Casa de la Ciudad celebra 14 años con actividades académicas y culturales

Oaxaca, Oax.- Durante la semana del 22 al 28 de enero de 2018, la Casa de la Ciudad tendrá diversas actividades gratuitas de carácter académico y cultural en el marco de los festejos de su 14 aniversario; para ello convoca al público en general interesado en temas de urbanismo, espacio público, movilidad, patrimonio y arquitectura para unirse a esta celebración.

El lunes 22 de enero a las 17:00 horas se presentará una conferencia sobre la importancia del espacio público en los cascos antiguos de las ciudades patrimonio.

El martes 23 de enero a las 17:00 horas se proyectará un documental sobre el desarrollo urbano de las ciudades contemporáneas y su relación con fenómenos sociales, culturales, económicos y políticos.

El miércoles 24 de enero de 11:00 a 12:30 horas se desarrollará un taller sobre la aplicación de técnicas de participación ciudadana para el desarrollo de proyectos urbanos.

El jueves 25 de enero a las 11:00 horas, el Laboratorio Urbano de la Casa de la Ciudad impartirá una conferencia sobre los procesos colectivos de planeación, gestión y construcción de ciudad.

Todas las actividades mencionadas tendrán sede en la sala de exposiciones de Casa de la Ciudad.

El viernes 26 de enero, en la fachada del edificio de esta institución (Porfirio Díaz 115, Centro), se proyectará un videomapping sobre la historia de Casa de la Ciudad.

El sábado 27 de enero de 10:00 a 13:00 se desarrollará un taller infantil de colografía con sede en el Museo de Filatelia.

Finalmente, el domingo 28 de enero, durante la Vía Recreativa Oaxaca (Calzada Porfirio Díaz, Colonia Reforma) las celebraciones cerrarán con una rodada partiendo de la Fuente de las 8 Regiones a las 11:00 horas.

Para mayor información sobre estas actividades, Casa de la Ciudad pone a disposición los teléfonos 5169647 y 5169648; el correo casadelaciudad@fahho.mx, la página de internet casadelaciudad.org  y sus redes sociales.

INICIO DE AÑO, ANTE LA SACUDIDA: LA ESPERANZA

Dejamos atrás el 2017, año difícil por los sismos que se presentaron, sobre todo, por la pérdida de vidas y el daño ocasionado en el patrimonio y en la vivienda. Pero esa triste situación la percibimos también como una oportunidad para volver los ojos a las zonas tan necesitadas. Ha sido un momento propicio para ampliar nuestros esfuerzos encaminados al fortalecimiento cultural y deportivo, para restaurar viviendas tradicionales e históricas, así como monumentos patrimoniales, para abrir nuevos programas de fomento a la lectura, rescatar archivos y bibliotecas, fomentar lugares para hacer comunidad como parques, canchas deportivas y recintos culturales. En síntesis, la situación adversa ha sido también una oportunidad para encontrarnos y unirnos, una forma de decirles a nuestros hermanos que sufren que los acompañamos y que los queremos, que redoblamos esfuerzos para estar ahí, en las zonas que más lo necesitan.

Además, en ese año, los programas, actividades y proyectos regulares de la FAHHO no fueron interrumpidos, al contrario, trabajamos como siempre, con el mismo ánimo y entusiasmo. Logramos terminar restauraciones que estaban en marcha, tanto en patrimonio edificado como en documental, cumplimos las metas propuestas de exposiciones, conciertos, investigaciones, proyectos educativos, publicaciones, servicio de bibliotecas, participaciones en ferias y festivales, partidos deportivos, apoyo a los artesanos y celebraciones de aniversarios importantes. Colaboramos con la apertura de nuevos espacios públicos, como el Archivo Histórico del Estado, tan necesario para conservar, investigar y difundir la historia de Oaxaca y del país, así como la Biblioteca Infantil y Juvenil BS Canteras que se encuentra en el mismo recinto, con el fin de formar lectores y futuros investigadores; participamos también en la creación del Museo Infantil de Oaxaca y de la Biblioteca BS Ferrocarril, un espacio indispensable para la recreación y el aprendizaje de los menores. Los apoyos a las organizaciones civiles a través del programa Home Runs Banamex se cumplieron a cabalidad.

Abrimos una nueva comercializadora de productos artesanales con el fin de apoyar a los artesanos interesados en ampliar la distribución de sus productos y conservar las técnicas tradicionales para su elaboración. Nos sentimos orgullosos del trabajo realizado por el equipo de la Fundación y del que se realiza en conjunto con instituciones aliadas públicas y privadas. En enero de 2017 nuestro presidente se comprometió a ejercer 1 320 millones de pesos destinados a las actividades planeadas para este año, entre ellas la construcción del Estadio de Béisbol de la Ciudad de México, el Salón de la Fama, las actividades de la FAHHO, la Academia de Béisbol, ADABI de México, el Archivo Histórico de Oaxaca, la creación del Museo Infantil de Oaxaca, programas educativos, becas, proyectos de agua y apoyo a otras organizaciones, y convocó a otros empresarios a que se unieran a los esfuerzos de la Fundación. Para 2018 seguiremos con la programación habitual en todas nuestras instituciones, continuaremos con el rescate del patrimonio, así como el apoyo a la restauración y preservación de las viviendas tradicionales y edificios patrimoniales afectados por los sismos. Nuestros propósitos son los mismos: hacer nuestro mejor esfuerzo para México y en particular para Oaxaca.

LA CRISIS DEL AGUA EN MÉXICO

Disponer de agua suficiente será, junto con las migraciones, el problema más grave de este siglo. El agua es el recurso fundamental para el desarrollo social y económico. Generalmente, cuando se habla de lo que significa tenerlo, se mencionan los desajustes que existen en Oriente Medio, África y Asia Meridional y Oriental. Sin embargo, también en América Latina, donde se cree que el volumen de agua es ilimitado y suficiente para cubrir las necesidades de la población, esos desajustes existen. Más de la mitad de quienes habitan en centros urbanos de Latinoamérica no cuentan con suficiente agua potable, y son muchos más los que carecen de ella en el medio rural.

En el caso de México —pocos países disponen de tantas cuencas hidrográficas: más de 300—, la distribución y utilización de esta riqueza natural no es uniforme. Las regiones donde se concentra la mayoría de la población y las actividades industriales no disponen de suficientes fuentes de abastecimiento, los acuíferos están sobreexplotados y en buena parte contaminados. Hoy, las 50 ciudades principales del país no satisfacen plenamente las necesidades de agua potable y servicios conexos que demandan sus habitantes, con el agravante de que mientras unos la malgastan, otros muchos carecen del líquido indispensable. La gente de bajos recursos es la que paga cuotas más altas para obtenerlo. Las principales cuencas hidrográficas están contaminadas porque las poblaciones, la agricultura, la industria y los servicios descargan sus aguas residuales sin tratamiento alguno. Sobresalen por su deterioro las de los ríos Lerma Santiago, Bravo, Pánuco, Balsas, Atoyac y San Juan; la del Blanco, en Veracruz, que forma parte del sistema hidráulico del río Papaloapan; la del Coatzacoalcos, la más contaminada de México. Los centros urbanos, la mega urbe (conformada por la Ciudad de México y los estados de Puebla, México, Hidalgo, Morelos y Tlaxcala) así como las zonas metropolitanas de Monterrey y Guadalajara, aportan casi la mitad de las aguas negras del país. Mientras se contaminan las principales cuencas, lagos y zonas costeras, 15 millones de personas de las áreas urbanas y 13 del sector rural carecen de agua potable, y 44 millones no disponen de alcantarillado.

Las técnicas de manejo del líquido son, en buena parte, obsoletas. La infraestructura hidráulica muestra alto grado de deterioro. Las cuotas que el sector público cobra por el agua no cubren su valor real. Ello propicia el desperdicio y alienta la sobreexplotación de los acuíferos. El agua es un bien de la Nación. El acceso a ella es, junto con la salud, mandato constitucional. Pero no se paga lo justo por el líquido que llega por las redes de distribución. Si la prioridad fuera captar el agua de lluvia para recargar los acuíferos, tratar y reutilizar al máximo las negras; si se evitara la corrupción en las obras hidráulicas; si se utilizara bien en el agro y las ciudades, los problemas actuales se resolverían más fácilmente, y la población no tendría que comprarla en las tiendas. Una política gubernamental sostenible debe garantizar la calidad del agua y que, quien la contamine, pague más por hacerlo. El Estado debe obligar al tratamiento de las aguas residuales, no seguir subsidiando el desperdicio ni permitir que las cuencas hidrológicas, las lagunas y las costas sean, como hoy, destino final de todo tipo de desechos, y aprovechar lo más posible el agua de lluvia para recargar los acuíferos en vez de enviarla al mar; de igual forma, impulsar la investigación científica y tecnológica para sortear los graves problemas que se observan donde el líquido escasea, como en el norte del país, o en el sureste, donde, por la abundancia, su manejo y utilización son un desafío.

El mal uso del vital líquido será un freno al desenvolvimiento económico y social, una amenaza a la salud y a la sobrevivencia de algunas poblaciones. La historia muestra que la falta de agua y/o su mala calidad, limita las perspectivas de bienestar de millones de habitantes y origina agudos conflictos sociales entre las comunidades. Ante las fallas que las instancias oficiales muestran para lograr el uso racional del agua y su conservación, es imprescindible la participación efectiva de la población. Si no se actúa con todo rigor, el futuro de México será de mayores carencias y desigualdades en el acceso a un recurso vital que, por ningún motivo, debemos permitir que se nos escape de las manos.

RECUPERACIÓN Y ENRIQUECIMIENTO DE SABERES

En noviembre pasado inauguramos la exposición titulada Bordar en tierras altas. Arte textil mazahua. La muestra deriva del trabajo que nos presentó Isabel Quijano hace ya varios años, realizado principalmente en coordinación con la familia Reyes Martínez, de San Felipe Santiago, estado de México. En el verano del año pasado logramos que la maestra Juana Martínez Policarpo y su hija, Angélica Reyes Martínez, nos visitaran en Oaxaca. Sus coloridos atuendos iluminaron cada uno de sus pasos por el museo, y con enorme gusto les mostramos algunos tejidos y bordados que resguardamos en el acervo. Un lienzo bordado hace aproximadamente 100 años cautivó la atención de doña Juana y su hija. Extenderlo frente a ellas fue como si los bordados comenzaran a cantar directamente a sus oídos: sus ojos brillaban y viajaban de un extremo al otro del lienzo, emocionados por la cantidad y calidad de los bordados ahí mostrados, reconociendo enseguida aquellos diseños que se salían del repertorio conocido por ellas. Esta experiencia sirvió de inspiración para recrear algunas figuras que habían caído en el olvido y que hoy, gracias a este encuentro, han vuelto a ver la luz. No solamente Angélica estuvo a cargo de esta recuperación, sino también sus hermanas Matilde y Lilia, quienes se entusiasmaron con esas nuevas figuras a pesar de que sólo pudieron verlas por medio de fotografías impresas.

La pieza bordada por Lilia adquiere un valor especial y sumamente significativo para nosotros, pues en ella se emplearon hilos de seda hechos a mano, teñidos con tintes naturales y elaborados por la familia de Moisés Martínez Velasco, de San Pedro Cajonos, Oaxaca. Juana, Angélica e Isabel eligieron esos hilos durante su visita a la hiloteca disponible en nuestro museo, con la que se fortalece la red de intercambio de materias primas de buena calidad para crear, recrear, preservar y enriquecer la actividad textil de nuestro país.

Ejemplos como éstos nos motivan, pues subrayan la importancia social de los museos y sus colecciones cuando éstas se ponen a disposición de las comunidades creadoras. La suma de voluntades, el compromiso y el talento de cada una de las mujeres que crearon las piezas que podemos apreciar en la exposición presentadas en la Sala Ixtle del Museo Textil de Oaxaca, han sido sumamente estimulantes para quienes laboramos en este espacio.

¡Gracias!

2017: EL DERECHO A LA CIUDAD

La Casa de la Ciudad ha buscado generar espacios abiertos para el encuentro de expertos, la sociedad civil organizada y los habitantes de la ciudad con el fin de hablar sobre los retos urbanos actuales y motivar la participación activa de la sociedad en la construcción de ciudades más humanas y sustentables. En 2017 se llevaron a cabo diversas conferencias impartidas por expertos nacionales e internacionales, cuyo objetivo fue acercar a un público diverso temas relacionados con el fenómeno urbano en un sentido amplio y abrir un diálogo para la reflexión en torno a la movilidad, el espacio público, el desarrollo y la planeación urbana sustentables, el derecho a la ciudad y la conservación del patrimonio, entre otros.

Se realizó una serie de programas agrupados en actividades de diversos formatos como talleres, mesas de trabajo, conversatorios y dinámicas en la ciudad que trataron temáticas urbanas específicas de relevancia actual. Las actividades estuvieron dirigidas a diversos sectores de la población como funcionarios públicos, integrantes de la academia, colegios, cámaras, y organizaciones de la sociedad civil encaminados a socializar temas y experiencias de otras ciudades, a generar capacidad local en asuntos urbanos y al impulso de proyectos para la Zona Metropolitana de Oaxaca.

Dentro de las iniciativas que emprende año con año la Casa de la Ciudad se encuentra un eje de trabajo transversal, que consiste en vincular su labor con la ciudad y sus ciudadanos. Este 2017 se llevaron a cabo proyectos que buscan crear redes de colaboración y estrategias de participación ciudadana para fortalecer el tejido social e incidir, desde la acción de la sociedad civil, en la transformación de la ciudad hacia una que mejore la calidad de vida de todos sus habitantes. Se llevaron a cabo dos talleres de diagnóstico participativo con la finalidad de identificar las problemáticas y oportunidades que se presentan en las diversas calles y espacios públicos de dos barrios, reconocer a los diversos actores y variables que dotan de identidad y características propias a cada uno de estos espacios y recopilar información para poder desarrollar posteriormente una estrategia de rescate del espacio público en beneficio de los habitantes.

El trabajo de vinculación con instituciones académicas, en particular con las carreras y especializaciones en Arquitectura, Urbanismo, Gestión del Territorio, Medio Ambiente, Conservación del Patrimonio Arquitectónico y Diseño, tuvo como objetivo establecer diversos intercambios y contribuir a la formación académica de los estudiantes y profesores en temáticas urbanas.

CAPILLA EL CALVARIO: LA IMPORTANCIA DE LA COOPERACIÓN

El municipio de Santiago Yosondúa se ubica aproximadamente a cinco horas de la capital del estado de Oaxaca y pertenece al distrito de Tlaxiaco. Este municipio se conforma por una cabecera municipal de tipo urbano, tres agencias, 17 rancherías y 26 parajes de características rurales. Además de la riqueza natural, existen diversos inmuebles que dan constancia de su riqueza arquitectónica. La capilla del Calvario forma parte de los inmuebles notables de la comunidad, data del siglo XVII y fue construida bajo la Orden dominica.

En 2014 este inmueble se encontraba en estado ruinoso, por lo que un comité comunitario tomó la decisión de buscar los recursos necesarios para su restauración. Fue entonces que buscaron el apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO) para restaurarla y para que El Calvario fuera integrado a una lista de bienes muebles con valor patrimonial para ser beneficiados por la Secretaría de Cultura (antes CONACULTA), a través del Fondo de Apoyo a Comunidades para la Restauración de Monumentos y Bienes Artísticos de Propiedad Federal (FOREMOBA) para obtener una tercera parte de la inversión en la primera etapa de intervención.

De 2015 a 2017 se desarrollaron tres etapas de trabajo, todas financiadas de manera tripartita por la FAHHO, la Secretaría de Cultura del gobierno federal y el municipio de Santiago Yosondúa. Los trabajos suman una inversión total de $2 625 000 pesos. Todas las etapas fueron supervisadas y ejecutadas por el Taller de Restauración FAHHO bajo la asesoría de especialistas del Instituto de Antropología e Historia y de diversas disciplinas.

Cabe destacar la participación de los habitantes de la comunidad de este municipio, quienes aportaron materia prima durante la segunda etapa de restauración y dieron seguimiento al proyecto para llegar a término, meta alcanzada el 20 de noviembre de 2017, día en el cual se realizó la ceremonia de entrega a la comunidad. El objetivo primordial de esta intervención fue recuperar la capilla para reintegrarla a la vida comunitaria de los habitantes de Yosondúa. Actualmente, y gracias a la cooperación de los mismos, tiene el uso para el que fue concebida. Esta intervención es, sin duda, una obra más que enorgullece y enriquece el legado cultural e histórico del estado de Oaxaca.

Para conocer más acerca del proceso de restauración del inmueble, se puede consultar el proyecto en la página web del Taller de Restauración FAHHO.

DENOMINACIÓN DE ORIGEN, ¿UNA HERRAMIENTA DE PROTECCIÓN?

Colombia es el país en Latinoamérica con mayor número de denominaciones de origen en productos artesanales, y esto se debe a que cada pieza elaborada por las manos de sus propios creadores tiene impreso un sello característico que las hace únicas e irrepetibles. Así lo expresó Alexander Parra, profesional de gestión de la Subgerencia de Desarrollo y Fortalecimiento del Sector Artesanal, Bogotá, quien impartió la charla “Uso de las herramientas legales para proteger las artesanías: Caso Artesanías de Colombia”, organizada por el Museo Textil de Oaxaca el pasado mes de octubre.

La Superintendencia de Industria y Comercio es la entidad delegada por el gobierno colombiano para realizar la declaración de las denominaciones de origen del país. Para llegar a estas denominaciones, Colombia creó el Programa de Propiedad Intelectual, el cual tiene por objetivo dotar al sector artesanal de las herramientas necesarias para proteger sus productos por medio del uso de marcas colectivas, certificación y denominaciones de origen. Este programa está enfocado a facilitarle al consumidor la identificación de los productos colombianos que han sido protegidos con un sello de denominación de origen, el cual ofrece la garantía de calidad del producto al ratificar que viene de donde dice venir y tiene las características que dice tener.

Durante la charla, Alexander Parra escuchó la problemática a la que se enfrentan actualmente los artistas textiles ante el plagio de su patrimonio colectivo, tras lo que recomendó que cada comunidad registre en el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI) cada uno de sus diseños, con su iconografía y significado. Asimismo, hizo hincapié en la creación de marcas colectivas que sirvan para posicionar sus productos y obtener una denominación de origen, como se ha hecho en Colombia.

Hablando en particular de Oaxaca, el registro de los diseños, iconografía y significado de las piezas textiles de cada comunidad puede ser muy complejo. En algunos casos, la iconografía de una comunidad también se presenta en otras más, bajo distintos contextos y significados. Tal es el caso de una greca en particular que se observa en los huipiles de San Bartolo Yautepec, comunidad zapoteca de la Sierra Sur de Oaxaca, pero que a su vez se hace presente en San Pedro Amuzgos, comunidad amuzga de la costa de Oaxaca, así como en San Mateo del Mar, comunidad ikoots del Istmo de Tehuantepec. Ante esta situación surgen las preguntas: ¿Quién es la comunidad propietaria del diseño? ¿Es válido que una comunidad registre una iconografía que se comparte con otra? ¿Registrar un diseño ayuda- ría realmente a proteger la propiedad colectiva de las comunidades? ¿El registro puede ser un beneficio?

En México falta mucho camino por recorrer, pero creemos que el comportamiento ético es lo más importante y va mucho más allá de la regulación en el intercambio de ideas, conocimientos y productos; tiene que ver con valores y principios, pilares de conducta inherentes que deben regir a la sociedad y a las instituciones para hacer respetar el conocimiento y el patrimonio colectivo de las comunidades.

ANIVERSARIO 18

Igual que un organismo vivo, una librería se transforma con el paso del tiempo. Cambia la disposición de los estantes, el ordenamiento de las secciones y el estado de ánimo de los encargados. Aparecen nuevos géneros librescos, otros se dividen y subdividen. Lo mismo sucede con el hábitat: la calle Alcalá no es precisamente la misma que hace dieciocho años, y también son distintos los peatones que se detienen y observan el anaquel de novedades a través de la ventana que da al andador. Cambian los gustos literarios como cambian los estilos de las portadas.

En su conjunto, el mercado del libro también es otro. Las gigantescas editoriales trasnacionales absorbieron a sus rivales menores, mientras se abrían huecos por los que ahora crecen editoriales independientes. La novela-mundo adquirió fama de anacrónica y la narrativa gráfica ocupó un segmento que antes ni existía. Ahora la realidad periodística compite mano a mano con la ficción, y hay ensayistas que se comportan como estrellas pop. La industria del libro se descentraliza gradualmente y podemos leer autores senegaleses, iraníes o coreanos. Escritores occidentales que alguna vez fueron celebridades omnipresentes, sobreviven en las secciones de saldos. Durante estos años, algunos ilusos vaticinaron que el libro físico agonizaría frente al libro electrónico. Se escriben y se publican más libros que nunca.

El lector es en el fondo un personaje incomprensible. La existencia de una librería consiste en descifrar a ese ser mutante. Hoy, la librería Grañén Porrúa cuenta con un área infantil y juvenil en donde un gran tambor tarahumara funciona como mesa de lectura y los sillones son también tambores. Hay un mural, elaborado en barro y tintes naturales por el artista mixteco José Luis García, titulado Tu cuerpo selva. Los libros conviven con obra gráfica y artesanías, y el mainstream editorial convive con alternativas marginales. En la sección de discos se encuentran rarezas locales inconseguibles en otra parte, como un álbum de música barroca ejecutada en el antiguo órgano del templo dominico de San Jerónimo Tlacochahuaya. Hay una sección entera de libros producidos en Oaxaca.

Amada López Curiel, quien está a cargo del local, define la librería como un espacio para pasar un momento agradable. Eso implica mantenerse atento a los detalles: el olor a cedro, la atención amable, la música a bajo volumen o el conocimiento de los títulos. “Te esperamos con los libros abiertos”, es el lema. Aparece el lector en la entrada. Se dirige a un estante y pasa la vista por los títulos exhibidos. Una vez más, es un instante de encuentro.

¡Felicidades!

ENTREVISTA A LA DIRECTORA DE PAPALOTE MUSEO DEL NIÑO IZTAPALAPA

Con el pretexto de su visita a nuestro estado platicamos con Marcia Larios, directora de Papalote Museo del Niño Iztapalapa, sobre la situación actual de los museos. Esto fue lo que nos contó:

Waldini Ortega: ¿Qué es para Marcia Larios un museo infantil?

Marcia Larios: Los museos infantiles se originan en lo que eran los centros de ciencias y tecnología y que después derivaron en los museos infantiles. Desde hace mucho tiempo existe la confusión sobre si son centros de divulgación de la ciencia o son museos para niños. Para mí, la parte de los museos para niños me parece mucho más acotada, porque ya está establecido quién es tu público meta, y me parece que son espacios que buscan atender o abordar los principales intereses de los niños, sus inquietudes y expectativas, lo cual implica el juego, la experimentación, la comunicación y el descubrimiento, es decir, son espacios que deberían buscar realmente dirigirse hacia el interés prioritario de los niños.

Sabemos que el principal público de los museos infantiles son los niños, pero evidentemente ellos no vienen solos, los atendemos con los públicos complementarios que serían, por un lado, la familia, los padres, madres, abuelitos y demás familia extendida, y, por otro lado, el grupo escolar. Muchos de los visitantes que tenemos durante la semana vienen con sus escuelas, así que también se vuelven un público complementario los maestros, los directivos y la gente que maneja los sectores que traen a los niños al museo, así que habría que enfocarse en responder específicamente a las expectativas e intereses de los mismos, porque son su público principal, y distinguirlos de los centros de ciencias.

WO: ¿Con qué retos crees que se enfrentan los museos infantiles hoy en día?

ML: El reto es no sólo de los museos de niños ni de los museos de arte. El reto de los museos es crear espacios vivos. Ya no podemos seguir trabajando solamente en esta parte de las colecciones que la gente viene a contemplar. Evidentemente, ésos son museos que ya pasaron a la historia, pero que aún existen. Los museos deben ser espacios vivos, espacios de convivencia donde se abra el diálogo y donde los diferentes públicos y comunidades puedan convivir entre ellos, y que sea principalmente el museo el detonante de esto. Otra parte que considero muy importante viene ligada con la idea de hacer a los visitantes activos y no pasivos. Por muchos años los visitantes de museos eran distantes, llegaban a lugares donde recibían información y no interactuaban. Creo que ahora la parte importante, y más en los museos infantiles, es la interacción, donde el propio público se vuelve protagonista. Esto mismo te da un gran empoderamiento: la posibilidad de ir descubriendo los propios significados, ir construyendo lo que te dice o te expresa ya sea una obra de arte, un objeto, una colección, o en el caso de los museos interactivos, la exhibición. Esos dos puntos son muy importantes para mí: el museo vivo como un espacio de convivencia, diálogo e inclusión, y por otro lado el empoderamiento de los visitantes: formar visitantes activos.

WO: ¿Qué papel juega la enseñanza en los museos hoy en día?

ML: En los museos afirmamos que: “Somos espacios de educación no formal, y que no pertenecemos al sistema educativo donde los niños van a una clase y aprenden un tema específico”, pero evidentemente somos espacios de enseñanza y aprendizaje. En el caso de los museos tradicionales se parte de colecciones específicas, el visitante aprende directamente del objeto. En el caso de los museos interactivos, el aprendizaje se da por medio de las experiencias que se realizan en las exhibiciones. Aprender directamente de un objeto, como aprender de una exhibición, son experiencias vivenciales significativas para todo tipo de público, y esto es más evidente en los museos infantiles. Por eso es tan poderoso el aparato educativo de los museos interactivos, porque al vivir la experiencia estás interactuando con la exhibición. Al comprender algo porque ya lo viviste, porque ya jugaste con eso, la vivencia se vuelve memorable, parte de tu historia.

También es muy importante la relación y complicidad con los maestros. Muchos de ellos no utilizan los museos como herramientas para reforzar o para revisar algunos temas de su programa escolar. La razón puede ser porque a veces no conocen el museo o no tienen esa relación directa o porque no se les facilita el material y las herramientas, pero nuestro trabajo es darles estas posibilidades, enseñar el camino.

Para mí es muy enriquecedor cuando a un maestro le dices: “Así puede ser”. El maestro lo capta y te da herramientas mucho mejores de las que tú le puedas dar. El aprendizaje se da de manera directa, vivencial, y ahí queda el aprendizaje. Entonces el trabajo de la relación de los museos con la parte educativa me parece fundamental. La relación se da de manera mucho más interesante y fluida cuando puedes tener esta relación entre los educadores de museos y todo el sector escolar: cuando los hacemos partícipes. Creo que ésa es la gran riqueza educativa de los museos.

DIABLOS ROJOS Y GUERREROS FINALISTAS

Después de terminar la temporada regular 2017 de la Liga Invernal Mexicana, todo quedó listo para el primer playoff; las series fueron para ganar tres de cinco juegos posibles, los cuatro equipos calificados son los líderes Diablos Rojos (29-16), Toros Bravos de Moroleón (25-20), Guerreros de Oaxaca (22-23) y Petroleros de Salamanca (21-24). Las confrontaciones fueron primero contra cuarto y segundo contra tercer lugar, por lo que los bicampeones Diablos Rojos se enfrentaron en la primera serie de postemporada a los Petroleros, jugando en Salamanca los juegos 1 y 2 de este playoff, y la conclusión de la serie se disputó en el Fray Nano, casa de los Diablos, los días 8, 9 y 10 de diciembre. En la temporada regular, Salamanca y el México se enfrentaron en nueve ocasiones, con seis triunfos para la Pandilla Roja a cambio de tres victorias para los Petroleros. Ésta fue la tercera serie de postemporada que se enfrentaron Petroleros contra los Diablos. En la primera edición de la Liga Invernal se vieron las caras en la serie por el campeonato de la primera edición de la LIM, y el México se impuso cuatro juegos a tres.

En la segunda edición del circuito de invierno, Salamanca y la Pandilla Escarlata coincidieron en el primer playoff, y en tres juegos los Diablos eliminaron a los Petroleros, para conseguir el boleto a la gran final y encaminarse a la conquista del bicampeonato. En esta ocasión Víctor Bojórquez, manager escarlata, anunció en el siguiente orden a los pitchers con los que confió llegar a la serie por el campeonato de la Liga Invernal Mexicana: Luis Fernando Miranda (5-1, 2.01), José Carlos Medina (3-1, 1.29) y Sergio Valenzuela (1-1, 1.80). Para esta serie se integraron José Carlos Ureña, Julián Ornelas, Omar Meza y Lenix Osuna, jugadores de Diablos que fueron parte de la Selección Nacional Sub23 que participó en el premundial de Panamá, y que conquistó el subcampeonato de la especialidad. Los Diablos Rojos fueron el mejor equipo de la temporada con récord de 29 juegos ganados y 16 perdidos, sacando cuatro juegos de ventaja al segundo lugar. Además fue el líder de efectividad de forma colectiva con un promedio de carreras limpias de 3.55. En cuanto a bateo colectivo, el México también fue el mejor, al batear en conjunto .305 de porcentaje, único equipo en estar por arriba de los mágicos .300. De manera individual, Daniel Jiménez fue líder en tres departamentos, de hits con 62 imparables, carreras anotadas con 39 y 36 carreras producidas; Yousamot Cota fue el campeón de bateo con .392 de porcentaje.

En cuanto al pitcheo se refiere, Luis Fernando Miranda compartió el campeonato de juegos ganados con el guerrero de Oaxaca Ariel Gracia, con cinco victorias; el campeón de carreras limpias fue el mismo Miranda con 2.05 de efectividad. En general fue otra gran campaña para la organización escarlata, en la cual se le volvió a dar oportunidad a los jóvenes de la cantera de mostrar su talento y buscar un lugar para el equipo grande en las temporadas 2018 de la Liga Mexicana. La serie final de la Liga Invernal Mexicana se vivió de manera intensa y quedó definida en cinco trepidantes encuentros con los Diablos Rojos como los triunfadores, por cuatro juegos a uno. Los Guerreros se llevaron el primero de la serie en el Fray Nano con pizarra de 3-2; el México se llevó cuatro juegos de manera consecutiva para conquistar el tricampeonato de la Liga Invernal Mexicana por pizarras de 7-6, 4-3, 5-1 y 7-5 respectivamente. El jugador más valioso de la serie final fue el outfield Daniel Jiménez, quien, además de haber bateado de manera oportuna durante la temporada regular y playoffs, conectó el batazo que le dio el campeonato a los Diablos Rojos. Los Guerreros de Oaxaca y Diablos Rojos son equipos conformados en un 80 % de jugadores egresados de la Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú. Es un gran orgullo para el contador Alfredo Harp que esta serie final se haya disputado con talento desarrollado por ambas organizaciones en las instalaciones de su academia. El resultado de este choque tuvo como máximo ganador al béisbol hecho en México.

HISTORIAS PARA NUESTRO ACERVO: DONACIONES MUFI 2017

Hay preguntas básicas que todo visitante curioso nos cuestiona cuando finaliza su recorrido por el MUFI, y de todas las preguntas, hay una que muestra más interés: “¿Cómo obtuvieron tantos timbres postales?”. Gracias a la generosidad de muchas personas que han depositado su confianza en nuestro espacio, año con año nuestro acervo filatélico se incrementa con donaciones que contienen desde grandes colecciones filatélicas, hasta las más pequeñas e interesantes. Muchas de éstas vienen acompañadas también de historias personales, como las de aquellos que llegan contándonos que esas colecciones filatélicas estaban resguardadas entre libros, cajones, y algunos otros con la intención de preservar la memoria de aquel familiar que fue un apasionado de los timbres postales. Este tipo de historias nos han impulsado a continuar con nuestra misión de preservar el timbre postal. Muchos desconocen que gracias a estas donaciones nuestro acervo se incrementa y permite mantener con vida las colecciones del museo, sus exposiciones y, sobre todo, fomentar en las nuevas generaciones el uso del timbre.

Este año recibimos 18 donaciones, desde grandes colecciones filatélicas, que incluyen planillas, hojas recuerdo, sobres de primer día de emisión, catálogos, timbres postales, tarjetas postales, entre otros. Grandes amigos del museo contribuyen todos los años, como es el caso de Jordana Selwick y familia, quienes desde Baja California nos hacen entrega de su aportación con las emisiones filatélicas más actuales del Servicio Postal de los Estados Unidos. Otro ejemplo es el de nuestro presidente vitalicio, don Alfredo Harp Helú, quien nos hizo entrega de hermosas emisiones postales de China y Hong Kong. La sorprendente donación de Raúl Fernández, con más de 58 478 piezas filatélicas, ahora se revisa pieza por pieza, para su integración inmediata a nuestro acervo. Y así, más historias y donaciones son las que fortalecen nuestros objetivos como un museo dedicado al estudio y a la preservación del timbre postal. A todos aquellos que contribuyeron este año, ¡muchas gracias!

DONADORES MUFI 2017

Laura Macouzet • Suzanne Kinney • Othon Díaz Valenzuela • Miguel Ángel de la Paz Fernández • Adela García • Gertrudis Barroso Soto • Suhad Harp • João Botto Caeiro • Susan Grillo • Alfredo Harp Helú • Enrique Trigueros • Rocío Ocádiz • Raúl Fernández • Nabil Semann • Amigos del IAGO y del CFMAB • Mauricio Gómez Morín • Jordana Selwick • Eusebio Leal Spengler

LA RECONSTRUCCIÓN DEL PATRIMONIO

El 7 de septiembre Oaxaca sufrió uno de los terremotos más fuertes registrados en su historia. Las regiones afectadas fueron la Sierra Mixe, la Mixteca y el Istmo; los daños causados a raíz de esto, aunados a los sismos de septiembre, se dieron en algunos edificios monumentales como templos y principalmente en un gran número de viviendas que se vieron perjudicadas parcial o totalmente, dejando un rastro de escombros en muchos pueblos que vieron caer en cuestión de segundos no sólo su patrimonio material, sino también, su identidad y la imagen característica de sus pueblos.

Como parte de las distintas acciones que la Fundación Alfredo Harp Helú articuló como respuesta a la emergencia, se inició una estrategia de reconstrucción en las distintas regiones para salvaguarda del patrimonio edificado. Dicha iniciativa responde a una preocupación de conservar y preservar el patrimonio arquitectónico de estos pueblos, que no sólo busca reconstruir lo material, sino también reforzar en el imaginario social la importancia de preservar y valorar los sistemas constructivos locales que son parte fundamental de una identidad colectiva. Con la finalidad de hacer un recorrido y diagnóstico preliminar de la situación, los trabajos se iniciaron con una visita al Istmo, empezando por la comunidad de Ixtaltepec, uno de los pueblos que se caracterizan en la región por el gran número de viviendas tradicionales que sufrieron daños.

La estructura de la vivienda tradicional de la región y que se usa en Ixtaltepec está compuesta de materiales locales: muros de ladrillo, techos de morillos (vigas de madera), biliguanas (pequeñas tablas de madera) y tejas de barro. Esta tipología se repite en casi todos los pueblos de la región con pequeñas variantes, en algunos casos muros de adobe y techos de bajareque o tablas. En cuanto a la forma, la constante es un módulo básico con cubierta de dos aguas, donde la mitad del espacio se usa para actividades hacia adentro de la casa y un corredor hacia un patio. Esto responde a las condiciones climáticas de la región donde la gente hace gran parte de sus actividades diurnas en espacios abiertos y bien ventilados. Ante la incertidumbre y falta de confianza en los materiales locales por los daños que sufrieron, y también por la desinformación sobre cómo reforzar los sistemas de constructivos tradicionales, la Fundación Alfredo Harp Helú inició un proceso de acompañamiento técnico en el que especialistas de Casa de la Ciudad y del Taller de Restauración trabajan en la reconstrucción de estas viviendas.

“Los escombros no son basura, son identidad” leí hace unos días. Los escombros que ahora son el paisaje común en los distintos pueblos de Oaxaca, serán la guía en este proceso de reconstrucción que inicia, proceso de largo aliento que, en la medida de lo posible, devolverá a los afectados no sólo una vivienda segura y confortable para vivir, sino también su identidad colectiva

LA LECTURA Y LA CONVIVENCIA: ZONA DE ESPERANZA Y ALEGRÍA EN EL ISTMO

Ndaani’ xquidxe’ nabeza ubidxa, ruxooñe’ lade niaa yoo,
rigui’ba’ ne randagaa lo ca yaga, raze yudé sica ti xcuidi,

ruxidxi ra rugadxe niaa ruaa nisa guiigu’.

En mi pueblo habita el sol,
corre entre las piernas de las casas, trepa y se columpia
en los árboles, se baña de polvo como los niños, sonríe al mojar sus pies a la orilla del río.

Esteban Ríos Cruz

El de noviembre fue un recorrido como ningún otro, el Istmo de Tehuantepec estaba devastado por los sismos del pasado mes de septiembre. Haber tenido la posibilidad de instalar la Biblioteca Móvil de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca en la zona significó contribuir con nuestro granito de arena en la lucha de una comunidad por levantarse de las ruinas. Una comunidad sin igual, orgullosa de sus raíces, costumbres y tradiciones fue puesta a prueba como nunca antes, pero, gracias a su gran corazón, temple y a la ayuda generosa y desinteresada del pueblo solidario de México y otras naciones, está renaciendo fuerte, sabia y más humana que antes. En Asunción Ixtaltepec, Raúl Herrera Meza y Lupita Bante Antonio nos recibieron en su casa, una casa de puertas abiertas donde la solidaridad, la fraternidad, la alegría y la esperanza han hecho nido. Desde ahí se teje una red de apoyo muy bien organizada. Gracias al esfuerzo que realizan todas las agrupaciones que forman parte de esa red, la biblioteca móvil pudo realizar su trabajo sin contratiempos.

En cada una de las comunidades que visitamos el trato fue amable y hospitalario. Nos animaba a corresponder dando lo mejor de nosotros. Las jornadas fueron largas, pero recibir esa energía positiva de quienes lo perdieron casi todo, inundaba nuestros corazones y nos permitió empezar con nuevos bríos cada mañana.

Recorrimos las comunidades más afectadas y pudimos percatarnos de la enorme necesidad de la población, especialmente de los niños, de realizar actividades que les permitieran echar a volar su imaginación, divertirse sanamente, crear, reír y olvidar, aunque sea por unos momentos, su dolorosa realidad.

Los libros, puertas a mundos de fantasía, de ensueño y diversión, transformaron el semblante y el ánimo de aquellos que se acercaron y cruzaron sus umbrales, atreviéndose a emprender un viaje por cada una de sus páginas. De estos pequeños momentos estuvo lleno nuestro recorrido, pequeños sí, pero fueron muchos pequeños momentos de felicidad.

La reconstrucción material y emocional apenas empieza. El camino será largo, pero nuestros hermanos istmeños tienen la certeza de que ese camino no lo harán solos, y que del dolor provocado por la destrucción surgió la enorme posibilidad de mostrar nuestra humanidad y, por lo tanto, sentir en nuestros corazones que aún hay esperanza para nosotros en este increiblemente bello planeta azul.

LOS ANDARES DE LA FAMILIA PACHECO

“Oaxaca era de oro…”, recuerda Alejandra Pacheco, representante de ventas de Pacheco´s Orfebrería e hija de don Manuel Pacheco, quien perteneció a una generación de grandes maestros orfebres oaxaqueños y enseñó a sus ocho hijos y a otros artesanos que tomaron su camino en esta fina labor. La palabra orfebrería viene del francés orfêvre, que a su vez viene del latín aurum que significa ‘oro’ y facêre ‘hacer’. Oaxaca se ha distinguido particularmente por la variedad de diseños que hay en la orfebrería tradicional que complementan la identidad en la vestimenta de muchos pueblos de sus diferentes regiones. Las piezas destacan por ser obra de gran formato y por la gran calidad en sus acabados.

La familia Pacheco ha convertido el taller —establecido por su padre a finales de los años 40— en una extensión de su vida. Así lo afirma Manuel, el fiel heredero de herramientas, moldes, diseños y prestigio que creó don Pachequín, como se le conocía. El maestro dedicó hasta los últimos días de su vida al oficio que tanto reconocimiento y orgullo ha dado a los mexicanos en el ámbito internacional. Réplicas de las joyas de la Tumba 7 de Monte Albán para el turismo y anillos de graduación para los locales es lo que más han comercializado. Tres de los hermanos Pacheco se encuentran en Salina Cruz, en el Istmo de Tehuantepec, donde trabajan la orfebrería tradicional que allá se utiliza. La familia Pacheco está formada por artistas creativos que buscan diseños nuevos y calidad en sus productos. Ellos están pendientes de la presentación del producto final y de posicionarse como marca; generan joyería accesible para todos los bolsillos y están preocupados por la permanencia de su trabajo: “Nuestro futuro es incierto, no sabemos si la joyería va a seguir porque es un ornato, no es un artículo de primera necesidad, es un lujo y cuando vienen periodos de crisis, es lo primero que se olvida”. Manuel y Alejandra reconocen que hay otros maestros orfebres que dominan a la perfección muchas técnicas tradicionales y que han desistido de la actividad por falta de ingresos.

La familia Pacheco ha trabajado en mantener el taller buscando siempre oportunidades de venta. Participaron en la exposición Orfebres oaxaqueños en el Museo Estatal de Arte Popular de Oaxaca, además de exhibir sus piezas en diversas expoventas fuera del estado. También han impartido el Taller de Filigrana en Andares del Arte Popular. Para Alejandra es un orgullo salir a ferias, que la gente identifique su trabajo y que busquen las piezas del taller; asegura que: “La perfección nos define como taller, todo lo que hacemos lleva mucho corazón y únicamente lo vendemos hasta que está totalmente limpio y nos guste”. En Andares pueden disfrutar las piezas que elaboran los Pacheco, que están cargadas de la historia de este oficio en la ciudad de Oaxaca y del amor de una familia unida. Al adquirir sus productos apoyan al taller que ha sido afectado por los sismos de septiembre, y a salvaguardar el patrimonio de los oaxaqueños.

RIUS NUESTRO DE CADA DÍA

Cada año, el equipo que prepara la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO) señala como necesario incluir actividades que promuevan la permanencia y difusión del objeto libro, así como el acercamiento a la literatura de la mano de otras manifestaciones artísticas o del conocimiento.

Así, durante el otoño diversos museos y centros culturales de la ciudad se tornan sedes que albergan la programación de la edición en turno apoyando con ello la generación de una sinergia con otras voces, aquellas con las que la FILO encuentra una correlación para lograr uno de sus objetivos: ser un proyecto de fomento lector integral que impulse el diálogo, la reflexión, y la colaboración, para la construcción de un entorno social plural e incluyente. La edición 37 de la FILO —que tuvo como tema principal las nociones Frontera y Migración—, no fue la excepción. Encontró en el Museo de Filatelia de Oaxaca la voz que desde otro lugar impulsa la pertinencia de homenajear a un individuo que describió acertadamente la idiosincrasia mexicana, generó valiosas aportaciones a la literatura, a la tradición filatelista y además, cercano a ambas organizaciones: Eduardo Humberto del Río García, conocido por todos como Rius.

Por tanto, MUFI y FILO celebran la existencia del caricaturista mexicano, brindamos un homenaje póstumo a la labor creativa y crítica realizada con su trabajo a través de la exposición Rius Nuestro de Cada Día, la cual se forma con una selección de dibujos y originales mecánicos de 17 libros que el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT) tiene bajo resguardo desde 2016, año en que Rius donó a la UNAM las maquetas originales de 53 de sus libros clásicos.

La revisión de la página web del monero y su reciente fallecimiento, me condujo a generar una propuesta de exhibición que respondiera a la pregunta “¿Rius es…?”, la cual logramos responder impulsados por la anécdota: la cercanía, complicidad y estimación que la FILO, Editorial Almadía y el MUFI establecieron con el caricaturista por años, así como por la amistad afianzada por los años de residencia en Oaxaca, y su pasión como coleccionista de timbres postales.

Esperamos que la exposición genere un mayor conocimiento de la obra del caricaturista —quien en cada cartón le recuerda al lector el papel político y social que juega como individuo— y además, otorgue una noción del Rius de carne y hueso, apasionado por la filatelia, irreverente en sus declaraciones y humano en todo lo extenso de la palabra.

LIBROS, CUENTOS Y NIÑOS EN LA RECONSTRUCCIÓN CULTURAL DEL ISTMO

La tragedia que nos ha tocado vivir en las comunidades de la región istmeña de Oaxaca a causa de los sismos del 7 y 23 de septiembre de 2017, ha provocado que de nuestros corazones y nuestras bocas salgan historias tremendas sobre la angustia y el miedo que vivimos esa noche. Pero también (como en los cuentos) las narraciones culminan con el episodio del milagro que nos permitió salir con vida en medio de tanta destrucción. Es por esto que en todos los corazones está la certeza de que, con la reconstrucción de las casas y la reconstitución del ánimo de todos los istmeños, se está tejiendo una nueva historia para la región. Definitivamente no queremos volver a la normalidad, sino recomenzar algo distinto y mejor.

En ese sentido se ha venido dando una interesantísima sinergia entre quienes queremos comenzar algo nuevo desde aquí y las personas e instituciones que desde fuera de la región han traído apoyo solidario y visionario. Además de la ayuda humanitaria, de vital importancia en el momento de la emergencia, un gran ejército de personas, entre voluntarios, médicos, psicólogos, promotores comunitarios y culturales, ha venido a decirnos que contamos con ellos y que se comprometen con nosotros en la tarea de restaurar las condiciones necesarias para recuperar nuestra calidad de vida. Los grupos de WhatsApp fueron el medio para construir amplísimas redes de comunicación y apoyo que han permitido generar esta fuerza de ayuda y recuperación.

Pocos días después de los sismos, Edgar Olmedo, promotor de lectura de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca en la Mixteca, visitó Asunción Ixtaltepec, Juchitán y Unión Hidalgo trayendo despensas y lonas para las familias damnificadas, de parte de la FAHHO. De nuestra conversación durante la comida surgió la idea de traer la Biblioteca Móvil a la región. En cuanto se nos dio la luz verde, hicimos uso de los mismos grupos de WhatsApp para conformar una nueva red encaminada a organizar la visita de la Biblioteca Móvil a los distintos municipios del Istmo.

De esa manera, la unidad móvil de la Mixteca modificó su ruta y vino al Istmo del 4 al 23 de noviembre. Edgar y Jonathan han estado recorriendo localidades de los municipios de Asunción Ixtaltepec, Juchitán, Ixtepec, Comitancillo, Espinal, Unión Hidalgo, Barrio de la Soledad, San Francisco Ixhuatán y San Mateo del Mar llevando libros, cuentos, arte, juego, alegría y esperanza a nuestros niños y jóvenes.

El impacto que han generado en los niños y las familias es impresionante. Un pequeño librero exhibe cuentos con imágenes atractivas y un tapetito de esponja de colores se han convertido en un verdadero oasis, en medio de los escombros y el polvo de las demoliciones. Ahí los niños vuelan con su imaginación por los mundos fantásticos de las historias que leen y que luego evocan mientras construyen entre sus manos figuras con el papel, los tubitos de papel higiénico, los globos y la harina, las pinturas y las cartulinas. Esta sencilla actividad literaria, colaborativa, creativa y lúdica está convirtiendo a nuestros niños y jóvenes en reconstructores de ese algo nuevo que queremos que sea el Istmo. Gracias, Bibliotecas Móviles. Gracias, FAHHO. Gracias, Edgar y Jonathan. Gracias, niños istmeños que acudieron al llamado de la BibIioteca Móvil.

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