Boletín FAHHO Digital No. 15 (May 2022)

Incendios forestales

Félix Piñeiro

El incendio forestal se entiende como la propagación libre y no programada del fuego sobre la vegetación de los bosques, selvas y zonas áridas y semiáridas; el combustible es el factor principal que determina su magnitud.

Sin embargo, el fuego tiene un papel muy importante dentro de los procesos naturales de mantenimiento de la salud de algunos ecosistemas, la sucesión ecológica y sus procesos biogeoquímicos. Los incendios naturales tienen una gran importancia por su carácter equilibrador en la dinámica de muchos ecosistemas, así como en el aseguramiento de su biodiversidad y productividad.

Así, el papel del fuego es ambivalente, y como incendio forestal resulta un agente destructivo que ha ocasionado la pérdida de millones de hectáreas de bosques y selvas en el mundo. Las causas de los incendios forestales son tan variadas como las culturas, economías, historias y ecosistemas de los países donde ocurren.

La gran mayoría de los incendios forestales que se registran actualmente son originados por el hombre y desencadenados por diferentes razones, por ejemplo, debido a su apreciación como instrumento de cambio de uso de suelo o las quemas agrícolas sin control; por conflictos sobre la propiedad de la tierra, el aumento de la densidad de población y una mayor demanda de tierras y otros recursos naturales, o simplemente por una mala utilización del fuego.

Con la pérdida de la cobertura vegetal viene la pérdida de biodiversidad, flora y fauna, la destrucción de recursos de potencial económico y servicios ambientales, daños al paisaje territorial, a la salud humana y en ocasiones, hasta pérdida de vidas.

El fuego requiere de tres elementos básicos para su presencia: material combustible, condiciones ambientales favorables y un factor de inicio.

De acuerdo con múltiples investigaciones, el aumento de riesgo de incendios forestales está asociado a la crisis climática, a los cambios de uso de suelo y a las limitaciones institucionales para el manejo sostenible del fuego. Los principales elementos que contribuyen a estos incendios forestales son la sequía, la acumulación de material combustible en los bosques y selvas (producto de una baja en la descomposición de estos por la disminución o falta de agua en el sistema) y los territorios homogéneos con vegetación propensa al fuego y sin cortafuegos naturales.

Existen tres tipos de incendios forestales. 1) De tipo superficial: esto es cuando se propaga de forma horizontal sobre la superficie del terreno, afectando combustibles compuestos por pastizales, hojas, ramas y arbustos o pequeños árboles de regeneración natural o reforestación, entre otros, que se encuentran en la superficie del suelo hasta 1.5 metros de altura; estos son los incendios más comunes en México. 2) Incendio subterráneo: cuando el fuego se inicia de forma superficial, propagándose en el suelo mineral debido a la acumulación y compactación de los combustibles y al aglomerado en el floramiento rocoso donde se encuentran raíces, hojas y otros materiales vegetales; por lo general no produce llama y emite poco humo; este tipo no es muy común en nuestro país. 3) Incendio de copa o aéreo: cuando el fuego consume la totalidad de la vegetación; se trata de siniestros muy destructivos, peligrosos y difíciles de controlar. Se inician de forma superficial, transformándose en uno de copa o aéreo debido a la continuidad vertical de los combustibles del suelo hacia las copas de los árboles, se presentan en lugares con pendientes pronunciadas y cuando hay fuertes vientos: estos incendios dañan severamente los ecosistemas donde se presentan.

Los incendios forestales representan el 4% de las causas de deforestación en México. La actividad que provoca el mayor número de incendios son las quemas agropecuarias, 47%.

Si consideramos que el 96% de los incendios forestales tiene un origen antropogénico (es decir, derivado de la actividad del hombre), es importante privilegiar un programa integral preventivo por encima de las actividades de supresión de los incendios.

Así, ante el compromiso de proteger y fomentar la conservación de los bosques, desde la Coordinación de Medio Ambiente de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca llevamos a cabo tareas orientadas a la prevención de incendios forestales mediante talleres, pláticas y distribución de carteles en lenguas originarias, elementos que generen una conciencia sobre la importancia de la protección de los bosques.


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