El lunes 9 de septiembre de 2024, el arquitecto Ignacio Mendaro Corsini brindó una conferencia y recorrido por el Archivo General del Estado de Oaxaca. La conferencia denominada “Humanizar el urbanismo y habitar la arquitectura” planteó un recorrido por los distintos sucesos que permitieron gestar y construir el edificio que ahora alberga la memoria histórica de Oaxaca por medio de sus documentos.
En compañía del arquitecto Daniel López Salgado, quien facilitó la conversación realizada dentro del mismo inmueble, Mendaro explicó la importancia de este edificio, que mezcla elementos contemporáneos y referencias a la arquitectura tradicional oaxaqueña. Esto, como un recordatorio de que su objetivo es el resguardo de documentos históricos, lo cual exigió el diseño de un espacio amplio que cumpliera con estrictas normas de conservación, pero integrado al contexto.
En la conferencia se habló de los retos para el diseño y construcción del inmueble, el cual debía respetar tanto el contexto cultural como el físico (árboles, viviendas aledañas y demás). Sin olvidar que existió un antecedente relacionado con la ubicación del inmueble, para el que la comunidad oaxaqueña estuvo activa en cuanto a la decisión de en dónde era prudente localizar esta institución.
Fotografía: Acervo de Casa de la Ciudad
Tomando en cuenta todos los antecedentes y haciendo un recorrido por las decisiones arquitectónicas para el desarrollo del proyecto, se recordó que el AGEO es un referente de conservación del legado histórico-documental en México, así como de la forma en que esta labor contribuye al fortalecimiento de la identidad cultural de Oaxaca. Dar un espacio digno a la memoria documental del estado es símbolo de un compromiso con su cultura y su historia.
La conferencia permitió a estudiantes, arquitectos y público en general conocer un poco más sobre la importancia de este archivo, más allá de sus características físicas. Para complementar este encuentro, se hizo un recorrido por los espacios que conforman el AGEO: salas de consulta, salas de exposición, auditorio, biblioteca, etc. Sitios no solo de almacenamiento, sino de convivencia, investigación y desarrollo de actividades culturales en donde adultos y niños encuentran un espacio de desarrollo.
La preservación de documentos históricos es importante para mantener y fortalecer el legado cultural y social de una comunidad; juega un papel clave en su entendimiento y permite, además, la toma de decisiones a partir del aprendizaje y conocimiento de su pasado. Contar con un espacio adecuado para ello es fundamental para alcanzar este objetivo, y el AGEO ha sido, hasta el momento, uno de los espacios más importantes en la preservación documental no solo de Oaxaca, sino de México.
Fotografías: Acervo del Museo Infantil de Oaxaca. Fotografías: Fondo Manuel R. Palacios
El desarrollo del tendido ferroviario en México fue un hito crucial en la modernización del país durante el siglo XIX y principios del XX. Aunque la principal motivación para el establecimiento de la red ferroviaria era económica y política, este medio de transporte también abrió nuevas oportunidades para el esparcimiento y el deporte.
La lucha vernácula y el fútbol se convirtieron en los deportes preferidos durante la época porfiriana. En este naciente México ferroviario, también se disfrutaba del cricket, beisbol, atletismo, golf, boxeo, tenis, entre otros (Beezley, 1983). Tales deportes fueron popularizados en territorio mexicano, en gran medida, debido a la creciente comunidad extranjera que llegó al país como resultado de las inversiones en diversas industrias.
Fue gracias a los trenes que los equipos podían viajar para enfrentarse en diferentes ciudades, lo que ayudó a consolidar el deporte en el ámbito nacional. De la relevancia del ferrocarril como el medio de transporte oficial de equipos deportivos, quedó como testimonio la documentación del oaxaqueño Manuel Ricardo Palacios Luna, gerente general de los Ferrocarriles Nacionales de México entre 1946 y 1952.
En los documentos de su fondo personal, organizado y estudiado por Adabi de México, se encontró una solicitud expresa del Club América. En esta, el equipo de fútbol pidió al gerente general el favor de contar con un vagón de pasajeros exclusivo para sus jugadores. En gratitud por la consideración, ofrecieron a Manuel R. Palacios una mención en el Salón de la Fama del Club América, así como entradas para los partidos de la temporada.1
La movilidad que permitía el transporte ferroviario también jugó un papel fundamental en la formación de un público apasionado por el deporte. Durante el Porfiriato y las primeras décadas del siglo XX, los aficionados comenzaron a utilizar los trenes para desplazarse a otras ciudades y asistir a encuentros deportivos a precios asequibles, lo que permitió que el deporte se convirtiera en una actividad de interés general para personas de diferentes clases sociales.
A medida que estas actividades se popularizaron, se construyeron más instalaciones y clubes deportivos, muchos de los cuales se ubicaron cerca de las estaciones de tren para facilitar el acceso de los jugadores y espectadores.
Gran mérito en la promoción del deporte al interior de Ferrocarriles Nacionales de México se debió a los sindicatos de trabajadores, quienes se ocuparon de la recreación y promoción de la práctica del deporte entre sus agremiados.
Hacia finales del siglo XIX, la consecución de una vida plena, digna y sana en las sociedades industriales se volvió un tema que concentró una serie de procesos políticos y económicos, con el fin de que los trabajadores de Ferrocarriles Nacionales de México se hicieran partícipes en las actividades deportivas que el país ofrecía.
Con la creación del Instituto Mexicano del Seguro Social en 1943, hubo un gran impulso al fomento de la actividad física y el deporte, así como al desarrollo de infraestructura deportiva bajo la premisa de seguridad y bienestar social. Bajo esta política, Ferrocarriles Nacionales de México creó unidades hospitalarias y deportivas en los centros ferroviarios más importantes del país (Vía Libre, s.f.).
El fomento de la práctica del deporte entre los ferrocarrileros derivó en la creación de equipos en diferentes disciplinas. Asimismo, el acceso a un medio de transporte capaz de conectar diferentes regiones del país favoreció la organización de campeonatos nacionales de tenis, beisbol y fútbol.
En abril de 1947, las instalaciones aledañas a la Estación del Ferrocarril, terminal Oaxaca, fueron el escenario de uno de los más importantes encuentros deportivos desarrollados en el país: el VI Torneo Ferrocarrilero de Tennis.2
La crónica del torneo narrada entre las líneas de la sección deportiva de la RevistaFerronales, describe parte de este evento de la siguiente manera:
La tranquilidad de la bella Antequera se vió interrumpida por el interés y entusiasmo que despertó en los primeros días del mes que cursa, la celebración del VI Torneo Ferrocarrilero de Tennis, evento que año tras año y debido al dinamismo de Pancho Lona y Bernardo Arias,3 adquiere mayor brillantez y adeptos entre la gran familia ferrocarrilera (Moby, 1947).
Gracias a este artículo es que se tiene constancia de los partidos, puntajes y jugadores destacados, además, se reconoce la asistencia de figuras de gran importancia para el gremio ferrocarrilero como el gobernador del estado, Eduardo Vasconcelos; el gerente general de los Ferrocarriles Nacionales de México, Manuel Ricardo Palacios Luna; el jefe de operaciones militares, el general Joaquín Amaro; el oficial mayor de la Gerencia General de los Nacionales, Vicente Gómez, entre otros.
Así, las nutridas concurrencias locales y nacionales que asistían a los partidos, la configuración de equipos divididos por deporte y área de trabajo en N de M, y más, nos revelan que la afición y pasión por el deporte también encontró destino en cada estación donde el ferrocarril se abría camino.
1 Recuperado del fondo archivístico documental Manuel R. Palacios. ADABI–AGEO. 2 Como se le nombra en la Revista Ferronales de abril de 1947. 3 Promotores deportivos. N de M.
Fotografía: Acervo del Museo de la Filatelia de Oaxaca
La escritura a mano sigue siendo un acto profundo, casi ritual, que conecta al ser humano con su pensamiento de una manera única, íntima y tangible. Escribir a mano también es darle a cada frase un rostro único, en otras palabras, cada letra escrita a mano lleva la huella de su autor. Es por eso que el Museo de la Filatelia de Oaxaca, en su labor por priorizar y rescatar la palabra manuscrita para explorar sus facetas artísticas, invitó a tres autores y profesionales de la letra hecha a mano para presentar sus obras en nuestra nueva exposición temporal “Las letras de mi ciudad”: Berza Remes, Giovanni Bautista y Bromx, a quienes entrevistamos para conocer acerca de su trabajo y sus obras, las cuales se conectan por medio de un tema en común, pero que se diferencian por sus técnicas y estilos únicos.
Gracias, Berza, Giovanni, Bromx, por brindarnos su tiempo para esta breve entrevista. Pues bien, tres técnicas diferentes, tres estilos diferentes, tres formas de mostrar que la escritura puede llegar mucho más allá de su fin práctico. ¿Me pueden hablar, cada uno, de la técnica en la que se especializan?
Berza: En mi caso, yo me considero un calígrafo, pero no me encasillo solo en un tipo de caligrafía, me gusta explorar técnicas híbridas o eclécticas, pues la caligrafía no está limitada a la tinta y el papel. Por eso la mayoría de mis obras se elabora con técnicas mixtas, muros, lienzos, papel, spray, acrílicos, marcadores industriales, tinta, letra itálica, uncial, etc. La idea, al final de todo, es transmitir un mensaje escrito de forma bella, pues si no escribimos nuestras ideas se olvidan, y si se olvidan pareciera que nunca existieron. Además, la letra nos recuerda que somos seres manuales; si bien antes se utilizaban tablillas de arcilla, hoy en día hay muchos materiales para la ornamentación manual y distintas formas de expresar las letras. Por ejemplo, yo trabajo con caligramas y monogramas, pero no solamente lo hago desde un aspecto comercial, sino también para algo meramente personal, pensando que la letra se puede deconstruir y tener un nuevo significado, uno más íntimo. Pero también está el otro lado, el externo: aunque la letra deconstruida se pueda perder hasta cierto punto, para el público en general, el mensaje siempre está inmerso. Lo que intento mantener en toda la línea discursiva de mi trabajo es el mensaje escrito en cualquiera de las formas. Recordemos que alrededor del mundo hay muchos estilos, hay muchas herramientas, entonces, la letra va a tener una constante evolución a la par de la humanidad. Al final, la letra es algo inherente al ser humano.
Gracias, Berza, ¿y tú, Giovanni?
Giovanni: Sí, mi técnica es el rótulo popular y, al igual que la técnica de la caligrafía, es muy variada. Parte de esta variedad se debe a la enorme gastronomía que existe, a los múltiples oficios y artesanías que hay, pues la sociedad recurría y recurre a un rotulista para anunciar su negocio y hacerlo visible; eso contribuyó a la diversidad de estilos que se fueron formando en la letra. Este aporte tipográfico y visual ahora ha tenido un auge también por la inmediatez que está sucediendo en el ámbito digital. Esto hizo que se revalorizara la técnica manual y tradicional del rótulo, cuya elaboración necesita de tiempo y detalle, conocido también por ser un “arte vivo” que sigue vigente en las calles. Un oficio que estaba a punto de ser olvidado, pero que ahora, gracias al trabajo que se realiza para su rescate, puede tener el valor de una pieza de arte en un museo. Recuerdo que mi papá me dijo en 2017, aproximadamente, que no sabía qué iba a suceder con nosotros para el 2020, porque ya no le pedían trabajos de rótulos; la mayoría de los rotulistas habían migrado a la impresión de plotter, de lonas y viniles, un boom que había reventado desde el 2005. Y, bueno, yo, desde mi punto de vista como diseñador gráfico, le dije “vamos a hacer fotos del proceso de tus rótulos, documentemos tus piezas en video, hagamos talleres para que las nuevas generaciones se vayan acercando y vean qué se puede hacer con los pinceles, que, además de imágenes y dibujos, también se hacen letras y se crean alfabetos únicos”. A partir de ahí, y de otras ideas, partió el concepto de revalorizar el rótulo y alcanzar una categoría que nunca había logrado.
Claro, y esto se relaciona con lo que me comentabas antes, acerca de que la pandemia también ayudó a estimar más lo artesanal y manual, ya que todo mundo estaba hastiado de lo digital.
Giovanni: Exacto, totalmente
Fotografías: Acervo del Museo de la Filatelia de Oaxaca
Gracias, Giovanni. Bromx, ¿puedes contarnos sobre tu arte?
Bromx: Sí, yo trabajo el caligrafitti, una técnica que resalta la interpretación del diseño en la letra, una técnica que se basa en el estilo del grafiti aunado a la caligrafía; dos estilos de épocas diferentes: la caligrafía de tiempos antiguos y el grafiti de tiempos modernos. Y, además, lo combino con otro oficio en el que ya tengo más de doce años trabajando: la herrería. Entonces, mi pasión por las letras y mi oficio me arrojaron a reunir estos dos temas, resultando en esculturas en metal. Yo empecé a hacer grafiti en 2012, una técnica que surge en los 90, en Nueva York; después conocí la caligrafía, que surge con estilos de escrituras muy antiguas como el hebreo, la letra francesa, los kanjis japoneses y, a partir de ahí, experimento con la mezcla de los trazos, pero siempre teniendo como base el grafiti. Es por eso que en mis obras escultóricas pueden verse trazos distintos de forma tridimensional.
Estupendo, muchas gracias, Bromx. Y, en particular, ustedes tres fueron los artistas invitados a esta nueva exposición temporal “Las letras de mi ciudad” donde, justamente, se aborda la importancia y la belleza de la palabra manuscrita. ¿Me pueden hablar de una obra en particular que hicieron ex profeso para esta muestra?
Berza: Hay una pieza que creo que podría llamarse “la principal”, porque es la que más le gustó a las personas por el impacto visual de los colores y de sus dimensiones: se trata del mural del patio de la Constitución, en el Museo. Lo que intentábamos transmitir –porque invité a otros dos artistas a colaborar en este mural, Set Ruíz y Abdiel–, era eso, un mensaje que no necesariamente tenía que ser intuitivo. En la primera sección les pedí a varios seguidores de Instagram que me compartieran sus nombres para que aparecieran en el mural. Sus nombres están escritos en una gótica semideconstruida, pues hay algunos trazos en donde no respeté el estilo tradicional, y los colores que utilicé estaban enfocados en los tonos del colibrí, que pintó Set y que se ubica al centro formando una figura geométrica. Estos nombres representan el cúmulo de personas, conocimientos y letras que se están moviendo por nuestras calles todos los días. En la segunda sección hay una construcción de letras en color gris basadas en los trazos del alfabeto hebreo de estilo cúfico, pero escribiendo letras del alfabeto latino, jugando con su morfología sin que esta pierda su esencia. Para las palabras me apoyé de Salvador Llaguno, quien me ayudó con la traducción de la palabra “Oaxaca”, que representa nuestras raíces, en diecisiete lenguas originarias. Para las imágenes que realizaron mis compañeros Set y Abdiel, se basaron en los animalitos que, en algunas culturas ancestrales, eran considerados mensajeros, tanto del más allá como del clima y otros fenómenos sociales y culturales.
Fotografía: Acervo del Museo de la Filatelia de Oaxaca
Es un mural increíble, sin duda, y en la inauguración se lució al máximo. Gracias, Berza. Giovanni, cuéntanos acerca de la obra que tú consideres especial en esta exposición.
Giovanni: Creo que la propuesta que más me gustó fue la de la banca, porque desde hace tiempo quería hacer un objeto o mueble con los materiales con los que regularmente trabaja un rotulista, en este caso, la cortina de acero y el vidrio templado. En el caso de la cortina, se trata de uno de los soportes más complicados de rotular, pues debido a su forma de canales el pincel no corre bien, pero usar este material como soporte carga al objeto con el significado de la procedencia del rótulo, me refiero a los comercios populares. Y en cuanto al vidrio, se trata de una alusión a las vitrinas comerciales. El vidrio tiene una frase que dice “Súbale”, la cual es una invitación para que los visitantes se sienten sobre él. Por otra parte, hace referencia al recuerdo de cuando mi papá trabajaba en los autobuses y ahí, siendo cobrador, veía en la Central de Abastos todos los letreros de los comercios y negocios, cosa que lo enamoró y lo hizo dedicarse al rótulo. Además, juega con la tradición de los microbuseros de poner su ruta de forma manual en el vidrio del parabrisas o poner frases populares, o fragmentos de canciones, como la que se muestra en la cortina de mi obra que dice “Dueño de nada”. Esta pieza es la primera que hago con este estilo.
Qué gran historia la de tu papá, Giovanni, muchas gracias por compartirla, le da un contexto más profundo a tu obra, que de por sí ya es grandiosa. Y, Bromx, intuyo cuál es tu pieza particular, porque, aunque todas son increíbles, hay una que se hace notar a primera vista.
Bromx: Sí, yo creo que te refieres al sobre, me gustó mucho. Además de que es la pieza más grande de todas. Esta obra hace un tributo a la comunicación que a través de la historia ha mantenido en pie al mundo. Yo veo a la comunicación desde esta parte artística: cómo es que artistas de otras partes del mundo han logrado comunicarse conmigo mediante una forma de escribir compartida, me refiero al grafiti y a la caligrafía. La pieza es la escultura de un sobre con alas que ha aterrizado en el MUFI: un mensaje que ha llegado, un canal de comunicación; encima el sobre lleva caligrafía tridimensional hecha en metal, además, fue intervenido con pintura aerosol. De esta forma combino las tres técnicas profesionales que me apasionan: el grafiti, la caligrafía y la herrería.
La exposición “Las letras de mi ciudad” ya está disponible en el MUFI, visítala y disfruta de este gran tributo que estos tres artistas y colaboradores le hicieron a la letra manuscrita.
Adabi de México participó en la donación de publicaciones a uno de los proyectos bibliográficos más prestigiosos del mundo: la Biblioteca Alexandrina, así como a la conformación de la Biblioteca de la Nueva Capital Administrativa de Egipto por medio del proyecto de la Red de Bibliotecas del Centro Histórico de la Ciudad de México (RBACH). Con el envío por valija diplomática de la obra Los grabados en la obra de Juan Pablos. Primer impresor de la Nueva España, 1539-1560 de la autoría de la presidenta de Adabi, María Isabel Grañén Porrúa, y el Códice Vergara –coedición de Adabi con la UNAM contribuimos a enriquecer las colecciones de estas instituciones, fomentando el acceso al conocimiento y la cultura mexicanas en todo el mundo.
Como aportación extraordinaria se remitió también el último libro de la doctora María Isabel, La dulce tinta de AlJawater/Las ideas, como un ejemplo de la cercanía de las relaciones entre México y Medio Oriente por medio de un personaje emblemático tanto para la familia Helú como para la comunidad libanesa en México y nuestra nación en general.
Fotografía: Acervo de Adabi
En la ceremonia de entrega estuvieron presentes la secretaria de la Comisión de Bibliotecas del Congreso de la Unión, Teresa Ochoa Mejía; José Luis Pérez, en representación del presidente de la Comisión Bicamaral del Sistema de Bibliotecas, Adolfo Gómez Hernández; la directora de Bibliotecas y Archivo de la Cámara de Diputados, María Vázquez Valdes; José Tripp Villanueva, director general para África, Asia Central y Medio Oriente de la Secretaría de Relaciones Exteriores e Iriana Prado, coordinadora de la RBACH, así como aquellos integrantes de la red que contribuyeron a dicha donación.
Los integrantes del presidium celebraron la donación como un “destilado” de la cultura mexicana que abre un panorama muy completo de lo que es y ha sido México a lo largo de los siglos. En particular, el embajador Tripp, otrora representante de México en Egipto, aseguró que los ejemplares destinados a la Biblioteca de Alejandría estarían a disposición de una de las bibliotecas mundialmente más visitadas, así como de otra, la de la nueva capital administrativa, como repositorio representativo de la nación mexicana.
De igual manera, se contó con la presencia –vía remota– de la actual embajadora de México en Egipto, Rosaura Rueda Gutiérrez, quien manifestó su gratitud y orgullo por la donación de estos ejemplares, que contribuirán a un mayor conocimiento del México histórico y contemporáneo.
En un mundo donde la comunicación y el consumo de información son cada vez más visuales y breves, TikTok surge como una herramienta clave para acercar el trabajo de Adabi a un público más amplio. Durante los últimos meses, esta plataforma se ha convertido en un canal eficaz para difundir nuestras iniciativas de preservación documental y bibliográfica, permitiéndonos conectar con una nueva generación interesada en la historia y la cultura de nuestro país.
TikTok, con su formato dinámico y breve, ha demostrado ser una plataforma eficaz para transmitir mensajes complejos de manera simplificada. En Adabi nos hemos unido a esta narrativa para compartir el proceso detrás de nuestra labor; es decir, podemos mostrar el trabajo que realizamos en rescate, organización, conservación y difusión del patrimonio escrito.
Por medio de clips con una duración menor de un minuto, y con apoyo de la inteligencia artificial para la creación de imágenes en movimiento y de una voz institucional que nos identifique, podemos mostrar aspectos clave haciendo un recorrido por los proyectos que hemos generado en el país.
Uno de los aspectos más gratificantes de nuestra incursión en TikTok ha sido la aceptación positiva en cada video que hemos compartido; desde la apertura de nuestra cuenta hemos experimentado un crecimiento constante en visibilidad y participación. En apenas dos meses, nuestros videos han superado las 3000 reproducciones, y nuestra comunidad sigue en aumento con 105 seguidores activos que interactúan con nuestros contenidos. Estos números reflejan no solo el interés del público por conocer más sobre la conservación de documentos históricos, sino también la efectividad de la plataforma para promover temas culturales en un formato accesible y atractivo. Estos videos breves, pero con información relevante, han logrado captar la atención de nuevos usuarios que no estaban familiarizados con nuestra labor.
Mirando hacia adelante, en Adabi estamos comprometidos con seguir explorando el potencial de las plataformas digitales para ampliar el alcance de nuestra misión. La posibilidad de generar conciencia sobre el patrimonio cultural de México en un espacio donde convergen entretenimiento y educación es invaluable.
Para mantenernos vigentes en TikTok, nuestro objetivo no solo se centra en crecer en términos de seguidores y vistas, sino también en conservar el flujo constante de contenido innovador que nutra el interés de la audiencia.
En un esfuerzo conjunto, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, la Universidad La Salle Oaxaca y la Confederación Nacional de Escuelas Particulares han preparado programas formativos para impulsar las habilidades lectoras y de escritura en los niños y jóvenes de nuestro país. Esto, por medio de los diplomados internacionales en promoción de la Literatura Infantil y Juvenil y en Cultura Escrita y Adolescencia, cuyos recientes egresados son el motivo de las siguientes líneas.
Los seres humanos somos distintos al resto de la Creación por diversas razones, y hay muchas teorías que establecen el porqué de esta diferencia… Por eso quiero compartirles la siguiente reflexión: En el Jardín del Edén, Dios paseaba con Adán, conversaban…, ese primer ser humano fue favorecido con el don de la palabra, porque solo así pudo recibir las indicaciones de Dios, y solo así pudo responder a la invitación de ponerle nombre a todo lo creado. Entonces, Adán pudo pensar en aquello que conformaba al mundo.
La palabra es un don, una bendición, una habilidad y un océano de posibilidades para transformar al mundo. La palabra construye y destruye, nos interpela, nos cambia, nos emociona, nos lastima… Es el medio que tenemos para salir de nuestro pensamiento y la manera más sencilla, económica y precisa de convivir con el otro.
Hay quienes dicen que, en realidad, es nuestra capacidad de generar símbolos lo que nos distingue del resto de los seres vivos, siendo las palabras los símbolos más complejos logrados por nuestra especie. Y es que la palabra crea relatos, y los relatos crean unidad, identidad y sentido de pertenencia. Cuando enlazamos palabras para transmitir ideas, podemos crear mundos o explicar el universo y las leyes que lo rigen, podemos unir equipos para resolver un problema, animar a las comunidades, colaborar unos con otros… Podemos hacer una cultura que nos ayude a vivir mejor. Por supuesto que manejar la palabra con fluidez y habilidad también puede hacer mucho daño, pues su poder es tal, que también causa desolación, guerra y muerte…
En consecuencia, nuestro propósito es seguir alentando a los niños, niñas y adolescentes como herederos de nuestro lenguaje, de esa maravillosa capacidad que tenemos de vivir la palabra para crear, aprender, soñar y ser mejores, pero también para disfrutar.
A los egresados que hoy ven coronado su esfuerzo de varios meses de trabajo, de tardes dedicadas a estudiar y a reflexionar en estrategias para atraer a las y los chicos hacia los libros y la escritura, les agradezco mucho su compromiso y entusiasmo. Sé bien que no es sencillo, ya que este proceso de formación requiere exigencia y rigor metodológico, además de que las condiciones que se establecen desde el inicio del curso implican retos, creatividad y tenacidad.
El reto es que, de alguna manera, los enamoren, que los libros tengan la oportunidad de hacer lo suyo, de presentarse y ganarse el corazón de un niño o un joven que de pronto ya no pueda soltar sus páginas. Y, cuando lo logran, sucede la magia: el niño, el joven se aquieta en el exterior, y su mente y su corazón son tocados por otro ser humano que, quizás, a través de muchos años y a miles de kilómetros de distancia, le comparte sus ideas para que, en la unión de sus corazones y sus mentes, puedan surgir nuevas. El desafío es, entonces, proporcionarles las herramientas para que puedan aprovechar todo aquello que la humanidad ha pensado y descubierto, aquello que ha logrado ordenar en los distintos campos de conocimiento. Se trata de darles alas a sus ideas.
Agradezco a todos y cada uno de ustedes su compromiso para con sus proyectos de intervención. Y les invito a que no se den nunca por vencidos cuando sus escuchas no quieran leer o no puedan escribir, pues nuestra labor como formadores es incitarles a que desarrollen sus potencialidades.
Agradezco enormemente a quienes con sus conocimientos y experiencia estuvieron al frente de las sesiones de trabajo, los especialistas nacionales e internacionales.
Agradezco a la Dra. Socorro Bennetts, al Dr. Luis Ignacio Salgado Fernández, rector de la Universidad La Salle Oaxaca, y a la Mtra. Mónica Karina Luna Ortiz, coordinadora de Extensión Universitaria, por darle acogida y sustento a este trabajo. A la Dra. María Isabel Grañén Porrúa, presidenta de la FAHHO, mi sincera gratitud y reconocimiento por la labor que nos invita a realizar. Asimismo, mi agradecimiento a la Mtra. Araceli Vergara Tapia, directora general de la FAHHO, porque este trabajo conjunto permite a muchos docentes, bibliotecarios, gestores culturales y mediadores contar con los recursos necesarios para formar parte de este importante espacio de intercambio formativo.
De corazón, y a nombre de nuestros estudiantes de los diplomados internacionales en promoción de la LIJ y en Cultura Escrita y Adolescencia, y del futuro de nuestro país, nuevamente, mil gracias.
*Mensaje de clausura dirigido por Ana Luisa Domínguez, Presidenta de la Confederación Nacional de Escuelas Particulares, a los egresados de los diplomados FAHHO-ULSA-CNEP.
Fotografía: Acervo de la Biblioteca Francisco de Burgoa
En el año de 1993 el maestro Francisco Toledo proyectó la realización de una exposición sobre cartografía en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca a partir del fondo antiguo de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, así que contactó a la Dra. María Isabel Grañén Porrúa para encargarle la curaduría. La Dra. Grañén detectó la riqueza del acervo y supo que debía ser más que una exposición, entonces se propuso hacer el inventario y ordenamiento de tan extraordinario acervo.
Francisco Toledo, como nuestro benefactor, sabía que la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, a cargo de la Dra. Stella María González Cicero, era pionera en el rescate y organización de acervos conventuales. Una tarea que había puesto en marcha por medio de su equipo de estudiantes de Letras Clásicas, cuya función es indispensable para poder clasificar los libros en español, latín, griego, francés, etc. La BNAH estaba organizando los fondos conventuales a cargo del INAH a nivel nacional, en consecuencia, se diseñó una ficha para inventariar los libros antiguos.
Cuando el maestro Toledo pidió apoyo a la Dra. Stella, de inmediato le dio una respuesta favorable: proporcionó la base de datos para registrar los libros y asumió la tutoría del proyecto, utilizando el modelo de organización de fondos conventuales aplicado en el ámbito nacional a los acervos bajo la custodia del INAH.
En enero de 1994, siendo yo restauradora de la BNAH, la Dra. González Cicero me comisionó para fumigar el acervo y capacitar al personal de la UABJO en temas de conservación de material bibliográfico y limpieza superficial de encuadernaciones. La capacitación se dio en varias etapas para constatar la calidad del trabajo efectuado.
Después, egresadas de la licenciatura en Letras Clásicas de la UNAM, que habían participado en el proyecto de la BNAH, se trasladaron a Oaxaca para iniciar el inventario y organización de los libros. También participaron especialistas del más alto nivel, como el Mtro. Miguel Díaz Rivera, quien asignó los encabezamientos de las materias.
Fotografía: Acervo de la Biblioteca Francisco de Burgoa
Durante este tiempo se estaba restaurando el exconvento de Santo Domingo y se logró obtener un espacio en comodato para albergar el fondo antiguo de la UABJO. Gracias a don Alfredo Harp Helú, los libreros de cedro rojo fueron donados por Fomento Social BANAMEX y, en mayo de 1996, la biblioteca fue trasladada al exconvento de Santo Domingo y nombrada oficialmente Biblioteca Fray Francisco de Burgoa.
Como restauradora de la BNAH, fui comisionada para elaborar el proyecto del taller de restauración, planear el montaje y poner en marcha el taller con la capacitación del personal de la UABJO que participaría en la conservación del acervo. Se mandó a hacer el equipo y mobiliario con el fin de instalar el taller con todo lo necesario para realizar la labor de conservación y restauración de material bibliográfico: una cámara de fumigación, tinas de lavado, injertadora mecánica, prensas, microscopio y todas las herramientas y materiales necesarios para su operación.
Años después, el maestro Francisco Toledo y don Alfredo Harp adquirieron el taller de encuadernación de Gabriela Guzzi para donarlo a la Biblioteca Francisco de Burgoa. Gracias a ellos es que, actualmente, la Biblioteca cuenta con prensas, guillotinas, herramientas, tipos y una excelente colección de placas y florones.
Durante ese tiempo conocí a don Alfredo Harp Helú, quien en una plática me expresó su inquietud porque no se atendía la restauración de documentos en las comunidades. Yo le expliqué que los tiempos eran distintos: las comunidades requieren de una respuesta inmediata y el INAH presupuesta en el mes de agosto lo necesario para las actividades del siguiente año, por lo que, en ocasiones, cuando ya se tiene el recurso, las autoridades de la comunidad cambian o ya no están interesadas. En consecuencia, muchas veces se pierde el contacto y la posibilidad de restaurar los documentos.
Don Alfredo preguntó: “Si hubiera un fondo para atender de inmediato a las comunidades, ¿se podría?”. Yo respondí “¡Si!”, y él me dijo “Vamos a hacerlo”, y así inició el proyecto “Conservación y restauración de documentos en comunidades del Estado de Oaxaca” del que soy responsable y es auspiciado en especie por la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca.
Fotografía: Acervo de la Biblioteca Francisco de Burgoa
Dentro de este proyecto se han atendido a 62 comunidades cuyos acervos se restauraron, contando en su haber con documentos, mapas, lienzos y códices. Para este fin se han establecido acciones interdisciplinarias con investigadores especializados en la materia, teniendo como punto de partida el contexto histórico. En el análisis de materiales se han realizado colaboraciones con el Instituto de Física de la UNAM, los Laboratorios de apoyo para investigación del INAH y el Laboratorio de Biología de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural INAH.
Los documentos ya restaurados son devueltos a su comunidad para ser resguardados, de tal forma que se pueda garantizar su conservación: algunos dentro de una caja hecha ex profeso o en una vitrina especial, siempre pensando en los espacios y en las costumbres de las comunidades.
Agradezco a don Alfredo Harp Helú y a la Biblioteca Fray Francisco de Burgoa por darme la inmensa felicidad de formar parte de este proyecto, de atender las solicitudes de las comunidades y poder decir: Sí.
Fotografía: Acervo del Taller de Restauración FAHHO
Un espacio dedicado a la expresión cultural popular ha renacido después de cuatro años de una metódica labor de recuperación. La Casa de Cultura de Juchitán vuelve a abrir sus salas a la comunidad al revalorizar su tradición arquitectónica, incorporar nueva tecnología y mantener la sustentabilidad humana y ecológica, elementos que constituyen la rúbrica de RootStudio. En el proceso de rehabilitación de este importante centro comunitario, conviven el legado histórico junto a la arquitectura sustentable actual como un compromiso con el patrimonio arquitectónico local.
Este proyecto de restauración resultó una acción colaborativa entre la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, gobierno federal y estatal, Amigos del IAGO, RootStudio, artistas y la comunidad, todos con la misión de recuperar la arquitectura tradicional y salvaguardar la historia de la región. Al mismo tiempo, la labor por preservar y rehabilitar el patrimonio arquitectónico de Oaxaca –sumado al rescate de bibliotecas públicas de manera altruista– reafirma un compromiso con la historia, la modernidad y la sustentabilidad integral.
Profundamente dañada por el sismo que afectó la zona en el año 2017, el concepto eje para el proceso de restauración y rehabilitación de la Casa de Cultura de Juchitán fue, además de restablecer sus aspectos constructivos y estilísticos, devolver a la región un centro social y cultural de trascendencia histórica que se consideraba perdido.
El objetivo del proyecto consistió en preservar la identidad del lugar y mantener el programa arquitectónico original, implementando un sistema de construcción que no interviniera con el esquema existente, además de reforzar las edificaciones que presentaban daños estructurales importantes.
Fotografía: Acervo del Taller de Restauración FAHHO
De este modo, el principal desafío fue aunar elementos propios de la tradición arquitectónica y constructiva local –las cubiertas de tejas de barro, las biliguanas, morillos y horcones de madera– junto a elementos contemporáneos que aseguran el óptimo funcionamiento de un inmueble dedicado al uso público, así como su capacidad de preservación.
Desde el acceso principal se aprecia la organización de las distintas áreas en torno a un gran patio central rodeado por corredores techados, propio de la arquitectura de finales del siglo XIX. En un primer corredor (sobre la calle Belisario Domínguez) se encuentran la recepción y el teatro, totalmente acondicionados; en el segundo (hacia la calle Cristóbal Colón), se disponen las salas de danza, música, salón de usos múltiples y zonas de servicio. Por su parte, en el tercero (sobre la calle Benito Juárez) se ubican la sala de arqueología, dirección y biblioteca, la cual colinda con el templo de San Vicente Ferrer.
Grandes columnas de madera –recuperadas de planchas y vigas que anteriormente fueron parte de casas que resultaron derrumbadas por el sismo– se distribuyen a lo largo de los más de 1400 m² construidos, evocando en su diseño los característicos horcones de madera que sostenían las techumbres hace más de un siglo, estos nuevos elementos de diseño logran enfatizar el carácter vernáculo del recinto.
Fotografía: Acervo del Taller de Restauración FAHHO
Fieles a la identidad original del edificio, se buscó reciclar y reintegrar todos los elementos constructivos existentes (morillos, muros, tejas, entre otros) que estuviesen en condiciones de ser reutilizados. Para la incorporación de nuevos materiales se optó por fuentes cercanas a la región, minimizando el impacto ecológico que implica su traslado. Al mismo tiempo, artesanos locales fueron los encargados de realizar las más de 180 000 biliguanas hechas a mano para la implementación del proyecto.
Además, se unificó la altura de los diferentes volúmenes y se conservaron los vanos históricos existentes; este juego de vanos propicia una ventilación cruzada en cada uno de los espacios. En concordancia, las terminaciones y colores de los distintos elementos y volúmenes provienen de la naturaleza, de manera que tierra, madera, ladrillo y cal se hacen presentes en los pavimentos de losetas de arcilla roja; en los muros pintados utilizando tierras de color y cal; y en las maderas que se dejaron al natural, incorporando algunos acentos de tinte negro que ayudan a resaltar las vetas e imperfecciones propias de un material con años de existencia.
Como parte de su manifiesto estético, RootStudio considera la integración del arte como una necesidad constante. Próximamente, se espera la incorporación de diferentes piezas en este proyecto, las cuales serán donadas por prestigiosos artistas nacionales y extranjeros.
Fuente de los sapos, BS Biblioteca Infantil y Juvenil de Oaxaca.
En este número del Boletín FAHHO tenemos la alegría de festejar los quince años del Programa Seguimos Leyendo y el 25 aniversario de la Librería Grañén Porrúa. También nos congratula la mención honorífica del Premio Antonio García Cubas, 2024, al mérito editorial, otorgada al libro La dulce tinta de Al-Jawater / Las ideas, primera edición bajo el sello de la Librería Grañén Porrúa. Por otro lado, dedicamos unas líneas al quinto aniversario luctuoso de Francisco Toledo, importante artista plástico y entrañable amigo de la Fundación.
Asimismo, continuamos con el festejo de aniversario de la Biblioteca Francisco de Burgoa, señalando la importancia de este recinto y de los libros que resguarda. Además, leeremos acerca del papel que Adabi de México ha desempeñado en la custodia de la documentación histórica del país, así como del compromiso que la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova tiene con el acceso a la información.
Por otra parte, podemos reflexionar acerca de las relaciones del grabado con la historia más remota de la humanidad; considerar la cultura como un telar en donde se entretejen diferentes saberes y tradiciones textiles, como las de Perú y México; pensar cómo nuestros gustos gastronómicos son también un legado; reflexionar sobre la interpretación desde las interacciones entre las culturas sorda y oyente. Respecto a la naturaleza, se insiste en la belleza de las aves y su lugar en las culturas a partir de su canto; el manejo integral del suelo y el agua como una emergencia actual; la mezcla de la tierra y el agua para dar lugar a la tradición alfarera de Santa María Atzompa. En el ámbito deportivo, dos notas nos hablan de cómo los Diablos Rojos tienen uno de sus mejores años, mientras que los Guerreros de Oaxaca lideran los cuadrangulares en la LMB 2024.
En esta emisión queremos reconocer y felicitar la importante labor y las hazañas que día con día se llevan a cabo en cada una de nuestras instituciones, siempre en beneficio de México.
Durante veinticinco años, la casa con el número 104 ubicada sobre la calle Macedonio Alcalá en el centro de la ciudad de Oaxaca, ha albergado hermosos muebles de cedro, azulejos multicolores y libros, cientos de libros1. En el curso de veinticinco años han desfilado por este espacio gerentes, libreros, contadores, administradores, promotores de lectura, poetas, artistas visuales… Y cada una de estas personas, abonando con su esfuerzo y dedicación, han hecho posible un sueño: que el hábito y el amor por la lectura se propaguen entre las y los oaxaqueños.
A lo largo de veinticinco años este inmueble ha sido hogar de fervientes lectoras y de animosos lectores, como reza su lema, de bibliófilos oaxaqueños, pero también ha servido como trampolín para nuevos lectores que aquí encontraron su lectura favorita; infancias que descubrieron tesoros bien acomodados en el tambor, o para enamorados que entraron de prisa buscando el mejor regalo.
La casa de Macedonio Alcalá 104 ha sido cobijo, descubrimiento, trabajo, paciencia, aprendizajes, pero, sobre todo, una enseñanza de cómo compartir: compartir el tiempo de vida, las lecturas, la comida, las fiestas, los reconocimientos, las felicitaciones. Agradezco mucho que este aniversario nos agarre aquí, a cada una de las personas involucradas con hacer que esta librería avance y se sostenga: felicidades y gracias a los compañeros de la tienda. También un agradecimiento a los cómplices de talleres, conciertos, lecturas callejeras, presentaciones de libros. Felicidades, finalmente, a la Dra. María Isabel Grañén Porrúa y a don Alfredo Harp Helú por tenerle fe a este proyecto: este 23 de octubre cumple 25 años la librería que soñaron hace mucho tiempo, ¡enhorabuena!
El mérito de un libro está en manos de los lectores, ellos son los beneficiarios. Sin embargo, alguien dijo en algún momento “si te centras en encontrar al público adecuado para escribir tu libro, nunca terminarás”. Y así, el autor hace primero un recorrido en solitario, dejando constancia por escrito de todo aquello que leyó, imaginó, reescribió…, para obtener un manuscrito que apenas iniciará su camino. El lector, al otro lado, espera, paciente, el resultado.
A inicios de este año estaba terminando de editarse el primer libro que se publicaría bajo el sello editorial de la Librería Grañén Porrúa: La dulce tinta de Al-Jawater / Las ideas. Familia Helú Atta, libaneses de México, de la doctora María Isabel Grañén Porrúa, resultado de un gran trabajo de investigación, así como de una importante labor editorial coordinada por la propia autora. En compañía de un equipo que supo hacer despegar esta obra, el pasado 8 de agosto obtuvo mención honorífica en la categoría “obra de divulgación”, en el vigésimo sexto premio Antonio García Cubas, al mejor libro y labor editorial en el ámbito de la Antropología y la Historia, otorgado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, cuya ceremonia se realizó en el marco de la trigésimo quinta Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia.
Desde 1998, la Secretaría de Cultura y el INAH reconocen la excelencia editorial en las disciplinas de las ciencias antropológicas, históricas y humanas en México. Las categorías por premiar son: obra científica, obra de divulgación, libro de texto escolar, obra infantil, obra juvenil, libro de arte, novela histórica, libro electrónico científico, libro electrónico de divulgación, edición facsimilar y catálogo.
“A quienes estamos aquí nos define un denominador común: ¡Amamos los libros!”, fueron las palabras de Beatriz Quintanar, coordinadora nacional de Difusión del INAH, integrante del presídium, las cuales, sin duda, llegaron al corazón de cada uno de los presentes, listos para recibir un reconocimiento que visibiliza ese trabajo que, aunque resumido por medio de la mención en la página legal de toda obra, conlleva horas de una ardua labor cuyo sentido descansa en ese amor incondicional a las letras.
Muchas felicidades a la doctora María Isabel Grañén y al equipo editorial que estuvo detrás de la manufactura de tan bello libro, y felicidades a la Librería Grañén Porrúa que recibe este regalo en su veinticinco aniversario. ¡Enhorabuena!
Guerreros de Oaxaca se caracterizó desde el primer día de la temporada regular por ser un equipo que tenía T.N.T., lo que dio como resultado el liderato máximo en la categoría de cuadrangulares en colectivo durante la campaña 2024 de la Liga Mexicana de Beisbol. El equipo bélico disparó un total de 142 cuadrangulares colectivamente en todo el año.
Este es el tercer mejor año en cuadrangulares alcanzados en equipo durante la historia del club, años entre los cuales destacan los resultados obtenidos en 2019, cuando el equipo conectó un total de 176 jonrones, siendo el norteamericano Alonzo Harris quien conectó 39 cuadrangulares y obtuvo el galardón del “Jugador más valioso” por tan grande campaña.
El segundo año con más cuadrangulares del equipo fue en el 2000, cuando el Almirante Nelson Barrera se destacó por ser el jugador con más “bambinazos” en todo el año: 23, para ser exactos. Sin embargo, ese año Guerreros no fue el líder de cuadrangulares en la LMB.
Este 2024, la tropa zapoteca empató su tercer año con más cuadrangulares en la historia con 142, la misma cantidad que había conectado en 2013. Ese año el Bárbaro de la Habana Cañizares fue el bélico que disparó más jonrones; un total de veintinueve bombazos.
Ahora, el equipo que comandó Luis Carlos Rivera este año se proclamó, por primera vez en la historia del equipo oaxaqueño, como el líder absoluto en cuadrangulares conectados en toda la liga. Dentro del club, el norteamericano Kyle Martin se colocó a la cabeza con un total de veintiún cuadrangulares, enseguida el dominicano Jerar Encarnación con diecinueve, mientras Alexi Amarista, Roberto Ramos y José Carlos Ureña aportaron cada uno quince estacazos. Estos fueron los peloteros que más jonrones anotaron. Sin embargo, Jerar Encarnación no terminó la temporada con los Guerreros de Oaxaca, ya que obtuvo la firma con los Gigantes de San Francisco en el mes de mayo.
Con esto, la tribu bélica demuestra el gran poder ofensivo con el que cuenta cada temporada, puesto que se ha posicionado como uno de los clubes con más jonrones y carreras producidas cada año.
Binebia’ya la, beedxe que. Yanna ma canazá Chico Toledo ra nabeza irá ca binniguláza stínu, luguiá ti bi, ne neza pe nuu ca bido’ xhiiñi’ Záa. Lo conocí, aquel tan brillante. Ahora Chico Toledo vive con nuestros seres divinos; vuela sobre el viento con dioses de la gran Nube. Manuel Matus Manzo
Francisco Benjamín López Toledo, Francisco Toledo, cuánta falta nos haces. Tu ausencia resuena en las paredes de los museos, las galerías, las salas del IAGO, en las calles del centro de Oaxaca, tu terruño. El 5 de septiembre se cumple un lustro de tu partida, pero en Oaxaca te recordamos con cariño.
Rejas en el CCSP obra de Francisco Toledo. Fotografías: Acervo de Comunicación FAHHO
Tu labor por las lenguas oaxaqueñas, la preservación del patrimonio cultural y documental, tu arte y mano inmortalizados en algunos rincones de diversos espacios culturales –como el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, el Centro de las Artes de San Agustín, el Taller Arte Papel Oaxaca, Cinema El Pochote, el Jardín Etnobotánico, el imponente exconvento de Santo Domingo, la Biblioteca Francisco de Burgoa, entre muchos otros– son la huella que dejaste en este mundo, por el que mostraste una profunda preocupación en tu lucha por el cuidado del medio ambiente. En los espacios de la Fundación, los colaboradores y el público que asiste a estos lugares disfrutan y agradecen “el toque Toledo” que podemos encontrar en algunos de ellos: Las rejas de la entrada al Centro Cultural San Pablo, de la Casa Independencia, las que se encuentran en el patio del Museo Infantil de Oaxaca, las del Estadio Alfredo Harp Helú en la Ciudad de México y la fuente de los sapos de la BS Biblioteca Infantil y Juvenil de Oaxaca. Tu huella quedó grabada incluso en el alma de los artistas, escritores y visitantes que han encontrado en tu obra –que vivirá por siempre– una inspiración, una respuesta a alguna pregunta, un color o trazo que ellos mismos habrían querido manifestar. Así eras, Toledo: ubicándote en el detalle menos imaginado y más cotidiano, haciéndonos apreciar la belleza de lo simple.
Las rejas en el Estadio Alfredo Harp Helú, obra de Francisco Toledo. Fotografías: Acervo de Comunicación FAHHO
Cinco años han pasado desde tu partida, Toledo, pero sin duda en este plano seguiremos honrando tu memoria con una profunda admiración por todo lo que nos legaste.
Fotografía: Acervo de los Diablos Rojos del México
Aunque el título de la nota pudiera parecer exagerado, la temporada regular de los Diablos Rojos de 2024 ha resultado un éxito rotundo, al grado de que se quedaron cerca de ganar el 80 por ciento de sus juegos, con un registro de 71 triunfos y 19 derrotas, estableciendo un porcentaje de victoria de .789, algo nunca visto en un calendario programado de al menos noventa encuentros.
Los Rojos fueron capaces de mantener un paso avasallador durante la campaña, después de un espectacular inicio de año al vencer, en un par de juegos de exhibición, a los Yanquis de Nueva York. Esto logró sumar siete victorias consecutivas desde el duelo inaugural, imponiendo una marca para el club en sus 84 años de existencia.
Con el aporte indiscutible de Robinson Canó, campeón de bateo, y Trevor Bauer, monarca de juegos ganados y de ponches, el gran éxito del equipo escarlata radicó en un auténtico juego de conjunto, en donde cada pelotero supo entender su función y la ejerció cumpliendo con los estándares esperados. En un roster plagado de estrellas, los Diablos no dependieron de nadie para conseguir sus victorias y cada día hubo un héroe distinto.
Fotografía: Acervo de los Diablos Rojos del México
De manera colectiva, los Rojos del México ocuparon el primer lugar de bateo y el segundo de picheo, balance que no se veía desde el 2015, cuando el equipo fue el líder a la ofensiva y el tercero mejor desde la loma de la serpentina. Es imperativo subrayar que en lo que a los lanzadores se refiere, el staff de brazos comandado por Roberto Espinoza peleó hasta el último juego de la temporada por la primera posición, algo que no han obtenido los multicampeones desde la década de 1970, cuando la estadística comenzó a realizarse oficialmente. La diferencia con los Toros de Tijuana, líderes en 2024, fue de apenas dos centésimas.
Se sabe que la postemporada es una historia aparte, para la que no contamos con una bola de cristal que nos permita predecir el futuro; lo cierto es que la afición de la Pandilla Escarlata vivió una temporada extraordinaria, de esas que suceden cada treinta o sesenta años y que cobran mayor valor conforme el tiempo corre y los recuerdos no se borran de ese cofre dorado que llamamos memoria.
Grandes números en campaña regular no son garantía de campeonato, sin embargo, a unas semanas de que se cumplan diez años del título más reciente, no se puede pasar por alto el equipo que se armó y los múltiples blasones obtenidos a sangre y fuego. Con los playoffs a punto de terminar, nos hemos llenado de suspenso, drama y mucha emoción. La afición está ilusionada y el equipo se encuentra dando una importante batalla.
Como un profeta, Lorenzo Bundy prometió que ni él ni su equipo se cansarían de ganar, y el mánager de los mejores Diablos Rojos de todos los tiempos ha tenido la razón.
Fotografía: Maestro Toledo realizando un grabado en una placa que contiene su retrato.
De hecho, dibujar es observar el momento en que un pensamiento se traduce a sí mismo como imagen. En las dos exposiciones sobre gráfica que ha presentado este verano el Centro Cultural San Pablo, el punto de partida es el dibujo. Delimitar con una línea o una marca tiene un significado muy antiguo: hace decenas de miles de años, cuando los seres humanos empezaban a construir la mente de la que depende su experiencia, cuando todavía eran ciervos, lobos, osos, aves…; representar apareció como una forma de comprender, de aceptar ser afectado por lo que se observa.
Mirar, entonces, constituye un proceso biológico, pero también un artefacto histórico y contingente. Por ello, la acción de dibujar conserva un aspecto ritual de conjunción entre los seres humanos y el mundo. Quizá por eso la vieja fascinación por el dibujo y la pintura que representan con mayor verosimilitud lo que se observa.1
Fotografía: Maestro Toledo realizando un grabado en el taller de Fernando Sandoval.
Una línea, una mancha sobre la hoja en blanco, un rayón, una marca, como una palabra, o un pensamiento, son también metáforas de delimitar lo continuo, lo que no tiene principio ni fin. Y, en ese sentido, dibujar alude al único evento sagrado; quizá por ello la fascinación por la distorsión que ocurre en la manera natural de dibujar; como quien produce una variación en una sinfonía o en un rezo antiguo, como el brote de una pequeña rama en un árbol joven, o los cientos de veces en que es necesario volver a empezar un ritual para hacerlo bien.
Por otra parte, dibujar es también construir algo que sea visible y, por ello, es una actividad que corresponde al ámbito del simulacro, de la puesta en escena, de la enacción; pues la mirada es el más engañoso de los sentidos.2
Rodolfo Nieto. Cabra azul. Serigrafía. 105 x 75 cm. 1973
Es por ello que las dos exposiciones de gráfica en San Pablo son tan importantes: en ambas es posible apreciar obras de autores conscientes del aspecto ritual y metafísico de dibujar. Sergio Hernández realizó una imagen de Cristo resistiendo la tenebrosa y densa presencia de monstruos, extraños demonios y otros seres de pesadilla que habitan el espacio, aunque no puedan verse normalmente. Mundos abigarrados de íncubos, endriagos, vestiglos y demás seres invisibles remiten a los grabados de Julio Ruelas; pero en esta obra de Sergio Hernández los seres que acompañan a Cristo, de alguna manera, parecen estar relacionados con el sueño y la memoria.
La placa metálica, la piedra para litografía, el papel en blanco o el lienzo, aparentemente, están vacíos al iniciar una obra; sin embargo, ese vacío, como el mundo en general, tiene como esencia la superabundancia; está poblado de seres incorpóreos. De hecho, la imagen de esos seres no pertenece desde el principio a la vida de los humanos, esa imagen debe ser lograda por alguien para que pueda encontrarse en condiciones de representar, de constituir, mediante el ritual del dibujo, un simulacro observable.
Sergio Hernández. Cristo. Aguatinta y aguafuerte. 105 x 75 cm. 2015
Según Walter Benjamin,3 el dibujo puede funcionar como boceto de un estado previo o puede ser una obra completa, pero siempre implica movimiento y espontaneidad. En las exposiciones en San Pablo esa condición se encuentra también en la obra gráfica gracias al talento de los impresores y a su relación con los artistas, pues ambos talleres supieron propiciar un ambiente adecuado para que los artistas sintieran la confianza de explorar nuevas formas en su propio trabajo.
De esta manera, las exposiciones del Taller de Fernando Sandoval y del Archivo Kyron son una revisión sobre la mejor tradición gráfica en México; incluyen obras de Raúl Anguiano, Rufino Tamayo, Leonora Carrington, Francisco Corzas, José Luis Cuevas, Rodolfo Nieto, Francisco Toledo, Rodolfo Morales, Sergio Hernández, Dr. Lakra, y otros importantes artistas. Ambas exposiciones contribuyen a pensar sobre el futuro de la gráfica en nuestro país, así como a renovar la representación en tanto búsqueda de sentido al mismo tiempo ritual y colectivo.
1.Ernst H. Gombrich. La preferencia por lo primitivo. Episodios de la historia del gusto y el arte de Occidente. Phaidon. Barcelona. 2011 2.“No se salva quien se arrepiente, se salva quien conoce, quien sabe ver”. Roberto Calasso. El cazador celeste. Anagrama. Barcelona. 2020 3.Walter Benjamin. La pintura y el arte del grabado. Harvard University Press, Cambridge. 1996
“Leer junto a otros es leer para uno mismo y también para quienes nos acompañan. Hoy en día, generalmente la lectura es un acto privado y silencioso, pero cuando dedicamos un tiempo para leer en voz alta con niños y jóvenes estamos compartiendo con ellos no solo creaciones literarias, sino también ideas y emociones”.
Estas son las palabras del maestro Sergio Andricaín al describir la labor de los lectores voluntarios del programa Seguimos Leyendo de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, que este mes de septiembre cumple quince años de llevar la lectura y el diálogo a las infancias, las juventudes y los adultos mayores.
Gracias al financiamiento que otorga la FAHHO y al altruismo de las 120 almas que regalan a los usuarios del programa una hora de su vida, nuestra comunidad se ha extendido a diversos espacios que son beneficiados por este proyecto (véase listado en www.seguimosleyendo.org).
Cuando alguien se integra como lector lo hace con la intención de dar algo al mundo que contribuya a hacerlo más habitable. Bajo esta premisa, logramos concentrar algunos testimonios de nuestros lectores voluntarios:
[Seguimos Leyendo] marca un antes y un después en mi historia. Encontré en la promoción de la literatura infantil y juvenil el punto de arranque hacia una nueva vida. Karla Undiano
Seguimos leyendo es una hermosa red de promotores que comparte voces, aventuras e historias con nuestros escuchas; pero también encontramos amigos sinceros con los que transformamos esta pasión llamada literatura. Talia Vargas
Tras jubilarme, me encontraba en una disyuntiva sobre mi futuro. Una amiga bibliotecaria me comentó que necesitaban lectores voluntarios en una escuela. Pasaron siete años desde entonces, y cada martes es como si fuera mi primer día. Víctor Echeverría Oliveros
Actividades de lectura en el Centro Cultural San Pablo. Fotografías: Acervo Seguimos Leyendo
Ser lectora voluntaria, para mí, va más allá de pararte frente a un grupo de personas y darle voz a los personajes de un libro: es llevar parte de tu esencia, dejar un pedacito de ti a tus escuchas. Berenice Huerta Escamilla
Lo más significativo es ver los rostros de emoción de las infancias, cuando llego preparada con las nuevas historias, semana tras semana. Estoy muy contenta de que gracias a este voluntariado he vuelto a ser niña: he jugado, reído, creado, explorado, cantado y transmitido lo mágico de la lectura. Liliana Ruíz Ventura
Durante once años he acompañado a Seguimos Leyendo, he compartido lecturas en muchos espacios y para lograrlo me he capacitado, y así conocí a importantes escritores. He llegado a tener grandes amigos lectores y una gran alegría para compartir. José Eleazar López Castillejos