Boletín FAHHO Digital No. 11 (Ene 2022)

La biblioteca infantil de Oaxaca de 1953

Aranza Bernal

El primer recuerdo que tengo de una biblioteca es el de la BS Biblioteca Infantil de Oaxaca, en el barrio de Xochimilco. Tenía siete años cuando mi madre me llevó a conocerla. Es un espacio que cuenta con una ludoteca, un programa de actividades para niños y un vasto acervo que ha acercado la lectura a muchas generaciones, incluyéndome. Evoco este recuerdo para traer a la memoria colectiva otro suceso: el origen de la primera biblioteca infantil en el estado de Oaxaca creada en 1953.

A inicios de la década de los 50, la biblioteca del Instituto Autónomo de Ciencias y Artes comenzó a concebirse como un centro cultural que contara con una biblioteca infantil. Esta se trasladó a La Casa Magro, ubicada en la calle 5 de mayo, y en 1953 se inauguró la biblioteca infantil: fue la primera en su tipo de Oaxaca y de México. El licenciado Eduardo Vasconcelos, gobernador del estado en ese año, encausó el proyecto de la biblioteca infantil con el fin de preparar a su público para el futuro, es decir, formar a los lectores de la biblioteca desde temprana edad, sembrando la inquietud en los niños con el simple hojear de los libros, para después comprenderlos y que, posteriormente, se convirtieran en usuarios asiduos de la biblioteca.1 El nuevo espacio también contaba con una serie de actividades para los infantes, como, por ejemplo, la hora del cuento y una mesa redonda infantil. La historiadora Carmen Vásquez Mantecón2 menciona que la biblioteca contaba con 828 ejemplares, y que era una de las más concurridas en la capital del estado. En algunas cartas entre Jorge Fernando Iturribarría y Eduardo Vasconcelos se hallan testimonios del funcionamiento de esta biblioteca. Así, se sabe que contaba con un promedio diario de cien lectores, que las encargadas eran tres personas de educación preescolar: María Teresa Ramírez, Laura Núñez Caceres de Castellanos y Victoria Mijangos.

A la fecha se sabe en qué año abrió la biblioteca, pero se desconoce con exactitud en qué año dejó de funcionar. Sin embargo, la Biblioteca Francisco de Burgoa conserva en su acervo algunos ejemplares que conformaron la biblioteca infantil de 1953, como testimonio de uno de los primeros proyectos pensados para la infancia mexicana.

1 Carta de Eduardo Vasconcelos a Jorge Fernando Iturribarría donde hablan de las gestiones para la biblioteca infantil, en: BFFB-FJFI, caja 4, carpeta 1, 13 de noviembre de 1951.

2 Carmen Vásquez Mantecón, Historia de las bibliotecas en Oaxaca, México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 1989, p. 137.


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