La Cervantes integra en su catálogo fondos de la Biblioteca Fray Francisco de Burgoa

La entidad, que posee una de las colecciones bibliográficas y documentales más importantes de México, pertenece a la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.

Oaxaca, Oax.- La Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes ha publicado hoy un portal (www.cervantesvirtual.com/portales/biblioteca_francisco_de_burgoa/) con el que inicia la inclusión de fondos provenientes de la Biblioteca Fray Francisco de Burgoa, que conserva las colecciones especiales de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (México).

Dirigido por María Isabel Grañén Porrúa (directora de la Biblioteca Francisco de Burgoa), y coordinado por David A. Karminski Katz y Penélope Orozco Sánchez, esta nueva sección de la Cervantes irá ofreciendo paulatinamente fondos de un acervo que consta de unos 30 000 títulos desde el siglo XV hasta principios del XX.

Entre los contenidos que ya incluye el portal destacan decenas de ejemplares de varias publicaciones periódicas, como El Broquel de las Costumbres, que se declaraba “a favor de la religión y en contra del liberalismo” (1834-1835); El Constituyente, órgano oficial del Gobierno de Oaxaca (1856); o El Foro, diario de Jurisprudencia y Legislación (1874).

Además, el marco del “Año internacional de las lenguas indígenas”, declarado por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, se publicará próximamente un portal temático dedicado a las lenguas indígenas de México.

Biblioteca Virtual de las Letras Mexicanas

Esta sección dedicada a la Biblioteca Fray Francisco de Burgoa forma parte de la Biblioteca Virtual de las Letras Mexicanas (www.letrasmexicanas.mx), un gran espacio digital surgido de la cooperación académica, científica, investigadora y cultural entre la Fundación Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, la la Secretaría de Cultura (Gobierno de México), la Academia Mexicana de la Lengua, la Biblioteca Nacional de México, el Centro de Estudios de Historia de México Carso (Fundación Carlos Slim), El Colegio de México, la FIL (Feria Internacional del Libro), la Fundación Harp Elú, el TEC Monterrey, la Universidad de Guadalajara, la Universidad Iberoamericana, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Arte y Cultura Grupo Salinas y Universia México.

Trabajar con amor…

Es construir una casa con cariño, como si vuestro ser amado fuera a habitar en esa casa… (Kahlil Gibran, El Profeta, 1923). Quisimos comenzar con esta reflexión porque la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca y la asociación civil Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México han manifestado, en repetidas ocasiones, que el trabajo que realizan es con amor, pasión, dedicación y entrega por y para México.

Esta labor tan loable se extiende hasta Líbano, por lo que queremos compartir esta inusitada y extraordinaria oportunidad de contribuir a la conservación de la memoria del patrimonio universal de Kahlil Gibran (1883-1931), filósofo, poeta, escritor, pintor y escultor libanés.

En la ciudad natal del poeta, Bsharri, dos restauradoras de Adabi de México, Alejandra Mejía y Roxana Govea, tuvimos el honor de asistir, del 17 de septiembre al 12 de octubre del presente año, al Gibran Museum para realizar una serie de actividades con el fin de mejorar las condiciones de conservación de las colecciones del museo.

En primer lugar, llevamos a cabo actividades de diagnóstico de la colección, que cuenta con más de 400 obras –óleos, acuarelas y grafitos– de su biblioteca personal y su archivo. En el caso de las pinturas de óleo, el principal problema era la acumulación de polvo en los marcos, ya que éste fomenta su resequedad. En el caso de las acuarelas y los grafitos, los problemas del deterioro estaban ocasionados por la presencia de diferentes microorganismos y el uso de cintas adhesivas empleadas en los montajes.

Hablamos sobre el diagnóstico con los miembros del Comité Nacional Gibran y con el director del Museo, Joseph Geagea, y propusimos dos capacitaciones. La primera estaría encaminada a fomentar la limpieza de los marcos de las obras con el personal del museo, que habría de ser seleccionado por su habilidad manual, compromiso y valoración de las obras. La segunda estaría enfocada hacia las tareas de limpieza y organización de la biblioteca personal de Gibran. Para esta última, la decisión fue invitar a un grupo de jóvenes de la localidad responsables de bibliotecas o involucrados en la cultura, la música y las artes de Bsharri. Una vez cerrado el museo, se efectuó la primera clase práctica de limpieza con Joseph Geagea, Sofía Geagea y Edmon. Logramos el 50% de limpieza en la sala, mientras que en la segunda, con un grupo de diez personas, el resultado fue una evidente mejora: la limpieza y organización de 700 libros.

Durante estas actividades, los trabajadores y visitantes del museo mostraron continuamente gratitud por el trabajo realizado, y una preocupación por la conservación de su colección. La comunidad de Bsharri manifestó que encontraba en el museo un espacio de paz y de abrigo, por lo que era un honor haber contribuido para que las obras se conservaran y continuaran expresando estos sentimientos, así como la importancia de haber involucrado a la comunidad con tareas básicas para su preservación. Tras terminar estas tareas y mostrar el profesionalismo y la experiencia, nos dieron el privilegio y la confianza de poder abrir algunos de los retratos de Kahalil Gibran realizados en carboncillo sobre papel, y que fueron elaborados en su época de estudios en París. Elegimos aquellos que por sus deterioros su atención fuera más urgente, pues de no realizarlos la pérdida de la imagen sería mayor.

En la sala XVI instalamos un pequeño taller para realizar tareas de desinfección, limpieza, estabilización estructural, eliminación de cintas adhesivas y montajes. Restauramos cinco obras con el ingenio mexicano que nos caracteriza. Con cuentahílos y bisturí realizamos actividades minuciosas que muy difícilmente se observarán a simple vista, pero que son ampliamente benéficas para la obra. Mientras lo hacíamos, nos sentimos plenas. 

Cuando observamos los colores de las montañas a nuestro alrededor, que cambian cada segundo y la niebla permite ver un paisaje distinto, rodeadas de los óleos y pinturas de este gran artista, reconocimos la belleza y el espíritu del Valle Santo, de la naturaleza y del color. Así es Bsharri, el lugar en el cual Kahlil Gibran decidió que permanecieran sus restos. Así, con esta maravilla de montañas, una tarde nos internamos en este Valle donde respiramos la historia de la región desde el neolítico hasta nuestros días, para llegar, tras una caminata, al Monasterio Notre-Dame de Qannoubine a realizar un diagnóstico de los frescos que en él se pintaron.

Los lunes que permanecía cerrado el museo, sin salir de este paisaje ni de estas montañas, aprovechamos para ir al Monasterio de Koshaya, y realizar el diagnóstico general del museo que ahí se encuentra. De forma minuciosa revisamos los libros impresos por la primera imprenta de Líbano y de Medio Oriente, encontramos que los problemas principales eran de estabilización estructural y presencia de cintas adhesivas. Durante el desarrollo del trabajo, recibimos la visita de miembros del monasterio, quienes contribuyeron a la identificación de los libros y brindaron una hermosa interpretación de un canto litúrgico en árabe, lo cual manifiesta el significado y la vida de los cantos cuando estaban en uso, así como el valor que tienen para sus custodios. Como una aportación más de Adabi, evaluamos el estado de las pinturas, principalmente las de óleo.

Queremos compartir a los lectores de este boletín que estuvimos inmersas en una localidad donde la cultura está cimentada en la importancia de la familia y el apoyo a la comunidad, por lo que todos se conocen, se respetan y se quieren. Por esta razón, el trato se vuelve muy cordial. Cada persona en la calle puede ofrecerte sonrisas y apoyo, te identifican y agradecen. Bendecimos el momento de ser elegidas como integrantes de la Fundación Alfredo Harp Helú para ser parte de tan enriquecedora experiencia que nos hizo vivir en Bsharri.

La siguiente frase es de Khalil Gibran: “Amar a la vida a través del trabajo es intimar con el más recóndito secreto de la vida” (Kahlil Gibran, El Profeta, 1923).

Atisbando el microcosmos

Los físicos y los poetas tienen el poder 
de atisbar lo eterno.
Gerardo Herrera Corral

Como promotores de lectura, el equipo de las bibliotecas móviles Ando Leyendo, Leyendo Ando de las regiones Mixteca, Istmo y Sierra Norte de la FAHHO procura que, por medio de la lectura de libros, niños, jóvenes y adultos lleven a cabo una lectura de sí mismos, del medio en el que viven y de las relaciones que se tejen entre ambos. Estas lecturas despiertan su curiosidad, indispensable para explorar el entorno en el que se desarrollan sus vidas. Acompañándolos, nos convertimos en cómplices de estas exploraciones y tratamos de facilitar la búsqueda de las respuestas a las preguntas que surgen.

La mirada es el elemento clave para la exploración. Para llevar a cabo una buena observación, es necesario el empleo de estrategias e instrumentos. Conscientes de ello, equipamos las bibliotecas móviles con telescopios. Su uso nos ha permitido provocar en la población que atendemos una actitud de asombro, sobre todo en los niños, pero también en jóvenes y adultos. Conforme observan a detalle la superficie lunar, una sonrisa se dibuja en su rostro y manifiestan expresiones de admiración.

Cuando los usuarios se enteran de que la biblioteca móvil cuenta con un telescopio, se generan en ellos muchas expectativas por mirar el cosmos. Desgraciadamente, lo único que se puede observar a detalle es la Luna, y no siempre, pues debe estar en una fase en la que no aparezca a altas horas de la noche en el firmamento y las condiciones atmosféricas nos permitan observarla.

El año pasado, compartiendo la ruta del Istmo de Tehuantepec con mi compañero, Emiliano Aréstegui Manzano, en las noches de Luna se nos presentaron cielos nublados y por ende muchos niños, jóvenes y adultos quedaron frustrados; pero como en la adversidad más alta se elevan nuestros pensamientos, él tuvo la excelente idea de que las bibliotecas móviles tendrían que contar con microscopios. En la siguiente reunión de trabajo manifestamos nuestra inquietud, solicitamos uno y fuimos escuchados. Desde el mes de junio de este año el equipo de bibliotecas móviles cuenta con dos microscopios. Ahora podemos observar tanto el macrocosmos como el microcosmos.

Explorar con el telescopio el macrocosmos es observar lo lejano, lo que está a grandes distancias, nos permite tomar conciencia de nuestra pequeñez. Explorar con el microscopio es explorar lo cercano, lo tangible, descubrir que cada organismo es un universo, incluidos, por supuesto, nosotros: los seres humanos. Nos maravilla tomar consciencia de nuestra grandeza.

Con el microscopio los niños se sorprenden al descubrir un universo que no imaginaban, un hermoso caleidoscopio de formas y colores del que brota el amor por la naturaleza, que se traduce en inspiración para cuidarla, respetarla, estudiarla. Poder atisbar el microcosmos despierta la imaginación y, con ella, el amor por el arte y la ciencia.

Cubanía filatélica: la colección de Eusebio Leal Spengler

Con el propósito de conservar las estampillas postales en óptimas condiciones, el archivo del MUFI resguarda las piezas en cajas de polipropileno, especiales para la preservación de acervos documentales. Antes del resguardo en cajas, las estampillas se clasifican por país, y continúa un minucioso proceso de catalogación que consiste en ordenar las piezas cronológicamente, asignando un número que es otorgado por los catálogos filatélicos o los registros especializados. Después de la catalogación, las piezas se colocan cuidadosamente en las hojas coleccionadoras, protegidas por una guarda de mylar (poliéster transparente), que permitirá observar la colección sin la manipulación directa de las piezas.

Así es como el MUFI conserva la filatelia de todo el mundo, en cajas especiales que atesoran pequeñas piezas de papel, con variedades de formas e imágenes que contribuyen a mantener la memoria histórica y la riqueza cultural de cada país. Cada pieza ha sido donada por visitantes y filatelistas que consideran al museo un espacio apto no sólo para conservar la filatelia, sino para mantenerla viva.

En un viaje que realizó a la ciudad de Oaxaca el Dr. Eusebio Leal Spengler, historiador de La Habana, conoció el museo y quedó maravillado por el lugar. De ahí el deseo de compartir, desde 1998, las emisiones filatélicas de su amada isla. Admirable la voluntad del Dr. Eusebio al procurar, de manera constante, el envío por correspondencia de las emisiones postales de Cuba para el MUFI.

La colección consta de piezas que dan fe de los últimos 21 años de filatelia cubana, conformada, principalmente, de estampillas postales, bloques de cuatro, hojas recuerdo, planillas, sobres de Primer Día de Emisión y sobres con cancelaciones especiales.

Sin duda, una extraordinaria variedad de piezas que nos permiten conocer la historia de Cuba en las emisiones que conmemoran la fundación de las provincias, por mencionar el 490 aniversario de Santiago de Cuba (2005), que muestra la obra pictórica “La jura de Hernán Cortés” del autor Juan Emilio Hernández Giro, realizada en 1911, o el primer aniversario de la provincia de Artemisa (2012); así como los acontecimientos más importantes de la isla, como la Guerra de Independencia o la Revolución cubana. En este último suceso es posible encontrar motivos que representan los momentos clave, como el asalto al Cuartel Moncada, el desembarco del Granma, el triunfo de la Revolución cubana y un evento posterior: la victoria de playa Girón. En cada hecho destacan personajes cubanos relevantes, incluso aquellos que, sin serlo, dejaron huella en la historia de la isla como Ernesto “Che” Guevara o Federico García Lorca.

Cuba deleita la mirada con las emisiones ordinarias o las series que enfatizan la flora y la fauna cubana predominante y aquella en peligro de extinción. Alas de libertad es una serie que promueve el Museo de Historia Natural, en la que es posible conocer la diversidad de aves en la isla.

La música y la danza son motivos constantes en la filatelia cubana, como las emisiones que conmemoran los aniversarios de la Orquesta Sinfónica Nacional, el Ballet Nacional o el Festival Internacional de Ballet de La Habana, o bien, las que distinguen la trayectoria de músicos, autores y cantantes cubanos como Benny Moré, Miguelito Cuní, Compay Segundo o Ibrahim Ferrer. La colección es especial porque las estampillas postales nos permiten ampliar el panorama de la cultura cubana en lo referente a temas de educación, ciencia y tecnología, las comunicaciones y los transportes; fascinarnos con sus paisajes, museos y atractivos turísticos; conocer su cultura gastronómica y la del habano, así como reconocer el patrimonio cultural tangible e intangible. La colección nos muestra también la historia postal de Cuba, y con ello, la primera estampilla del país que data de 1855.

Es asombroso todo lo que una simple estampilla postal puede aportar para nuestro conocimiento. Esas cajas de conservación son más especiales aún por resguardar la filatelia cubana en el MUFI.

XX aniversario

Imposible imaginar mi vida sin libros. 
Ellos, mi refugio y mi sangre. 
Libros, libros, libros. 

Era un libro ya escrito, todavía con páginas en blanco. Así era la memoria de la Librería Grañén Porrúa. Llevaba 27 años de existencia cuando llegó a mis manos, la recibí como herencia de mi padre, Manuel Grañén Moré. En su recuerdo escribo estas letras. 

Mi padre era bonachón y cariñoso con sus hijos. Español de cepa, añoraba su tierra, pero hizo de México su país. Aquí pasó más de la mitad de su vida e hizo raíz, nacieron sus tres retoños: María Eugenia, Manuel y María Isabel. La vida de mi padre fue la Librería Grañén Porrúa, ubicada en el Paseo de la Reforma, 250, Local H. Estaba dedicada a la venta de libros de arte, literatura y tenía un sección especial para los bibliófilos taurinos. 

Mi papá solía llevar a sus hijos a “trabajar” a su librería. Más bien nos hacía sentir importantes porque quería que lo acompañáramos. En mis primeros años, acomodaba colecciones completas por orden numérico y, cuando aprendí a leer, por orden alfabético. Otras veces, organizaba notas, escalaba libros en la bodega, y salía a pasear en el carrito de libros que Manuel, mi hermano, empujaba. Pasé horas y horas disfrutando imágenes, leía cómics, la vida de Walt Disney, Las mil y una noches, Tintín, El conejito blanco y tantos otros… Me encantaba hojear libros con obras de artistas que seguramente despertaron mi futura vocación de historiadora del arte. Y lo más importante es que mi padre inculcó en mí su empeño, honradez y su tenacidad en el trabajo. Él, como yo, amaba su oficio. 

Ya con su pelo cano, se sentaba en su escritorio y, cuando llegaba algún cliente, se levantaba a saludarlo para comentarle las novedades y los temas de interés. Era una negocio cálido, personal, de los que ahora escasean. La muerte sorprendió a mi padre levantándose para ir a trabajar. A mí también me dejó pasmada. Heredé su librería, y la pregunta que rondaba en mi cabeza era: “¿Qué haré con la librería si yo vivo muy feliz en Oaxaca?”. Pero Alfredo Harp Helú, el amor de mi vida, hizo realidad un sueño más ni siquiera soñado. Un buen día me dijo: “Ya compré una casa para que traigas tu librería a Oaxaca”. Así que empezamos a restaurar ese bellísimo inmueble que hoy es una casa de los oaxaqueños, gracias al apoyo del arquitecto Daniel López Salgado. 

La Librería Grañén Porrúa fue muy bien recibida en la ciudad. Doña Arcelia Yañiz y don Andrés Henestrosa expresaron su alegría porque Oaxaca contaba ahora con otra tienda para los libros. Francisco Toledo entraba a la Librería como parte de su recorrido cotidiano, y, en ese momento, se detenía el mundo: el maestro admiraba los libros y elegía a su gusto. Fue nuestro cliente más fiel. Inolvidables las comidas de los jueves, cobijados por el calor de la Chatita. Los viernes de Dolores han sido una tradición con sus hermosos altares; las exposiciones, conferencias, lecturas de poesía y presentaciones de libros han sido un polo de atracción. Jamás olvidaré los altares de muertos que cada año montaban mis hijos y sus amigos en medio de juegos y sonrisas; los carteles realizados con tanto cariño para nuestros aniversarios salidos del Taller Martín Pescador; el logotipo diseñado por Bernardo Recamier; el tradicional nacimiento, realizado en Ocotlán con figuras de personajes tan queridos como el maestro Rodolfo Morales, don Luis Castañeda o la inolvidable Gloria Larumbe; las fiestas de aniversario con cuentacuentos, música y descuentos; la sala infantil llena de historias para contar; escritores o lectores apasionados que diario pisan nuestra casa… Hay tantos momentos felices, tantas emociones… Y todavía vamos por más. 

Y mientras concebíamos este sueño para Oaxaca, dentro de mí se gestaba una de las mayores glorias de mi vida: estaba embarazada de mi hijo Santiago. Nueve años después, la vida y el amor de Alfredo nos premió con la llegada de María Isabel que, hasta ahora, ha mostrado una inclinación especial hacia las letras y los libros. La Librería Grañén Porrúa en Oaxaca crece tanto como mis hijos, es algo que no se mide en centímetros, sino únicamente con amor, ellos también son libros abiertos con muchas hojas por escribirse.

Comparto el propio anhelo de Jorge Luis Borges: “No sé si hay otra vida. Si hay otra, deseo que me esperen en su recinto los libros que he leído bajo la luna con las mismas cubiertas y las mismas ilustraciones, quizá con las mismas erratas, y los que me depara aún el futuro”. 

Reseña

Lumbreras, Ernesto,
La mano siniestra de José Clemente Orozco (derivaciones, trasbordos y fugas),
Siglo XXI Editores, Universidad Autónoma de Sinaloa y El Colegio de Sinaloa,
México, 2015. 

A principios del siglo XX –y casi durante medio siglo–, el historiador de arte Erwin Panofsky intentó desentrañar los estadios del renacimiento alemán en la persona y en el arte de su coterráneo Alberto Durero. Por ejemplo, para el que fuera catedrático de arte en la Universidad de Hamburgo antes del nazismo, el grabado Melancolía I, lleva desde el título una carga simbólica que va en estrecha relación con la biografía del grabador y pintor germano. Algunos años después, el historiador vienés Ernest Gombrich encontrará paralelismos en la vida de los dos alemanes. Al desmontar el discurso teórico, dará cuenta de que, vistas a contraluz, las aflicciones atribuidas al maestro renacentista son variaciones generales de lo que el mismo Panofsky padeció durante su exilio en la posguerra. Bajo ese enfoque, uno detrás de otro, Durero, Panofsky y seguramente también Gombrich, se podrían figurar como una matrioska de espejos. Escribir en torno a la personalidad de un artista es un ejercicio muy parecido al de bosquejar un autorretrato. 

Traigo esto a cuento por una línea casi perdida en los primeros capítulos del libro La mano siniestra de José Clemente Orozco, del escritor jalisciense Ernesto Lumbreras, galardonado en la 12.ª edición del Premio Internacional de Ensayo convocado en conjunto por la Universidad Autónoma de Sinaloa, El Colegio de Sinaloa y Siglo XXI Editores. Cito la línea descubierta: “[…] respecto a las manos de la madre del artista [en este punto el autor escribe acerca del retrato que José Clemente Orozco le hizo a su madre en 1921], me asaltan impresiones que ratifican la tesis de que en un retrato encontraremos, casi siempre, variados elementos y referencias del pintor además de los ofrecidos por su modelo”. 

Todo cuerpo textual mantiene en él las indicaciones con las cuales se puede descifrar. Así, con estas coordenadas reveladas por Lumbreras y trasladando apenas el territorio del objeto de estudio, de la pintura a la literatura, es posible poner sobre la mesa lo siguiente: qué encontramos de Ernesto Lumbreras en José Clemente Orozco, o mejor dicho, qué nos revela este libro que también nos sea propio. 

Para hacer justicia a esta tesis, establezco dos de los puntos que me atrajeron más del libro. El principal, la estructura. El complejo que plantea La mano siniestra de José Clemente Orozco está compuesto por una acumulación de viñetas de cortísimo aliento que, aunque se aprecian circulares a primera vista, al pasar las páginas descuellan aristas que eventualmente se acoplan. Este volumen está formado de tres libros y una multitud de fragmentos. El libro que menos tiene es el primero y lo componen trece piezas. Además del prólogo, un post scriptum, una cronología y la bibliografía esencial para conocer la obra de Orozco. 

En el primer fragmento el autor informa que lo que plantea hacer es construir un edificio trunco. Los fragmentos nones componen la biografía de Orozco, los fragmentos pares apuntan como francotiradores a blancos fuera del edificio. De ahí en adelante el libro se abre en un caleidoscopio de cuentas brillantes que crean ante nosotros las formaciones más vistosas. El autor acota el tiempo relativo del libro entre el 23 de noviembre de 1883 y el 7 de septiembre de 1949 –que son las fechas en las que transcurre la vida del muralista–, y vemos cómo confluyen las piezas de un universo, la formación neuronal, mancos famosos, el lenguaje, manos fantasmas, cartas, entrevistas, referencias cruzadas, erotismo, autoerotismo, suposiciones, formas, fuegos de artificio, piratas, metralla, pianistas, prostitutas, bailarinas, Nueva York, Orizaba, Monte Albán, Zapotlán, Roma, París, Indiana, Chicago, total que movemos el ojo en el interior del tubo y descubrimos una galaxia de puntos de partida, de llegada y de fuga. La posibilidad que ofrece esta estructura tramada en pequeñas viñetas y la revelación de sus ligaduras, hace del recorrido trastocado un deleite. 

Con La mano siniestra de José Clemente Orozco, la diestra mano de Lumbreras toma como pretexto una biografía, no cualquiera, la del autor del portentoso Hombre en llamas, y construye una antorcha para iluminar los rincones de la casa de los espejos. 

Cinto verde y oro para Alfredo Harp Helú

El pasado 21 de octubre, el Consejo Mundial de Boxeo otrogó a Alfredo Harp Helú el prestigioso Cinto Verde y Oro, con el que se le reconoce como “campeón del altruismo”, por sus diversas acciones en favor del deporte y de la sociedad mexicana en general. 

Mauricio Sulaimán, presidente del CMB, entregó personalmente el cinturón durante la Convención Anual número 57 del Consejo, realizada en el Hotel Grand Oasis de Cancún, Quintana Roo. 

En la ceremonia, Alfredo Harp, propietario de los Diablos Rojos del México y de los Guerreros de Oaxaca, agradeció el reconocimiento y comentó: “Siempre he practicado algún deporte. Cuando era adolescente me puse los guantes y aprendí que éste es un gran y noble deporte. Además de ser de los deportes más antiguos de la humanidad”. 

El empresario agregó que el reconocimiento lo compromete a seguir trabajando por el bien del deporte mexicano, y ejemplificó: “Hemos impulsado diversas disciplinas deportivas, tanto en el ámbito amateur como el profesional. Hemos instalado cientos de gimnasios al aire libre para que cualquier persona que lo desee pueda ejercitarse”. 

El cinturón es un ícono del boxeo, y lo han portado los más grandes campeones com Alí, Tyson y Leonard, entres otros. En esta versión aparecen los retratos del legendario púgil Mohamed Alí y el fundador del CMB, José Sulaimán, más los logotipos de los equipos de beisbol Diablos y Guerreros. 

Teatro para la primera infancia

El teatro para los primeros años tiene muy poco de haber iniciado su camino en México, surge de la lucha por la inclusión de la primera infancia en actividades artísticas y culturales. Hasta ahora son muy pocas compañías a lo largo de nuestro territorio preocupadas por generar espectáculos que atiendan de manera específica las necesidades e intereses de niños y niñas de 0 a 6 años y sus familias. Creadores e investigadores de la escena mexicana se siguen preguntando por qué en México tardamos tanto en generar espacios de teatro para bebés, si está comprobado que lo que sucede en la vida de un ser humano –sobre todo de 0 a 36 meses– es fundamental, y trasciende a lo largo de la vida de una persona. Además, sabemos que en Sudamérica o Europa este teatro se realiza desde hace más de treinta años con gran rigor y calidad. La respuesta tiene que ver con la concepción que tenemos en México de lo que es un bebé o un niño en sus primeros años, al cual no le reconocemos sus derechos y capacidades de contemplar y emocionarse, y terminamos por excluirlos de cualquier experiencia estética. Nos resistimos a reconocerlo como un ser humano completo y complejo, no sólo receptor de mensajes, sino generador de significados. 

El teatro para bebés ha logrado replantear formas distintas de ver la escena, entender que el encuentro se puede generar fuera de las convenciones tradicionales de pensar el teatro únicamente como contar una historia o representar un personaje. En realidad, lo que hacemos es jugar, jugar y encontrarnos, tejer momentos de contemplación y participación en donde el goce es el ingrediente principal de los procesos creativos. Provocamos espacios de vínculos profundos entre todos los partícipes de una experiencia de comunidad espontánea. 

Trabajar para bebés nos permite regresar la mirada a lo importante, volver al encuentro esencial en donde se pondera más la escucha que el decir. Nos conectamos con el aquí y el ahora. Vivir de manera respetuosa y amorosa el encuentro significativo con un bebé y su familia, nos permite ejercitar los espacios de socialización y vivir procesos de empatía, colaboración, reconocimiento del Otro, y realizar el juego conjunto. 

La inclusión de los niños en sus primeros años en actividades culturales y artísticas debe ser normalizada en espacios públicos y privados, cerrados y al aire libre. Para que eso suceda, el presupuesto dedicado a esta área debe aumentarse, pero, sobre todo, debe haber una capacitación de los creadores, talleristas y monitores que lleven a cabo este tipo de actividades en un marco de inclusión y lucha por la dignidad de los bebés y sus familias. 

Es claro que, aunque seguimos siendo pocas compañías que atienden a este público específico, el movimiento de cultura para primera infancia ha crecido y se ve como una urgencia nacional desde muchos ámbitos del gobierno y la sociedad civil. Es indudable que Oaxaca ocupa uno de los primeros lugares en generar espacios culturales para la primera infancia en México, y con ello se han provocado espacios de reflexión, capacitación y difusión de actividades artísticas dedicadas a los más pequeños. Es bellísimo reconocer el trabajo de respeto y calidad con el que, desde hace muchos años, se generan talleres y distintas actividades de mediación de lectura para bebés y sus familias en Oaxaca, son un ejemplo a nivel nacional en muchos sentidos y en muchos ámbitos. 

Cuando uno camina las calles de Oaxaca puede tocar, sentir y observar árboles muy grandes que tienen las raíces bien arraigadas, para verlos hay que mirar al cielo y la tierra. El teatro para bebés es como un árbol oaxaqueño, así crece en nuestro país, lento, pero firme, fuerte y dando una gran sombra, tocando la tierra y mirando al cielo. Seguramente tendremos momentos de pausa, momentos de revisar cómo estamos haciendo las cosas, pero el tejido que poco a poco se realiza entre instituciones, espacios independientes, creadores y familias nos permitirá evolucionar y reconocer el derecho de niñas y niños en primeros años a participar en actividades realizadas específicamente para ellos en todo el país. Que así sea. 

El trenzado de la cultura escrita

Para Xicoténcatl 

Es territorio común escuchar que la adolescencia es una de las etapas más complejas y retadoras para docentes y padres de familia, pues son anómicos, rebeldes sin causa y flojos para leer. Sin embargo, como toda generalización, el concepto y los imaginarios que poseemos sobre esta población suelen adolecer de imprecisiones, prejuicios y “profecías autocumplidas” (Watzlawick, 1988). 

Según el Diagnóstico de prácticas de lectura en niños y jóvenes en México, 2016 y la UNESCO (La lectura en la era móvil, 2015), 90% de niños y jóvenes de entre 12 y 30 años de edad prefieren soportes digitales de lectura: computadoras, tabletas y smartphones. La generación @ –como se le ha llamado por su decantamiento digital– lee novelas, política, idiomas, ciencias sociales, cine y arte, mientras escucha música, come o ve televisión. Crean y participan activamente en comunas virtuales: grupos de lectores en Facebook y/o WhatsApp, Goodreads, Spotify, Kindle, Universal Book Reader, Google Play Books o Digitalee para hablar de libros, escritores y experiencias lectoras, usando lenguaje “audiovisual”. Ellos son también escritores interactivos, sea en blogs o con “nanoliteratura”. Los arroba son hiperlectores, breves, es cierto, aunque con un acceso a un menú diverso y ancho, capaces de abordar territorios, lenguajes y una conciencia más global. 

Rafael Cessa (Jornadas de la oralidad en la escritura contemporánea, 2013), agrega: “[estos jóvenes tienen] la posibilidad de ir más allá de los libros, ir a otras plataformas e ir a otros lugares al encuentro de las mismas cosas que quizás nosotros todavía buscamos en los libros. Son historias, es la comunicación, esa necesidad de entender cosas, a nosotros mismos, compartir palabras, historias, recuerdos”. 

Los “audiovidentes” dedican horas y horas a escuchar literatura en forma de canciones, que es, no lo olvidemos, la genuina forma del género lírico. Juglares contemporáneos como Phito Torres (Veracruz) o Iván García (Puebla) grafitean el otro pentagrama estético juvenil. 

En Oaxaca, en línea: aion.mx o mula blancxa o vía impresa: Hebefrenia, LunaZeta, Comején, Avispero, Arrecife, Tiza ke riú, Delirium Tremens y Oaxaca profundo trenzan las hebras de la joven cultura escrita. Clyo Mendoza, Jessica Santiago Guzmán, Haydee Ramos y Alejandro Aparicio Morales leen, escriben, hablan, piensan y actúan alrededor de la escritura y los textos. Hablantes legítimos y autorizados insertados en una red virtual, movediza y parlante que grafitean los otros horizontes de los campos, formas y modos de la lectura. 

Miradas al ser

BIBLIOTECA FRANCISCO XAVIER CLAVIGERO / BIBLIOTECA FRANCISCO DE BURGOA / CENTRO CULTURAL SAN PABLO

Miradas al ser es una muestra que explica la importancia de la imagen impresa como herramienta de apropiación de la naturaleza y de difusión del conocimiento científico. Tiempo, espacio y naturaleza han sido ámbitos de observación y de reflexión y, por lo mismo, en la historia de la humanidad se han generado registros que dan cuenta del conocimiento sobre nosotros y nuestra relación con el cosmos y la diversidad natural. 

La exposición profundiza en ejemplares de las bibliotecas Francisco de Burgoa y Fransico Xavier Clavigero, en los cuales se hace evidente la preocupación por explorar el cosmos y describir el mundo natural, y, al mismo tiempo, se pretende motivar la reflexión sobre la participación de científicos, dibujantes, grabadores, ilustradores e impresores. La muestra, realizada en conjunto con el Seminario de Estampa de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, invita a que el público vea cada impreso como una máquina del tiempo hacia extraordinarias empresas científicas. 

La exposición cuenta con tres sedes: el Centro Cultural San Pablo de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, la Biblioteca Francisco de Burgoa de la Universidad Autónoma Benito Juarez Oaxaca y la Biblioteca Francisco Xavier Clavigero de la Universidad Iberoamericana. 

Seminario Permanente de Estampa, Universidad Iberoamericana

Reseña

Gustavo Curiel, coord. y ed.
Carpinteros de la Sierra. El mobiliario taraceado de la Villa Alta de San Ildefonso, Oaxaca (siglos XVII y XVIII), 2 vols.,
Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM / FAHHO, México, 2019. 

El pasado 17 de octubre, en el claustro del Centro Cultural San Pablo, se presentó el libro coordinado y editado por Gustavo Curiel, Carpinteros de la Sierra. El mobiliario taraceado de la Villa Alta de San Ildefonso, Oaxaca (siglos XVII y XVIII), con la participación de Ana Paulina Gámez, María Isabel Grañén Porrúa, Gustavo Curiel así como las autoridades y banda municipal de Villa Alta de San Ildefonso. 

Con un estudio introductorio de Gustavo Curiel, el libro es una recopilación de ensayos realizados en torno al mobiliario de Villa Alta, Además del Dr. Curiel, escriben Jorge Rivas Pérez, Dennis Carr, César Manrique Figueroa, Hilda Urréchaga, Guillermina Solé Peñalosa, Carla Aymes, Alejandra Quintanar, Berenice Jarquín y Mireya Olvera. Historiadores del arte, biólogas, arquitectos, anticuarias y restauradoras componen un excelente equipo multidisciplinario que enriquece al libro. Desde diferentes enfoques y con distintos ejemplos, cada quien aporta nuevos datos al estudio de los muebles realizados entre los siglos XVII y XVIII en la Villa Alta de San Ildefonso. El segundo volumen es el catálogo razonado de las piezas registradas por Curiel y la investigadora y anticuaria Hilda Urréchega. 

La historia comienza con los registros más tempranos del contacto español con los habitantes de Villa Alta, los pleitos entre los nativos, las luchas por el poder y las exploraciones españolas en busca de minas de oro, el establecimiento de una prisión, el circuito de la grana cochinilla y los tratos comerciales en la zona. Es decir, el contexto que da origen a la carpintería en México y en la zona, y la influencia europea en la elaboración de los muebles. Además, hace un análisis de la tipología, los diseños, las técnicas, los colores, la iconografía y el perfil de los ebanistas que elaboraron estas piezas. En los ejemplos concretos tenemos el análisis del esgrafiado en los espacios novohispanos, la lectura de mapas y mensajes en un escritorio; los libros e impresos que llegaron de Europa y la influencia que tuvieron como modelos visuales para la ornamentación de los muebles; la prosperidad económica que trajo esta producción de muebles a la zona; ejemplos de iconografía de vírgenes, santas, modelos de mujer, imágenes de la Justicia Divina y un extenso repertorio de animales y ornamentos que componen el imaginario de este tipo de ebanistería. 

El catálogo razonado abarca la producción que fue localizada en México y en el extranjero. Los muebles se describen con fichas técnicas por tipología: escritorios, cajas, baúles, bufetillos, papeleras, sillas, escribanías, contadores, muebles modificados y un apartado exclusivo para los muebles de la iglesia de Tlacochahuaya. 

Como afirma Dennis Carr en el análisis de un escritorio: “El mueble es una orgullosa declaración de los logros de los artesanos; con sus símbolos e iconografía indígenas es, hasta el día de hoy, una prueba del carácter híbrido y transcultural del arte colonial de América Latina, y de la lucha por el poder que se libró en Villa Alta durante la época colonial”. 

Alonzo Harris, ser el primero

Poder y velocidad son dos características que no se encuentran habitualmente en un mismo jugador. Los Guerreros de Oaxaca encontraron oro en Alonzo Harris, quien en su primera temporada con la tribu se apoderó de una de dos marcas nunca antes vistas en la Liga Mexicana de Beisbol. Su nombre sonó muy fuerte a la mitad de la temporada, cuando a pesar de 18 home runs y 53 carreras impulsadas, inexplicablemente no fue convocado al Juego de las Estrellas, al que asistió únicamente como invitado a la exhibición de cuadrangulares. 

No requirió de una gran vitrina, como es el clásico de media campaña, para que los aficionados intuyeran que su constancia lo acercaba a estadísticas de esas que son muy difíciles de olvidar. 

En 94 años de vida de la LMB, únicamente dos jugadores lograron treinta cuadrangulares y treinta robos de base en una misma temporada: James Steels y Luis Terrero. 

Fue la noche del 18 de julio cuando Harris conectó un lanzamiento de José Oyervides en Nuevo Laredo, ya con 33 robos de base. No había nadie en las colchonetas cuando aquella pelota superó la barda del Parque La Junta, el segundo más viejo en la historia del beisbol mexicano y en donde nunca se había escrito un acontecimiento de ese tamaño. Durante su trigésimo recorrido por todas las bases, el mundo de la pelota aplaudía el suceso que aún estaba lejos de ser su gran momento. Aún quedaban hojas en el calendario de la campaña, y, con poco más de un mes por jugar, un nuevo desafío se asomaba: Ser el primero con 40 home runs y 40 carreras producidas. 

Ir por la hazaña fortaleció su espíritu en la parte más complicada de una temporada, donde los Guerreros luchaban cada día por ser los mejores de la Zona Sur. Él mismo, en sus redes sociales, se encargó de ilusionarse y contagiar a sus seguidores. Se embasó 45 por ciento de las veces en las que se paró a batear y con seis estafas, las 40 llegaron pronto. 

En contraste con su capacidad para acumular hits y aumentar su porcentaje de bateo, la producción de cuadrangulares disminuyó considerablemente en agosto. Las seis de las últimas cuatro semanas de competencia lo dejaron con 39, tan cerca pero tan lejos. Sin embargo, en su desenfrenada carrera por buscar poner la pelota contra los anuncios, los catorce dobles que disparó en la segunda mitad del 2019 dieron un total de 34, dejando atrás otra barrera de tres decenas. 

El logro fue reconocido de inmediato por el Salón de la Fama del Beisbol Mexicano, el segundo que se realiza bajo la nueva administración y el primero para un jugador ofensivo. 

Es probable que Alonzo Harris no resulte el Jugador Más Valioso del Año, su justicia va más allá de una votación, es el primer integrante del Club 30-30-30, nadie antes que él. 

Xhunashi Caballero Santiago, oaxaqueña de corazón guerrero

Calificar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 es un sueño que ha trazado en su horizonte deportivo la karateca oaxaqueña Xhunashi Caballero Santiago. Tras conquistar la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Lima, Perú, la deportista originaria de Ciudad Ixtepec se ha colocado como una firme candidata para ser uno de los oaxaqueños que busque representar a Oaxaca y México en la máxima justa del deporte amateur. 

Y es que para Xhunashi Caballero Santiago la obtención de ese logro representaría felicidad para ella, su familia, su equipo, municipio y estado, tras una carrera deportiva que se ha caracterizado por la tenacidad en la búsqueda de concretar sus retos deportivos. 

“La medalla es un gran triunfo, motiva para hacer más cosas, como buscar un sitio en Tokio. Se cumplió una meta, pero eso ya quedó atrás, ahora es necesario fijarse nuevos objetivos”, apuntó la triple medallista panamericana.

El camino no ha sido fácil, incluso muchas veces ha ido cuesta arriba. La oaxaqueña ha mostrado garra y corazón para sobreponerse a la adversidad y salir adelante en los diversos desafíos que ha encontrado en el camino. 

“Mientras se trabaje con esfuerzo y dedicación, los sueños se hacen realidad, cada entrenamiento vale la pena”, destacó la deportista. 

La karateca reconoció que aprendió mucho en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, lo que le hizo aplicarse a fondo para Lima, y además consolidar un equipo que la apoyara en el proceso, donde ha sido un factor fundamental el nombramiento oficial de su entrenadora, Sarahi Guadalupe Caballero Santiago, quien hizo el acompañamiento en todos los aspectos de la gira de preparación a Lima, logró que Xunashi participara en la competencia más madura y con mejor técnica, lo que le valió la obtención de la presea de bronce. 

Sin duda, el cimiento de sus logros es el apoyo de sus familiares, quienes, desde las primeras competencias en Olimpiadas infantiles la han respaldado, no sólo brindando la confianza necesaria para competir en eventos nacionales e internacionales, sino acompañando cada experiencia en su carrera deportiva. El apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú también ha sido fundamental en su trayectoria deportiva, ya que ha respaldado cada uno de los objetivos que se ha trazado la artemarcialista oaxaqueña. 

Medallista de plata en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 y Toronto 2015, Xhunashi Caballero busca ahora enfocarse en el Torneo Preolímpico, el cual definirá su futuro de camino a los Juegos Olímpicos Tokio 2020. 

“Éste es el inicio de un nuevo proceso competitivo y voy por todo”, expresó la deportista al agradecer el apoyo de Alfredo Harp Helú y María Isabel Grañén Porrúa, quienes le han brindado respaldo durante su carrera deportiva. “Su confianza y apoyo me obliga a hacer las cosas lo mejor que pueda y a no guardar ni un gramo de esfuerzo”, apuntó Xhunashi Guadalupe Santiago. Y agregó: “Ha sido de verdad un camino muy complicado, pero hoy creo que los sueños se hacen realidad”. 

PRINCIPALES LOGROS DEPORTIVOS

• Selección Nacional de Karate Do 2006-2019 
• Plata en los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011 Categoría +68 kg 
• Plata en los Juegos Panamericanos Toronto 2015 Categoría -68 kg 
• Bronce en los Juegos Panamericanos Lima 2019 Categoría -61 kg 
• Plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014 Categoría -68 kg

Inicio de actividades en Ocotlán del Morelos

Imposible llegar a Ocotlán de Morelos, en Oaxaca, y no recordar al maestro Rodolfo Morales. Él amó su tierra con una generosidad ilimitada, se nutrió de ella. Su obra es reflejo de las flores de sus campos, de la fruta que venden en su colorido mercado, también adoptó la luz de los paisajes cercanos y del arte popular y, sobre todo, las mujeres con sus rebozos y tacones fueron las protagonistas principales. La generosidad de este artista fue tal que restauró la mayoría de los conventos cercanos a su comunidad, y, además, donó una importante colección de su obra a México, que se conserva impecable en su querido Ocotlán. 

El corazón brinca de alegría cuando uno visita el exconvento de Ocotlán, y encuentra a decenas de niños que se reúnen a crear papalotes, collages, barro, pinturas y grabados, también experimentan con la cocina ocoteca. Entre sonrisas, los pequeños juegan, se divierten y aprenden. 

Esta historia comenzó hace más de dos años, cuando la Antigua Estación del Ferrocarril en Oaxaca se convirtió en museo y biblioteca. El Museo Infantil de Oaxaca abrió sus puertas a niños y niñas con la exposición Rodolfo Morales, maestro del color. La intención era dar a conocer la obra de uno de los grandes pintores de Oaxaca al público infantil. Parece mentira, pero Oaxaca cuenta con grandes artistas plásticos reconocidos en el mundo y, sin embargo, no se conocen en su tierra. Ésta y muchas otras fueron las razones por las que el equipo del MIO preparó múltiples actividades derivadas del trabajo e intereses del maestro Morales. 

La Fundación Rodolfo Morales, entusiasmada con el proyecto, participó con la donación de fotografías de la obra y con la cortesía para utilizarlas y elaborar con ellas actividades educativas para los chicos. Una vez que vieron el fruto del trabajo, quedaron motivados para seguir el ejemplo, y reproducir la experiencia en la tierra donde nació el maestro. Solicitaron el apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca para trasladar allá el programa educativo. A partir del jueves 10 de octubre este sueño se hizo realidad, pues, gracias al esfuerzo de las dos fundaciones, se abrieron las puertas del convento para que chicos y chicas realicen diferentes actividades gratuitas: pintura, juegos, gastronomía, música y mucho más… 

Uno de los lugares favoritos de Rodolfo Morales era la cocina, porque ahí se preparan platillos deliciosos y exquisitos postres, sólo hay que visitar su casa para darse cuenta de ello. Así que chavas y chavos: ¡Hagan chocolates! En Chocotlán podrán hacerlos en la cocina del convento, y lo mejor de todo es que se los podrán comer. También podrán preparar alegrías, gaznates, polvorones y otros dulces regionales que le encantaban al maestro. ¿Saben lo que es un collage? Visiten el refectorio del convento, que está antes de entrar a la cocina, busquen el Tilichero, y ahí podrán hacer muchos collages. Pinten cilindros –como lo hizo el artista–, peguen etiquetas, recorten personajes, armen cuadros con imanes, resuelvan el Arterama, ganen la Lotería, escriban historias, armen rompecabezas y disfruten del Universo de Morales. También podrán jugar todo lo que quieran con barro y madera, materiales con los que se hacen las artesanías de la región que le gustaban tanto al maestro. Quítense los zapatos o los guaraches, échense en los cojines y ¡a leer a gusto! Visiten el Bunko, un espacio preparado para los amantes de los libros, y busquen los que hablan del maestro y su pintura. También hay cuentos y libros de aventuras, artesanías o de juguetes tradicionales. Pueden participar en las visitas guiadas para las escuelas –que también son gratuitas para los habitantes de Ocotlán y comunidades vecinas– o si prefieren, lleven a su familia los domingos, y vean el video o la obra de títeres que cuentan la vida y obra de nuestro querido Rodolfo Morales. Aquí de lo que se trata es de rendirle un homenaje, conocer su obra, seguir su ejemplo y apreciar su generosidad. 

Increíble, pero parece que el alma de Rodolfo Morales vive todavía en Ocotlán. Él solía pintar sueños y la visita al exconvento rodeado de la alegría de los niños parece ser una pintura de este maestro del color. 

Inicia la 2.ª etapa de restauración de casas tradicionales en Santo Domingo Tehuantepec

El patrimonio cultural guarda una estrecha relación con el desarrollo. Sostenerlo garantiza la permanencia de una riqueza proveniente del pasado y posible de transmitir al futuro. Contiene el caudal histórico, de identidad, conocimientos y aptitudes que caracterizan a una cultura. 

Hace poco más de dos años, en el mes de septiembre, un terremoto ocurrido en el Istmo de Tehuantepec –acompañado de más de 23 000 réplicas– demostró la fragilidad del patrimonio, y que éste podría ser irrecuperable una vez “perdido”. Aunque esta fatalidad se atribuye a un desastre natural, existen otros factores más, como el daño intencionado por apatía o falta de conocimiento, el abandono o ausencia de mantenimiento que también conducen al empobrecimiento cultural de nuestros pueblos.

A dos años del sismo, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca renovó su alianza de trabajar de manera conjunta con el municipio de Santo Domingo Tehuantepec y los propietarios de veinte casas históricas. En esta labor resulta necesario mencionar que durante la primera etapa se logró la recuperación de 25 casas, y se generaron poco más de 150 empleos entre obreros y arquitectos de localidades cercanas y del mismo municipio. Esta situación, además de beneficiar económicamente a dichas familias, permitió la transferencia de conocimientos, la recuperación de oficios en desuso y la activación de procesos de restauración en la comunidad, necesarios para la conservación del patrimonio.

En esta segunda etapa de restauración continuamos con la preservación y renovación de los valores de la casa zapoteca, y aún más importante, las casas permanecen en funcionamiento. Esta segunda etapa es un paso alentador para el patrimonio tradicional, pues en ese andar se han dispersado las opiniones mal enfocadas en torno a la arquitectura ver-nácula o el querer anularla sustituyéndola por modelos vacuos.

En este espacio reconocemos a una cultura con el aprecio y capacidad de regenerarse afectuosamente desde la memoria e identidad para constituir y reforzar sus valores culturales.

Aula de música en Zacatepec, Mixe

El pasado 20 de agosto se llevó a cabo la inauguración del aula de música en Zacatepec, Mixe, con la presencia de Lila Downs en representación de las demás artistas que participaron en el concierto Oaxaca Corazón, realizado en el Auditorio Guelaguetza. La FAHHO multiplicó la cifra recaudada para ayudar a los damnificados por los sismos.

Difícil ha sido la tarea del equipo de trabajo del Arq. Juan José Santibáñez, que prácticamente se ha vuelto parte de la comunidad. Ellos conviven con las personas, inclusive han sufrido los cortes a la carretera junto a los pobladores.

Acudimos dos años después al paraíso de Konk Oy. Una noche antes nos llovió con tal fuerza que se fue la luz, y se perdió la comunicación, pero eso no detuvo los ánimos de los niños y jóvenes que desde muy temprano afinaban sus instrumentos. Llenos de alegría y vestidos de gala bajaban a la que será su nueva escuela: un lugar digno para aprender y practicar los acordes y melodías que tanta historia tienen en la región, un espacio que cuenta con cuatro salones que pueden ser usados de manera simultánea.

El día era tan especial que había que festejarlo con el estreno de una melodía: Sones y jarabes de Zacatepec, del profesor Etelberto Solís, interpretada por la banda infantil, que anteriormente tenía que ensayar debajo del mercado, en un espacio precario y lleno de humedad.

Así pues, las bandas de música de Santiago Zacatepec tienen hoy un nuevo punto de reunión en su comunidad. Los sismos no sólo movieron la tierra, también movieron corazones, en este caso, el corazón musical.

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