleres de lectoescritura en tu’un savi y, en 2021, publicó el libro “Sá’an Tu’ùn Savi ñuù Càsàndó’ò” (Lengua mixteca de Jamiltepec), el primer libro de gramáticas pedagógicas de esta lengua. Este recurso ha sido fundamental para quienes desean aprender a hablar y escribir en tu’ùn savi.

El Premio FAHHO-CaSa Emiliano Cruz fue creado en memoria de Emiliano Cruz Santiago, un joven de San Bartolomé Loxicha que, desde los 19 años, hasta su muerte repentina a los 29 años, se dedicó a la documentación, descripción y promoción de su lengua materna, el dí’zdéh’ (zapoteco miahuateco). El premio busca reconocer a personas que, como Cruz Santiago, promuevan sus lenguas de manera individual o colectiva por iniciativa propia.

Michael Swanton, miembro del consejo directivo de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, mencionó “muchas veces hemos visto que las iniciativas más creativas, con mayor impacto a favor de la diversidad lingüística provienen de personas que lo hacen por un compromiso personal o comunitario, a éstas personas está destinado el premio Emiliano Cruz

“Me da mucho gusto que éste año hemos tenido otro ganador de este premio, en reconocimiento a estos esfuerzos que hace fuera de sus actividades laborales, enhorabuena”, expresó.

Para evaluar las nominaciones a este premio, se conformó un jurado, compuesto por Rosemary Beam, Ana Cely Palma y Tomás López Sarabia, activistas en lenguas originarias. En esta quinta edición, se recibieron nominaciones de todo el país. Beam de Azcona, quien fue colaboradora cercana de Cruz Santiago, comentó “Emiliano Cruz fue una de las personas más inteligentes que he conocido pero lo que más me impresionó fue la pasión que tenía por su lengua y la motivación que tenía para defenderla y promoverla, y facilitar que sus hablantes la usaran en diversos contextos. Me da mucho gusto que su legado siga sirviendo como inspiración para otras personas”.

“Todos los ganadores del premio Emiliano Cruz me han impresionado año tras año con sus labores. En esta ocasión, el ganador de 2024 me recordó a Emiliano, por su habilidad de hacer conexiones entre diversas personas hablantes de lenguas Savi. El trabajo del ganador, resaltó por el hecho de que, al igual que la Dra. Lourdes Martínez, ganadora en 2022, se está esforzando para ayudar a que hablantes de lenguas originarias reciban una mejor atención médica en sus propias lenguas”, destacó.

Daniel Brena, director del CaSa, comentó: “este reconocimiento es un testimonio del compromiso de Reynaldo López de la Paz por mejorar la calidad de vida de los hablantes de tu’ùn savi. Al facilitar el acceso a servicios de salud en su lengua materna, ha contribuido a una mayor equidad, bienestar social y al fortalecimiento del tu’un savi. Agradezco a la Fundación Alfredo Harp Helú por hacer este premio posible”.

Desde 2020, la convocatoria al Premio FAHHO-CaSa Emiliano Cruz es emitida por el Centro de las Artes de San Agustín, en colaboración con la Fundación Alfredo Harp Helú de Oaxaca, a través de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova y la Asociación Francisco Toledo A.C., otorgando un premio monetario de $30,000.00 (treinta mil pesos mexicanos), una obra gráfica donada por el artista juchiteco José Ángel Santiago y un reconocimiento.

La ceremonia de premiación se llevará a cabo el mes de diciembre.


Editorial

La Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca celebra el inicio del penúltimo mes del año compartiendo con los lectores y visitantes de los espacios de la FAHHO las noticias que cada filial tiene para anunciar.

Comenzamos con el tema deportivo: La Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú se encuentra de fiesta, ya que cumple quince años desde su creación, tres lustros en los que ha dado al deporte rey grandes talentos. También hablamos de aquellos triunfos individuales que se logran en equipo, como el reconocimiento que la LMB le ha otorgado a Santiago Harp Grañén como Ejecutivo del Año, gracias al increíble desempeño de los Diablos Rojos del México en esta última temporada. De la misma forma, los Guerreros de Oaxaca dedican unas líneas para reconocer el gran trabajo del Ninja Alexi Amarista.

Por otro lado, la Biblioteca Juan de Córdova comparte un texto acerca de una colección etnográfica de la sierra mazateca que se encuentra resguardada en el Museo Etnológico de Berlín y, al mismo tiempo, se narra la experiencia de una de las colaboradoras en el inventario de dicha colección. También les mostramos una nota acerca de un libro y unos diarios de campo que resguarda la Biblioteca, los cuales contienen el registro de algunos relatos en yaqui (Sonora).

Como una pequeña luz, Andares del Arte Popular nos acerca a la labor de Viviana Alavez, quien es custodia de la tradicional elaboración de velas de concha en Teotitlán del Valle, una actividad muy significativa para las fechas de Día de Muertos.

En esta ocasión, Seguimos Leyendo y el Museo Textil de Oaxaca comparten la experiencia que se vive en la realización de dos de sus diplomados. Además, el trabajo de Adabi de México, Adabi Oaxaca y el recientemente creado Centro Cultural Itinerante nos habla, respectivamente, de su retribución social con la restauración de un mapa de siglo XVIII, la organización de un archivo municipal y la difusión extra muros de las actividades de la Fundación a aquellos que no pueden asistir a las diferentes instalaciones.

Por último, pero no por eso menos importante, el Instituto Cultural Libanés nos cuenta acerca de sus orígenes, mientras el Centro Cultural San Pablo y el Museo de la Filatelia nos hablan sobre sus exposiciones más recientes.

Además, la Biblioteca Henestrosa narra una conmovedora anécdota sobre la donación de la biblioteca personal de la poeta Yamilé Paz Paredes.

Esperamos que disfruten la lectura de estas notas, y que les inviten a seguir visitando nuestros espacios y participando de las actividades que cada filial de la Fundación tiene para todos ustedes.


XV años cumpliendo sueños

Fotografías: Acervo de la Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú

La Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú celebra con orgullo su 15° aniversario, posicionándose como un espacio integral que ha formado a más de mil beisbolistas a lo largo de su trayectoria. Desde su fundación, ha destacado no solo por su enfoque en el deporte, sino por su compromiso con la educación integral de los jóvenes.

Durante estos años, el paraíso beisbolero ha logrado un impresionante récord de 11 debuts en el mejor beisbol del mundo. En total, se han concretado 104 firmas con equipos de Grandes Ligas y actualmente hay 47 egresados de su sistema de desarrollo en los diferentes equipos. Un número que resalta la calidad y dedicación de los que conforman el staff.

Fotografías: Acervo de la Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú

El año 2024 ha sido especialmente notable, con 14 debuts en la Liga Mexicana de Beisbol, específicamente en Diablos Rojos del México y Guerreros de Oaxaca. Asimismo, la final de la Zona Sur fue un emocionante encuentro entre ambos equipos, en los cuales participaron egresados de nuestra Academia.

La Academia también se preocupa por la educación integral de los jóvenes, de modo que busca formar jugadores y ciudadanos responsables: fomenta valores como la puntualidad, la disciplina y el respeto, e invita a sus integrantes a no abandonar sus estudios. Cuenta con convenios con dos de las universidades más importantes del estado. Y, al mismo tiempo, el hecho de impulsar el desarrollo profesional de los jóvenes de Oaxaca ha contribuido al crecimiento de la Academia como institución.

Fotografías: Acervo de la Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú

Con 15 años de logros, la Academia continúa siendo un pilar en el desarrollo del deporte rey en Oaxaca y México, logrando que sus integrantes cumplan sus sueños de pertenecer a equipos profesionales de beisbol.

Fotografías: Acervo de la Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú

Santiago Harp Grañén,Ejecutivo del Año

El pasado 4 de octubre, la Liga Mexicana de Beisbol anunció que premiará a Santiago Harp Grañén, vicepresidente del Consejo Administrativo de Diablos Rojos del México, como Ejecutivo del Año (galardón que se entrega año con año desde 1965) por la impresionante campaña 2024 que llevó a los Diablos Rojos a alzarse con la Copa Zaachila por décimo séptima ocasión. Hace diez años fue galardonado don Alfredo Harp Helú (por segunda ocasión), y la distinción de Santiago solo reafirma el compromiso y la pasión que, como familia, tienen los Harp con el deporte rey.

¿Qué reconoce este premio? Pensaríamos en primera instancia en la trayectoria que respalda a los ganadores, y Santiago tiene 24 años de experiencia en este ámbito. El haber crecido rodeado de inspiración deportiva –desde muy pequeño tomó el bat y ha comentado que por mero gusto se aprendía de memoria las estadísticas de jugadores legendarios de las Ligas Negras– le dio a Santiago la pauta para trazar su camino. Ahora que lo vemos no lo imaginamos dedicándose a otra actividad.

El joven Harp Grañén es un claro ejemplo de que una profesión no te limita a conjuntar otras pasiones que tengas: la herencia creativa recibida por parte materna la despliega en el grandioso Museo Diablos, así como en el hecho de apostar sin miedo a la innovación, por ejemplo, al crear una sinergia entre cultura pop (el gran ejemplo este año fue el May the 4th be with you) y un deporte con siglos de tradición.

Sin duda, tiene muy claro que este deporte se disfruta en familia, con amigos y todos aquellos que comparten una misma pasión, algo que en definitiva aprendió de su padre, de quien ha dicho en entrevistas es el mejor manager en su vida. El aumento de asistencia al Estadio de los Diablos esta temporada deja en evidencia lo anteriormente dicho: niños, jóvenes, adultos y adultos mayores acuden a este recinto para ver jugar a un equipo legendario y, además, a disfrutar del gran ambiente lleno de alegría y esperanza que se crea en torno al Diamante.

¡Muchas felicidades a Santiago Harp Grañén por tan merecido logro, y que continúen los triunfos para todo el equipo escarlata!


El Ninja Alexi Amarista, primer retorno del año en la organización bélica

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Alexi Amarista. Fotografía: Acervo de Guerreros de Oaxaca

Uno de los peloteros que llegó al equipo bélico para darle otra cara con su dinamismo, ofensiva y también defensiva fue el venezolano exgrandes ligas Alexi Amarista, quien, este año, se convirtió en el primer pelotero dentro de la organización oaxaqueña en ser nombrado por la Liga Mexicana de Beisbol como el “Retorno del Año” en su temporada 2024.

La temporada 2023 fue muy complicada para el Ninja, ya que, desafortunadamente, se perdió todo el año debido a una lesión fuerte en una de sus rodillas, cuando todavía pertenecía a la organización de El Águila de Veracruz, razón por la que tuvo que someterse a una operación a principios de ese año.

La recuperación fue efectiva, lo que le dio la oportunidad de jugar en el invierno con el equipo Tigres de Aragua, en su natal Venezuela. En ese lapso, la directiva zapoteca hizo el movimiento necesario para convencer al conjunto jarocho y poder contar con el talento de Alexi este año; durante el cambio, los derechos del dominicano Gustavo Núñez fueron cedidos por completo a Veracruz y los de Amarista a Oaxaca.

El pelotero de 35 años tuvo una temporada regular impresionante, incluso siendo su mejor año desde que llegó a México, bateando un .361 de porcentaje con 133 imparables, 25 dobles, 5 triples, 15 jonrones y 57 compañeros enviados al plato, con lo que logró colocarse en el Top 5 dentro del club bélico en este 2024.

En la post temporada, Amarista se convirtió en la bujía clave para Oaxaca, esto con 31 imparables, 10 dobles, 4 jonrones y 13 carreras producidas en 18 juegos donde vio acción, además de culminar los playoffs con un porcentaje de bateo de .373.

Alexi Amarista –a la defensiva y jugando todos sus partidos en la intermedia– fue importante, ya que, en un total de 261 asistencias, únicamente cometió un error, lo que le permitió pelear por el Guante de Oro como segunda base en su temporada 2024 en toda la LMB.

Por lo anterior, el venezolano se convirtió en el primer jugador en la historia de los Guerreros de Oaxaca en ser nombrado Retorno del Año en la LMB.


Presencia mazateca en Berlín: colaboración e intercambio

Fotografía: Acervo de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova

Durante las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX los museos europeos buscaban formar colecciones representativas de las culturas de las Américas. El Gobierno que entonces se había establecido en México promovió, desde 1890, aproximadamente, una imagen identitaria nacional basada en el pasado indígena. La prominente participación de México en la “Exposición Histórico-Americana” de 1892 en Madrid y en el Congreso Internacional de Americanistas de 1895 en México colocaron con firmeza a las culturas antiguas en el panorama internacional. Como resultado se intensificó la comercialización de piezas arqueológicas, documentos pictográficos, pero también de los impresos coloniales en lenguas indígenas. Aunque el Estado hizo algunos esfuerzos para frenar la exportación, en este proceso participaron también de manera activa muchos de los intelectuales mexicanos de la época.

Al igual que hoy, las culturas indígenas todavía existentes se consideraban de menor relevancia, sin embargo, en esos mismos años podemos situar el nacimiento de la antropología etnográfica enfocada en los pueblos mesoamericanos, con los trabajos de Franz Boas, Manuel Gamio, Frederick Starr y otros. En un primer momento, la etnografía se había centrado en conocer las distintas culturas, así como sus lenguas, que existían en el territorio nacional, el cual –por fin– había sido definido hacia mediados del siglo XIX, y fue hasta las primeras décadas del siglo XX que se observó un notable interés por describir y estudiar las culturas vivas.

Es en este contexto que encontramos al alemán Guillermo (Wilhelm) Bauer-Thoma, nacido cerca de Frankfurt (Höchsta. M.), sobre cuya vida en México (1898-1912) sabemos muy poco. Desde su casa en Tacubaya se dedicó a reunir colecciones arqueológicas y etnográficas para el mercado museístico de Estados Unidos y Europa. Hoy podemos ver una extraordinaria selección de sus piezas arqueológicas en el Humboldt Forum de Berlín, aunque otros museos también adquirieron piezas reunidas por él. Menos sabido es que también coleccionó objetos etnográficos y materiales lingüísticos (vocabularios, grabaciones y transcripciones con traducción) durante sus viajes por la Sierra Norte y la región mixe en 1902, y por la región mazateca en 1903.1 Ambas visitas resultaron en artículos con observaciones interesantes, publicados respectivamente en 1915 y 1908. La mayor parte de los objetos mazatecos, entre ellos todo lo relacionado con la producción textil, numerosos tejidos, ropa y huaraches, objetos rituales, contenedores de todo tipo, redes y bolsas, instrumentos musicales y juguetes, fue adquirida por el Museo Etnológico de Berlín, aunque otros materiales terminaron en el Museo de Etnografía de Hungría. La colección –guardada en los depósitos del museo– es poco conocida. Además, en varias ocasiones, Bauer había anotado el término mazateco en las fichas que acompañaban los objetos; sin embargo, hacía falta, mayormente, información sobre el contexto de uso y el significado cultural.

En 2022, la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova propuso al Museo Etnológico de Berlín levantar un nuevo inventario de la colección etnográfica mazateca de Bauer. Como resultado, el museo, representado por la Dra. Ute Schüren, curadora de la sección de las Américas, concedió una beca de investigación a Gabriela García García, bibliotecaria de la BIJC y originaria de la Sierra Mazateca, para junio de 2024. Durante este tiempo Gabriela trabajó de cerca con Carolina Bayer, estudiante de maestría proveniente de Brasil, con estudios en patrimonio cultural, quien, durante el año anterior, ya había identificado, fotografiado y ordenado la colección dispersa por los múltiples estantes. El objetivo fue reconectar los aproximadamente 475 objetos con su contexto cultural, con la lengua mazateca, y seleccionar materiales para incluir en una futura exposición fotográfica para la región mazateca.

La dirección de la BIJC, en la persona de Sebastián van Doesburg, participó durante semana y media en el estudio contextual de la colección gracias a una invitación del museo. Adicionalmente, durante los primeros días del proyecto contamos con la visita de Alejandro de Ávila, quien había participado en el Festival de Historia del Arte en Fontainebleau a finales de mayo y alcanzó a Gabriela y Sebastián en el Museo Etnológico. Durante dos días, los tres examinaron los textiles mazatecos sobresalientes de la colección Bauer, junto con Ute y Carolina. El trabajo ágil en grupo permitió revisar, fotografiar y grabar comentarios acerca de cada pieza, más de cincuenta en total. El equipo de microscopía del museo, y especialmente un pequeño cuentahilos de bolsillo, hicieron posible observar de qué fibras (algodón, lana, seda criolla, seda importada, ixtle y fibras vegetales desconocidas) se compone cada pieza, en qué dirección (S o Z) fue hilada y mediante cuál técnica fue tejida. En varios ejemplos pudo constatarse el uso de colorantes sintéticos, mientras que otras piezas parecen haber sido teñidas con grana (insecto parásito del nopal), añil y probablemente otros tintes naturales.

Como era de esperarse, la colección Bauer incluye huipiles muy hermosos, tejidos con algodón hilado a mano con malacate y bordados con hilo industrial de algodón, teñido con añil o con un colorante rojo sintético. Algunos de ellos lucen listones de seda cosidos sobre el tejido, como observamos en las prendas mazatecas hoy día, pero la mayoría de los ejemplos en Berlín carecen de esos adornos, como están ausentes también en ellos los encajes alrededor del cuello y en los huecos para los brazos. La colección Bauer atestigua con estos ejemplos cómo, durante el porfiriato, buena parte de las mujeres del norte de Oaxaca todavía se vestían a sí mismas con materiales locales, sin necesidad de insumos externos. Es así como estos bellos textiles hablan de la autosuficiencia de los pueblos originarios, antes de la expansión industrial del país promovida por las políticas económicas liberales de las últimas décadas del siglo XIX.

Junto con los huipiles, el grupo de trabajo examinó varias faldas de enredo, tejidas también con algodón en telar de cintura y bordadas con lana hilada a mano, que al parecer combina grana con un colorante rojo sintético fugaz que se desangró para teñir la tela blanca, efecto que por lo visto gustaba a las bordadoras. A diferencia de sus contrapartes elaboradas décadas más tarde –como diversos ejemplos que se encuentran en el acervo del MTO–, en estas faldas los diseños de greca se ejecutaron minuciosamente para cubrir toda la cenefa inferior del lienzo. Algunas piezas conservadas en Berlín remiten, para un observador moderno, directamente a los frisos de Mitla. Entre las faldas que adquirió Bauer apareció una que es totalmente distinta de las demás y que representa una técnica y un estilo que no habían sido documentados previamente. Se trata de un lienzo de algodón con un patrón geométrico de rombos, brocados con trama suplementaria de lana. Es decir, que el diseño fue labrado a la hora de tejer la tela de base. Las figuras pequeñas repetitivas invariables hacen pensar que el diseño fue controlado mediante lizos adicionales en el telar, innovación ingeniosa de las tejedoras en diversas latitudes del mundo que antecede el desarrollo de las computadoras milenios más tarde.

Más sorprendente que los huipiles y las faldas de enredo fue encontrar en Berlín una serie de bolsas, servilletas, ceñidores y paños de cabeza, tejidos que, hasta donde se sabe, ya nadie elabora en las comunidades mazatecas en la actualidad. Una de las talegas muestra el diseño que la investigadora pionera Irmgard Weitlaner Johnson documentó en Ayautla en la década de 1950 con el nombre de ‘flor de eloxóchitl’, una bella magnolia de suave aroma, mientras que otra bolsa luce la ‘flor de cacao’ y evoca la celebración decembrina patrocinada por la FAHHO desde hace algunos años. En uno de los ceñidores y en dos paños de cabeza adquiridos por Bauer es evidente el uso de seda criada en la región de Huautla, teñida probablemente con grana para lograr un rojo vino de soberbia saturación.

El grupo de trabajo brincó de emoción al identificar en la colección un retazo de papel cubierto de huevecillos de seda, pues este hallazgo abre la posibilidad de estudiar el ADN (la molécula de la herencia) de los gusanos que se criaban anteriormente en la Sierra Mazateca, y que al parecer fueron exterminados por ignorancia burocrática durante las campañas de fumigación para erradicar el paludismo, a mediados del siglo pasado. Cotejar el ADN de la seda mazateca con las cepas que se conservan hasta hoy en la región de Cajonos en la Sierra Juárez, al igual que en San Mateo Peñasco en la Mixteca Alta, probablemente permita detallar la compleja historia de adopción cultural y acriollamiento genético de la cría de seda en Oaxaca, la única región en el hemisferio occidental donde prosperó una vieja amistad entre insectos y humanos que inició hace seis mil años en China.

Fotografías: Acervo de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova

La mayor sorpresa del viaje a Berlín fue encontrar un fragmento textil que a primera vista parecía insignificante, pues estaba rasgado, manchado y percudido. Con el buen ojo que lo caracteriza, Sebastián advirtió en el catálogo de la colección que una foto pequeña de este tejido parecía evidenciar un diseño sutil. Al examinarlo de cerca, Alejandro constató que se trata de un tejido extraordinario, que formó parte de lo que debe haber sido el traje de hombre más fino, complejo y espectacular en Mesoamérica en el siglo XIX, y que pudo haber marcado a un estamento de prestigio al interior de la comunidad, como resultado del tiempo que requirió
su manufactura.

Bauer consiguió lo que ya debe haber sido una antigüedad en su época: la parte inferior de un calzón tejido con algodón hilado a mano, adornado con tres labores distintas que combinan el ligamento de gasa con tramas discontinuas y con trama envolvente, un verdadero alarde del arte del telar que parece representar una técnica exclusiva de México desde la época prehispánica. Es evidente que el fragmento fue parte de un calzón, ya que, al mismo tiempo que Bauer, Zelia Nuttall2 adquirió una prenda completa que envió a Berkeley sin registrar su procedencia. Gracias al meticuloso viajero alemán, ahora sabemos de dónde procedían ambos ejemplos; gracias a la buena disposición de Ute y de Carolina ahora podremos recrear el tejido en Oaxaca, en colaboración con el talentoso artista textil Noé Pinzón Palafox y con el apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca. Al apreciar la elegancia que debió haber distinguido al traje de gala de los tatarabuelos mazatecos, Gabriela expresó emocionada su admiración por sus antepasadas, quienes fueron capaces de crear algo tan insospechadamente bello. A continuación, damos paso al recuento de Gabriela en su primer viaje al extranjero:

Como se mencionó antes, viajé de la ciudad de Oaxaca a Berlín, a inicios del mes de junio. Entre correr, formarse, trasbordar y perder alguno que otro vuelo logré llegar al lugar donde viví casi un mes, mientras trabajaba en el proyecto. A pocos días de haber llegado aprendí un poco sobre las formas de vida en Europa, por ejemplo, acostumbrarme al horario en esta temporada del año, donde oscurece a las 10 de la noche y los pájaros cantan a las 3 de la mañana. Fue difícil al principio: con mi reloj biológico de México injertado en mí, pasé varios días con sueño, pero la idea de descubrir y encontrarme con los objetos mazatecos ¡me mantenía súper despierta! Aprendí a moverme en la ciudad, cómo, dónde y qué tren debía tomar para llegar al depósito del Museo o al Museo mismo. Así también con la comida: ahora que regresé a México, cuando me preguntan cómo me fue en ese tema, precisamente, respondo que muy bien, pero que extrañé mis tortillas y mi comida oaxaqueña.

Estuvimos trabajando en el depósito del Museo durante varios días. Me llevé muchas impresiones, fueron días llenos de emociones. Además de descubrir los objetos, los textiles, las tarjetas de notas de Bauer pude realizar un viaje al pasado y darme cuenta de todo lo que significaba para mí estar frente a frente con una parte de mi cultura. Pude imaginar a Bauer dialogando con mis abuelos mazatecos hace 100 años. A decir de los objetos en la colección, se ve que algunos claramente fueron encargados, pero otros estaban en uso: pude observar una olla, de esas que han cumplido alguna misión, por ejemplo, la cocción de quelites para la preparación del atole que se le da a los bebés. Pude imaginar a una hermana mazateca diciendo “ya no hay que usarla, está rota, le falta un pedazo” y a la abuela con voz tranquila decir “sí sirve” y proceder a poner la cal en piedra, mientras observa cómo erupciona el material dentro de la olla, para comenzar una nueva historia, como un testigo mudo junto al fogón, testigo de muchas historias que se cuecen ahí, que se hablan y platican en alguna cocina mazateca. Esa misma olla que viajó a Alemania, con todo y el resto de la cal; sin duda, largo fue el viaje, quizá en la espalda de algún hermano mazateco, quizá sobre un mulo hasta ser embalado para viajar por el mar y llegar a un país lejano. Después de tanto tiempo esperando en el depósito del Museo, junto con otros objetos para seguir contando historias, y juntarse de nuevo con las historias vivas que por este lado del mar aún estamos haciendo los mazatecos. No solo es la olla, son otros 474 objetos más. También los bultos sagrados, que en su interior contienen cacaos, plumas de faisán, un huevo de gallina o de guajolota, papel amate, tabaco y en algunos casos el copal. Estos objetos, previo a ser envueltos en hojas de totomoxtle o platanillos, el sabio les da una encomienda por medio de la lectura del maíz. Cada una de las partes tiene un significado y una labor que cumplir dentro de la espiritualidad mazateca y el comportamiento de la cultura ante la divinidad. Ya que el sabio Feliciano Severiano les encomendó ir a Ndoba Isien para llevar algún mensaje al dador de la vida, puedo imaginar también qué decían entre ellos al llegar a otro lugar en donde ya no escucharon más el mazateco, sino otras lenguas, las voces de otras personas.3 Hasta que fueron puestas en mi mano, y recordaron en su lejana memoria que era el lenguaje del sabio el que nuevamente oían. También vi la cama de caña: me recordó las pláticas con mi madre, cuando ella me contaba que las mujeres daban a luz sobre estas. Ni qué decir de los huipiles, que cuando los miré lo primero que recordé fueron las letras del Flor de Naranjo. Eso y miles de cosas más invadieron mi mente con cada uno de los objetos resguardados en el depósito del Museo. Esta vez, por todos estos pensamientos y sentimientos, agradecí a Bauer por haber venido a mi región y a las personas que han valorado nuestras culturas; podría escribir una historia con cada uno, realmente significó mucho para mí. Además, varios de estos objetos han quedado en desuso o, peor aún, ya no existen en las comunidades, pero descubrí que aún viven en mi memoria gracias a las historias que mis abuelos y mi madre me contaban. Eso es lo que quiero compartir con mi nación mazateca: despertar en ellos estos sentimientos, y con este aporte quizá mi hermano mazateco, que es artesano y experto en elaborar ollas y comales, logre hacer conciencia para enseñar a sus hijos esta labor. Asimismo, tal vez mis hermanas sigan contando historias para no dejar de hablar la lengua a sus pequeños. Puedo pensar ahora en qué rumbo tomará el proyecto que hemos comenzado. Sin duda, despertará algunos sentimientos y recuerdos, en el mejor de los casos nos enseñará a valorar más, a revitalizar lo que es de nosotros.

Fotografía: Acervo de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova

A pocos días de culminar mi estancia en Berlín, la doctora Ute Schüren, Carolina Bauer –con el apoyo de la doctora Ulrike Mühlschlegel del Instituto Iberoamericano como intérprete del español-alemán y viceversa– y yo ofrecimos un conversatorio dentro de las instalaciones de Foro Humboldt, donde dimos a conocer la cronología del proyecto colaborativo frente a decenas de personas interesadas, entre ellas Christine von Heinz, amiga del Museo y pariente de Alexander von Humboldt que, por cierto, también me recibió y me dio una visita guiada por varios sitios emblemáticos en Berlín. Por coincidencias de la vida, también estuvo presente la escritora Cristina Rivera Garza, quien se mostró muy contenta y también realizó algunas preguntas. El conversatorio fue un éxito; resonó el mazateco de diferentes formas dentro del recinto y entre los presentes, muchas personas se interesaron en el proyecto y en los diversos ámbitos de la vida de los mazatecos. Y esa era la idea: que las personas en Berlín se dieran cuenta de que la nuestra es una cultura viva, que no solo somos parte de la historia: las culturas, las lenguas, las formas de vida de las comunidades originarias en México no se acabaron con la conquista.

1 En Arena, 30(2), p. 1129, él escribe que su último viaje, con su esposa, fue en 1910.

2 El nombre de esta investigadora y coleccionista quedó vinculado con la historia del famoso códice mixteco, quizá el documento histórico más bello que se conserva del México antiguo.


3 El nombre del sabio Feliciano Severiano aparece en las notas escritas por Bauer que también forman parte de la colección, así como en su artículo de 1908. Al parecer fue el principal informante de Bauer en su viaje por la región, donde visitó los pueblos de Huautla, Huehuetlán, San Mateo, San Lucas, San Jerónimo y Ayautla. Ndoba isén – lugar en el cielo de donde procede la vida.


En papel y acetato: el idioma yaqui en los archivos de Jean Bassett Johnson

Fotografía: Acervo de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova

Kúčum tássiʔobéa hóyoe súawakáme.
Wámeʔe ʔoʔówim kúčuréom kúčum
Súaʔabáeteko, mamníka o búsanika
ʔémokombílaróane tássiʔota ʔabéaʔune.
Hunáka ʔapopónne, húnak bésa
ʔanúksakaʔáne bawéu bíča. Posópo kúčum
ʔanéʔepo ʔawóʔotane, kúčum naakóane,
Húnak ʔamsúaʔane húme kúčum.

Traducción
“Cuando los pescadores quieren matar
pescados, cinco o seis de ellos se juntan y
se reparten la cáscara del árbol de San Juanico.
Entonces lo machacan y lo llevan al mar,
y en un pozo donde hay pescados, lo tiran.
Se emborrachan los pescados, y así los pueden matar”.
Del uso de la cáscara de San Juanico
Relato yaqui

El relato anterior fue narrado por el profesor Ignacio Mendoza al antropólogo Jean Bassett Johnson, cuando este, en compañía de su esposa, la antropóloga y especialista en el análisis textil, Irmgard Weitlaner, realizaban una investigación sobre la lengua yaqui en Vicam Estación, Valle del Río Yaqui, Sonora. Desconocemos la fecha exacta, pero sabemos que fue recopilado entre octubre-diciembre de 1939 y febrero-abril de 1940, y dado a conocer en el libro titulado El idioma yaqui, publicado póstumamente en el año de 1962 por el Instituto Nacional de Antropología e Historia en México; casi veinte años después de que Bassett muriera en Túnez, durante la Segunda Guerra Mundial.

Yaqui es el nombre atribuido a un grupo indígena y a la lengua que hablan (que pertenece a la familia lingüística yutonahua). Existen actualmente ocho pueblos asentados cerca del río Yaqui en Sonora y una comunidad habitando una reserva en Arizona, Estados Unidos, los cuales, a pesar de los intentos de exterminio y despojo que han sufrido durante años, han sobrevivido y están en constante lucha por conservar su territorio, su identidad, su lengua, sus formas de organización y gobierno para evitar el saqueo de sus recursos. Además, se encuentran en permanente lucha por conservar su agua.

En este sentido, la obra de Jean, junto con los diarios de campo que aún se conservan, se vuelven relevantes, no solo porque la información fue recopilada en una época en la que, tras muchos años de lucha, un nuevo gobierno les devolvió y reconoció su territorio (aunque poco tiempo después volvieron los conflictos), sino porque por medio de estos materiales, el autor contribuye a la documentación y preservación de la lengua. En consecuencia, estos recursos constituyen una fuente de referencia obligada para quienes investigan sobre el tema, ya que además es uno de los primeros estudios no solo lingüístico, sino etnográfico, que se realizan al respecto.

También se conservan algunos registros sonoros “únicos”, que el autor hizo durante su investigación en la zona Yaqui, los cuales fueron realizados en discos instantáneos de acetato de 7 pulgadas, color negro, de la marca Silverstone, grabados a 78 rpm, por ambos lados, con una duración de 1:38 minutos por lado. Estos contienen, además del relato del uso de la cáscara de San Juanico, que aquí puedes escuchar, tres cuentos más:

  1. Los cazadores de venado
  2. ʔótamkáwi o hueso cerro
  3. Yúku – Lluvia o cuento del maíz

Son tres discos en los que se registra la versión en Yaqui. En el libro se pueden encontrar las transcripciones y sus traducciones al español.

Los discos se encuentran resguardados en la Fonoteca Juan León Mariscal. El libro y los diarios de campo se conservan en la bóveda de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, ambos de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca y están disponibles para su consulta.


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