Polvo de agua

Oaxaca es reconocida por su cultura y tradiciones: es un mundo de colores y sabores donde cada rincón está impregnado del mundo artístico que lo rodea: tanto la gastronomía como el arte popular son considerados patrimonio inmaterial de la humanidad; junto a cada uno de los artistas –escritores, pintores, escultores– que han conformado este patrimonio han dejado una huella para la eternidad.

José Luis García, por ejemplo, nació en la ciudad de Huajuapan de León el 13 de octubre de 1955. Fue alumno de los pintores Arturo García Bustos y Rina Lazo. En la actualidad, José Luis es pintor, muralista, escritor y ceramista; ha sido reconocido por los importantes aportes que ha dejado como legado de su gran pasión. Al concebir cada una de sus obras busca la conexión de la cosmogonía personal y la transformación de la tierra en bellas obras, utilizando los cuatro elementos de la naturaleza, que dan como resultado la fijación de los colores de la tierra que dan vida a sus obras. Parte de su obra, incluso, se produce gracias al mar, al utilizar tinta de caracol púrpura; también hace acopio del azul añil y la grana cochinilla.

En su obra desarrolla técnicas como el encausto, que es la mezcla de cera y resina sobre un soporte rígido para pintar con ella sobre un muro; el fresco, al cubrir la pared de yeso con varias capas de cal y, estando húmeda la última de ellas, pinta sobre ella; el barro bruñido, que consiste en frotar y pulir totalmente las piezas para lograr una textura lisa. Su obra mural la acoge el Estadio de Beisbol Alfredo Harp Helú, la Universidad La Salle Oaxaca, la Biblioteca Infantil BS, el museo y palacio municipal de Huajuapan de León, entre otros importantes edificios. Ha expuesto en el Centro Cultural Casa Lamm, el Centro Cultural Santo Domingo, Museo de la Ciudad de México, Presencia de Oaxaca en China, la Habana Cuba, Singapur, Corea, entre muchos más.

Te invitamos en este andar para que conozcas las obras del Mtro. José Luis García que actualmente se encuentran en Andares del Arte Popular; te esperamos en Independencia 1003.


Laboratorio de Gráfica: celebrando a Rufino Tamayo

Andrea tenía 12 años cuando encontró en la gráfica una infinidad de posibilidades para expresarse a través del arte. Los días de trabajo como integrante del Laboratorio de Gráfica del Museo Infantil de Oaxaca y del Taller Tamayo se convirtieron en meses; la pasión, aunada a su constancia, le permitió aprender técnicas del grabado que contribuyeron a construir su manera de interpretar y recrear la vida cotidiana.

En Oaxaca, el arte gráfico se ha consolidado como un pilar de la identidad visual del estado, pues estas representaciones cubren las calles con narrativas derivadas de diferentes realidades, con técnicas tan vastas y bellas que inundan nuestro entorno. En ese sentido, podemos comprender cómo el arte gráfico forma parte del referente visual de los niños y niñas oaxaqueños, de tal manera que llega a ser una herramienta de creación y fortalecimiento de la identidad, tanto personal como grupal, con raíces arraigadas al lugar de donde venimos, tal como hizo el pintor, cuyo natalicio festejamos el pasado 25 de agosto.

A decir de Gilda Genis García, maestra y tallerista de nuestro Laboratorio de Gráfica, la conservación del arte oaxaqueño depende de la oportunidad de acceso de los niños y las niñas al arte que se realiza hoy día en nuestro estado, y se podrá innovar en la medida en que se brinden las herramientas y un entorno amigable para experimentar y encontrar su propia voz.

Dentro del compromiso de crear un espacio para el juego libre y desarrollo creativo para las infancias, el MIO, en colaboración con el Taller Tamayo, busca que los niños y niñas sean capaces de aprender técnicas para crear por sí mismos sus propias historias y concepción del entorno desde el arte gráfico.

Andrea, a tres años de ingresarse al Laboratorio de Gráfica, con 15 años y nuevas responsabilidades escolares, ya no forma parte de este taller. Sin embargo, mantiene contacto con Gilda y participa de manera independiente en muestras y exhibiciones de gráfica. Ella recuerda con mucho cariño al MIO como el primer lugar en el que los claros lienzos se llenaron de tinta con la presión del tórculo.

Desde el 2017, el Laboratorio de Gráfica ha contribuido a la noble tarea de sembrar en niños y niñas pequeñas semillas de amor por las expresiones artísticas de nuestro estado, cuyos alcances personales
en el mundo de la gráfica han sido cosechados mucho más allá de los alcances del museo, pero que llenan de un indescriptible sentimiento de orgullo.


La barda blanca

La calle Macedonio Alcalá corre desde Avenida Independencia hacia el norte de nuestra capital, atravesando la Calzada Héroes de Chapultepec y adentrándose en uno de los barrios más emblemáticos de Oaxaca: Xochimilco. Luego se convierte en la calle Genaro Vásquez y remata sobre José López Alavez. Al llegar a este punto, solo quedan dos opciones para andar: hacia la izquierda, rumbo a la Biblioteca Infantil de Oaxaca, un hermoso lugar que recuerdo perfectamente porque, hace años, mi papá alquiló ese lugar durante unos meses por el simple gusto de tener un espacio para disfrutar de la tarde y para que sus hijos corrieran y jugaran trepándose a los árboles. En ese entonces era una pequeña casa, muy humilde, con dos cuartos y un baño, si no mal recuerdo, pero con un increíble terreno con ciruelos, naranjales, guayabos, nísperos, toronjales; en la parte de atrás había un lugar donde se daba café, el sitio era un paraíso para nosotros como niños.

Avanzando en el tiempo, y regresando al punto donde convergen la calle de Genaro Vásquez y José López Alavez, la segunda opción es andar hacia la derecha, rumbo a los arquitos de Xochimilco. Recuerdo una barda pintada de blanco, ubicada como a 20 metros del punto en cuestión, sobre la que había un poema con partes borrosas y manchadas, pero que era totalmente legible:

Peldaños y más peldaños,

peldaños tiene la vida:

segundos, minutos, años

de existencia dolorida.

Inconscientes los trepamos,

añorándolos bajamos,

y en este vivir ignoto

no sabemos, dar el paso,

si el escalón está roto…

Ese poema me lo aprendí de memoria y me lo sé desde entonces; recuerdo a la gente que iba pasando sobre la calle, pensaba que debían ser vecinos del barrio y les preguntaba acerca del poema, pretendiendo que todos debían conocer la razón por la que se encontraba ahí, pero nadie me dio razón.

Sin embargo, mi curiosidad no terminó ahí. Me atreví a tocar algunas puertas y preguntar sobre el texto. Lo más que pude averiguar –gracias a un señor– fue que el escrito pertenecía a un poema más extenso que hacía muchos años habían plasmado sobre las paredes de todo Xochimilco, pero que se habían ido perdiendo porque algunas bardas se cayeron y otras fueron retocadas por sus dueños, esta era la única que permanecía.

Aunque muchas veces intenté indagar sobre el autor, no tenía ni siquiera el título del poema, así que, durante todos estos años me fue imposible conocer el texto completo. Hasta ahora, gracias a la bendita música.

Mientras veía un video de Eugenia León mi cabeza se reactivó y recordé una plática que tuve, hace muchos años, acerca de aquella barda, con un amigo muy letrado. Él mencionó otro fragmento del poema y la palabra “cotompintero”, además, se ofreció a buscar el poema, pues estaba seguro de que lo tenía en algún lugar de su casa. Con el tiempo, dejé de ver a mi amigo y no le di el seguimiento a mi búsqueda.

Pues bien, con el video y el abrupto golpe de memoria, me di a la tarea de terminar lo que surgió hace muchos años respecto a esa barda. Pero antes debo platicarles del cotompinto.

El cotompinto es una lotería popular que se jugaba en Oaxaca, en la época decembrina, en los famosos “chachahuales”, y es gracias a todos sus elementos que ahora forma parte del acervo tradicional del estado.

Oaxaca se ha distinguido por sus tradiciones, usos y costumbres, pero también por las festividades religiosas. Anteriormente, durante el mes de diciembre, se empleaba casi toda la Avenida Independencia –desde el Jardín Morelos hasta la Alameda– para instalar juegos mecánicos, puestos de antojitos, golosinas, artesanías y, de manera muy especial, esos añorados “chachacuales”.

El cotompinto reunía a familias completas para divertirse, con la única ilusión de ganar un objeto decorativo: una jarra de vidrio con vistosas flores, una olla de barro negro, la figura en barro de una virgen o un santo, un marranito de alcancía, entre otros. Se trata de una lotería conformada por figuras coloridas y cercanas a los gustos y preferencias populares, relacionadas con nuestro diario vivir y convivir, como flores, instrumentos musicales, animales, representaciones de la muerte, el sol, la luna y las estrellas, etcétera. Las cartas son 55 y por eso el grito inicial del versificador –o juglar al que se le llamaba cotompintero– dice:

A nadie les hago mal

ni tampoco me les hinco,

traigo coplas pa’ cantar

como unas cincuenta y cinco.

Sacaba las cartas al azar y una vez que elegía una, gritaba:

Comienza y va comenzando

y vayan adivinando…

¡Ya salió la Luna blanca

alumbrando el callejón,

salieron las moloteras,

brincando como ratón!

Para la gente que no entendía a la primera, pero sobre todo para los niños que buscaban en la mirada de sus padres de qué carta se trataba, y para hacer más emocionante el juego, el auxiliar del cotompintero gritaba: “¡La Luna!”, y los jugadores que tenían en su tablita esta imagen se apresuraban a poner encima el grano de maíz o de frijol que se había distribuido con antelación. Otras figuras de las cartas eran:

Don Ferruco en la Alameda

está que se cae de risa,

al ver a los catrincitos

de levita y sin camisa.

¡El catrín!

La escalera se te rompa

y caigas de arriba abajo

enrollando tu tortilla

y comiendo tu tasajo.

¡La escalera!

La sirena encantadora

al regalo de la mar

con una voz seductora

va a comenzar a cantar.

Sirena, qué triste cantas

y atormentas al jilguero,

¿por cuánto me das un beso

y otro a mi compañero?

¡La sirena!

La muerte pelona y flaca,

sentada en un muladar

comiendo huesitos tiernos

para poder engordar.

La muerte a nadie perdona

sean feas o bonitas;

todas al hoyo se irán,

también las arrugaditas.

¡La muerte!

Como vemos, el juego del cotompinto tiene mucho de ritual y pintoresco, sobre todo, una fuerte tradición oaxaqueña que quedó inmortalizada por el poeta oaxaqueño Esteban Avendaño Chávez, quien escribió un poema “El cotompintero de la vida”, para los Juegos Florales de 1937, un certamen literario creado por el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca que nació en el marco de la celebración del primer centenario del natalicio de Benito Juárez, en 1906. En este encuentro se premiaba a las obras en prosa, a la manera de ensayos, y en verso, es decir, la poesía. Y ese era el “poema” cuyo fragmento estaba escrito en aquella barda blanca.


Transformar la capacitación para la conservación de archivos históricos

La transmisión del conocimiento es esencial para la construcción de buenas y mejores prácticas en todos los ámbitos del desarrollo humano, y la conservación de los acervos documentales no es la excepción. Por ello, parte del compromiso de Adabi de México para apoyar a archivos y bibliotecas ha tomado la ruta de la capacitación, ya sea para concientización al público en general, para formar personal técnico o para la actualización del personal a cargo de acervos documentales.

Por este motivo se ha desarrollado el Diplomado en Conservación de Archivos, el cual consta de módulos secuenciales que tienen como objetivo brindar las nociones básicas en conservación preventiva, y que es impartido en una modalidad híbrida, es decir, en línea y de manera presencial.

Actualmente, este diplomado se encuentra en su etapa inicial, y cuenta con la participación de personal del Archivo General de estado de Yucatán, del Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Yucatán y del Archivo Histórico del estado de Puebla. La conformación de este diplomado ha sido posible gracias a la colaboración de estas instituciones, en conjunto con Adabi de México, mediante el Centro de Conservación, Restauración y Encuadernación, el CCRE.

Fue gracias al interés de dichas instituciones de formar al personal que se integrará al área de conservación del propio archivo, o bien para que el personal experimentado con el que ya cuentan tenga la oportunidad de actualizarse y enriquecer su práctica actual. Por lo tanto, este diplomado está enfocado específicamente a trabajadores que ya forman parte de los archivos, quienes diariamente han estado en contacto con la documentación, ya sea en áreas de organización o en talleres, desde sus distintas formaciones, como la historia, el periodismo, entre otras. A diferencia de un curso o diplomado dirigido al público general –o a personas con prospectos de incorporarse laboralmente al ámbito de la conservación en bibliotecas y archivos– se está aprovechando la plantilla ya existente en las instituciones, por lo que no cabe duda de que los beneficios regresarán al mismo archivo a través de la capacitación que implica una inversión de tiempo y esfuerzo de todos los involucrados.

Normalmente se habría dado este diplomado de manera presencial, sin embargo, la situación actual llama a tomar otras medidas y adaptarnos, eligiendo la modalidad híbrida para minimizar los riesgos a la salud, sin desaprovechar el compromiso y fin último de las instituciones, que es la salvaguarda de los documentos que custodian. La modalidad híbrida ha abierto la posibilidad de reunir a integrantes de diferentes instituciones y lugares de la República, favoreciendo una dinámica en la que se da el aprendizaje y la retroalimentación a distancia en los temas que esencialmente permiten este intercambio en línea. También se tendrán prácticas presenciales en un tiempo acotado, en vista de que los procedimientos a realizar implican la interacción directa con la colección.

Durante la parte práctica se ejecutarán dinámicas donde el capacitador interactuará, mano a mano, con los participantes para favorecer el trabajo en equipo: dichas dinámicas requieren de un desempeño físico, del cuidado en la manipulación de los expedientes, el uso específico de las herramientas, el reconocimiento táctil de los materiales, entre otros.

Tanto asistentes como capacitadores han tenido un aprendizaje: los primeros al introducirse a temas nuevos y abordarlos desde otra perspectiva, y los capacitadores adaptando los contenidos que con anterioridad se impartían de manera presencial, para dotarles de un dinamismo distinto. Se espera que el diplomado brinde beneficios tangibles a corto y mediano plazo en la conservación de los archivos involucrados.


Editorial

¿Qué es lo que apremia en el día a día de las filiales de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca? Podríamos responder que la labor con y para el desarrollo de las infancias, en el caso de la vasta Red de Bibliotecas BS, del Museo Infantil de Oaxaca y del programa Seguimos Leyendo; el rescate, la restauración, conservación y difusión de los edificios y documentos —otro tipo de construcción— históricos, como nos han demostrado la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, el Taller de Restauración y Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas, Adabi de México, A.C., o el estudio y fomento de las técnicas ancestrales de tejido, teñido y bordado de prendas y tapices, como hace el Museo Textil de Oaxaca. La Fundación se enfoca también en la restauración del medio ambiente con la continua donación de árboles a la sociedad civil, y la reforestación destinada a las comunidades (con la plantación de más de cinco millones de árboles al año).

En esta entrega del Boletín Digital de la FAHHO celebramos los 24 años de la creación de la única biblioteca en México especializada en filatelia: la Biblioteca José Lorenzo Cossío y Cosío, creada por el filatelista de quien toma el nombre y albergada por el Museo de la Filatelia de Oaxaca, los invitamos a leer este artículo. También nos alegra compartirles la entrega que realizó la Conferencia del Episcopado Mexicano de la Medalla San Rafael Guízar y Valencia a Adabi de México, A.C. Fabiola Monroy encargada del área de difusión de esta asociación— escribe una breve crónica del día de la premiación, y Candy Ornelas —del área de archivos eclesiásticos— hace un recuento breve, pero necesario, de la historia del rescate de los archivos que ha realizado Adabi.

Más adelante se encuentra un texto de Boris de Jesús García Ildefonso, originario de Huautla de Jiménez, quien realizó su servicio social en el Museo Textil de Oaxaca y comenzó una investigación relacionada con las prendas y los diseños que se plasman en la vestimenta tradicional de su tierra. Y desde Andares del Arte Popular, Xally Méndez nos habla de sus primeros acercamientos con el barro y cómo inició el proyecto Madre Toh. Como podemos observar hasta aquí, los proyectos que inicia cada una de las instancias de la FAHHO tienen como objetivo mostrar al público interesado el resultado de nuestras labores.

Desde la Casa de la Ciudad y el Taller de Restauración nos hacen un llamado a pensar las prácticas de construcción y vivienda con las que hemos convivido desde antaño y que se reconfiguran hoy en día: la primera instancia nos comparte una entrevista con una vecina del Centro Histórico que fue desalojada de su edificio, mientras que el Taller de Restauración nos describe cómo ha sido el proceso de renovación de las construcciones en tres comunidades beneficiadas por la FAHHO.

También te invitamos a leer el artículo de la Academia de Beisbol, en el que Guadalupe Sánchez, psicóloga deportiva de este recinto, nos narra cómo se relacionan los jóvenes prospectos con un exjugador de grandes ligas: Ty Gainey. No dejes de leer el artículo de Seguimos Leyendo que nos trae una entrevista por demás necesaria sobre la música y la primera infancia, así como la colaboración de Adabi Oaxaca, en la que nos narran un pleito de antaño entre un alcalde mayor y el pueblo de Telixtlahuaca.

Desde todas las sedes y filiales de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca continuamos trabajando, seguimos sintiéndonos próximos a nuestros lectores y visitantes, y agradecemos que mes a mes busques este boletín informativo.


Al pasar las páginas…

Han transcurrido 24 años desde que se creó la biblioteca especializada en filatelia, y quizá un poco más desde su acertada planeación, al saber de la existencia del extraordinario acervo que don José Lorenzo Cossío y Cosío conservaba en su biblioteca particular ubicada en Coyoacán. Conformó dicho patrimonio bibliohemerográfico a lo largo de varios años, mientras se dedicaba a tan preciado pasatiempo. La donación del acervo al recinto –aún en construcción– fue posible gracias a su hijo, Manuel Onofre Cossío Gabucio, luego de considerar la adecuada gestión para el traslado de los materiales al nuevo espacio, la organización de la colección, así como el diseño del lugar para su resguardo en un atinado mezzanine, sin dejar de lado la asignación del nombre de la biblioteca, en honor a quien contribuyó al estudio y reconocimiento de la filatelia mexicana.

Desde 1998, la biblioteca José Lorenzo Cossío y Cosío del Museo de la Filatelia de Oaxaca, resguarda el acervo más importante de literatura filatélica en México, pero ¿qué ha pasado en todo este tiempo? Año con año se adquieren ejemplares especializados, por ejemplo, libros que son consultados para la clasificación y catalogación de timbres postales, obras del género epistolar o temas afines a la historia postal, arte correo, diseño postal y literatura infantil cuyo tema central es el correo.

Actualmente, la colección del Mufi cuenta con más de 77 publicaciones generadas por el museo, de las cuales 17 están disponibles de manera digital en la plataforma Issuu, además de tres materiales creados con fines didácticos.

En lo que refiere a las donaciones, debemos mencionar la colección de la biblioteca de la Asociación Mexicana de Filatelia, AMEXFIL, que en 2012 se integró al acervo del Mufi; así como las constantes donaciones que realiza el arqueólogo y filatelista Marcus Winter, principalmente de la revista American Philatelist; la reciente donación del especialista Marcelo Villarreal –que aún continúa– y con la que además de literatura filatélica se está generando una colección especial sobre museos. Entre los materiales donados siempre se encuentra un par de ejemplares relacionados a la numismática, por ello también creamos una pequeña colección que aborda este tema.

La biblioteca ha recibido a grupos escolares de nivel básico y medio, universitarios, investigadores, curadores, filatelistas expertos y en formación, así como a distinguidas personalidades del ámbito cultural y visitantes de todo el mundo, incluso a aquellos que eligieron específicamente la ciudad de Oaxaca como destino turístico para conocer el Mufi. Este último fue el caso de un capitán mercante que, durante su travesía en altamar, se enteró del museo por internet y tuvo a bien visitarnos durante sus vacaciones. Al entrar a la biblioteca, después de observar las colecciones en la Bóveda, entabló conversación y compartió el motivo de su visita, recordé el título de un libro que sería de su interés, Trieste Venezia il vapore nell´ottocento (Trieste Venecia: el vapor en el siglo XIX) y le recomendé su lectura. Después de hojearlo expresó tremendo asombro, pues jamás imaginó que encontraría temas afines a su colección.

El espacio de la biblioteca ha dado lugar a diversas actividades generadas en el museo, por mencionar solo algunas: el Club filatélico Mufi, que reunía a coleccionistas para clasificar, organizar e intercambiar timbres postales; los talleres de caligrafía y seminarios; las exhibiciones temporales de las colecciones temáticas del Servicio Postal Mexicano, Correos de México y las que de manera permanente muestran algunos de los reconocimientos otorgados por la participación del Mufi en exposiciones filatélicas nacionales e internacionales, así como las medallas obtenidas en la categoría de Literatura Filatélica.

Cabe mencionar que la biblioteca José Lorenzo Cossío y Cosío es un punto de encuentro que reúne al personal de las bibliotecas que conforman la Red de Unidades de Información de Oaxaca, RUIO, ya sea en reuniones mensuales o como parte de las actividades realizadas en los foros itinerantes que desde hace ocho años se realizan en el mes de julio, así como la Noche de Bibliotecas que se lleva a cabo en octubre, sin dejar de mencionar algunos cursos impartidos para la formación de bibliotecarios.

Después de 23 años consideramos que era el momento propicio para que los libros de la colección tuvieran su marca de propiedad. Tuvimos un par de propuestas de Ex Libris y seleccionamos aquella que conjuntara elementos filatélicos, eligiendo la técnica de aguafuerte sobre papel de algodón para los libros de pasta dura. Para los libros con las pastas blandas, se añadió una propuesta más de Ex Libris con técnica de linograbado sobre papel cultural. Una vez elaboradas se realizaron las pruebas pertinentes para su pegado.

Y al pasar las páginas disfruto cada día la lectura en voz alta. Me gusta compartir con los visitantes lo que he aprendido acerca de la filatelia: clasificación, variedades y conservación de timbres postales, así como algunos datos curiosos que he encontrado entre las páginas de los libros del Fondo Cossío. La sensación de percibir la fragancia de un libro y descubrir la magia de cada motivo plasmado en un trozo de papel con dientes queda libre en cada lector.


Regresar a la comunidad

Es temprano y estamos platicando sobre la continuidad y transformación de los xó indó (‘patrones de bordado’) en una pequeña casa de lámina con un techo de dos aguas, muy al estilo mazateco. En la construcción de al lado se escucha cómo se preparan tortillas de mano mientras el humo del fogón inunda el espacio; tal vez los restos de la leña carbonizada se utilizarán más tarde como insumo para transferir los dibujos a los lienzos de algodón.

Julia se encuentra recargada sobre una mesa y en el piso yacen agrupados motivos de papel que retratan aves, flores y animales domésticos, algunos están plasmados en hojas de periódico casi por deshacerse. Junto a su familia, ella se ha encargado de crear, preservar, transmitir y renovar los patrones de bordado: tres generaciones de mujeres le preceden en el oficio de dibujantes.

Todo comenzó con la suegra de su abuela hace más de ochenta años; cuando ambas caminaban al mercado de Huautla a vender sus creaciones en los domingos de plaza. Actualmente, Julia es la encargada y los comercializa en la plaza de San Andrés Hidalgo, en el mismo municipio. Estas pláticas que tenemos giran en torno a una investigación sobre la iconografía textil.

Uno de los objetivos particulares de mi servicio social en el Museo Textil de Oaxaca ha sido crear un catálogo iconográfico de los huipiles mazatecos que se encuentran en su acervo, por lo que estas conversaciones con Julia son fundamentales. Los huipiles que se analizaron representan, al menos, a cuatro generaciones de creadoras: sus formas de entender el mundo y el territorio yacen plasmados sobre ellos. Cada naxó (‘flor’) y nise (‘ave’) bordada nos da cuenta de lo importante que es la naturaleza. Cada patrón está asociado también a las entidades sagradas que habitan los pozos, las grutas y los barrancos, a ellas se les entregan aves vivas – como guajolotes y gallos– a modo de ofrenda para el buen trabajo, las cosechas y el dinero. He ahí tal vez uno de los significados de las aves que surcan nuestros textiles.

Con la ayuda de Julia y su mamá pudimos analizar las fotografías de los huipiles que meses atrás había visto en el acervo del MTO, les recordaron a su mamá y abuela, su especial forma de crear cada dibujo, y conforme íbamos avanzando los huipiles les parecieron más conocidos; varios dibujos, incluso, eran de su autoría. Pienso que esta manera de regresar a la comunidad una pequeña parte de su acervo es de gran importancia, teniendo en cuenta siempre que la vestimenta ha sido una forma de autonomía, resistencia y constante transformación; sin embargo, en nuestras comunidades no cesan los procesos de despojo, extractivismo, precarización laboral y narcotráfico, violencias que atentan contra la vida y el territorio que habitamos.

En conclusión, las investigaciones que realizamos desde nuestras propias comunidades deben apostar por el trabajo en colectivo, reforzando el aprendizaje y la enseñanza entre las diferentes generaciones, así como la recuperación de los xo´n indo (‘patrones’) y la dignificación de una labor casi olvidada.

*Originario de Huautla de Jiménez.


Nuestros vecinos salvajes

La ciudad se encuentra en un proceso de rápido crecimiento espacial y demográfico, lo que ha generado impactos profundos en el funcionamiento de los ecosistemas naturales en los que se asienta, ya que predomina –como característica general– la poca cantidad y calidad de espacios verdes y sus conexiones, como los corredores naturales. Por otro lado, también es el hábitat de muchas especies no humanas; incluso sin que estos lo perciban o lo deseen, la fauna hace de la ciudad su hogar, desempeñando múltiples servicios ambientales y beneficios que contribuyen a la salud y equilibrio de la urbe misma, como la polinización, dispersión de semillas, el aprovechamiento y la degradación de los desechos urbanos.

La presión sobre los recursos naturales por parte de la ciudad y sus habitantes es creciente; los espacios no construidos –o espacios restantes– como cerros, arroyos temporales, parques, lotes y relictos verdes se convierten en el hogar de numerosas especies vegetales y animales que comparten el agitado espacio urbano, enfrentando todo tipo de transformaciones que restringen, a cada metro cuadrado, sus posibilidades de permanencia, y aun así, persisten adaptándose a los retos que la mutación de su hábitat les impone constantemente.

Las ciudades cumplen con una estructura como sistema urbano concebido desde una perspectiva antrópica, es decir, creado para uso y beneficio del ser humano, sin contar con la fauna y la flora salvo que los utilice dándole, entre otros, usos ornamentales (y en su gran mayoría a especies exóticas y muy pocas nativas o locales). Estos espacios son un sistema complejo, necesitan de la naturaleza más allá de garantizar su misma persistencia. Al ser sistemas energéticamente incompletos, las urbes dependen de territorios adyacentes e incluso lejanos, además, necesitan de la naturaleza en el interior –desde los servicios ambientales que la flora, fauna y suelo le puedan proveer– para lograr una estrecha convivencia entre el ambiente natural y el construido, relación de la cual se pueden obtener beneficios, aunque habitualmente no sean reconocidos o valorados, por lo regular, porque no se sabe de ellos. Cabe resaltar que las áreas verdes en la ciudad sirven como amortiguadores y reguladores de la temperatura, además, reducen los niveles de contaminación por ruido y el CO2, proporcionan el hábitat para la fauna silvestre y son espacios que brindan una belleza escénica a los usuarios, quienes recibimos un servicio ecosistémico que no siempre valoramos.

La recolonización de los espacios urbanos por nuestros vecinos silvestres es una paradoja: los animales están confinados por infraestructuras que cuartean sus espacios naturales y les imponen restricciones de movilidad. En esta larga temporada de pandemia muchos salieron de su aislamiento; al estar confinados los seres humanos se favoreció en cierta forma a que disminuyera la presión e impacto que ejerce nuestra vida cotidiana en el ambiente, lo que es una forma sencilla de demostrar que cuando se frena la presión urbana (tráfico, ruido, luces, movimiento…) la naturaleza nos demuestra que tiene una gran capacidad de reacción, tanto para lo malo como para lo bueno.

A principios de este año comenzamos un proyecto de monitoreo en la BS Biblioteca Infantil de Oaxaca, sede Xochimilco, que tiene la finalidad de conocer a nuestros vecinos salvajes, saber quiénes están presentes en el área, la frecuencia con que aparecen y el uso del espacio que realizan. A pesar de encontrarse en una zona urbana rodeada por casas y avenidas muy transitadas, es sorprendente lo que hemos encontrado. Su ubicación cercana a una pequeña área rodeada por árboles y a una cuenca hídrica temporal –que mantiene una pequeña estructura de vegetación– contribuye en gran medida a que mucha fauna esté presente, oculta a simple vista, pero con una función interesante, ya sea como refugio, área de anidación, espacio de alimentación o como un pequeño corredor biológico en pleno centro urbano.

En esta área se ha detectado la presencia de cerca de 15 especies de aves (loros, colibríes, calandrias, primaveras, gorriones, tortolitas, zanates, golondrinas, carpinteros, chogones, entre otros), mamíferos silvestres (murciélagos, ardilla y cacomixtle) y una gran población de gatos –considerada, sin embargo, como especie feral que pone en riesgo a la población de animales silvestres–: todos estos organismos interactuando en un pequeño espacio en el que día con día descubrimos más sobre ellos y sus fascinantes encuentros dentro de la biblioteca.

Seguramente a ti te ha pasado lo mismo, sobre todo ahora, percibimos de otra forma nuestro entorno: luego de una larga temporada de encierro fue factible, en muchos casos, lograr estar más atentos y conocer un poco más de nuestros vecinos silvestres, pasar largo tiempo tras la ventana añorando salir ha sido un excelente pretexto para percibir a aquellos que pasaban inadvertidos en nuestras agitadas y caóticas vidas.

Ahora es un buen momento para conocer a nuestros vecinos silvestres: generemos ciencia ciudadana usando plataformas digitales disponibles (como Naturalista) en las que puedes conocer algunos de los encuentros que hemos compartido, además, si visitas la BS Biblioteca Infantil de Oaxaca puedes contribuir con registros.

Poco a poco iremos descubriendo la vida natural que habita la biblioteca y con estas herramientas las conoceremos con mayor detalle. Así que eres bienvenido a sumarte a esta aventura y formar parte de la enorme comunidad de naturalistas que participan en una gran red internacional.

¡No te pierdas este video que preparamos para ti!


Revisa algunos de los títulos dedicados al medio ambiente que tenemos en la Red de Bibliotecas Infantiles BS, ubica tu biblioteca más cercana ¡y no dudes en visitarnos!

Consulta nuestras observaciones en la siguiente dirección: https://www.naturalista.mx/projects/biodiversidad-de-la-bs-biblioteca-infantil-de-oaxaca

*Biólogo. Tutor naturalista del estado de Oaxaca, CONABIO-INaturalist y colaborador de la Red de Bibliotecas BS



Reconocen el trabajo de Adabi
con la presea San Rafael Guízar y Valencia

Dentro de las actividades de la CXII asamblea general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas, Adabi de México, A. C. fue reconocida por este organismo colegial con la Medalla San Rafael Guízar y Valencia por el trabajo desarrollado a favor del rescate y conservación del patrimonio documental de esta histórica institución.

Esta labor inicia con el principio mismo de la asociación, ya que desde otras instituciones ya se tenía la certeza de la vulnerabilidad de los archivos eclesiásticos, en particular de los generados por las parroquias.

Monseñor Rogelio Cabrera López, presidente de la CEM, inició la ceremonia dentro de la sesión en curso, con la afirmación de que con la presea San Rafael Guízar y Valencia los obispos de México buscan reconocer a personas o instituciones “que han prestado o prestan un servicio significativo a la sociedad en México y a la Iglesia”, y bajo esta premisa, Adabi se hizo acreedora al reconocimiento por decisión unánime de los obispos debido a su larga trayectoria a favor del rescate y organización de numerosos archivos generados por la Iglesia católica en México, así como de bibliotecas creadas y resguardadas por diversas asociaciones religiosas.

Acto seguido, se presentó un video que dio a conocer a los asistentes el trabajo de rescate, clasificación de bibliotecas, capacitación de personal y restauración que Adabi ha realizado en distintos repositorios eclesiásticos. De igual manera, se recapitularon las actividades previas a la aparición de Adabi, llevadas a cabo desde el Archivo General de la Nación y en la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, encabezadas por la ahora directora de Adabi, la doctora Stella María González Cicero, y respaldadas por las autoridades de dichos organismos gubernamentales, así como hoy lo es la labor de Adabi, con el beneplácito de don Alfredo Harp Helú y de la doctora María Isabel Grañén Porrúa, a quienes también se les otorgó un reconocimiento por su generosidad en el apoyo de esta labor de rescate documental.

La directora de la asociación dirigió unas breves palabras a los asistentes, en las que mencionó que una labor como la ya resumida, es el fruto del trabajo colaborativo, y destacó al “alma y corazón” de estas tareas, el maestro Jorge Garibay Álvarez†, quien por casi 44 años fue espíritu impulsor, el vínculo entre la iglesia católica y los archivos, rol que también desempeñó desde diferentes instituciones como el propio AGN. “Todo sea por los archivos” es la frase ancla del maestro Garibay, misma que llevaría hasta el final como insignia del trabajo colectivo y propio desarrollado a través de la Coordinación de Archivos Civiles y Eclesiásticos de Adabi.

Como colofón a su discurso, la doctora González Cicero enfatizó que la posición con respecto a la Iglesia siempre ha sido de apoyo, respeto y colaboración, postura que nos ha permitido alcanzar logros como los enunciados, y que sin este respeto no hubieran sido posibles.

Para cerrar el acto, monseñor Rogelio Cabrera López entregó a la directora de Adabi el reconocimiento y la presea San Rafael Guízar y Valencia en representación de la CEM.

En el siguiente enlace podrás revivir la entrega de la medalla: https://bit.ly/MedallaSanRafael


La labor de Adabi en los archivos eclesiásticos

En 1978, la Dra. Stella María González Cicero, responsable del Registro Nacional de Archivos Históricos (RENAH) planteó y desarrolló el “Proyecto para el registro y organización de los archivos eclesiásticos”, pionero en su tipo en México. Con el apoyo de un equipo de profesionales, el personal del Archivo General de la Nación se dio a la tarea de revisar y empatar la disciplina archivística con la legislación eclesiástica, creando, para este fin el Departamento de Archivos Eclesiásticos en el AGN, instancia que funcionó de 1978 a 1987, y que contó con la dirección del Mtro. Jorge Garibay Álvarez (1935-2020). El RENAH se encargó de elaborar un inventario nacional de archivos parroquiales y diocesanos, al mismo tiempo que ofreció asesoría y apoyo a las autoridades para la organización de los documentos históricos.

Resultado de aquel interés por los archivos eclesiásticos fue el Curso de Verano en Archivística Eclesiástica, impartido en la Universidad Pontificia de México (el maestro Garibay fue uno de los fundadores de dicho curso y, hasta la fecha, Adabi participa año con año en la formación de los responsables de fondos eclesiásticos en distintos lugares del país); la publicación Contacto (1983-1987) que comunicó a los responsables de los archivos; la Primera Convención Nacional de Archivistas Eclesiásticos, realizada en 1983; la creación de la Asociación Mexicana de Archivos Eclesiásticos (AMARE), que estuvo en funcionamiento por cuatro años, y finalmente el establecimiento de un Comité Técnico Consultivo en materia de archivos eclesiásticos dentro del AGN. Con estas iniciativas, el AGN logró registrar más de mil archivos eclesiásticos y cientos de ellos fueron inventariados.

Esta preocupación por los archivos parroquiales y civiles fue el motor para que se fundara la asociación Adabi en 2003, al considerarlos fuente histórica primordial para la historia regional y fuentes elementales para la reconstrucción de la historia nacional. Gracias a un trabajo estratégico donde convergen directivos, colaboradores, instituciones, particulares, voluntarios, la asociación ha logrado resultados gratificantes en beneficio del patrimonio documental y bibliográfico de la Iglesia en México.

Se han rescatado 442 archivos eclesiásticos: 429 parroquiales, 4 diocesanos, 1 capitular y 8 de institutos de vida consagrada. La provincia eclesiástica que más se ha visto beneficiada es Puebla, seguida de Chiapas, Toluca, Morelia, México y Oaxaca.


Tres comunidades beneficiadas con alianzas FAHHO

En 2007 se realizó la primera colaboración tripartita entre la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, las comunidades a beneficiarse e instituciones y gobiernos (estatales y federal) con el objetivo de recuperar el patrimonio de México y con la intención de llegar a las comunidades más alejadas de Oaxaca. Dicha colaboración fue la primera etapa de intervención de la casa de visitas de San Miguel Tequixtepec. Posteriormente, y durante cerca de 15 años, más de 64 comunidades serían beneficiadas en distintos puntos del estado.

Actualmente, en la etapa más reciente de este tipo de colaboración, se brinda apoyo a tres comunidades: San Juan Evangelista Analco, en la Sierra Norte, San Felipe Tejalapam, en los Valles Centrales y Santa Catarina Adéquez, en la Mixteca.

El municipio de San Juan Evangelista Analco cuenta con un templo que data del siglo XVII –integrado también por una capilla, sacristía y curato–; algunas descripciones detallan que el inmueble pasó por periodos de saqueo y abandono, hasta su rehabilitación, en 1997. En 2015, luego del acercamiento de la población de San Juan a la FAHHO se pudo iniciar la primera etapa de intervención del inmueble, logrando –en el transcurso de cinco etapas de intervención– la recuperación de la cubierta de madera que protege el presbiterio y nave del conjunto.

El maderamen a dos aguas, se conforma por cuatro vigas tirantes distribuidas a lo largo de la nave; en la viguería de arrastre, apoyada en una sección de los muros, descansa cada una de las armaduras ensambladas, integradas por una cumbrera, pares y nudillos, sobre las que se distribuyen los harneruelos. Estos elementos ostentan un par de líneas negras en sentido longitudinal como parte de su decoración; sobre los harneruelos se dispuso madera de triplay, membrana impermeabilizante y teja de barro rojo.

Las diferentes etapas llevadas a cabo han consistido en la liberación de agregados como cadenas de concreto armado en el sitio de las vigas de arrastre, la sustitución de la mayoría de las vigas debido a los deterioros que presentaba y para recuperar las secciones de estas, las cuales al momento de iniciar la intervención eran menores y presentaban alabeos y desfases con el resto de la estructura.

En la quinta y última etapa de intervención se realizó limpieza y fumigación en la cubierta del presbiterio –que ostenta una armadura de madera y teja de cuatro faldones–, aunadas a todo lo antes mencionado para el primer tramo de la nave. Con la realización de estos trabajos en el templo dedicado a San Juan Evangelista se contribuye también en el mejoramiento de las condiciones de conservación de los retablos, lienzos y esculturas que son objeto de la devoción religiosa de la población.

Por otra parte, en San Felipe Tejalapam se realizó la primera etapa de intervención durante la cual se avanzó en la devolución al uso de la sacristía luego de la recuperación de la cubierta, esta consiste en vigas de arrastre, viguería de carga, entablado y teja de barro; se realizó también la sustitución de entortados, colocación de enladrillado e impermeabilización de la cúpula del presbiterio.

Finalmente, Santa Catarina Adéquez recibe el apoyo para la reconstrucción de la cubierta del presbiterio del cual carece desde hace varios años. A diferencia de los ejemplos antes mencionados, en este proyecto se realizó desde la traza hasta la colocación de cerchas, puntales y camones que dan forma a la bóveda de cal y canto forjada con piedra extraída en la comunidad.

Recuerda que puedes conocer más sobre los proyectos del Taller de Restauración en la sección de “Memorias de Restauración” de la página web: https://bit.ly/MemoriasDeRest


Del barrio tradicional a la ciudad turística:
entrevista a una vecina del Centro Histórico

Casa de la Ciudad —¿Cuándo te mudaste al centro histórico de Oaxaca?

Vecina —En abril de 2017. Donde llegamos a vivir son 14 o 18 departamentos, rentan a familias y comerciantes.

¿Cuánto lleva ahí la persona que más tiempo ha habitado el inmueble?

—Es una señora mayor de edad que ha vivido ahí cerca de 25 años, y lleva tanto tiempo porque trabaja cerca de la zona. La otra persona es un señor, igual mayor, y él lleva 18 años.

—¿Cómo es vivir en el centro?

—Muy accesible, porque la zona donde trabajamos mi esposo y yo está a pocas cuadras, entonces, para nosotros resultó muy bueno. Las facilidades para ir y venir, es realmente agradable porque puedes salir, caminar y regresar. Bueno, eso fue en los primeros años, porque al lado de la casa habilitaron un edificio –que era una escuela– y justo da con la parte trasera del edificio y ahora es como, pues, la banda en vivo, la música, el mariachi a altas horas de la noche… Y de ahí fueron saliendo más negocios alrededor: un hotel a puerta cerrada y un bar con música en vivo. Ya no hay un respeto de los horarios, se extienden hasta las 3 o 4 de la mañana con el sonido, y de repente ya ves a las patrullas y dices ¿Qué está pasando? ¿Es seguro? También frente a la casa abrieron, recientemente, un negocio de Airbnb, es lo que domina muchísimo, y no son tan perceptibles, pero viviendo en el lugar es que te das cuenta de que no hay una familia constantemente, no hay una convivencia vecinal, ves a un habitante unos días, está ahí una semana, y ya se fue.

—Sé que próximamente vas a deshabitar ese inmueble, ¿cómo se les notificó?

—Fue un rumor que venía desde hace ya un par años, como por el 2019, que escuchamos la noticia de que iban a venderlo. Al poco tiempo, nosotros nos pusimos en contacto con el casero –que realmente son 3 o 4 los propietarios–, entonces nos dijeron: “No, no tenemos planes de venderlo o de rentarlo, todo sigue igual”. En el 2020 volvió a surgir el rumor, pero para esto ya había dos, tres visitas de ciertas personas al edificio, como unos cuatro grupos de personas diferentes, y una de estas últimas visitas fue en julio de 2021. Entonces, en marzo de este 2022, se acercaron con nosotros, nos hicieron una última renovación de contrato, pero no fue el casero que nosotros conocíamos sino una tercera persona y en este contrato se estipula que en caso de que ellos quisieran antes el inmueble, estaban en su pleno derecho y realmente no te queda más que firmar. Entonces, llegó abril y nos dieron dos meses para desocupar, a algunos vecinos les cambiaron las fechas, como que las condiciones para cada uno han sido diferentes.

¿Qué viene para ustedes ahora?

—Ahorita tenemos la fecha del 30 de junio para desocupar. Sí quisimos saber en qué ocuparían la casa y nos enteramos que hicieron un convenio con una empresa de Puebla para darle un nuevo uso al edificio, se sabe que va como para un hotel o un Airbnb. Entre el ámbito financiero, entre que no lo esperabas y entre la acumulación de necesidades que tienes que resolver pues ya de manera inmediata, tenemos una presión por no encontrar algo accesible dentro del Centro Histórico, las rentas son por semana, por día. Buscar una renta es irte tal vez a las zonas conurbadas, es como la única opción, realmente.

Este es un ejemplo local de un fenómeno global que inició hace muchos años y que es especialmente notorio en los centros de las ciudades. El tema de la vivienda y su relación con las dinámicas financieras es complejo y sensible, requiere entenderla no solo como un bien económico, sino desde su dimensión social. Es importante reconocer que las prácticas actuales benefician el uso de los inmuebles, en sitios históricos, como una mercancía antes que como viviendas.

Para leer la entrevista completa, visita nuestro blog en: https://bit.ly/CasadelaCiudad

Y para consultar material respecto a este tema visita nuestro acervo especializado en urbanismo.


Conferencia sobre los 30 años de la Conabio

El pasado 10 de junio se llevó a cabo la conferencia “30 años de historias sobre biodiversidad”, dictada por el Dr. en Ciencias y exrector de la UNAM, José Sarukhán. Durante poco más de hora y media, el biólogo e investigador compartió parte de su recorrido como fundador de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, Conabio, y algunas historias de éxito que han marcado el desarrollo de esta instancia que celebró su 30 aniversario el 30 de abril.

Para la creación de la Comisión fue necesario investigar profundamente cómo se llevaban a cabo las actividades en instancias que ya habían avanzado en esta materia –establecidas en Australia y Costa Rica–, además de conjuntar los esfuerzos de diversos actores, como académicos y tomadores de decisiones. Actualmente, Conabio cuenta con una base de datos de 25 millones de especímenes, creada por un gran equipo de taxónomos mexicanos.

El Dr. Sarukhán hizo hincapié en la necesidad de reconocer nuestra relación con el entorno natural y cultural –el medio ambiente en el que nos desarrollamos– desde la cuna, no solo en la educación elemental, y señala que una de las principales razones de haber creado la Conabio fue este apremio: compartir con el público, no únicamente con los especialistas, información sobre la gran riqueza natural con la que cuenta México.

Una de las historias de éxito que compartió el Dr. Sarukhán fue sobre la elaboración del primer Estudio de País, en 1998 –a partir de su equivalente global Millennium Ecosystem Assessment ‘Evaluación Milenaria del Ecosistema’, en la que más de mil investigadores de todo el mundo se reunieron para evaluar la forma en que los ecosistemas presentaban causas de pérdida y conservación, así como los efectos en la sociedad a causa de esta pérdida–, y sus posteriores alcances. A diez años de haber realizado el segundo Estudio de País surge la publicación Capital natural de México, en la que participan 750 autores y 227 instituciones. Mediante ella se busca “destacar la importancia de incorporar la visión ambiental, particularmente la conservación y uso de la biodiversidad”, según la página web de Biodiversidad mexicana, y “tomar decisiones sobre bases científicas”, como se apunta en la presentación del documento.

En los últimos doce años, Conabio ha ganado presencia gracias a la colaboración con los gobiernos estatales; hoy en día, 27 estados de la República Mexicana cuentan con estudios y estrategias en proceso y cinco de ellos ya tienen su organismo propio. Los esfuerzos, afortunadamente, se dan de manera permanente gracias a la sociedad civil y a la academia.

Te invitamos a revisar la página web de Biodiversidad mexicana y de Conabio, ambas cuentan con bancos de imágenes, libros, carteles, guías y material multimedia. La conferencia del Dr. Sarukhán se
encuentra en nuestra página de Facebook o en la siguiente liga: https://bit.ly/ConferenciaConabio


Infancias musicales, un acercamiento posible

La música es uno de los recursos más potentes en la vida de los seres humanos. Nos acerca al juego, a la ensoñación, al placer y la relajación, pero también a procesos formativos, cuando lo hacemos con esta intención. La música propicia un disfrute personal y, en ocasiones, colectivo. Podemos señalar, también, encuentros musicales como canciones, tonadas, letras o conciertos que se concatenan con momentos significativos en nuestras vidas y mediante su evocación podemos volver a ese lugar y experiencia concreta.

Para la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca la música es un pilar fundamental en sus programas y proyectos, ocupa un espacio relevante en nuestra agenda cultural. De hecho, contamos con la Fonoteca Juan León Mariscal, nombrada así en honor al violonchelista, compositor, pedagogo y poeta oaxaqueño. Al mismo tiempo, una de las tareas que tenemos como miembros de la familia FAHHO es trabajar en equipo, y por ello la Fonoteca y el programa de lectura y escritura Seguimos Leyendo estamos soñando y organizando unas jornadas lúdico-musicales para el 2023, pensando en escuchas de la primera infancia y en nuestros adolescentes, esperen noticias y estén atentos a nuestras redes sociales.

Ahora queremos invitarlos a enlazarse a un video donde el Dr. Juan Carlos Dávila Fernández, intensivista y melómano oaxaqueño, nos comparte estrategias para crear espacios lúdicos y de acercamiento musical, específicamente a la ópera y música clásica desde la infancia y sin salir del hogar.

Durante una hora charlamos sobre dos preguntas: ¿la ópera es para todos?, y ¿desde qué edad pueden los niños jugar y disfrutar aprendiendo acerca de los géneros musicales? Nos preguntamos si la influencia de la familia, las herencias y experiencias asistiendo a conciertos o festivales contribuyen a formar y transmitir el gusto por géneros musicales específicos, y cómo y con qué obras iniciar un plan con los primeros escuchas, entre algunos temas más. Esta plática, repleta de anécdotas para disfrutar, la encontrarás en: https://bit.ly/CharlaMusica



Unidos por 108 costuras

La familia también son las personas que uno elige, aquellas con las que convives todo el tiempo, las que te aconsejan y te apoyan sin importar nada, esto lo sabemos y lo vivimos todos los días en el paraíso beisbolero.

Al estar concentrados en el entrenamiento durante largos periodos, tanto alumnos como cuerpo técnico crean lazos fuertes, unidos por 108 costuras. Los instructores se vuelven padres o hermanos mayores de los alumnos, esa es la recompensa que deja el sacrificio de estar lejos de los suyos.

En esta ocasión queremos hacer un especial reconocimiento a un excelente instructor, un gran ser humano querido por todos en la Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú. Estoy hablando del exjugador de grandes ligas, ganador de la triple corona de bateo en la Liga Mexicana de Beisbol (1995) y de muchos otros reconocimientos, nuestro querido Ty Gainey.

Ty, exjardinero de las grandes ligas para los Astros de Houston, es nuestro instructor de bateo. Se ha ganado a los alumnos por su forma de enseñar, su paciencia y su bondad. Los alumnos se refieren a él como “líder”, “increíble”, “sabio” y “maestro”. Tiene una gran capacidad para enseñar, además de una enorme paciencia con los alumnos, y es esta la fórmula perfecta, pues los resultados de su trabajo se notan por sí solos; antes de llegar a la Academia, fue un querido coach de bateo para los Diablos Rojos del México.

Su principal función en el paraíso beisbolero es enseñar a los prospectos el arte de la correcta mecánica de bateo, ya sea en la práctica, en el trabajo extra o en los juegos interescuadras, siempre está atento y haciendo las correcciones necesarias; los jóvenes voltean a las gradas para pedirle un consejo o saber si la acción que realizaron es la correcta; en ocasiones, con una palabra basta para realizar los ajustes necesarios, así de estrecha es la relación que se crea entre ellos.

Pero las enseñanzas no terminan en el campo de los sueños, pues la convivencia hace que también acudan a él para algún consejo de vida, o simplemente para escuchar sus increíbles anécdotas beisboleras.


Proyecto Madre Toh

El mundo está lleno de barro y su uso, en todas las civilizaciones, ha sido importante: el barro forma parte de la creación de todas las sociedades. En Europa, Asia, África y América, el arte de la alfarería dio frutos como vasijas, platos, tazas, ánforas, etcétera, y poseían el mismo valor en todas las culturas, siendo utilizadas cotidianamente para el almacenamiento de agua y la preparación de alimentos.

El barro mismo nos indica que su uso no tendrá fin, su utilidad a lo largo de la historia de la humanidad seguirá presente, y la creatividad de cada persona, esa vocación de llamar a la belleza como un fenómeno de arte y color, radica en la magia de transformar un material simple y sencillo en algo imperecedero.

A continuación, Xally Méndez López nos comparte su experiencia con su proyecto, Madre Toh.

Mi primer acercamiento con el barro fue durante el primer año de universidad. En ese momento el barro no era mi material predilecto, sino solo un medio para desarrollar habilidades manuales y visuales en cuanto a perspectiva y destreza. Nunca me llamó la atención entrar a los talleres de cerámica, nunca escuché sobre las cualidades del material ni sabía que existían distintas temperaturas para quemar. En ese momento el barro era solo un recurso para volverme escultora. Pero al salir de la universidad y del sistema de talleres y ejercicios, me enfrenté a la falta de un espacio de trabajo, lo único que tenía era el patio trasero de la casa de mis padres, su entera disposición y mis pretensiones artísticas.

Después, durante algunos meses de 2015 y 2016, tuve la fortuna de vivir en una isla que pertenece a Dinamarca en medio del mar Báltico. Estudié en una escuela de artes y oficios y conocí a las personas que me motivaron, por medio de su práctica y convicción por el oficio, a dedicarme de lleno a la cerámica, cambiando y madurando mi visión y objetivos profesionales.

Cuando regresé a México, en 2017, hice una visita a Oaxaca, y desde entonces, gracias a personas visionarias, grandes maestros y gente dispuesta a ensuciarse las manos con lodo, es que el estudio, exploración, práctica e investigación por la cerámica se volvió parte de mi vida diaria.

Juntos creamos un taller de cerámica y aprendimos que, además de prestar atención al barro como material, se tiene que observar al equipo para que no haya duda de que todos reman hacia el mismo rumbo.

El Proyecto Madre Toh inicia en octubre de 2021, y elegimos al barro como instrumento protagónico en la orquesta, siempre esperando que este también nos permita elegirlo.

*Te invitamos a que visites Andares del Arte Popular y admires las increíbles piezas de este taller que está despegando y creciendo en comunidad, te esperamos en Independencia 1003, pregunta por el Proyecto Madre Toh.


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