El pasado 10 de junio se llevó a cabo la conferencia “30 años de historias sobre biodiversidad”, dictada por el Dr. en Ciencias y exrector de la UNAM, José Sarukhán. Durante poco más de hora y media, el biólogo e investigador compartió parte de su recorrido como fundador de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, Conabio, y algunas historias de éxito que han marcado el desarrollo de esta instancia que celebró su 30 aniversario el 30 de abril.
Para la creación de la Comisión fue necesario investigar profundamente cómo se llevaban a cabo las actividades en instancias que ya habían avanzado en esta materia –establecidas en Australia y Costa Rica–, además de conjuntar los esfuerzos de diversos actores, como académicos y tomadores de decisiones. Actualmente, Conabio cuenta con una base de datos de 25 millones de especímenes, creada por un gran equipo de taxónomos mexicanos.
El Dr. Sarukhán hizo hincapié en la necesidad de reconocer nuestra relación con el entorno natural y cultural –el medio ambiente en el que nos desarrollamos– desde la cuna, no solo en la educación elemental, y señala que una de las principales razones de haber creado la Conabio fue este apremio: compartir con el público, no únicamente con los especialistas, información sobre la gran riqueza natural con la que cuenta México.
Una de las historias de éxito que compartió el Dr. Sarukhán fue sobre la elaboración del primer Estudio de País, en 1998 –a partir de su equivalente global Millennium Ecosystem Assessment ‘Evaluación Milenaria del Ecosistema’, en la que más de mil investigadores de todo el mundo se reunieron para evaluar la forma en que los ecosistemas presentaban causas de pérdida y conservación, así como los efectos en la sociedad a causa de esta pérdida–, y sus posteriores alcances. A diez años de haber realizado el segundo Estudio de País surge la publicación Capital natural de México, en la que participan 750 autores y 227 instituciones. Mediante ella se busca “destacar la importancia de incorporar la visión ambiental, particularmente la conservación y uso de la biodiversidad”, según la página web de Biodiversidad mexicana, y “tomar decisiones sobre bases científicas”, como se apunta en la presentación del documento.
En los últimos doce años, Conabio ha ganado presencia gracias a la colaboración con los gobiernos estatales; hoy en día, 27 estados de la República Mexicana cuentan con estudios y estrategias en proceso y cinco de ellos ya tienen su organismo propio. Los esfuerzos, afortunadamente, se dan de manera permanente gracias a la sociedad civil y a la academia.
Te invitamos a revisar la página web de Biodiversidad mexicana y de Conabio, ambas cuentan con bancos de imágenes, libros, carteles, guías y material multimedia. La conferencia del Dr. Sarukhán se encuentra en nuestra página de Facebook o en la siguiente liga: https://bit.ly/ConferenciaConabio
La música es uno de los recursos más potentes en la vida de los seres humanos. Nos acerca al juego, a la ensoñación, al placer y la relajación, pero también a procesos formativos, cuando lo hacemos con esta intención. La música propicia un disfrute personal y, en ocasiones, colectivo. Podemos señalar, también, encuentros musicales como canciones, tonadas, letras o conciertos que se concatenan con momentos significativos en nuestras vidas y mediante su evocación podemos volver a ese lugar y experiencia concreta.
Para la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca la música es un pilar fundamental en sus programas y proyectos, ocupa un espacio relevante en nuestra agenda cultural. De hecho, contamos con la Fonoteca Juan León Mariscal, nombrada así en honor al violonchelista, compositor, pedagogo y poeta oaxaqueño. Al mismo tiempo, una de las tareas que tenemos como miembros de la familia FAHHO es trabajar en equipo, y por ello la Fonoteca y el programa de lectura y escritura Seguimos Leyendo estamos soñando y organizando unas jornadas lúdico-musicales para el 2023, pensando en escuchas de la primera infancia y en nuestros adolescentes, esperen noticias y estén atentos a nuestras redes sociales.
Ahora queremos invitarlos a enlazarse a un video donde el Dr. Juan Carlos Dávila Fernández, intensivista y melómano oaxaqueño, nos comparte estrategias para crear espacios lúdicos y de acercamiento musical, específicamente a la ópera y música clásica desde la infancia y sin salir del hogar.
Durante una hora charlamos sobre dos preguntas: ¿la ópera es para todos?, y ¿desde qué edad pueden los niños jugar y disfrutar aprendiendo acerca de los géneros musicales? Nos preguntamos si la influencia de la familia, las herencias y experiencias asistiendo a conciertos o festivales contribuyen a formar y transmitir el gusto por géneros musicales específicos, y cómo y con qué obras iniciar un plan con los primeros escuchas, entre algunos temas más. Esta plática, repleta de anécdotas para disfrutar, la encontrarás en: https://bit.ly/CharlaMusica
La familia también son las personas que uno elige, aquellas con las que convives todo el tiempo, las que te aconsejan y te apoyan sin importar nada, esto lo sabemos y lo vivimos todos los días en el paraíso beisbolero.
Al estar concentrados en el entrenamiento durante largos periodos, tanto alumnos como cuerpo técnico crean lazos fuertes, unidos por 108 costuras. Los instructores se vuelven padres o hermanos mayores de los alumnos, esa es la recompensa que deja el sacrificio de estar lejos de los suyos.
En esta ocasión queremos hacer un especial reconocimiento a un excelente instructor, un gran ser humano querido por todos en la Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú. Estoy hablando del exjugador de grandes ligas, ganador de la triple corona de bateo en la Liga Mexicana de Beisbol (1995) y de muchos otros reconocimientos, nuestro querido Ty Gainey.
Ty, exjardinero de las grandes ligas para los Astros de Houston, es nuestro instructor de bateo. Se ha ganado a los alumnos por su forma de enseñar, su paciencia y su bondad. Los alumnos se refieren a él como “líder”, “increíble”, “sabio” y “maestro”. Tiene una gran capacidad para enseñar, además de una enorme paciencia con los alumnos, y es esta la fórmula perfecta, pues los resultados de su trabajo se notan por sí solos; antes de llegar a la Academia, fue un querido coach de bateo para los Diablos Rojos del México.
Su principal función en el paraíso beisbolero es enseñar a los prospectos el arte de la correcta mecánica de bateo, ya sea en la práctica, en el trabajo extra o en los juegos interescuadras, siempre está atento y haciendo las correcciones necesarias; los jóvenes voltean a las gradas para pedirle un consejo o saber si la acción que realizaron es la correcta; en ocasiones, con una palabra basta para realizar los ajustes necesarios, así de estrecha es la relación que se crea entre ellos.
Pero las enseñanzas no terminan en el campo de los sueños, pues la convivencia hace que también acudan a él para algún consejo de vida, o simplemente para escuchar sus increíbles anécdotas beisboleras.
El mundo está lleno de barro y su uso, en todas las civilizaciones, ha sido importante: el barro forma parte de la creación de todas las sociedades. En Europa, Asia, África y América, el arte de la alfarería dio frutos como vasijas, platos, tazas, ánforas, etcétera, y poseían el mismo valor en todas las culturas, siendo utilizadas cotidianamente para el almacenamiento de agua y la preparación de alimentos.
El barro mismo nos indica que su uso no tendrá fin, su utilidad a lo largo de la historia de la humanidad seguirá presente, y la creatividad de cada persona, esa vocación de llamar a la belleza como un fenómeno de arte y color, radica en la magia de transformar un material simple y sencillo en algo imperecedero.
A continuación, Xally Méndez López nos comparte su experiencia con su proyecto, Madre Toh.
Mi primer acercamiento con el barro fue durante el primer año de universidad. En ese momento el barro no era mi material predilecto, sino solo un medio para desarrollar habilidades manuales y visuales en cuanto a perspectiva y destreza. Nunca me llamó la atención entrar a los talleres de cerámica, nunca escuché sobre las cualidades del material ni sabía que existían distintas temperaturas para quemar. En ese momento el barro era solo un recurso para volverme escultora. Pero al salir de la universidad y del sistema de talleres y ejercicios, me enfrenté a la falta de un espacio de trabajo, lo único que tenía era el patio trasero de la casa de mis padres, su entera disposición y mis pretensiones artísticas.
Después, durante algunos meses de 2015 y 2016, tuve la fortuna de vivir en una isla que pertenece a Dinamarca en medio del mar Báltico. Estudié en una escuela de artes y oficios y conocí a las personas que me motivaron, por medio de su práctica y convicción por el oficio, a dedicarme de lleno a la cerámica, cambiando y madurando mi visión y objetivos profesionales.
Cuando regresé a México, en 2017, hice una visita a Oaxaca, y desde entonces, gracias a personas visionarias, grandes maestros y gente dispuesta a ensuciarse las manos con lodo, es que el estudio, exploración, práctica e investigación por la cerámica se volvió parte de mi vida diaria.
Juntos creamos un taller de cerámica y aprendimos que, además de prestar atención al barro como material, se tiene que observar al equipo para que no haya duda de que todos reman hacia el mismo rumbo.
El Proyecto Madre Toh inicia en octubre de 2021, y elegimos al barro como instrumento protagónico en la orquesta, siempre esperando que este también nos permita elegirlo.
*Te invitamos a que visites Andares del Arte Popular y admires las increíbles piezas de este taller que está despegando y creciendo en comunidad, te esperamos en Independencia 1003, pregunta por el Proyecto Madre Toh.
El archivo histórico de San Francisco Telixtlahuaca está constituido por 43 cajas, es mucho más pequeño en comparación con el material más reciente del archivo de concentración, resguardado en 117 cajas. Sin embargo, el primero tiene documentos que datan de finales del siglo XVII y que dan cuenta de la historia más antigua de la localidad.
Después de la conquista se instalaron nuevas jurisdicciones que dependían de las encomiendas otorgadas a los conquistadores. A pesar de la cercanía con el marquesado del valle de Oaxaca concedido a Hernán Cortés, Huajolotitlán (Huitzo) como antiguo centro de poder regional –junto con sus pueblos sujetos, entre los que se encontraba San Francisco Telixtlahuaca– quedó dentro de la jurisdicción de la Corona. En este contexto, el archivo municipal conserva varios testimonios de las constantes quejas por los abusos de las autoridades peninsulares que se instalaron en la cabecera.
Dentro de esta documentación destaca un expediente de 1762 en el que se relatan los abusos cometidos por el alcalde mayor, don Fernando Lozada y Novoa. Al parecer, el funcionario despojó de sus empleos al alcalde, los regidores y al escribano de Telixtlahuaca, y nombró arbitrariamente a otros individuos sin el consentimiento del común. La decisión de estos cambios fue consecuencia del accidente de un niño por la embriaguez de sus padres. Las autoridades locales consideraron el hecho como “involuntario”, por lo que no pusieron preso al padre, ni le dieron azotes, ni informaron al alcalde mayor. Cuando don Fernando Lozada se enteró, los puso en la cárcel “con gravísimas prisiones y despojados de sus empleos”, de hecho, “le dio tales bofetadas [al alcalde], y golpes, que perdiendo casi el sentido, estuvo unos cuantos días sordo, e insensato”.
Desde el inicio de su nombramiento, Lozada cometió muchos otros excesos. Los naturales se quejaban porque no quería darles audiencia, les pidió monedas, mozos, morillos, horcones y mecates para la construcción de supuestas nuevas casas reales, a las que solo realizó pequeñas modificaciones; en cambio, hizo una habitación a su mujer y apresó a los regidores y al escribano porque no le dieron pronto la cantidad que exigía; además, se llevó dos bestias de carga, una de silla y dos mozos cuando hizo un viaje a Teutitlan; les exigió molenderas –que debían permanecer en la cabecera durante cuatro meses–, hizo varias visitas al año en lugar de una, lo que ocasionó gastos por intérprete, criados, etcétera; estableció contribuciones por la cosecha y venta del pulque, así como cobros por las licencias de sus fiestas; su escribiente, Alexo Joseph de San Germán, les infería perjuicios y les cobraba por cada cabeza de toro, vaca o becerro que mataban… El expediente enlista siete agravios que fueron presentados por el licenciado Antonio Zeron ante la Real Audiencia. Al final, el asunto se resolvió con una multa al alcalde mayor y el destierro del escribiente de esta jurisdicción.
Algunos documentos de la Sección Justicia muestran arbitrariedades como la anterior, cometidas por las autoridades españolas, pero también hay pruebas de los recursos legales empleados por los indios para defenderse ante la Real Audiencia de México, que fungía como el máximo órgano de apelación en la Nueva España, lo que seguro originó represalias a los naturales, pero no impidió que volvieran a denunciar una y otra vez. Existen testimonios anteriores contra los alcaldes mayores Juan Miguel de Mayoral, en 1712, Domingo Gortari, en 1717, y Juan Pizarro Mayoral y su teniente, don Joseph Lopez, en 1727. A pesar de sus juramentos de obediencia a las disposiciones judiciales con el respeto y debido acatamiento.
En realidad, existen muchos documentos notables en el archivo municipal de San Francisco Telixtlahuaca. La mayor parte aún está en espera de ser consultada para elaborar una historia más completa de esta población que, a pesar de estar tan cerca de la capital del estado, ha recibido poca atención por parte de los investigadores.
La Fundación Alfredo Harp Helú de Oaxaca a través de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, el Centro de las Artes San Agustín y la Asociacion Amigos del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca y del Centro Fotografico Manuel Álvarez Bravo convocan a personas y organizaciones a realizar nominaciones para el
Premio Emiliano Cruz Santiago
Emiliano Cruz Santiago era un joven de San Bartolomé Loxicha. Desde los 19 años hasta su muerte repentina a los 29 años, dedicó su vida a la documentación, descripción y promoción de su lengua materna, el dí’zdéh (zapoteco miahuateco).
Cruz Santiago llevó a cabo diversos proyectos como la recopilación de un diccionario, una colección de cuentos, una antología de creencias tradicionales, una novela, libros infantiles, un proyecto de etnobotánica, talleres de ortografía, concursos de poesía, canto y más, todo en zapoteco.
El premio FAHHO-CASA Emiliano Cruz Santiago busca reconocer y apoyar a personas que, como Cruz Santiago, promueven sus lenguas de manera individual o colectiva bajo su propia iniciativa.
BASES GENERALES
1. Puede ser nominada cualquier persona, hablante de alguna de las lenguas nacionales, que haya demostrado una extraordinaria labor en favor de su lengua.
2. Las nominaciones deberán ser enviadas por parte de terceras personas, organizaciones o autoridades municipales.
3. Si las personas realizan o realizaron actividades remuneradas por parte de alguna institución para documentar, describir, promocionar o divulgar las lenguas originarias, debe demostrarse que la razón por la que se le nomina, va más allá de sus deberes oficiales.
4. Las nominaciones se enviarán en un archivo PDF, y deberán incluir la siguiente información:
● Datos generales de la persona nominada (nombre completo, dirección, teléfono, correo electrónico)
● Descripción del trabajo realizado, esto incluye detalles de por qué se debe considerar al candidato
● Descripción del impacto de su trabajo en las comunidades hablantes.
● Tres referencias de beneficiarios, autoridades municipales o educativas, líderes comunitarios, y cómo se relacionan con su trabajo.
● Puede incluirse información adicional que respalde la nominación,como sitios web, artículos de noticias, publicaciones en redes sociales, otros premios otorgados al candidato, fotografías del trabajo en comunidad.
5. La recepción de las nominaciones iniciará a partir de la publicación de esta convocatoria y cerrará el viernes 9 de septiembre de 2022.
6. Un comité, que podrá estar conformado por personas de las instituciones convocantes, recibirá las nominaciones y podrá contactar a los nominados, o a personas que tengan conocimiento del trabajo realizado.
7. El premio podrá declararse desierto a consideración del jurado.
8. Las nominaciones podrán enviarse por correo electrónico a premioemilianocruz@gmail.com En el cuerpo del correo deberán anotar datos de la persona, grupo, o institución que nomina (nombre completo, domicilio, y teléfono de contacto).
9. El premio consiste en:
$30,000 (treinta mil pesos) y un reconocimiento.
10. El jurado emitirá un fallo, inapelable, el lunes 26 de septiembre de 2022. Se dará a conocer en la página del Centro las Artes de San Agustín http://www.casa.oaxaca.gob.mx y de la Biblioteca de investigación Juan de Córdova http://bibliotecajuandecordova.mx/
11. Cualquier situación no prevista en la convocatoria será resuelta por los organizadores.
Este mes de julio vuelve a ver la luz la versión impresa del Boletín FAHHO; a la par, la forma digital seguirá reuniendo las noticias más sobresalientes de nuestras labores en la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, y estará disponible para nuestros amigos y lectores que se encuentran en diferentes puntos de la República Mexicana y el mundo, a quienes agradecemos que nos busquen cada inicio de mes.
Queremos contarles que, en la capital de México, la apertura del Museo Diablos a un costado del Estadio de Beisbol Alfredo Harp Helú, luego de dos meses, sigue siendo una novedad. Por ello, Jorge Contreras y Agustín Castillo nos comparten dos reseñas sobre las salas de exhibición de este nuevo espacio. Jorge, nos describe los motivos que mueven cada una de las exposiciones y nos habla de las obras de Francisco Toledo y de los maestros artesanos Adán Paredes y Víctor Mendoza. Por otro lado, Agustín Castillo, director del museo, acude a tres frases de la jerga beisbolística para describir el desarrollo del museo en estos dos meses de jugadas fantásticas.
Más adelante, Cristina Kahlo hace un viaje al pasado y reseña el camino que debió haber seguido el artista canadiense Alan Glass con sus cajas de arte objeto y arte postal que hoy en día se encuentran en exhibición en el Museo de la Filatelia de Oaxaca, “Estampillas para viajar”. Te invitamos a visitar este espacio que, como todas las sedes de la Fundación, vuelven poco a poco, y con todas las medidas de seguridad, a las actividades presenciales.
Alejandro de Ávila prosigue con la serie de artículos sobre Arte plumaria. En esta ocasión nos habla de un lienzo elaborado con seda criolla teñida con zacatlaxcale, una planta parasitaria.
Por otro lado, desde la Casa de la Ciudad nos narran una parte del ciclo de conferencias “Ciudad, Arqueología y Comunidad” que se llevó a cabo en coordinación con la UNAM y el Programa de Estudios sobre la Ciudad. También compartimos la reflexión de Kenya Alvarado, una animadora a la lectura que después de dos años vuelve a ver a los pequeños usuarios de las bebetecas: al igual que ellos, su cariño y gusto por los libros también crecieron. En el Taller de Restauración hacen un ejercicio de evocación y nos invitan a mirar al pasado desde las construcciones que tenemos en el presente; en su publicación Memorias de restauración nos hablan de las casas de visitas, no te pierdas esta colaboración. A continuación, Ángela Cruz nos invita a seguir leyendo y nos da una probadita de cuatro libros que hablan sobre la música, y desde Andares del Arte Popular nos escribe una tejedora que recuerda a su madre y a su abuela: las mujeres de palma.
Cathy Fourez, profesora e investigadora de la Universidad de Lille, Francia, visita la Biblioteca José Lorenzo Cossío y Cosío en las instalaciones de Adabi de México y reflexiona sobre la construcción de la colección de libros a manera de una detective, tal como los personajes de los libros que más llaman su atención de este recinto. Desde el MIO, Diana Pascual nos habla sobre los árboles notables que viven en la Antigua Estación del Ferrocarril y nos invita a estar atentos a una nueva publicación en su página web: ¡Vámonos por las ramas!
Fabián López, de Adabi Oaxaca, reflexiona sobre la manera de acercarse e interpretar los archivos históricos con que cuentan las comunidades: los relatos que podamos construir alrededor de ellos son meras interpretaciones, pero deben hacerse con “cautela y habilidad detectivesca”. En los deportes, Gerardo Salazar se despide del #37, la franela de Erick Rodríguez de los Guerreros de Oaxaca, y Agustín Castillo da un emotivo adiós al Terrible capitán Iván Terrazas de los Diablos Rojos del México.
Y seguimos develando las joyas que habitan la Biblioteca Burgoa, en esta ocasión, Elena Sánchez nos habla de tres ejemplares, descubre de cuáles se trata.
Como se ve, la tarea de la FAHHO continúa, y el equipo que conforma esta gran familia trabaja todos los días para mostrar las revelaciones y el resultado de todos los esfuerzos.
El nuevo museo en el Estadio Alfredo Harp Helú comprende varias salas dedicadas a la historia y al presente del equipo más ganador del país, los Diablos Rojos del México, y dos salas de exposiciones temporales.
En la Sala temporal B se presenta la exposición “Francisco Toledo, sobre beisbol”. En ella, es posible confirmar que cualquier tema que el maestro abordaba y cualquier material que usaba lo convertía en arte: una hoja de papel, un lienzo, metal, vidrio, madera, arcilla; todo lo transformaba en dibujo, pintura, escultura, grabado, fotografía, siempre en formas nuevas cuya única constante era una manera poética de estar en el mundo.
Al abordar el beisbol, el maestro entendió que no solamente se trata de un juego en un diamante verde, hermoso y mágico, sino que puede funcionar como una metáfora para comprender la experiencia cotidiana, con los desafíos, las alegrías y tristezas, los triunfos y la humildad de cada día, y de cada vida. El maestro sabía que el beisbol reúne a las personas y construye comunidad, pues el propósito de ganar un juego depende del esfuerzo individual, pero es compartido por la afición, y solamente ocurre con la colaboración entre los jugadores del equipo. Por ello, cuando Toledo se ocupó de este tema, además de las características extraordinarias de sus obras, sumó empatía y afecto a cada pieza que se encuentra en la exposición.
En esta sala del museo encontramos un bateador en el momento de esperar el lanzamiento, otros a punto de golpear la pelota, otro bateador de mica empezando a correr, un cácher listo para recibir una pelota lanzada que gira inesperadamente y regresa para dar varias vueltas; grabados con escenas completas de un juego que puede ser real, o el mejor juego imaginado por los aficionados de los Diablos Rojos del México.
En esta exposición, también están papalotes que son campos de pelota en el aire; las maquetas que el maestro hizo para la reja que rodea al Estadio Alfredo Harp Helú, que es también una escultura enorme, que puede convertir todo lo que ocurre dentro en una experiencia estética.
Desde luego, el maestro Toledo también dibujó calaveras que juegan las distintas posiciones en el campo; porque en la experiencia humana después de la vida, también es posible continuar jugando beisbol.
En la otra sala temporal se encuentra la exposición “El mejor campo de pelota para vivir” que está basada en una idea del libro de memorias de don Alfredo Harp Helú, Vivir y morir jugando Beisbol. Esa muestra inicia con una cita: “Sucedió hace aproximadamente 13000 millones de años, en el centro del diamante hubo una gran explosión, millones de partículas se dispersaron en todas direcciones, formaron más de 100000 millones de galaxias que contienen billones de estrellas y planetas…”.
Aquí se hace referencia a que el mundo, cada país y cada ciudad también son parques de pelota, y la experiencia que compartimos con otras personas puede compararse con un juego de beisbol en el que encontramos alegría, triunfo o derrota, voluntad, paciencia, riesgos, estrategia, esfuerzo y sacrificio, competencia, integridad, empatía y todas las emociones que nos hacen humanos. El juego de beisbol es la vida.
El juego de beisbol es la vida. Por ello, en esta sala se presentan obras de dos artistas de Oaxaca que también abordaron el beisbol como una manera de comprender. Adán Paredes presenta pelotas suspendidas que son estrellas que forman una galaxia, cuyas sombras son mundos conocidos, sobre bats atados que son historias y experiencias. Y Víctor Vásquez presenta esculturas de beisbolistas en juego que se forman con barro rojo gracias al fuego.
En las dos salas temporales del Museo de los Diablos Rojos del México está implícito que el arte y el beisbol pueden ser formas de comprender el mundo. Y con ello se sugiere que el sentido de cada experiencia puede coincidir con el propósito de la vida de cada persona; es decir, no es suficiente estar en el mundo para acceder a una experiencia estética, sino que es necesario construir una coherencia entre la manera en que uno desea vivir y la forma en que se vive en comunidad.
Por ello, es un acierto que el Estadio Alfredo Harp Helú cuente con un museo con espacio para arte, no solamente porque brinda a los aficionados al beisbol la posibilidad de conocer el trabajo de diferentes artistas, y porque ofrece a los artistas la forma de comprender implícita en el beisbol; sino porque reúne de manera muy sencilla y amable esas dos formas de metáfora, que coinciden en un nivel profundo: solamente se gana el juego si cada jugador logra superarse a sí mismo, solamente se logra una buena obra si cada artista se arriesga a desaparecer para reinventarse a sí mismo; y solamente se obtiene el triunfo y una experiencia estética, si sucede algo que en arte llaman “accidente afortunado”, porque está fuera del control del artista, y en el juego fuera del control del jugador o del entrenador; y en la vida fuera del control de cada persona, pero ocurre.
Como una recta meteórica de cien millas por hora al inicio de un juego, así han sido los primeros dos meses de vida del Museo Diablos donde el corazón del Diamante de Fuego nos ha regalado momentos brillantes, siempre en sincronía con las vibrantes acciones que los jugadores plasman día a día en el terreno que pisan.
El home run. El batazo rey del beisbol es normalmente esperado por aquellos que por su fuerza, técnica y presencia se hacen llamar los “bombarderos” o “cañoneros de largo alcance”. Para el Museo Diablos, no cabe duda de que ese bateador especial es el maestro Francisco Toledo. Quienes entran a la sala titulada “Sobre beisbol” saben que los trazos del artista, su imaginación, inquietud y sentimiento los obligará a detenerse en algún momento para aplaudir lo que los ojos ven y el alma siente. Al salir de la sala, o como diríamos en el beisbol, “al final de la vuelta triunfal al cuadro”, los visitantes saben que lo que admiraron fue una experiencia única, un rompecabezas que se armó exclusivamente para la apertura de este recinto y que nadie sabe cuándo y dónde volverá a juntarse.
La carrera de la quiniela. Es el término que se usa cuando algún equipo abre la pizarra o anota la primera carrera del juego. Es una gran alegría que nuestro mánager y líder de la creación del Museo, Santiago Harp Grañén, como buen piloto, anticipó que ubicar la sala de proyección al inicio del recorrido representaría tomar la ventaja en el juego y, de esta forma, los visitantes adoptarían la personalidad de aficionados de hueso colorado al final del cortometraje. Este video explica las raíces de los Diablos Rojos, el espíritu combativo de los elegidos para defender la franela roja en el campo, la capacidad de levantarse ante la adversidad y, sobre todo, la complicidad sensorial que existe entre los que apoyan desde su tribuna o a la distancia. Santiago siempre supo que con ese video anotaríamos la primera carrera y tuvo razón, en los Diablos Rojos todos jugamos.
El último out. Cada visita tiene un final diferente, lo mismo que en el beisbol: ningún encuentro es igual a otro y es muy difícil explicar los distintos sabores que nos provocan los rostros de felicidad, las lágrimas, los comentarios y las aportaciones que recibimos cuando tomamos el túnel que nos lleva al gran final del camino. Todos tienen algo que decir, una foto que mostrar o un dato para compartir. Cada uno elige su sitio favorito del Museo: el Cadillac, el trono, la cascada, los trofeos o cualquier otro rincón listo para su deleite. Cuando los visitantes se van cae el out 27, el final de una experiencia; mientras que para nosotros comienza la preparación de los siguientes juegos, todos igual de importantes porque el Museo Diablos apenas cumple dos meses, pero nosotros seguimos buscando la fórmula para lograr lo que los aficionados no han podido vivir en 82 años de historia: el Juego Perfecto.
He reconstruido todo, he vuelto a hacer el mundo. Saint Pol-Roux
Cuenta Alan Glass que fue en la casa de su amiga, la artista Aube Breton Elléouët, hija de André Breton, donde pudo admirar por primera vez el objeto singular, bello y sorpresivo que cautivó su curiosa mirada y su interés por México. Dicha figura habría viajado desde este país hacia Francia, posiblemente como un regalo del poeta Benjamín Perét a la familia Breton. ¡Qué maravilla!, habrá sido, seguramente, la expresión entusiasta de Alan mientras observaba con detenimiento aquella calavera de azúcar.
Así fue como Alan Glass –movido por la curiosidad sobre un país donde para espantar a la muerte se juega con ella, se le festeja con música y se le representa en dulces de alfeñique y coloridas calaveras elaboradas con azúcar– empacó una maleta y viajó a México por primera vez. Era 1961.
Durante esta primera y breve visita, Glass compró y coleccionó lo que él mismo llamó “tesoros de México”: objetos de arte popular, judas maravillosos, pan de día de muertos y, desde luego, las calaveras de azúcar responsables de su viaje. Meses después regresó a Francia llevando consigo aquellos tesoros que vendió luego a un coleccionista para financiar su viaje definitivo de regreso a México, país que había conquistado su mirada y corazón.
El que una calavera de azúcar pudiera suscitar un viaje transatlántico es solo una muestra de los alcances de la pasión del artista por los objetos y su creación.
“Toda mi vida he tenido una relación con los objetos”, mencionó Alan durante una entrevista cuando le fue otorgada la Medalla Bellas Artes, en 2017, “siempre estoy en búsqueda. Todo el tiempo estoy pendiente, esperando, es una asociación: hay algo misterioso, el azar”, concluye.
El artista de origen canadiense es conocido principalmente por sus cajas de arte-objeto en las que coloca esos azarosos hallazgos de los mercados de pulgas y de las tiendas de antigüedades que visita en su búsqueda constante. Alan Glass es un observador de la poética en lo cotidiano, todo objeto es coleccionable y susceptible de traducirse en un tesoro dentro de su narrativa visual.
Las estampillas postales no han sido una excepción entre los objetos de admiración e inspiración para Alan. Aquellas que llegaron pegadas en un sobre conteniendo cartas, continúan en su mayoría tal cual, carta y sobre, resguardando las historias de las amistades que Alan ha cultivado a lo largo de su vida.
En la presente exposición, las estampillas que se exhiben también tienen su historia. Alan recuerda que muchas de ellas fueron adquiridas en un local de la calle Morelia, en la Ciudad de México, que solía visitar con cierta frecuencia. El dueño del diminuto establecimiento era un viejecito apasionado por la filatelia y exhibía en su mostrador estampillas de diversos países del mundo. Entre pláticas, le mostraba a Alan extraordinarios ejemplares filatélicos poco comunes por sus formas y tamaños distintos.
De la misma forma en que Alan Glass se apropia de los objetos dándoles un nuevo significado simbólico y estético en la construcción de sus cajas, las estampillas fueron transformadas mediante finísimas y meticulosas intervenciones con acuarela, algunas veces con dibujos diminutos surgidos de la imaginación del artista que nos recuerdan el automatismo psíquico que André Breton reconoció en los dibujos realizados con bolígrafo y que Alan mostró al que consideró el padre del surrealismo cuando lo conoció en París.
En otras ocasiones, la imagen original de la estampilla es bloqueada selectiva y parcialmente creando nuevas lecturas visuales. Mediante este proceso creativo, Alan da un nuevo significado a estos pequeños objetos que utiliza como lienzo.
En algunas de las piezas se alcanza a distinguir vagamente el rastro del matasellos de alguna oficina postal, evidencia inequívoca del viaje de la estampilla. Debajo del dibujo de Glass queda guardado, como un secreto, el misterio de toda información original que suele contener un timbre postal.
En su mayoría, la serie de estampillas intervenidas con acuarela por Alan Glass se realizó a mediados de los años sesenta del siglo pasado y algunos ejemplares fueron exhibidos por primera vez en 1967 en la Galería de Antonio Souza, en la Ciudad de México.
En 2014, Alan participó en la exposición colectiva “Cajas de Palabras” convocada por el Museo de la Filatelia de Oaxaca. La creación de un buzón en la línea de sus cajasobjeto a la que tituló “La poste au Mexique”, con la que participó entonces, se presenta nuevamente acompañando sus estampillas en su regreso a Oaxaca y a las salas del Mufi.
Pero las estampillas en la presente exhibición no tienen por objetivo viajar en un sobre y con un destinatario.
Alan Glass todo lo transforma, lo integra a su propia visión del mundo. “Estampillas para viajar” contiene en sí misma un viaje dentro del universo desbordante de la fantasía creativa de uno de los últimos artistas surrealistas. Son estampillas de ninguna parte, de ningún país, pertenecen a un mundo mucho más extenso, aquel que no conoce fronteras: la imaginación.
En dos números previos del Boletín relatamos cómo empezó nuestro trabajo con Noé Pinzón Palafox, tejedor joven y talentoso, originario de la comunidad ikoots de San Mateo del Mar, con quien hemos recreado diversas técnicas que se habían olvidado en Oaxaca y en otras regiones de México. El proyecto sigue en marcha gracias al apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, mediante el Museo Textil, alimentado por la investigación pionera de Hector Meneses en torno a un fragmento de huipil, hecho alrededor del año 1700, que nos donó generosamente el maestro Francisco Toledo al momento de fundarse el Museo. En el boletín de marzo ilustramos nuestro primer tejido emplumado, el “Paño para recibir a una criatura al nacer”; en mayo describimos una pieza más grande terminada en 2016, la tilma “Plumaje y lenguaje”. En este número y los siguientes queremos mostrar otras piezas que hemos creado dentro del mismo proyecto.
Noé terminó de tejer el tercer ejemplar de plumaria, al que nos referiremos ahora, en enero de 2017, después de cuatro meses de trabajo. La urdimbre y la mayor parte de la trama de este lienzo son de seda criolla que fue criada, hilada y teñida con zacatlaxcale por Moisés Martínez Velasco y su familia en San Pedro Cajonos. El tinte proviene de una planta parásita sin clorofila que asemeja fideos amarillos que se extienden sobre las ramas de arbustos y árboles, y que puede llegar a matarlos.1A diferencia de los rojos, azules y morados, donde unas pocas especies vegetales y animales han sido, desde épocas remotas, los colorantes preferidos en grandes regiones del mundo, los amarillos se obtienen de una gran variedad de plantas, de las cuales ninguna ha sobresalido, ni en la historia ni el comercio, a diferencia de la grana, el añil y el caracol púrpura. Los tintes naturales amarillos corresponden a dos grandes grupos químicos: los carotenoides y los flavonoides.
Los carotenoides están presentes en las plantas terrestres y también en diversas algas, bacterias y hongos. Su estructura se basa en 40 átomos de carbono ordenados para formar cadenas. Su color varía de amarillo pálido a anaranjado y rojo; el jitomate y las zanahorias deben su atractivo visual a los carotenoides que contienen. De hecho, el término “carotenoide” deriva del latín carota ‘zanahoria’.2 Estos compuestos no se disuelven en agua, a diferencia de los flavonoides. Juegan un papel fundamental en los organismos fotosintéticos como las plantas, pues participan en el proceso de transferencia de energía de la luz solar a los enlaces químicos, y protegen al centro de reacción contra la auto-oxidación. Los animales no somos capaces de sintetizarlos y debemos ingerirlos para sobrevivir, ya que los carotenoides son precursores de la vitamina A, que requerimos para diversos procesos fisiológicos, como la visión, la defensa inmunológica y la reproducción. El azafrán, flor de la familia del lirio, produce un carotenoide que da color a la paella y que los antiguos griegos aprovechaban como tinte textil.3 Fray Bernardino de Sahagún documentó que los mexicas usaban el zacatlaxcalli,4 fuente de otro carotenoide, y describió cómo se combinaban tintes amarillos y azules para lograr los verdes. En otras partes del mundo se seguía el mismo procedimiento, pues hay pocos tintes naturales que dan un color verde de manera directa.
Volvamos a nuestro lienzo: junto con la seda, introdujimos en la trama hilo de algodón torcido con plumón de ganso, que le da un aspecto afelpado a los cuadros de colores que adornan el tejido, como podemos apreciar en la fotografía. Román Gutiérrez Ruiz tiñó la pluma y torció este hilo en Teotitlán del Valle, usando grana para el rojo, añil para el azul y, nuevamente, zacatlaxcale para el amarillo. Al combinar estos tres tintes básicos, Román logró una paleta sumamente variada de verdes, rosas, anaranjados y violetas, entre otros. La intención inicial de las madejitas multicolores, cuidadosamente codificadas y rotuladas, era servir como muestrario, para que Noé y yo eligiéramos las tonalidades de nuestra preferencia. Al final teníamos una selección tan variada y tan hermosa que decidimos emplear todos los hilos en un solo lienzo, para lucir cuán bien se presta el plumón de ganso para impregnarse con los buenos tintes de Oaxaca.
La fragilidad y el tamaño reducido de los filamentos de pluma hace que los hilos teñidos sean vulnerables a la abrasión. Por esa razón los empleamos como tramas suplementarias, siguiendo la misma secuencia que la trama de base al insertarlas entre los hilos de la urdimbre. Optamos por un diseño de cuadros que cubrieran por completo el fondo amarillo y que nos permitieran conjuntar los distintos tonos en combinaciones múltiples. Acto seguido, decidimos hacer eco a esos cuadros al tejer la tela de fondo. Para ello elegimos el ligamento de trama envolvente, ampliamente documentado en el registro arqueológico de esta zona del planeta, desde el cenote sagrado de Chichén Itzá hasta una cueva en Durango y algunos fragmentos encontrados en Arizona. En el norte de Oaxaca, los huipiles zapotecos de Choapan y los ceñidores mazatecos de Ayautla eran adornados con figuras labradas en esta técnica, que se perdió a mediados del siglo pasado. Irmgard Weitlaner Johnson, admirable investigadora de los textiles mexicanos, estudió los fragmentos arqueológicos y los ejemplos más recientes, publicando fotografías y diagramas.5 Fue a partir de su análisis que yo pude entender la estructura de esos tejidos, para recrearla durante mi doctorado y enseñársela a Noé años después.
El ritmo de los cuadros emplumados multicolores se repite con sutileza en los cuadros reticulares de la tela amarilla. Cuadros, cuadritos y cuadrotes. Justo comenzábamos a imaginar este lienzo cuando se acercaban las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos. Se abría la posibilidad de que el personaje con la cabellera teñida de amarillo ganara la contienda. Un mal augurio para México, pensamos. Decidimos entonces usar seda de ese color y llamar a esta pieza “La vida de cuadritos”, sin olvidar que el zacatlaxcale es un parásito funesto entre las plantas, como el racismo en la mentalidad colectiva.
Ahora que se avecina un probable resurgimiento del neofascismo estadounidense en las elecciones legislativas de fines del presente año, y en la carrera por la presidencia en 2024, el mensaje de nuestra geometría caroténica parece recuperar vigencia…
1 En la botánica linneana, las numerosas especies (100 a 200) del zacatlaxcale y sus parientes corresponden al género Cuscuta en la familia de las convolvuláceas. Crecen en regiones tropicales y templadas de todo el mundo. 2 Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la palabra “zanahoria” proviene de safunnárya en árabe medieval (tal como se hablaba en España), y esta forma, a su vez, del griego staphylínē agría ‘zanahoria silvestre’.
3 Crocus sativus, familia de las iridáceas. 4 Aquí la etimología es ‘zacate-tortilla’, es decir, ‘tortilla de zacate’ porque la planta se prensaba en forma de tortas que se vendían en el mercado para preparar el tinte.
5 Johnson, I.W. 1976. Weft-wrap openwork techniques in archaeological and contemporary textiles of Mexico. The Textile Museum Journal, IV (3): 63-72. Washington, D.C
H2A es el ejemplo de cómo cambia una ciudad, cómo se transforma y pierde la riqueza natural que tenía. Este espacio es una zona importante para Oaxaca, ya que la ciudad no cuenta con una planeación para establecer parques urbanos.
En 1950, alrededor del 30 % de la población vivía en las ciudades, hoy en día la cifra es del 55 %, pero ahora de una población que desde entonces ha incrementado 200 % a nivel global.
Este crecimiento poblacional y urbano no es un cambio exclusivo de Oaxaca, ni de las ciudades en México, sino que se trata de un cambio generalizado observable en todo el mundo. Esto pone en jaque el reto frente a los desafíos que se le presentan a la humanidad, como la crisis climática, la contaminación, las epidemias y pandemias, la pérdida de espacios naturales para recreación, el uso indiscriminado e insostenible de los recursos naturales y la pérdida de biodiversidad, entre muchos factores más, que se traducen en la degradación de la calidad de vida.
Peucaea mystacalis.
En 1950, la población en el estado de Oaxaca era de 1.4 millones de personas, y para 2020 se cuadriplicó, sumando 4.1 millones de habitantes. Pero en esta ciudad y las zonas conurbanas pasamos de 47000 habitantes en 1950 a casi 726 000, 15 veces más, y se prevé que para 2030 llegaremos a ser más de 800 000. De allí surge la importancia del mantenimiento y conservación de parques y reservas como el H2A.
Oaxaca es conocido como un estado de gran diversidad étnica, cultural y culinaria, y esto no podría ser posible sin su enorme biodiversidad. Este estado tiene el número más alto de especies vivas: tiene más aves, reptiles, cactáceas, agaves que cualquiera otra entidad federativa del país. A continuación hablaremos específicamente de las aves.
En el estado de Oaxaca se tiene un registro de 786 especies de aves, la mayor diversidad en el país. La región de Valles Centrales es un centro de endemismo, lo que significa que las aves se encuentran únicamente en este lugar, como el Zacatonero Embridado (Peucaea mystacalis), el Vireo Enano (Vireo nelsoni) o el Pizarra (Vireo brevipennis), el Mosquero del Balsas (Xenotriccus mexicanus). También se destaca, a nivel de subespecies de aves endémicas, al Rascador Pinto (Pipilo maculatus), subespecie oaxacae, el Gorrión Gorra Canela (Aimophila ruficeps), subespecie australis. Para que quede claro: de todo el mundo, estas dos subespecies se encuentran únicamente en los Valles Centrales de Oaxaca.
Pipilo maculatus.
Gracias al apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, Tierra de Aves A.C., ha realizado monitoreos dentro de la reserva H2A para tener una idea de las especies que existen ahí, su importancia y contexto a nivel global. Hasta la fecha, hemos registrado en el parque 103 especies de aves, y seguramente hay más que todavía no hemos detectado, pero entre los hallazgos aparecen datos muy importantes: encontramos, por ejemplo, el Mosquero del Balsas. Esta especie es endémica de México, poco conocida, y es posible que sea parcialmente migratoria; también hemos visto al Vireo Enano, Vireo Pizarra y al Zacatonero Embridado, por mencionar solo algunas de las 11 especies endémicas de México que conviven en la reserva H2A.
Esta reserva es un lugar de encuentro, aves del Este y del Oeste de Norteamérica pasan el invierno juntos aquí; llegan desde Quebec y Oregón y convergen en este espacio protegido. Esto suma importancia a la reserva en el ámbito de la conservación internacional de estas especies, por ejemplo, gracias al monitoreo que hemos desarrollado en el sitio sabemos que El Chipe Trepador (Mniotilta varia) y el Chipe de Lores Negros (Geothlypis tolmiei) usan el sitio de manera regular, invierno tras invierno
Dada la geografía de Norteamérica, en México existe una concentración de especies seis veces más alta que en Canadá. Esto es muy importante, porque conservar las 17.5 hectáreas de la reserva H2A equivale a conservar más de 100 hectáreas en Canadá para la protección de estas especies migratorias.
La reserva nos permite medir la influencia del crecimiento de la urbe sobre la biodiversidad de aves y dar hospedaje a las aves migratorias que año tras año visitan Oaxaca. Es nuestro deber conservar estos espacios de vida para el bienestar de las generaciones presentes y futuras, tanto de aves como de humanos.
La arqueología regularmente es enfocada al análisis y estudio sobre la sociedad y ciudad a las afueras de los cascos históricos; sin embargo, no debería ser únicamente así, pues en diferentes urbes mexicanas ha existido un proceso de yuxtaposición cultural entre lo prehispánico y lo colonial en el que, hoy en día, una construcción antigua queda inmersa debajo de una contemporánea; la misma ciudad que –en México– es el legado de la cultura española, también está reflejada en los centros históricos. Este proceso impactó tanto en lo material como en lo inmaterial, generando el ocultamiento de los recintos sagrados de las culturas prehispánicas, mientras que en las comunidades originarias se fomentó el sincretismo entre dos culturas.
La ciudad es un lugar de encuentro compuesto por el patrimonio natural y construido que se interconecta mediante distintas y jerárquicas conexiones; el espacio público, por su parte, es el elemento clave que favorece la creación de discursos patrimoniales que se dan entre los monumentos y el individuo que habita la ciudad, y la cultura es, precisamente, el elemento capaz de articular al individuo con sus monumentos. Cuanto más fuerte es el enlace patrimonial entre un individuo y sus momentos históricos, más sentido de pertenencia existe, y la imagen social e histórica de una comunidad se fortalece.
Por su parte, el crecimiento urbano es un proceso que transforma el paisaje y permite el desarrollo de infraestructura en beneficio de los habitantes de la ciudad. Sin embargo, esta transformación del paisaje físico y cultural muchas veces implica una pérdida de lo identitario. Es así –como lo menciona la Mtra. Lilia Rivero Weber– que los pueblos y comunidades originarias luchan por mantener tradiciones e identidad ante el crecimiento urbano y la presión constante de los desarrolladores.
El 17 de marzo de 2022 se llevó a cabo en la Casa de la Ciudad, en colaboración con la UNAM, y mediante el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC), el ciclo de conferencias “Ciudad, Arqueología y Comunidad”, en donde se analizaron temas como el desarrollo urbano, el espacio público y la ciudad. Entre los participantes se encontraba el Dr. Javier Delgado Campos, la Dra. Nelly Robles García, la Mtra. Lilia Rivero Weber, la Dra. Rosalía Camacho, la Mtra. Ana Valle Cornavaca, el Dr. Gustavo Gerardo Garza Merodio y el Arq. Gerardo Virgilio López Nogales.
El objetivo de este ciclo fue mostrar las problemáticas por las que atraviesan las ciudades cuando su comunidad enfrenta fuertes retos de conservación de su patrimonio natural, material e inmaterial, retos derivados de los procesos propios del crecimiento urbano, desde lo demográfico hasta lo territorial, como el turismo y la densificación.
Finalmente, con múltiples ejemplos y propuestas, se resaltó la importancia de generar una convivencia entre las ciudades pretéritas y las ciudades vivas mediante trabajos multidisciplinarios, interdisciplinarios y participativos.
Las conferencias de este encuentro están disponibles en línea, libres para su consulta: https://bit.ly/PUEC-Unam
Porque no se puede domar algo tan felizmente salvaje. Emily Hughes
Las bebetecas de la Red de Bibliotecas Infantiles BS son espacios, personas, libros; son además música, experiencias que se comparten en comunidad y donde los protagonistas son las y los bebés con las historias.
Durante los últimos años he tenido la fortuna de estar rodeada de esas experiencias y las familias nos comparten cómo es para ellos el acudir a las bebetecas, algo sumamente satisfactorio, pues como promotores de lectura, y ellos como familias lectoras, creemos firmemente que desde la literatura podemos hacer cambios.
Después de haber estado dos años sin actividades presenciales, la bebeteca vuelve con su proyecto “Entre abrazos historias” y con nuevas generaciones de bebés lectores. Con nostalgia, pero con mucha alegría, ahora escuchamos hablar a la última generación de bebés que nos acompañó antes del cierre por covid-19, y nos maravilla su vocabulario tan nutrido, nos enorgullece su hábito lector, disfrutamos su permanencia en el lenguaje poético y el goce por la música, sobre todo, priorizamos su alegría por convivir rodeados de libros. Son niñas y niños que aprendieron a caminar de la mano de un libro; crecieron y a la par sus intereses se volvieron más particulares: Ian está leyendo Harry Potter con sus papás, Lucía ahora es la maestra que le lee a su hermanito, Dante es el niño travieso de preescolar que prefiere los libros antes que ir a jugar, y Romi se maravilla cada vez que toca una guitarra. Las historias de bebés lectores son muchas y es necesario contar cada una de ellas, pues, además de asombrarnos exige un trabajo respetuoso hacia las primeras infancias.
Las bebetecas, más que ser lugares que únicamente resguardan libros, son un espacio de contención para las familias en donde hemos construido historias por años. Ahora que “Entre abrazos historias” retoma sus actividades, esperamos con muchísima alegría a las nuevas generaciones de bebés lectores y con mucha felicidad agradecemos a los que ahora están cambiando de salas de lectura, pero que no dejarán de ser siempre bebés salvajes.
Uno de los espacios arquitectónicos importantes para la evangelización fue la casa de visitas. En los pueblos indios de mayor importancia se fundaron conventos, de los cuales dependían varias visitas, es decir: una iglesia de menor dimensión a cuyo costado se levantaba una pequeña casa destinada a albergar a los frailes durante su traslado de una población a otra.
En 1999, con el inicio de la intervención de la Casa de la Cacica, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca brindó especial interés al estudio y recuperación de la arquitectura producida en la región de la Mixteca. Este proceso integró la recuperación de cuatro casas de visitas ubicadas en San Miguel Adéquez, San Juan Teposcolula, San Miguel Tixá y San Miguel Tequixtepec, distribuidas en la ruta de las cabeceras distritales de Nochixtlán, Yanhuitlán, Coixtlahuaca, Teposcolula y Tlaxiaco.
Las casas de visitas de la Mixteca son una producción del siglo XVI que surgen para la evangelización, enseñanza y estadía de los religiosos en los pueblos indígenas; su distribución arquitectónica se caracteriza de manera general –pero no rígida– por una serie de celdas cuadrangulares con dimensiones aproximadas a 5 varas de largo (0.8359 m) el equivalente a 4.20 m. En dos de estas casas las celdas se encuentran comunicadas por un pasillo que se extiende hacia la cocina y la portería; entre otras características, se encuentran desplantadas en un sobrecimiento de notorias dimensiones y pisos a base de cal, en sus vanos se implementaron ventanas troneras y ventanas con poyos, estas conservan las proporciones y constructivamente fueron resueltas por jambas y arcos conopiales forjados mediante piezas completas de piedra de la región; su autenticidad es dada por la incorporación de tableros que, en su proceder prehispánico, jerarquizaban los espacios.
Aunque todas las casas de visitas comparten aspectos arquitectónicos, en cada comunidad donde se encuentran configuran un proceso constructivo y materiales distintivos: la piedra endeque y vijarro empleadas en San Miguel Adequez y San Miguel Tixá, por ejemplo, en donde se manejó adecuadamente la dureza de los materiales pétreos mediante un junteo a base de morteros de cal; la piedra cantera rosa, verde o amarilla utilizadas en San Juan Teposcolula o bien, los sillares de piedra de la región unidos a un núcleo de tierra, empleados en San Miguel Tequixtepec.
En la publicación semestral Memorias de Restauración, editada por el Taller de Restauración FAHHO, dedicamos el número 15 a estas cuatro casas de visitas: integramos fotografías, planos y parte de la investigación histórica, evolutiva y constructiva para la recuperación de estos espacios.
Si deseas conocer más, este material se encuentra disponible para su consulta en el acervo de Casa de la Ciudad y de manera digital en la página del Taller de Restauración a través del siguiente enlace: https://bit.ly/MemoriasdeRest
La biblioteca es el lugar destinado los libros y muchas experiencias fantásticas en torno a ellos. En ocasiones, estos objetos se colocan en cajas de madera apiladas unas sobre otras y, a veces, en grandes libreros; en unas hay pocos libros y otras tienen tantos que parece imposible leerlos todos. Entonces nace una gran pregunta: ¿Cómo elijo uno para leer? Puedes acercarte al bibliotecario o bibliotecaria y contarle qué tipo de historias te gustan o interesan, verás que con ayuda es mucho más fácil adentrarte al gran universo literario.
En esta ocasión, como un regalo para ti, desde los estantes de Seguimos Leyendo hemos hecho una selección de libros relacionados con la música, así que prepara los sentidos para disfrutar de este repertorio de historias.
Cierra los ojos e imagina que estás en la cima de una montaña. El viento se acerca a tus oídos y emite una nota suave, los árboles bañados de otoño se unen al concierto y sus hojas amarillas vibran. Las piedras blancas que arrastra el río entonan un murmullo, ahí es donde te darás cuenta de que el mundo es el instrumento musical más grande que existe, así como lo dice Elman Trevizo en su libro La música del mundo.
Por otro lado, si quieres mostrar y sentir tu voz, te invitamos a leer los poemas de Almanaque Musical, escrito por Antonio Rubio. Te sugerimos hacer tu lectura en voz alta para que sientas el ritmo de los versos. Cada poema tiene el nombre de un mes del año, ¿te imaginas cuál será el ritmo de julio o agosto?
Y si deseas conocer más sobre Wolfgang Amadeus Mozart te recomendamos leer el libro Mozart, el niño que cambió al mundo con su música, nosotros nos sorprendimos mucho al saber que compuso su primera ópera y algunas sinfonías ¡a los 13 años! Mozart escribió más de 600 obras, y una de las más famosas es La flauta mágica. A través de este libro viajarás hasta el año 1756, que es cuando nace este músico prodigioso. Conocerás datos curiosos de su vida y sobre su proceso al componer sus obras más importantes. También te recomendamos sumar piezas del músico veneciano Antonio Vivaldi, que podrás conocer en el libro ilustrado Las cuatro estaciones, de José Antonio Abad Varela, inspirado en la obra de este gran compositor. Varela nos adentra a sentir la primavera, verano, otoño e invierno; verás cómo la naturaleza nos regala una gran sinfonía. ¡Descúbrelo!
Hoy pudiste conocer cuatro libros relacionados con la música clásica, pero estos son solo un ejemplo, porque hay muchos más: ya lo descubrirás por ti mismo, ¿por qué no, en tu próxima visita a la biblioteca los pides y los disfrutas?