Utilizábamos las calles como los niños que crecen en el campo utilizan los prados y los ríos, las montañas y las cuevas: para ubicarnos en el mapa de nuestro mundo. Vivian Gornick
La frase de la escritora neoyorquina nos habla directamente: poco a poco volvemos a ubicarnos en el mapa de las calles de la ciudad de Oaxaca y, quizás también como esos niños, volvemos a sorprendernos con sus recovecos. Está por terminar la primera mitad del año y hemos reabierto las puertas de las bibliotecas infantiles, de los museos especializados y del querido Centro Cultural San Pablo. De igual manera, como cada mes, los colaboradores de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca comparten su visión sobre alguna maravilla que encuentran en los acervos, la reflexión acerca de las piezas de una nueva exposición, o las inquietudes de una investigación relacionada con la labor de los diferentes espacios: los descubrimientos están a la orden del día.
Agustín Castillo habla de la inauguración del Museo de los Diablos Rojos, el recinto que albergará todo tipo de pruebas sobre la historia de este mítico equipo de beisbol junto con obras de arte que dialogan con los elementos y la esencia del llamado “rey de los deportes”. Encontrarán también un listado sobre los trabajos de conservación y mantenimiento realizados por el Taller de Restauración FAHHO en diversas comunidades del estado, una breve crónica sobre la primera expoventa de artesanías en Andares del Arte Popular, luego de dos años de haberlas suspendido, y la invitación por parte de Seguimos Leyendo a escuchar un diálogo entre el escritor Élmer Mendoza y la especialista en temas de transformación social y cultura de paz, Jimena Esquivel.
Frente a la gravedad de la crisis climática, Félix Piñeiro, coordinador del área de Medio Ambiente de la FAHHO, nos comparte una reflexión acerca del impacto que han tenido los incendios forestales y los esfuerzos orientados a su prevención. A la par de esto, la Red de Bibliotecas Infantiles señala la importancia de mantenerse informado para hacer frente a las adversidades que afectan al entorno y a las especies que lo habitan, como las abejas, “el ser vivo más importante”. Por su parte, Casa de la Ciudad realiza un breve recorrido histórico sobre las distintas formas en que las civilizaciones han buscado vidas sostenibles, observando que, en la actualidad, la pregunta continúa vigente: ¿podemos hacer algo para lograr el cambio en pro de nuestro planeta?
Les recomendamos estar al pendiente de nuestras redes sociales, ya que no hemos dejado de compartir notas informativas, textos científicos, fotografías espectaculares, así como todas las actividades que se llevan a cabo desde la FAHHO.
Algo mágico sucede en el Estadio Alfredo Harp Helú desde que los Diablos Rojos del México arrancaron la temporada del 2022: el tiempo se detiene en el costado izquierdo del fabuloso diamante de fuego.
El Museo Diablos ya es una realidad. Se trata de un recinto que simboliza un cofre de oro donde la gloria del ayer, las leyendas de hoy y las hazañas del mañana convivirán para siempre, activando los recuerdos de la afición escarlata que cada día se enamora más de su equipo.
El nuevo home run de la Pandilla escarlata fue encabezado durante todo su desarrollo por Santiago Harp Grañén, quien, desde muy pequeño, casi sin saberlo, se encargó de armar la colección que hoy es el alma de este sitio, único en el deporte mexicano.
Durante un año se llevaron a cabo reuniones a distancia en las que un multidisciplinario equipo de trabajo, integrado por personal de los Diablos Rojos y del Estadio Alfredo Harp Helú, aportó su talento a un proyecto que fue supervisado en cada detalle por la doctora María Isabel Grañén Porrúa y el arquitecto Daniel López, quien construyera el Salón de la Fama del Beisbol Mexicano.
En catorce salas permanentes y dos temporales, el arte y el deporte conviven armoniosamente para el deleite de los visitantes; podrán admirar las sensacionales creaciones del maestro Francisco Toledo, lo mismo que unos jugadores de tamaño real elaborados por el artista Víctor Vázquez. También se encontrarán con dos obras de la pintora, escultora y fotógrafa Leonora Carrington, y con los llamados “Guardianes del Museo”, piezas extraordinarias del virtuoso juchiteco Sabino Guisu.
El alma del Museo Diablos estará en el Archivo Histórico de la novena roja, en donde se recupera y conservará la memoria del equipo más prolífico del beisbol mexicano. El grupo de investigación tiene la meta de encontrar cada día un nuevo capítulo de los miles que se han escrito a lo largo de 82 años.
Como dijo don Alfredo Harp Helú, parece mentira que hayan pasado casi veinte años desde aquel primer sueño de contar con un lugar en donde el arte, el deporte, la pasión y la memoria hicieran vibrar a sus visitantes. Este museo es otro gran regalo que nos hace una familia que ama a sus Diablos Rojos, que reconoce a sus aficionados y promueve a sus grandes artistas.
¡Los esperamos muy pronto en nuestro fabuloso túnel del tiempo!
Para conocer más detalles sobre la creación de este recinto, les compartimos el siguiente video:
En un intenso trabajo colaborativo se realizó el mural que estará en exhibición de manera permanente en una de las salas del Museo de los Diablos Rojos, próximo a inaugurarse, ubicado a un costado del Estadio Alfredo Harp Helú, en la Ciudad de México, el cual abrió sus puertas en 2019.
El mural está dedicado a Daniel Fernández Méndez (1965), legendario jardinero central de los Diablos Rojos del México y gran exponente, primero como jugador y posteriormente como mánager de los escarlatas. Las ilustraciones que lo integran las realizó el artista oaxaqueño Demián Flores y el trabajo técnico fue ejecutado por personal del Museo de la Filatelia de Oaxaca.
La colaboración consistió, al igual que un partido de beisbol, en saber jugar en equipo. Las actividades se dividieron: mientras unos separaban los timbres postales, otros forraban con ellos las pelotas, algunos más aplicaban el terminado y el resto revisaba el acomodo y pegado de las pelotas en las placas utilizadas. Previamente se realizaron pruebas en las que decidimos qué pegamento y resina utilizar: al final se forraron 500 pelotas y 23 bates; cada bola lleva un rostro impreso que simula un aficionado. Fue un trabajo duro, continuo y delicado: cada detalle, por más mínimo que fuera, contaba.
Todos los timbres utilizados son de México: de diferentes años, diseños y colores, algunos nuevos y otros cancelados. La idea del mural es inmortalizar a Daniel Fernández con tres diferentes ilustraciones: primero, fildeando; luego, barriéndose y, finalmente, preparándose para batear, tal como lo hacía sobre el diamante. De la mano de esta figura también quedará plasmada una parte del Museo de la Filatelia de Oaxaca para que todo visitante pueda admirarlo y deslumbrarse por la belleza de los más de 15 000 timbres postales utilizados en su elaboración.
Enhorabuena por este nuevo espacio de deporte, cultura y aprendizaje. ¡Que sigan los hits!
En un número anterior del Boletín describimos el inicio de nuestro trabajo con Noé Pinzón Palafox, talentoso joven tejedor originario de San Mateo del Mar, con quien hemos recreado diversas técnicas que se habían olvidado en Oaxaca y en otras regiones de México. El proyecto sigue en marcha gracias al apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, mediante el Museo Textil de Oaxaca, y con base en la investigación pionera de Hector Meneses que parte del fragmento de un huipil novohispano que nos donó el maestro Francisco Toledo.
En dicho Boletín1 ilustramos nuestro primer ejemplo: el “Paño para recibir a una criatura al nacer”. En este número y en los siguientes queremos mostrar otras piezas que hemos creado dentro del mismo proyecto. Noé terminó de tejer el segundo ejemplar de plumaria, una tilma, en septiembre de 2016, después de cinco meses de trabajo.2
La urdimbre y la mayor parte de la trama de esta tilma son de seda criolla que fue criada, hilada y teñida con añil istmeño por Moisés Martínez Velasco y su familia en San Pedro Cajonos. Junto con la seda, introdujimos en la trama hilo de algodón torcido con plumón de ganso; tiñó la pluma y torció este hilo Román Gutiérrez Ruiz, en Teotitlán del Valle, empleando grana, añil y zacatlaxcale, una planta parásita que asemeja fideos amarillos sobre las ramas de los árboles.3 También usamos en la trama de la tilma hilos de algodón blanco y coyuchi, hilados ambos con malacate en San Juan Colorado, comunidad mixteca de la Costa.4
La tilma se compone de cuatro lienzos de cuatro orillos; es decir, cuatro piezas tejidas por separado en telar de cintura, sin cortar un solo hilo de la urdimbre ni la trama.
Tejer una tela de cuatro orillos sin que se abra ni se afloje la textura es un reto que Noé domina magistralmente, como se puede apreciar en esta pieza. El tejido combina varias estructuras: la mayor parte de los lienzos centrales es de ligamento de gasa compleja reticular 2/2. Este código indica que al tejer se tuercen dos hilos pares de la urdimbre con dos hilos nones, entre una trama y otra. Introdujimos sobre esa base los hilos emplumados como tramas suplementarias que siguen la misma secuencia que la trama de seda azul para formar las aves pequeñas en varios colores.
La cenefa perimetral luce tres técnicas distintas: Noé tejió los cuadritos de la orilla en tapicería, la misma estructura que vemos en los sarapes de Teotitlán y de Saltillo. Sigue la greca en rojo y blanco, en tejido de flotación de tramas recíprocas, una técnica que se había perdido. Viene por último la franja ancha con letras y caracoles labrada en tramas suplementarias sobre ligamento sencillo. Noé tejió primero los lienzos centrales y después preparó su telar para labrar de forma simultánea los dos lienzos laterales, más angostos. Al avanzar con su trabajo, nos sorprendió a quienes lo observábamos en el proceso, pues ideó una forma de seguir el diseño de modo más eficiente, que no se nos habría ocurrido a quienes crecimos en otra época: con su teléfono celular tomó fotos de las figuras que yo había trazado sobre papel, de tal forma que él podía agrandar y achicar las imágenes conforme necesitaba revisar la cuenta de los hilos.
La tilma labrada lleva por nombre “Plumaje y lenguaje”. En la cenefa superior se lee: LAS PLUMAS VUELAN EN EL AIRE, y en la inferior: Y LAS PALABRAS EN EL TIEMPO. Los caracoles en las cenefas laterales evocan las vírgulas que representan el habla en los manuscritos antiguos de Oaxaca y de otras regiones de Mesoamérica. Al concebir este diseño y esta inscripción, teníamos fresco en la memoria el Coloquio de Lenguas Otomangues y Vecinas, cuya séptima edición había tenido lugar en el Centro Cultural San Pablo en abril de 2016. Las ponencias presentadas en el COLOV versan muchas veces en torno a los cambios fonológicos y semánticos que experimentan los vocablos a lo largo del tiempo. En esas modificaciones pareciera intervenir con frecuencia el azar, como una pluma que vuela en el viento.
Pero nuestros colegas, lingüistas y filólogos acuciosos, son capaces de rastrear su trayectoria: nos enseñan de qué ave provino la pluma y cómo llegó a nuestros pies.
A uno de nuestros compañeros en el MTO le pareció excesivo el colorido de esta pieza. Le comenté esa reacción al maestro Toledo, cuya respuesta fue contundente, sacudió la cabeza y me dijo: “El tiempo se encarga de eso”.
En los últimos años ha tomado mayor relevancia el papel fundamental que las abejas tienen dentro del ciclo de la vida sobre la Tierra y su papel como polinizadoras. En el año 2019, la Sociedad Geográfica Real de Londres las declaró “el ser vivo más importante sobre el planeta Tierra”, ya que de ellas depende la diversidad de alimentos y, a largo plazo, la seguridad alimentaria de los seres humanos.
De acuerdo con el Centro de Emprendimiento de Apicultura de la Universidad Mayor y la Corporación de Apicultura de Chile, el 70% de los productos agrícolas que consume el ser humano dependen del trabajo de las abejas como polinizadoras. Este conocimiento ha permitido implementar acciones de concientización, divulgación, cuidado y conservación de las abejas a nivel mundial.
Sin embargo, la mayoría de estas acciones se han enfocado a un solo tipo de abejas, las de la tribu Apis mellifera o melíferas, las responsables de la producción de miel y productos de colmena que disfrutamos en el hogar. No obstante, las abejas melíferas son tan solo una especie entre una gran diversidad. También es importante recordar que estos insectos —originarios de Europa, Asia y África— fueron introducidos en nuestro continente con la llegada de los españoles, y al no tener un lugar natural dentro de la cadena trófica de este territorio, su población creció rápidamente y las especies endémicas, las abejas sin aguijón o meliponas, fueron rezagadas y casi olvidadas.
La investigación Las abejas sin aguijón y su cultivo en Oaxaca, México con catálogo de especies, de Noemi Arnold,1 reporta que en México existen 46 especies de meliponas o abejas sin aguijón.2 Oaxaca cuenta con 35 de estas 46 especies. Ecológicamente, este tipo de abejas es importante por ser una especie endémica cuyas características evolutivas les permiten polinizar flora local, en su mayoría de tipo tropical como café, aguacate, rambután, tomate, alfalfa, calabaza, fresa y chile habanero, entre otros. También tienen la capacidad de polinizar por vibración (un tipo de polinización específica) que para muchas especies locales es la más eficaz. Su tamaño y forma —más pequeñas que las abejas melíferas— les permiten acceder a flores de tamaños más delimitados.
Del mismo modo, sus hábitos al visitar las flores son diferentes; por ejemplo, la planta de café tiene un periodo de floración breve y las abejas meliponas, por su alta actividad, realizan la polinización más rápida y eficientemente. Sin embargo, como todas las variedades de abejas y polinizadores, las meliponas están siendo amenazadas por acciones humanas que ponen en riesgo no solo la diversidad y seguridad alimentaria de los seres humanos, sino el propio ciclo de vida sobre el planeta.
Una importante acción frente a la complejidad del problema que afecta a las abejas, y a todas las especies de flora y fauna en peligro de extinción, es informarse y compartir la información,3 pues conocer la riqueza, diversidad y dinámicas de las especies, sobre todo de las especias nativas, nos permitirá reflexionar sobre nuestras acciones y su impacto en la vida sobre la Tierra.
1 Te invitamos a leer una nota de la especialista Noemi Arnold publicada en este boletín hace dos años. Aquí podrás encontrar una lista de buenas prácticas para la preservación de esta especie tan vital: https://fahho.mx/las-abejas-y-los-meliponinos-abejas-sin-aguijon/
3 En la Revista Infantil Casiopea número 1 (https://bit.ly/3fSXZTa) se comparte una nota y un video informativo sobre estos insectos, te invitamos a visitarla.
El incendio forestal se entiende como la propagación libre y no programada del fuego sobre la vegetación de los bosques, selvas y zonas áridas y semiáridas; el combustible es el factor principal que determina su magnitud.
Sin embargo, el fuego tiene un papel muy importante dentro de los procesos naturales de mantenimiento de la salud de algunos ecosistemas, la sucesión ecológica y sus procesos biogeoquímicos. Los incendios naturales tienen una gran importancia por su carácter equilibrador en la dinámica de muchos ecosistemas, así como en el aseguramiento de su biodiversidad y productividad.
Así, el papel del fuego es ambivalente, y como incendio forestal resulta un agente destructivo que ha ocasionado la pérdida de millones de hectáreas de bosques y selvas en el mundo. Las causas de los incendios forestales son tan variadas como las culturas, economías, historias y ecosistemas de los países donde ocurren.
La gran mayoría de los incendios forestales que se registran actualmente son originados por el hombre y desencadenados por diferentes razones, por ejemplo, debido a su apreciación como instrumento de cambio de uso de suelo o las quemas agrícolas sin control; por conflictos sobre la propiedad de la tierra, el aumento de la densidad de población y una mayor demanda de tierras y otros recursos naturales, o simplemente por una mala utilización del fuego.
Con la pérdida de la cobertura vegetal viene la pérdida de biodiversidad, flora y fauna, la destrucción de recursos de potencial económico y servicios ambientales, daños al paisaje territorial, a la salud humana y en ocasiones, hasta pérdida de vidas.
El fuego requiere de tres elementos básicos para su presencia: material combustible, condiciones ambientales favorables y un factor de inicio.
De acuerdo con múltiples investigaciones, el aumento de riesgo de incendios forestales está asociado a la crisis climática, a los cambios de uso de suelo y a las limitaciones institucionales para el manejo sostenible del fuego. Los principales elementos que contribuyen a estos incendios forestales son la sequía, la acumulación de material combustible en los bosques y selvas (producto de una baja en la descomposición de estos por la disminución o falta de agua en el sistema) y los territorios homogéneos con vegetación propensa al fuego y sin cortafuegos naturales.
Existen tres tipos de incendios forestales. 1) De tipo superficial: esto es cuando se propaga de forma horizontal sobre la superficie del terreno, afectando combustibles compuestos por pastizales, hojas, ramas y arbustos o pequeños árboles de regeneración natural o reforestación, entre otros, que se encuentran en la superficie del suelo hasta 1.5 metros de altura; estos son los incendios más comunes en México. 2) Incendio subterráneo: cuando el fuego se inicia de forma superficial, propagándose en el suelo mineral debido a la acumulación y compactación de los combustibles y al aglomerado en el floramiento rocoso donde se encuentran raíces, hojas y otros materiales vegetales; por lo general no produce llama y emite poco humo; este tipo no es muy común en nuestro país. 3) Incendio de copa o aéreo: cuando el fuego consume la totalidad de la vegetación; se trata de siniestros muy destructivos, peligrosos y difíciles de controlar. Se inician de forma superficial, transformándose en uno de copa o aéreo debido a la continuidad vertical de los combustibles del suelo hacia las copas de los árboles, se presentan en lugares con pendientes pronunciadas y cuando hay fuertes vientos: estos incendios dañan severamente los ecosistemas donde se presentan.
Los incendios forestales representan el 4% de las causas de deforestación en México. La actividad que provoca el mayor número de incendios son las quemas agropecuarias, 47%.
Si consideramos que el 96% de los incendios forestales tiene un origen antropogénico (es decir, derivado de la actividad del hombre), es importante privilegiar un programa integral preventivo por encima de las actividades de supresión de los incendios.
Así, ante el compromiso de proteger y fomentar la conservación de los bosques, desde la Coordinación de Medio Ambiente de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca llevamos a cabo tareas orientadas a la prevención de incendios forestales mediante talleres, pláticas y distribución de carteles en lenguas originarias, elementos que generen una conciencia sobre la importancia de la protección de los bosques.
El pasado 9 de febrero se trasladó la segunda y tercera parte del fondo personal del Lic. Manuel Ricardo Palacios Luna, gerente de Ferrocarriles Nacionales de México durante el sexenio del presidente Miguel Alemán Valdés. La donación del archivo de Manuel R. Palacios a la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca se realizó en tres momentos: la parte más grande había sido llevada al Archivo General del Estado (AGEO) desde años pasados y el resto —que entregó después Manuel Palacios Sierra, en acuerdo con sus hermanas— había permanecido en el Museo Infantil de Oaxaca. El siguiente paso era concentrar todo el material en el archivo.
El material trasladado está compuesto por fotografías, documentos, libros, revistas y objetos varios. El equipo de Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México, A.C., en su sede Oaxaca, ya ha trabajado en la organización de la mayor parte del fondo documental que ahora está dividido en tres secciones: Catedrático, Gerente de los Ferrocarriles Nacionales (FNM) y Personal. La última aportación, conformada por tres cajas, enriquecerá la información de todos los apartados anteriores, ya que contiene expedientes sobre la formación profesional de Manuel R. Palacios, así como las cátedras que impartía en la Facultad de Derecho y en otras instituciones educativas. Estos documentos formaron parte del expediente que dio pie a su nombramiento como profesor emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México el 6 de agosto de 1982. También se incorporan los discursos que pronunció en diversos actos durante su gestión y testimonios sobre su participación en asociaciones, como la de exalumnos del Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, y en otros puestos en los que se desempeñó como funcionario público.
Entre las publicaciones se encuentran algunas de sus aportaciones académicas como El derecho económico de México, Los problemas sociales de Oaxaca, Obra jurídica mexicana, sinopsis histórica del derecho económico; Ferrocarril Sonora-Baja California, Presencia de Juárez en la hora de México y La teoría de la lucha de clases ante la Sociología y el Derecho. Además, se donó una compilación de la revista Ferronales que va de 1947 a 1954.
También se entregaron más de mil doscientas fotografías que serán estabilizadas e inventariadas con un tratamiento archivístico especial. Estas muestran los eventos a los que asistía Manuel R. Palacios, o las visitas de inspección al sistema ferroviario durante su administración de los FNM. Entre los objetos conmemorativos se encuentran una roseta de la inauguración de la estación del ferrocarril de Veracruz y una placa metálica.
Finalmente, el fondo personal se ha trasladado al AGEO, lugar idóneo para su conservación, y podrá ser consultado. Pensamos que el mismo Manuel R. Palacios habría deseado que su fondo estuviera disponible para cualquier interesado, y por eso su familia ha procurado mantener la memoria de su padre.
La construcción del Coliseo romano inició en el año 72 a. C., y tardaron ocho años en acabarlo. Thomas Homer-Dixon, en su libro The Upside of Down: Catastrophe, Creativity and the Renewal of Civilization, calcula que erigirlo requirió más de 44 000 millones de calorías, en alimento para animales de carga y otras empleadas por 2 135 personas, trabajando 220 días, durante cinco años. Sin contar los años de trabajo para la decoración del inmueble, tala de árboles y cocimiento de ladrillos.
El típico ciudadano romano comía una mezcla de cereales, frutas, legumbres, verduras, vino y poca carne. Los bueyes que utilizaban para transporte se alimentaban de heno, paja, vainas y vegetales. A inicios del Imperio —que contaba con sesenta millones de habitantes y Roma con más de un millón de individuos—, las personas se alimentaban gracias a la producción de pequeñas granjas independientes. Con el tiempo, la ciudad patrocinó latifundios que se expandieron, sin embargo, este sistema se hizo vulnerable a sufrir saqueos, además, hubo poca inversión en la productividad del campo.
A medida que el suelo se agotaba, Roma debía conquistar más tierras para alimentar a su población; de igual manera, tenía que proveer a ejércitos cada vez más grandes y conforme mermaba el control del imperio sobre sus fronteras, llegaba el caos. Finalmente, cuando el imperio se quedó sin reinos que saquear, las exigencias de su sistema agrícola superaron su capacidad de proporcionar las calorías necesarias para mantener a su población: cuando el sistema alimentario falló, el Imperio romano se volvió insostenible.
Hacia el año 1000, la población de Roma había disminuido a diez mil habitantes y no volvió a alcanzar una densidad tan grande —un millón de individuos— sino hasta la década de 1980.1 Esta serie de hechos históricos nos invitan a pensar las diferentes formas en que las ciudades gestionan sus recursos y abordan los desafíos ambientales. De acuerdo con el Sexto informe de evaluación del IPCC: Cambio Climático 2022, las áreas urbanas albergan actualmente a 4 200 millones de personas. A nivel global, el aumento de la vulnerabilidad se ha dado en ciudades donde la capacidad adaptativa está limitada, especialmente en asentamientos irregulares de naciones con ingresos bajos. Entre 2015 y 2020, la población urbana a nivel mundial incrementó a más de 397 millones de personas. Se estima que en 2050 se sumarán a vivir en áreas urbanas otros 2 500 millones de personas.2
Buena parte de la población de las ciudades que, en general, accede a estilos de vida industriales, tiene las necesidades básicas cubiertas, al grado de que las da por hechas, olvidando los procesos de obtención de alimentos o de dónde provienen los productos que visten y consumen para entretenimiento:
Ningún habitante de una ciudad preindustrial podría haber sido tan inconsciente […] Las ciudades siempre han moldeado la naturaleza a su imagen y semejanza, pero en el pasado su impacto quedaba limitado por su envergadura […] Con unas ciudades que ya consumen un 75% de los recursos alimentarios y energéticos mundiales […] muy pronto no saldrán las cuentas.3
En este sentido, las ciudades enfrentan una potencial crisis climática y de abastecimiento alimentario. El agotamiento de los recursos naturales y el aumento de los asentamientos urbanos exige una respuesta inmediata que busque la armonía entre las dinámicas de las ciudades y las de la naturaleza. Lo anterior implica un cambio drástico, pero no imposible, en las formas de construcción y planeación urbana, de tal manera que se reduzcan las necesidades de movilidad; que se favorezca el consumo consciente de tecnología y un manejo eficiente de recursos, así como cambios de comportamiento socioculturales (formas de alimentación y hábitos de consumo, principalmente). Todo esto involucra, sin duda, un cambio importante en el paradigma de desarrollo.4
En 2022 se cumplen cincuenta años de la designación del 5 de junio como Día Mundial del Medio Ambiente en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano. Este año, el tema sobre el que se desarrolla este día es “Una sola tierra”, refiriendo a la necesidad de vivir de forma sostenible mediante cambios y elecciones cotidianas que nos lleven a estilos de vida en armonía con la naturaleza. Es importante tomar consciencia de las formas en las que nos relacionamos con el entorno; aunque modificar nuestros hábitos de consumo de forma individual no genera cambios inmediatos, sí es posible fomentar poco a poco una conciencia a largo plazo sobre la relación entre el cuidado del medio ambiente y nuestra calidad de vida en las urbes. ¿Estamos listos para cambiar por el bien del planeta?
Toda la información de este texto fue extraída de la bibliografía disponible en el acervo de la Casa de la Ciudad; también contamos con las fuentes digitales e informes aquí citados. Te invitamos a informarte en nuestras plataformas digitales o por medio del correo casadelaciudad@fahho.mx.
1 Esta información fue extraída del libro La ciudad bien temperada de Jonathan F. P. Rose. Antoni Bosch editor, S.A.U, 2018.
Las hermanas Lynda Teller Pete y Barbara Teller Ornelas son herederas y practicantes del tejido elaborado por el pueblo diné (navajo). Mientras que Barbara se ha centrado más en las labores sobre el telar, Lynda ha estado experimentando recientemente el teñido con tintes naturales, pues el estilo al que están habituados en su región —Two Gray Hills, Nuevo México, EEUU— es el colorido natural de la lana de los borregos, y no al uso de colorantes. Los tintes fueron la razón principal para su visita a Oaxaca.
Lynda y Barbara pasaron una semana con Porfirio Gutiérrez y su familia, en Teotitlán del Valle; Juana, la hermana de Porfirio, es una gran tintorera. Y ahí, entre ollas, hervores y madejas, sucedieron varias conversaciones que nuestras visitantes nos relatarían después, durante los días en que convivimos.
Luego viajamos a San Pedro Cajonos, donde nos recibió Moisés Martínez, entrañable amigo, sericicultor, tintorero y tejedor. La interlocución ocurrió con toda la familia de Moisés, incluida su hija, Idalia, quien practicó su inglés con Belvin, el esposo de Lynda. El haber compartido tiempo con estas familias que conservan sus lenguas, así como el intercambio de conocimientos, experiencias y alimentos alrededor de una mesa, conmovió mucho a Lynda. Por otro lado, como lo explicó en su presentación, días después, aprecia que tanto ellas como Moisés, Porfirio y sus respectivas familias honren la tradición, preserven sus tejidos y sus idiomas.
Partiendo de esta observación, Lynda comentó que las disputas existentes en torno al uso de diseños navajo en los tapetes de Teotitlán deben examinarse de un modo más cauteloso, pues son el resultado de estructuras mucho más complejas. Barbara se sumó a la conversación al expresar su sorpresa cuando Porfirio le ofreció una disculpa por haber hecho uso de diseños navajo. Como respuesta, dijo que la culpa no es de los tejedores de Teotitlán, sino de aquellas personas ajenas a ambas comunidades, quienes primero tomaron los diseños navajo para después comisionarlos en Oaxaca y enriquecerse de su venta en Estados Unidos, dejando a ambos pueblos enfrentados entre sí. Lynda concluyó:
El problema no es que tejan esos diseños, sino que se desconoce el trasfondo de los mismos y las implicaciones que existen al tejerlos. Si hubiéramos tenido más conversaciones de este tipo, donde se expliquen las raíces de los diseños, no tendríamos estos problemas. Después de todo, somos iguales, y hay espacio suficiente en este mundo para todas las personas que tejemos.
La visita de tan grandiosas hermanas incluyó los acervos del Museo Textil de Oaxaca, donde les mostramos algunos de los tejidos que hemos recibido a lo largo de catorce años. Generosamente, ambas compartieron sus observaciones al respecto, nos hablaron de los términos y materiales que emplean y nos enseñaron cómo ver y entender mejor los mantos, por ejemplo, apreciar dónde se comenzó el tejido de un lienzo y dónde se hacían pausas en el telar. Como en muchas otras ocasiones en las que hemos observado piezas del pasado al lado de tejedoras de hoy en día, Lynda y Barbara expresaron su admiración hacia aquellas cuyas labores teníamos entre las manos. Así, conforme caminábamos entre un manto y una faja se entretejían historias de los logros y retos que ha tenido que enfrentar la Nación Navajo.
Para finalizar, queremos señalar que Lynda habló brevemente sobre el libro que ella y Barbara publicaron en 2018, Spider Woman’s Children – Navajo Weavers Today: “Se trata del primer libro [que] desde 1492, año en que Colón llegó a nuestro mundo, [se ha] escrito por tejedoras navajo sobre tejedoras navajo. Como lo decimos entre nosotras: la mejor información sobre los tejidos navajo viene de nosotras mismas”.
Sin duda son memorias para atesorar y compartir. Afortunadamente, la presentación de Lynda puede consultarse en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=yesgYDHixmU
Templo en ruinas ubicado en el municipio de Santa Catarina Cuixtla. Sierra Sur.
Mediante la planeación de 21 proyectos en comunidades y la colaboración entre los municipios beneficiados, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca y Fomento Social Citibanamex, se continúa trabajando en la preservación del legado cultural de Oaxaca.
Bajo esta perspectiva —que abarca siete regiones del estado— también se cubrieron otros proyectos, entre ellos un retablo, esculturas, la decoración de una cúpula, dos casas de visitas, varios templos, un quiosco, un reloj de imafronte, tres exconventos, una casa de la cultura y dos capillas.
En números anteriores del boletín hemos hablado de la recuperación de los arcángeles de Suchixtlahuaca, sobre la limpieza y reposición de piezas en el retablo de Santiago Comaltepec y la intervención en la decoración de la cúpula del templo de Tlacolula de Matamoros,1 así como de las acciones de mantenimiento de la Biblioteca Francisco de Burgoa2 en virtud de una mayor prevención de accidentes que puedan poner en riesgo nuestros acervos bibliográficos.
El templo de los Santos Reyes en San Baltzar Yatzachi el Alto es uno de los primeros proyectos que se suman a estas conclusiones de obra. En esta etapa se intervinieron las portadas laterales y un muro testero, áreas donde se realizó la integración de tapas de ladrillo de barro en el esviaje de los contrafuertes y la aplicación de pintura a base de cal. En el transcurso de cinco etapas de intervención, la Fundación ha contribuido en la conservación de los bienes que dan singularidad a este edificio mediante diversas acciones de mantenimiento.
Casa de visitas de San Miguel Tixá. Mixteca.
De la mano del equipo de Arquitectos Artesanos se intervinieron el quiosco y parte del palacio municipal de la Heroica Ciudad de Huajuapan de León que habían resultado afectados en su estructura por los sismos de 2017; de igual forma se trabajó, en conjunto con RootStudio en la Casa de la Cultura de Juchitán de Zaragoza. Mediante esta modalidad de trabajo también se recuperaron dos capillas en la Sierra Norte, en Santiago Yagallo y Santo Domingo Cacalotepec, donde la Fundación sumó esfuerzos a la iniciativa de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del Instituto Nacional de Antropología e Historia para la recuperación de capillas y ermitas que constituyen los caminos de devoción religiosa a la Santa Cruz en este rincón zapoteca.
Este año, en San Miguel Adéquez, Nochixtlán, se avanza en la rehabilitación de la casa de visitas mediante la colocación de mobiliario para la utilización de cada una de sus tres crujías como biblioteca infantil, biblioteca juvenil y sala de medios. En la casa de visitas de San Miguel Tixá, también en la Mixteca, se realizaron consolidaciones de los muros y se inició la recuperación de la cubierta consistente en vigas de madera y entablado.
En los próximos meses se estará concluyendo la intervención del templo de San Juan Sosola, que abarca la recuperación de la cubierta de sacristía y la que protege el coro del templo —maderamen de pares, cumbrera, ladrillo y teja de barro—; los trabajos en cubierta del presbiterio y crucero del templo de Santa Catarina Tayata, consistentes en integraciones de enladrillados, sustituciones de rellenos y entortados, integraciones de aplanados y enladrillados en pretiles. Acciones similares a estas se realizan en el templo dedicado a Santiago Apóstol, en Santiago Dominguillo, perteneciente a San Juan Bautista Cuicatlán.
Parte de esta etapa de colaboración es el trabajo en el exconvento de Tlaxiaco —en el que se realiza la recuperación de cubiertas de viguería—, el antiguo convento franciscano de Teotitlán de Flores Magón donde se recuperaron los niveles de los muros en los que predomina el adobe, se integraron vigas de arrastre y carga de madera y, en las próximas semanas, se integrarán masillas de cal en muros— y el exconvento de Santiago Apóstol en Villa Tejupám de la Unión. Después de evaluar las características de los bancos de cantera de la localidad se realizará la extracción de piedra para la integración de piezas faltantes en pisos y reposiciones e integraciones en fachada y pretiles.
Santiago Yagallo. Sierra Norte.
En San Mateo Yucucuy y en San Pedro Yucunama se recuperan las cubiertas de los curatos. Una parte importante de los trabajos realizados en estos inmuebles estribó en la liberación de agregados de losas y trabes de concreto reforzado, aunada a la recuperación de las cubiertas de viguería de madera; asimismo, se avanza en la restauración puntual de las piezas del reloj de Yucunama que se encuentra en el imafronte del templo y que muy pronto se pondrá de nuevo a trabajar.
Finalmente, el estado de conservación del templo en ruinas ubicado en el municipio de Santa Catarina Cuixtla y el de Nuestra Señora de la Natividad, en Santa María Colotepec, es particular; uno de ellos probablemente no esté terminado, mientras que el otro carece de cubierta y la estructura de sus muros está sustentada en una vegetación de amates. Los restos de ambos edificios se han integrado a la población, por lo que sus intervenciones consisten en integraciones particulares —en la cubierta del templo de Cuixtla— y acciones de conservación y consolidaciones que aseguren la estructura y preserven la imagen de la memoria de estas poblaciones.
La Biblioteca José Lorenzo Cossío y Cosío resguarda una colección bibliográfica abundante en temas como historia de México, filatelia, arte, arqueología, derecho, lengua, literatura, libros antiguos, entre otros; al mismo tiempo, contiene fondos documentales importantes. En enero de 2022, Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México, A.C. comenzó un proyecto de organización y descripción de estos.
El primero es el Fondo Personal José Lorenzo Cossío y Cosío (1864-1941). Se trata de un archivo que, como su nombre señala, da testimonio de la vida y el desempeño profesional del jurisconsulto, funcionario público, bibliófilo, coleccionista, investigador, escritor y benefactor de obras culturales. Este fondo se complementa con vestigios de la historia familiar de los Cossío cuyos documentos sobre la genealogía de varios miembros de la familia se han conservado durante cuatro generaciones. Destacan documentos con obra inédita de la poeta Berta Sánchez Mármol —de sobrenombre “Átomo”— quien escribió en la primera mitad de la década del siglo XX, y los recetarios de cocina de Guadalupe Cossío y Soto de 1901-1915, aproximadamente.
De esta última vertiente deriva el Fondo Personal Manuel Onofre Cossío Gabucio, el cual, debido a su volumen, se articula como un fondo personal independiente. Contiene información del segundo hijo de Lorenzo Cossío y Victoria Gabucio, quien a partir de su profesión como jurisconsulto desempeñó cargos en la función pública, como apoderado legal de diversas empresas y delegado fiduciario.
Los fondos documentales de la Biblioteca José Lorenzo Cossío y Cosío ofrecerán al interesado una importante fuente documental de una familia con una trayectoria en el ejercicio del derecho y la vida cultural y cotidiana del México del siglo XX.
Una vez que el archivo se encuentre organizado y descrito, estará listo para la consulta en la Biblioteca José Lorenzo Cossío y Cosío, ubicada en la sede de Adabi en Ciudad de México.
Los días 8, 9 y 10 de abril de 2022 se llevó a cabo la primer expoventa del año por parte de Andares del Arte Popular, después de dos años de que la pandemia por COVID-19 nos hubiera forzado a detener estos programas. Sin embargo, decidimos reactivarlo en beneficio de las y los artesanos con los que trabajamos.
Este programa, que da a conocer la riqueza que tiene Oaxaca y México, se realiza todos los años en diferentes fechas: visitantes locales, nacionales e internacionales se suman mediante la adquisición de los productos que elaboran los artesanos: al adquirirlos apoyan para que muchos talleres sigan trabajando y puedan sostener a sus familias.
Al reiniciar con las expoventas, los artesanos aceptan con mucho entusiasmo ser nuevamente parte de este programa, y no nos cabe duda de que debemos impulsar y engrandecer el trabajo de cada taller. Las experiencias que tienen los visitantes con los artesanos son importantes, pues al estar en contacto con ellos aprenden más de las técnicas y de los productos que adquieren. Así, con este conocimiento pueden darle gran valor al arte popular de cada lugar que visiten.
Los artesanos que son parte de este programa muestran su trabajo sin dudar, así el público obtiene la gran experiencia de ver cómo cada producto cuenta con un proceso diferente, aunque se trate del mismo material, y comprenden que, dependiendo de cada localidad, el trabajo es distinto.
En esta ocasión los talleres invitados fueron:
• Taller Biushita. Un taller familiar de la comunidad de San Antonino Castillo Velasco dedicado desde hace varias generaciones a la elaboración de artesanía con flor inmortal. • Taller Dolores Porras. Taller familiar de la comunidad de Santa María Atzompa dedicado al barro natural esmaltado con colorantes libres de plomo. • Taller KHADI. Colectivo de artesanos de la comunidad de Río Hondo dedicados a la cosecha del algodón, confeccionan una gran variedad de prendas teñidas con tintes naturales.
Nuestra primera expoventa fue pequeña, pero muy importante: sabemos que con los cuidados necesarios ante esta pandemia podremos seguir con nuestros proyectos y promover el arte popular de Oaxaca y México. No olvidemos que somos un país con una gran diversidad de arte popular y que cada producto que adquirimos los podemos utilizar como piezas utilitarias y ornamentales en nuestros hogares.
Dentro del marco del Diplomado Internacional en Cultura Escrita y Adolescencia que promueve la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, A.C., y la Universidad La Salle Oaxaca, se diseñó un módulo de paneles relacionados con la literatura y temas sociales, como la construcción de paz, proyectos comunitarios exitosos con jóvenes, feminismos, entre otros.
En este sentido, el pasado 25 de marzo se llevó a cabo la mesa virtual “Intervenciones de reconstrucción del tejido social a partir de la lectura”, en la que Jimena Esquivel1 y Élmer Mendoza compartieron con los participantes sus reflexiones en torno a este importante tema. Esquivel inicia la charla de esta manera: “La construcción de paz es algo que nos toca a todos. Aunque pensemos que no generamos violencia o que no somos parte de ella, sí somos parte del problema, pero también, y de manera positiva, podemos ser parte de la solución, y esa solución es convertirnos en constructores de paz”. La especialista nos habla de las violencias —desde las que son muy claras hasta las sutiles— y del deber que tenemos como ciudadanos de ocuparnos de ellas para que no nos devoren: no podemos ignorarlas y debemos enfrentarlas.
Detrás de toda violencia hay un conflicto no resuelto. Y los conflictos hay que transformarlos. En este interesante panel, Esquivel nos habla de la violencia cultural y de la violencia estructural, de la violencia de las posiciones sociales, familiares y religiosas, y de las formas para contrarrestarlas por medio de nuestro trabajo como promotores de la cultura escrita: el acto creativo permanente, el diálogo y la cooperación son herramientas fundamentales para un mediador de lectura que trabaja por una cultura de paz. Jimena nos lleva de paseo de la mano de académicos y especialistas, habla de teorías y formas asequibles para ser mejores ciudadanos, para crear espacios más habitables.
Por su parte, el escritor Élmer Mendoza2 nos llama a ser participantes activos. También nos acerca al tema y nos conmueve con su poder narrativo, nos invita a adentrarnos a nuevas experiencias, a generar nuevos vínculos y relaciones con nuestro “barrio”, con nuestros lazos de identidad y con los otros desde un ejercicio ciudadano como puede llegar a ser la lectura en voz alta. Comparte sus prácticas, sueños y anhelos.
Con esta emoción tan presente todavía, desde el programa Seguimos Leyendo de la FAHHO los invitamos a disfrutar de este video, tomar nota y compartirlo con sus amigos y conocidos. Nada tan fácil y necesario como compartir una buena charla.
1 Docente universitaria en materias de estudios de política exterior y cooperación internacional, especialista y diplomada en temas de transformación social y cultura de paz.
2 Escritor y docente. Miembro de la Academia Mexicana de la Lengua. Presidente del Colegio de Sinaloa y promotor de literatura. Ha recibido, entre otros, el Premio Negra y Criminal del Festival Tenerife Noir en 2020 por su trayectoria literaria.
Fue un 19 de mayo cuando el Museo Infantil de Oaxaca, en colaboración con la Fundación Olga y Rufino Tamayo y la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, dio la bienvenida a la exposición didáctica infantil “Las Sonrisas de Tamayo”, muestra inspirada en la vida y obra del maestro Tamayo, cuya creación encontró un sitio especial en las parcelas de aprendizaje del museo.
Arqueología, Sabores, Gráfica, Plástica y Música fueron los ejes didácticos de esa primera exposición que, retomando momentos importantes de la vida del artista oaxaqueño, procuró el acercamiento de los niños y las niñas al arte de este gran maestro.
Con gran ilusión y alegría la exposición “Las Sonrisas de Tamayo” llegó a cientos de niños y niñas del estado, hasta que la situación sanitaria nos llevó al repentino cierre de nuestras puertas. En ese momento, el equipo del museo reflexionó acerca de las necesidades del público que asistía al MIO, las medidas de seguridad a implementar ante la situación sanitaria y sobre los nuevos caminos que debíamos vislumbrar para seguir creciendo al lado de nuestros niños y niñas, incluso desde casa, y, por supuesto, debíamos prepararnos para la reapertura.
El 1.o de abril de 2022, a más de dos años del cierre del museo y como un regalo para los niños, niñas y todo aquel que conserva la alegría y espíritu infantil, el MIO abrió nuevamente sus puertas. Todo el equipo estaba emocionado de volver a escuchar las risas de los pequeños en nuestras parcelas, llenando de vida cada uno de los espacios de la Antigua Estación del Ferrocarril.
El reencuentro fue asombroso: los niños y niñas, ávidos de un espacio para la diversión, el crecimiento y el aprendizaje acudieron puntuales a disfrutar de las sorpresas que el museo había preparado para la reapertura. Desde entonces recibimos, diariamente, a todos nuestros visitantes con gran alegría.
Con nuevas actividades, talleres, horarios, espacios y demás elementos, la reapertura ha sido una maravillosa experiencia de la que aprendemos todos los días.
La renovación de la exposición didáctica infantil “Las Sonrisas de Tamayo” no fue el único elemento que cambió, pues, en el transcurso de este tiempo, el MIO recibió una maravillosa donación —por parte de la familia Lampe— que también esperaba con ansias el momento de ser admirada por nuestros visitantes. Nos referimos a una colección de piezas de modelismo ferroviario, revistas, libros y una maqueta de 6 x 4 m computarizada por cuyas vías corren trenes de escala H0 y que hoy se encuentra en la Sala de Exposición Permanente del Ferrocarril.
Por su parte, el Huerto MIO se convirtió en un Jardín Polinizador en donde se aprovechan las relaciones simbióticas de la fauna que vive en el museo, como murciélagos, aves y diferentes clases de insectos, así como la flora del estado: con estos elementos enseñamos a los niños y niñas sobre su entorno y las relaciones respetuosas y sostenibles de las que pueden ser partícipes.
Ha pasado poco tiempo desde que el MIO volvió a abrir con un espíritu renovado, pero sin duda se mantiene firme en el objetivo que nos llevó a inaugurar este museo aquel 3 de marzo de 2017, y que hasta la fecha se mantiene intacto: establecer un diálogo y una conexión que incentiven y activen el sentido de pertenencia de la niñez frente a su tierra, su gente, la cultura y el entorno, a revalorar lo que no ha sido estimado y a generar un espacio donde confluyan el pasado y el presente con la certeza de que en cada niño y niña se avivará el amor por la cultura y se desarrollará su creatividad e ingenio descubriendo que Oaxaca ¡es MIO!
En el mes de mayo celebramos a nuestros seres más queridos: las mamás. En muchos lugares se les llena de flores, canciones y demás regalos, pero es importante recordar que no debemos esperar un día en específico para demostrarles todo el amor y agradecimiento que sentimos.
Ser mamá no es tarea fácil, porque ningún hijo viene con instructivo, sin embargo, ellas dan lo mejor de sí: demuestran lo guerreras y fuertes que son, apoyando y cuidando siempre a los suyos. Hay un lugar especial en el cielo para las mamás de los deportistas, sobre todo para las que tienen la dicha de tener a un deportista de alto rendimiento como hijo: todo el esfuerzo y sacrificio que realizan para apoyar sus sueños, las largas jornadas de entrenamiento, comidas especiales, viajes a las competencias… infinidad de actividades que no nos daría la vida para agradecer tanto.
Nuestros jóvenes prospectos salen de sus casas por largos periodos, pueden pasar hasta seis meses sin ver a sus seres queridos, se pierden fechas importantes, cumpleaños y muchas celebraciones familiares, sin embargo, compartimos algunas de las hermosas palabras de agradecimiento hacia sus mamás por todo el apoyo que reciben aun en la distancia:
Mamá, quiero que sepas lo mucho que te quiero y lo mucho que te admiro. Aprovecho para agradecerte todo lo que has hecho y haces por mí: cómo olvidar todos los momentos tan especiales juntos, cuando me llevabas a cada uno de mis partidos y entrenamientos, o todas aquellas emociones que me hacías sentir cuando volteaba a las gradas y te veía con tanta emoción gritando y saltando en mis partidos. O de aquellas aventuras de locura y diversión, y no olvidemos también los momentos difíciles en los que no dejas que me rinda y estás a mi lado para apoyarme y seguir adelante, y que, gracias a todo tu esfuerzo, en este momento estoy luchado por mi gran sueño, trabajando fuerte día a día, y dando lo mejor de mí, así como tú me has enseñado. Mamá, sabes que gracias a ti soy la mejor versión de mí mismo, porque tú me enseñaste a no rendirme, seguir luchando por lo que quiero, levantarme cada vez que cayera y regresar más fuerte que nunca, además que tienes el corazón más grande que cualquier otra persona. ERES MI HEROÍNA, TE AMO, GRACIAS POR SER LA MEJOR MAMÁ DE TODAS. TE EXTRAÑO.
Erick Lara (Lagos de Moreno, Jalisco)
Mamá, gracias por apoyarme tanto sin importar lo que yo hiciera. Tantas veces que hice cosas malas y, sin importar, sigues apoyando incondicionalmente, por eso quiero desearte un feliz día de las madres. Eres una supermamá. GRACIAS POR TODO.
Daniel Valenzuela (Altamira, Tampico)
Sin duda las palabras se quedan cortas y no nos alcanzan para agradecer a todas las mamás que apoyan el desarrollo de sus hijos: gracias por regar y procurar los sueños de nuestros jóvenes prospectos, y, especialmente, por permitirnos ser parte de su desarrollo, somos conscientes de la responsabilidad que tenemos y cada día damos lo mejor de nosotros para cumplir el objetivo.
Los Guerreros de Oaxaca disputarán su temporada número 27 en la Liga Mexicana de Beisbol, año en el que el equipo bélico busca ser nuevamente uno de los principales equipos protagonistas en el circuito veraniego. Este será el segundo año del regiomontano Erik Rodríguez como mánager, quien buscará tener una campaña diferente a la realizada en 2021.
Guerreros vivió un año en el que sumó experiencias con peloteros que tuvieron oportunidades para demostrar que pueden realizar una buena carrera profesional en el rey de los deportes; jugadores como Rigoberto Terrazas, José Carlos Ureña, Oliver Zepeda, Bryan Araiza y Jonathan Partida, entre otros, han alzado la mano para pedir una oportunidad más grande y continuar con la organización bélica. No hay que olvidar el caso de Juan Carlos Camacho, quien obtuviera el galardón de Novato del Año en la LMB, siendo el primer jugador de Guerreros en obtenerlo.
Asimismo, contamos con la incorporación de peloteros con experiencia en nuestra pelota. Nos referimos al versátil Carlos Figueroa, quien cuenta con gran velocidad en las piernas, una defensiva impecable y un bat constante, lo que hace más fuerte el line up zapoteca; además de tener el brazo con experiencia de Marco Tovar, jugador probado ya en nuestra pelota con equipos como Toros de Tijuana, Broncos de Reynosa y Sultanes de Monterrey, y de contar con grandes actuaciones en la pelota de invierno.
Para la temporada 2022, la directiva zapoteca se dio a la tarea de buscar peloteros extranjeros que vinieran a darle el impulso necesario a la base mexicana que, año con año, se muestra más sólida. Por ello, para el inicio de la temporada han llegado dos bateadores: el dominicano Gustavo Núñez, quien militó por varios años en sucursal de AAA en Estados Unidos —aparte de contar con Series del Caribe, Campeonatos en el invierno en República Dominicana y participar en los pasados Juegos Olímpicos, representando a su país— y el cañonero Kyle Martin, quien viene de ser campeón de cuadrangulares en la Liga Arco Mexicana del Pacífico, con los Mayos de Navojoa, con un total de 17 vuelacercas y 43 carreras producidas.
En el pitcheo, Oaxaca contará con brazos de experiencia como el norteamericano Jason García, quien jugó en el mejor beisbol del mundo con los Orioles de Baltimore; Eduar López, quien participó y fue campeón en la reciente Serie del Caribe con el selectivo de Colombia. En el relevo contamos con brazos potentes como el del zurdo Yapson Gómez, el boricua Francisco López y el norteamericano James Dykstra, quien ya militó en la pelota mexicana de invierno con los Tomateros de Culiacán. Todavía se espera la llegada de un pelotero más que podría venir y cubrir la plaza de cerrador.
Este año, grandes expeloteros acompañarán a Erik Rodríguez en esta campaña, por ejemplo, uno de los mejores lanzadores de nuestro beisbol mexicano, Pablo Ortega, quien, junto con Sergio Valenzuela, llevará el pitcheo oaxaqueño este año; en el bateo se tienen figuras como Noé Muñoz, Shamar Leyva, Iván Cervantes y alguien muy querido y conocido por la afición bélica, Héctor Álvarez, quien continuará como coach de tercera base. El cuerpo técnico lo completan los trainners Marco Soto y Adrián Valadez, además de los bat boys Rogelio Zavala y Alex Valdez.
Para la comodidad del aficionado oaxaqueño, en el estadio Eduardo Vasconcelos se hicieron distintas remodelaciones: el dugout y clubhouse local, por ejemplo, otorgándole al jugador bélico una zona de confort y relajación antes y después del encuentro.
Con una sólida base mexicana y una extranjera con mucha potencia, Guerreros puede ser un contendiente al título en este 2022, el objetivo final que tienen directiva, peloteros y afición.