Boletín FAHHO Digital No. 22 (Ene 2023)

Los lienzos de Santa María Zacatepec

Sebastián van Doesburg

El 15 de noviembre del año pasado, el Consejo de Principales de Santa María Zacatepec y personal de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova presentaron en la comunidad el libro Tutu Ree Yuku’ Chatuta, Ñuu Nduvua / Los lienzos de Santa María Zacatepec, Oaxaca, una obra cuyo diseño e impresión fueron posibles gracias al apoyo del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas de México. El libro, ricamente ilustrado, es un producto colaborativo en el que participaron académicos y autoridades tradicionales tacuates. El objetivo de esta publicación es llevar al lector por un viaje de descubrimiento en el que se revelan, poco a poco, la historia y el contenido de estos extraordinarios documentos. La presentación se dio justo en el décimo aniversario de la Casa de los Lienzos, un museo fundado para dar a conocer la extraordinaria historia de los tacuates de Oaxaca.

El Lienzo de Zacatepec I es considerado uno de los más impresionantes exponentes del arte mixteco de elaborar lienzos pictográficos: grandes documentos de carácter cartográfico pintados sobre telas de algodón. En este caso, no solo representa el territorio reclamado por el señorío de Zacatepec hacia mediados del siglo xvi, sino que también narra la travesía migratoria que llevó a un grupo de mixtecos, bajo el liderazgo de 11-Jaguar, desde el rumbo de Tilantongo, en la Mixteca Alta, hacia la costa de Oaxaca. Con este documento, los actuales tacuates, descendientes directos de aquellos migrantes, trazan su historia de regreso hasta el siglo xii, específicamente al año 1120, cuando el sucesor del famoso 8-Venado instruyó a uno de sus hijos para establecer un puesto comercial en la ruta hacia la Costa, de donde venía el algodón, el cacao y el añil. El documento cuenta acerca de los primeros intentos de fundación en los cerros al suroeste de Chalcatongo, para luego señalar la conquista de la cuenca de Zacatepec y la fundación del pueblo actual. Termina con la razón de su propia elaboración: el casamiento de un príncipe y una princesa de Zacatepec, los herederos de esta narración, celebrado en 1557.

Este documento ha sido pieza clave en la defensa de la comunidad tacuate en, por lo menos, tres momentos históricos. El primero fue, sin duda, el de su elaboración, cuando el linaje gobernante de Zacatepec vio amenazada su continuidad por los profundos cambios que estaban ocurriendo a raíz de la invasión española. Luego, durante la segunda mitad del siglo xix, con el proyecto nacional de abrir las tierras indígenas a los inversionistas nacionales y extranjeros y la resultante acaparación de enormes extensiones de tierra en la Costa por empresarios como Guillermo Acho, hijo de un migrante francés, se vio amenazada la supervivencia de la comunidad tacuate. En consecuencia, para el año 1892, los tacuates, dirigidos por el legendario Tata Lencho, llevaron los lienzos al entonces Ministro de Fomento del gabinete de Porfirio Díaz y lograron su apoyo en la restitución de sus tierras. No obstante, en este viaje a México tuvieron que dejar los lienzos originales, recibiendo solo unas calcas en su lugar. Estas calcas han sido y son resguardadas con gran celo por los alcaldes tacuates de la comunidad.

A partir de la restauración de estas calcas, entre 2010 y 2012 en el taller de restauración de la Biblioteca Francisco de Burgoa, el Consejo de Principales Tacuates ha retomado los documentos para luchar por el derecho a existir dignamente en un territorio y municipio cada vez más dominados y controlados por una población mestiza que después de la Revolución llegó a asentarse en ellos. Fue en este contexto que el Consejo de Principales solicitó apoyo a la BIJC para recuperar la interpretación de los lienzos y socializar los resultados. Como consecuencia, se realizaron varias reuniones y salidas de investigación. Pero también se organizaron, siempre de forma colaborativa, todo tipo de actividades, entre las que destaca la curación de una exposición que estuvo en Oaxaca, New Brunswick —destino de muchos migrantes tacuates— y, finalmente, en el pueblo, donde se inauguró la Casa de los Lienzos el 15 de noviembre de 2012. También se ofreció apoyo dramatúrgico para la formación de un grupo de teatro en lengua tacuate, y en 2014 se organizó una visita colectiva a la exposición de códices en el Museo Nacional de Antropología para ver el original del Lienzo I.

El libro es otro de los caminos para difundir los resultados de la colaboración e investigación. Su contenido fue trabajado y revisado de manera conjunta. Un Comité de Seguimiento —nombrado por el Consejo— logró obtener el apoyo del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas para publicarlo como obra colectiva entre académicos y autoridades tradicionales. Como consecuencia, es un libro no comercial que en su primera edición circula exclusivamente entre la población tacuate de Santa María Zacatepec.

El estudio de los códices y lienzos es tradicionalmente el terreno de instancias nacionales y académicos urbanos, por lo que es frecuente que se resalte su importancia como tesoros de la nación y como patrimonio de la humanidad. Sin embargo, se suele olvidar que estos documentos son, en primer lugar, tesoros de las comunidades que los elaboraron, y donde, en muchos casos, tienen significados importantes, frecuentemente muy distintos o hasta contradictorios a aquellos que les da el Estado. El libro sobre los lienzos de Zacatepec privilegia a la comunidad de origen en su discurso y su distribución, y en él se reconoce claramente que son los tacuates a los que se debe regresar el conocimiento de la historia, del contenido y valor cultural incalculable de su patrimonio.

LIENZO DE ZACATEPEC I

En el marco de la presentación del libro colaborativo sobre los lienzos de Santa María Zacatepec, el reconocido antropólogo Ronald Spores donó un ejemplar de la rarísima edición del Códice Mixteco: Lienzo de Zacatepec de Antonio Peñafiel a la comunidad tacuate. Esta primera publicación del Lienzo de Zacatepec I salió a la luz en 1900. El ejemplar fue restaurado por el taller de restauración del Centro Cultural Santo Domingo para entregarlo en óptimas condiciones al alcalde en turno, José Aguilar Martínez.


Lo sentimos, la página que buscas no existe.

¡Muchas Gracias!
En breve nos pondremos en contacto contigo.