“Historias del huipil” es el título de una serie de charlas programadas en torno a la exposición “Huīpīlli, kushma y phyang: prendas análogas de tres continentes” que forma parte de las actividades del xv Aniversario del Museo Textil de Oaxaca. En la primera edición participaron Magdalena y Susana Santiago Martínez, originarias de El Tapanco, perteneciente al municipio de Santa María Zacatepec, un pueblo indígena tacuate que colinda con la costa oaxaqueña. En familia, han organizado un pequeño taller y elaboran diferentes piezas textiles con la técnica de animalitos, innovando con ello la tradición textil de su comunidad. Esta actividad se llevó a cabo el 26 de abril y contó con una gran participación del público que, ansioso, esperaba escuchar a las maestras.
En esta primera charla se abordaron temas como la transformación que ha experimentado la indumentaria, las formas y diseños de las iconografías, las historias del huipil en su familia, los contextos en los que se utiliza dicha pieza y, en especial, la inspiración que surgió de observar los tres huipiles de su comunidad que se encuentran en la exposición. Así fue como las artistas lograron notar un patrón geométrico en un huipil tejido en telar de cintura con hilos de algodón coyuchi, hilado a mano y bordado con hilos de algodón mercerizado de diferentes colores. Este motivo se ha ido modificando con el paso del tiempo, por ejemplo, el tamaño ha sido disminuido por las distintas bordadoras que lo han trabajado, por lo que a Magdalena y a Susana esta experiencia les resultó única debido a que el patrón parece que fue de mayor tamaño al que comúnmente se conoce. Así, decidieron darse a la tarea de rehacerlo en una tela con hilos muy diferentes, y, a su vez, en un formato que combina elementos del huipil femenino con el cotón, pieza utilizada por los hombres en la comunidad.
Al público le interesaba conocer los comentarios que estas artesanas han recibido por parte de su propia comunidad al haber realizado un proceso de innovación; la respuesta es que ha sido mayor el número de personas que las han apoyado que las que están en su contra. Como parte de este proceso de innovación dentro de su propia tradición, ellas han dado un giro a los colores que se han usado históricamente en la comunidad e incluyen una gama mucho más diversa.
Al término de la charla se invitó a las y los asistentes a pasar a la sala Caracol del MTO, en donde pudieron escuchar y expresar sus inquietudes con las artistas invitadas.
La próxima charla será con la maestra Teresa López Jiménez, originaria de Juchitán, el día 28 de junio a las 6 de la tarde, les esperamos.
Apenas habían transcurrido 16 horas desde que cayera el out 27 para los Diablos Rojos en la temporada del 2022, cuando don Alfredo Harp Helú sugirió que era el momento ideal para editar un nuevo libro que contara la incomparable historia del equipo escarlata.
Con la tristeza natural de una eliminación a flor de piel, escucharon atentamente las indicaciones para ejecutar la nueva tarea. Resultó conmovedor y, al mismo tiempo, motivador que una nueva caída se convirtiera en la fuente de inspiración para volver a recordar el origen del equipo más ganador de México y escuchar el mensaje contundente de que no habrá descanso hasta lograr lo que cada integrante de la institución desea con toda su alma, lo mismo con lo que sueña una afición que no deja de crecer: obtener el campeonato número 17.
La primera reflexión, y la más sólida, para agregar un nuevo libro al gran abanico de publicaciones que han salido a la luz desde 1994, es sobre las grandes entradas que se registraron en el Paraíso de los Diablos Rojos a lo largo de la temporada y, específicamente, en los playoffs. Resulta notable que una nueva generación de seguidores se está cocinando, por lo que nuestro deseo es que en las páginas de Los Rojos encuentren cientos de motivos para abrazar y jamás soltar esta franela llena de tradición. Por otro lado, este libro le permitirá, a la base de aficionados más tradicional, localizar el momento exacto en el que surgió un idilio con la Pandilla Escarlata.
De cierta forma, el libro Los Rojos es un trabajo que da continuidad al objetivo del Museo Diablos y a una inagotable labor de investigación que desde hace algunos años se ha incrementado: contar cada una de las historias que permitan armar uno de los rompecabezas más importantes y hermosos del deporte nacional. La idea es poseer la base de datos más amplia y precisa de todos los tiempos que se pueda tener de cualquier actividad física en nuestro país.
Con un diseño claramente visual que no requiere de demasiadas explicaciones, en Los Rojos se cuentan los momentos más importantes de los 83 años de vida del equipo, pero también aquellos que hasta ahora eran poco conocidos, o que tradicionalmente se trataban de esconder, como la huelga de 1980, y algunos otros que son parte de la identidad de los Diablos Rojos del México y que se pudieron superar para alcanzar una grandeza digna de recibir la más amplia difusión.
El objetivo de este libro es que el lector encuentre, junto con los triunfos y derrotas que se cuentan, las historias de esfuerzo y sacrificio que hay detrás de las epopeyas que se han recopilado en cada uno de los casi diez mil encuentros que el club escarlata ha celebrado en un camino de nueve décadas en los diamantes.
Los Rojos es una edición que manifiesta toda la pasión y el amor que requiere cada uno de los proyectos que dan a conocer los Diablos, un espacio donde los diseñadores, fotógrafos e investigadores soñaron con poner vida a la semblanza del equipo que más mueve corazones, como si, llenos de orgullo y emoción, Ernesto Carmona, Roberto Ortiz, La Tuza Ramírez, El Zurdo Ortiz o Cananea Reyes la estuvieran contando con su propia voz.
Como cada año, el club Guerreros de Oaxaca busca continuar con la unión entre la cultura y el beisbol. Por eso, para la temporada 2023 se hizo una colaboración con el Taller Jacobo & María Ángeles, uno de los más reconocidos a nivel mundial gracias a sus obras y colaboraciones con empresas y organizaciones de gran prestigio. En los últimos años, Guerreros de Oaxaca se ha caracterizado por ser uno de los únicos clubes dentro de la Liga Mexicana de Beisbol que realiza sinergia entre la cultura y el deporte, siempre apoyando y resaltando el talento que existe en un estado como Oaxaca.
El Taller Jacobo & María Ángeles se funda en 1994 partiendo del deseo de emprender y rescatar la práctica ancestral de darle vida a las tonas y nahuales a través de la talla en madera y el decorado a mano. Poco a poco el taller ha ido creciendo y desarrollado el estilo que lo caracteriza.
El trabajo de Jacobo & María Ángeles ha participado en diversas exposiciones, conferencias y concursos en México, Estados Unidos, Japón, Alemania, Brasil y España, y ha sido acreedor a diversos premios y menciones en publicaciones.
Actualmente, forma parte de distintas colecciones privadas y públicas, entre ellas la Colección de Arte de las Naciones Unidas, el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías, el Museo de Arte Popular de la Ciudad de México, el Fomento Cultural Banamex y la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca. También ha participado en el pintado del cinturón “Guerrero Zapoteca” del Consejo Mundial de Boxeo y recientemente con la marca Charly en diseños de equipos de futbol mexicano.
“Los Guerreros son un símbolo del deporte aquí en Oaxaca, la jersey tiene diferentes símbolos de pertenencia zapoteca que representa a Oaxaca, es por eso que la gente debe sentirse orgullosa de portar esta camisola”, mencionó el maestro Jacobo Ángeles, el día de la presentación.
Uno de los principales propósitos de Casa de la Ciudad ha sido incentivar el uso de la bicicleta como modo de transporte: es altamente eficaz, accesible, amigable con el medio ambiente, ocupa poco espacio, ayuda a mantener una buena condición física y de salud, y permite al usuario interactuar con su entorno al aire libre.
Sabemos que esta labor requiere de muchas actividades y esfuerzos, entre los que destacan la infraestructura adecuada y las políticas públicas que faciliten el acceso a los usuarios. También es requerimiento incentivar el uso de la bicicleta desde la infancia, lo que nos permite familiarizarnos desde temprana edad.
Como parte de esta labor, Casa de la Ciudad cuenta con el programa La Ciudad en Bici, que consta de talleres presenciales y personalizados al nivel de manejo de cada alumna y alumno. Este 2023 nos hemos enfocado en talleres infantiles gracias a una colaboración con el Museo Infantil de Oaxaca; en ellos, niños y niñas de entre 3 y 11 años participan en cursos adaptados a sus necesidades: bicibalance y habilidades básicas. Estos talleres están pensados como espacios seguros para que las infancias sientan la confianza y libertad de explorar sus habilidades y se diviertan en el proceso.
El acompañamiento es esencial, por lo que los talleristas asisten en todo momento a los alumnos, y gracias a que contamos con grupos reducidos es posible dar seguimiento a los avances de cada asistente. Estos grupos están divididos por edades: de 3 a 6 años y de 7 a 11 años.
Los talleres son gratuitos y se llevan a cabo el último sábado de cada mes en el atrio de la iglesia del Marquesado; para inscribirte, te invitamos a pasar al MIO o a llamar al 951 516 93 88.
La Biblioteca Móvil de la región Triqui fue inaugurada el pasado 24 de febrero en San Andrés Chicahuaxtla. Al igual que los otros vehículos del proyecto Seguimos Leyendo de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, la nueva biblioteca, apodada localmente El triquibús, promueve y refuerza la lectura y el amor por el aprendizaje a partir de una combinación de actividades educativas extraescolares y de servicios de préstamo.
Se trata de camiones equipados con libros, tapetes, estantes y caballetes que viajan a múltiples comunidades, donde los promotores de lectura organizan talleres extraescolares y diferentes actividades de lectura para niños. En este sentido, dada la importancia de la lengua triqui en la región donde circula, la Biblioteca Móvil incorpora actividades y materiales en esta lengua. Los mediadores de lectura, Araceli López Rosas y Víctor Fuentes García, son hablantes de triqui que realizan las actividades extraescolares en su lengua. La biblioteca también lleva libros en triqui que los niños pueden tomar prestados.
Este innovador proyecto es posible gracias a una generosa donación de Emilie Steiner, de Berkeley, California (EE.UU.), quien, antes de su muerte, hace ocho años, encargó a su esposo, Herbert Steiner, que hiciera realidad su deseo de ampliar las oportunidades educativas para los niños de Oaxaca y así ofrecerles un futuro mejor. Emilie visitó Oaxaca por primera vez hace cinco décadas y se enamoró de su gente, culturas y forma de vida.
El proyecto de esta nueva biblioteca móvil también es posible gracias a la sinergia entre la FAHHO, la comunidad de Chicahuaxtla y los maestros locales que han llevado a cabo una serie de proyectos educativos y culturales extraordinarios para los niños de la región desde los que defienden la lengua y la cultura del pueblo triqui. La FAHHO, que ha contribuido en este proyecto con personal y recurso, se alegra de ser el puente entre la familia de Emilie Steiner y las comunidades y escuelas de la región.
Aquella mañana de febrero, frente al palacio, en la explanada de San Andrés Chicahuaxtla, se realizó el evento inaugural de la nueva biblioteca móvil para la región Triqui. Los invitados especiales fueron Leah y John Oppenheimer, quienes viajaron desde Long Island, Nueva York, para asistir al evento en representación del Dr. Herbert Steiner, renombrado científico y esposo de Emilie, quien logró unirse brevemente al evento por videollamada. Michael Swanton, del consejo directivo de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, y Tajëëw Díaz Robles, coordinadora del proyecto de tecnología educativa Endless Oaxaca Multilingüe, asistieron en representación de la FAHHO junto a Araceli y Víctor, los promotores de lectura. Estuvieron presentes representantes del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas y del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, autoridades comunitarias y municipales, docentes y mucha gente de la comunidad. El programa incluyó música, arte y la presentación de cinco nuevos libros en lengua triqui.
Para llegar a este momento, la Dra. María del Socorro Bennetts, coordinadora del proyecto Seguimos Leyendo de la FAHHO, supervisó un intenso y acelerado proceso que se remonta a agosto de 2022 y que incluyó la capacitación de los promotores de lectura y la adquisición del vehículo y el equipo. Mientras se entregaba la nueva biblioteca móvil —trámite que tomó tiempo por los efectos de la pandemia sobre las líneas de suministro— se reasignó otro vehículo a la región para que las actividades pudieran comenzar el 1 de octubre del año pasado, abarcando entre 13 y 17 comunidades al mes. Esta biblioteca luce un original diseño, con un texto bilingüe triqui-español, realizado por el Mtro. José Manuel Hernández Fuentes, artista y docente originario de Chicahuaxtla.
Una celebración
La inauguración del bibliobus fue una celebración. El esposo de Emilie, Herbert Steiner, de 94 años, no pudo asistir en persona. Mi esposa y yo, primo de Herb, hemos tenido el privilegio de trabajar con Michael Swanton y Socorro Bennetts de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, quienes hicieron de este bibliobús una realidad. Estuvimos encantados de conocer a Araceli y Víctor, los dos promotores de lectura del autobús, y a las muchas personas amables que viven en Chicahuaxtla. Nos inspiramos en el liderazgo de esta comunidad y su visión sofisticada de cómo crecerá. Nos animó escuchar tanto a los adultos como a los niños pequeños hablar en su lengua nativa, el triqui, y escuchar la música de violín tocada por algunos de los otros niños.
Este bibliobús fortalecerá los lazos de la comunidad con su cultura nativa y ofrecerá amplias oportunidades intelectuales. Lo hará mediante actividades divertidas tanto para los niños como para sus familias: leer, mirar por telescopios, ver películas y mucho más. Emilie era una muy buena persona con mucha energía. Ella amaba Oaxaca y quería ayudar a los niños de este estado. Le gustaba divertirse y siempre tenía una gran sonrisa. Sentimos su espíritu sentado a nuestro lado durante la inauguración. Estábamos tristes de que ella no estuviera allí, pero también muy felices al mirar que su visión cobraba vida.
En 2011, el día de la víspera de la festividad de Tlahuitoltepec en honor a la Virgen de Guadalupe, se inauguró en uno de los salones de la presidencia municipal la exposición “Jää’myajtsën nëwejp” ‘la memoria despierta’. Esta exposición incluía algunas de las fotografías que el escritor Juan Rulfo tomó cuando visitó la región Mixe en la década de 1950. Las fotografías que el escritor hiciera conformaron una exposición llamada “Juan Rulfo: Oaxaca” (y un libro que las acompañaba, Editorial RM) de la cual procedieron varias de las fotos que les fueron proporcionadas a los organizadores de la exposición en Tlahuitoltepec por parte de la Fundación Juan Rulfo. Las imágenes fueron una ventana al pasado para los asistentes a la exposición, ancianos y niños, en un mundo previo a la existencia de la carretera. Las fotografías también fueron acompañadas por algunas de las notas que Juan Rulfo tomara mientras visitaba la región Mixe. En el tono al que acostumbraba escribir Rulfo, no habla ya de Talpa, Luvina o Comala, sino de Ayutla Totontepec y Zacatepec, todos ellos pueblos mixes, y de la vida y las costumbres en la sierra a mediados del siglo XX.
En una de las visitas que realizamos a la Biblioteca Ayuujk de la Primaria Pablo L. Sidar de Tlahuitoltepec, el profesor Félix Hernández nos compartió que la primera vez que leyó “Luvina” de Juan Rulfo lo hizo en mixe, en la versión traducida por el ColMix y la maestra Raquel Diego Díaz. En el mismo tiempo en que Rulfo trabajaba en la Comisión del Papaloapan, el Instituto Nacional Indigenista le publicaba a Walter Miller Cuentos Mixes, una recopilación de historias que el antropólogo escuchó y cuyas traducciones leemos hasta ahora. Así pues, la traducción ha jugado un papel muy importante en esta región oaxaqueña.
En 2017, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca y la Fundación Juan Rulfo impulsaron la traducción del cuento “Luvina” al mixe de Tlahuitoltepec, en el marco del natalicio número 100 del autor y la celebración de los 40 años del Centro de Capacitación y Desarrollo Musical. El libro también incluye un disco compacto en el que se puede escuchar la narración del relato en español en voz de Juan Rulfo y en mixe en voz de Luis Balbuena Gómez, además de la grabación del concierto ejecutado en Tlahuitoltepec por 30 bandas de la zona mixe en octubre de 2017, y de la obra musical De murmullos (inspirada en la novela Pedro Páramo) escrita y dirigida por el compositor Gerardo Tamez adaptada especialmente para la Banda del CECAM.
Ahora, seis años después, ya con una nueva generación de jóvenes lectores, el 21 de febrero de 2023, Día Internacional de la Lengua Materna, se entregaron otros 550 ejemplares de del relato de Juan Rulfo “Luvina” en mixe y 550 discos compactos El círculo se cierra: 100 años Juan Rulfo / 40 años CECAM a las autoridades de Santa María Tlahuitoltepec, mismos que ya se encuentran en las bibliotecas y escuelas de la comunidad.
Así como el profesor Félix, cualquier persona que lea o esté aprendiendo a leer en mixe, puede ahora leer en nuestra propia lengua a este autor que visitó nuestras tierras hace más de 50 años.
* El maestro Julio César Gallardo Vásquez escribió el texto introductorio de la exposición “Jää’myajtsën nëwejp” en 2011.
No hay espacio en la Ciudad de México que simbolice la pasión por el Rey de los Deportes y a los Diablos Rojos como el Museo Diablos, ubicado dentro del maravilloso Diamante de Fuego en el estadio Alfredo Harp Helú, mismos que acaban de cumplir su primer y cuarto aniversario, respectivamente.
Con la emoción que esto nos provoca, festejamos también nuestro “Segundo Inning”, una exposición colaborativa que reúne a 26 artistas mexicanos, especialistas en diferentes técnicas, pero que tienen una cosa en común con nuestros visitantes y las personas que laboramos en este museo: el amor por la franela escarlata.
Quien da la bienvenida a la sala es nuestro Gran Pitcher, escultura inédita del artista Amador Montes, quien nos guía al Gran Juego del mismo artista. Esperando el lanzamiento de nuestro anfitrión está el Bateador con máscara de diablo, de Víctor Vázquez. Y la joya de la corona, realizada por Demián Flores, es un acrílico de gran escala con hoja de oro y plata titulado El Juego de Pelota, que mira expectante la jugada.
Bernardo Tatís Jr. y Manny Machado también forman parte de la celebración en un mural elaborado por Brayan Cervantes, coordinador de diseño en el museo, en el marco del primer juego de Grandes Ligas ejecutado en la Ciudad de México.
No podríamos haber pedido un mejor line up que el que nos preparó por su 25 aniversario el Museo de la Filatelia de Oaxaca con su “Grand Slam del Arte. Beisbol Filatélico”. Artistas como Ivonne Kennedy, Judith Romero, Cristina Kahlo, Mariana Grapain, Emilia Sandoval, Joel Rondón, Mauricio Gómez Morín, Colectivo Lapiztola, Alejandro Magallanes, Adán Paredes, Alberto Ibáñez, Artemio Rodríguez, Francisco Toledo†, Guillermo Olguín, Sergio Hernández, Sabino Guisu, Pedro Friedberg y Gerardo Yépiz nos engalanan con diferentes narrativas de vivir y disfrutar el beisbol y el timbre postal.
Como invitados muy especiales, y directo desde las fiestas de Juxtlahuaca, recibimos a Los Diablos de Alejandro Vera, máscaras talladas a mano que observan desde su palco No existen los quizás en el beisbol, el gran cierre en el que Demián Flores, en colaboración con Eduardo Salazar Choco, hacen home run con una selección de piezas extraordinarias donde personajes como Porfirio Díaz, Benito Juárez y Sor Juana observan desde su tribuna.
Gracias al apoyo del Centro Cultural San Pablo, el Mufi y el mismo Demián Flores, esta exposición es nuestra primera fiesta de muchas, y marca el inicio de una nueva etapa en el Museo Diablos, donde estamos preparando, con mucho cariño, diferentes actividades e interacciones para nuestra afición que los harán sentirse orgullosos de ser parte de la Nación Escarlata.
La presencia de Adabi en los archivos de Puebla es notoria por el amplio trabajo que se ha realizado en el estado. Esto ha sido posible gracias a tres factores que, de acuerdo con el maestro Jorge Garibay†, es necesario que confluyan para llevar a cabo un proyecto exitoso: voluntad de las autoridades, personal capacitado y apoyo financiero, aspectos que, especialmente en Puebla, han logrado consolidar un gran número de proyectos a favor de la salvaguarda de la memoria documental. El esfuerzo del gobierno estatal o municipal, de la asociación y del personal comprometido es muestra tangible de lo que se puede conseguir para generar un cambio en el cuidado de los archivos que brinde beneficios a la sociedad.
Es mediante los inventarios, instrumentos básicos de descripción archivística, que se logra el primer acercamiento con las fuentes primarias que resguardan los fondos documentales. Contar con un instrumento de control y de consulta es lo que hace la diferencia entre un archivo y un cúmulo de papeles. Gracias a ellos se puede ver, de manera general, de qué documentos está compuesto el archivo, ya que presentan una clasificación en secciones y series que dan una visión panorámica del acervo y agilizan el tiempo de búsqueda. En los documentos se reflejan, por ejemplo, las acciones del gobierno, los acontecimientos y las gestiones llevadas a cabo tanto en materia civil como eclesiástica.
Para dar a conocer esta labor, en el marco del 20 Aniversario de Adabi, el pasado 18 de mayo, en la Biblioteca José María Lafragua de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, se llevó a cabo la presentación de los inventarios de archivos municipales y parroquiales de Puebla. Esta exposición estuvo conformada por tres mesas de trabajo cuyos temas versaron sobre la labor archivística, la vinculación institucional y la investigación histórica.
La doctora Stella María González Cicero, directora de Adabi, explicó la importancia de estos instrumentos que describen los documentos que conforman el conglomerado poblacional de la entidad para la historia regional de las comunidades y para la comprensión de la totalidad de la historia nacional.
Areli González Flores, organizadora de esta reunión y coordinadora de los proyectos de archivos civiles en Adabi, moderó la mesa sobre el trabajo archivístico en el estado, en la cual la Dra. Pilar Pacheco Zamudio, investigadora con una amplia trayectoria en la labor archivística, dio una muestra del trabajo realizado por Adabi en los archivos municipales desde los inicios de la asociación y resaltó la importancia de la teoría archivística al mencionar que el primer requisito para proteger los fondos documentales es inventariarlos, y, luego, registrarlos ante las instituciones locales, nacionales e internacionales para evitar la pérdida documental, de trabajo y de recursos financieros. Por otra parte, Elisa Garzón Balbuena, coordinadora del proyecto de rescate de archivos en Puebla, compartió un breve recuento del trabajo realizado en beneficio de los archivos históricos del estado.
En el apartado de vinculación institucional, el representente del Consejo de la Crónica del Estado de Puebla, Pedro Mauro Ramos Vázquez, enfatizó la importancia del trabajo de los cronistas, quienes, enamorados de la historia, han buscado un acercamiento con Adabi y, con el apoyo de las autoridades, cuyos frutos no solo son el rescate y organización de archivos, sino también la restauración de algunos documentos, como en el caso de Santa Clara Hutziltepec. Por otra parte, el presidente municipal de Pahuatlán, Eduardo Romero Romero, habló del gran valor de conservar la memoria de la comunidad y las gestiones que se realizaron para llevar a cabo dicha tarea. Como representante de la Parroquia de Santiago Apóstol Pahuatlán, acompañó el secretario general, Leobardo Jacob Lechuga, quien, con una amplia experiencia en la labor cultural, citó la trascendencia de la actividad archivística en las parroquias como indispensable para el trabajo pastoral cotidiano, así como el valor de los inventarios como instrumentos descriptivos, base para el desarrollo de una legislación que permita la protección del patrimonio documental.
Con respecto al tema de investigación histórica, presidieron la mesa Sergio Rosas Salas y Emmanuel Rodríguez López, quienes abordaron la importancia de encontrar fondos organizados e inventariados como primer paso para cubrir la necesidad de disposición y de consulta de las fuentes que permitan un acercamiento al análisis y comprensión de la historia local.
Con estas mesas de trabajo Adabi se enorgullece de ser parte de las confluencias que contribuyen en la salvaguarda del patrimonio documental de México.
Gracias a la invitación de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, a la organización de la BS Biblioteca Infantil de Oaxaca y del programa Seguimos Leyendo de esta fundación, la presentación de Xolita en el Templo Mayor llegó a su segunda etapa. Escrita por Mira Harp Grañén y su mamá, la doctora María Isabel Grañén Porrúa, esta novela contó con la adaptación para el teatro de figura por un servidor y ALMUD Casa de los Títeres. La gira de presentación llegó a su segunda etapa en la región del Istmo y la Mixteca luego de visitar las zonas conurbadas de la capital oaxaqueña.
Acompañamos el trabajo de las Bibliotecas Móviles de la FAHHO, conocimos de cerca la dinámica de promoción de la lectura y participamos en las actividades de los promotores, convivimos con familias y comunidades, conocimos hermosos lugares y a personas ansiosas por reiniciar sus actividades después de los momentos difíciles del terremoto y la posterior pandemia que golpeó tan duramente la región del Istmo. En cada lugar que visitamos fuimos muy bien recibidos; al regresar nos sentíamos con el corazón feliz y lleno de la esperanza que nos transmitieron las hermosas sonrisas de los asistentes a las actividades. En las diferentes presentaciones pudimos darnos cuenta de su interés por conocer más, de una manera divertida, la historia de México y del Museo del Templo Mayor.
Este libro combina la frescura juvenil al contar una historia y el deseo de entrelazar aventuras fantásticas con datos históricos, nos estimuló la creatividad para dar vida y hacer saltar a Xolita de las páginas del libro mediante el lenguaje de títeres y marionetas junto a la narración oral. Así, somos testigos de la transformación de Pelusa y nos dejamos guiar por Yiniza, ahora transformada en una curiosa y valiente viajera. Ella nos cuenta cómo conoció a Moctezuma, cuando a nadie le era permitido, siquiera, mirarlo a los ojos. Nuestra protagonista también asiste al sinuoso movimiento de Quetzalcoatl y entrevé los destellos de sus plumas, atraviesa los canales que separan las chinampas y nos describe los palacios donde existían criaturas, seres fantásticos y muchas cosas más.
Este libro, que evoca la grandeza del imperio mexica, motivó a un servidor a crear títeres y marionetas talladas en madera de cedro, acción que quiere ser también un homenaje a las artes de México, a las mujeres y hombres que buscan mantener viva tantas tradiciones de un México lejano y puro, en el que la elaboración de los objetos era parte de un ritual que comprendía la vida en su totalidad.
Muchos jóvenes, niños y niñas con sus madres se acercaron a nosotros para expresarnos el gusto de haber escuchado los poemas de Nezahualcoyotl en los que es recreada la grandeza de México: por ejemplo, en Tequisistlán, donde Quetzal Ixchel y Mia nos compartieron su punto de vista; en Tehuantepec, una pequeña de 5 años nos aconsejaba cómo actuar; o el niño que quería escuchar también sobre el rey Cosijoeza, aquel conquistador del reino zapoteco de Tehuantepec.
Las aventuras de Yiniza y Xolita continúan durante el mes de junio: las marionetas visitarán comunidades de la Sierra Norte, Chicahuaxtla y Ayutla Mixes: consulta la cartelera. Este es un encuentro libre y gratuito para viajar al pasado de nuestra cultura, ¡no te lo pierdas!
Los jueves el tiempo se detiene, surgen la poesía y los amigos. Antonio Deltoro
La temporada de lluvias ha iniciado oficialmente. Por las tardes, en la ciudad de Oaxaca, se dejan escuchar lejanos truenos que acompañan los chubascos propios de la época. En ocasiones, por la calle de Hidalgo o Independencia, a la altura del callejón San Pablo, esas tonalidades de la naturaleza tienen de fondo un lenguaje igualmente universal: la música. A diez años de que la Fonoteca Juan León Mariscal abriera sus puertas con el propósito de convertirse en un lugar de divulgación y estudio del sonido, hoy es cotidiano que cada jueves invite a los escuchas a presenciar la poesía de las melodías. Con grandes ensambles y su música de cámara o solistas que a capella reinterpretan la sonoridad que otros han compuesto; ya sea en el Atrio o el Claustro del Centro Cultural San Pablo, este espacio se transforma, cada semana, en el escenario perfecto que da lugar a la entonación de incontables composiciones.
Durante el mes de mayo, cuatro distintos ejemplos de interpretación se dieron cita para ofrecer conciertos: Ars Sonui Ensamble, formado por músicos profesionales provenientes del estado de Aguascalientes. Con un repertorio diverso de música de cámara (desde el Barroco hasta música contemporánea) ofrecieron un concierto de dos piezas de compositores franceses del siglo XX: Théodore Dubois y Jean Francaix; la Banda de Alientos de la Facultad de Bellas Artes de la UABJO; el guitarrista oaxaqueño Joan Jimy, interpretando piezas de variados compositores como del veracruzano Cutberto Córdova, del italiano Simone Iaranelli, del paraguayo Agustín Pío Barrios Mangoré, entre otros; y la Camareta de la Central de Abastos.
Afortunados de contar con la tecnología, pese a las inclemencias del tiempo o a la distancia geográfica, gracias al apoyo de la Coordinación de Comunicación de la FAHHO, la Fonoteca Juan León Mariscal y el Centro Cultural San Pablo transmiten en vivo cada uno de estos conciertos: así, no importa que no podamos asistir de manera presencial, tan solo con acceder a su perfil de Facebook y buscar la fecha del concierto, reviviremos el momento.
Los invitamos a consultar la Agenda de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca que anuncia las distintas actividades que la Fonoteca Juan León Mariscal y demás filiales organizan para todo el público. Este mes de junio se retomarán los Círculos de Escucha en la Fonoteca, espacios para reflexionar y disfrutar de piezas específicas, cuyo tema será “Formas musicales”; de igual manera, los días miércoles 7 y 21 se proyectarán las películas The songs remains the same y Queen Rock in Rio a las 17 h en la Capilla del Rosario.
Cada rincón de Oaxaca nos muestra la cultura que tenemos. Extranjeros, nacionales y locales se enamoran del arte popular que se elabora en cada comunidad que visitan, y el arte textil, con sus formas, texturas y colores, es sin duda un tesoro que nos muestra la habilidad de los grandes maestros y los estilos únicos que tiene cada taller.
Julio Abel Leyva Bourguet pertenece a la quinta generación que trabaja en telar de chicote. Este oficio familiar comenzó como rebocería en el barrio de Xochimilco; posteriormente, comenzaron a trabajar la mantelería y de ahí colchas, cojines, servilletas, y manteles, entre muchos otros artículos. No podemos dejar de hablar de los distintos tipos de labrados que se pueden elaborar: estos son diseños geométricos complejos y la técnica del pepenado, por ejemplo, consiste en hacer figuras de danzantes, grecas, letras y flores.
Uno de los recuerdos que guarda don Julio se remonta a la época en la que su abuelo trabajaba el telar y teñía las madejas con tintes naturales. En aquel entonces, la demanda textil no era mucha, así que los artesanos se dedicaban, a buscar los tintes naturales. Actualmente, los hilos se tiñen con anilinas que son tintes industriales.
Don Julio, preocupado por este gran oficio, ha enseñado a más de 80 personas que, con el paso del tiempo, se han independizado y han logrado preservar esta labor. Te invitamos a conocer el trabajo del maestro Julio en Andares del Arte Popular en Avenida Independencia 1003, centro.
Con más de cien artistas en escena y la participación estelar de la artista mexicana Olivia Gorra, este 8 y 9 de junio se presenta en el Teatro Macedonio Alcalá la zarzuela Luisa Fernanda, con el objetivo de recaudar fondos para el mantenimiento del legendario recinto oaxaqueño.
Gracias al apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, la puesta en escena vuelve a este majestuoso escenario catorce años después de haberse presentado por primera vez en la ciudad de Oaxaca.
Para la presentación en este 2023 cuenta con la presencia de los cantantes Genaro Sulvarán y José Luis Ordoñez; con James Demster en la dirección musical; integrantes de la Orquesta Sinfónica de Oaxaca; el Coro de la Ciudad de Oaxaca y el Coro Maurice Ravel. La dirección escénica está a cargo de Leopoldo Falcón.
Luisa Fernanda es una comedia lírica dividida en tres actos, con música de Federico Moreno Torroba y libreto de Federico Romero Sarachaga y de Guillermo FernándezShaw Iturralde. Fue estrenada en el Teatro Calderón de Madrid el 26 de marzo de 1932. Se trata de la cuarta zarzuela de Torroba, considerada su primer y mayor éxito.
La obra narra la historia de Luisa Fernanda, una joven educada y culta que se debate entre el amor de Javier Moreno y el de Vidal Hernando. Ambos hombres representan dos extremos de carácter: por un lado, Javier es un militar guapo y superficial (con rasgos de un don Giovanni), mientras que Vidal es templado, maduro e incluso considerado un sabio. Como marco de esta historia tenemos los sucesos políticos de la época en boca de los mismos personajes; ambientada entre mayo y octubre de 1868, año de la revolución conocida como La Gloriosa, esta obra contextualiza un periodo considerado como convulso para la España de fines del siglo XIX.
Los invitamos a disfrutar de esta puesta en escena. Puedes adquirir tus boletos en la taquilla del Teatro Alcalá o en la página www.superboletos.com
El contacto con el arte prehispánico y con las artes populares me abrió un mundo. De inmediato, descubrí que la fuente para mi trabajo estaba ahí, en mi tradición. Rufino Tamayo
Han pasado casi cuatro años desde que el Museo Infantil de Oaxaca inauguró “Las Sonrisas de Tamayo”, nuestra segunda exposición didáctica. Ahora que nos encontramos preparando la nueva muestra que tomará su lugar, nos pareció importante detenernos un momento para recordar y reflexionar sobre el camino andado.
Así como todo lo que hacemos en el mio, “Las Sonrisas de Tamayo” nació del amor por las niñas y niños de Oaxaca, así como del sueño de abrir sus horizontes hacia la riqueza del patrimonio cultural y natural que nos rodea. En 2019, en colaboración con la Fundación Tamayo, arrancamos con una exposición en la que miles de pequeños han disfrutado y compartido –por medio del juego, el descubrimiento y la historia– días llenos de aprendizaje y diversión.
Muchas emociones surgen al hablar de esta aventura de color y patrimonio. Trabajar como educadora del Museo Infantil me ha enseñado qué tan importante es el arte en el desarrollo de la infancia. Y no solo eso. Saber que este es un lugar donde las niñas y los niños pueden hacer nuevos amigos, convivir con sus seres amados, disfrutar de sus abuelitos, acercarse a sus padres e incluso hacerlos parte de sus momentos de alegría son cosas que me llenan de una satisfacción enorme.
Siempre nos motiva ver sonrisas curiosas después de contar la historia del ferrocarril o de narrar algún relato acerca de nuestro querido ahuehuete. Pero, sobre todo, ha sido gratificante acompañar a los más pequeños mientras descubren el trabajo del maestro Tamayo a través del juego. En esta exposición aprendimos sobre formas y colores, pintamos retratos, hicimos grabado y exploramos las maravillas del arte prehispánico. Asimismo, gracias a todos los talleristas que se sumaron al proyecto, expandimos nuestra oferta hacia temas tan increíbles como la historia del cacao, los pigmentos naturales y la mixografía, gracias a esta última experimentamos con diferentes materiales para lograr texturas e impresiones sin igual.
Hace algunos días platicaba con nuestros visitantes sobre el significado que el MIO tiene para ellos. Con mucha alegría y sonrisas en el rostro me compartieron estas palabras:
A mí, me encanta vivir aquí, me siento con mucha energía y florezco cuando juego. Killari, 5 años
Pintar con las acuarelas me gusta mucho. Salma, 4 años
El día de hoy es la primera vez que regreso con mis nietos a este espacio. El día de hoy es la primera vez que regreso con mis nietos a este espacio. Es recordar el pasado, cuando viajaba en el tren con mi familia e iba de un lugar a otro. ¡Qué dicha el que las personas se reunieran aquí y en las paradas que hacía el tren durante su recorrido poder comprarle frutas a los comerciantes para nuestros familiares! Ahora, el que lo encuentre siendo un espacio en el que mis nietos puedan jugar y aprender me da mucha alegría. Teresa Valdés, 80 años
Todavía no estamos listos para contarte todas las sorpresas que estamos preparando. Sin embargo, podemos adelantarte que el MIO seguirá siendo un espacio lleno de color y juego, de arte, alegría y recuerdos.
“Las Sonrisas de Tamayo” dio muchos frutos en esta etapa, y cada uno de los que hemos sido parte del proyecto estamos contentos y agradecidos por la inmensa oportunidad de crecer con él y de aprender a amar más a nuestro estado de la mano de sus niñas y niños.
¡Cuántas emociones nos surgen después de dos décadas desde aquella tarde en que Stella González, Jorge Garibay y la pareja Harp Grañén decidimos fundar una asociación que apoyara el rescate de la memoria de México! Fue un instante afortunado y luminoso que logró cambiar la realidad de cientos de archivos y bibliotecas abandonados para transformarlos en sitios dignos donde las voces del pasado cobraran vigor y se valoraran como bienes preciados. El amor a México, combinado con nuestras experiencias de vida, fue lo que nos motivó a actuar. Jamás imaginamos cuántos beneficios y amistades tejeríamos a lo largo de nuestro andar. No cabe duda de que la asociación Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México era una necesidad en nuestro país, pues a lo largo de estos 20 años hemos colaborado con más de mil instituciones públicas y privadas en diversos estados.
La vida nos dio la pauta, y nuestra familia creció en diversas ramas y coordinaciones: Bibliotecas y Libro Antiguo; Archivos Civiles y Eclesiásticos; Conservación, Restauración y Encuadernación; Fuentes Fotográficas; Difusión; Publicaciones y Administración. Esta última vigila rigurosamente que los recursos se apliquen con total transparencia en los proyectos. Por supuesto, todo bajo la autorización y supervisión de la Dirección General, liderada por la batuta generadora de orden, disciplina y bondad de la doctora Stella María González Cicero. Ella y nuestro muy querido Jorge Garibay† han sido las estrellas luminosas que nos han guiado en este andar para mostrarnos con su ejemplo que, ante cualquier adversidad, “todo sea por los archivos”; no hay proyecto, por difícil que parezca, que no pueda lograrse sino con voluntad, orden, metodología y profesionalismo. Esta ha sido la fórmula para redescubrir tantas palabras olvidadas.
Otro acierto ha sido que nuestros colaboradores son profesionales en su área y que cuentan con un código de ética y amor por su trabajo. Además, hemos dado otro paso importante: la capacitación de cientos de personas dedicadas al rescate de la memoria histórica, lo que ha generado que, en el país, cada día seamos más conscientes del patrimonio heredado. Así, Adabi transmite su pasión por recuperar las voces del pasado, comparte conocimientos y experiencias y promueve la recuperación de nuestros archivos y bibliotecas para ponerlos al alcance de la consulta pública.
Cuando rescatamos un archivo o una biblioteca surgen más solicitudes de apoyo y es tal la demanda para organizar fondos y colecciones de nuestros acervos nacionales, estatales, municipales, públicos y privados que decidimos incorporar nuevos equipos con presencia en la Ciudad de México, Puebla, Oaxaca y Yucatán.
Ha sido un privilegio seguir, paso a paso, la conjunción de esfuerzos que han fructificado en estos 20 años: la organización de 668 archivos documentales; 83 colecciones fotográficas; la catalogación de cerca de 190 000 libros antiguos y nuestras 810 publicaciones sobre fuentes históricas. Cada una de estas tareas demuestra que la mística de nuestro trabajo anima a la comunidad a involucrarse en la conservación de sus propios acervos.
A lo largo de nuestro andar hemos encontrado ángeles guardianes que custodian el patrimonio, como si se tratara de un baúl heredado por nuestros antepasados. Estos guardianes atesoran las palabras escritas que nos hablan del tiempo transcurrido, nos permiten comunicarnos con nuestros ancestros y nos ayudan a comprendernos mejor. Esta red de amigos sensibles y personas interesadas en la salvaguarda del patrimonio es otro regalo que nos ha dado Adabi.
Nuestro trabajo es el motor que nos impulsa a seguir adelante en la aventura de conquistar más universos de palabras. ¡Felicidades, Adabi, por estos 20 años! Gracias a todas las personas, archivos y bibliotecas que hacen posible que sigamos unidos por la memoria histórica de México.
En el bagaje que acompaña los 20 años de la asociación civil Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México hay un periodo que antecede a las actividades esenciales emprendidas durante este tiempo. Se trata de otros veintitantos años de ejercicio de una servidora y un grupo de colaboradores cercanos en archivos y bibliotecas de fondos conventuales, históricos y del siglo xix en diversos estados del país.
Esa experiencia y conocimiento sobre estas entidades culturales son el fundamento de las primeras acciones de la asociación que nacería en 2003. Uno de sus pilares fundamentales es el trabajo en los archivos y las bibliotecas antiguas, cuyos antecedentes provienen, por un lado, de la capacitación de los colaboradores en archivos municipales, parroquiales y diocesanos, trabajo emprendido con anterioridad desde el Archivo General de la Nación, primero con el Registro Nacional de Archivos y más tarde en la dirección de esta institución, cuyas gestiones permitieron la creación del Fideicomiso para la Preservación de la Memoria de México. En materia de bibliotecas antiguas, la experiencia se gestó desde la dirección de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia mediante la catalogación de su Fondo Antiguo y de los fondos conventuales que conforman este acervo. Más de diez años en cada vertiente (1977-2003) nos enriquecieron para encontrar una verdadera vocación de vida que se consolidó con la formación de las coordinaciones que integran la actual asociación.
Desde entonces, las estadísticas demuestran el impacto de nuestra labor en el ámbito cultural en distintos puntos del país; se ha dejado huella al insuflar nuevos alientos de esperanza y revaloración en las personas e instituciones sobre la importancia de la conservación del patrimonio documental y bibliográfico.
Durante estos veinte años, Adabi ha encontrado nuevos caminos en respuesta a las solicitudes de apoyo que recibe de archivos federales, estatales, municipales, diocesanos, parroquiales, universitarios, de museos, de música, de fondos personales, entre muchos más; estos nos impulsan a abrir nuevos frentes en materia de capacitación, rescate, organización, conservación y preservación en diversos soportes. Entre los que hemos atendido se encuentran documentos en papel provenientes de distintos siglos, así como ejemplares fotográficos en vidrio, papel y plásticos; algunos códices coloniales en tela, papel y piel y obra pictórica en lienzo y lámina.
La diversidad de temas a atender nos muestra la necesidad de capacitación, lo que fomenta la formación de profesionales especializados que adquirieran experiencia mediante el ejercicio de las tareas archivísticas y bibliográficas, generando una vocación de vida para futuras generaciones.
Así, se ha capacitado a profesionales en México y en el extranjero con resultados de alta calidad en la preservación del patrimonio nacional.
Por otro lado, la labor editorial responde a la necesidad de mostrar y difundir la memoria custodiada en los archivos mediante herramientas de consulta, por lo que pronto tuvimos una página web y publicaciones con los inventarios de archivos y catálogos de las bibliotecas antiguas. Como resultado de la experiencia adquirida, se sumaron manuales al fondo editorial —de gran apoyo para quienes se dedican a estas tareas— y estudios históricos sustentados en el conocimiento del patrimonio documental que resguardan los archivos, dirigidos, sobre todo, a jóvenes profesionistas interesados en la conservación de la memoria del país. De esta manera, Adabi fomenta la prevención del daño en los acervos y difunde sus contenidos, teniendo como principal actor al investigador, quien traduce las fuentes primarias y contribuye para que la sociedad pueda conocer su historia regional.
Jorge Garibay y Stella González Cicero.
Nuestro décimo aniversario impulsó la difusión, sobre todo electrónica, de las actividades que desempeñábamos en el día a día, con la intención de ir más allá de nuestro ámbito, logrando una intercomunicación con archivos y bibliotecas del país y fuera de él.
Gracias a los medios digitales, como la página web y las redes sociales, interactuamos con mayor rapidez con investigadores, estudiosos, archivistas y bibliotecarios que, además, enriquecen el ámbito cultural al difundir los resultados de nuestras actividades y la labor de otros archivos de México y del extranjero.
Adabi es un sueño hecho realidad que ha dirigido sus esfuerzos hacia el trabajo intelectual y técnico que desempeñamos en cada uno de los proyectos emprendidos, pero, sobre todo, está enfocado en el corazón de cada uno de los que trabajamos con un mismo objetivo. Sin embargo, nuestra entrega, comprometida y generosa, resulta difícil de calibrar. Cada integrante de la asociación aporta de manera distinta al dar resultados positivos y satisfactorios pues trabajamos en equipo por conservar el patrimonio de México.
Adabi no solo ha crecido como institución, también ha profundizado y fortalecido sus raíces en cuanto al conocimiento, organización interna, espíritu de servicio y pasión en su entrega con cada compromiso adquirido. Su misión de servicio y colaboración se ha diversificado; sin embargo, su esencia sigue siendo la misma, así como su visión para que México tenga la memoria histórica que le corresponde y que enorgullezca a quienes conformamos esta nación.
Nuestra asociación ha recibido reconocimientos nacionales e internacionales. Y hoy por hoy es menester reconocer que ello no se habría logrado sin todos los personajes que hacen posible que Adabi exista y permanezca.
Veinte años de caminar juntos nos dan confianza al contar con don Alfredo Harp Helú y doña María Isabel Grañén Porrúa, directivos de esta noble asociación y personal que día con día colabora con nosotros, además de los héroes que trabajan incansablemente desde otras trincheras y que nos abren las puertas de sus instituciones y de su corazón: ¡enhorabuena por su amor a México!
Si el tiempo encuentra su sentido en la eternidad, entonces habrá que comprenderlo a partir de esta. Martin Heidegger
Lo más importante del tiempo es lo que has hecho con él. Destinarlo a preservar y difundir la memoria de un municipio o un país es una labor digna de reconocimiento. Esa tendría que ser, por principio, una de las prioridades del Estado, pues sin memoria no hay destino. En México, por desgracia, no existe una cultura de conservación documental que lleve consigo la asignación de presupuesto suficiente para acciones de organización y mantenimiento de los archivos y bibliotecas. Esta fue la razón por la que hace veinte años se creó la asociación civil Adabi. El terrible abandono de invaluable documentación a lo largo y ancho del país generó en cuatro personas la conciencia y el compromiso por rescatarla, dos de ellas —la doctora Stella María González y el maestro Jorge Garibay†— con una trayectoria en instituciones públicas dedicadas a la preservación y difusión del patrimonio; ellos lograron motivar, gracias a su experiencia y un profundo conocimiento de la situación archivística del país, la participación del contador Alfredo Harp y la doctora María Isabel Grañén para coadyuvar en el cuidado de nuestra memoria histórica. Así surge Adabi, de este mutuo compromiso, de esta conciencia que ha dejado huella en múltiples instituciones, no solo en autoridades, sino en la valoración de los técnicos sobre su propio trabajo. Cuando surgió la asociación no existía la tan necesaria Ley General de Archivos —finalmente fue expedida en 2018— en la que se señalan los sujetos obligados a preservar nuestra memoria. Anteriormente, había que realizar una ardua labor de convencimiento para el rescate de los archivos.
En estos veinte años, Adabi se ha enfrentado a múltiples situaciones, ha entablado una comunicación enriquecedora y animosa con las autoridades y personas directamente involucradas en el cuidado del patrimonio, con quienes, a pesar del poco o nulo presupuesto, pero con entusiasmo, se ha logrado rescatar de ese abandono a la documentación: limpiarla, organizarla, guardarla apropiadamente y dejar un inventario que permita su consulta. En otras ocasiones, la asociación se ha topado con circunstancias menos afortunadas, donde los documentos se encuentran apilados en el suelo sin la menor protección o entre orines de ratas, heces de murciélagos, plagados de cucarachas, cerca de establos, debajo de tuberías a punto de romperse o, el caso extremo, en un cementerio: los documentos más valiosos de nuestra historia, las fuentes primarias, guardados en los lugares y condiciones más insólitos. A veces, incluso las personas responsables no llegan a dimensionar la importancia de la documentación que custodian. De todo hay, extremos positivos, negativos y muchos puntos intermedios. Lo cierto es que diversas instituciones reconocen que hay un antes y un después de Adabi en materia de organización y conservación documental de los archivos.
Como parte de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca he sido testigo del largo caminar de sus filiales, entre ellas el de Adabi. La Fundación ha sido mi hogar y sus integrantes mis hermanos. Por ello, la invitación que me hicieron hace ya dos años para incorporarme al equipo de esta asociación fue una grata sorpresa. Adabi es una institución a la que le tengo, además de mi profundo respeto, un gran cariño. No solo porque siempre he sentido afinidad con sus objetivos y metas —reflejados en lo dicho líneas arriba—, sino porque en ella he encontrado a personas sumamente valiosas. En diversas ocasiones he festejado sus triunfos y he compartido la alegría que han provocado sus reconocimientos nacionales e internacionales, alguna exposición montada, un tesoro encontrado o la entrega de ejemplares de libros antiguos recién restaurados. El impacto de los frutos obtenidos en el país es verdaderamente sorprendente. Los mapas que presentaron en los festejos anteriores a estos veinte años dan cuenta de ello: una imagen sintetiza el esfuerzo de decenas de años de trabajo.
Como en las obras de Borges, la historia de la asociación conlleva múltiples relatos que se contienen unos a otros y donde todos los tiempos se conjuntan en uno solo. En el presente, Adabi rescata del pasado para mirar el porvenir, pero como diría Heidegger: “El tiempo solo existe como consecuencia de los acontecimientos que tienen lugar en el mismo. No hay un tiempo absoluto, ni una simultaneidad absoluta. El tiempo es aquello en lo que se producen los acontecimientos”. Esta última idea, que el autor retoma de Aristóteles, es justamente el motivo de la labor de Adabi: la recuperación de los acontecimientos que ocurrieron en determinado momento y que quedaron registrados en documentos y obras artísticas que milagrosamente permanecen hasta nuestros días. El ser en el tiempo, el ser ahí, el ser con otros. De ahí su incalculable valor.
Las acciones básicas pero constantes que ha realizado la asociación han marcado una diferencia significativa en el devenir archivístico de México. No cabe duda de que el rescate de archivos implica, por un lado, un fuerte compromiso y una clara conciencia histórica que permiten, en muchas ocasiones, hacer verdaderos sacrificios para salvaguardar el patrimonio. Por otro lado, demanda un interés genuino por preservar y dar a conocer esa documentación, por facilitar la investigación en términos de generar instrumentos de consulta que la hagan más inmediata, menos conflictiva.
Este incansable trabajo florece en productos concretos: archivos clasificados, documentos rescatados del olvido, libros ordenados o publicados, inventarios que dan cuenta del conjunto de hechos que resguarda un archivo: historias develadas que activan el interés por desentrañar los misterios que las acompañan. Es un verdadero honor formar parte de este equipo con una labor tan encomiable.