LA BOTICA DE DON JOSUÉ, RECETAS MAGISTRALES

El Taller de Restauración de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca ha trabajado arduamente en colaboración con otras organizaciones y municipios para llevar a cabo la gestión y ejecución de proyectos de restauración de bienes muebles e inmuebles en el estado de Oaxaca. Es así como llegamos al municipio de Asunción Ixtaltepec, donde, tras los pasados sismos de septiembre de 2017, varias casas y edificios con valor histórico fueron afectados o destruidos en su totalidad. La Fundación instaló ahí un equipo de trabajo para brindar apoyo en la reconstrucción de los inmuebles, pues además de ser referencia del pasado de la comunidad, son de gran aprecio para muchos de sus habitantes.

La casa típica istmeña, con su sala grande, corredor, muros de adobe y ladrillo, techos de biliguana y tejavana, es poseedora de elementos y factores ideológicos propios de la región que poco a poco se han perdido. Muchos propietarios optan por sustituirlas con material basado en block y losa de concreto, lo cual rompe totalmente el concepto de vivienda tradicional propia de la localidad, además de ser poco favorecedoras en el clima caluroso.

El señor Josué Antonio García menciona que su vivienda tiene aproximadamente 240 años de antigüedad. Su padre fundó ahí la primera botica del pueblo, que se distinguía por ser el lugar en donde se preparaban las “recetas magistrales” con base en diversas sustancias para curar enfermedades. Esta casa resultó muy dañada por el terremoto, pues el 50% del corredor estaba colapsado, los techos caídos y las columnas y muros de adobe fragmentados.

Tras los sismos se elevó la necesidad de ayudar a recuperar este tipo de vivienda histórica. La casa botica fue una de las elegidas por la FAHHO, por ser un lugar representativo para la comunidad. El padre de don Josué, el señor Genaro Antonio Manuel, era conocido como el médico del pueblo, fue partero y asistente en las cirugías, y trabajó en su botica con distintos doctores de donde obtuvo conocimiento empírico para poder atender a sus pacientes.

El señor Josué, de 61 años de edad, narra que su padre fue quien le enseñó el negocio de la botica y que la gente los buscaba para comprar las “recetas magistrales”, como pintura de yodo para curar las heridas, agua sedativa para el dolor de articulaciones y anizado para atacar el sarampión y la viruela por medio de las llamadas “friegas”.

Josué conserva con orgullo un libro con la letra de su papá, con anotaciones desde 1948 hasta 1958, en donde se escribían las recetas magistrales: las sustancias, el peso, el nombre del doctor, la dosis en que se administraban y el precio. Guarda también el documento expedido en la Ciudad de México en 1948 que certifica a su padre como “Farmacéutico de la identidad, pureza y conservación, buena preparación y dosificación de los productos medicinales que se expenden en la botica”. Además hay dos pesados morteros de distintos tamaños y un embudo, que eran utilizados para la elaboración de estas fórmulas. Todo eso fue rescatado bajo los escombros de la casa.

Después del siniestro, la habitación en donde se encontraba el señor Josué quedó completamente destruida: cayó toda la parte del techado, mientras que los cuartos, el corredor, la botica y la rebotica (donde se preparan los medicamentos) quedaron muy afectados. “¡La polvareda que se levantó!”, menciona el boticario. “Estábamos ahogándonos del polvo de la tierra. Se cayeron las cosas, los morillos, todo. Le dije a mi esposa: ‘¡Agárrate bien!’”.

Don Josué le tiene gran aprecio a su casa, ya que fue herencia de su mamá: “Es de familia, de mi tía abuela, mis raíces”, comenta. Al preguntarle cómo se sentía al saber que su casa sería restaurada, no pudo contener la emoción y secándose las lágrimas dijo: “Es algo muy valioso para nosotros, para la familia; la vida, todo lo que vivimos ahí, la familia, mi mamá, mi tía abuela”.

Tiene además la intención de regresar su farmacia adonde estaba originalmente y seguir contando la historia de su papá y de las recetas magistrales. Mientras tanto, el equipo del Taller de Restauración FAHHO sigue avanzando en la reconstrucción de la casa, preservando así nuestra cultura y raíces.

TEMPLO DE SAN VICENTE FERRER

Los daños que sufrió Juchitán por los pasados sismos de septiembre fueron cuantiosos y de gravedad. Además de las pérdidas humanas y los múltiples heridos, mucha gente se quedó sin hogar. Innumerables casas derruidas, edificios públicos en ruinas y el patrimonio histórico dañado.

El templo más antiguo (siglo XVII) y dedicado al santo patrono de Juchitán, San Vicente Ferrer, sufrió grandes pérdidas. El sistema de cubiertas se vio gravemente afectado: la bóveda de cañón corrido en la nave y la cúpula en el presbiterio fueron severamente alteradas por grietas que ponen en riesgo su estabilidad; los muros, constituidos por robustas mamposterías de piedra de más de tres metros de espesor, sufrieron destrucción de gran envergadura; uno de los campanarios se derrumbó y las torres que le daban sustento tuvieron colapsos y pérdidas parciales. La fachada también se vio afectada, está atravesada por grietas de diversa longitud y el remate se derrumbó.

Lo que sucedió en este templo, así como en una gran cantidad de edificios patrimoniales, es que los daños más severos fueron en áreas que habían sido previamente reparadas en sismos anteriores. En San Vicente Ferrer tenemos la evidencia de que prácticamente todas las áreas que se intervenieron en 1955 fueron las que se colapsaron, lo que demuestra una insuficiencia técnica de la intervención.

Dada la gravedad de esta situación y con la intención de brindar apoyo para solucionar los problemas, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca financió el proyecto ejecutivo de la restauración del templo, la rehabilitación de la casa cural y su pórtico techado, el atrio y el portón de acceso, así como la supervisión de las obras por personal técnico capacitado.

El pasado 19 de marzo, la Secretaría de Cultura federal aportó un fondo para iniciar los trabajos de la reconstrucción, mientras se liberan los recursos que aportará el seguro que el Instituto Nacional de Antropología e Historia tiene para la rehabilitación de los monumentos patrimoniales. En un primer momento se realizan acciones que permitirán el desarrollo de los trabajos de liberación, consolidación y restitución de elementos en los diferentes puntos del templo. Se inició con la protección de tapiales para proteger la obra, la adaptación de una bodega para materiales y la creación del área de oficina, así como las obras de protección a cubierto para poder trabajar en las diferentes bóvedas de la iglesia.

Las premisas básicas que rigen este proyecto de restauración son que todas las intervenciones en el monumento tengan una alta calidad constructiva, buscando que los materiales empleados sean similares a los utilizados en la construcción original; que la obra ejecutada posibilite la permanencia en el tiempo, y, en la medida de lo posible, sobrevivir a sismos similares o mayores a los vividos en septiembre de 2017.

ARCHIVO HISTÓRICO DE LA PARROQUIA DE SAN VICENTE FERRER, JUCHITÁN

La labor de la Fundación Alfredo Harp Helú en la región del Istmo también se hizo presente con la organización del Archivo Histórico de la Parroquia de San Vicente Ferrer, a cargo del presbítero Lucio Santiago Santiago; este rescate transcurrió durante la semana del 23 al 27 de octubre de 2017.

Debido a la urgencia que había por desalojar la casa parroquial, el padre dejó en ese edificio los libros antiguos. El equipo de la FAHHO le ayudó a recuperar ese material. Las réplicas implicaban un riesgo, pero era necesario evitar que esta información se perdiese entre los escombros. Actualmente, la oficina parroquial y su archivo se encuentran ubicados en una casa particular del centro de Juchitán.

Una familia de feligreses le da hospedaje al padre para poder atender los asuntos parroquiales y alojarse ahí por el tiempo que sea necesario. A la par se llevan a cabo apuntalamientos, demoliciones, diagnósticos y restauraciones de los edificios de la ciudad. Iniciamos los trabajos de preservación. Los primeros materiales intervenidos fueron los documentos más antiguos. La limpieza y retiro de los forros de plástico y papel es una actividad que se tiene que realizar con mucho cuidado para no maltratar los materiales.

Con la ayuda de espátulas, bisturí y otros instrumentos terminamos la primera etapa. En varios ejemplares encontramos encimados forros hasta cuatro veces, pero era necesario ponerles la guarda de papel cultural y resguardarlos en cajas de archivo para evitar la acumulación de polvo y liberarlos de los adhesivos que contenían los forros, porque son muy dañinos para los documentos históricos.

El siguiente paso fue realizar un inventario de la parroquia. Primero efectuar la clasificación, basándonos en un cuadro para archivos parroquiales que consta de dos secciones: Sacaramental y Disciplinar. En la primera se ubican los registros de bautismos que abarcan de 1764 a 2015, primeras comuniones de 1995 a 2017, confirmaciones de 1881 a 2017, presentaciones prematrimoniales de 1764 a 1990, matrimonios de 1764 a 2014 y defunciones de 1763 a 1965. El resultado fue un total de 97 cajas tipo AG12 provenientes de esta sección, que es la sustantiva de la parroquia, pues en ella están contenidos los registros de la vida eclesiástica de sus feligreses, desde el siglo XVIII hasta nuestros días.

En la sección Disciplinar se registran la administración y el gobierno de la parroquia. Se rescataron cuatro cajas tipo AG12, en las que hay libros sobre asociaciones, uno sobre cofradías del periodo 1961-1995, correspondencia de 1865 a 2017, circulares, cuentas de 1902 a 1979 y oficios de gobierno de 1937 a 1960. Aunque de esta sección hay pocos registros, la importancia de su conservación radica en el manejo interno de la administración de la parroquia, así como su relación con la diócesis y los gobiernos civiles, por lo que representa un valioso acervo de la historia de la comunidad.

Los trabajos en la zona del Istmo de Tehuantepec continúan para salvaguardar la memoria escrita de nuestro estado, esperando vientos de cambio, como los tremendos nortes que azotan la región con una fuerza inmensa, esa fuerza que mueve conciencias, que las cimbra. Esperamos que los mensajes de la tierra y los vientos comiencen a gestar una transformación regional.

EXPOSICIÓN TALLER MAYA

La Fundación Haciendas del Mundo Maya es una organización que trabaja con comunidades mayas de la Península de Yucatán en la búsqueda de su desarrollo económico y social. Una de sus líneas de acción es el Taller Maya, un taller colectivo de maestros artesanos, que bajo el lema “Autenticidad, Esencia y Diseño” busca abrir una plataforma para ingresar al mercado global y abatir la pobreza por medio de la generación de microempresas en cada familia de artesanos.

Para la FAHHO es un gusto poder colaborar con entidades que buscan generar acciones de cambio y mejora para las comunidades, por lo que durante el mes de junio, la Sala Capitular del Centro Cultural San Pablo presenta la exposición Taller Maya, en la que se abre un espacio para presentar piezas elaboradas en este taller comunitario, con técnicas ancestrales en henequén, sansevieria, madera, crema maya, cuerno, palma y jipi japa.

Las piezas podrán ser adquiridas por los visitantes mediante nuestra filial Andares del Arte Popular, que participa también de este proyecto, producto de la suma de esfuerzos de instituciones.

NUEVA FACTURACIÓN 3.3 Y COMPLEMENTO DE PAGO

El 1 de enero del presente año entró en vigor la nueva facturación 3.3* y con ésta los cambios en la estructura de las facturas, así como nuevos conceptos y tipos de comprobantes. Los principales cambios son:

• Tipos de comprobantes: Hasta el 30 de junio de 2017 conocíamos tres tipos de comprobantes: de Ingresos, Egresos y Traslados. Con esta disposición se integran Nómina y Pagos, siendo este último el más comentado, y es que de primera no se entiende tan fácil.

Antes, si un cliente solicitaba una factura por una compra, le era entregada cuando realizara el pago o en fecha posterior; ahora, cuando el cliente solicite una factura se debe expedir un comprobante de Ingreso por la operación y expedir otro comprobante (complemento de pago) cuando realice el pago, enterando a la autoridad del momento en que se comienza la obligación y el final de ésta. Esto no termina aquí, para agregar más detalles: si el cliente solicita una factura por anticipo, se emitirá un solo comprobante global de tipo Ingreso, y recibirá un comprobante parcial (complemento de pago) por cada abono que haga, es decir, tantos como se hayan pactado los pagos (2, 3 parcialidades, etc.); esta información de complemento de pago debe contener información de cuentas bancarias, tanto del que emite el pago como de quien recibe, la fecha y hora de la operación, así como las instituciones bancarias participantes (esto, claro, si se realiza el pago con transferencia bancaria, ya que el comprobante global de tipo Ingreso permite recibir pagos de diversas formas, aclarando desde el inicio que no se sabe cómo va a pagar el cliente). Este número de opciones de pago también es registrado ahora en catálogos con el siguiente cambio.

• Catálogos: Para hacer más fácil y ágil el proceso de revisión a los contribuyentes, el Sistema de Administración Tributaria (SAT) incorpora un total de 17 catálogos, que contienen desde la forma de pago hasta las claves de productos y servicios que puede ofrecer, de acuerdo a las actividades de cada contribuyente. Éste también es un apartado bastante largo ya que, aunque hay catálogos que contienen tan sólo dos opciones por utilizar (Método de pago, PUE y PPD), hay otros que contienen hasta 52 838 opciones, dejando a algunos contribuyentes con bastante lectura por delante.

• Impuestos y descuentos: En este nuevo esquema, cada artículo o servicio deberá incluir un apartado de impuesto trasladado y retenido cuando sea el caso; lo mismo con descuentos, por cada concepto se debe introducir el importe que aplique.

• Uso de la factura (CFDI): También el SAT desea saber para qué requerimos factura, si queremos simplemente realizar un gasto, o es algún tipo de inversión (transporte, mobiliario, cómputo, etc.), o si se trata de un donativo o pago de colegiatura.

Esta nueva obligación que introduce el SAT tiene como finalidad agilizar sus procesos de fiscalización; es decir, teniendo más información de las personas que reciben una factura y de los que la expiden puede realizar cotejo de egresos e ingresos sin que represente un trámite administrativo tan largo como antes. Las revisiones a los contribuyentes pasarán por el sistema electrónico de Hacienda y emitirá, como hasta ahora, dictámenes de cumplimientos de obligaciones, teóricamente sin la necesidad del trámite de revisión física de comprobantes. Algo más que resaltar es que, dentro de este número de posibilidades en los catálogos, se debe ser muy preciso al elegir claves de productos y servicios que se acoplen al giro comercial, ya que al existir tantos puede erróneamente caerse en contradicciones de acuerdo a lo que se pretende vender y lo que en realidad se informa a través de las claves; tanto en sectores de venta de servicios o de artículos hay mucha variedad de conceptos; por citar un ejemplo, hay claves para aquellos que producen en masa o de maquila, de tipo textil, barro, entre otros, y hay otras claves para aquellos que todo lo que venden es artesanía hecha a mano totalmente, y es fundamental informar a la autoridad, usando una clave correcta, que su producción es limitada.

Como todos los cambios a los comprobantes fiscales anteriormente publicados, siempre de inicio es complicado acostumbrarse a manejarlos; este nuevo esquema de cambios masivos no es la excepción y nos deja un panorama que con la práctica se esclarecerá, tanto para los que expiden comprobantes diariamente como para los que de vez en cuando soliciten alguno.

*Fuente: Anexo 20 de la Resolución Miscelánea Fiscal, de acuerdo a la actualización del 7 de septiembre de 2017.

POZO CONEJO: UN LUCERNARIO

Subir a Pozo Conejo es una experiencia de reconocimiento y aprendizaje. Un lugar que quizá nunca conoceremos por completo, pero que, sin duda, se vuelve parte de nosotros. Pasando una vereda se dibujan las primeras casas, de adobe todas, humildes, pequeñas, bien aseadas. Durante este año 2018 hemos subido y bajado esa montaña ya dos veces, gracias a la Biblioteca Móvil de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca.

La primera vez, las ruinas de una rutina sedentaria afrentaron mis pulmones. El pueblo alargó distancia y tiempo. La cuesta guindó los lastres del confort y me hizo ver un pueblo ahíto de carencias; todas, huelga decirlo, reflejo del que mira sin ver y piensa sin pensar. Este pensamiento provinciano-cosmopolita de los que estamos acostumbrados a encontrar todo en un supermercado es propio de los menesterosos.

Una tumba es el primer presagio de que el pueblo está cerca. El camino cuesta arriba desflema el ocio pulmonar, afloja los músculos, llena de entereza. Algo de los pinares y los madroños hace osmosis: aguza los sentidos, los ojos se llenan de colores que van del café de las cortezas a los tantos verdes y al blanco azul del cielo, pasando por ocres y grises minerales.

Ricardo Flores Magón anuncia el nombre de la escuela primaria. Este Magón es un híbrido de Vasconcelos y Diego Rivera. Caminamos un poco más y ahora sí estamos en el pueblo. Un pueblo que más parece una cuadrilla. El adobe y el frío se aúnan a los pocos senderos que entretejen el lugar. El paisaje ahonda en los cerros, los platanares me resultan un tanto ajenos. La escuela es pequeña: un par de baños, una habitación para el celador, un solo salón de clases, la omnipresente cancha de básquet; más allá del salón de preescolar, una cocina hecha de costera y nada más. Ahí nos esperan niños, maestro y unos moscos negros y hambrientos.

Es triste lo que se llega a pensar cuando uno finge pensar y además pretende mostrarse empático con la comunidad: “Pobres, sin luz ni señal de wifi, con salones multigrado, carentes de las necesidades más básicas. Imgínate caminar una hora para llegar a Yalálag, el pueblo más cercano”. Pensamos que pensamos y decimos, como si la lástima fuera un acto de bondad y no un reflejo de nuestra ignorancia y limitación. ¿No es esto lo que buscan los que buscan pensar?

Si ejercitamos con rigor el acto de abstracción, podemos columbrar que la tumba y Magón están ahí por algo. Pozo Conejo es un lucernario que nos demuestra que hay otras muchas formas de vivir. Llevan los pozeños una vida pegada a la tierra, donde los niños trabajan vindicando el quehacer comunitario en cada una de las cosas que realizan. Por tanto, lo más común es ver cómo los estudiantes de quinto y sexto ayudan a sus pares de primero y segundo. Ésta no es la típica escuela y tampoco es un Montessori. Es, eso sí, un remanso en el que el trabajo comunitario se hace presente. Unas cosas por otras, pienso, y lo sopeso distinto. Ni bueno ni malo: distinto.

En Pozo Conejo la carencia presenta sus bondades como una forma de resistencia. La población suma aproximadamente trescientas personas, aunque sólo una tercera parte radica en el lugar. Los más están desperdigados en Oaxaca, Ciudad de México y eso que llamamos “El Norte”. No es el español la voz del pueblo, tampoco el zapoteco. Casi todos (entre más pequeños, más evidente) son mixes y es el mixe el idioma de los propios, el español lo secunda.

Los niños se muestran ávidos de juegos y dinámicas. Sedientos de palabras. Entiendo que lo que necesitan estas comunidades es hacerles grato y gratuito el acceso al arte. De sonrisas y asombro se preñan las horas. Los niños fabrican cocodrilos, tragalápices, escriben, escuchan cuentos. Los promotores abrevamos su entusiasmo. Es grande la satisfacción de saberse actor en una historia que se seguirá preñando de historias y canciones. Éste es uno de los tantos prodigios que brinda el trabajo en la Sierra Norte, por eso acá Andamos leyendo y leyendo andamos...

RESCATE DE LA MEMORIA EN EL ISTMO

La historia de los pueblos istmeños retrata a gente combativa, fervorosa, alegre, siempre fiel a sus costumbres. Así se describe Juchitán de las Flores, ahora Juchitán de Zaragoza, cuna de grandes seres humanos. Entre ellos, el maestro Francisco Toledo, quien no deja de prestar atención y brindar ayuda a su lugar natal. Desde el mes de octubre, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca se unió al rescate de la memoria escrita con un proyecto dirigido especialmente al municipio de Juchitán.

En el rescate de las bibliotecas de Juchitán se puso especial interés en el acervo bibliográfico de la Casa de la Cultura Lídxi Guendabiaani ́, inaugurada en 1972 por el impulso de juchitecos encabezados por Francisco Toledo. En el proceso de revisión de libros nos encontramos con material muy valioso. Reconocimos ejemplares donados por Andrés Henestrosa, con dedicatoria de su puño y letra, publicaciones de Macario Matus, textos en zapoteco y su traducción al español. Hay libros sobre literatura, arte, poesía, cuento, historia, arquitectura, por mencionar algunos; también hay publicaciones sobre historia oral que remiten al origen de los pueblos zapotecos del Istmo. Se recuperaron los libros que dieron origen a esta biblioteca, antecesora del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca. Es notorio el deseo de sus creadores por sacar a la luz el pasado del pueblo, sobre todo, por el rescate de la lengua materna, el zapoteco. Una labor titánica orquestada y estructurada por parte de estos personajes, no sólo por la donación de libros, revistas y demás géneros, sino por su iniciativa de investigación, y con ésta la producción de textos digeribles para la población, textos amenos que en esencia contienen la cosmovisión zapoteca y la génesis de los zapotecos recogida de la interpretación de códices y de la tradición oral. De la misma manera, encontramos la evolución en la historia de este pueblo, la etapa posterior a la llegada de los españoles, la Independencia, la Revolución, el periodo posrevolucionario, la época de gestación de la Coalición Obrera Campesina Estudiantil del Istmo (COCEI) y diversos libros de arte muy valiosos.

Existen también trabajos de investigación, como por ejemplo una síntesis del trabajo de campo realizado por seminaristas de la diócesis de Tehuantepec, la cual expone datos históricos, recopila la tradición oral de la región y habla sobre la gente más antigua que pobló la región, a quienes llaman Binni Gulaza. Algunos escritores dicen que la palabra “Binni Gulaza” quiere decir, ‘la gente que dispersó la danza’, otras personas afirman que su significado es ‘la gente más antigua de aquellos tiempos’. Después apareció la raza actual de los Guizii, nombre de Tehuantepec en zapoteco.

Aparecieron libros dañados, húmedos y contaminados por hongos, como la biografía de Heliodoro Charis Castro, que al parecer fue dictada por él. Además una publicación con dedicación especial de donación del Mtro. Andrés Henestrosa, titulado El maíz riqueza del pobre; así como Los Zapotecos de Macario Matus, una compilación de cuentos escrita en zapoteco y castellano.

El deseo del maestro Toledo de impulsar una sociedad culta, asidua a la lectura, apreciadora del arte en la región de Juchitán, no se queda en el periodo mencionado del génesis de la casa de la cultura juchiteca. Su labor como mecenas sigue rindiendo frutos, sus esperanzas no se apagan. La doctora María Isabel Grañén y el señor Alfredo Harp contribuyen a la causa apoyando con recursos y personal capacitado para restaurar los edificios y rescatar la memoria escrita de los pueblos del Istmo. Es por ello que esta tragedia provocada por el terremoto debe tomarse con actitud positiva, considerarla una oportunidad para el renacimiento, retornar a las raíces y recobrar la grandeza que ha caracterizado a los zapotecos del Istmo.

POETAS EN OAXACA

Elaborar una compilación literaria es, en cualquier caso, un acto arbitrario, lo cual no es pretexto para no intentarlo cuantas veces sea necesario. Para celebrar el Día Mundial de la Poesía (21 de marzo) la Biblioteca Andrés Henestrosa convocó a 64 autores (24 mujeres y 40 hombres), algunos nacidos en Oaxaca y otros de origen foráneo que escriben en tierras oaxaqueñas, para exponer sus escritos seleccionados, a modo de piezas colgantes, en los corredores de la Biblioteca. En palabras de la poeta Araceli Mancilla, quien emprendió la tarea: “No son todos, no son los únicos. Ésta es sólo una muestra libre y abierta. Se ofrenda al público el trabajo de los creadores que, al compartir este espacio común, hasta en la distancia y desde otros países y lugares de México, enviaron sus poemas en español y en algunos casos también en sus lenguas de origen”.

Al recorrer la instalación Poetas en Oaxaca, lo que pudo inferirse es que la poesía de procedencia local ha alcanzado una masa crítica, un grado suficiente de autonomía y originalidad que permite enunciar cierta denominación de origen. En el texto de sala, Mancilla asume el riesgo de caracterizar esta diversidad: “Así, resuena en sus versos la antigua alabanza a la tierra al lado de lenguajes modernos de origen prehispánico. Los recorren reflexiones que van del desconcierto de la existencia a la entrega amorosa. Formulan declaraciones poéticas y establecen filiaciones inusuales con el receptor. Dan cuenta de la violencia feminicida, apuntan al corazón de tradiciones oscuras e ironizan sobre la condición femenina. También, en sus líneas transitan calles devastadas por los desastres naturales y se observa la melancolía y las injusticias que las habitan”.

Y así, el poeta oaxaqueño puede tener veinte años o setenta, ser furibundo o sereno, siempre y cuando acometa una y otra vez la empresa de resignificar la poesía, como lo hace Guadalupe Ángela, una de las exponentes más notables: “Es el sonido de la tecla del espacio / Es la migaja que deja el borrador / Es el dedo con saliva pasando la hoja / Es la carta escrita a mano a tu padre / Es la duda en el semáforo y la mano de quien conduce”. O el buen Charly A. Secas, en su intento, tal vez involuntario, por definir al gremio: “No somos transparentes. / Sólo tenemos huecos / por donde / nos traspasa la luz”.

MONTES VERDES – RAÍCES AZULES

En las tierras cálidas del Istmo de Tehuantepec se encuentra la comunidad de Santiago Niltepec, lugar donde se cultiva y produce el añil, considerado uno de los tres tintes mágicos de Mesoamérica. El equipo del Museo Textil de Oaxaca emprendió un viaje hacia esa localidad para compartir experiencias entre niños, padres de familia y productores.

Durante tres días los participantes escucharon pláticas sobre el proceso de extracción del tinte de viva voz de los productores, quienes compartieron sus conocimientos y experiencias con el público asistente. Entre las voces que se escucharon resaltó la del señor Teódulo, un hombre de mirada firme y orgulloso de su oficio, quien comentó: “El trabajo que realizo es la herencia de mi padre, después de él se dejó de elaborar, hasta ahora que nos organizamos y decidimos retomarlo”. Al finalizar la explicación continuamos con una demostración de diversas técnicas de teñido de reserva para lograr diseños en los lienzos de algodón y playeras que cada niño y niña llevaban. Mientras escuchaban atentos las explicaciones, “… y para lograr estos diseños requerimos doblar la prenda, formando un acordeón o abanico, envolviéndolo para que no se pierda el diseño…”. De pronto interrumpió una voz en el salón: “¡Se parece a un tamal!”. Entre risas y gestos de alegría y un ¡wooooow! de fondo, se percataron de que si doblan su prenda en forma de “tamal” podrían obtener muchas líneas de diseño.

Los participantes desconocían el uso del tinte que se produce en su comunidad, como comentó una madre de familia: “Con mi abuelo y mi papá lo conocí, pero no sabía que podíamos pintar telas y hacer muchas cosas con ellas”. También escuchaban hablar de las pilas (depósitos de agua donde se obtiene el añil) y solamente algunos las conocían puesto que son hijos o nietos de los productores, el resto desconocía el lugar mágico donde se producía la “tinta”, como ellos le llaman.

El taller de teñido tuvo como objetivo enseñar a la propia comunidad las bondades de este tinte, pues paradójicamente la comunidad productora desconoce su uso a pesar de ser de los últimos lugares donde el añil se cultiva y se produce en México. La actividad se llevó a cabo a un costado de las pilas: qué mejor lugar que en el origen de toda esta aventura. En medio de la naturaleza y con grandes ánimos, los participantes pusieron en práctica lo visto en el aula. Poco a poco las prendas se sumergieron en el tinte y la magia se hizo presente al ver pasar sus prendas desde un color verde hasta convertirse en pocos minutos en el azul añil, gracias a la acción del oxígeno.

En cada sesión contamos con la participación de grupos escolares de 5.o y 6.o grado que conforman las tres primarias que existen en la comunidad. Convencidos de continuar con el legado de la producción del añil, por la importancia que tiene en el mundo textil, los participantes se sienten orgullosos de saber que en su localidad se cultiva y produce la tinta con la que comunidades de Oaxaca y México dan vida y color a sus fibras.

VÍA RECREATIVA OAXACA, CALLES ABIERTAS A LA CIUDADANÍA

Durante el mes de marzo de 2017, un grupo de ciudadanos inició un proceso de trabajo colectivo buscando incidir de manera activa y directa en los procesos de planeación y construcción de la ciudad. Así, cada uno, desde sus plataformas de acción ciudadana, instituciones no gubernamentales o colectivos, inició un trabajo articulado en torno a un interés en común: la promoción de la bici como medio de transporte. Grandes aliados se fueron sumando en el camino y así se generó un acercamiento con integrantes de Vive la Calzada, un grupo de vecinos de la Calzada Porfirio Díaz, una de las calles más emblemáticas de la ciudad. Este primer acercamiento significó el inicio de una relación entre organizaciones cuyo punto de partida fue una agenda común en torno al espacio público y la bicicleta.

Como parte de esta visión de ciudad se planteó el rescate del espacio público como un lugar de convivencia. Así, un proyecto que ha figurado de manera intermitente en distintos momentos y plataformas es el de la implementación de una Vía Recreativa. Las partes involucradas coincidieron en un momento clave y tomaron la decisión de empezar a trabajar en ello como un proyecto ciudadano colectivo.

Desde 2016 el Laboratorio Urbano de Casa de la Ciudad había trabajado previamente el tema con el mapeo de actores clave en distintos niveles de gobierno, el diseño de la estrategia para su gestión y con la información técnica que permitió tener un proyecto y presentarlo a integrantes del cabildo municipal a principios del 2017. Posteriormente se les presentó a otros actores involucrados en la organización de esta iniciativa. Una vez generados los acuerdos necesarios, la tarea fue realizar la planeación y logística que permitiera operar el proyecto contando con el apoyo y asesoría de otras organizaciones ciudadanas.

Por su parte, Vive la Calzada ha impulsado un trabajo comunitario desde hace varios años, proceso que le ha valido ser la plataforma más importante de gestión ciudadana para la implementación de la VRO. Vecinos y comerciantes realizaron una gran labor de consenso y organización para recibir a la Vía Recreativa en el espacio público común que habitan y transitan, sumándose, además, con oferta de actividades gratuitas en donde la iniciativa privada jugó un papel importante contribuyendo desde su trinchera.

Finalmente, y gracias a esta gran gestión ciudadana, el Ayuntamiento de Oaxaca se sumó facilitando la participación de diversas áreas que ofertaron actividades. La regiduría de Ecología fungió como enlace y gestoría, convocó la participación de la Comisaría de Vialidad con la presencia de sus elementos, que cada mes implementan el operativo durante las horas que dura el ejercicio, y que genera las condiciones de seguridad necesarias para que la ciudadanía pueda disfrutar libremente del espacio público como un espacio de recreación.

La primera Vía Recreativa Oaxaca se realizó el 2 de abril de 2017, posteriormente se tomó el acuerdo de realizar las subsiguientes el último domingo de cada mes. La ruta que cubre este ejercicio de apertura de calles libres de vehículos motorizados recorre la calzada Porfirio Díaz, la fuente de las Ocho Regiones, hasta avenida Juárez a la altura del parque El llano. A lo largo de este trazo y en un horario de 8:00 a 14:00 horas, la VRO permite que los ciudadanos puedan disfrutar libremente del espacio público que usualmente está destinado para el tránsito de vehículos motorizados. Parte de las actividades que se realizan son paseos en bici, recorridos en patines, patinetas, con mascotas; se pone especial énfasis en sectores vulnerables de la población que pueden hacer uso pleno del espacio como niñas y niños, personas mayores y personas con discapacidad.

Al mes de marzo de 2018 se han realizado 14 ediciones de la Vía Recreativa, contando con la asistencia de más de 70 000 visitantes, y se han ofertado más de 190 actividades culturales, deportivas, de recreación, relacionadas con la salud, entre otras. Además, contamos con servicio de bici-préstamo y servicio mecánico, lo que ha incentivado el uso de la bici.

La VRO es ya un referente para la ciudadanía que asiste cada mes para disfrutar del espacio público de otra manera, libre de vehículos motorizados, posicionando en el imaginario colectivo que las calles son un espacio público que puede y debe ser utilizado por todas y todos y de diferentes maneras.

EL ISTMO DE TEHUANTEPEC TODAVÍA NOS NECESITA, Y MUCHO

El sismo del pasado 7 de septiembre de 2017 afectó muchas poblaciones del Istmo de Tehuantepec, debido a su cercanía con la zona del epicentro. Decidí que compartir una lectura sería una buena manera de ayudar. Considero que toda pequeña contribución suma. La oportunidad se presentó al enterarme de que una de las bibliotecas móviles del Programa Leyendo Ando, Ando Leyendo de la FAHHO estaba visitando esa región desde noviembre.

A poco más de tres meses del sismo, el jueves 14 de diciembre de 2017, camino a San Mateo del Mar, bastó un rodeo para darme cuenta de la magnitud del desastre que causó el sismo: casas completamente destruidas, otras seriamente dañadas, montones de escombro y varillas retorcidas, montones de material de construcción que se está usando para la reconstrucción.

En San Mateo del Mar (pueblo huave o mareño), Jalapa del Marqués y el barrio de Santa Cruz instalamos la biblioteca móvil y compartimos algo de lo visto en el taller Leyendo y Jugando Ciencia –un proyecto del Programa Seguimos Leyendo– con algunos niños y varios grupos de secundaria y bachillerato. Aunque se dice fácil “instalar la biblioteca”, requiere un esfuerzo considerable bajar de la camioneta los libros, exhibirlos en un librero, colocar tapetes para que los niños se sienten o se acuesten a leer, bajar mesas, sillas y si se requiere, bajar el material que se usará en las actividades manuales, y colocar una lona que anuncia que allí está la biblioteca.

Al final del día los promotores de lectura regresan todo para tomar camino hacia la comunidad siguiente. Una vez in talada la biblioteca, ellos leen en voz alta algunos textos, dirigen actividades manuales y juegos, y hasta proyectan películas. En este viaje tuve oportunidad de conocer a Elvis, un niño pequeño que se acercó muy emocionado a mostrarme el pingüino que había hecho con plastilina, cuyo rostro, por momentos, se entristecía al recordar que su papá ya murió.

Al final de esta aventura con la lectura volví agripado, cansado y… agradecido. Agradecido con Edgar y Jonathan por permitir que me uniera a ellos en esas pocas horas; compartir con ellos unos cuantos kilómetros de viaje, compartir asientos, cama, baño, alimentos, y el gusto por la lectura con otras personas. Agradecido también con la vida por tener suficiente energía y ánimo para hacer esto. En el Istmo de Tehuantepec hay mucho por hacer y rehacer, tanto física como emocionalmente, cualquier ayuda de buena fe es bienvenida. Espero volver pronto. Si te animas, avísame, en un descuido podemos ir juntos.

BIBLIOTECA FRANCISCO DE BURGOA

El domingo 8 de abril se llevó a cabo un evento en el Patio de Lectores del Centro Cultural Santo Domingo para dar a conocer a los oaxaqueños el registro en el Programa Memoria del Mundo de México creado por la UNESCO, de la Colección de la Biblioteca Fray Francisco de Burgoa y los manuscritos en lenguas indígenas de la Colección de expedientes en lenguas indígenas de Teposcolula y Villa Alta (1570-1816), conservados en el Archivo Histórico del Poder Judicial de Oaxaca. Para dicho evento se organizó una exposición con algunas de las obras más relevantes de la Biblioteca Burgoa y algunos expedientes del Archivo Histórico del Poder Judicial de Oaxaca.

ESTACIÓN MIO, ¡TODOS A BORDO!

Sin duda, más allá de su importancia histórica, una de las peculiaridades intangibles de la radio ha sido el vínculo emocional que genera con su audiencia. Es este vínculo casi místico el que nos dio los elementos suficientes para considerarla como el medio propicio para compartir la esencia del Museo Infantil de Oaxaca. Convertir al MIO en un “museo parlante” nos abre un cúmulo de posibilidades para compartir los corazones de aquellos ferrocarrileros de cabello cano y manos ásperas, cuyos recuerdos se ven alimentados a través de las ondas de radio, y asimismo nos permite mostrar a jóvenes y niños el valor del patrimonio cultural de Oaxaca.

El trabajo de producción radial requiere tiempo, paciencia, dedicación y suma de voluntades. No son sólo palabras al aire, es la planeación del qué se va a contar y cómo se contará, es tener al frente del micrófono a alguien con la capacidad de modelar su voz para transportar la imaginación de quien lo escuche a los mundos más fantásticos, aquellos que habitan en el límite de la imaginación.

Un grupo de voluntarios con ideas frescas y con estilos propios para el manejo de la palabra se sumó al proyecto Estación MIO. ¡Todos a bordo!, el programa del Museo Infantil de Oaxaca. Este grupo lo conformaron alumnos de la licenciatura en Comunicación de la Universidad Mesoamericana, completando así el equipo técnico y de locución: Sara Cruz, Alam Hidalgo, Melisa Cruz, Saúl Corona, Jesús Matus y Diana Sánchez Pascual.

Durante este primer año de vida, MIO se ha inspirado en el legado de Rodolfo Morales, así como su amor por su natal Ocotlán, sus colores, tradiciones y gatronomía. Desde ese espíritu, cada programa está conformado por las secciones: “Un momento de historia”, “La experiencia en casa” y “Semilleritos”.

En “Un Momento de historia”, los niños conocen desde la vida de Rodolfo Morales hasta la historia de la Antigua Estación del Ferrocarril de Oaxaca. “La experiencia en casa” se inspira en la actividades que MIO ofrece en sus cinco Parcelas de Conocimiento, pero con la intención de propiciar la creación y el juego en los hogares que nos escuchan. “Semilleritos” es una sección basada en el Programa de Educación Ambiental del museo, donde, por medio de consejos, tutoriales o reflexiones los infantes reconocerán el valor del cuidado del medio ambiente.

Haciendo uso de otros recursos radiofónicos, el programa contará con una dramatización que permitirá via- jar en el tiempo o a lugares de Oaxaca usando un tren como vehículo. Reconociendo el valor del tren, compartiremos datos ferrocarrileros que nos adentrarán en ese mundo.

Llegó la hora de partir en este camino lleno de satisfacciones infinitas, bienvenidos a la Estación MIO, ¡todos a bordo!

Escúchanos a través del 96.9 de FM de CORTV Radio.

CARTILLAS EN LENGUAS INDÍGENAS DEL CONVENIO SEP-ILV

Ante los complejos procesos del México posrevolucionario, el gobierno de Lázaro Cárdenas (1934-1940) impulsó polémicas políticas públicas como la nacionalización del petróleo, nuevos equilibrios con la Iglesia católica y la educación socialista. En esos frentes encontró un inesperado aliado en William Cameron Townsend, misionero protestante estadounidense que tuvo la iniciativa –novedosa para su tiempo– de traducir la Biblia a lenguas indígenas.

La aparente contradicción con los valores nacionalistas, socialistas y laicos del cardenismo fue superada por objetivos comunes. En el gobierno prevalecía el indigenismo, postura política e intelectual que busca la incorporación de los pueblos indígenas al Estado moderno, y que en ese entonces veía a la diversidad cultural y lingüística del país como obstáculo para el desarrollo. Había quienes proponían la castellanización directa, pero prevalecieron opiniones que consideraban más efectivo y benévolo alfabetizar primero a los hablantes de lenguas indígenas en sus propios idiomas. Justo en eso tenían experiencia Townsend y su equipo, quienes apoyaron ésa y otras políticas desarrollistas y nacionalistas del gobierno.

Surgió así el Instituto Lingüístico de Verano (ILV), institución religiosa dedicada a la lectoescritura en lenguas indígenas, cuyo nombre remite a sus sesiones veraniegas de capacitación. Con Cárdenas, y en las siguientes administraciones, el ILV desarrolló una relación de mutuo beneficio, pues el gobierno mexicano estaba comprometido con la educación bilingüe pero carecía de propuestas educativas y capacidades operativas adecuadas. El personal del ILV aprendía y describía las lenguas, desarrollaba procesos y materiales de alfabetización con temas laicos y también le era permitido concretar su principal misión religiosa: dar acceso a la lectura de la palabra de Dios en las diferentes lenguas indígenas.

En 1951 se formalizó un convenio entre el ILV y la Dirección General de Asuntos Indígenas de la Secretaría de Educación Pública. El ILV se comprometió a capacitar a maestros bilingües y a desarrollar cartillas y otros materiales en lenguas indígenas para promover la lectoescritura y fomentar valores patrióticos, educativos, desarrollistas y morales. A cambio, el gobierno facilitó la estancia y el trabajo de los misioneros. Tareas similares fueron desarrolladas por el ILV en muchos países.

En la década de 1970 una nueva generación de antropólogos, influidos por el desencanto ante el gobierno tras la masacre de Tlatelolco, empezó a criticar aspectos del indigenismo precedente, entre ellos la labor del ILV, por considerar que fomentaba la pérdida de valores culturales de las comunidades y causaba divisionismo. En 1979 se dio por terminado el convenio, pero el ILV continúa trabajando en México hasta el presente. Su labor forma parte central de casi cuatro décadas de políticas lingüísticas del Estado mexicano. Aunque polémica por sus aspectos religiosos, resulta esencial conocer la labor lingüística del ILV para analizar sus aportaciones y desaciertos y para conocer la historia de la escritura en lenguas indígenas en el siglo XX.

La Biblioteca de Investigación Juan de Córdova cuenta con una colección de más de 1 300 cartillas de alfabetización del ILV, de la cual unas 570 son del periodo del convenio SEP-ILV. Cuenta también con ejemplares raros por su antigüedad y escasez, pues se publicaban en tirajes muy pequeños.

PRESENTACIÓN DE LOS INSTRUMENTOS DE CONSULTA DEL ARCHIVO GENERAL DEL ESTADO DE OAXACA

A más de tres décadas de concebir el proyecto por quienes en su momento se preocuparon por el destino de la memoria institucional de Oaxaca y después de seis años de trabajo conjunto entre el Gobierno del estado, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, Adabi de México y un grupo de jóvenes entusiastas que se capacitaron en la organización y conservación de los archivos históricos, es de celebrar la presentación de las guías documentales de los Fondos Gobierno, Hacienda, Justicia, Milicia y Registro Civil del Archivo General del Estado de Oaxaca (AGEO).

El 12 de febrero se presentaron en las nuevas instalaciones del AGEO los instrumentos de consulta, guías e inventarios, que representan un instrumento de control institucional en niveles primarios de descripción y organización que permiten acceder a los testimonios sobre el pasado de Oaxaca. Son el resultado del rescate integral de documentos, y al publicarlos brindan la información necesaria para el conocimiento del contenido del acervo. Las guías proporcionan información general sobre la procedencia, volumen, ordenación, otros instrumentos disponibles y el periodo que abarca cada uno de los grupos documentales, además de una breve descripción de los mismos.

Adabi reconoce el esfuerzo de la Dra. María Isabel Grañén Porrúa, don Alfredo Harp Helú, la Dra. Stella María González Cicero, Jacobo Babines López, María Oropeza Orea y Fernanda Blásquez Blázquez por ese proyecto monumental y, desde luego, de cada una de las personas que se comprometieron con el proyecto tanto en las áreas de gestión, de organización y de estabilización; también de quienes además de su labor cotidiana se dieron el tiempo necesario para coordinar las guías e investigar la historia institucional de Oaxaca, Ana Luz Ramírez Sánchez, Maira Cristina Córdova, Jacobo Babines y Rogelio Cortés Espinoza.

Destaca la terminación del trabajo de descripción documental a la par del trabajo de rescate y estabilización, como menciona la Dra. Ángeles Romero Frizzi, “los documentos no sólo están hechos de papel, de letras y términos legales, sino de girones de vida de aquellos que nos precedieron en el tiempo”.

Agradecemos también al Mtro. Manuel Esparza Camargo, a la Dra. María de los Ángeles Romero Frizzi y al Mtro. Guillermo Rangel López, quienes nos han apoyado para presentar las guías, ya que con sus intervenciones nos han confirmado la importancia de estos instrumentos, pues en ellos se registra la memoria de Oaxaca como parte del patrimonio nacional.

TALLER DE TRADUCCIÓN EN LENGUAS INDÍGENAS

Ja “Indio” y’ää y’ayuujk
Jatu’uk’oojk ja’y ja “Akäts” y’akmëkäjpxä’än

Jaa o’kp te’ep jam määtëp mää ja tëjk te’ep meets mkojäntëp
jaa o’kp te’ep ja jyujky’äjtën tnëjënpejtëp jam mää ja etën te’ep meets m’akjotkëtäktëp
jaa o’kp te’ep yë totk kyoots’äjtën kyuno’ktëp, o’kptëjk mëte’ep jepykoots jä’tëp jëts ja ujts nëëj t’uukt mëët meets, aya’aky
te’n tam ja tyujn ojts myastu’utyën, japety jëte’n ¡aktänt, meets japye’kxy,
ja tsënaypaajt mää ja kujëën kutëjk tsyëna’atyën… jëts te’n meets xmëto’otët
ku tkaskäjxptët xë’n ja o’kptëjk ja tsep mëët x’akwä’äk’eyët!

Traducción al mixe de Ayutla
Retornos del “Discurso del ‘Indio'”. Para Mahmud Darwish. Ed. Silvana Rabinovich México: UNAM, IIFL: Apofis, 2017.

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