El encanto del patrimonio

Todo, absolutamente todo, está revestido del barniz brillante que le presta el encanto de la novedad.
De ahí viene que nuestros años de infancia son una poesía ininterrumpida.

Arthur Schopenhauer

En los primeros años de vida construimos la esencia intangible de nuestro ser: destaca nuestra capacidad de admirarnos por cada objeto, experiencia, palabra o personaje que se postre frente a nosotros, es la etapa en la que se nutren lo que serán nuestras creencias, valores e ideales.

Es en este momento cuando una maravillosa infinidad de posibilidades nos indica cuántas cosas podremos hacer en el camino que se extiende frente a nosotros, pero ¿de qué nos nutrimos en la infancia?, o bien, ¿de qué estamos nutriendo a las nuevas generaciones? Explica Schopenhauer que durante nuestros primeros años de vida somos semejantes a las hojas tiernas de un árbol que conservan el color verde y fresco de lo nuevo, contemplan y palpan el viento mientras son nutridas desde la tierra y por el sol. Probablemente la tierra sea nuestro círculo más cercano: la familia y el sol lo que recibimos de ese pequeño grupo de amistades, conocidos y experiencias que provienen del exterior.

Así, el interés por salvaguardar el patrimonio, por que sea contemplado y delegado a las generaciones venideras, solo es posible por medio del sentido de pertenencia y apreciación. Este año 2021, en esa responsabilidad compartida, colaboramos en cuatro números de Casiopea, Revista infantil de la FAHHO en un trabajo conjunto con cada una de sus filiales.

Deseosos de nutrir y aprovechar el interés de los pequeños, acercamos el patrimonio a sus manos. Hemos puesto al alcance de este gran grupo de nuevos conocedores parte del trabajo que realizamos desde el Taller de Restauración FAHHO; así, en el número 1 de Casiopea, en la sección de “Manos a la obra”, les compartimos el recortable para la elaboración de una maqueta del Palacio Mixteco de la Casa de la Cacica, que conserva detalles de los chalchihuites y la
disposición de cada una de las piedras que conforman los muros, y que fueron registradas una a una en el sitio. En el número 2 compartimos la historia “Las gigantas de piedra” del Museo Textil de Oaxaca, acerca de un proceso muy particular e interesante en restauración, la anastilosis, una técnica con la que recuperamos las columnas del patio. Para el número 3 presentamos“¡Todos a bordo!”, un viaje a través del patrimonio ferroviario del Museo Infantil de Oaxaca.

Finalmente, en el número 4 se incluye el texto “Compartiendo talentos”, una invitación a descubrir nuestra capacidad de crear; mediante la narración del proceso de restauración del Centro Cultural San Pablo damos a conocer el amplio quehacer de los especialistas que participaron en la recuperación del antiguo exconvento: ingenieros, arquitectos, arqueólogos, restauradores de bienes muebles, albañiles, herreros, entre muchos otros.

Sin importar la etapa de la vida en la que nos encontremos, los invitamos a albergar la capacidad más noble de nuestra infancia, la de impresionarnos. Dotemos del encanto de la novedad a todo lo que nos sea mostrado: nuestro entorno natural, nuestras prácticas culturales y las obras producidas por el hombre; y siendo adultos permitámonos la sorpresa que produce contemplar los antiguos edificios, la escala de los espacios, sus proporciones y formas, creemos una conexión con ellos.


Las infancias en contextos urbanos

El desarrollo de los proyectos urbanos no suele tener como prioridad a la niñez y sus necesidades, a pesar de que es aquí donde “se desarrollan físicamente hasta ser adultos y [donde] aprenden maneras de convivir con los demás”, citando a la Dra. Rosario Palacios.1 Por lo anterior, resulta imperante tomar en cuenta a las niñas y niños de los entornos urbanos al momento de generar los protocolos de participación ciudadana, en el diseño de espacios y, eventualmente, integrarlos de manera activa en las acciones relativas a su uso.

Desde sus inicios, y como parte del compromiso de las actividades desarrolladas en la Casa de la Ciudad, se han lanzado convocatorias y llevado a cabo talleres que invitan a niñas y niños a participar y expresar cómo perciben las ciudades, las formas de habitarla y, sobre todo, la mención de aquello que cambiarían para hacerla un espacio propicio para su desarrollo.

Un programa que desde sus inicios ha incluido a los más pequeños es La ciudad en bici. Consta de talleres personalizados para niñas y niños que desean aprender a andar en bici o que quieran mejorar sus habilidades; se divide en tres niveles: bicibalance, habilidades básicas y habilidades intermedias. Este programa ha brindado espacios amigables y seguros para el aprendizaje y la práctica de la mano de instructores que les guían en cada etapa y adaptan las lecciones a sus necesidades. Además de los talleres, se generó un manual de ciclistas para personas de todas las edades, incluyendo niñas y niños, iniciando con la pregunta “¿Y tú cómo imaginas tu ciudad en el futuro?”. Dando espacio a la imaginación y de esta forma conocer las necesidades particulares de las infancias que habitan las zonas urbanas. En este manual brindamos un breve contexto de la historia de la bicicleta y los beneficios a nivel social,
ambiental y de salud.

Como parte de las actividades de inclusión y participación ciudadana se han generado múltiples talleres infantiles de pintura y dibujo, tanto al interior de Casa de la Ciudad como en distintos espacios públicos, que buscan conocer la visión de las infancias respecto a las ciudades que sueñan, además de ofrecer actividades educativas y recreativas encaminadas a fomentar la identidad colectiva a través del arte y la arquitectura.

El último proyecto de intervención de Casa de la Ciudad en un espacio público fue la remodelación del Parque Bigarii que integró un área de juegos infantiles elaborados con morillos. Pensar los espacios públicos como zonas de recreación para infantes es de suma importancia, ya que históricamente las ciudades en las que se permite a los niños andar libremente por las calles deberían ser más seguras, además, la relación directa entre las infancias plenas y el futuro de las ciudades potencia ambos desarrollos. Otro punto a considerar es que al integrar áreas infantiles en el espacio público se permitiría que los adultos, quienes regularmente son los que acompañan a los niños, fueran cuidadores de estos sitios.

Aunque en muchas ocasiones los espacios públicos resultan inhóspitos para las infancias, forman parte esencial de su crecimiento, al ser sitios por excelencia donde desarrollan sus procesos de convivencia, juego, lazos, reconocimiento del espacio, de su contexto y se establece el sentido de comunidad.

1 https://www.cepal.org/es/notas/ciudadania-infantil-espacios-publicos-como-punto-partida-ciudades-inclusivas


Cartas con olor a café

El café huele a mi tierra, huele a Talea
y es el alimento más importante para nosotros.

Pamela, 8 años

Agradecemos a Josefina Vásquez, directora del Instituto Oaxaqueño del Café, y a Suree Towfighnia, documentalista independiente, por confiar en el Museo de la Filatelia de Oaxaca y depositar aquí este proyecto tan importante, por confiarnos la misión de hacer llegar al público este mensaje sobre la importancia del café y de crear los lazos colaborativos para abrir otros diálogos. También agradecemos la tarea tan grande de enseñar a los niños el respeto por la tierra, la de servir y cuidar el medio ambiente así como reflexionar sobre la igualdad y el comercio justo, ya que este grano es el sustento de muchas familias oaxaqueñas y el futuro de la infancia que recogerá sus frutos.

El proyecto Donde existe un cafetal existe vida, comenzó con un encuentro narrado así por la misma Josefina:

Doy gracias a la vida por las casualidades hermosas, esas sorpresas felices, la gente amable. Cuando conocí a Suree, que fue en el lugar indicado, donde conspiró el universo —Cuajimoloyas—, se llevaba a cabo la primera Asamblea Transfronteriza. Confié en platicarle un sueño, uno que ya tenía tiempo… y digo que confié porque Suree es esa persona con olor a ‘quiero, puedo y creo’, con gusto a escuchar ‘no lo prometo, pero veré’, con sabor a ‘escucho y aprendemos juntas’, de las que hacen brillar, las que alumbran y regalan energía.

Le platiqué sobre el sueño de darle vida a los dibujos de niños de las comunidades de la Mixteca y Sierra Norte de Oaxaca, donde se cultiva el café, lugares en los que siempre estamos tratando de que los niños vean la importancia del regalo de la vida y de sus padres al cultivar la tierra, pero, sobre todo, el café… .

Prepararnos una taza de café quizá nos tome poco menos de 10 minutos, sin embargo, el proceso del cultivo y cosecha de este grano lleva muchísimo más tiempo; como el que se llevó este proyecto, para el que se unieron esfuerzos y creatividad al crear un documento que diera fuerza a la voz de los niños que pasan su infancia en los cultivos de café. Los primeros cuatro años de vida de un niño significan adaptación y conocimiento de su entorno, necesitan de mucho amor y cuidados durante esta etapa; pues con una planta de café es igual, toma alrededor de dos meses y medio que su semilla germine, proceso que va desde que se coloca en una plancha germinadora hasta que se convierte en planta, y estas pueden llegar a ser muy frágiles, por lo que necesitan de muchos cuidados así como de ser arropadas por la sombra que las proteja de otros factores. Después de esto toma entre tres y cuatro años para que una planta de café comience a producir frutos de calidad que puedan ser cosechados.

Para Suree, su encuentro fue exactamente igual: ver a los niños cuidar con tanto amor sus plantas y la paciencia con la que sus padres cuidan de ellos y de su tierra, y que es el mismo sentimiento con el que preparan esta bebida, el café.

“Cuando conocí a Josefina y Ana en 2018, me introdujeron al arte de cultivar y preparar algo cerca de mi corazón: el café. Nunca había experimentado tanta emoción y amor al preparar esta bebida. Nos visitamos y empezamos nuestra amistad allá en las sagradas montañas zapotecas. Hicimos la promesa de trabajar en un proyecto de video sobre esta planta, las comunidades cafetaleras y la infancia.

“Al regresar a la universidad donde trabajo, Evergreen Satate College, en el estado de Washington, en EU, hablaba con mis estudiantes sobre desarrollar una animación usando los dibujos de los niños de estas comunidades oaxaqueñas (esa tierra tan bonita, histórica e importante para cultivar este rico café) y de esta colaboración, por lo cual agradecemos el compartir este trabajo con todos, crear un recuerdo y, a la vez, un recordatorio del café que cultivan con tanto amor, que viaja a todas partes del mundo. Deben saber que tienen amigos alrededor de este continente que están agradecidos con su trabajo… con deseos de que continúen con él para las siguientes generaciones”.

Esperamos que este sueño que hoy compartimos con ustedes, nuestros lectores, les genere una visión diferente cuando preparen su taza de café, que vean todo el amor que hay detrás de cada grano y el futuro que se germina con el esmero de la infancia que recorre los cultivos de café de la mano de padres cafeticultores, los mismos padres que alguna vez fueron hijos y a quienes también se les heredó este saber. Deseamos que disfruten tanto como nosotros este video que ha sido preparado por niños para chicos y grandes: https://youtu.be/cqRWACI04ac

Si quieres conocer más sobre la cultura del café te invitamos a visitar la exposición Café exquisita obsesión: Colección Mario Ramírez Bahena. Del cafetal al timbre postal, que estará hasta el mes de febrero de 2022 en el Museo de la Filatelia de Oaxaca, Constitución #201, Centro Histórico, Oaxaca de Juárez.


La cuna de los diablitos

El maestro Francisco Toledo, tanto en su obra artística como en sus acciones, destacaba la importancia de crear espacios sin fronteras para jóvenes con grandes sueños: “Visitar un museo y leer un libro puede ser el comienzo para crear una gran obra”. Y es, precisamente, la obra del inolvidable artista oaxaqueño la que está presente en cada rincón del Estadio Alfredo Harp Helú; ahí se fusionan el arte y el beisbol para cobijar las ilusiones de niños que sueñan en grande, siendo el escenario perfecto “para crear una gran obra”.

En estos tiempos difíciles, el Diamante de Fuego se ha convertido en un auténtico oasis que brinda la oportunidad de sentir la esencia del beisbol, acompañando los sueños de niños que viven su transición a jóvenes alrededor de las 108 costuras. El torneo cuadrangular de la Copa Juntos por México, con el sello de la Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú, encendió de nueva cuenta las luces y la ilusión. Después, el regreso de la Liga Invernal Mexicana vino a fortalecer el reencuentro, o el primer contacto, del aficionado con la sangre nueva, la sangre joven escarlata que, con esfuerzo, entrega y compromiso se ha ganado un lugar especial en el corazón del fanático rojo.

Tuve la oportunidad de conversar con algunos de los protagonistas que han brillado en el diamante sobre cómo fue su transición de niños con grandes sueños en el beisbol a jugadores escarlata. En primera instancia platiqué con Rosman Verdugo, Carlos Castellanos, Pedro Osuna e Ichiro Cano, quienes destacaron el gran valor que ha significado tener un maestro en casa, y ese lazo de amor hacia el beisbol que ha sido heredado.

El deporte empezó siendo un juego y conforme vas creciendo se convierte en más que eso, es tu sueño a alcanzar.

Todos coinciden en que el mayor sacrificio que han realizado ha sido el dejar a su familia y amistades. Estar fuera de casa por grandes lapsos de tiempo, y todo para buscar su sueño, siendo precisamente esos momentos intangibles los que representan los mejores recuerdos de su todavía muy cercana niñez, sumado a algunos objetos ligados al beisbol como su primer guante y, por supuesto, sus recuerdos, al haber asistido a la escuela de manera “normal”; todos reconociendo con orgullo que han sido buenos estudiantes.

A su corta edad ya sienten el nerviosismo cada vez que un pequeño se acerca a ellos a pedirles algún consejo, viéndolos como un ejemplo a seguir, y se les ilumina el rostro con sonrisas.

Yael Romero, el joven cañonero de la Ciudad de México, manifestó su amor por el beisbol desde muy pequeño, pero fue a los doce años cuando tuvo claro que quería vestir los colores escarlatas, siendo su abuelito, que lamentablemente falleció el año pasado, su principal motivador. A su corta edad se ha enfrentado a diversos fantasmas creados por factores o personas externas, y no permite que estos lo detengan, basando su fortaleza en el recuerdo siempre presente de su familia, viajando con dibujos de su hermano pequeño como auténticos amuletos. Al igual que a sus compañeros de equipo, todo esto lo ha hecho madurar de manera más rápida. “Yo juego por amor, es eso lo que me hace crecer, quiero salir adelante y ser una persona de bien”, declaró el capitalino.

Con porte y sangre de ídolo escarlata, Pedro Castellano Jr. creció entre diamantes profesionales. “El hecho de tener a mi papá e ir a los estadios todos los días con él por supuesto que influyó en mi amor a primera vista con el beisbol. Como a los 13 años supe que quería jugar de manera profesional y desde los 14, cuando llegué a la Academia en Oaxaca, lo he tomado con total seriedad”. Pedro destaca el gran impulso y consejos de sus padres: su papá trabajando más lo técnico y su mamá apoyándolo mental y sentimentalmente. Teniendo como principal modelo a seguir la carrera de su padre así como su disciplina y limpieza, sin embargo, es consciente de que él escribirá su propia historia.

Es así como un “juego de niños” se ha convertido en el sueño más grande de estos jóvenes talentos, que viven cambios y transiciones en academias, estadios, hoteles y carreteras. Todos teniendo como principal objetivo jugar beisbol de manera profesional, madurando a pasos agigantados, sí, pero sin dejar de lado el sueño de ese pequeño niño que los ha llevado hasta donde están hoy y que, seguramente, los seguirá llevando de la mano a alcanzar lo inimaginable.


La biblioteca infantil de Oaxaca de 1953

El primer recuerdo que tengo de una biblioteca es el de la BS Biblioteca Infantil de Oaxaca, en el barrio de Xochimilco. Tenía siete años cuando mi madre me llevó a conocerla. Es un espacio que cuenta con una ludoteca, un programa de actividades para niños y un vasto acervo que ha acercado la lectura a muchas generaciones, incluyéndome. Evoco este recuerdo para traer a la memoria colectiva otro suceso: el origen de la primera biblioteca infantil en el estado de Oaxaca creada en 1953.

A inicios de la década de los 50, la biblioteca del Instituto Autónomo de Ciencias y Artes comenzó a concebirse como un centro cultural que contara con una biblioteca infantil. Esta se trasladó a La Casa Magro, ubicada en la calle 5 de mayo, y en 1953 se inauguró la biblioteca infantil: fue la primera en su tipo de Oaxaca y de México. El licenciado Eduardo Vasconcelos, gobernador del estado en ese año, encausó el proyecto de la biblioteca infantil con el fin de preparar a su público para el futuro, es decir, formar a los lectores de la biblioteca desde temprana edad, sembrando la inquietud en los niños con el simple hojear de los libros, para después comprenderlos y que, posteriormente, se convirtieran en usuarios asiduos de la biblioteca.1 El nuevo espacio también contaba con una serie de actividades para los infantes, como, por ejemplo, la hora del cuento y una mesa redonda infantil. La historiadora Carmen Vásquez Mantecón2 menciona que la biblioteca contaba con 828 ejemplares, y que era una de las más concurridas en la capital del estado. En algunas cartas entre Jorge Fernando Iturribarría y Eduardo Vasconcelos se hallan testimonios del funcionamiento de esta biblioteca. Así, se sabe que contaba con un promedio diario de cien lectores, que las encargadas eran tres personas de educación preescolar: María Teresa Ramírez, Laura Núñez Caceres de Castellanos y Victoria Mijangos.

A la fecha se sabe en qué año abrió la biblioteca, pero se desconoce con exactitud en qué año dejó de funcionar. Sin embargo, la Biblioteca Francisco de Burgoa conserva en su acervo algunos ejemplares que conformaron la biblioteca infantil de 1953, como testimonio de uno de los primeros proyectos pensados para la infancia mexicana.

1 Carta de Eduardo Vasconcelos a Jorge Fernando Iturribarría donde hablan de las gestiones para la biblioteca infantil, en: BFFB-FJFI, caja 4, carpeta 1, 13 de noviembre de 1951.

2 Carmen Vásquez Mantecón, Historia de las bibliotecas en Oaxaca, México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 1989, p. 137.


Una nueva higuera del Valle sustituye el histórico árbol caído en la Calzada de la República

  • Después de varios días de trabajo para banquearlo el higo fue trasladado la madrugada de este jueves desde Cuilapam de Guerrero hasta la ciudad de Oaxaca.

Oaxaca, Oax.- Este 9 de diciembre se sembró un nuevo ejemplar en el mismo sitio que ocupó, durante más de 200 años, el higo que se desplomó en agosto pasado sobre la Calzada de la República.

El traslado y la siembra de este árbol de siete años fue posible gracias al esfuerzo y la coordinación del departamento de Medio Ambiente de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO), RootStudio y el Municipio de Oaxaca de Juárez, mediante la Coordinación Ejecutiva del Centro Histórico y la Regiduría de Gobierno y Espectáculos y de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

“Hoy una higuera hermosa, traída de Cuilapam, nos cobija con su sombra. Gracias. Vale la pena tanto esfuerzo. Oaxaca lo merece y nuestros hijos también”, expresó la doctora María Isabel Grañén Porrúa, presidenta de la FAHHO, a través de sus redes sociales.

Después de varios días de trabajo para banquearlo, finalmente el higo del Valle fue trasladado la madrugada de este jueves desde Cuilapam de Guerrero hasta la ciudad de Oaxaca. Arribó durante los primeros minutos del día y en su siembra participó la brigada del departamento de Medio Ambiente FAHHO, quienes lograron estabilizarlo con la ayuda de una grúa.

Al concluir las labores de siembra, el árbol recibió a sus primeros visitantes: un par de aves que detuvieron su vuelo en el ejemplar recién llegado, una señal muy esperanzadora, pues, con los debidos cuidados, este higo brindará cobijo a muchas especies.

Para asegurar su desarrollo, el mantenimiento y cuidado de este árbol correrá por parte de la FAHHO y del Municipio de Oaxaca de Juárez. Sin embargo, es compromiso de todos los ciudadanos cuidar de este ejemplar para disfrutarlo por muchas generaciones más. Por otro lado, la FAHHO se comprometió a sembrar un higo más en Cuilapam, como muestra de agradecimiento por ejemplar recién llegado a la ciudad.

Cabe recordar que el higo de más de 200 años que se encontraba sobre la Calzada de la República se vino abajo después de una breve pero intensa lluvia que azotó la ciudad los primeros días de agosto del presente año. Según las investigaciones del fallecido artista y activista Francisco Verástegui, el árbol caído fue sembrado por Guadalupe Victoria durante su paso por Oaxaca; era considerado uno de los árboles históricos más notables del estado.

Editorial

En esta emisión de fin de año publicamos textos que surgieron de la reflexión en torno a las distintas actividades y logros alcanzados al cierre del 2021. Entre ellos, los tres galardones otorgados por CEMEX al complejo del Salón de la Fama del Beisbol Mexicano, uno más de los proyectos que con entusiasmo apoya el contador Alfredo Harp Helú. También les compartimos algunas exposiciones que están en curso en los diferentes espacios de la FAHHO: la muestra en el Centro Cultural San Pablo, que tiene por tema a la naturaleza como forma de arte; la exposición de arte correo en México en el Museo de la Filatelia de Oaxaca y la experiencia de una espectadora al resultado de una colaboración entre artesanos oaxaqueños e hindúes que se muestra en el Museo Textil de Oaxaca.

En otro tenor, Seguimos Leyendo nos comparte cinco recomendaciones de lectura para esta época decembrina, todas ellas para ser disfrutadas en familia. Guerreros de Oaxaca nos habla de la importancia de apoyar al talento joven mexicano. Por su parte, los Diablos Rojos nos explican los beneficios sustentables de su espectacular estadio, el Diamante de Fuego. Estos son algunos de los textos que integran la edición de diciembre y que, sin duda, son resultado del esfuerzo y trabajo que mes con mes llevan a cabo los distintos colaboradores desde sus espacios.

Deseando que pasen unas felices fiestas en compañía de sus seres queridos, el equipo que integra al Boletín FAHHO les desea lo mejor para el próximo año. Esperamos que el 2022 esté lleno de actividades y logros, y que muy pronto podamos recibirlos con los brazos abiertos para compartir con ustedes cada proyecto con el que seguimos trabajando.

¡Feliz Navidad y próspero Año Nuevo!


Ganadores de los Premios CEMEX 2021

El 17 de noviembre se anunció a los ganadores de los Premios Obras CEMEX 2021. El complejo del Salón de la Fama del Beisbol Mexicano, uno más de los proyectos apoyados por Alfredo Harp Helú, fue galardonado con el tercer lugar en la edición México por “Espacio Colectivo” y con el Premio Especial de “Innovación en la Construcción”, en su edición México e Internacional.

Desde hace 30 años, este premio distingue no solo las mejores construcciones en México y alrededor del mundo, sino también a la mente maestra y al equipo de profesionales que están detrás de su edificación. Tanto en la edición México como en la Internacional se premian cinco categorías que reconocen y realzan la importancia de las obras participantes: Vivienda Residencial, Vivienda Económica, Edificación, Espacio Colectivo e Infraestructura. También se entregan cuatro Premios Especiales: a la Accesibilidad Universal, Edificación Sostenible, Innovación en la Construcción y Valor Social.

“Se trata de una construcción que promueve el sentido de comunidad y la interacción entre los usuarios”, y ostenta una remarcable “sostenibilidad, solución arquitectónica y estructural”, fueron las consignas por las que entregaron los galardones a este espacio digno del rey de los deportes en México. Sin duda, el proyecto del Salón de la Fama, liderado por el arquitecto oaxaqueño Daniel López Salgado & Asociados, incide como lugar colectivo en un punto ya de por sí simbólico para el país, como lo es el Parque Fundidora, en la ciudad de Monterrey. Los espacios que alberga el Salón de la Fama cobran vida con la presencia de los visitantes: la interacción entre las personas, cobijadas por los amplios muros, las imponentes bóvedas de ladrillo rojo y las obras de arte se conjugan de tal manera que lo convierten, más que en un lugar para visitar, en un espacio para disfrutar. Como el propio arquitecto Daniel López ha dicho: “Este ladrillo es un homenaje a los edificios históricos de la antigua fundidora de Monterrey [y] la variedad de formas en sus bóvedas rinde homenaje al perfil del Cerro de las Mitras”.

La primera piedra de esta gran casa fue colocada el 30 de noviembre de 2015, y el complejo fue oficialmente inaugurado el 20 de febrero de 2019. Desde entonces, al interior de este espacio, que alberga a la Biblioteca especializada Juan Vené —donada por el famoso comentarista del beisbol— y a la Biblioteca Infantil BS Salón de la Fama —hermana norteña de la Red de Bibliotecas que hay en Oaxaca— cientos de historias se han unido para dar la bienvenida a los aficionados y entusiastas que quieran conocer más acerca del rey del deporte.

Extendemos una amplia y sincera felicitación al arquitecto Daniel López Salgado y a su equipo, quienes han vuelto realidad el sueño de edificaciones como la que hoy es premiada.

A continuación, estimado lector, compartimos una liga a algunos artículos de nuestros boletines en los que podrás leer más sobre el Salón de la Fama del Beisbol Mexicano: https://fahho.mx/?s=sal%C3%B3n+de+la+fama+del+beisbol+mexicano


Sobre el color verde, la mente y el arte

1

Los pensamientos emergen, brillan y se apagan, en mareas que se repiten con ritmos que tienen origen en el mismo mundo que configuran; ese mundo ahora se parece a la sensación que queda después de leer o escuchar una historia.1 Slavoj Zizek ha insistido en que la Ecología está sustituyendo a la religión; y que la idea de que el hombre debe dominar a la naturaleza está siendo reemplazada por la del hombre que busca comunicarse con la naturaleza.

Ese propósito es complejo, pues hay que resolver cómo nos adaptamos, a cada momento, a un mundo que encontramos ya construido, pero que no está fijo, y que buscamos hacer estable mediante el significado y el lenguaje.

Volver a conectarnos con el flujo de la naturaleza y pensar como especie implica construir una nueva forma de vida, afortunadamente eso se puede hacer; el arte lleva muchos años mostrando que es posible dilucidar el mundo construido, mirarlo desde atrás del telón2 e intervenir la manera de comprenderlo todo.

De hecho, el arte se reinventa todo el tiempo e implica, normalmente, observar todo como nuevo, partir de cero en cada experiencia; no para mirar con ingenuidad, sino para intentar quitar las capas de prejuicios.

La exposición que presenta este fin de año el Centro Cultural San Pablo tiene como tema, precisamente, la naturaleza, y busca que se entienda como medio ambiente desde una perspectiva ecológica para proponer, mediante el arte, que también es posible pensar en una ecología de la mente.

2

Las aves miran de forma inimaginable para los seres humanos: su registro cromático es tan distinto que parece que habitan otras formas de espacio. Las abejas y otros insectos sociales, mediante mecanismos biológicos, participan y se adaptan como comunidades en el funcionamiento de su entorno. Así, la exposición en el Centro Cultural San Pablo incluye dos nidos elaborados por aves invitadas,3 y otros hechos por personas para intentar que lleguen algunos pájaros a usarlos como casas. La intención de ello es pensar la diferencia entre lo natural y lo artificial.

Durante varios años, la artista Yolanda García Ceballos realizó una obra titulada Teoría de la transición, sobre la idea de habitar un espacio, que consiste en reunir restos de tierra de diferentes colores y fotografías de casas abandonadas o en demolición, específicamente del municipio de San Pedro Garza García, en Nuevo León. Yolanda visitó los terrenos, registró en imágenes los fragmentos de muros, los vestigios de las casas y sus espacios habitados con funciones específicas: cocina, recámara, baño, estancia… De alguna manera, con su obra remite a la ausencia de la experiencia vivida en esos espacios. ¿Qué tanta presencia actual puede tener una experiencia pasada?, ¿qué se necesita para que se convierta en memoria?

En las fotografías de Yolanda se pueden observar muros encalados que han perdido su pintura, tabiques fragmentados que siguen en el piso, volviéndose polvo, tuberías, varillas y otros metales salitrosos a los que se adhieren restos de vida en la que hubo emociones, sueños, deseos, esperanza, fe. Esas imágenes exploran la vida vinculada a un espacio, y la posibilidad de que la experiencia se extinga, transformándose en experiencia de otras vidas. En los terrenos donde están las casas en ruinas, se han construido otras que volverán a demolerse. Aparecen casas, templos y ciudades, y se van demasiado rápido; animales, plantas, humanos se van demasiado rápido.

3

El ave llamada Garuda lleva en el pico una rama de árbol muy larga; en las garras, un elefante y una tortuga enormes. Bajo sus alas oscurece el cielo, entre las nubes y la tierra su sombra forma el telón que observamos como realidad.

El primer ojo que distinguió esa ave al nacer fue el de una mujer sentada en una piedra, el ojo de su madre que había cuidado su huevo por 500 años; y reconoció el mismo fuego que le animaba: el ojo de su madre era el suyo. Supo desde ese momento que su misión consistía en robar a Indra el soma, y entregarlo a las serpientes para liberar a su madre. Antes de cualquier prueba y cualquier obra, la vida de los dioses era vana.4

El soma es una bebida que es el sol que se transforma. En Oaxaca el sol se transforma en mezcal mediante algún tipo de agave, que es una manera humana de convertir la vida del agave en experiencia mística.

Para explorar la forma y la intensidad en que una planta recibe sol durante muchas horas, días o años, Christian Thornton desarrolló un sistema de registro colocando dispositivos sensibles a la luz solar en el quiote de un maguey. El resultado es una nube de luz hecha de vidrio transparente muy fino que acompaña al quiote, y que es artificial y natural al mismo tiempo.

En la exposición del CCSP se presentan la delicada nube de vidrio, el laboratorio y el instrumental desarrollado por Christian Thornton en Oaxaca, y por su colega en Alemania, para medir la manera en que la luz solar se transforma en energía que carga al agave, y que más tarde, mediante otros procesos, se convierte en mezcal.

4

A propósito de hacer un registro de la memoria vegetal en diversas formas, la fotógrafa Cecilia Salcedo desarrolló un sistema para permitir que las hojas y los frutos de ciertas plantas compartieran su memoria; el resultado es un registro en tela de las formas y la concentración de fluidos, experiencia y voluntad de cada planta.

Este método consiste en una fotografía realizada a partir de humedad y calor, pero apunta a imprimir algo que no es inmediatamente visible. Cecilia Salcedo construye un tipo de imagen que registra, en varios niveles, los procesos biológicos de la hoja o la flor para dar cuenta de su cuerpo, su savia y la persistencia de la memoria vegetal.

5

La exposición incluye dos instalaciones que dan cuenta de la intensa voluntad de las plantas para tomar cualquier resquicio de espacio y sobrevivir: pastos abriéndose camino a través de costales de tierra y plantas saliendo por los espacios que dejan los vidrios rotos de puertas metálicas; ambas obras funcionan como metáforas de la manera en que el sol, la tierra y el agua se transforman en organismos biológicos y adquieren cuerpo con experiencia vegetal.

Según Gregory Bateson, en los sistemas complejos las relaciones interpersonales predominan sobre la configuración de una individualidad.5 De acuerdo con él, la experiencia consiste en la respuesta a los elementos aleatorios y contingentes de cada situación; si la situación implica modalidades de presencia menos densa que la humana, debe haber un tipo de experiencia no humana.

A pesar del aparente comportamiento funcional de algunos elementos de sistemas complejos, es posible observar patrones de alguna forma predecibles, y una vez que se encuentran esos patrones, es posible cambiar la mirada humana ampliando su rango, aunque no deja de ser humana.

Precisamente, el arte apunta a intervenir las relaciones interpersonales: desde la construcción de una intersubjetividad hasta las prácticas de la vida cotidiana; pensando nuevamente en hábitos, tradiciones, ideas y costumbres, buscando dilucidar la naturaleza del pensamiento. La exposición en el Centro Cultural San Pablo sobre medio ambiente presenta ese propósito implícito en el arte contemporáneo, además del aspecto ético que hay en la configuración de formas de la comprensión y construcción del mundo que habitamos.

1 Roberto Calasso, Ardor, Editorial Anagrama, Barcelona, 2016

2 Antonio Lobo Antunes

3 Nido. Anónimo que es un pájaro. 46 x 15 x 15 cm. Restos de plantas. 2021.

4 Roberto Calasso, Idem

5 Gregory Bateson, Pasos hacia una ecología de la mente: colección de ensayos en antropología, psiquiatría, evolución y epistemología, Ballantine Books, 1972.


Cartografías ocultas

Durante los años setenta y ochenta, apropiándose del sistema postal, artistas de todo el mundo empezaron a intercambiar obras de arte, a organizar eventos internacionales y a gestar piezas colaborativas con participaciones voluntarias que llegaban desde diversas latitudes. Detrás de esta práctica, conocida como arte correo, se construía una red internacional de comunicación manejada por las y los artistas, cuyo objetivo era encontrar formas horizontales, colaborativas e incluyentes de hacer y recibir arte.

Por ese entonces, diversos artistas emergentes en México que buscaban espacios autónomos y colectivos de producción, y que se estaban sumando a distintos “grupos” como Março, No Grupo o Salón Independiente, vieron en el arte correo un vehículo idóneo de comunicación para estrechar lazos estéticos y políticos con sus pares en Latinoamérica y alrededor del mundo. Artistas como Marcos Kurtycz, Lourdes Grobet, Felipe Ehrenberg o Maris Bustamante se insertaron de una forma u otra en el arte correo, y pronto surgieron agrupaciones como Colectivo3 o Algo Pasa, dedicados específicamente a esta práctica.

Así, México fue un nodo sumamente activo en la red de arte correo. Sin embargo, y pese a los esfuerzos de organizar y difundir el trabajo que se hizo durante más de dos décadas, muchos de estos alcances se han perdido de vista. La exposición Cartografías ocultas: Circuitos del arte correo en México se suma a los esfuerzos realizados previamente por espacios culturales, como el Museo de la Filatelia de Oaxaca, para rescatar la importancia que el arte correo tuvo en México, así como para pensar en su relevancia actual.

A partir de material de archivo e intervenciones contemporáneas, la exposición busca mostrar las infraestructuras que permitieron la construcción e inscripción de artistas, colectivos y grupos mexicanos en esta red global, así como las preocupaciones estéticas y políticas que la motivaron. El material se distribuye en cuatro núcleos temáticos: 1) la apropiación del sistema postal, 2) la composición de los grupos y la consolidación de sus teorías sobre el arte correo, 3) la transmisión de noticias y actualizaciones a través de boletines periódicos y, finalmente, 4) las distintas formas posibles de colaboración en la red. Las actuales investigaciones de Santiago Muédano, Federico Pérez Villoro y Edwina Portocarrero sobre aspectos diversos del arte correo, muestran la forma de ocupar las infraestructuras burocráticas, dar respuesta a las preguntas de cómo se organiza una red de comunicación y cuáles son las posibles fallas en la misma. Así, estas piezas nos invitan a pensar en los hilos que nos conducen del pasado al presente, del arte correo al arte actual.

Cartografías ocultas estará en el Museo de la Filatelia de Oaxaca del 9 de septiembre de 2021 al 21 de enero de 2022. Ubicado en la calle de la Constitución número 201, en el Centro Histórico de Oaxaca, el museo abre de martes a domingo de 11 de la mañana a 6 de la tarde.

¡Ahí nos vemos!


Los músicos de Víctor Vásquez

En la Sierra Mixe, en Santa María Tlahuitoltepec, entre las montañas, las casas y la neblina, nacen grandes piezas de barro natural, modelados a mano, lentamente, pero con precisión.

Víctor Vázquez nos cuenta que ha heredado las habilidades y la inspiración de sus abuelas y de su madre: aprendió a trabajar el barro y a hacer piezas a partir de él, con la necesidad de mejorar y buscar retos para diferenciar su trabajo.

Es evidente que sus piezas destacan de la alfarería tradicional de la comunidad, incluso de su familia, que elabora utensilios de cocina, principalmente. Es imponente ver las figuras que crea, altas, erguidas y tan detalladas que parecen ser reales, como los músicos que se quedan inmóviles al tocar una nota. “Las piezas de gran formato son algo personal, propio. Yo solía hacer piezas chicas, pero estas son un reto para mí mismo. Cada pieza es muy compleja, ni siquiera he podido determinar yo mismo cómo construirlas, cada una ha sido un reto diferente y representan algo distinto en su elaboración”.

Los músicos de tamaño natural nacen como un homenaje a la tradición de la comunidad. Tlahuitoltepec siempre se ha reconocido como un semillero de músicos, y Víctor nos comenta que él ha querido mezclar ambas habilidades: la alfarería y la música.

En cierta ocasión le presentamos a Víctor una nueva tarea: hacer a los beisbolistas que acompañarán y serán guardianes del nuevo Estadio de Beisbol Alfredo Harp Helú, en la Ciudad de México, como un homenaje a los jugadores, a la afición y a la tradición del rey de los deportes. “Los beisbolistas llegan como un reto que nunca me habría planteado, desconocía todo sobre el tema, pero igual dije, todo se puede plasmar, es un reto diferente, cuando me dijeron haz esto, dije lo hago o no lo hago, tuve que investigar y plasmar los detalles para lograrlo”.

Para Víctor, los jugadores de beisbol representan una nueva manera de hacer las piezas de gran formato. Si bien conoce sus capacidades, ha querido aumentar, aún más, las dimensiones de estas figuras, en sus palabras: “Para que apantallen más”, asumiendo que esto significaba que tendría que cuidar mucho más la quema, incluso invitar a amigos a que lo apoyaran, por el peso y la complejidad de las posiciones, ya que buscó que fueran lo más realistas posibles, como si jugadores en verdad hubieran quedado petrificados en un momento.

La investigación hecha sobre el tema, los modelos a pequeña escala que se realizaron, las correcciones e incluso una pieza que se rompió durante la quema, han sido experiencias y reflexiones que Víctor va sumando para aprender más y mejorar sus habilidades, abriéndose el camino a nuevos retos, nuevas piezas y, sobre todo, para formarse como un referente de otros creadores, alfareros y ceramistas que puedan buscar, como él, sus propios retos.


El infierno verde

Concebir un estadio de vanguardia internacional implica llevar el inmueble más allá de lo visualmente espectacular. A la par del deterioro progresivo que las actividades humanas han ocasionado a su entorno, se han creado prácticas orientadas a reducir o revertir el impacto negativo generado hasta el momento en el medio ambiente. Así, el Diamante de Fuego es uno de los estandartes de la arquitectura ambiental en nuestro país, ya que promueve el uso eficiente de recursos para su funcionamiento.

El Estadio Alfredo Harp Helú fue concebido para comprometerse con la preservación y la coexistencia armónica de este deporte con el espacio en el que habita; siendo esta una edificación orientada hacia la ecología desde su cimentación contando con 70 000 m³ de concreto ECO, elaborado con material reciclado que ofrece al inmueble una larga vida útil con un menor gasto de mantenimiento.

Al ser una construcción dedicada al entretenimiento y al deporte, y alejada de los diseños en forma de contenedor, el Infierno de la Ciudad de México cuenta con un aprovechamiento de la luz diurna que, junto con sus largos pasillos y sus espacios abiertos, optimizan el sistema de ventilación y climatización del estadio, orientados al ahorro de energía eléctrica.

Por otro lado, el ahorro de agua está garantizado gracias a dos de los principales diferenciadores del inmueble. En principio, el campo de juego, que ocupa una superficie de 13 600 m² de césped artificial de bajo mantenimiento, llega a ahorrar más de 11 000 millones de litros de agua al año, pues no es necesario regarlo a diario. En segundo término, el diseño de la techumbre, que cubre gran parte del recinto, junto con la tecnología de desagüe del campo hacen posible la recolección de agua pluvial destinada tanto a los servicios sanitarios durante los eventos, como al mantenimiento del campo de juego.

El levantamiento del Diamante de Fuego se produjo como respuesta ante la falta de una casa propia para los Diablos Rojos del México, pero respondió, de manera paralela, a la necesidad de contar con un espacio moderno en la capital del país, en materia de entretenimiento deportivo, orientado a las tendencias arquitectónicas sustentables
que se han replicado a lo largo del siglo XXI.

Datos verdes:


• Utilización de concreto ECO durante su construcción
• Campo sintético de bajo mantenimiento
• Tratamiento de aguas negras
• Recolección de agua pluvial
• 174 luminarias LED de bajo consumo
• Reutilización de agua para servicios
• 410 árboles sembrados
• 15763 m2 de áreas verdes


Guerreros impulsa el talento joven

El club de beisbol Guerreros de Oaxaca se ha caracterizado por dar oportunidades al desarrollo del joven talento mexicano. Cuenta con un centro de alto rendimiento, la Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú, ubicado en San Bartolo Coyotepec, Oaxaca, que brinda el apoyo para que el joven pelotero mexicano pueda explotar su máximo potencial y así perseguir un sueño: jugar pelota profesional en nuestro país, o bien, ser reconocido mundialmente en ligas de Estados Unidos o de Asia.

Este 2021, la directiva bélica se dio a la tarea de explotar el talento joven, lo cual significó el debut de un total de once jóvenes en la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), una de las cifras más altas para un equipo profesional de verano.

Jugadores como Bryan Araiza, Juan Carlos Camacho, Alfredo Fernández, Sebastián García, Roberto Carlos Méndez Jr., Andrés Moreno, Pedro Ordaz, Oliver Zepeda, Armando Angüis, Guillermo Arvizu y Alexis Rico, fueron quienes probaron las mieles de la pelota profesional en nuestro país, destacando la mayoría con grandes actuaciones tanto en la ofensiva como en el pitcheo.

Uno de los peloteros que más impresionó este año, y que es candidato a ganar el premio a Novato del Año en la LMB, es el originario de Los Mochis, Sinaloa, Juan Carlos Camacho, que en su año de debut militó en un total de 58 encuentros; bateó para .312 con 62 imparables, 16 dobles, un triple y diez cuadrangulares, mandó al plato a un total de 43 compañeros, siendo el cácher que más carreras produjo en todo el circuito, además de ser el receptor con más cuadrangulares conectados en la temporada, junto con el dominicano Carlos Paulino, de los Generales de Durango.

Otro joven que sorprendió en su debut —y que demostró la gran calidad que tiene, pese a que no inició la campaña— fue el jardinero Bryan Araiza, quien en 45 encuentros conectó cinco cuadrangulares, produjo 19 carreras y se estafó cuatro almohadillas, además de tener grandes actuaciones en los jardines.

Para la temporada 2022 se espera la continuidad de estos peloteros quienes, en su mayoría, después de la campaña en el verano tendrán la oportunidad de participar en la liga de invierno con sus respectivos equipos.

Deseamos el mayor de los éxitos a estos jóvenes que nos dejaron un gran sabor de boca con sus actuaciones aquí en Oaxaca.


Descubriendo lenguas mesoamericanas en el baúl de documentos del AGEO

En octubre de 2018 se inició la descripción y catalogación de documentos elaborados por instituciones virreinales, públicas y privadas, que se encuentran resguardados en el Archivo Histórico del Estado de Oaxaca. Al comenzar estas actividades ya existían catálogos emitidos por el Archivo General del Poder Ejecutivo del Estado de Oaxaca (AGEPEO), antecedente inmediato del Archivo General del Estado de Oaxaca (AGEO), al cual pertenece la Dirección del Archivo Histórico.

Sin embargo, al cotejar los expedientes con los catálogos fueron notorias las inconsistencias, esto debido a que los documentos no fueron organizados con criterios archivísticos. Una de las inconsistencias más destacadas fue la separación de expedientes en diferentes fondos, lo que obligó a corroborar si los documentos que se iban describiendo y catalogando eran parte de expedientes incompletos. De esta forma se identificaron y localizaron 1300 documentos, de casi 5000 que habían sido catalogados, que se encontraban separados de su expediente original.

Cuando comenzó la elaboración de los nuevos catálogos en el AGEO, aún no se habían establecido criterios descriptivos. Sin embargo, el contacto cotidiano entre el personal responsable de la catalogación y los expedientes les permitió identificar atributos fundamentales, como la data crónica y tópica, el tipo de proceso administrativo y a las autoridades responsables de su gestión, así como elementos poco comunes que requerían ser registrados, entre ellos mapas, ilustraciones, Reales Provisiones, sellos de órdenes religiosas y documentos en lenguas de origen mesoamericano, específicamente de la familia otomangue.

Los documentos escritos en zapoteco, mixteco y náhuatl que se conservan en el Archivo Histórico del Estado de Oaxaca son —en su mayoría— testamentos y escrituras de venta, o donación de tierras, que fueron presentados como pruebas en juicios posesorios de los siglos XVII y XVIII. La separación archivística de estos documentos, basada en los cinco cuadros clasificatorios (Gobierno, Hacienda, Justicia, Milicia y Registro Civil) utilizados en el archivo histórico, los coloca dentro del Fondo Justicia, Sección Civil, Serie Propiedad y Posesión.

En menor medida, los documentos escritos en lenguas mesoamericanas fueron utilizados en otro tipo de procesos, gestionados por los mismos hablantes. Entre ellos se encuentra un expediente formado para la rescisión de un contrato de venta de una casa y solar, la solicitud de Gonzalo Contoy, cacique de Cacalotepec, para que se le autorizara vender unas tierras; una querella entre los pueblos de San Miguel Metepec y Santa María Ocotepec por el pago de una deuda, y un expediente de composición de tierras de Santa María Coixtepec. Estos expedientes forman parte del Fondo Gobierno, Sección Tierras y del Fondo Justicia, Sección Civil.

Un documento excepcional, escrito en una lengua mesoamericana, podría ser un cuadernillo de doctrina cristiana. Gracias a la orientación del Dr. Michel Oudijk fue posible determinar que la lengua del documento es el zapoteco. Aunque no está fechado ni ubicado espacialmente, y tampoco contiene evidencia que permita identificar a su autor, por el formato de su escritura es posible afirmar que su elaboración corrió a cargo de un religioso. De aquí que su clasificación sea la siguiente: Fondo Gobierno, Sección Secretaría del Despacho, Serie Asuntos religiosos, Subserie Órdenes religiosas.

Es importante mencionar que la identificación de las lenguas mesoamericanas en las que se encuentran los documentos conservados en el Archivo Histórico de Oaxaca —a excepción de la cartilla mencionada— se realizó atendiendo a lo que indican los mismos expedientes, en los que se manifiesta la lengua en que están escritas las pruebas presentadas, ya fuera por parte del intérprete, la autoridad responsable, o por los mismos tramitantes.

En el año 2020, este trabajo de identificación y descripción realizado por el AGEO facilitó el trabajo colaborativo entre esta institución y la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, para que en el marco del proyecto Filología de las Lenguas Otomangues y Vecinas (FILOV) se identificaran 51 textos escritos en zapoteco, mixteco y náhuatl, que fueron digitalizados y catalogados para formar parte de un repositorio filológico mesoamericano (proyecto digital desarrollado por la BIJC y el Instituto de Investigaciones Filológicas-UNAM) con el objetivo de poner a disposición del público textos virreinales escritos en lenguas mesoamericanas.


La añoranza de las historias

Lanza un grito de alegría y nota un profundo sentimiento de agradecimiento
al sentir que un rozamiento, un estremecimiento mueve su mano izquierda:
se trata del hilo que lo une a la vida, a Ariadna.

Del mito de Teseo y el Minotauro

Movidos por una condición sanitaria mundial tuvimos que hacer cambios, y estos, inevitablemente, se fueron a los extremos, obligándonos a ser más cautelosos con el trabajo y la vida. Una de las medidas de seguridad fue trabajar a puertas cerradas; mientras estuvimos más alejados del público, más nos acercamos a nuestros acervos y a la reflexión sobre nuestra responsabilidad dentro de las bibliotecas y museos.

Con estas nuevas formas de trabajo y de interacción responsable con el público surge la necesidad de apoyarnos como colaboradores de la misma institución, por tal motivo, mi labor de animación a la lectura en las bibliotecas infantiles y mi trabajo con y para la primera infancia dieron un giro al integrarme a la revisión del acervo del Museo Textil de Oaxaca.

El principio de este recorrido se sentía como una aventura “peligrosa” (peligrosa en función de lo desconocido), y me veía como Teseo en el laberinto de Dédalo: ante un sinfín de posibilidades, todas desconocidas; acompañada de un ser, una bestia en extremo hermosa y peligrosa, pero en el fondo con algo familiar. Me preguntaba qué hace una animadora de lectura en un museo textil. La respuesta surgió desde el primer día: escuchar y contar historias.

Como el hilo que Dédalo le da a Ariadna y que esta, a su vez, da a Teseo para asegurar su regreso, las historias que rodean al museo fueron el hilo que me guió a la salida de ese laberinto de añoranza, y así encontré un significado a mi actual presencia en el MTO.

Sin duda, Re inventar-se (la exposición con la que el museo abre sus puertas des pués de lo más crítico de la contingencia sanitaria) fue importante en muchos aspectos. El mismo nombre, que es un juego de palabras, exigió un movimiento reflexivo; vivir la experiencia sensorial del montaje fue algo nuevo y sumamente atractivo; al final, ser parte de ello y tener la certeza de que más de una persona disfrutará de esa danza aérea de textiles continúa moviendo más de una fibra de curiosidad.

En esta exposición conocí el rebozo de luto y sus múltiples funciones. Más allá de lo estético, entender el rebozo como un espacio de contención ante la pérdida, y la despedida de una vida, fue muy valioso para que comprendiera y asumiera uno de los valores que más protege el MTO: visibilizar y priorizar a las personas creadoras del arte textil, además de señalar cómo la vida de las piezas está en función de su participación en manifestaciones colectivas. Es justo por esos logros colectivos que la importancia de un textil nunca se pierde.

Estar dentro de los depósitos que albergan el acervo fue una experiencia inolvidable: encontrar textiles antiquísimos, una diminuta ave amarilla perfectamente bordada en papel, el tener un encuentro muy cercano con textiles bordados con cabello y ver una conjugación, literal, entre creadora y pieza son experiencias que te sensibilizan y exigen ser compartidas con otra persona.

Vivencias en el trabajo con el acervo hay muchas, y por fortuna este pronto estará disponible en formato digital para que más personas lo conozcan.

Comenzar a habitar el Museo Textil como una contadora y oidora de historias pronto me hizo sentir en casa y hoy, a casi un año de estar tan cerca de su acervo, mi mirada hacia el patrimonio textil, y principalmente a los creadores, es de sumo respeto y admiración.

¡Larga vida a las historias en sus múltiples versiones!


La Navidad a través de los libros

Llegan a las montañas las primeras heladas que cubren con escarcha las hojas de los árboles, mientras que, en la ciudad, las mañanas y las noches son más frías. Si guardamos silencio, tal vez logremos escuchar el tintineo de los cascabeles que anuncian la llegada del Expreso Polar y, con él, de la Navidad. Abordemos este tren y emprendamos un viaje imaginario, esto será posible gracias a la literatura.

Primera parada. Aquí conoceremos a Nicolás, un niño que no quiere irse a dormir. Sus papás han apagado la luz, pero él tiene los ojos muy abiertos ¿Sabes por qué? ¡Está esperando la llegada de la Noche Buena junto a Minina! Y no son los únicos. Emma habita en otro libro, y, al igual que Nicolás, espera este día tan especial en el que la mayoría de las familias se reúne para conversar, tomar ponche, romper piñatas y —por qué no— también para leer y compartir historias alrededor de la mesa. Aunque es muy probable que no podamos celebrar como antes, sin duda siempre hay formas de estar cerca y muy juntos. ¿Qué te parecería hacerlo a través de una carta? Es cierto que estamos más acostumbrados a los mensajes virtuales, pero esta vez podrías sorprender a alguien enviándole un mensaje escrito a mano, con tu puño y letra. En nuestro librero tenemos un ejemplar de La Navidad de los crayones, un libro que puede ser una guía para que escribas una carta muy original. En él se cuenta que un día el cartero tocó la puerta de la casa de Duncan y le entregó cinco cartas que no solo tienen mensajes, sino también un juego de mesa, una receta para hacer galletas y un mapa misterioso. Te recomendamos acercarte al correo tradicional, comprar estampillas y hacer feliz a alguien con un dibujo o una historia fantástica inventada por ti.

El tren continúa su camino y hemos llegado a la siguiente estación. ¿Conoces a M.B. Brozon? Es una autora mexicana que escribe principalmente para niñas, niños y adolescentes. Para estas fechas decembrinas recomendamos leer su libro de cuentos Un ángel en la azotea y otros cuentos de Navidad. Se trata de cinco historias, pero la que más nos hizo reír es la que se titula “La prueba”. En ella nos enteramos de que Germán ha conseguido, por fin, la evidencia más clara sobre la existencia de los Reyes Magos. No es lo que hubiéramos esperado, pero ante tal prueba no podemos poner resistencia. Recomendamos leer este libro con toda la familia mientras se toman un ponche calentito.

Avanzamos en nuestro viaje literario. Si crees que ninguna de las historias anteriores es para ti, qué te parece si vas al librero y eliges el ejemplar que está en la parte de arriba del mueble: Manual de remedios literarios, cómo curarnos con libros. Si en estas fechas tan emotivas una dolencia te aqueja, entonces este es el libro adecuado para ti. Vamos al índice de dolencias, en donde están organizadas de la A a la Z, veamos qué nos recomienda para aminorar el dolor en esta Navidad… Según este libro, un buen analgésico puede ser leer Cuentos de Navidad, de Charles Dickens. Así que utiliza tu mejor voz dickensiana y lee en voz alta —y frente a toda tu familia— esta grandiosa novela que nos cuenta una historia de fantasmas. ¿Sabías que Dickens es el culpable de que esperemos una “blanca Navidad” y que fue el primero en exhortarnos a mantener el espíritu navideño?

En fechas decembrinas cuando todo se llena de luz e ilusiones, o de alguna tristeza o recuerdo melancólico, busca en tu librero o en la biblioteca y verás que dentro de la literatura hallarás una historia que te ayudará a pasarla mejor.

Hemos llegado al final del viaje. El tintineo del cascabel se vuelve más lejano y el Expreso Polar empieza a difuminarse entre la niebla. Abre los ojos y pon las manos en tu bolsillo: ahí está el cascabel. Para algunos dejará de tintinear, pero para los que mantengan la fe nunca dejará de resonar.

La Navidad de Nicolás
Autoras: Agnès Laroche y Stéphanie Augusseau
Editorial: Tramuntana

Emma y la Navidad
Autora: Jutta Bauer / Editorial: Lóguez

La navidad de los crayones
Autor: Dew Daywalt
Editorial: Fondo de Cultura Económica

Un ángel en la azotea y otros cuentos de Navidad
Autora: M.B. Brozon / Editorial: SM

Manual de Remedios Literarios
Autora: Susan Elderkin /Editorial: Siruela