Del temblor al arte

Con el trabajo en conjunto del colectivo Urbarte y la Casa de la Ciudad, se inauguró el 20 de septiembre en la sala de exposiciones de la Casa de la Ciudad la exposición colectiva Del temblor al arte

El 7 y 19 de septiembre de 2017 ocurrieron dos fenómenos naturales que serán recordados como dos de las catástrofes naturales más devastadoras de nuestro país y nuestro estado. Cuando la tierra tembló, las ciudades se estremecieron y miles de familias oaxaqueñas se vieron afectadas materialmente. El alcance de estos fenómenos fue más allá del patrimonio tangible, pues se creó una grieta en la inteligencia emocional de todos aquellos que con horror observaban impotentemente cómo una sociedad era destruida y reducida a escombros, llevándose así su identidad, sus tradiciones y sus costumbres.

Ante esta situación, la Fundación Alfredo Harp Helú apoya la recuperación de la vida comunitaria, pues advierte la necesidad de reconstruir no sólo el patrimonio urbano-arquitectónico, sino los lazos sociales que refuerzan la vida en comunidad y que le dan identidad y sentido de pertenencia a una ciudad. Del temblor al arte es una narrativa que recopila el trabajo artístico y social (fotografías, escaneos o cualquier material de evidencia) que se ha realizado después de haber transcurrido dos años de los sismos que golpearon distintas zonas del Istmo y del estado de Oaxaca. 

El principal objetivo de la iniciativa es concentrar en un punto la evidencia física del trabajo de artistas y voluntarios que, de manera espontánea, acudieron a las poblaciones afectadas para colaborar en su reconstrucción tangible e intangible. El arte es una herramienta imprescindible para la reconstrucción emocional de comunidades que atraviesan un momento de estrés postraumático. Mediante la apertura de la exposición y la publicación de un catálogo que la acompañe deseamos resaltar el valor del trabajo para continuar contribuyendo al bienestar de los vecinos en el Istmo de Tehuantepec. 

Te invitamos a visitar esta interesante exposición que, como mencionan Antonio Moya Latorre y Daniela Jara Carrasco (integrantes y fundadores de Urbarte), reivindica, una vez más, que el Istmo de Tehuantepec y las demás regiones afectadas por los sismos son comunidades donde la resiliencia se da de una forma natural por los valores sobre los que están construidas y la fuerza milenaria de su cultura.

Te invitamos a visitar la página web de la Casa de la Ciudad y a ver, en su sección de Exposiciones, algunas imágenes pertenecientes a la inauguración de esta exposición.

Volvamos a enviar postales de Navidad

Honraré la Navidad en mi corazón 
y procuraré conservarla durante todo el año. 
Charles Dickens 

Navidad es una época del año en la que los sentimientos más cálidos salen a relucir y el espíritu navideño nos contagia de alegría y buenos deseos para todos nuestros seres amados. Es el momento perfecto para convivir con familiares y amigos a los que no podemos ver tan frecuentemente como nos gustaría. Una de las maneras más bonitas de mostrarle nuestro afecto, sobre todo cuando están lejos, es enviando una postal navideña. 

La tradición del envío de postales navideñas tiene su origen en 1843, en Inglaterra, gracias a Sir Henry Cole, un inventor muy prolífico de la época. Ese año, el señor Cole había recibido numerosas cartas de felicitación por parte de amigos y conocidos en la fechas cercanas a la Navidad. Él, al no contar con el tiempo suficiente para responder de manera personal a cada uno de ellos, encargó a John Calcott, un pintor, dibujante y muy buen amigo suyo, la realización de una pintura con escenas navideñas que posteriormente fue reproducida en litografía y coloreada a mano. En las reproducciones se observaba una cena familiar en la parte central con la frase “Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo para Usted”, y a los lados, escenas de buenas acciones, por ejemplo, personas dándoles abrigo y comida a los más necesitados. En estas postales, Cole agregaba unas brevísimas palabras y su firma, y las enviaba por correo postal a todos sus conocidos, así ninguno se quedaba sin recibir una muestra de afecto de su parte. 

Horsley hizo un aproximado de mil tarjetas. Naturalmente, Cole no utilizó todas, y las que sobraron fueron vendidas por el artista a un chelín cada una. Tuvieron gran éxito, y se terminaron por completo. Pasaron algunos años hasta que, en 1862, se comenzaron a imprimir tarjetas postales navideñas en serie, y en 1893 la Reina Victoria de Inglaterra las popularizó aún más, al solicitar la impresión de postales con un diseño para enviar a sus allegados. 

Hoy en día, esta práctica ha caído en desuso debido a la facilidad y rapidez que nos brindan los medios de comunicación actuales. Aún así, el enviar y recibir postales navideñas sigue siendo una actividad en extremo reconfortante. Nada se compara con el placer de dedicar tiempo a elaborar y enviar nuestro afecto a través de un rectángulo de cartulina ilustrada que viaja durante algunos días hasta que llega a las manos de la gente que queremos. Y cuando las recibimos, se convierten en el mejor obsequio que podamos imaginar. 

Desde el único museo de filatelia de toda Latinoamérica los invito: ¡Volvamos a enviar postales de Navidad! 

Los documentos históricos como testimonio de las tradiciones y costumbres

Durante el proceso de clasificación de los documentos del Archivo Municipal de San Sebastián Tecomaxtlahuaca, municipio ubicado en la Mixteca Baja, nos encontramos con mucha información referente a la ganadería que se podrá localizar en la sección Gobierno, serie Ganadería, cuando el archivo esté completamente organizado. Estos documentos nos dejan ver, entre otros temas, la familiaridad de la región Mixteca con el sector ganadero que fue insertado por los españoles durante el periodo colonial. 

Ya sea ganado mayor, ganado menor o porcino, las investigaciones y diversas historias en torno a la ganadería, particularmente en las mixtecas, nos describen la relevancia de esta actividad, también la importancia para el desarrollo de los pueblos que la componen, así como las ganancias que gracias a esta actividad –además de otras, como el comercio de la grana cochinilla– produjeron e hicieron posible la construcción de los templos que caracterizan la ruta dominica: Yanhuitlán, Coixtlahuaca y Teposcolula. 

Al transitar por la Mixteca oaxaqueña es posible atestiguar el devenir histórico que gira en torno al oficio ganadero. Cuando se atraviesa esta ruta, es posible apreciar escenas a lo largo del camino que nos remiten a esta actividad. Ya sea desde la Mixteca Alta, comenzando con Nochixtlán, donde es posible ver a los pastores cuidando a sus chivos y borregos, y, por supuesto, muchos locales donde se expende la deliciosa barbacoa; pasar por la Heroica Huajuapan de León, donde se lleva a cabo la conocida matanza de chivos y se prepara el suculento mole de caderas, para terminar con Tecomaxtlahuaca, y digo “terminar” porque es éste pueblo del que trata el presente artículo. 

Al consultar los documentos del Archivo, llamaron especialmente mi atención los recibos referentes a la venta del ganado y los permisos e impuestos para el tránsito y matanza del ganado porque había leído algunos textos de José Mario Villavicencio Rojas, investigador, catedrático y nativo de Tecomaxtlahuaca. En uno de éstos, el autor hace referencia al origen de las danzas que caracterizan la región, sobre todo, las que se acostumbran realizar con motivo de las festividades del pueblo. 

Es una verdad a todas luces que los pueblos prehispánicos llevaban a cabo danzas dedicadas a diferentes deidades. Éstas tenían diversas finalidades, ya sea la petición de lluvias, alejar a los malos espíritus, ahuyentar naguales, etc. Sin embargo, a la llegada de los españoles, ellos percibieron lo arraigado de las creencias de los naturales, así como de su apego a los rituales, los cuales involucraban danzas. Por tal motivo, buscaron opciones pedagógicas para evangelizar, y una de ellas fue por medio del teatro y las danzas. En este proceso se forjó el sincretismo cultural en torno a éstas, las cuales tuvieron una evolución gradual hasta nuestros días. 

Dentro de estas danzas, las que más vestigios tienen de este sincretismo son Los chilolos y Los diablos (esta última fue la que representó la delegación del pueblo en la reciente Guelaguetza). Están también Las mojigangas y Los moros y cristianos. Cada una cuenta con fuertes elementos católicos, por el proceso de evangelización que emprendieron los frailes dominicos que recorrieron la región. Los pachecos o Rubios es la danza que más llamó mi atención, por ser la que más vínculos tiene con las labores de la ganadería, que impulsó un gran desarrollo para los pueblos mixtecos durante la Colonia, y lo sigue generando aún en la actualidad. Considerando la variedad de documentos, así como los textos y testimonios que a través de la historia oral recogió el historiador es posible evidenciar el origen y la evolución de esta danza. 

Villavicencio plantea que esta danza tiene su origen con los arrieros que movían ganado menor o cabrío de las haciendas volantes en las regiones colindantes entre Oaxaca, Guerrero y Puebla. La engorda y traslado del ganado de un lugar a otro duraba cerca de cinco meses. Entonces, después de las largas y extenuantes jornadas, ya por las noches, los arrieros bebían aguardiente, tocaban con el violín una gran variedad de melodías –que han ido ampliándose al paso de los años– y bailaban al ritmo de éstas para relajarse del pesado recorrido del día. 

El Archivo de San Sebastián Tecomaxtlahuaca resguarda infinidad de documentos referentes al movimiento de ganado que se remontan a la época colonial. Estos documentos nos respaldan como fuentes primarias, y nos permiten hilvanar una reconstrucción histórica en torno al origen de la Danza de los pachecos. Obviamente, esto requiere una investigación más profunda, y ello será posible mediante el rastreo de más documentos, así como de la historia oral. 

La Coordinación de Archivos Civiles y Eclesiásticos de ADABI Oaxaca trabaja arduamente en la organización de este archivo que contiene la historia de la comunidad y su cotidianidad, por ello, es importante conservarlos y difundirlos, para que sus habitantes puedan acercarse a conocer el origen de sus tradiciones y costumbres, además de enriquecer su identidad. 

Las primeras obras impresas en lenguas indígenas de la Nueva España

El día 23 de abril de 2019, la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova recibió de las manos de la Dra. María Isabel Grañén Porrúa una extraordinaria donación de ocho libros virreinales editados en lenguas indígenas de México, todos de gran rareza y de suma importancia histórica. Entre estos tesoros intelectuales de México –y del mundo– se encuentra el primer vocabulario impreso en una lengua indígena de las Américas, el famoso Aqui comiença vn vocabulario en la lengua Castellana y Mexicana de fray Alonso de Molina, que en 1555 salió de la prensa de Juan Pablos, el primer impresor de la Nueva España. 

Este extraordinario libro fue hijo de dos grandes inventos del siglo XV: la imprenta, que había producido el primer libro impreso casi un siglo antes, en 1456, en Alemania, y el trabajo lingüístico de Antonio de Nebrija, quien produjo en España un primer vocabulario del castellano (latín-castellano) en 1492, abriendo el camino hacia el estudio de las lenguas “vulgares”, como se las conocían a las lenguas habladas en la vida diaria tanto en Europa como en la Nueva España. 

Sin embargo, no fue la primera obra publicada en una lengua indígena. Sabemos con cierta confianza que se imprimieron por lo menos cinco cartillas y tres doctrinas (en distintas ediciones) en los años anteriores a 1555. Las cartillas, todas perdidas hoy, se imprimieron en zapoteco, mixteco, nahuatl, tarasco y huasteco. Las tres doctrinas, de las cuales sobreviven fragmentos y ejemplares rarísimos, se imprimieron sólo en nahuatl. La diferencia entre cartilla y doctrina no siempre es obvia y por lo general sólo la determina la extensión de la obra: las llamadas cartillas eran pequeños opúsculos, a veces impresos en un solo pliego, que contenían las letras del alfabeto y las sílabas comunes y servían en la enseñanza de la lectura. Frecuentemente contenían también las principales oraciones y algunas nociones básicas de la doctrina cristiana: el Per signum crucis, la Oratio dominica [el Pater Noster], el Ave María, el Symbolum apostolorum [el Credo] y el Salve Regina. El contenido de estas cartillas se expandió continuamente con otros temas, hasta que en 1496 salió en España la Breve doctrina de Hernando de Talavera, el cual dio la pauta para una larga tradición de impresión de doctrinas. 

Consumada la conquista de Mesoamérica, las órdenes de los franciscanos y dominicos las produjeron en las lenguas locales para facilitar la conversión religiosa. Por más lejos que puedan estar estas obras de nuestra idea actual de la literatura, nacieron de notables esfuerzos de colaboración entre frailes y nobles indígenas conversos y gozaron de mucha popularidad entre la población indígena. Más importante: eran el detonador para el uso de la escritura alfabética en las lenguas locales al interior de los cabildos indígenas. A lo largo de la época virreinal, los cabildos produjeron miles de documentos en sus lenguas. Hoy en día, estos manuscritos constituyen nuestras mejores fuentes para conocer las maneras en que las comunidades indígenas se rediseñaron y redefinieron bajo la presión colonial. La introducción de la escritura alfabética fue, entonces, un arma de doble filo. 

De las tres doctrinas publicadas antes de 1555, la primera, la Doctrina christiana breue traduzida en lengua mexicana (1546, por Juan Pablos), también fue obra de nuestro autor fray Alonso de Molina. Desafortunadamente, de esta publicación sólo se conservan cuatro hojas, hoy en la Sociedad Hispánica de Nueva York, aunque el texto mismo se conserva en forma de una copia manuscrita. Más tarde, fray Molina publicaría dos Confesionarios, uno ‘mayor’ y otro ‘breve’ (ambos de 1565, por Antonio de Espinosa) y un arte (o sea gramática) del nahuatl (1571, por el editor Pedro Ocharte). Al parecer dejó otras obras manuscritas, hoy desafortunadamente perdidas. Entre los libros donados en abril a la BIJC se encuentra también un ejemplar del Confessionario Mayor en excelente estado. 

Alonso de Molina nació en España, pero no se sabe con certeza dónde, alrededor del año de 1513. A la temprana edad de más o menos nueve años, e inmediatamente después de la conquista de Tenochtitlán, sus padres lo llevaron a la Nueva España, junto con su hermanito, para comenzar allí una nueva vida. Su contacto con los muchachos nahua-hablantes en su entorno inmediato hizo que aprendieran rápidamente la lengua y al parecer pronto sobresalían por su conocimiento de ella. Cuando llegaron los franciscanos en 1524, adoptaron al pequeño Alonso porque su madre se había quedado viuda. A partir de ese momento, nunca más la volvería a ver, “haciendo desde niño vida de viejo”. En 1528 entró en la orden y dedicó buena parte de su tiempo, hasta su muerte en 1579, a la producción de impresos en nahuatl. 

El vocabulario español-nahuatl que publicó en 1555 tiene 14258 entradas y sigue como modelo el vocabulario de Nebrija (“conforme al proceder de Antonio de Lebrixa” dice él mismo). Por lo mismo, no es necesariamente un registro de la lengua hablada, sino que incluye numerosos neologismos –1045 para ser preciso– para conceptos y objetos de origen europeo. La idea era ofrecer estas nuevas palabras para poder hablar y escribir sobre las novedades que acompañaron el proceso colonizador. Una vez publicada la obra, fray Molina no dejó de trabajar en el proyecto, y en 1571 publicó una edición ampliada (él mismo menciona que incluyó 4 000 nuevas entradas) a la que añadió, además, una versión inversa nahuatl-español. También de esta edición, del taller de Antonio de Espinosa, la BIJC conserva un ejemplar en muy buen estado. Curiosamente, muchos de los neologismos introducidos en 1555 no fueron empleados por él mismo en sus Confessionarios, dando preferencia a préstamos del español, quizás porque no tuvieron éxito en ser adoptados o porque el fraile pensó que podrían causar dudas o confusión en una obra tan dogmática como un confesionario. 

El tomo obsequiado a la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova es un compuesto antiguo de fragmentos de tres libros que juntos forman otra vez una edición casi completa de la obra (la obra llega a la foja 254, faltando tan sólo seis folios, el último con el colofón en que se mencionaba la fecha de impresión y el dato de que fray Bernardino de Sahagún fue uno de los dictaminadores). Según un sello en la portada, este ejemplar perteneció a don Joaquín Meabe, un cura de Puebla, que reunió una colección de libros en las primeras décadas del siglo XIX. Quizá fue él quien armó este compuesto, desbaratando tres versiones incompletas. Algunos ejemplares de su biblioteca terminaron en la Biblioteca Palafoxiana, donde hoy se reconocen por su sello. Su interés por la lengua nahuatl se evidencia por un ejemplar de la gramática de nahuatl de Carochi (edición 1759) con su sello, que se conserva en la biblioteca poblana. 

La obra de fray Alonso de Molina es un magnífico testimonio de la singular mezcla cultural que se estaba dando en la Ciudad de México hacia mediados del siglo XVI, cuando intelectuales nahuas y hombres del Renacimiento se encontraron en un contexto demasiado complejo para permitir juicios superficiales en la actualidad. Un contexto frecuentemente violento, deplorable, pero también con momentos de gran brillo e innovación, como queda evidenciado en esta obra impresa en que encontramos lo mejor de los dos mundos. La donación de este vocabulario y de las siete obras que lo acompañan –y sobre los cuales hablaremos sin duda en futuras notas en este boletín– enriquece notablemente el patrimonio histórico-lingüístico de Oaxaca, el estado donde hoy se concentra la mitad de la diversidad lingüística de México. 

Impulsa Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca reforestación urbana de la capital oaxaqueña

  • En coordinación con el Municipio de Oaxaca se dé inicio al Programa 1×1, donde el Municipio hará el retiro de las palmeras muretas y la FAHHO donará un árbol por palmera retirada

Oaxaca, Oax.- La Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO), a través del departamento de Medio Ambiente, desde el 2006 ha participado con un Programa importante de reforestación urbana, sembrando 3500 árboles en el Municipio de Oaxaca de Juárez y zonas conurbadas, de los cuales 797 están distribuidos en el Centro Histórico, donde la FAHHO coadyuba con el manejo correspondiente.

A 13 años de esta siembra se pueden observar los impactos que ha generado esta reforestación en el Centro Histórico y que han sido evaluados, la arquitectura del paisaje, de igual forma, se estima que este arbolado urbano elimina 56 kilogramos de contaminantes del aire por año, almacena 32 toneladas de carbono, producen 9.3 toneladas métricas de oxígeno al año, tenemos una cobertura de 1.4 hectáreas, al año este arbolado urbano secuestra 3.5 toneladas métricas de carbono.

Sin embargo, la otra parte que nos preocupa y ocupa, es el impacto que están generando las plagas, derivado del cambio climático, donde las poblaciones de insectos crecieron exponencialmente afectando a los árboles de la Ciudad y en especial a las palmeras, dando muerte en su mayoría a las palmeras de la Ciudad. De acuerdo con los registros que tiene el Municipio, hay 279 palmeras muertas, las cuales son necesarias retirar, por eso celebramos que el día de hoy en coordinación con el Municipio de Oaxaca de Juárez se dé inicio al Programa 1×1, donde el Municipio hará el retiro de las palmeras y la FAHHO donará un árbol por palmera retirada.

Hemos tenido acercamientos con la Asociación Mexicana y Española de Arboricultura y el Municipio de Oaxaca de Juárez para construir una agenda para capacitar cuadros de profesionistas que den un seguimiento integral al arbolado urbano de la zona metropolitana, con prioridad al Municipio de Oaxaca de Juárez, esta gran ciudad que es patrimonio mundial.

Con estas acciones la FAHHO ratifica su compromiso de seguir trabajando en la reforestación urbana.

REALIZARÁN 3a NOCHE DE BIBLIOTECAS RUIO

La 3a Noche de Bibliotecas RUIO se llevará a cabo el viernes 18 de octubre del presente año, de 16 a 20 h., teniendo como sede la Biblioteca Pública Central “Margarita Maza de Juárez”, Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca, Gobierno del Estado de Oaxaca.

Las actividades programadas están dirigidas al público infantil, juvenil y adulto.

En este evento participarán las 16 unidades de información miembros de la RUIO. Dentro de las actividades programadas mencionamos:

  • Anecdotario y buenas noticias
  • Collage de animales fantásticos
  • Mandalas (animales)
  • Juego de basta (animales)
  • Maratón (animales)
  • Lotería
  • Memoramas
  • Rompecabezas
  • Cortometrajes en lenguas
  • Juegos de mesa en jan (3), hui (2), tu ́uk (1).
  • “Juguemos a programar”: herramientas tecnológicas para el aprendizaje
  • Técnicas de encuadernación (de punto largo y doblez)
  • Sellos de Lacre
  • Archivo General del Estado de Oaxaca:

– Memorama con sellos del Escudo Nacional
– Lotería con imágenes de las partes del libro antiguo y tipos de encuadernaciones – Rompecabezas de 2 mapas: siglos XVIII y XX.

  • Biblioteca del Congreso del Estado:
    – Exhibición de las Constituciones de Oaxaca y una conferencia del cronista del H. Congreso de Oaxaca, Lic. Mario Enríquez Unda.

Este evento se realiza con la intención de que el público conozca las distintas unidades de información que existen en la ciudad. Así como los servicios que ofrecen y/o los temas en los que se especializan dichas unidades. Cabe mencionar que algunas de las actividades que se presentarán en la Noche de Bibliotecas se desarrollan durante todo el año en las unidades de información.

El acceso es libre y todas las actividades son gratuitas.

MEMORIA DE LA NOCHE DE BIBLIOTECAS

Con el propósito de reconocer el trabajo y la trayectoria de los bibliotecarios oaxaqueños, en 2001 por decreto del Congreso del Estado se instituyó el Día del Bibliotecario Oaxaqueño el 28 de octubre, entregándose en esa ocasión 150 reconocimientos a los bibliotecarios de la Red Estatal de Bibliotecas Públicas.

Es así como la RUIO consideró pertinente realizar un evento, en 2017, en el marco de la celebración del Día del Bibliotecario Oaxaqueño, con el propósito de difundir los acervos y los servicios que ofrecen las unidades de información miembros de la red.

Para llevar a cabo el evento se requería de un espacio amplio que permitiera realizar las distintas actividades a cargo de los coordinadores o responsables de las unidades de información. Por mencionar algunas se realizó un taller de encuadernación, anecdotario, elaboración de separadores con timbres postales, decoración de calaveras, memoramas y rompecabezas, culminando con una leyenda narrada durante el recorrido por el Claustro del Centro Cultural San Pablo y la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, experimentando una visita nocturna con las luces apagadas, guiados por el personal de la biblioteca que alumbraba el lugar con un par de lámparas y, al finalizar, en una sala, la luz de una lámpara de escritorio iluminaba a un duende custodio de libros.

El segundo año, considerando que el Día de Bibliotecario Oaxaqueño fue una propuesta surgida en la Biblioteca Pública Central Margarita Maza de Juárez, se optó por realizar el evento en esta unidad.

Dentro de las actividades que se llevaron a cabo mencionamos Identifica tu patrimonio: rompecabezas y memoramas, acertijos, “Anecdotario y buenas noticias”, “De epístolas y lacre”, “Lo chido es informarse: Juego y aprendo”, “Reproducción de Ex libris”, “La biblioteca ambulante de la BIJC”, “Lotería en lenguas mixe y mazateca”, “Comicódice: un relato en lengua mixe de Santa María Tlahuitoltepec” y Cuentos, juegos y dinámicas de lectura para toda la familia.

También se realizaron dos exposiciones de Taxidermia y Zoología en grabados antiguos y una de Cómics y figuras de acción: espacio de lectura y exposición. En el tema de las tecnologías de la información se llevó a cabo un taller de Búsqueda de información en plataformas digitales gratuitas.

Cabe mencionar que las fechas han sido variables, considerando que los miembros de la RUIO pertenecen a distintas instituciones y se propone una fecha en la cual la mayoría de mayoría de los miembros pueda participar en el evento.

RED DE UNIDADES DE INFORMACIÓN DE OAXACA (RUIO)

La Red de Unidades de Información de Oaxaca (RUIO) es un grupo conformado, desde 2014, por diversas unidades de información (bibliotecas, fonotecas y hemerotecas) establecidas en el estado de Oaxaca pertenecientes a instituciones públicas y privadas.

El objetivo de la RUIO es establecer lazos institucionales y profesionales del personal que integra las diferentes unidades de información.

Los integrantes se comprometen a:

– Diagnosticar periódicamente la situación de las unidades de información
– Compartir conocimientos a través de cursos y talleres
– Intercambiar recursos de información
– Organizar eventos que promuevan las actividades de las unidades de información – Fomentar el canje de publicaciones y el préstamo interbibliotecario

La RUIO está conformada actualmente por 16 unidades de información las cuales son:

  1. Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, A. C.
  2. Biblioteca de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.
  3. Biblioteca del Centro INAH Oaxaca, Instituto Nacional de Antropología e Historia.
  4. Biblioteca El Rosario, A. C., Santa Catarina Minas, Ocotlán.
  5. Biblioteca Francisco de Burgoa, Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.
  6. Biblioteca José Antonio Gay Castañeda, Casa de la Cultura Oaxaqueña.
  7. Biblioteca José Lorenzo Cossío y Cosío, Museo de la Filatelia de Oaxaca, A. C.
  8. Biblioteca José Vasconcelos, Universidad Anáhuac Oaxaca.
  9. Biblioteca Pública Central “Margarita Maza de Juárez”, Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca, Gobierno del Estado de Oaxaca.
  10. Biblioteca de la Universidad La Salle Oaxaca, Universidad La Salle Oaxaca.
  11. Centro de Documentación e Investigación sobre el Manejo de Sitios Arqueológicos, Centro INAH Oaxaca
  12. Centro de Documentación Guadalupe Musalem, Grupo de Estudios Sobre la Mujer “Rosario Castellanos”, A. C.
  13. Centro de Información y Documentación de la Universidad Regional del Sureste, Universidad Regional del Sureste.
  14. Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, Instituto Nacional de Bellas Artes, Secretaría de Cultura.
  15. Biblioteca del Congreso del Estado de Oaxaca, Gobierno del Estado de Oaxaca.
  16. Archivo General del Estado de Oaxaca, Gobierno del Estado de Oaxaca.

Cabe mencionar que las dos últimas se anexaron recientemente a la Red.

Llega a la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova una nueva colección de libros sobre la cultura, la lengua y las escrituras de China

  • Fueron donados por la Doctora María Isabel Grañén Porrúa y don Alfredo Harp Helú
  • Se trata de alrededor de 20 libros escritos en chino mandarín ó 汉语 (Hàn Yǔ), sumamente hermosos por su contenido, factura e impresión: con elegantes estuches forrados en tela

Oaxaca, Oax.- A partir de este miércoles y hasta el próximo mes de enero, en la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova (BIJC) se podrá apreciar la exposición denominada Cultura, Lengua y escrituras de China “中华语言和文字”.

La muestra se relaciona con una pequeña, pero muy significativa colección de libros sobre China con los que cuenta la Biblioteca, mismos que fueron donados por la Doctora María Isabel Grañén Porrúa y don Alfredo Harp Helú.

Se trata de alrededor de 20 libros escritos en chino mandarín ó 汉语 (Hàn Yǔ), sumamente hermosos por su contenido, factura e impresión: con elegantes estuches forrados en tela, otros impresos directamente en ese material; engalanados con delicadas caligrafías e ilustraciones; elaborados en peculiares formatos y sistemas de encuadernación.

La donación también incluye un pequeño manuscrito en pictografía naxi to-mba, un tipo de escritura empleada en los rituales del grupo étnico naxi del suroeste de China. Estos materiales favorecen que el público pueda aproximarse a una de las civilizaciones más antiguas, diversas e interesantes del mundo.

La exposición presenta información acerca de la gran diversidad de lenguas y culturas que caracterizan a China. También aborda aspectos históricos, y particularmente el hecho de que este país es lugar de origen de complejos sistemas de escritura, de novedosos métodos para producir y distribuir textos, y de sofisticadas tradiciones literarias y caligráficas. Como puede apreciarse, son características equiparables a las del contexto indígena mesoamericano.

La exposición se vincula también con nuestro programa de enseñanza del idioma chino mandarín que desde hace casi 10 años se lleva a cabo en el Centro Cultural San Pablo, auspiciado por la BIJC. Estos cursos están enfocados en la difusión del idioma, la cultura y la escritura chinas.

En síntesis, se podrán conocer en esta exposición diversos aspectos, quizá poco conocidos, de una de las grandes civilizaciones del mundo. Constituye un ejemplo de la amplitud de temas que la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova pone a disposición del público a través de sus fondos y colecciones especializadas. 

La exposición se puede apreciar en el primer nivel del Centro Cultural San Pablo, ubicado en la calle de Hidalgo 907, en el Centro Histórico de Oaxaca.

ENTREGA FUNDACIÓN ALFREDO HARP HELÚ OAXACA 7 MILLONES DE PESOS EN DONATIVOS EN EL ESTADO DE OAXACA A TRAVÉS DEL PROGRAMA HOME RUNS CITIBANAMEX 2019

  • Los donativos se destinaron a 85 organizaciones seleccionadas por su trayectoria institucional, la viabilidad de los proyectos presentados, la transparencia en el manejo de los recursos y el impacto en la calidad de vida de la población menos favorecida
  • Se beneficiarán de forma directa a más de 91 mil personas en el estado

Oaxaca, Oax.- La Fundación Alfredo Harp Helú y Compromiso Social Citibanamex celebraron el XXIII aniversario del programa Home Runs Citibanamex con la entrega de 7 millones de pesos en donativos a instituciones no lucrativas que destacan en su labor de impulsar el bienestar social de grupos sociales en el estado de Oaxaca.

El monto total de los donativos se destinaron a 85 organizaciones seleccionadas por su trayectoria institucional, la viabilidad de los proyectos presentados, la transparencia en el manejo de los recursos y el impacto en la calidad de vida de la población menos favorecida, con estos apoyos se beneficiarán de forma directa a más de 91 mil personas en el estado.

Durante la ceremonia de entregas llevada a cabo en el Estadio Eduardo Vasconcelos, casa de los Guerreros de Oaxaca, estuvieron presentes Alfredo Harp Helú y la Doctora María Isabel Grañén Porrúa, presidentes de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO); Santiago Harp Grañén, vicepresidente del Consejo de Administración de los Guerreros de Oaxaca; Alberto Gómez, director coorporativo de desarrollo institucional estudios económicos y comunicación de Citibanamex; Alfonso Verdugo, director regional Oaxaca de Citibanamex; Aracely Vergara Tapia, directora general de la FAHHO; Guillermo Spíndola, presidente ejecutivo de los Guerreros de Oaxaca; Sergio Omar Gastelum, manager de los Guereros; y Eric Rodriguez, capitán del equipo oaxaqueño.

En equipo somos imparables

Durante sus palabras de bienvenida, Alberto Gómez señaló que con este programa se reconoce y agradece el trabajo que las organizaciones beneficiarias realizan en favor del desarrollo y el bienestar de quienes más los necesitan, por eso el lema de este año fue “En equipo somos imparables”.

Por su parte, la Doctora Grañén Porrúa se dijo emocionada por la existencia  de “tantas instituciones que están trabajando a favor de México. Me parece que ése es el camino para cambiar el país que todos queremos, que todos deseamos y que todos soñamos”, dijo.

También reconoció el desempeño de cada uno de los jugadores de los Guerreros de Oaxaca, ya que de sus jugadas “dependende un proyecto más para un niño que lo necesita, o para sembrar más árboles”.

Para finalizar la ceremonia, Alfredo Harp Helú resaltó que lo más importante de este programa son cada una de las instituciones que pueden llevar sus proyectos a todos los ámbitos culturales, sociales y deportivos de México.

“Todos los mexicanos tenemos que seguir poniendo de nuestra parte para tener el país que queremos. Todos somos protagonistas y todas nuestras voces cuentan, y si alguien quiere colabrorar y mejorar el futuro de nuestro México, hay que trabajar todos los días, eso es lo que hacemos en la Fundación, tanto en lo social como en lo cultural, y con proyectos que multiplican recursos económicos y humanos para beneficiar a más personas en Oaxaca y en México”.

Home Runs Banamex fue el primer programa de donativos en vincular el deporte y el compromiso social en México. Desde 1996 toma en cuenta el desempeño deportivo de los equipos participantes, Diablos Rojos del México y Guerreros de Oaxaca, durante la temporada regular de la liga de béisbol, para determinar el monto que se dona a las instituciones.

Los hits, las carreras, home runs y partidos ganados por estos equipos se contabilizan en pesos, que Banco Nacional de México y la Fundación Alfredo Harp Helú aportan conjuntamente en beneficio de organizaciones no lucrativas en la Ciudad de México, la zona metropolitana del Valle de México, y en el estado de Oaxaca.

Desde su creación y hasta el día de hoy, el programa de Home Runs se traduce en la entrega de 3 mil 362 donativos, con un total de 338 millones de pesos destinados a instituciones de la zona metropolitana de la Ciudad de México y del Estado de Oaxaca.

135 años del Banco Nacional de México

En esta edición, y con motivo de la conmemoración del 135 aniversario de la fundación de Citibanamex, “el Banco Nacional de México”, se logró la reforestación del bosque de San Juan de Aragón, con la participación de 150 voluntarios, colaboradores del Citibanamex y jugadores de los Diablos Rojos del México.

En Oaxaca se reforestó la Reserva del Jaguar con la ayuda de más de 100 voluntarios, colaboradores y jugadores de los Guerreros de Oaxaca, quienes plantaron más de 2 mil 750 árboles de diferentes especies.

Exhibe el Museo Textil de Oaxaca colección de fajas y ceñidores tradicionales del mundo

  • Las piezas pueden apreciarse en las salas Grana, Añil, Coyuchi, Caracol hasta el próximo 18 de agosto, la entrada es libre.

Oaxaca, Oax.- Ceñir el paraíso – La colección de Tony y Roger Johnston, piezas textiles enfocadas principalmente en las fajas y ceñidores usados tradicionalmente en numerosas comunidades indígenas, se exhiben desde abril pasado en el Museo Textil de Oaxaca (MTO).

La exposción ilustra los paralelos que existen entre piezas textiles proveniente de México, Guatemala, la región andina y otras regiones del mundo, las cuales se pueden apreciar en las salas Grana, Añil, Coyuchi, Caracol, de dicho museo ubicado en el Centro Histórico de la ciudad.

Tony y Roger llegaron a la Ciudad de México en 1968. La vocación de Tony como escritora de libros para niños y la profesión de Roger como banquero les permitieron conocer a varios devotos del arte y las tradiciones populares, señala Alejandro de Ávila, curador de la muestra.

La joven familia viajó a muchos lugares remotos y atestiguó los cambios dramáticos en la vida de los pueblos indígenas durante ese periodo. En uno de sus primeros viajes, adquirieron una faja que visten las mujeres de Cuetzalan en la Sierra Norte de Puebla, adornada en un extremo con lana de colores encendidos.

De regreso en la ciudad, un amigo de Roger opinó que semejante tejido luciría bien sobre la tapa del WC. Indignados por ese comentario, y alentados por conocedores del arte textil como Irmgard Johnson, Ruth Lechuga y Donald Cordry, Tony y Roger comenzaron a reunir una muestra de las fajas y los ceñidores de todo México. Así nació la colección que Tony donó al MTO en 2017, y que ahora se exhibe como un homenaje a la visión y la generosidad de ella y de su finado esposo.

Entusiasmados por la belleza de los textiles que iban encontrando desde la Sierra Tarahumara en Chihuahua hasta los Altos de Chiapas, la colección fue creciendo año con año. Roger era particularmente perseverante y logró convencer a muchas personas para que le vendieran ejemplos sobresalientes, algunos de ellos en uso, otros guardados como recuerdos familiares.

Habiendo cubierto la mayor parte del país, los Johnston ampliaron la mira y empezaron a adquirir fajas, ceñidores y cintas para el cabello en Guatemala. De manera paralela, incorporaron a su colección prendas análogas de la gente hopi y navajo del suroeste de Estados Unidos, y también bandas ceremoniales tejidas por los pueblos originarios de la región de los Grandes Lagos en el sureste de Canadá, completando de esa manera un acervo excepcional, representativo de toda América del Norte.

La institución financiera donde laboraba Roger lo envió a La Paz, en Bolivia, así inició una nueva fase en la vida de la familia y así surgió un segundo núcleo de la colección, tan rico y tan variado como lo que habían reunido en México.

En la región andina, Toni y Roger explayaron su talento como amantes consumados de los textiles. A principios de los años 1980, recién llegados ellos a Bolivia, se daban a conocer los tejidos excelsos que varias comunidades aymaras del altiplano habían conservado durante cien o doscientos años.

En esas fechas algunas familias decidieron vender parte de su legado y los Johnston pudieron comprar ponchos, awayos (capas de mujer) y otras prendas ceremoniales, además de las fajas maravillosas que los seguían fascinando.

Viviendo en La Paz, emprendieron viajes a Perú, Ecuador y Chile, donde encontraron ejemplos adicionales, buscando siempre tejidos de excelencia. Años después, cuando la familia regresó a California, llevaba consigo una colección extensa y magnífica de fajas y ceñidores de toda América.

Hasta donde sabemos, no hay otra que se compare a ella en manos privadas o museo alguno.

Siempre inquieto, Roger se lanzó posteriormente a Bután, donde reunió un último conjunto de fajas, complementando las que Tony y él habían conseguido del sur de China, Indonesia, el centro de Asia, Turquía y Marruecos.

En 2016, segada la vida de Roger en un accidente de esquí, deporte que lo apasionaba, Tony tomó la decisión de donar el acervo entero a este museo, sumando casi mil piezas.

Ceñir el paraíso – La colección de Tony y Roger Johnston puede visitarse de lunes a sábado, de 10 a 20 horas, y domingo de 10 a 18 horas, la entrada es libre.

MÁXIMO MÉRITO COMO EGRESADO DE LA FACULTAD DE CONTADURÍA Y ADMINISTRACIÓN

La Universidad Nacional Autónoma de México, a través de la Facultad de Contaduría y Administración, celebra la entrega del reconocimiento al Máximo Mérito como Egresado al C.P. Alfredo Harp Helú y al L.A.E. Isaac Chertorivski Shkoorman, por su gran trascendencia en el ejercicio de su profesión y como una muestra de agradecimiento por enaltecer siempre el nombre de la Facultad y la UNAM.

Al entrevistar a don Alfredo Harp Helú sobre este reconocimiento, que fue entregado el 13 de junio de 2019, afirmó: “Me alegra compartir esta distinción con Isaac Chertorivski, que desempeñó un papel magnífico como presidente ejecutivo de Bacardí para América Latina y es un experto en estrategias del mundo de la mercadotecnia y la publicidad. Fue un extraordinario presidente de Fundación UNAM.” Don Alfredo recuerda que cuando tenía 16 años, en 1961, ingresó a la entonces Escuela de Comercio y Administración, ahora Facultad de Contaduría y Administración. “Por doscientos pesos al año (ahora veinte centavos), tuve la oportunidad de cursar mi carrera de contador público en la UNAM con los mejores maestros”. En la UNAM recibió una preparación que le permitió comenzar a ejercer sus conocimientos en sus primeros trabajos: en una fábrica de hilos y después el Despacho Price Waterhouse, donde profundizó sus conocimientos de auditoría e impuestos. La licenciatura le dio las bases sólidas para ingresar al mundo de los negocios financieros y, gracias a un esfuerzo disciplinado, logró ser agente de bolsa.

Harp Helú destaca que en 1971, “el trabajo conjunto con mi socio Roberto Hernández nos llevó a crear la casa de bolsa Acciones y Valores de México, que se volvió la más importante de nuestro país. Después adquirimos el Banco Nacional de México (Banamex) en 1991 y formamos el grupo financiero Banamex Accival, que en ese entonces era el más sólido del país”. A través de su Fundación, participa activamente en la Fundación UNAM desde su creación y ha otorgado más de 66 mil becas en el nivel licenciatura. Además apoya programas de educación a distancia, brigadas de salud, actividades culturales, ecológicas y deportivas, dotación de infraestructura, programas productivos, rescate de fondos documentales y bibliográficos, ayuda en desastres naturales y medio ambiente. En más de 25 años de colaboración, ha destinado más de 600 millones de pesos a la UNAM, porque está convencido de que hay que brindar más oportunidades a los jóvenes mexicanos, apoyar a la investigación y sobre todo fortalecer la educación.

Don Alfredo está orgulloso de recibir este reconocimiento, porque las siglas de la UNAM están grabadas en su vida y siempre ha admirado a esta institución como un semillero de esperanzas para México.

PALABRAS DE ENRIQUE GRAUE, RECTOR DE LA UNAM

Muy buenas tardes a todas y todos ustedes. Muchas gracias Dr. Leonardo Lomelí por acompañarnos en esta ceremonia, muchas gracias Dr. Juan Alberto Adame, honorario miembro de la junta de gobierno y representante de esta comunidad en las decisiones universitarias, muchas gracias por estar con nosotros. Maestro Tomás Rubio, muchas gracias por esta oportunidad de dirigirme a esta maravillosa comunidad.

Isaac Chertorivski, Alfredo Harp Helú, familias Chertorivski y Harp, deben sentirse muy, muy orgullosos de Alfredo y de Isaac, tan orgullosos o más de lo que estamos nosotros, de que sean miembros de esta comunidad, felicidades en verdad a todos ustedes.

Efectivamente, se decía que este año estamos cumpliendo 90 años de ser la Universidad Nacional Autónoma de México, esa ley del 29, por vez primera, contemplaba ocho facultades y entre ellas estaba la Facultad de Comercio y Administración, así llamada entonces. También nació con ella la Facultad de Economía y aquí están dos de sus mejores representantes.

Con la incorporación de esta facultad, México y la ahora ya, por el 29, Universidad Nacional Autónoma, apuntaban a una necesidad imperiosa: fortalecer el desarrollo económico de la nación mediante la formación de profesionistas (y oíamos que ya son 90 000 los títulos que ha expedido la Facultad) que fueran capaces de administrar, de vislumbrar oportunidades y de potenciar nuestras capacidades comerciales y de exportación. Desde entonces esta facultad ha estado en constante transformación como centro detonador del conocimiento en sus distintas disciplinas, y ésta ha sido la constante que la identifica.

Con los años esta escuela creó la división de investigación, se convirtió posteriormente en facultad y fue penetrando en forma determinante en todas las actividades económico administrativas de nuestra nación, ya fuese a través de convenios o por virtud de la acción de sus egresados, como es el caso. Esta influencia se ha dejado sentir en los distintos ámbitos fiscales, administrativos, contables y financieros necesarios para el correcto crecimiento económico de México.

En sus distintas etapas, la Facultad de Contaduría y Administración ha sido la gran protagonista del desarrollo y del conocimiento contable, a partir de 1957 en el ámbito de la administración, desde 1985 en el ámbito de la informática, y desde el 2017 en el de los negocios internacionales. Hoy la facultad de contaduría cuenta con más de 15 000 alumnos en licenciatura y más de 2 500 en especializaciones, maestrías y doctorados. Es su facultad una entidad pujante y en constante crecimiento, es también, y hay que decirlo, la más avanzada de nuestras escuelas y facultades en fortalecer el emprendimiento y el autoempleo, en facilitar instalaciones y docentes para propiciar que estos temas penetren en el resto del alumnado, y la más vanguardista de todas las entidades académicas en facilitar el desarrollo integral de sus estudiantes con eventos culturales y deportivos.

Esta comida es para celebrar entonces noventa años de éxito y superación, también sirve esta ocasión, como ya escuchamos, para entregar el Reconocimiento al Máximo Mérito como egresado de esta facultad a dos conocidos y muy distinguidos miembros de la comunidad universitaria: Isaac Chertorivski, egresado de la carrera de Administración, con una larga y destacada trayectoria, ya expresada por él, tanto en el sector público como en el privado, y siempre, siempre muy ligado a la universidad. Entre sus haberes, ya lo describían, ha sido secretario del consejo de administración del CCH Oriente, miembro del consejo directivo del Club Pumas, miembro del consejo directivo de la fundación UNAM, y su presidente. A Isaac Chertorivski, el tanque, como decía el señor director, le reconocemos su permanente inquietud por ayudar y acercar a la universidad a una gran cantidad de iniciativas, por eso hoy esta casa de estudio y sus egresados le brindan este reconocimiento. Felicidades Isaac.

Y Alfredo Harp Helú, contador público por esta facultad, ícono de los empresarios nacionales, mexicano ejemplar y filántropo de todo aquello que se identifique con nuestro país. Alfredo Harp, como yo lo conozco y como ustedes lo conocen, ha sido generoso con la salud, con la educación, con la cultura y con el deporte en nuestro país, particularmente con el beisbol mexicano, y en forma muy particular ha sido, como lo expresó, muy generoso con su universidad. En Alfredo creo que todos reconocemos su sencillez, su prudencia, su elegante caballerosidad con la que general y cotidianamente se desenvuelve, muchas gracias por ser como eres, Alfredo.

Hoy la Universidad Nacional a ustedes dos les quiere decir muchas, muchas gracias. Muchas felicidades a toda esta comunidad y nuestro reconocimiento por la historia que han tenido y por las contribuciones que han hecho a la universidad y a la nación, deben estar muy orgullosos porque a lo largo de noventa años, por nuestra raza ha hablado su espíritu, muchas gracias.

REFORESTAR, REFORESTAR Y REFORESTAR

Hoy más que nunca necesitamos cuidar el medio ambiente. En los últimos años, el mundo empezó a preocuparse por el daño que le hemos hecho a la Tierra. El planeta comenzó a presentar problemas como respuesta a las agresiones que durante miles de años ha recibido.

Las peores han ocurrido en la últimas décadas. Si alguien creyó que sólo era sensacionalismo y publicidad, se equivoca, el calentamiento global no deja ninguna duda de que algo muy serio sucede.

Sin dejarnos llevar por el discurso fatalista, es necesario prestar atención a las señales de alerta. El mes pasado vivimos niveles de contaminación alarmante y los incendios forestales fueron un infierno para México. Esto no es normal, ni tampoco el efecto invernadero, la crisis de agua, los glaciares que se derriten, el aumento de los desiertos, el consumo desequilibrado y la destrucción de la biodiversidad.

Sabemos que los problemas globales exigen soluciones globales, pero mi pregunta hoy es: ¿qué ha hecho usted ante esta situación? El escenario mejorará cuando cada habitante cambie sus hábitos. No perdamos de vista que el planeta que habitamos es el hogar de la humanidad, y que para alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales es necesario que cada uno sea parte de la armonía con la naturaleza.

Hoy esta armonía se concreta en una acción, una más de las miles que requiere el mundo, una que nos alegra: la Fundación que lleva mi nombre nos invita a pintar de verde los campos de Oaxaca con dos millones de árboles que hemos sembrado en los ocho viveros que hemos acondicionado para que florezcan las semillas endémicas de nuestro estado, porque esta tierra es increíble y forma parte del jardín de esperanza para las siguientes generaciones.

Alfredo Harp Helú,

Oaxaca de Juárez, 18 de junio de 2019

FONDO DOCUMENTAL “DON BENJAMÍN LADRÓN DE GUEVARA”

UNA COLECCIÓN DE PAPELES HISTÓRICOS DE LA CAÑADA DE CUICATLÁN

El lunes 10 de junio, en el marco del Día Internacional de los Archivos celebrado el día anterior, la BIJC recibió en donación una colección de documentos históricos de la Cañada de Cuicatlán, los cuales, una vez restaurados, estarán abiertos a la consulta pública.

Durante el Porfiriato, estos documentos pertenecieron a don Benjamín Ladrón de Guevara, destacado personaje de la Cañada. Don Benjamín (1849-1936) fue jefe político del distrito de Cuicatlán durante el Porfiriato. Como varios intelectuales rurales de su época, era un liberal radical, metodista y masón. Pero aparte de este perfil político y su importante presencia comercial en la Cañada, era también descendiente de una antigua familia de caciques de Cuicatlán y Quiotepec y, como tal, tenía en sus manos los viejos documentos familiares.

Don Benjamín era nieto de María Martina de los Ángeles y Monjarás (1786-1870), la última cacica de Cuicatlán. Fue en su tiempo que alguien de la familia –consciente del fin de los cacicazgos de origen indígena– elaboró una extensa historia familiar, justificando los antiguos derechos señoriales. Este y otros documentos anteriores nos guían de regreso en el tiempo, llegando a la sorprendente conclusión de que el primer ancestro identificable de la familia no era otro que Coatecuhtli (Nai ye en mazateco; Tico en cuicateco), el último gobernante prehispánico de Santiago Quiotepec, cuyo yerno, don Francisco Cortés Tecuhtochtli, recibió a Hernán Cortés a su paso por Quiotepec en los primeros años de la década de 1520.

Estos documentos fueron vistos por primera vez en 1957 por los antropólogos Roberto Weitlaner (1883-1968) y Eva Hunt (1934-1980), cuando la última hija de don Benjamín, llamada Guadalupe, aún vivía en Cuicatlán. Pero después de que doña Guadalupe se mudó a Mexicali junto con su hija, la maestra Celia Hernández Ladrón de Guevara, perdió la pista de los documentos. En 1990, una estudiante holandesa llamada Ilke Schouten logró ubicar a los familiares en Mexicali, quienes permitieron a ella y Sebastián van Doesburg estudiar los documentos. Más de dos décadas después, cuando la maestra Celia había regresado a su natal Cuicatlán, el futuro de la colección comenzó a ser un tema de preocupación, también porque la maestra había decidido quedarse sin hijos.

Finalmente, en coordinación con la señora Judith Camacho Hernández, sobrina de la maestra, se tomó la decisión de dejar los documentos en la Biblioteca Juan de Córdova, para así mantenerlos en Oaxaca y –después de la restauración de las piezas más delicadas– ponerlos a disposición de los investigadores.

Este conjunto documental en algún momento estuvo ligado a dos importantes documentos pictográficos de la Cañada de Cuicatlán: el Mapa de Quiotepec y el Códice Fernández Leal. Sin embargo, en la década de 1890, don Benjamín donó estos documentos a su amigo, el historiador oaxaqueño Manuel Martínez Gracida. El primer documento –ahora resguardado en la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia– muestra el momento en que la hija de Coatecuhtli, llamada 2 Muerte, y su esposo, recibieron a Hernán Cortés en su paso por Quiotepec en algún momento de la década de 1520. Al parecer, este documento fue elaborado por el hijo de la pareja, llamado Francisco de Monjarás, para ilustrar su reclamo por unas tierras de riego en el río Cacahuatal. El segundo documento –guardado en la Biblioteca Bancroft en California– trata de una importante epopeya prehispánica sobre la fundación del señorío de Papaloticpac-Tepeucila, y constituye una extraordinaria pieza literaria cuicateca.

En el evento estuvieron presentes la Dra. María Isabel Grañén Porrúa, presidenta de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, los directivos de la BIJC y representantes de la familia Ladrón de Guevara, generosos donantes de este conjunto de documentos. La BIJC agradece especialmente a la familia de la Sra. Judith Camacho Hernández por tomar la iniciativa para esta donación. Mariano Velasco, de la Dirección de Turismo y Cultura de Cuicatlán, invitó a los concurrentes y visitantes de San Pablo a disfrutar de unos deliciosos mangos manila de la tierra de don Benjamín. Durante el evento se presentó la exposición Fondo Don Benjamín Ladrón de Guevara, una colección de papeles históricos de la Cañada de Cuicatlán, que muestra una selección de los documentos junto con reproducciones del Códice Fernández Leal y el Mapa de Quiotepec.

Esta muestra estará en exhibición en el pasillo de la BIJC, hasta el 11 de septiembre de 2019.

ENTRE LA HISTORIA Y EL MITO: CHARLA CON MARÍA GARCÍA ESPERÓN

Antes de involucrarse plenamente con la literatura, María García Esperón se dedicaba al periodismo, al baile flamenco y a los guiones de radio y televisión. No obstante, su ingreso al mundo editorial ocurrió con toda naturalidad, como si siempre hubiera estado ahí, o como si reiniciara un ciclo que comenzó mientras estudiaba Letras Clásicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

Fernando Lobo: En el año 2004 ganas el Premio Barco de Vapor con tu primera novela, El disco del tiempo, una historia protagonizada por la arqueología.

María García Esperón: La trama parte de un reto arqueológico para el personaje central, que es una ingeniera mexicana: descifrar el Disco de Festos (una pieza de la edad de Bronce llena de símbolos cuyos significados son desconocidos hasta la fecha). Mi idea es que la literatura puede unir la herencia cultural, la memoria histórica, con esta época tecnificada en la que podemos volar o comunicarnos de inmediato con quien sea al otro lado del mundo. Es una revolución técnica y científica demasiado fuerte como para que no vaya junto a algo cultural. Algo grande. Que nos entendamos de nuevo europeos y americanos, que son las bases de nuestra cultura, y planteemos un nuevo encuentro y un nuevo inicio para generar un nuevo momento de civilización. Escribo con fervor.

FL: Publicado en 2010, Copo de algodón es un libro emblemático. Narra la conquista de México desde los ojos de una niña, una princesa mexica, Tecuixpo Ixtlaxóchitl, Flor blanca.

MGE: A mí me encantó la historia antigua siempre. Tanto la historia de Grecia y Roma y sus manifestaciones culturales, como la de los antiguos mexicanos y los pueblos originarios de América. Nací en la Ciudad de México, y ahí tuve mucha oportunidad de desarrollar esta sed que tenía por contemplar los antiguos monumentos, las piedras… es todavía un gusto. Iba mucho al Museo de Antropología, pedía que me llevaran también a ver las estelas del Parque Hundido: la ruta maya, la olmeca, eso era magia para mí. Fue una atracción plástica primero. Elementos que llaman a tu sensibilidad, creados por un conjunto de artistas. Construí el libro mirando el calendario azteca, llamémosle Piedra del Sol. Una iconografía en la que el sol está al centro y alrededor los signos de los días. Copo de algodón es un libro calendárico, quería hacer un ciclo de tiempo. Cuando estuve en la preparatoria y había que hacer un trabajo final, escogí la Verdadera historia de la conquista de la Nueva España, de Bernal Díaz del Castillo. Lo leí apasionadamente. Era como escucharlo. Fue tremendo.

FL: En un sentido estricto, no hay ficción en tus libros. El corpus de tu obra está compuesto por un amplio catálogo de mitología narrada e historia novelada. Tu último libro publicado es Diccionario de mitos de América, una compilación rigurosamente documentada que rescata leyendas desde Chile hasta las Islas Aleutianas. Podría decirse que esta literatura expresa el sitio en donde historia y mitología se entreveran.

MGE: Para nosotros los mexicanos, que somos herederos de ambas tradiciones, la historiografía dura, el mito que se introduce en nuestras vidas, en nuestras historias, en nuestros modos de ser y en la política, está todo entreverado. Prácticamente no lo puedes desencajar. Si contemplas la figura de Moctezuma, él estaba sumido en una cosmovisión donde el mito era crucial. El mito a su vez surge de la historia. El mito surge de la realidad.

Los mitos mexicanos de creación y destrucción del mundo surgen de eventos que hemos vivido nosotros con los sismos últimamente. Surgen, por ejemplo, de Cuicuilco, en donde el volcán Xitle hace erupción y entonces se termina el mundo. Los aztecas hablan de eras. Aquí no está implicada una noción del bien y el mal: “Te destruyo porque te portaste mal”, como en el juicio final, ¿no? No, la realidad es así: ciclos de creación y destrucción. Entonces, cuando llegan los españoles a este sistema mítico, oral, coincide con la leyenda de Quetzalcóatl, aunque después el emperador compruebe lo contrario. La llegada de Cortés estaba dentro de un calendario mítico, y dentro del tiempo vital que los aztecas sabían que se terminaba. Moctezuma entendía que este mundo había llegado a su cénit con él, que iba a ser destruido por el otro, para que a su vez comenzara otra cosa.

FL: Podría decirse que el mito tiene un sustrato de verdad histórica…

MGE: La Guerra de Troya es un ejemplo perfecto, porque durante siglos se pensó que era un mito por los cuatro costados, hasta que llegó un señor, un comerciante alemán, Heinrich Schliemann. Con la Ilíada en la mano fue y desenterró, no una Troya, sino siete. No era un arquéologo, era un amateur, pero con una pasión muy fuerte. Estas historias tienen un sustrato muy fuerte, y vas y lo encuentras.

FL: En la industria editorial, tu obra está catalogada en el segmento infantil y juvenil. ¿Escribes intencionadamente para ese público?

MGE: Yo jamás pensé escribir para niños y jóvenes. Fue el nicho en el que caí. Ese fue el nicho en el que era posible desplegar mis intereses literarios, y no la literatura adulta (vamos a llamarle “literatura adulta”). La literatura de mi generación iba por otros lados. Yo he sido una gran lectora de los latinoamericanos, me encanta Carlos Fuentes y Borges sobre todo, pero no compartí tendencia con mi generación, definitivamente no. Yo me alejé de la literatura de los 20 años a los 40, y me dediqué al periodismo y a mi otra pasión que es el baile flamenco, que tiene algo de literatura oral. Yo soy una escritora más oral que de libros. Entonces, lo infantil y juvenil me ha posibilitado llegar a muchos públicos, no necesariamente niños y jóvenes, sino que están los intermediarios, que son padres y maestros, que están muy activos ahora como difusores y promotores de lectura. Consideré que este saber tenía que volver. Si tú tienes un conocimiento de los mitos en estos dos mundos, el americano y el clásico, estás armado para la vida.

OAXACA: DIFUNDIR LA HISTORIA. UN SITIO PARA TODOS

Los archivos oaxaqueños conservan una gran variedad de documentos antiguos que alimentan las investigaciones y enriquecen el conocimiento histórico sobre temas sociales, políticos, económicos y artísticos de nuestro estado. Sin embargo, muchos de los hallazgos localizados en los acervos históricos quedan publicados en tesis o ensayos académicos sin que ese conocimiento pueda difundirse a un público más amplio.

En este sentido, la página de Facebook Oaxaca: difundir la historia lleva en el nombre su misión: investigar sobre la historia, el arte y el patrimonio de Oaxaca con rigor académico, y difundir el conocimiento a diversos sectores sociales de la ciudad y el estado de manera accesible.

La página está a cargo del área de Investigación de la FAHHO, que a la par difunde los diferentes proyectos de investigación que coordina con instituciones públicas y privadas: cursos a guías de turistas, talleres, el programa Patrimonitos, el seminario de investigación que reúne a estudiosos interesados en la historia de Oaxaca, entre otros.

Desde su lanzamiento el 1 de abril de este año hasta finales de mayo, la página ha publicado 27 notas sobre edificios, personajes y lenguas de Oaxaca, ofreciendo joyas documentales, muchas de ellas inéditas, y poniendo al alcance de todos los hallazgos en los archivos y bibliotecas nacionales e internacionales.

Hasta ahora, la respuesta ha sido positiva, pues hay mucha gente interesada en conocer más sobre su ciudad y estado. Leen, reaccionan, comentan y comparten las publicaciones, logrando uno de los objetivos de la página: crear lazos y relaciones entre las personas en torno a un interés común.

Te invitamos a darle Me gusta.

A DA VINCI

ADABI de México celebró el 9 de mayo de 2019 su XVI Aniversario en la Biblioteca de don Lorenzo Cossío en Coyoacán y gracias a Geoge Foulkes el día, o si se prefiere, la celebración, añadió sentido a la felicidad, pues iluminó el tejido que forman diversas nociones: el tiempo, la historia, el patrimonio documental y bibliográfico, así como la verdad de perogrullo de que son las personas –aún en las instituciones– a lo largo del tiempo las que dedican su vida a cuidar, a estudiar, a preservar los libros y los documentos. El relato de su propia historia, o la historia de su relación con los libros nos permitió festejar el aniversario por la sencilla razón de que el tema único de la jornada fue la memoria, que es la materia prima de ADABI de México.

El aniversario fue una verdadera ceremonia en la que George Foulkes nos habló de su condición de bibliófilo y, para enriquecer la narrativa de ese “estado”, acompañó sus palabras con algunos ejemplos de su vasta y notable colección de libros. Aquí la celebración recibió un regalo mayor: entre las pocas decenas de libros de la muestra una joya me deslumbró:

Trattato della Pittura di Lionardo da Vinci:

Tratándose de celebraciones, los 500 años de la muerte de Leonardo da Vinci adquiere el peso de la autoridad: y el Tratado, que corresponde a la edición de Nápoles de 1733, es una joya mayor.

Existen libros en la historia de la imprenta que son objeto de tal admiración que generación tras generación refrendan su luminosidad e influencia interminable. Pocos libros han sido tan estudiados como el Tratado de pintura, y sus misterios han desvelado a muchos eruditos por siglos. Cuando se tiene ocasión de ver y tener en las manos un libro de tan elevada importancia, la emoción y el privilegio otorgan su verdadera dimensión a las tareas que realizamos en ADABI de México.

Es la edición de 1733 del Tratado de pintura, realizada en la Stampería de Francesco Ricciardo, que es la sexta en la serie que forman las grandes ediciones, 16 entre 1651 y 1897. La belleza de este libro, la importancia en la historia de la cultura del mundo, lo hacen una verdadera maravilla en el riquísimo corpus editorial que rodea la obra de Leonardo da Vinci.

Aunque merecen nota aparte y más amplia en el aniversario del medio milenio que ha transcurrido desde la muerte de Leonardo (1519), saludamos dos libros monumentales alrededor del Tratado de Pintura: Claire Farago, Janis Bell, Carlo Vecce. The Fabrication of Leonardo da Vinci’s Trattato della pittura. Whith a scholarly edition of The Italian Edition Princeps (1651) and an anotated english translation. Por otra parte, la propia Claire Farago introduce y edita un gran libro: Re-Reading Leonardo: The Treatise on Painting across Europe, 1550-1900. En el que explora junto con un nutrido grupo de expertos la presencia del libro en Italia, Francia, España, Holanda, Alemania, Flandes, Inglaterra, Grecia.

ADABI celebrando a da Vinci: felicidad por los cuatro costados (continuará).

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