Boletín FAHHO Digital No. 47 (Feb 2025)

Arte y escritura Beni Zaa La colección de Howard Leigh en el acervo de la BIJC

Javier Urcid Serrano
Retrato de Howard Leigh frente a su colección

Esta exhibición presenta una ventana al quehacer coleccionista, artístico y académico de Howard Leigh, quien tuvo una gran pasión por el arte y la escritura antigua beni zaa (zapoteca). Asociado de Ervin Frissell, fundador del museo arqueológico establecido en Mitla en 1950, Leigh atesoró su colección en el mismo cuarto donde vivió y fue muy selectivo al adquirir piezas. Frissell, por otro lado, compraba todo lo que le ofrecían si su presupuesto lo permitía, y exhibía sus piezas al público en las salas y corredores de la posada La Sorpresa, sede del museo. La sensibilidad artística de Leigh, sus límites financieros y un periodo más breve de coleccionismo, si acaso lo llevaron a conjuntar una sexta parte de lo que Frissell reunió.

Pieza arqueológica del acervo de H. Leigh

Al morir, Leigh tenía 395 objetos, pero su acervo llegó a incluir casi 550 piezas. Tal diferencia numérica se debió a varios factores. La rotura accidental de artefactos y el robo de piezas pequeñas contribuyeron poco, más bien, fueron los intercambios y donaciones que hacía con los Frissell y la ilícita compraventa de piezas una vez registrada su colección ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Puesto que las leyes mexicanas no permiten la propiedad privada de bienes arqueológicos, el registro de su colección —acaecido en 1958— le concedió tenerla en comodato. En 1960, cuando Leigh era miembro del Consejo Ejecutivo del Museo Frissell, firmó una Declaración de Principios, en la que se comprometía a la no compraventa de objetos arqueológicos. Desafortunadamente, entre 1965 y 1975, algunas de sus piezas salieron de Oaxaca y del país.

La exposición en la Biblioteca Juan de Córdova. Fotografía: Demián Ortíz

Para frenar las acciones ilegales de Leigh, el antropólogo John Paddock —quien dirigió los destinos del Museo Frissell durante casi tres décadas— llevó a cabo una documentación y catalogación extensa de ambas colecciones y, al menos en siete ocasiones, buscó oportunidad y pretexto para fotografiar los objetos en la habitación de Leigh. Gracias al vasto número de fotografías de Paddock, así como a los registros de Foto Rivas y de otras fuentes y archivos documentales —todos ellos ahora parte del Fondo Paddock de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova— es posible aprender más sobre la colección Leigh y sobre el Museo Frissell. Asimismo, el futuro uso de estos acervos, que no solo se limitan al Museo Frissell, presenta oportunidades ilimitadas para continuar con la investigación arqueológica, antropológica e histórica de los antiguos beni zaa.

Acervo Howard Leigh en la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova. Fotografía: Demián Ortíz

A la muerte de Leigh, su habitación quedó cerrada por varios años. Cuando en 1988 John Paddock me encomendó realizar —debido a que yo era curador del museo en ese entonces— una propuesta de exhibición para la colección Leigh, se siguieron dos directrices: presentarla en el mismo cuarto e incluir todos los objetos a pesar de que muchos de ellos estaban fragmentados e incompletos. Además de su calidad estética, las piezas rotas proveen información muy importante sobre el pasado. El proyecto vislumbró ocho vitrinas y tres pedestales, los cuales estarían acompañados de cédulas generales y comentarios sobre ciertos objetos, pero este nunca se materializó debido al cierre del museo, ocurrido unos años después. La actual exhibición de la BIJC recupera partes del proyecto de 1988 basándose principalmente en fotografías e información de piezas que no se exhiben actualmente en el Museo Frissell (reabierto como museo arqueológico en 2023), y que, por lo tanto, han estado fuera de la vista del público desde hace casi cinco décadas. Pero también profundiza en la biografía y el coleccionismo de Leigh, e incorpora resultados más recientes que sitúan objetos de su colección en el contexto de la arqueología contemporánea.

Para conocer el proyecto original de 1988, puedes escanear el código QR o acceder a la siguiente liga: https://drive.google.com/file/d/1l4h6WVtBnkPM_VbqwX1qWoOElDPGz4wV/view

*La exposición se presenta en el ingreso e interior de la biblioteca hasta el 30 de marzo de 2025.


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