Boletín FAHHO Digital No. 29 (Ago 2023)

La digitalización y catalogación de las cartillas en lenguas originarias: Una colaboración con la Universidad Estatal de San Diego

Yunitza Vásquez Vásquez (BIJC-FAHHO / SDSU) / Michael W. Swanton (BIJC-FAHHO / IIFL-UNAM) / Lisa Lamont (SDSU)

Si bien existen antiguas y extraordinarias tradiciones de escritura en las lenguas originarias de Mesoamérica, estas son difíciles de apreciar por su naturaleza fragmentada y de difícil acceso. Por ello, una de las metas de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca es hacer que estas tradiciones sean más conocidas y accesibles para personas de Oaxaca y de todo el mundo. Así, ha reunido una de las colecciones de materiales en lenguas mesoamericanas más importantes en México que abarca un periodo desde mediados del siglo XVI hasta la actualidad.

En el México posrevolucionario, la escritura en lenguas originarias fue patrocinada por el Estado como parte de una política educativa nacional, cuyo objetivo final era promover la alfabetización en español. En colaboración con organizaciones como el Instituto Lingüístico de Verano y el Instituto Nacional Indigenista, la Secretaría de Educación Pública imprimió cientos de pequeños libritos en lenguas mesoamericanas que fueron diseñados para promover la alfabetización. Estas publicaciones de alfabetización suelen ser de pequeño formato, por lo que se les ha denominado “cartillas”.[1] Los materiales pueden incluir explicaciones del alfabeto y la ortografía de las lenguas indígenas, así como cuentos, traducciones e información educativa sobre temas como la salud, la geografía, la historia, la gramática y la ciencia. Hay esfuerzos por rescatarlos del olvido; es el caso del proyecto de Adabi de digitalización de cien cartillas o el colaborativo de la Biblioteca Daniel Cosío Villegas de El Colegio de México y el Instituto Lingüístico de Verano, A. C., con quienes tenemos comunicación.2

La BIJC alberga una de las colecciones más importantes de este tipo de publicaciones en México. Incluye la colección personal de cartillas de Lorenzo Cossío y Cosío, cartillas de la oficina de Mitla del Instituto Lingüístico de Verano y cartillas que habían pertenecido a investigadores, como Thomas Smith-Stark y Michel R. Oudijk.

Estas publicaciones presentan múltiples desafíos para su catalogación. Debido a su pequeño formato y distribución local, a casi ninguno se le asignó nunca un número de ISBN, una cadena alfanumérica internacional que sirve única para identificar datos básicos que permite a las bibliotecas, librerías y lectores rastrear libros y estandarizar la información sobre la editorial, el título y la información del libro, lengua y edición. Asimismo, no existe un catálogo de autoridades de estos libritos ni una bibliografía completa de lo producido. A menudo, la única forma de saber qué se produjo es tener acceso a un ejemplo. Sin embargo, a menudo las ediciones eran pequeñas, en algunos casos con solo decenas de ejemplares. Por lo tanto, el acceso es un tema crucial.

Las ortografías para escribir las lenguas también presentan varios desafíos especiales. Primero, las ortografías de mediados del siglo XX a veces usaban caracteres que no son parte de Unicode; es decir, un estándar de codificación para la representación y manipulación de textos expresados en los muchos sistemas de escritura del mundo. En segundo lugar, las ortografías de muchos idiomas han cambiado con el tiempo. Por ejemplo, una cartilla de 1961 con el título mixe “Cotsu Uu‘m N’ayoocamda”, hoy se escribiría “Kötsï ïï’m n’ayöökamta”. ¿Cómo se puede hacer recuperable esta información para los hablantes de mixe? Finalmente, las cartillas no siempre indican la variedad en que se está escrito. ¿Se escribió una cartilla mixteca en la variedad de San Miguel el Grande, la de San Esteban Atatlahuca o la de Santo Tomás Ocotepec? El análisis lingüístico, combinado con la contextualización histórica, puede hacer la determinación.

Para hacer frente a estos desafíos, la BIJC y la Biblioteca Universitaria de la Universidad Estatal de San Diego (SDSU por sus siglas en inglés) se han asociado para digitalizar y catalogar esta colección, y así abrirla para los usuarios de hoy. Gracias a un proyecto especial del rector de SDSU, Yunitza Vásquez Vásquez, con orientación de Lisa Lamont (jefa de colecciones digitales de SDSU), comenzó a trabajar la colección de cartillas de la BIJC en abril. Ha escaneado, página por página, más de 120 cartillas en mixteco, mazateco, zapoteco, cuicateco y náhuatl. También está elaborando un inventario detallado en donde se identifican datos como: los títulos en la lengua originaria y su traducción, fecha de publicación, variedad en la que se escribió, lugar de edición, autores, número de páginas, número de ejemplares, características físicas de cada cartilla, entre otros datos. Una vez que esta fase del proyecto haya finalizado, las cartillas estarán disponibles en línea para que puedan acceder a ellas tanto los hablantes de estas lenguas como los investigadores y se buscarán fondos adicionales para terminar de digitalizar y catalogar toda la colección.

[1] Véase “Cartillas en lenguas indígenas del convenio SEP-ILV.” Boletín de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, 24 (mayo-junio de 2018): 9

2 Puedes visitar el sitio: https://cartillasindigenas.colmex.mx/#/


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