Todo desplazamiento en el espacio es también, simultáneamente, un viaje en el tiempo. Claude Levi-Strauss
A diferencia de otras especies, el ser humano no se desplaza por instinto, lo hace con una expectativa y consciente de lo que el viaje le ofrece. Los motivos que incitan al hombre a viajar varían; en la Edad Media, el homo viator (hombre viajero) recorre el camino, en las peregrinaciones, motivado por una búsqueda espiritual. Por otro lado, el interés por adquirir conocimientos y conquistar nuevas tierras impulsa a dejar la tierra conocida, en ocasiones para jamás regresar.
Iter significa ‘camino’ en latín, de ahí que el registro de los lugares que visitamos cuando viajamos se conozca como itinerario. El filósofo José Ortega y Gasset menciona que “los libros que narran simplemente viajes a nuevas tierras y los diccionarios etimológicos son los de más sabrosa lectura porque en ellos se presenta una visión volcánica de la humanidad”. Para la exposición Homo Viator seleccionamos obras con fascinantes relatos de diversas épocas. Comenzamos con la obra de Pausanias, incansable viajero del s. II, que describió la Grecia antigua y cuya obra es fundamental para arqueólogos e historiadores de la Antigüedad. También incluimos varios tomos del viaje a la América meridional de Jorge Juan y Antonio de Ulloa, quienes realizaron una expedición científica para medir algunos grados del meridiano terrestre y dejaron registro de todo lo que observaron y vivieron en su travesía; trajes típicos, fauna, e incluso fenómenos meteorológicos como el “Halo de Ulloa”.
Viajar no siempre implica trasladarse físicamente, por ello incluimos viajes simbólicos, como es el caso de La Divina Comedia o el Viaje alrededor de mi cuarto, escrito por Xavier de Maistre, en el siglo XVIII, durante un arresto domiciliario.
PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN AMIGOS DEL FERROCARRIL Y COLABORADOR DEL MIO
Rogelio González: ¿Cómo inicia el proyecto del ferrocarril en Oaxaca?
Miguel Ángel Ortega: La idea de traer el ferrocarril inicia en 1870. Desde la época de Benito Juárez, se vio la necesidad de comunicar a Oaxaca con el centro de la república. Fueron 30 años de intentos que no prosperaron por falta de capital: los inversionistas locales recibieron las concesiones en varias ocasiones, pero no fue suficiente para iniciar el proyecto, sino hasta la llegada de dos actores principales para el país: Porfirio Díaz Morí, presidente de México en aquel entonces, y Matías Romero, embajador de México en Estados Unidos.
RG: Dos oaxaqueños…
MAO: Sí, fue gracias a los dos, pero especialmente a Matías Romero; él fue el artífice de interesar a los inversionistas extranjeros para que hicieran la obra. En 1889 empieza la localización. Existían proyectos para que el tren pasara por la costa del pacífico, pero al final se concretó el tramo de Puebla a Oaxaca.
RG: ¿Cuándo inició por fin este sueño para los oaxaqueños?
MAO: En octubre de 1892 se termina la construcción y es cuando se realiza una ceremonia para poner el clavo de plata. Muchas autoridades estuvieron reunidas, entre ellas, por supuesto, el gobernador del estado de aquel entonces, el general Gregorio Chávez, quien durante la ceremonia no contuvo la emoción y expresó lo que le salió de su corazón: Gloria, in excelsis Dio, y cae de rodillas porque sabe que este medio de comunicación integraría a Oaxaca con el mundo. Días después, el 13 de noviembre de 1892, entra Porfirio Díaz a esta estación con el tren presidencial y con él venían don Matías Romero, los embajadores de Estados Unidos e Inglaterra y funcionarios de su propio gobierno para declarar formalmente inaugurado el servicio férreo. Don Porfirio declaró la inauguración con un discurso donde vislumbraba un futuro para Oaxaca; donde habla de la importancia del ferrocarril para transportar todos los productos artesanales, agrícolas, ya que así tendrían salida a nuevos mercados, en fin, fue un día de fiesta para Oaxaca. Esa visita fue la última vez que Porfirio Díaz pisó su tierra, y hasta hoy el paisano sigue sin regresar.
Para los ferrocarrileros que tuvimos el privilegio de dejar nuestras vidas en este medio de comunicación es un orgullo. Cuando se planeó la construcción de la estación, su primera opción fue hacerla de adobe, pero el presidente intervino para que la estación se levantara con el mejor material posible: cantera verde. Aquí sigue de pie la estación, imaginemos lo que nos diría si cada piedra pudiera hablar.
En esta estación aún existe una emblemática campana que era tocada por un portero cuando el tren estaba a punto de salir de la estación. Ese sonido hizo vibrar los corazones de muchas personas porque para algunos significaba alegría por ser bienvenido, pero para otros significaba dolor por la despedida. Es hermoso ver que se restauró y se regresó a su lugar original. Debemos hacerla sonar de vez en cuando para traer todos esos recuerdos de los grandes sucesos ocurridos en esta estación.
RG: ¿Cómo recibió Oaxaca al ferrocarril?
MAO: Existe una fotografía en este museo donde se puede apreciar la unión de las tres clases sociales festejando la llegada del tren a Oaxaca y eso es una representación de la paz social lograda. También representó la modernidad, ya que en ese tiempo viajar a la Ciudad de México tomaba dos semanas y con la llegada del tren el trayecto se redujo a 14 horas.
RG: Parte de la restauración de la estación incluyó el rescate de tres furgones ¿Qué se sabe de ellos?
MAO: Los vagones que fueron restaurados eran parte de las líneas americanas; las líneas mexicanas no se daban abasto con la cantidad de carga que se demandaba, es por eso que estos furgones pasaban la frontera alquilados para dar abasto. El segundo furgón fue carro campamento para el personal del ferrocarril; el jefe de la cuadrilla de mantenimiento tenía su propio vagón, era una pequeña oficina y habitación. El tercer vagón era usado por el personal del ferrocarril: los empleados compartían la mitad de un vagón, y en ese lugar se amaba, se vivía, los hijos crecían, muchas cosas pasaban en ese espacio tan reducido.
RG: ¿Cómo concluye la historia del ferrocarril en Oaxaca?
MAO: No existe una fecha concreta de cuando dejó de funcionar el tren en Oaxaca, aunque estamos a 14 años aproximadamente de ese suceso. Lo último del servicio ferroviario fue un pequeño tren de ida y vuelta a Cuicatlán, por presiones que hicimos al gobierno del estado para no dejar incomunicados a los pueblos. Desde casi al final del servicio ya existía la asociación de Amigos del Ferrocarril. Muchos pueblos donde el tren era el único medio de transporte terminaron por desaparecer, deshabitarse o su población migró. Un ejemplo de un pueblo que tuvo un esplendor por el ferrocarril fue Parián, que de ser una población de más de 200 casas, actualmente es habitada por una decena de personas. Parián era un lugar privilegiado, un lugar de transporte y carga hacia la Costa y la Mixteca; allí había dos bancos, baños de vapor, casas de citas, de todo. Actualmente, cuando paso de visita, recorro sus calles donde se ve el tiempo encima; casi todas las puertas están cerradas y me vienen los recuerdos de los negocios florecientes, del bullicio de los días de plaza, la concentración de los productos de palma: sombreros, tenates, escobas. Al pararte en la calle donde la plaza se ubicaba y ver que no hay ni una sola alma, terminas por entender la situación actual de nuestro país. En ese pueblo monté, sin saber, un pequeño museo para conservar y detener el tiempo, mantener la memoria de lo que fue el ferrocarril.
Por eso doy gracias a la vida, por ver que actualmente existe un interés en la conservación de la historia de este importante medio de transporte. Hubiera sido muy fácil que yo me conformara con los años de servicio. Por eso decidí promover la historia y la conservación de estos recuerdos y por supuesto celebro la restauración de este espacio y les motivo a no permitir que quede una vez más en el olvido.
En la Biblioteca José Lorenzo Cossío y Cosío se presentaron las publicaciones más importantes como resultado del trabajo de Adabi en el proyecto de rescate, organización, conservación y estabilización del Archivo Histórico del Poder Ejecutivo del Estado de Oaxaca, es decir, los instrumentos de consulta que harán posible el control y acceso a la información resguardada en este acervo.
La doctora Stella María González Cicero, directora de Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México, fue la encargada de abrir la mesa afirmando que en muy pocos casos se tienen los instrumentos de consulta al finalizar el proceso de rescate de los acervos, práctica que es común en el trabajo de la asociación. La directora resaltó que las guías e inventarios son el producto del esfuerzo de seis años de trabajo de un grupo de analistas coordinados por Adabi.
Juan Manuel Herrera, director de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, expuso “La azarosa construcción de lo inverosímil, siete décadas de un archivo que habitó Siete Príncipes”, dio cuenta pormenorizada de la historia del archivo y relató desde el primer trabajo realizado por Woodrow Borah, así como las diferentes sedes en las que se estableció el archivo del Poder Ejecutivo de Oaxaca, la exposición de libros antiguos realizada por Francisco Toledo, el rescate del Archivo Histórico Municipal de Oaxaca y aseguró que, sin duda, la organización del archivo del Poder Ejecutivo oaxaqueño realizada por Adabi es el proyecto más ambicioso de archivos de los últimos tiempos, ya que se capacitó al personal, el material está ordenado y están disponibles los instrumentos de consulta.
Por su parte, el doctor Carlos Marichal, profesor investigador de El Colegio de México, mencionó que era menester aquilatar el trabajo de la Fundación Alfredo Harp Helú en pro de la conservación del patrimonio de Oaxaca y por supuesto del patrimonio documental. Mencionó que los documentos fiscales son la fuente más importante y abundante en 500 años de existencia de México y explicó cómo es que se trabaja la información de dichas fuentes, que deben abordarse primero desde las memorias para así pasar a los acervos, además de que tienen que revisarse los sumarios de los debates de las cámaras legislativas y revisar de igual manera en fuentes regionales.
Para cerrar la presentación, la coordinadora de las guías, Ana Luz Ramírez, hizo un recuento de los fondos existentes en el archivo histórico: Gobernación, Hacienda, Justicia, Milicia y Registro Civil, mencionando que para la elaboración de dichos instrumentos fue menester generar una somera historia de las instituciones del Estado de Oaxaca, cuyos datos eran escasos o inexistentes al momento de su elaboración. Las guías, dijo, son el instrumento para conocer y difundir la importancia de los fondos, un medio de control, así como una guía de orientación para consulta de los mismos.
La guía general de los fondos Gobierno y Hacienda pretende facilitar la localización y consulta de los documentos que conforman las secciones del archivo histórico de la administración pública del Estado de Oaxaca durante los siglos XIX y XX. Contiene una historia institucional de las instancias emisoras y el contexto de los documentos conservados; el cuadro de clasificación; la descripción del tipo de información de cada sección; el periodo que comprende la documentación; el volumen en número de cajas archivadoras y los vínculos de las secciones con otras unidades de descripción. Esta herramienta permitirá un primer acercamiento de los investigadores y de los interesados en general con las fuentes primarias de la historia de Oaxaca.
Oaxaca es una fuente de inspiración para artistas, diseñadores y amantes del arte. En México el diseño ha existido siempre en todas partes: en la tienda de la esquina, en los mercados, en las fondas y, en general, en el vivir de todos los días; somos una cultura que se inclina a lo visual. La inspiración viene de lo que conocemos: de la religión, de la comida, de nuestras costumbres y tradiciones, de nuestro universo mexicano.
Es justamente esa inspiración la que actualmente lleva a artesanos y diseñadores a generar propuestas innovadoras y de tendencia. La mezcla de los conocimientos de ambos, los procesos que cada uno genera, culminan en lo que muchos llaman “diseño mexicano”.
El diseño mexicano abarca diferentes áreas, desde arquitectura, mobiliario, moda, joyería y por supuesto ahora también la artesanía. Es ésta última la que ha generado más interés recientemente, si bien la artesanía siempre ha estado presente, pocas veces se le otorga el crédito de diseño. Los talleres familiares artesanales son escuelas de diseño empírico, cumplen procesos creativos completos, desde la conceptualización de la idea, pasando por el bocetaje, manipulando la materia prima sea cual sea: madera, barro, fibras, metales, etcétera, logrando piezas totalmente creativas y funcionales; lo que el diseño busca satisfacer desde un principio.
Muchos intentos han surgido para que diseñadores y artesanos trabajen de la mano. Desafortunadamente, en la mayoría de los casos, sólo uno de los actores es el que se da a conocer. Estamos a favor de un equilibrio entre el diseño y la artesanía donde el reconocimiento por lo creado sea equitativo, y si a esta mezcla la complementamos con herramientas de comercialización como la mercadotecnia, asesoría contable, legal, presentación del producto, experiencia de compra, etc., sin duda este resultado puede cumplir con las demandas del mercado actual.
Hace una década era inimaginable que algunos sectores consumieran el arte popular; hoy cada vez surgen más espacios creativos, listos para exponer el trabajo de artesanos y diseñadores. México se encuentra en el sexto lugar a nivel mundial en exportación de bienes de diseño, el 4.77% del PIB nacional lo aporta la economía creativa. Debemos de voltear la mirada hacia estos espacios, impulsar lo que a través de generaciones ha mantenido a nuestro país como un lugar con una riqueza cultural inigualable; el talento de personas orgullosas de lo que hacen y del por qué lo hacen.
El esfuerzo de artesanos y diseñadores demuestra que México es un país en donde prestamos atención a los detalles y creamos con pasión, porque nos gustan las cosas bien hechas. Es por eso que en Andares del Arte Popular estamos abiertos a colaborar con diseñadores y artesanos, trabajar de la mano siempre con un fin común, el desarrollo de una sociedad creativa y colaborativa.
El objetivo principal de cualquier exposición es dar a conocer la información y los objetos que contiene. Una aliada para este fin es la museografía, que permite por medio de técnicas y metodologías comunicar el contenido de forma agradable para el visitante dentro de un espacio. En el caso de la filatelia, queremos que conozcan las curiosidades de los timbres, los sobres y los documentos postales de diferentes temas.
En el trabajo museográfico se involucra la consideración de diversos aspectos como el contenido informativo, las características físicas (tamaño, materiales, peso) de los objetos o representaciones, el espacio asignado, la percepción del público objetivo y, algo muy importante, el cuidado requerido para las piezas o reproducciones. En el MUFI estas características son estudiadas para proponer como equipo de museografía: la agrupación de la obra, el diseño de montaje, los servicios auxiliares, la distribución de los objetos, el diseño del espacio y la circulación de los visitantes.
Ser museógrafo en el Museo de la Filatelia ha sido un reto significativo pues se pretende captar la atención de nuestro público a pesar del disminuido éxito del correo postal frente al uso de las alternativas tecnológicas. Por esto, en cada proyecto se buscan formas de atraer a los visitantes formando escenarios interesantes que se queden en su memoria, se proponen ideas para hacer participar al público y lograr que se lleven una experiencia sensorial y educativa de la filatelia.
De las exposiciones presentadas en este museo nos ha quedado la satisfacción de saber que los visitantes se detienen a leer, disfrutan los montajes y hacen que el contenido trascienda de diferentes formas: usando la correspondencia escrita, enviando postales, compartiendo su experiencia en redes sociales, dejando comentarios de retroalimentación y forjando redes de conocimiento.
No, la Tierra no es plana, es esférica. Parecida a una naranja. Sobre la forma esférica de la Tierra sabemos desde hace mucho tiempo y es una conclusión guiada por la observación sistemática del cielo y el horizonte a la que han llegado muchas culturas de manera independiente a lo largo de la historia. Por ejemplo, en las culturas que vivieron en lo que hoy es Oaxaca, específicamente en Monte Albán con los antepasados zapotecos, en la estela 18: “Se presenta un caso de identificación sobre la posición de las estrellas en el cielo” (Jesús Galindo Trejo, 2008). Aunado a esto, no podemos ignorar que fue a partir de la observación de la bóveda celeste y del registro de datos que pudo existir una cuenta calendárica, como lo dice Galindo en el mismo texto: “El entender cómo se comporta el cielo se convirtió en una especie de culto religioso valorado como de excepcional trascendencia en Mesoamérica. Además, derivado de este culto astronómico, fue posible desarrollar un elemento cultural fundamental para cualquier civilización: el calendario”.
Y así desde estas observaciones, su subsecuente registro y comprobación, nacen calendarios como el azteca, el mesoamericano, el chino, el hebreo, el musulmán y el gregoriano. Sin embargo, corría el año de 2016 cuando en la red social conocida como Twitter comenzó a tomar fuerza un trending topic impulsado por un personaje de la cultura estadounidense que declaraba que la Tierra era plana (#flatearth), esto no hubiera sido problema si esta persona no fuera un cantante de hip-hop con miles de seguidores, pero lo era y resultó que sus admiradores comenzaron a decir lo mismo, creando una ola expansiva de desinformación a nivel global. Sus seguidores iniciaron debates dudando de todo: de la esfericidad de la Tierra, de la llegada a la Luna, de la exploración de nuestro vecino planeta Marte. Todo parecía perdido, no había voz que pudiera acallar a todos, hasta que llegó un divulgador de la ciencia a escena, Neil deGrasse Tyson, y en vivo en un programa de noticias nocturno dio las pruebas de la esfericidad de la tierra en forma de hip-hop y se siguió de largo dando un discurso sobre las responsabilidades de los líderes de opinión hacia la población en general.
Y eso es un ejemplo del poder de la divulgación de la ciencia, que en pocas palabras trata de presentar, interpretar y hacer accesible por cualquier medio a la población en general el conocimiento científico acumulado por la humanidad.
Es por la importancia de esta tarea que la BIJC dedicó a la divulgación de la ciencia la tercera edición del Taller Traducción a Lenguas Indígenas. En esta ocasión trabajamos una semana intensiva en mancuerna con la Sociedad Mexicana de Física y el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas. Un nutrido equipo de físicos, traductores, lingüistas y editores trabajaron en seis textos que abarcan temas como Ciclo del agua, Creación del universo, ¿Cómo nace una estrella?, Electromagnetismo, Próxima Centauri b y Nanotecnología. Para esta edición del Taller de Traducción BIJC-FAHHO tuvimos la participación de 40 traductores de tres familias lingüísticas de Oaxaca y Chiapas, pero, sumándonos a los esfuerzos del INALI y SMF, se tendrán textos en 23 lenguas de México de cuatro familias lingüísticas más dos lenguas aisladas. Esperamos contar a finales de este año con infografías, libros, carteles, videos y audios con el material que se está traduciendo en este momento en muchas comunidades de México por medio de asesorías a distancia con las tres instituciones convocantes. Si quieres saber más del taller de traducción a lenguas indígenas o hablas y escribes una lengua de Oaxaca y te interesa participar en la siguiente edición no dudes en ponerte en contacto con nosotros a través de nuestras páginas en redes sociales como Twitter y Facebook.
Uno de los principales objetivos de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca es fomentar la conservación del patrimonio mediante la realización de diversas intervenciones en bienes con valor históricos, artístico y arquitectónico, todo esto por medio de distintos proyectos como el Taller de Restauración FAHHO, que nació hace más de diez años en la Casa de la Ciudad como parte de las actividades de investigación y desarrollo de proyectos urbanos y de conservación del patrimonio histórico y arquitectónico.
El objetivo principal del Taller de Restauración es la conservación del patrimonio tangible mediante la realización de diversas obras de intervención en bienes muebles e inmuebles en el estado de Oaxaca, fundamentados siempre en investigaciones documentales y de campo. Estos proyectos se realizan de manera multidisciplinaria con la finalidad de generar propuestas que cumplan con las teorías contemporáneas de restauración y con la legislación vigente.
Este proyecto se ha dedicado a proporcionar apoyo técnico, asesoría y gestión en acciones relacionadas con el rescate y la conservación del patrimonio cultural y de bienes históricos dentro del estado. Todo esto ha sido posible gracias a múltiples esfuerzos, la iniciativa de la Fundación Alfredo Harp Helú y de las poblaciones interesadas en rescatar su memoria histórica, la participación del gobierno federal a través de la Secretaría de Cultura, con el programa Fondo de Apoyo a Comunidades para la Restauración de Monumentos y Bienes Artísticos de Propiedad Federal, el Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados, el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes del Instituto Nacional de Antropología e Historia y la colaboración del Gobierno del Estado de Oaxaca a través del Instituto del Patrimonio Cultural del Estado de Oaxaca y de los gobiernos municipales de dichas poblaciones.
En septiembre de 2017, la FAHHO presentará una exposición con una selección de diez obras de restauración como ejemplo sobre la labor que durante más de diez años ha resultado de la suma de esfuerzos que han hecho posible preservar parte importante de la memoria edificada de Oaxaca, haciendo énfasis en el impacto social que estas intervenciones han tenido en sus comunidades. Esta exhibición estará ubicada en la galería del Centro Cultural San Pablo.
Dentro de los diferentes programas permanentes de la BS se han realizado múltiples actividades, experiencias y presentaciones culturales y literarias. Entre ellas está el taller de la Lengua de Señas Mexicana, que permite a los participantes tener una herramienta de comunicación distinta a la auditiva verbal y, sobre todo, el conocimiento de una cultura que ha sido invisible y excluida durante muchos años.
Últimamente, la LSM ha despertado el interés de la población. Recuerdo varias anécdotas; por ejemplo, en una ocasión una visitante llegó preguntando por el taller, ya que desde hace tiempo buscaba aprender esa lengua, y, para mi sorpresa, tenía una hija con pérdida auditiva. “¿Puedo entrar al curso o necesito un conocimiento previo?”, me preguntó. Ésta es una cuestión que quiero explicar: una lengua muere si no se comparte; una lengua no es exclusiva para una determinada región y para mí ha sido un gozo poder compartirla.
Han llegado diversas personas con distintas cualidades, inclusive personas que iban de paso por la biblioteca y por curiosidad terminaron todas las sesiones del curso. En la BS pretendemos romper las barreras de comunicación para que exista mayor conciencia de la diversidad de personas que integran la sociedad. Para ello, nos damos a la tarea de una mayor difusión de la LSM y ofrecemos acceso gratuito para todos los interesados en adquirirla, ya sea por razones profesionales, o bien, por la superación personal de los participantes.
La comunicación es vital para el desarrollo humano, es por ello que en los cursos que se imparten de la LSM fomentamos los valores personales que nos lleven hacia una sociedad más incluyente, en donde el interés común sea convivir con personas con pérdida auditiva para que puedan comunicarse de manera natural, mejorando así la calidad de vida de la comunidad de sordos.
La LSM está en manos de quienes tienen la fortuna de conocerla. Tanto sus rasgos expresivos como su cosmovisión en la cultura de los sordos. Es un mundo que se encuentra paralelo al de los oyentes, pero con una particularidad que la define: el uso de las manos, gestos y movimientos corporales. Las manos que sustituyen las voces y los ojos a los oídos. Es una forma de vida que han ido desarrollando a lo largo del tiempo, con muchas dificultades y barreras. En esta lengua podemos encontrar los ideogramas o señas que transmiten un código de comunicación emotiva y visual que recorren las pupilas de los ojos y, por lo tanto, es posible ver una voz.
La intención de este texto es invitarlos a participar en el taller de Lengua de Señas Mexicana, lengua natural que se habla con las manos, gestos y cuerpo. El taller se lleva a cabo en Xochimilco, en las instalaciones de la BS Biblioteca Infantil. Conocer de una forma divertida, sencilla y amena la comunicación que puedes tener con la LSM te abrirá un mundo nuevo, sin voces y con muchas acciones.
Guy quiso guardar entre sus manos los colores del iris que forma un cristal. En la sombra, los colores desaparecían. —Jacinto —dijo a Canek—, le prometí a Exa un regalo. Pero parece que es un regalo imposible. —Nada es imposible, niño Guy, cuando el corazón es limpio. Guy volvió a mirar, bajo el sol, los colores del iris. Se quedó mirándolos con tanta emoción que sobre ellos cayeron sus lágrimas. Entre las manos de Guy quedaron prisioneros, lúcidos, los colores del iris… y Exa tuvo su regalo. Canek, Ermilo Abreu Gómez.
Nada es imposible cuando el corazón es limpio. Aun los regalos que a nuestros ojos parecen impensables encuentran la manera de llevarse a cabo… si el corazón es limpio.
En este nuestro mundo que vivimos hoy día, cuántos regalos, y más de esos imposibles, quisiéramos dar a otros… movidos por tantas facetas de nuestro entorno.
Facetas como la realidad vulnerable de la mayoría de nuestros niños; realidad donde la risa les ha sido arrebatada, donde no hay condiciones para una nutrición adecuada, donde el juego ya no es esa realidad lúdica a la que todo ser humano debiera aspirar, donde la educación ya no significa una esperanza…
O la realidad de los adolescentes, que han renunciado a tomar las riendas de sus propias vidas por la conciencia creciente de que el mundo se les está entregando casi deshecho; de que poco o nada podrán modificar en la realidad que los adultos hemos fraguado en estos años; de que lo mejor que podrán hacer es ver únicamente por sí mismos y sus propios intereses… Conciencia que, por cierto, se sigue modificando y complejizando cada día más por todos los escaparates virtuales en los que los adolescentes se exponen y son expuestos.
O la realidad de los adultos, que desde nuestros diferentes mundos particulares poco o muy poco participamos en la generación de propuestas para la conversión de nuestra sociedad en una más equilibrada; en una sociedad que apueste por una verdadera eco-civilidad para este siglo veintiuno… Adultos que en la mayoría de los casos hemos perdido el brillo en la mirada y hemos dejado de ver nuestra existencia como una posible y necesarísima respuesta personal al desafío de la realidad que nos interpela.
Y, sin embargo, en la Fundación Alfredo Harp Helú y la Universidad La Salle, en Oaxaca, no nos hemos rendido. Y no nos vamos a rendir. Porque hoy precisamente estamos reconociendo la conclusión del esfuerzo realizado por un numeroso grupo de personas que desea hacer justamente esos regalos imposibles, un grupo de adultos que se ha preparado para hacerlos, que ya empezó a hacerlos y quiere seguir haciéndolos.
Y es que, quienes hoy terminan sus diplomados en Promoción y estrategias lectoras y Cultura escrita y adolescencia, tienen ahora la posibilidad de regalar, desde su aprendizaje y la madurez y conciencia adquiridos en dichos programas, la oportunidad de mirar la vida de otra manera, a niños, adolescentes y adultos, y sobre todo en esos contextos a donde la mayoría prefiere no mirar: los espacios más vulnerables de nuestra sociedad.
El corazón limpio, desde donde se generan los regalos imposibles, no se adquiere con un diplomado ni con ningún estudio académico. Pero si lo recibido y reflexionado en cada módulo de aprendizaje lo entregamos cada uno sin reservas, con esmero y cariño, a quienes jamás habían pensado que podrían recibir un regalo de este tamaño, entonces, nuestro corazón se irá tornando en un espacio cada vez más diáfano, transparente, donde se fragüen diariamente los regalos más impensables.
Atrevámonos juntos a limpiar nuestro corazón en cada acto de generosa entrega. Decidámonos, de una vez por todas, a mostrar que otro tipo de relación de gratuidad es posible entre los seres humanos, lancémonos a la hermosa aventura de ensanchar e iluminar los horizontes de niños y jóvenes, y entonces, como el niño Guy, podremos ver cómo los colores del arco iris, puestos en las manos de otros, gracias a nuestro acompañamiento, pintarán este mundo en la verdadera gama cromática que nunca debió dejar de tener.
Expresar este mensaje en representación de los egresados del tercer Diplomado en Promoción y Estrategias Lectoras, así como el primer Diplomado en Cultura Escrita y Adolescencia, desarrollados durante el periodo comprendido de septiembre 2016 a junio 2017, es sin duda un privilegio.
Es preciso reconocer que en el sendero de nuestro proceso formativo, los lectores voluntarios hemos sido tutelados por la Universidad La Salle, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca y el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, por medio del programa Seguimos Leyendo. Quienes cerramos este ciclo formativo coincidimos en la predilección por la lectura; compartirla con otros ha requerido organizar las actividades cotidianas siendo recompensados por un cúmulo de emociones, conocimientos y experiencias de los niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos que nos regalan su mirada y escucha, generando así un círculo virtuoso de dar y recibir, cual trueque de nuestros pueblos originarios, que todavía subsiste como un acto generoso de reciprocidad.
La lectura nos ha permitido trazar proyectos y diseñar estrategias fundamentadas en perspectivas teóricas críticas, posibilitando un proceso dialógico que favorece el análisis y la reflexión. En el desempeño de la labor como lector y en la búsqueda permanente de nuestra transformación y mejoramiento ha sido ineludible reconocer que la interacción comunicativa es un proceso natural y necesario de la condición humana y que a los lectores nos corresponde no sólo potenciar el propio, sino el de nuestros compañeros y, por supuesto, el de los escuchas.
Es insoslayable no perder de vista la continuidad del compromiso con la lectura, con el fin de reconocer y fortalecer sus funciones socializantes que se requieren en el contexto cultural, político, económico y social. Es necesario promover acciones y proyectos que favorezcan relaciones interpersonales horizontales y simétricas, con el propósito de desarrollar prácticas democráticas y dialógicas.
Las investigaciones que se han hecho acerca de la lectura contribuyen para desempeñar nuestra labor con mayores herramientas teórico-metodológicas. El lector puede ser un transformador de su realidad; la lectura es un camino viable para la transformación social. Nosotros, los lectores voluntarios, deseamos seguir construyendo y avanzando por este trecho.
Desde el pasado 3 de marzo, fecha en la que abrió sus puertas el Museo Infantil de Oaxaca, el área educativa ha contado con la enorme fortuna de apreciar los momentos más cercanos que tienen los visitantes con el museo y con las personas que ahí trabajamos. Aprendizaje, diversión, encuentros y experiencias son sólo algunos de los momentos que se viven día a día en el museo a través de los diferentes programas educativos.
Han pasado seis meses y, a pesar del poco tiempo de haber inaugurado el museo, ha sido una experiencia sumamente enriquecedora. Este año, Rodolfo Morales nos ha invitado a conocer y recrear su universo mágico a través de cinco parcelas de aprendizaje. Es por ello que el MIO, un espacio vivo y lleno de historias, requirió de un programa educativo cercano, enriquecedor y altamente contextualizado para todos los visitantes.
El objetivo principal fue claro: fortalecer en los niños y niñas el amor hacia su estado, su gente, su cultura y su patrimonio. Es precisamente en función de los visitantes que se ha trabajado desde siete programas educativos que dan respuesta a las necesidades de cada tipo de audiencia, haciendo del museo un lugar para todos.
“De la escuela al MIO” ha vinculado a diferentes instituciones de educación formal y no formal a vivir una experiencia única por medio de visitas guiadas, en donde se ha reconocido lo valioso del conocimiento previo, pero además se ha retomado e integrado a un conocimiento más complejo en cada parcela de aprendizaje. Las “experiencias MIO” son el corazón de nuestro museo, ya que a través de actividades lúdicas, pragmáticas y colaborativas, se ha logrado impulsar el desarrollo del pensamiento creativo y consciente de las necesidades presentes y futuras. “Pandilla MIO” es un programa enfocado a niños y niñas que viven en las colonias cercanas a la antigua estación del ferrocarril, como la Unidad Ferrocarrilera, Francisco I. Madero, Unión, Libertad y Periodista acercando el trabajo del museo con la comunidad.
“Arte en vagones” ha impulsado el desarrollo de habilidades artísticas y creativas de nuestros visitantes. Por esto, con ayuda de especialistas en diferentes disciplinas, se han llevado a cabo talleres enfocados en estimulación temprana, fotografía, música, teatro, ópera y medio ambiente, entre otros, con la finalidad de fortalecer la necesidad de actuar desde una visión crítica, consciente y sensible.
El “fin de semana inclusivo” es un programa bimestral enfocado en la atención de una discapacidad diferente a través de experiencias, conferencias y actividades especiales que refuerza el espíritu y motivación del museo al crear espacios que incrementan la inclusión para todos los niños y niñas de nuestro estado.
Por otra parte, el programa de educación ambiental ha fomentado en la infancia el cuidado, respeto y conservación de nuestro planeta como nuestro primer hogar, fortaleciendo de esta manera nuestra conciencia con diferentes actividades y talleres impulsados desde el Huerto MIO, Granjita MIO y el Vagón de Educación Ambiental. Es importante destacar que nada de esto sería posible sin la fuerza y espíritu de nuestros voluntarios MIO, jóvenes prestadores de servicio social, prácticas profesionales o Formación Solidaria que desarrollan sus habilidades, talentos y competencias, y que hacen del MIO un espacio vivo y lleno de oportunidades para el rescate y difusión del patrimonio heredado. De esta manera se rinde tributo al espacio que alberga el museo: la Antigua Estación del Ferrocarril. Sabemos que aún tenemos grandes retos por cumplir pero confiamos en las acciones positivas de cada una de las personas que enriquecen y nutren esta cadena interminable de amor y responsabilidad.
Como dice Rodolfo Castro en su obra Las otras lecturas: “La lectura trasciende los libros, a sus autores y a sus seguidores”. Es por esto que el programa de Bibliotecas Móviles “Ando Leyendo, Leyendo Ando”, auspiciado por la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, es un medio que va abriendo brecha en el mundo de los libros. Se trata de un servicio que mezcla lo cultural y lo social sin olvidar que su incidencia en las personas trasciende en su vida. La lectura es un motor de inclusión y unión, pues nos permite imaginar, pensar, reflexionar, expresar y crear conscientemente nuestro sentir, revivir nuestro pasado e ilustrar el futuro que nos espera, creando puentes que nos unen a través de la palabra escrita convertida en nuevas historias que nos identifican o nos transforman.
El día a día en una biblioteca móvil es verdaderamente apasionante, pues no faltan retos que sacan lo mejor de los promotores de lectura en su quijotesca tarea. Sin embargo, no hemos de perder de vista que la labor que se realiza y los logros obtenidos han sido posibles gracias a la colaboración y complicidad de personas con las que hemos coincidido en este caminar.
Todos y todas compartiendo un mismo fin: acercar los libros a quienes lo necesiten, enseñarles a amarlos, a adquirir el gusto por la lectura y, con esto, disfrutar más de la vida, de compartir y transmitir las experiencias vividas.
Es así como los cambios y beneficios que se provocan en nuestros usuarios son incontables y variables. Muchos son los que han sido tocados por el poder de la lectura y esto, en algún momento, implicará un mejoramiento significativo en nuestra sociedad.
Por esto y mucho más la Biblioteca Móvil es un medio que ha ido, poco a poco, transformando la vida de múltiples personas. Son éstas las voces que retumban en nuestro corazón y nos hacen amar este programa, nos ayudan a no rendirnos y a seguir trabajando en abrir puertas y llegar así a más lugares.
TESTIMONIOS
Leer muchos cuentos, aprender historias y hacer juegos divertidos. Conocer historias divertidas, además de realizar bonitos trabajos y ver películas que nos gustan. Conocer libros muy bonitos con historias divertidas.
Niños de San Isidro el Naranjo, Tezoatlán de Segura y Luna.
Poder leer lo que me gusta: Muchos, muchos cuentos. Divertirme con las historias que nos leen. Además me gustan mucho los juegos y actividades que hacemos.
Erika Reyes. San Juan Cuititó, Tezoatlán de Segura y Luna
La Casa de la Ciudad ha tenido en su agenda, de forma permanente, la promoción del uso de la bici como medio de transporte. Mediante exposiciones, conferencias, talleres, proyectos relacionados con infraestructura, entre otras iniciativas, la bicicleta ha tenido un papel preponderante y ha sido un hilo conductor del trabajo realizado para propiciar y construir una ciudad más habitable para todos.
Para fomentar del uso de la bicicleta como medio de transporte se requiere articular diversos frentes con el fin de tener un impacto significativo en los hábitos de movilidad de las personas; entre ellos se encuentran la infraestructura y el marco normativo que han sido temas recurrentes en nuestra labor, pero la promoción de la cultura de la movilidad sustentable había sido un tema poco explorado en las actividades que realizamos.
Aunque para muchas personas la bicicleta es un artículo familiar desde la infancia y/o adolescencia, existe un sector de la población que, por diversas circunstancias, no tuvo oportunidad de conocer y contar con una entre sus objetos de juego, por lo que llegan a la edad adulta sin haber aprendido a usarla. Por otro lado, habrá quienes, si bien están familiarizados con el uso de la bicicleta, su acercamiento ha sido meramente recreativo y no han tenido oportunidad de desarrollar otro tipo de habilidades que se requieren para hacer uso de ella de forma cotidiana, es decir, como medio de transporte.
Como parte del acercamiento que nos interesa generar entre diversos sectores de la población hacia alternativas de movilidad sustentables, económicas y con múltiples beneficios personales y colectivos, nos dimos a la tarea de generar un espacio donde potenciales usuarios de bici pudieran tener un acercamiento a ésta, ya sea para aprender a usarla o para aprender ciertas habilidades necesarias para realizar traslados cotidianos en la ciudad y contar con conocimientos más allá del uso de la bici con fines recreativos.
Así, como parte de la estrategia de movilidad que el Laboratorio Urbano de Casa de la Ciudad impulsa, nos dimos a la tarea de implementar a partir de este año el Programa Permanente en el Uso de la Bici como Medio de Transporte. Como antecedente, durante el año 2016, desarrollamos rodadas temáticas y un taller de capacitación que nos permitieron establecer las necesidades de un sector de la población en el que focalizamos los talleres que actualmente se imparten.
El objetivo general del programa es ofrecer a la población un espacio donde pueda aprender habilidades en el uso de la bicicleta para iniciarse en el ciclismo urbano e ir adoptándola paulatinamente como un medio de transporte.
El programa se divide en tres módulos. El primero, Cultura de la Movilidad, tiene como objetivo brindar información sobre conceptos básicos de movilidad, la normativa correspondiente en el tema, el conocimiento de las partes de la bicicleta, recomendaciones para su uso, así como mostrar accesorios que pueden hacer más cómodo y seguro el pedaleo. El segundo módulo, Mecánica y Habilidades Básicas, busca generar ciertas capacidades en mecánica básica de la bicicleta de manera que los usuarios tengan un cierto nivel de autonomía para resolver algún percance, así como las enseñanzas necesarias para el uso y manejo de la bicicleta. El tercer módulo, Habilidades de Ciclismo Urbano, brinda a los asistentes una serie de habilidades relacionadas con el uso de la bici en entornos urbanos de forma que exista un conocimiento básico de cómo interactuar con otros usuarios de la vía, el trazo de rutas cómodas y seguras e información general sobre el ciclismo urbano.
Las personas interesadas en asistir al Programa de Capacitación pueden comunicarse a los teléfonos 516 9647, 516 9648, escribir al correo claudina@cdlc.mx o consultar el programa y fechas de los distintos módulos en el sitio casadelaciudad.org.
En enero de 1563, fray Antonio de los Reyes hizo uso de la biblioteca del convento de San Pablo, la primera casa dominica de Antequera que ahora ha sido recuperada como el Centro Cultural San Pablo. En aquel tiempo, la biblioteca era relativamente pequeña y casi todos los libros se habían enviado desde Europa. El libro que consultó fray Antonio había sido impreso en París en 1550: In omnes divi Pavli Apolstoli Epistolas Collatio (una recopilación de todas las epístolas de San Pablo Apóstol) de Claude Guilliaud.1 Las epístolas de San Pablo fueron una importante fuente de inspiración para aquellos, como fray Antonio, involucrados en el proselitismo de la población mesoamericana.
Fray Antonio nació en la ciudad de Toro de la provincia de Zamora en Castilla y León. Mientras su madre era toresana, su padre era alemán. En su juventud sirvió al Marqués de Alcañices y luego estudió en la Universidad de Salamanca. Tomó el hábito en el convento de San Esteban en esta misma ciudad y luego pasó a la Provincia de México en 1555.
A lo largo de su carrera en la Nueva España, fray Antonio sirvió a la Orden de Predicadores en la Mixteca y se convirtió en uno de sus más importantes especialistas de la lengua mixteca (tu’un savi). Antes de su visita a la biblioteca en 1563, fray Antonio había sido asignado al convento de Teposcolula. Más tarde, entre 1560-1570, fue enviado al convento de Tlaxiaco y, en la década de 1580 fue vicario en Coixtlahuaca. En mayo de 1587, se le encargó perfeccionar y acabar el “arte misteco” que algunos frailes habían elaborado. El trabajo resultante, impreso en la casa de Pedro Balli en 1593 con el título de Arte en lengua mixteca, es hoy una referencia obligatoria para los estudiosos de la lengua y la historia mixteca. Ha sido una referencia crucial para la interpretación de los códices mixtecos y de las formas antiguas de la lengua mixteca.
Unos años antes de que se imprimiera el Arte…, fray Antonio había regresado a Teposcolula donde se desempeñaba como vicario. Sin embargo, en algún momento durante los primeros años de 1600, fray Antonio regresó al convento dominico de Oaxaca donde consultó el libro Advertencias para los confessores de los Naturales de fray Juan Bautista, el cual fue impreso por Melchor Ocharte en México en 1600. Para esta fecha, la biblioteca tenía ya varias obras impresas en náhuatl, zapoteco y mixteco producidas por los frailes mismos e impresas en México, incluyendo, probablemente, su propia gramática. Fray Antonio regresó a Teposcolula donde falleció el 8 de noviembre de 1603.2
Debido a que los frailes del convento de San Pablo administraban en zapoteco, náhuatl y mixteco, decidimos recordar a un estudioso dominico de cada idioma que tuvo alguna presencia en el exconvento: el nombre de la Biblioteca de Investigación fray Juan de Córdova —ubicada en el exconvento— conmemora al gran especialista de la lingüística zapoteca del siglo XVI y, en el primer piso del exconvento, un aula lleva el nombre de fray Nicolás de Rojas, un conocido especialista del náhuatl que dirigió el convento oaxaqueño (véase el Boletín FAHHO de julio-agosto de 2017, p. 12). Es en este mismo sentido que se ha dado el nombre de fray Antonio de los Reyes a la gran sala de lectura del ala norte de la biblioteca donde de nuevo puedes encontrar muchos libros sobre y en las lenguas de Oaxaca.
1 Este libro aún se conserva en los acervos de la Biblioteca Francisco de Burgoa (403) y lleva tanto la firma de fray Antonio de los Reyes como de fray Leonardo Levanto, autor del Cathecismo de la doctrina christiana en lengua zaapoteca (1776).
2Los datos básicos de la vida del fray Antonio de los Reyes se encuentran en el libro Segunda parte de la historia de la Provincia de Santiago de Mexico de fray Alonso Franco, el Libro tercero de la historia religiosa de la provincia de Mexico de fray Hernando Ojea y en los “Estudios mixtecos” de Wigberto Jiménez Moreno de 1962.
Mi lugar favorito, sin duda, es la playa; ahí disfruto de la increíble vista, la suave brisa que acaricia mi piel tostada por el sol, la rica sensación de la arena en mis pies, el agua de coco fresco que me derrite hasta la relajación, haciéndome olvidar por unos días de mis preocupaciones, deberes y el estrés cotidiano. A partir de mi colección filatélica Vida marina, en tus manos su futuro y el nuestro inicio con una reflexión importante referente al cuidado de nuestros mares.
Al igual que yo, la mayoría de las personas elegimos las playas para vacacionar. La playa es un lugar mágico, sin duda. Hace desaparecer nuestros males al instante, pero alguna vez te has preguntado ¿qué tanto nos da el océano a la humanidad?, piénsalo bien… El coloso dador, como yo lo llamo, nos brinda alimento (gran variedad de mariscos), petróleo (velas, llantas, gasolina, bolsas plásticas, recipientes plásticos, sandalias, tubería para cableado eléctrico, lubricantes, detergentes, pinturas, asfalto etc.), zonas turísticas para nuestro deleite, en pocas palabras: le sacamos bastante provecho a todo lo que nos da. ¿Pero te has puesto a pensar en el daño que le estamos ocasionando a todos los seres que cohabitan en él y a nosotros mismos como humanidad? ¿No?
Permíteme alarmarte un poco: existen sólo en nuestro país más de 500 especies marinas en peligro de extinción, entre ellas varias tortugas marinas y ballenas, debido a la pesca excesiva, el calentamiento global, la contaminación de los océanos con derramamientos de petróleo, desechos tóxicos y basura. Te preguntarás: “¿Y qué culpa tengo yo y cómo me afecta?”. Bueno, la respuesta es muy simple: al vacacionar, muchas personas dejan basura en la playa, bolsas plásticas, popotes, juguetes plásticos olvidados, taparroscas, etc. Al subir la marea, el oleaje se lleva toda esta basura. Las bolsas plásticas son mortales para las tortugas marinas, porque llegan a confundirlas con medusas, su alimento favorito, y mueren asfixiadas al comerlas. Nuestras acciones nos están convirtiendo en su máximo depredador indirecto. Y con todos estos desechos estamos agrandando la llamada Isla de Basura, ubicada en el Océano Pacífico Norte, que mide aproximadamente 1 400 000 km2.
Como consecuencia vamos reduciendo nuestras probabilidades de tener alimento (mariscos) y de tener hermosas playas donde descansar. Al paso al que vamos, nuestros nietos o bisnietos sólo verán videos de nuestros hermosos recuerdos en la playa y las especies extintas en timbres postales, internet o películas.
Hagamos algo por ayudar a nuestro planeta y a nosotros mismos, todos podemos desde casa:
• Cambia tus focos incandescentes por focos ahorradores o de LED, desconecta los aparatos electrónicos y apaga luces que no estés usando para disminuir el calentamiento global y el consumo en tu recibo de luz. • Cuando vayas a la playa, llévate un bolsa para poner toda la basura que saques y al final tírala en un bote de basura, para tener playas más agradables y así proteger a las especies marinas. • No arranques corales, porque destruyes el hábitat de varias especies marinas.
Y mi última recomendación: disfruta de tus vacaciones, de nuestras hermosas playas y de nuestro México lindo.
Además de invitarte a reflexionar sobre el cuidado de nuestros mares y medio ambiente, te invito a visitar la exposición filatélica Como pez en el agua y Vida marina, donde se ilustra esta gran problemática con material postal, que va desde timbres postales, etiquetas, enteros postales, entre otros.
Ese momento en que descubrimos que podíamos hacer crecer, motivar a la tierra, cambió la forma de relacionarnos para siempre. Sembramos y luego, para esperar el fruto, nos acercamos, así juntos, comenzamos a cuidar de las plantas. Aprendimos a esperar bajo el tiempo de la naturaleza. Construimos casas más sólidas y crecimos en número. En esencia, logramos capturar para nosotros la fuerza de la vida; brotamos.
Con las lluvias de junio llegamos a la capital de Oaxaca, entre estambres, lanas, ganchos, agujas y telares, dispuestos a celebrar el Día Mundial de Tejer en Público: movimiento iniciado por Danielle Landes en Australia en 2005. A partir de entonces, gente de todas partes tomando sus tejidos sale a buscar espacios públicos para tejer en colectivo.
Durante cinco días, cobijados por las hermosas instalaciones del MTO y por todos los que ahí laboran, propusimos a los participantes comenzar a tejer un campo que evocara su contexto, y así, mientras escuchábamos las historias que se urdían dimos forma al campo textil oaxaqueño sembrado de memorias y recuerdos ya sea con crochet, tricot, telar o los propios dedos.
Todas esas tardes nos entretejimos: niños y adultos, mujeres y hombres, gente de aquí y de allá. Tuvimos la fortuna de conocer el espíritu oaxaqueño; orgullosos amantes lúcidos de todo lo que brota de esa fértil tierra en arte y cultura; de sus plantas, de su café, de su cacao, sus chiles, su barro y sus metales, y claro, de la grana cochinilla.
Para todos los que estamos involucrados en El campo mi mantoha sido un honor tejer en el patio del Museo Textil de Oaxaca, referencia importante en el panorama textil mexicano, y esperamos que esta experiencia sea el inicio de un vínculo estrecho entre lo que se gesta en el Valle del Xinantécatl y la hermana cultura de Oaxaca.
A tres años de haber comenzado a entrelazarse el primer hilo nos conmueve contemplar el resultado, es la visión conjunta de cientos de proyecciones y memorias, cosidas con paciencia esperando a ser descubiertas. Estamos seguros de que en cada fibra hay reflexión y esperanza, un anhelo latente de una mejor relación con el mundo.
Un agradecimiento especial a la Fundación Alfredo Harp Helú y al Museo Textil de Oaxaca y a todos los que participaron en esta instalación en proceso, nos vemos pronto.
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