Tres años de chirimía en los conciertos

La chirimía es un instrumento musical, y a la vez un conjunto, que forma parte del patrimonio de la humanidad, sin embargo, hoy en día se encuentra en peligro de extinción. Es un instrumento de viento, con tubo cónico y lengüeta doble, elaborado con madera. En muchas culturas es indispensable para las festividades en el exterior.

Desde el siglo V antes de Cristo, la chirimía formaba parte de la cultura musical etrusca y posteriormente se diseminó por Persia, India, China y el norte de África. Fue introducida a Europa en los tiempos de las cruzadas (siglos XII y XIII) y luego fue llevada por conquistadores al centro y el sur del Continente Americano, donde se le conoce con nombres como chirimía, dulzaina, discante, caramillo y bombarda. En la época de evangelización, por las diferencias lingüísticas que significaron grandes obstáculos, los religiosos se vieron obligados a inventar métodos pioneros para difundir la nueva fe. La danza, el teatro y la música, además de la enseñanza de los oficios, demostraron ser un éxito en este esfuerzo evangelizador.

En las primeras escuelas de música enseñaron a los indígenas no solo a cantar y tocar, sino también a fabricar los instrumentos. El fraile franciscano Jerónimo de Mendieta describió este proceso con mucha precisión: “Los primeros instrumentos de música que hicieron y usaron, fueron flautas, luego chirimías, después orlos, y tras ellos vihuelas de arco, y ahora cornetas y bajones. Finalmente, no hay género de música en la iglesia de Dios, que los indios no la tengan y usen en todos los pueblos (…), y ellos mismos los labran todo, que ya no hay para que traerlo de España como solían”. Estas circunstancias causaron cambios muy serios en el ritual católico acostumbrado, y la diversidad de los instrumentos introducidos a la liturgia provocó fuerte oposición por la jerarquía eclesiástica novohispana.

Por órdenes del I Concilio Provincial Mexicano, celebrado en 1555, quedó prohibido el uso de estos instrumentos en la liturgia, con excepción del órgano, que desde tiempos remotos era el instrumento propio de la iglesia. No obstante, se permitió el uso de la chirimía en las celebraciones en los extramuros de las iglesias, o sea al aire libre, por ejemplo, durante las procesiones. Así empezó el gran papel que hasta la actualidad la chirimía tiene en la vida social de los pueblos mexicanos. El primer cronista de Oaxaca, fray Francisco de Burgoa, dejó un testimonio de este fenómeno: “[…] admírese la razón más despierta de ver en los pueblos excelentes chirimías, con admirable suavidad y consonancias, que ejercitan a la celebración de sus fiestas”.

Desde hace cinco siglos, en los pueblos de Oaxaca (también en Jalisco, Guerrero, Estado de México, Tlaxcala, Puebla y Chiapas) la chirimía anuncia y acompaña a los eventos más importantes como asambleas, mayordomías, bodas, funerales, procesiones, calendas, cumpleaños, etc. Con el tiempo se convirtió en un conjunto de entre dos y cuatro músicos (según la región). En Oaxaca, la representan dos músicos donde la chirimía se complementa con el tambor. En muchos casos, la chirimía fue sustituida por la flauta de carrizo, por ser un instrumento de más fácil mantenimiento, y sobre todo más barato, incluso ha sido cambiada por las flautas de plástico de fabricación industrial. De cualquier manera, esta antigua costumbre sigue presente en muchos pueblos, aunque hay señales preocupantes porque las nuevas generaciones no tienen curiosidad por este arte, que poco a poco enmudece.

Los maestros Roque Ignacio Martínez, Aristarco Pérez García, y en ocasiones Manuel Martínez, cultivan la tradición de la chirimía en la comunidad de San Bartolomé Yatoni, Sierra Norte. Preocupados por el futuro de esta costumbre, en junio de 2017 visitaron la Fonoteca Juan León Mariscal para contar sus experiencias y expresar sus inquietudes. Asimismo, mostraron su disposición para participar en eventos culturales con el objetivo de preservar y difundir la tradición de la chirimía. Su propuesta coincidió con la tarea de la Fonoteca de promover a los músicos tradicionales oaxaqueños, y de esta manera se inició una colaboración que tiene como objetivo el uso de la chirimía antes de cada concierto presentado por la Fonoteca en el Centro Cultural San Pablo. En consecuencia, desde hace tres años, sin cesar, los maestros Roque y Aristarco muestran su talen- to deleitando al público con su tradicional llamada a nuestros conciertos. Maestros, ¡muchas felicidades y enhorabuena!

Villancicos de Sor Juana

En 1691, la imprenta de Diego Fernández de León publicó Villancicos con que se solemnizaron en la Santa Iglesia y primera catedral de la ciudad de Antequera, Valle de Oaxaca, los maytines de la gloriosa martyr santa Catharina, obra de sor Juana Inés de la Cruz. La impresión fue pagada por el canónigo Jacinto de la Hedesa Verástegui, sobrino del entonces obispo antequerano Isidro Sariñana y Cuenca, quien, por la muerte del rey Felipe III en 1666, había escrito Llanto del Occidente en el ocaso más claro del sol de las Españas.

Nacido en la década de los cuarenta del siglo XVII, en Puebla de los Ángeles, Jacinto de la Hedesa estudió artes y teología en la Real Universidad de México y en 1674 se mudó a Antequera del Valle de Oaxaca para asumir una canonjía en la catedral sureña, gobernada por fray Tomás de Monterroso. El gobierno episcopal de Monterroso se caracterizó por una constante tensión con el cabildo catedral, que no terminó con su muerte, pues, tras ella, los canónigos, incluido De la Hedesa, fueron acusados de haber robado bienes del mitrado cuando este agonizaba.

De la Hedesa Verástegui era muy devoto de santa Catarina, tanto así que financió la reedificación de su templo en el pueblo de Xalatlaco, a cuyos habitantes nahuas les ministraba en su idioma. El cabildo de Antequera ponderaba así al canónigo: “No es posible expresar con palabras a Su Majestad lo mucho que queremos a este sacerdote, que es como nuestro padre, nuestro amparo y bien hechor; dígalo nuestra iglesia de Santa Catarina pues no sólo [la] ha tomado a su cargo porque es muy devoto de la santa, al hacerle todos los años una gran fiesta en su trecenario y día, donde gasta mucha pólvora en fuegos, en luminarias, mucha cera en el altar y muchos regalos en los ministros del altar y predicador, sino que viendo que nuestra santa iglesia tenía muy maltratado el presbítero, trató de derribarlo y reedificarlo”.

Entonces, no resulta extraño que De la Hedesa pagara la publicación de los villancicos escritos por sor Juana Inés de la Cruz, a quien debió conocer cuando vivía en la ciudad de México, para los maitines de la que fuera la primera iglesia de Antequera: Santa Catarina, hoy en día San Juan de Dios.

En la dedicatoria de la obra, De la Hedesa destacaba el carácter intelectual que se le atribuía a la legendaria mártir, y seguramente veía un símil entre la santa y sor Juana, por ello debió encargar que la jerónima escribiera la obra en cuestión. Cabe destacar que sobre estos villancicos el investigador Elías Trabulse ha realizado un interesante estudio en el que sor Juana hace, en clave alquímica, una “exaltación extraordinaria de la feminidad” frente al desagravio antifeminista que encabezaban su propio confesor Antonio Núñez de Miranda y, evidentemente, otros hombres religiosos de la época, como Pedro de la Vega, autor de la obra La Rosa de Alejandría, que destacaba el “varonil principio” de la sabiduría de las mujeres.

Sor Juana respondió versando el episodio de la santa ante los sabios egipcios:

De una mujer se convencen todos los sabios de Egipto Para prueba de que el sexo No es esencia en lo entendido Nunca de varón ilustre Triunfo igual habemos visto Y es, que quiso honrar en ella Dios el sexo femenino.

No debe olvidar el lector que al estudiarse las obras literarias o plásticas es necesario poner atención al contexto en el que fueron realizadas y a quiénes las comisionaron, pues así es posible entender la sociedad de aquel momento. El tema da para más, sin embargo por ahora nos limitamos a destacar el patrocinio de la obra, a manos de Jacinto de la Hedesa Verástegui, pero también compartir con los lectores la existencia de la obra de sor Juana.

Un ejemplar de los Villancicos se encuentra resguardado en el acervo de la Biblioteca John Carte Brown Library, con quienes estamos agradecidos por las imágenes de la obra que nos fueron proporcionadas.

Taller de innovación para jóvenes artesanos

Durante los últimos seis meses desarrollamos un taller que benefició a los artesanos ganadores de un lugar o mención en el concurso que cada dos años celebra la fundación Friends of Oaxacan Folk Art, dirigido a jóvenes artesanos menores de 30 años.

El taller tenía dos objetivos principales: primero, ofrecer herramientas creativas para el desarrollo de nuevos productos, y segundo, propiciar en los jóvenes la innovación dentro de su tradición artesanal. Es decir, fomentar el cuestionamiento sobre sus materiales y procesos, sobre la utilidad de sus productos, y conducir la búsqueda de nuevas posibilidades que pudieran materializarse para visualizar nuevos horizontes y sumarlos a sus propias técnicas. Fueron seis módulos en un lapso de seis meses que abarcaron: la terminología del diseño –consideramos que puede ser de ayuda para mejorar la comunicación con diseñadores con los que seguramente colaborarán en el futuro–; ejercicios que detonaban ideas para crear una serie de piezas que formarían una colección que para ellos representara un reto al crear algo que no hubieran desarrollado antes–; trabajar con un material diferente al de su técnica tradicional y hablar con otros artesanos para buscar colores y texturas que convivieran con las suyas.

Estos ejercicios moldearon los proyectos de los jóvenes creadores, quienes aprendieron nueva información sobre color, tendencias, principios de diseño, innovación, empaque, branding y relaciones con sus clientes, hasta cerrar su proyecto personal para compartirlo con sus compañeros y recibir retroalimentación de ellos.

Como ejemplo tenemos el caso de Esperanza Martínez, una joven creadora de San Pedro Cajonos que comparte con su familia la tradición de criar gusanos de seda. Ella se especializa en trabajar con los capullos para elaborar joyería teñida con tintes naturales y ensamblada con plata e hilos de seda. Durante el taller elaboró tres piezas de seda con aplicaciones de piel. Su proyectó resultó muy interesante porque le abrió posibilidades no solamente para explorar un material nuevo, sino para cuestionarse cómo la seda trabaja con otras texturas y aprender técnicas nuevas.

Las herramientas e información brindada a los jóvenes se suman a su proceso creativo. Fue un ejercicio que se debe alimentar de nuevas perspectivas y nuevas ideas que los ayudarán a tener mejores referencias para solucionar retos. El principal logro del taller fue contar con muchos casos de reflexión y experimentación para crear nuevos e innovadores productos.

Culmina Encuentro de Conocimiento, Ciencia y Tecnología en Tlahuitoltepec

Santa María Tlahuitoltepec, Oax.- El Segundo Encuentro Conocimientos, Ciencia y Tecnología en un México Multicultural culminó este fin de semana con un ciclo de conferencias y la observación del cielo y constelaciones en esta comunidad mixe.

Después de dos días y medio de conferencias y talleres realizados en el Centro Cultural San Pablo, el sábado por la tarde todos los participantes del encuentro abordaron tres camionetas para ir a esta comunidad oaxaqueña, conocida por su amor a la música.

Tras casi tres horas de viaje entre montañas, los especialistas en difusión de la ciencia y las lenguas originarias de México llegaron a las instalaciones del Centro de Capacitación Musical y Desarrollo de la Cultura Mixe (Cecam), sede de las últimas conferencias del encuentro y donde se llevó a cabo la observación de las estrellas.

La música de los mixes se escuchó en el acto de recibimiento que ofrecieron las autoridades de Tlahuitoltepec a todos los visitantes. Minutos más tarde el auditorio del Cecam se convirtió en la sala de conferencias y Mirna Villanueva, del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Tabasco, habló del amor y su relación con la ciencia.

Del amor se dio paso a la tecnología y esto permitió al doctor Miguel Chávez hablar del trabajo que el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), un centro de investigación y desarrollo de intelecto mexicano que —ubicado en el pueblo de Tonantzintla, municipio de San Andrés Cholula, en el estado de Puebla— realiza con el Gran Telescopio Milimétrico. El especialista mostró imágenes del Universo y estrellas que se han logrado captar con el telescopio.

Las conferencias culminaron con una mesa de diálogo entre representantes del conocimiento de las culturas mixe y seri. En este espacio los visitantes reflexionaron sobre la importancia del conocimiento astronómico que poseen las culturas originarias de México y su relación con la ciencia.

El gran cierre llegó cerca de las diez de la noche cuando en el helipuerto del Cecam, uno de los puntos más altos de la comunidad, se montaron telescopios que permitieron a los participantes conocer y observar algunas de las constelaciones visibles durante la noche del sábado. Mientras la bruma lo permitió, niños, jóvenes y adultos apreciaron las constelaciones del León, Escorpión, Libra, y planetas como Júpiter y tres de sus cuatro lunas.

El Segundo Encuentro Conocimientos, Ciencia y Tecnología en un México Multicultural, que coordina Noboru Takeuchi, investigador del Centro de Nanociencias y Nanotecnologías de la Universidad Nacional Autónoma de México, llegó a Oaxaca con el apoyo de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova.

Convocan a niños y niñas de México a contar historias desde sus hogares

  • Los cien trabajos ganadores serán publicados en Decamerón contado por niñas y niños mexicanos, 2020, editado por La Vaca Independiente y la Biblioteca Infantil BS

Oaxaca, Oax.- Con el objetivo de invitar a que las niñas y niños mexicanos expresen su imaginación y creatividad contando historias durante este tiempo de resguardo en sus hogares, la Editorial la Vaca Independiente y la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO), a través de la Biblioteca Infantil BS, convocan al Concurso de cuento infantil y juvenil: DECAMERÓN contado por niñas y niños mexicanos, 2020.

Podrán participar las niñas, niños y jóvenes mexicanos radicados en el país o en el extranjero. Habrá tres categorías: niñas y niños de 5 a 7 años; niñas y niños de 8 a 12 años; y jóvenes de 13 a 16 años.

Los trabajos deberán ser enviados a más tardar a las 23:59 horas del 14 de mayo de 2020 al correo electrónico: concurso@decameron2020.mx

Los cien trabajos ganadores serán publicados en Decamerón contado por niñas y niños mexicanos, 2020, editado por La Vaca Independiente y la Biblioteca Infantil BS de la FAHHO.

Los resultados se darán a conocer públicamente el 30 de junio de 2020 en las páginas oficiales de los convocantes.

Decameron de Giovanni Boccaccio

Hacia el año 1350 la peste negra enfermó a la población de Florencia, Italia. Entonces, como ahora, la gente debía aislarse para evitar el contagio. Giovanni Boccaccio, unos de los escritores italianos más destacados de ese tiempo, contó que un grupo de diez jóvenes se refugiaron en una villa en las afueras de la ciudad para crear literatura. Cada uno debía narrar un cuento por las noches. Boccaccio reunió estas historias en El Decamerón.

¿Qué historias contarán los niños y niñas mexicanos en el resguardo de sus hogares? Abramos la ventana de la imaginación para que los niños cuenten historias llenas de magia y fantasía.

Conoce las bases en: https://sites.google.com/view/decameron2020mx/Home

En la diversidad de las lenguas está la riqueza: MIGP

Oaxaca, Oax.- En 2011 Francisco Toledo creó los Premios CaSa de creación literaria en zapoteco. Con los años este concurso ha crecido e incorporado otros idiomas originarios y se han sumado a esta iniciativa instituciones como la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO) que preside la doctora María Isabel Grañén Porrúa, quien en entrevista dijo que quienes emiten las convocatorias son personas que saben que perder una lengua nos empobrece como sociedad, y que “en la diversidad está también la riqueza”.

Este 2020 los Premios CaSa de creación literaria emitió convocatorias para los idiomas: zapoteco, mixteco, triqui, ombeayiüts, mixe, mazateco, chinanteco y chatino. Los concursantes pueden participar en cinco categorías: poesía, narrativa, canción, literatura infantil y textos basados en la tradición oral. El cierre de las convocatorias es el 18 de septiembre de 2020.

Grañén Porrúa dijo que “somos privilegiados por convivir cada día con las expresiones creativas y la profundidad histórica de las culturas oaxaqueñas y sus lenguas. Por eso, entre otras muchas actividades, la Fundación Alfredo Harp Helú se sumó a los Premios CaSa, una más de las iniciativas de Francisco Toledo para fortalecer las lenguas originarias de Oaxaca”.

“Toledo nos enseñó a volver los ojos a la grandeza de los pueblos originarios y la convocatoria reanima el orgullo de pertenecer a esta cultura vigorosa y ancestral. Nos motiva que los participantes formen parte de un linaje milenario y que sean capaces de crear con la palabra, de nombrar las cosas con su nombre, así como Dios creó el mundo en el Génesis: “Y Dios dijo: “hágase la luz” y la luz se hizo…” Fue la palabra la que dio origen al universo. Nos alegra que la convocatoria se abra a diversas lenguas”, expresó la Presidenta de la FAHHO.

Consideró que es necesario apoyar a los individuos o colectivos que en un ambiente adverso buscan nuevos usos y espacios sociales para sus lenguas, es por ellos que crearon el Premio FAHHO-CaSa Emiliano Cruz Santiago, que busca reconocer y apoyar a personas que, como Cruz Santiago, promueven sus lenguas de manera individual o colectiva bajo su propia iniciativa.

Grañén Porrúa citó a Víctor Manuel Hernández Fierro quien decía: “Es el lenguaje la más grande creación concebida por el hombre en todos los tiempos, pues a través de él ha logrado capturar el pensamiento, la acción y sentimiento de seres de distintas épocas. El hombre es el único de los seres vivientes que tiene la suficiente capacidad para representar simbólicamente la realidad”.

La doctora en historia del arte dijo que “la lengua es el vehículo principal de la transmisión de la cultura, acompaña y da sentido a nuestra vida humana en la tierra. A través de ella, podemos expresar nuestros valores, sentimientos y explicaciones sobre el mundo que nos rodea. De esta manera, cada lengua encierra en su interior, en sus palabras, expresiones, y sensibilidades poéticas los miles de años de desarrollo que la cultura expresa”.

Añadió que en Oaxaca las lenguas conforman la parte auditiva de un mosaico cultural de gran complejidad. Al lado del español, numerosas lenguas expresan los elementos y las variantes de una de las grandes culturas de la humanidad: la mesoamericana. Esta cultura sigue viva, y en Oaxaca permea nuestras vidas, se manifiesta y transmite a través de sus lenguas habladas, y se hizo eterna en sus textos escritos desde los tiempos de la fundación de Monte Albán”.

Grañén Porrúa invitó a participar en las convocatorias de los Premios CaSa de creación literaria en: zapoteco, mixteco, triqui, ombeayiüts, mixe, mazateco, chinanteco y chatino, que cierran 18 de septiembre de 2020, las bases de participación se pueden consultar en la página www.casa.oaxaca.gob.mx

Las convocatorias son emitidas por el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa), la Secretaría de Cultura, por medio del Centro Nacional de las Artes, el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas y la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas; el Gobierno del Estado de Oaxaca, a través de la Secretaría de Pueblos Indígenas y Afromexicano y la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca; el Gobierno del Estado de Guerrero, a través de la Secretaría de Cultura; la FAHHO, la Editorial Calamus y la asociación civil Amigos del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca y del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo.

Dona la FAHHO equipo médico a instituciones de salud de Oaxaca que se esfuerzan por combatir el COVID-19

  • Se entregaron un total de 2 822 overoles; 4 500 Mascarillas N95; 2 146 googles, 3 776 pares de guantes

Oaxaca, Oax.- La Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO) dona equipo médico para proteger al personal de las instituciones de salud de Oaxaca que se esfuerzan en combatir el COVID-19, que mantiene en estado de emergencia a todo el país.

El anuncio lo hizo Alfredo Harp Helú a través de su cuenta Twitter: “Cuidemos al personal de salud. La @FundacionAHHO dona equipo de protección a las instituciones de salud de Oaxaca que se esfuerzan por combatir el COVID-19. Nuestro agradecimiento al personal  médico, administrativo, recepción y enfermeros por su labor y entrega”.

El equipo médico está dotado de un total de 2 822 overoles; 4 500 Mascarillas N95; 2 146 googles, 3 776 pares de guantes; cuya inversión total fue de 986 mil 750 pesos.

Será entregado al personas de los siguientes hospitales de la Jurisdicción Sanitaria de los Valles Centrales: Hospital Dr. Aurelio Valdivieso; Hospital Militar, Hospital General de Zona 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social, Hospital Presidente Juárez del ISSSTE; Hospital Regional de Alta Especialidad de Oaxaca, Hospital de la Niñez, Laboratorio Estatal de Salud Pública; y el Hospital de la Mujer y Niño Oaxaqueño.

Ante la emergencia sanitaria, desde el lunes 16 de marzo los espacios de la FAHHO permanecen cerrados al público hasta nuevo aviso. Sin embargo, se les invita a seguir las redes sociales de cada uno de los espacios para conocer las actividades que se podrán disfrutar desde casa.

La FAHHO considera importante tomar acciones responsables para minimizar los riesgos de esta emergencia.

Inauguración de exposición: Detrás de una máscara

“Relumbran al sol candente del mediodía. En las calles lucen retintos, azules o rojizos. Cual dueños del mundo vociferan, corren, brincan y chicotean. Se murmura que algo esconden bajo las máscaras y que incitan con el tañer de sus cencerros. La gente del pueblo apenas los escucha y sale a mirarlos, pronto se oyen las exclamaciones: ¡Qué diablos tan bellos!”

Cuauhtémoc Peña

El Centro Cultural San Pablo se complace en presentar la nueva exposición con piezas del taller de Jacobo y María Ángeles “Detrás de una máscara”, a inaugurarse el próximo viernes 8 de marzo a las 19:00 horas en la Sala Capitulares.

El taller de Jacobo y María Ángeles, ubicado en la comunidad de San Martín Tilcajete, Oaxaca, lleva más de 20 años elaborando piezas talladas en madera de copal, comúnmente conocidas como “alebrijes”. Su arduo y meticuloso trabajo les han valido convertirse en reconocidos exponentes de la talla de madera como arte popular.

En esta exposición compuesta de tallas de madera del Taller mencionado, así como de fotografías de los “aceitados”, hechas por Fernando Armenghol y Manuel Jiménez e intervenidas por Jacobo y María, los visitantes se podrán adentrar al tradicional carnaval de Semana Santa, que se realiza en Tilcajete.

La exposición se encontrará abierta al público a partir del 08 de marzo y hasta mediados de julio en un horario de 10:00 a 20:00 horas de lunes a sábado y de 10:00 a 18:00 horas. Entrada libre.

Las aves más generosas y nobles

Andrés Ferrer de Valdecebro fue un fraile dominico nacido en España en 1620. Fue enviado a la Nueva España donde fungió como profesor de Teología y rector del Colegio de San Luis de Puebla de los Ángeles. Es autor de numerosas obras, una de las cuales conservamos en la Biblioteca Fray Francisco de Burgoa, se titula Gobierno general moral, y politico: hallado en las aves mas generosas, y nobles. Sacado de sus naturales virtudes, y propiedades, en la que el autor muestra las características de algunas aves con la finalidad de que el ser humano encuentre en ellas la manera de introducir en su vida las virtudes y se aparte de los vicios. Al inicio de la obra menciona: “Y con tan ventajosas creces en la naturaleza, está todo más deteriorado en los hombres. ¿Quién será la causa? Los hombres, porque son apóstatas de la naturaleza”. 

Ferrer de Valdecebro recoge fragmentos de obras de autores clásicos como Aristóteles, Plinio, Homero, Ovidio, por lo que la mitología está muy presente. Divide la obra en las propiedades de distintas aves como el águila, el avestruz, la grulla, el pelícano, el ave Fénix, el cuervo, entre otras.

Al águila la presenta como la “Reina de las Aves, y Princesa Coronada de los vientos, es el Águila; paxaro el más noble, y generoso de quantos viven la Esfera clara, y transparente de los aires”. Considera que el águila resiste los rayos del sol como ningún otro ser por eso la asocia al ingenio, por su capacidad de superar las dificultades más profundas. Entre los antiguos era de buen augurio porque vaticinaba la prosperidad. Zeus la tomó por divisa desde su batalla con los Titanes, ya que un águila le anunció su victoria. 

En el libro VI escribe acerca del ave Fénix, menciona que vive quinientos años y es tan grande como un águila, de color púrpura, cabeza redonda y coronada con plumas de diferentes colores, de ojos grandes y resplandecientes y en el cuello un collar de plumas doradas. Habita en Arabia y se alimenta del “rocío del cielo o del llanto de la aurora”. Ferrer relaciona al Fénix con la muerte, un ave que sabe esperar y prevenir su muerte, cuando siente que esta se acerca, fabrica su nido con maderas aromáticas y al sentir que vuela lento y su aliento se debilita, sube al nido y se enciende a la luz de los rayos del sol, hasta quedar reducida a cenizas. De los restos sale un pequeño gusano que al poco tiempo tendrá alas y pico, renace un nuevo Fénix. La utiliza como metáfora de la resurrección, darle vida a la muerte y saber que “No puede morir mal, quien vive bien”. 

Interesante es el capítulo dedicado a la grulla que, según las fuentes, al volar en conjunto forman letras y son tan ordenadas que los Antiguos las llamaron “Maestra de la Ética”, incluso Herodoto menciona que sirvieron de inspiración para el arte militar.

Finalizamos con el “monstruo de las aves”, como llama al avestruz, que cuando se siente amenazado por los cazadores busca dónde ocultarse y esconde solo su cabeza, dejando descubierto todo el cuerpo. Por ello la consideran el símbolo de la necedad, Ferrer menciona “Que no hay dicha como la vida de los necios, ni desdicha como tratar con ellos”.

Si deseas profundizar acerca de este tema, te recordamos que puedes consultar la obra en la Biblioteca Francisco de Burgoa. 

El arte y la ilusión

Gracias a Plinio el Viejo (Comum, 23 Estabia, 79) y a su portentosa Naturalis Historia, conocemos un episodio de fantasía, de ideas extraordinarias, del prodigio del arte y el engaño de los sentidos, de una maestría artística hoy perdida y del temperamento que propicia poner a prueba algo, en una noble competencia, cuyo feliz resultado deja satisfechos a los contendientes, cada uno de los cuales se cree infinitamente superior al otro. 

Con la memoria del episodio, Plinio nos habla de los artistas participantes en el duelo: Zeuxis de Heraclea y Parrhasius de Éfeso, ambos, pintores de altísima estima, en pleno esplendor insuperable de Fidias.

En el libro XXXV, Tratado de la Pintura y el Color, nos dice Plinio:

Esto, dicen, que (Parrhasius) competía con Zeuxis. Este trajo las uvas pintadas con tanta verdad, que las aves llegaron a picotear. El otro trajo una cortina tan natural representada, que Zeuxis, orgulloso de la adjudicación por las aves, pidió que retirase el telón de una vez, para ver la imagen. A continuación, reconociendo su ilusión, admitió la derrota con hidalguía, ya que él había engañado a los pájaros, pero Parrasio había engañado a un artista como fue Zeuxis

Con esa anécdota queda registrada, de manera inmejorable, una historia fresca, ocurrida 500 años antes de ser narrada. Contar una ilusión, un episodio del prodigio del arte y el engaño de los sentidos, es un testimonio también de la grandiosa maestría del propio Plinio el Viejo, a quien recordamos en estos días de pandemia y confinamiento, dos milenios después con admiración absoluta. 

Editorial

 Nuestro compromiso es por México

Desde hace más de veinte años y con un trabajo incansable, la Fundación Alfredo Harp Helú cierra su ejercicio de 2019 con cinco mil doscientos sesenta y ocho proyectos apoyados. Nos sentimos orgullosos de presentarles nuestras aportaciones a las áreas de educación, cultura, salud, cuidado del medio ambiente, deporte, asistencia social y proyectos productivos, así como el apoyo en los casos de desastres naturales. En estas cifras se reflejan nuestras acciones emprendidas durante veintitrés años, que han dado fruto en innumerables beneficiarios. Hemos dado seguimiento a proyectos iniciados hace tiempo, y otros muchos han sido nuevos. Cada uno de ellos nos genera gran satisfacción por el logro de nuestros objetivos, siempre encaminados hacia el beneficio de México y los mexicanos.

Es evidente que el rubro de educación es una de las áreas prioritarias de acción para la Fundación Alfredo Harp Helú. Hemos destinado 43% del capital a becas, educación a distancia, construcción y equipamiento de escuelas y centros educativos. 

El área de cultura sumó un total del 24% asignado a proyectos culturales, ya sea de conservación del patrimonio, fomento a la lectura, la organización de múltiples exposiciones, conciertos, conferencias y talleres, el estudio de las lenguas indígenas, la investigación en diversas áreas del conocimiento, el fomento a la filatelia, la investigación y difusión de la producción textil, el desarrollo cultural para la infancia, actividades para la primera infancia, el apoyo a proyectos urbanos, la organización de diferentes tipos de bibliotecas, publicaciones, la clasificación y ordenamiento de cientos de archivos civiles y eclesiásticos, y otros muchos temas culturales. Hemos dado cuenta de estas labores en nuestro boletín bimestral, para que nuestros lectores estén informados de las actividades y proyectos que realizamos. 

El cuidado del medio ambiente también es fundamental para México, no hemos dejado de reforestar y reforestar. Con la creación de viveros tecnificados y proyectos de captación de agua hemos logrado donar millones de árboles a Morelos, Chiapas, Tabasco y, principalmente a Oaxaca. El 7% de nuestras aportaciones se dedican a este rubro vital para el planeta.

4% fue asignado para cubrir el apoyo a las víctimas de los desastres naturales. Entre otros proyectos, el que más nos ha ocupado en los últimos años es la restauración de monumentos y la arquitectura tradicional, así como mercados y plazas que fueron afectados por los sismos de 2017, especialmente en Oaxaca. Además, hemos sumado esfuerzos para restaurar el patrimonio en más de 60 localidades de Oaxaca con el fin de rescatar bienes muebles e inmuebles. 

En cuanto el apoyo a la salud, que representa 9% de nuestras aportaciones, lo hemos destinado a la infraestructura y equipamiento de hospitales, ambulancias y el apoyo a una Red Médica que busca fomentar la investigación y la integración de diferentes áreas dedicadas a la salud. 

10% de nuestro presupuesto estuvo destinado a impulsar diversos proyectos productivos y de asistencia social, ya sea a partir del apoyo a la producción en talleres artesanales, el equipamiento de talleres o la instalación de hornos para cerámica libres de humo. 

Por último, hemos destinado el 3% de nuestro presupuesto para el apoyo al deporte, en programas deportivos, el Salón de la Fama del Beisbol –inaugurado el 20 de febrero de 2019–, la operación de la Academia de Beisbol AHH en Oaxaca, becas para los deportistas mexicanos que han logrado destacar en su trayectoria y la instalación de múltiples Circuitos de la Salud en diversos parques del país. 

A lo largo de varios años, la Fundación Harp Helú ha logrado construir cimientos enraizados en nuestra comunidad. Nos alegra trabajar de la mano con miles de personas que desean una cimentación propositiva para nuestro país. Consideramos que las áreas que atiende la Fundación Alfredo Harp Helú son de vital importancia. Los proyectos desarrollados en cada una de ellas nos motivan a seguir por este camino de construcción, de búsqueda conjunta por el bien común, de esperanza compartida con los múltiples actores que nos permiten generar acciones por el beneficio de nuestro querido México.

Nuestro querido Nacho

Nacho Toscano fue muy cercano a la Fundación, era un miembro más de nuestra familia. Pasaba horas y horas en San Pablo, disfrutaba nuestros eventos, conciertos y proyectos. Fue un aliado entrañable y, además, miembro del consejo de nuestro boletín. El apoyo de Alfredo Harp fue fundamental para Instrumenta Verano, que fue el gran sueño de Nacho, por eso eligió vivir en Oaxaca y logró concretar su proyecto de educación y difusión musical que tanto bien hizo a Oaxaca y unos años a Puebla. Extrañamos a Nacho, sus palabras amables, las comidas de los jueves, sus bailes memorables, su caballerosidad y, más que nada, su amistad profunda. “Seamos serios” y sonreía con una mirada cariñosa. Donde esté, su alma seguirá llena de música.

A Nacho Toscano

Leí por primera vez un poema de E.E. Cummings gracias a un memorable Cartel de Poesía, que publicaba el área de cultura de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa, allá en los primeros años de la década de 1980. Ese es un ejemplo, entre muchísimos otros, de la intensa y agradecible labor que hizo Nacho Toscano y su excelente equipo de colaboradores en sus años de la UAM-I, centrales para entender lo que a partir de entonces haría Nacho en otras instituciones culturales y por mucho tiempo.

Desde el 7 de enero de 2020, día en el que murió en el Instituto Nacional de Nutrición, todos quienes conocimos a Nacho Toscano hemos recordado su inmensa contribución a la cultura de México. Elvira García y Juan Villoro, entre otros, han redactado cariñosas estampas de la labor que Nacho realizó durante décadas en la UAM-I, en Sinaloa, en el Cervantino, en el Instituto Nacional de Bellas Artes, en Instrumenta, en Oaxaca. Un catálogo interminable de acciones a favor de la enseñanza y la difusión del arte, la música, la danza, la ópera, la poesía.

Un funcionario cultural con un colmillo retorcido para sortear las burocracias y conseguir los recursos que hicieran posible la puesta en marcha de proyectos ambiciosos, que desgranaron año tras año magníficas propuestas, con logros muy diversos, con públicos muy numerosos a lo largo de cuarenta años. “Era un funcionario excelente e imaginativo –recuerda Margo Glantz– nunca provocaba conflictos. Al contrario, los desanudaba”.

Un cartel con un poema de Cummings o un proyecto de la importancia de Instrumenta Oaxaca (miles de alumnos, más de cien composiciones musicales comisionadas, grandes maestros, innumerables conciertos), dan cuenta de la ambición y, sobre todo, de la conciencia que tenía Nacho respecto a la cultura como universo transformador de la vida de las personas y del cariño, admiración y respeto por el trabajo de los artistas, los escritores, los músicos, los bailarines, los cantantes, los poetas.

Como siempre ocurre –no puede ser de otra manera–, son legión quienes se beneficiaron de las ideas de Nacho Toscano llevadas a los escenarios, a las publicaciones y a los museos, a las aulas y a los pueblos, sin haberlo conocido, vamos, sin siquiera asociar su nombre a las décadas de promoción cultural que llevan su sello inconfundible. El público sale del cine sin leer los créditos de la película, ve una exposición sin reparar en quienes la hicieron posible. A un tiempo, Villoro subraya que “Ajeno a las ambiciones políticas y los dobleces de la grilla, apoyó a los artistas sin reclamar créditos para sí mismo”.

Hace casi cuarenta años, pregunté en la UAM-I a mi maestro, el doctor Hira de Gortari, a la sazón jefe del Departamento de Filosofía, ¿quién tenía a su cargo Extensión Cultural en la unidad? Me dijo el nombre de Ignacio Toscano. Fui a buscarlo a sus oficinas: me encontré con una suerte de garage o almacén –así lo recuerdo– con mesas de trabajo, papeles por doquier, libros. Me quedó la impresión de un saludable desorden, un laboratorio de ideas. Me recibió sonriente el propio jefe de Extensión Cultural, Ignacio Toscano, y lo felicité sin saber que lo seguiría felicitando por décadas, cada vez que tenía la fortuna de encontrarlo en la Ciudad de México y más tarde con mayor frecuencia en Oaxaca, en algún concierto o exposición auspiciados por la FAHHO, o en San Pablo o enfrente, donde leía los periódicos diariamente. Siempre con proyectos, siempre sonriente. En efecto, como recuerda Elvira García, con sus tarjetas en las que anotaba sus infinitas ideas para la promoción cultural en nuestro país. Lector de libros y de las noticias de cultura en la prensa, muy sensible a la rica y compleja realidad de la cultura y sus instituciones, y gran conocedor de varios mundos y épocas de la música, en alguna ocasión me pareció que Nacho podía leer también, como quienes conocen la gramática en el sedimento de una taza de café turco, los mensajes misteriosos en los hielos al fondo de un vaso Old Fashioned al terminar un trago de whisky.

Sabía traducir en acciones culturales esa comprensión del talento intelectual y artístico, tanto como observar sin ínfulas a los muy diversos públicos en un país como el nuestro. Hay que invertir en el ánimo de las personas, decía. 

Vamos a extrañar a Nacho Toscano.

30 de abril, Día Internacional del Jazz

El jazz trata realmente de la experiencia humana. Es acerca de la habilidad humana para transformar las peores circunstancias y luchas, tranformándolas en algo creativo y constructivo. Ese algo que se construye en las fibras de cada ser humano. Y creo que es por eso que la gente puede responder. Sienten la libertad en eso. Y los atributos del jazz son también admirables. Es acerca del diálogo. Es acerca de compartir. De hacer equipo. Es en el momento y no trata de juzgar.
Herbie Hancock

En noviembre de 2011, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura designó oficialmente el 30 de abril como Día Internacional del Jazz, con el fin de resaltar el jazz y su papel diplomático en la unión de los habitantes de todos los rincones del globo. 

El Día Internacional del Jazz reúne a comunidades, escuelas, artistas, historiadores, académicos, y entusiastas del jazz de todo el mundo para celebrar y aprender el jazz en sus raíces, su futuro y su impacto; el crecimiento de la conciencia de la necesidad del diálogo intercultural y el mutuo entendimiento, y el reforzamiento de la cooperación y comunicación internacionales. El 30 de abril de cada año, esta manifestación del arte es reconocida por promover la paz, el diálogo entre las culturas, la diversidad, el respeto por los derechos y la dignidad humana, erradicando la discriminación, promoviendo la libertad de expresión, fomentando la equidad de género y reforzando el papel de los jóvenes en el cambio social.

Como ciudad anfitriona del Día Internacional del Jazz 2020, ha sido designada Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, con un extenso programa educativo y actividades comunitarias. Es la primera vez que una ciudad africana será anfitriona de esta celebración, lo que representa un reconocimiento al fuerte compromiso de Sudáfrica con la diplomacia cultural mediante un alto grado de creatividad y una excepcional diversidad en su programa, cimentado en una amplia red de colaboradores.

Ciudad del Cabo mostrará una herencia e historia del jazz única en el mundo. Los organizadores enfatizan que “El jazz en Ciudad del Cabo es algo más que música –es la historia de la esclavitud y la lucha contra el apartheid”. El tema de este año, “Trazando las raíces y las rutas del jazz africano”, incluye el descubrimiento, a través del jazz, de la creatividad africana así como el potencial de África en la creación musical del mundo.

El Día Internacional del Jazz compromete a artistas, educadores y audiencias de todo el mundo. Es conducido por la UNESCO y el Instituto de Jazz Thelonius Monk, junto con su presidente, el legendario pianista y compositor de jazz Herbie Hancock, quien sirve a la UNESCO como Embajador de Buena Voluntad para el Diálogo Intercultural.

Los conciertos con estrellas del jazz reunirán, en 2020, a los más populares e icónicos músicos de jazz de África y de alrededor del mundo. Serán organizados junto con programas escolares, clases magistrales y actividades musicales y educativas locales, regionales y nacionales.

Del otro lado del Atlántico, la Biblioteca Henestrosa ha sido un foro habitual para esta manifestación artística. Desde 2013 se ha sumado a la convocatoria de la UNESCO. Este año reúne a músicos de jazz que residen en Oaxaca para armar un programa que muestre al público la creatividad y el talento que se generan en estas geografías, e involucra a una biblioteca más: la BS de Ciudad de las Canteras, con el fin de llevar el jazz al público de Santa Lucía del Camino.

Donde reside la memoria, proyecto colaborativo FLOTAR-MUFI 2020

Flotar Programa es una plataforma curatorial que se desprende de Harmonipan. Nace con el objetivo de promover el diálogo internacional entre las diferentes disciplinas del arte contemporáneo, tanto visual como sonoro, así como de crear vínculos entre artistas y gestores en el ámbito artístico y cultural. La metodología de Flotar se centraliza en la colaboración con otras instituciones y eventos locales e internacionales, reuniendo así un combinado de artistas y colaboradores para cada programa de movilidad artística y/o evento expositivo.

Oaxaca es una ciudad que nos ha permitido realizar un gran número de proyectos, todos con resultados increíbles, en los que instituciones y público siempre se han mostrado abiertos a la conversación y al intercambio, no solo de saberes, sino también de afectividades. Es por ello que desde hace tiempo queríamos realizar una colaboración con el Museo de la Filatelia de Oaxaca. 

Desde la experiencia de una servidora, el MUFI es un espacio que no solo te involucra a través de sus exposiciones y su acervo, sino también te permite crear memorias de la mano del museo, de las experiencias que ofrece y desde el propio recinto, que pareciera crecer a la par de su público. Es por ello que realizar ahí el proyecto “Donde reside la memoria” nos pareció ideal. En los casi 22 años que el MUFI tiene en Oaxaca, ha creado memorias colectivas y personales mediante los timbres postales y sus infinitas posibilidades. 

El proyecto es llevado a cabo por Movimiento 1989, colectivo que surge en el año 2013, en Salvador de Bahía, Brasil. Está integrado por Manuela Santos, Maicon Alisson, Joao Fabrício y Suzane Lopes, quienes buscan unir el universo de las artes visuales, gráficas y escénicas para crear, pensar y hacer arte por medio de narrativas visuales impregnadas de los conceptos “hogar”, “lugar”, “identidad”, “espacio” y “afecto” como temas raíz para su obra. Desde este tenor, la propuesta discutida será el concepto de espacio, partiendo de lo más inmediato que es la estructura física y concreta, evolucionando hacia la percepción subjetiva del espacio como una construcción abstracta de los recuerdos de quienes lo visitan y lo hacen suyo. 

Como parte de la programación se realizarán cuatro talleres de sensibilización artística. A partir de las artes visuales y escénicas se generan ilustraciones y los participantes crean una obra plástica presentada en tela que viajará de vuelta a Brasil, para ser presentada como resultado de esta troca cultural en el taller de cierre que impartirán en su ciudad natal.

Este proyecto es posible gracias a la colaboración creada entre Flotar Programa, Museo de la Filatelia de Oaxaca y la Secretaría de Cultura de Bahía, que otorgó el estímulo Edital Mobilidade Cultural 2020. 

Esta primera colaboración MUFI-Flotar será desarrollada en marzo de 2020. Con estas actividades gratuitas y abiertas al público en general, esperamos poder generar una gran alianza entre el museo y su público.

La música, la opción y la chamarra de Rodolfo Halffter

Rubén Luengas: ¿Cuándo creas Instrumenta? 

Ignacio Toscano: Instrumenta nació teóricamente viendo el mar debajo de unas palmeras, en 2002. Realmente, cuando iniciamos nuestras actividades fue en 2003, con una de las acciones emblemáticas, que pienso que son las que tienen que ir definiendo los temas educativos en el país, de la educación musical. 

Lanzamos en 2003 la primera edición del Premio Eduardo Mata de Dirección de Orquesta. ¿Y por qué lanzamos ese premio? Porque a lo largo de muchos años –y de eso me siento muy afortunado– Eduardo Mata fue un gran amigo con el que me tocó colaborar, pero, sobre todo, con él compartí muchas ideas de lo que era la educación musical en México. Sabemos bien y lo platicábamos mucho, no solamente con Eduardo, sino con Fernando Solana, con Manuel de la Cera o con Francisco Toledo, lo que tenía que ser una gran escuela de educación musical en Oaxaca, para que fuera el motivo, el ejemplo, de lo que debería ser la educación musical en todo el país. Entonces, a Mata le debemos muchas de las ideas con las que nace Instrumenta. ¿Y cuál es la principal de esas ideas? El perfeccionamiento, la calidad, el estarse confrontando en ideas, en compases, en maestros, no solamente con lo que se hace en Oaxaca, que es maravilloso y es genial, y bueno, conocemos Oaxaca, no solamente la ciudad, sino las escuelas de música y lo que sucede en todo el estado y las ocho regiones. Entonces, la gran posibilidad de confrontar esas ideas de perfeccionamiento, por supuesto que tiene que ver con lo que se hace en todas las regiones. Sabemos bien y es repetitivo decir que Oaxaca sí es un gran estado musical y que en muchos lugares la gente solfea antes de leer, pero lo más importante era confrontar unas cosas con otras. Las ideas que tenía Eduardo Mata de educación musical y perfeccionamiento no eran de Oaxaca y de México, de Sonora o Yucatán, eran del mundo. Creo que el común denominador de esas ideas es justamente eso: son ideas universales. Instrumenta Oaxaca nació con esa idea y sigue con esa idea. 

R.L. En este gran esfuerzo de crear Instrumenta en Oaxaca hay una paradoja. En Oaxaca no hay una escuela profesional de música. Instrumenta Oaxaca ha venido a cubrir un hueco. ¿Cómo ves a Instrumenta –una iniciativa ciudadana– ante una ausencia de una política pública para la música en Oaxaca? 

I.T. Escuchando Caballos de Vapor (H.P.) de Carlos Chávez, y especialmente el fragmento que está basado en la Sandunga, uno de los grandes temas musicales –y debo decir algo muy personal, hay grandes temas musicales que me han acompañado en la vida, hay dos que son claves, uno, Gurrelieder de Shönberg, que fue la gran obra con la que yo, escuchándola todas las tardes, durante muchos días, inicié Instrumenta y, por supuesto, Caballos de vapor de Carlos Chávez–. Lo que escuchamos ahorita es el tema de Trópico, en donde se interpreta una versión de Carlos Chávez, la Sandunga. ¿Por qué menciono todo eso? Porque creo que, y lo decías bien hace un momento, no tiene nada que ver con que sea una iniciativa gubernamental o una iniciativa ciudadana. Estoy seguro, y vivo trabajando en eso desde hace muchos años, de que lo más importante es sumar los esfuerzos de las iniciativas ciudadanas más las iniciativas gubernamentales estatales y federales. La gran manera de que ahora se puedan hacer muchas cosas es justamente sumando esfuerzos y conocimientos que se tienen en muchos niveles, no solamente es un tema de recursos, sino de aportación de ideas, de trabajo cotidiano. También creo que vivimos un momento muy importante en donde las iniciativas ciudadanas, que conocemos muchas en Oaxaca, léase Francisco Toledo, léase la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, más todo lo que está haciendo el gobierno del estado, es lo que hace que Oaxaca sea una gran reserva del espíritu. 

R.L. ¿Qué le hace falta a Oaxaca en cuanto a la música? 

I.T. Yo diría muchas cosas, pero una principal, sistematizar los programas, hacer una metodología. Primero que nada analizar cuáles son las necesidades reales. No podemos perder de vista que Oaxaca tiene ocho regiones, y que cada una de esas regiones necesita algo muy especial, cada región tiene su característica, por eso creo que sería genial que todos nos volcáramos a entender que Oaxaca es un estado pluricultural también, que eso nos debería responsabilizar para aportar y trabajar para ese multiculturalismo. Cada región tiene lo suyo, no solamente en la música, en todo, y nuestro tema es la música y creo que deberíamos de hacer un buen diagnóstico de lo que está sucediendo en todas las regiones para poder crear centros de desarrollo regional, escuelas de formación de profesores, escuelas superiores, como lo pensaban Mata, Toledo y Solana. 

R.L. En esa sistematización para generar la metodología que mencionas, tú estás presente porque tú eres asesor del proyecto Etnografía de las Culturas Musicales en Oaxaca (ECMO). ¿Estamos en el camino de sistematizar este conocimiento y generar juntos una política pública para la música en Oaxaca? 

I.T. Yo creo que una de las tareas principales del gobierno del estado, a través de la Secretaría de las Culturas y Artes, de las iniciativas civiles y de este gran proyecto ECMO, que se está trabajando desde hace un rato, donde trabaja el CIESAS y muchos investigadores, es una base importantísima que permite que a partir de toda esa documentación y toda esa investigación, que no es solamente histórica, fotográfica, de registro de audio, es mucho más amplia, es un tema social. No podemos dejar de pensar que la música es un tema de cohesión social, y más en Oaxaca. Si siempre es un tema de cohesión social, en Oaxaca es una característica indispensable. Ese producto que saque ECMO por supuesto que servirá para desarrollar los programas, los contenidos; no tengo duda que lo más importante es tener contenidos, hacer un programa ejecutivo que tendrá que ver con lo que se pueda construir, y cuando digo construcción no me refiero solamente a un tema de edificación de espacios, no, lo que tenemos que construir todos, los cuatro ámbitos: el gobierno el federal, el gobierno del estado, las iniciativas ciudadanas y los gobiernos municipales, son justamente, aprendiendo de toda esta investigación, el gran proyecto de educación musical. 

R.L. ¿Nacho, qué tienen en común Rodolfo Halffter (músico contemporáneo del siglo XX) y don Telésforo González Melo (músico y laudero indígena mixteco)? 

I.T. Uno, su gran pasión por lo que cada quien hacía. Yo estoy seguro que si se hubieran conocido, hubieran sido los grandes amigos, hubiéramos llevado a don Rodolfo a Coicoyán, después de manejar muchas horas, y hubiera estado encantado. Pero aumento a lo que dices tú, ¿qué tiene que ver don Telésforo González Melo con don Rodolfo Halffter, qué tiene que ver Ismael Méndez, qué tiene que ver César Delgado, qué tiene que ver Eduardo Mata, qué tiene que ver Manuel Enríquez, qué tiene que ver el maestro Mauro Ramírez qué tiene que ver Cecilia Winter? Todos, cada quien en su ámbito, estamos trabajando por algo que es un común denominador: la música. Sí, pero la música como una acción de servicio, como una acción de educación, como una manera de ser mejores. Estoy seguro que ninguno a título personal se lo preguntó, pero si los hubiéramos podido reunir, comandados también por Eduardo Mata y por Carlos Chávez, dirían que estamos en lo mismo. Don Telésforo estaba en Coicoyán, Chávez estuvo aquí y en el mundo, Halffter estuvo en España y en México. ¿Y qué es el Conservatorio Nacional de Música que está en Presidente Masaryk? Es el gran lugar de creación, ¿pero qué es Santa María Tlahuitoltepec?, el gran lugar de creación, y ¿qué es la Mixteca?, un gran lugar de creación. El común denominador es cómo, a través de la creación y de ese proceso que viene, se puede lograr una sola cosa, cómo cada quien es mejor y ayuda a que todos seamos mejores. 

R.L. La música es una opción, la sociedad como el gobierno, todos los que cohabitamos, debemos de entender que la música es una opción de vida, económica, artística, social. 

I.T. […] Lo que hagamos en cualquier ámbito tiene que ver con lo social, con la cohesión social y más en estos momentos. Por supuesto, para nosotros la opción es la música. 

R.L. ¿Larga vida para Instrumenta Oaxaca? 

I.T. Toda la que se pueda y se deba. 

R.L. La música es una herencia. 

I.T. Origen es destino. 

R.L. Tú le llevaste un símbolo a don Telésforo, un símbolo que era la chamarra de Rodolfo Halffter y le dijiste: “Esta chamarra fue de Rodolfo Halffter, y se la quiero dejar a don Telésforo, de músico a músico”. 

I.T. Desde hace mucho años digo que soy “puentes a la medida”. Lo que he tenido como reto personal es construir puentes, entre un actor y un desarrollador, entre un compositor y un intérprete, entre uno de los grandes de la música como decías, Rodolfo Halffter y alguien que nadie conocía que era don Telésforo, pero todos tenían ese común denominador: la música, el servicio y el futuro. 

R.L. Gracias, Nacho

14 de octubre de 2012, Ciudad de México. 

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