El premio Sescosse es la más alta distinción que se otorga a quienes se han destacado en el conocimiento, la salvaguardia y la recuperación del patrimonio cultural.
El ICOMOS Mexicano A. C. instituyó esté premio anual en memoria de Don Federico Sescosse, mexicano ejemplar que entregó su vida a la defensa del legado arquitectónico y urbano de su natal Zacatecas y de México. Gracias a sus conocimientos, sensibilidad, inteligencia y tesón, logró defender el patrimonio zacatecano de numerosas acechanzas y su memoria sigue inspirando a los ciudadanos comprometidos con la identidad sedimentada por el tiempo y la acción humana.
El ICOMOS Mexicano otorga el premio a la persona o institución de la sociedad civil que se haya distinguido por su trayectoria en bien del patrimonio cultural y natural que sea propuesta, por escrito, por cualquier miembro individual con derechos vigentes en nuestro Organismo.
El Premio que es único y que se otorga anualmente, reconoce a quien se ha distinguido por su labor en las distintas vertientes del conocimiento y de la preservación del patrimonio cultural a través de la investigación, la enseñanza, la realización de obras y proyectos de conservación, así como a la difusión de estos conocimientos y experiencias.
El jurado, en el año 2021, constituido por miembros del Consejo Directivo Nacional del ICOMOS, del Consejo Internacional de Museos, de la Academia Nacional de Arquitectura y la Academia Mexicana de la Historia han decidido conceder la distinción a la Fundación Harp Helú Oaxaca, A. C.
Organización que de tiempo atrás realiza una labor ejemplar en el campo de la salvaguardia y la conservación del patrimonio cultural de México y en particular del estado de Oaxaca con especial énfasis en los bienes artísticos, los repositorios documentales, del patrimonio monumental y ambiental del estado de Oaxaca, así como el apoyo a las comunidades originarias para mantener sus tradiciones en los distintos ámbitos de la cultura.
“Un batazo por la reactivación de México: una luz de esperanza después de la pandemia”
INVITACIÓN
Presentación
La Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, A.C. en adelante (FAHHO), en coordinación con Banco Nacional de México, S.A. Integrante del Grupo Financiero Banamex, en adelante, Citibanamex, le invitan a participar en el Programa Home Runs Citibanamex 2022, para la donación de recursos a instituciones que destacan por su trayectoria de trabajo y compromiso social en favor de quienes más lo necesitan en el estado de Oaxaca.
Para esta edición 2022, denominada “Un batazo por la reactivación de México (una luz de esperanza después de la pandemia), la FAHHO, cuenta con una bolsa global de $7,500,000.00 (siete millones quinientos mil pesos 00/100 M.N.), que se distribuirá entre las instituciones que resulten ganadoras al presentar proyectos que contribuyan a la reactivación de México y que estén relacionados con temas de bienestar social, educación, cultura, productivos, salud, fomento al deporte y ecológico ambiental. Lo anterior, previa evaluación y selección por parte del comité de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, A.C.
Requisitos para participar
1- Ser donataria autorizadapor el Servicio de Administración Tributaria (SAT) de acuerdo con la publicación en el Diario Oficial de la Federación del 12 de enero 2022 y no haber sido revocadasdentro de las actualizaciones posteriores, publicadas por el SAT dentro del mismo Diario Oficial de la Federación.
2- Ser asociaciones civiles que cumplan el requisito mencionado en el numeral anterior o municipios del estado de Oaxaca (en adelante el Estado), que presenten proyectos que contribuyan a la reactivación de México y que estén relacionados con temas de bienestar social, educación, cultura, productivos, salud, fomento al deporte y ecológico ambiental y que se ejecuten directamente en el Estado, (en adelante “las instituciones”).
3- Contar con órganos de decisión y representación legal vigentes(consejo directivo, patronato, mesa directiva u órgano equivalente). El representante legal debe tener poder vigente. En el caso de los municipios deben presentar la constancia de mayoría y acreditaciones.
4- En caso de haber sido beneficiados por la FAHHO, anteriormente, con algún donativo, haber cumplido en tiempo y forma con la comprobación.
5- Enviar su inscripción al Programa Home Runs 2022 mediante escrito al correo: homeruns@fahho.mx antes del 16 de mayo de 2022.
I- En el caso de las asociaciones deberán presentar oficio membretado, sellado y firmado por el representante legal, incluyendo el nombre y cargo de quién tomará la capacitación.
II- Los Municipios deberán presentar oficio membretado, sellado y firmado por el presidente y síndico. En dicho escrito debe aparecer el correo y teléfono actualizado del municipio, así como nombre y cargo de quién tomará la capacitación.
Procedimiento posterior a la inscripción
Una vez enviada la solicitud de inscripción, a más tardar el 16 de mayo del año en curso, recibirán un correo en donde se les indicará el día y la hora de la capacitación a la que tienen que asistir, así como el expediente para que suban sus soportes documentales.
Los proyectos que cumplan con los requisitos antes mencionados, serán sometidos a una evaluación y seleccionados por el comité de la FAHHO, quien determinará las instituciones beneficiadas, así como los montos para cada una de ellas de conformidad con la bolsa de recursos disponibles para la entrega de donativos. Dicho resultado se les hará saber vía correo electrónico a más tardar el 26 de julio de 2022.
Comprobación del donativo
Durante la ejecución del proyecto, las instituciones estarán sujetas a una verificación por parte de la FAHHO, con la finalidad de verificar los avances y la aplicación de recursos en el proyecto beneficiado. La fecha límite para recibir los comprobantes del donativo recibido será el día 16 de diciembre 2022, y deberán agregar al informe de comprobación cinco fotografías y otorgar el derecho de uso a la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, A.C.
Aviso de Privacidad
Toda la información que la FAHHO recabe es tratada con absoluta confidencialidad conforme a las disposiciones legales aplicables. Para conocer más información de la protección de sus datos personales acuda a la siguiente liga: https://fahho.mx/aviso-de-privacidad/
Casiopea es una publicación para el público infantil que fomenta la toma de conciencia sobre la conservación del patrimonio cultural y natural, a partir de actividades y contenidos lúdicos para niños, niñas y sus familias.
La Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca continúa con las celebraciones. Nos llena de orgullo recibir el Premio Federico Sescosse Lejeune, entregado por ICOMOS México ya que hemos trabajado incansablemente en favor de la conservación del patrimonio tangible e intangible, el cuidado de la naturaleza y la difusión de la cultura, especialmente en el estado de Oaxaca. Además, este mes de abril se cumplen cinco años desde que Andares del Arte Popular comenzó a fungir como un escaparate de promoción para que las familias artesanas mostraran al público su trabajo; gracias a los esfuerzos sumados de Andares, la FAHHO y los artesanos es que esta labor se posiciona en el lugar de honor que merece. Publicamos un texto que realiza el Taller de Restauración para celebrar los 490 años de la fundación de la ciudad de Oaxaca y Michael Swanton, de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, nos comparte una crónica de lo sucedido en el pueblo de Santa María Ixcatlán en el marco del Día Internacional de la Lengua Materna.
En esta misma línea, la Red de Bibliotecas nos comparte una semblanza del Día Mundial del Libro que se celebra este 23 de abril; lo hermoso de esta conmemoración radica en que para la FAHHO no se trata solamente de un día de honor, sino de algo que forma parte del diario andar de cada filial que la integra: incentivar el amor por la lectura. Como este boletín digital es un espacio para exponer las experiencias en torno a todas las actividades y proyectos que emprende la fundación, en este número encontrarán la narración de tres jóvenes prospectos de la Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú, quienes ya de vuelta en las instalaciones continuarán trabajando y preparándose para alcanzar su meta en común: ser profesionales. Por su parte, Seguimos Leyendo le da la pluma y la voz a una de sus maravillosas colaboradoras y docentes en el Diplomado Internacional en Promoción de la Literatura Infantil y Juvenil, que imparte en conjunto la FAHHO y la Universidad LaSalle, para hablarnos de su trabajo como escritora y promotora de lectura: Irene Vasco.
También los invitamos a visitar y disfrutar, con todas las medidas sanitarias, de las exposiciones que cada una de las sedes FAHHO prepara para ustedes, entre ellas “La habitación en Arlés”, una genial instalación en el Centro Cultural San Pablo que recrea la habitación que Vincent van Gogh habitara y pintara en 1888, en Francia.
Esperamos que disfruten la lectura de estos textos que hemos preparado para ustedes.
Una de las prioridades de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca es reconstruir México. Juntos recuperamos, como un fino brocado, el patrimonio artístico, lingüístico, musical y edificado, así como la memoria escrita, el tejido social y el cuidado del medio ambiente. Quienes conformamos la Fundación bordamos con firmeza y dedicación una parte del camino de la educación, la cultura, la salud y el deporte.
En 1994, antes de que existiera la FAHHO, Alfredo Harp Helú involucró a Banamex en la restauración del exconvento de Santo Domingo de Guzmán, esa fue la primera fibra hilada, y la trama se ha sostenido gracias al talento de muchas personas, a la participación de los gobiernos y de la sociedad civil, porque “juntos multiplicamos”, como dice Alfredo.
Mientras se concebían proyectos como el de Santo Domingo, o la recuperación de la Capilla abierta de San Pedro y San Pablo Teposcolula, la Fundación gestaba y preparaba su propio nido en la ciudad de Oaxaca; nació el Museo de la Filatelia y el Museo Textil, la Biblioteca Henestrosa, la Casa de la Ciudad, Adabi de México, el Centro Cultural San Pablo, la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, Andares del Arte Popular y el Taller de Restauración; el Museo Infantil de Oaxaca y las Bibliotecas Infantiles. Teje que teje, los espacios de la FAHHO permiten a familias completas tirar de un ovillo y recuperar historias. El lienzo que es la Fundación se va extendiendo: buscamos aliados, se promueve el empleo, la cohesión social; los municipios participan y sus habitantes se involucran, consiguen recursos, ponen mano de obra y materiales, compartimos experiencias y hacemos comunidad.
Así como las aves cuidan a sus pequeños, en las sedes de la Fundación protegemos los tesoros con amor, ya sean libros, textiles, fotografías o estampillas postales, y nuestro mayor interés es compartir este legado con el mundo. Hemos recuperado, reconstruido y dado mantenimiento a edificios enteros, no importa que nos lleve diez, doce o catorce años; los hemos visto surgir, incluso desde sus cimientos. Rescatamos “papeles viejos” e incunables, catalogamos y organizamos libros en lenguas originarias, y les hemos dado el cuidado que se merecen porque contienen la memoria de nuestros antepasados; también fomentamos la lectura y escritura porque confiamos en el diálogo y en la imaginación infinita de niñas, niños y jóvenes. Año con año, sembramos cinco millones de plantas con ayuda de las comunidades, y en la ciudad también bordamos las calles con almas de madera y filigranas de flores, alegrando la vida de sus habitantes, poniendo una costura más a nuestro planeta.
Cada uno de los profesionales que trabajan en la FAHHO es testigo de la importancia que le damos no solo a los edificios, colecciones o acervos, sino al esfuerzo que imprimen en su labor, y de esta manera agradecemos al Consejo Internacional de Monumentos y Sitios de México el Premio Federico Sescosse, máximo galardón que se ofrece a una trayectoria sobresaliente en favor de la conservación, restauración, cuidado y difusión del patrimonio cultural del país. Es un honor recibir esta distinción, nos motiva a seguir trabajando por nuestro país y a reconocer que nuestros logros son el resultado de la unión de un gran equipo. Juntos multiplicamos y tejemos el gran tapete que merece nuestro querido México.
Cada pliegue de la gran hoja arrugada que para muchos describe la sinuosidad orográfica de Oaxaca, conserva un fragmento del patrimonio de México y del mundo, un amplio territorio conformado por una basta cantidad de comunidades y de riqueza natural en la que convive también el ingenio productor y artífice del hombre. 193 países, entre los que se encuentra México, integran una comunidad internacional que tiene por objetivo identificar, proteger, conservar, rehabilitar y transmitir a las generaciones futuras el patrimonio cultural y natural situado en su territorio.
Esta cooperación en favor del patrimonio se ratifica en la Convención de Patrimonio Mundial aprobada durante la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), que se celebró en 1972, en donde se estableció la “Lista del Patrimonio Mundial”, integrada por los sitios considerados como el patrimonio cultural y natural más importantes de nuestro planeta con un “valor universal excepcional”. En materia de patrimonio cultural, el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) es el organismo asesor no gubernamental de la UNESCO encargado de la integración de bienes en la Lista del Patrimonio Mundial. Actualmente son 1 155 sitios de 167 estados en todo el planeta los que conforman esta lista, y México ocupa el séptimo lugar entre los países con más sitios declarados como Patrimonio Mundial.
Desde el año 2001, el premio Federico Sescosse Lejeune es la máxima distinción entregada anualmente por ICOMOS México A. C. a quienes han subrayado en la preservación del legado cultural y natural de México una trayectoria admirable. Dicho galardón fue otorgado el pasado mes de enero a la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca. A finales de 2021, don Alfredo Harp recibió del arquitecto Salvador Aceves García, miembro de ICOMOS México, la invitación a ser postulado al premio Federico Sescosse, y una vez más, don Alfredo mostró su generosidad y sencillez de servir a México acogiendo la propuesta de postulación solo si se realizaba para la FAHHO, expresando en esa acción dicha gratitud al trabajo esculpido por todo un grupo de personas que lo han acompañado en la labor filantrópica con cada proyecto de la Fundación a lo largo de 28 años.
El equipo conformado por más de 300 personas, y sus fundadores, Alfredo Harp Helú y su esposa la doctora María Isabel Grañén Porrúa, nos sentimos honrados de ser la primera institución de la sociedad civil en recibir el premio Federico Sescosse Lejeune y traerlo a Oaxaca por cuarta ocasión, luego del premio de 2003 que distinguió la labor del artista juchiteco Francisco Toledo, el de 2005 del profesor Antonio Martínez Sánchez, originario de San Pedro Yucunama, en la Mixteca Alta, y el otorgado en 2020 a la arqueóloga Nelly Robles García, también originaria de la Mixteca.
El arte popular y los oficios representan las tradiciones de los pueblos: es un mundo de materias primas, procesos y elementos simbólicos que, al unirse, crean arte. Desde tiempos antiguos el ser humano ha estrechado lazos con su entorno y el arte popular es un ejemplo de cómo, a pesar de los años, estos han perdurado y se han materializado en piezas utilitarias y ornamentales. Por eso, en este V Aniversario de Andares del Arte Popular queremos mostrar, una vez más, la importancia de este patrimonio material e inmaterial de Oaxaca y México como un claro ejemplo de las muchas generaciones que han conservado e innovado en sus técnicas, plasmando en ellas parte de su esencia y su pasado.
Sumando los esfuerzos de Andares, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca y la Coordinación de Arte Popular y Proyectos Productivos hemos apoyado a más de 500 talleres familiares, lo que se traduce en más de mil familias beneficiadas no solo en Oaxaca, sino en otros estados del país.
En 2020 se impulsó el Programa de apoyo a artesanos durante la contingencia y la campaña Andares en Casa, esta última como una reflexión acerca del arte popular que se quedaba en los talleres para evitar la propagación de COVID-19. Ambas propuestas se enfocaron en talleres de 15 estados del país, para que tuvieran pedidos en firme en los cuales trabajar y así generar ingresos económicos durante el aislamiento.
Hemos buscado promover y fomentar el trabajo de los diferentes talleres por medio de exposiciones, conferencias, cursos y otras formas de acercamiento entre los artesanos y el público, actividades que han tenido como objetivo invitar a los asistentes a valorar el trabajo artesanal y respetar el legado cultural que representan estas manifestaciones que, además, significan el sustento para las familias que lo trabajan.
En esta celebración no podemos olvidar a nuestros aliados, ya que los esfuerzos en conjunto con otras instituciones del país nos ayudan a medir nuestros objetivos, generar colaboraciones enriquecedoras y compartir la alegría por los éxitos obtenidos. Un gran ejemplo de estas alianzas es la que realizamos con la Escuela Nacional de Cerámica al instalar hornos libres de humo en Oaxaca; este apoyo significa un gran paso en la atención a la salud de los artesanos que trabajan con las diferentes técnicas de quemado.
Agradecemos profundamente los esfuerzos de don Alfredo Harp Helú y de la Dra. María Isabel Grañén, quienes con su pasión por el arte popular hacen posible este proyecto; a todos nuestros compañeros y al público que nos ha visitado, por creer en el trabajo y la belleza de las creaciones de los artesanos, pero, sin duda, reconocemos a cada uno de los artesanos con los que hemos colaborado en estos cinco años de camino: este andar nos ha hecho llegar a los corazones de tantos creadores y ha atrapado el de todas las amistades que forman parte de este proyecto: los honramos todos los días con nuestro trabajo.
¡Gracias por estos primeros cinco años de Andares!
En febrero de 1999, la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) aprobó una iniciativa para celebrar cada año el Día Internacional de la Lengua Materna. Esta celebración, observada cada 21 de febrero desde el año 2000, busca promover la preservación y protección de todos los idiomas que se usan en el mundo.
La expresión “lengua materna” se refiere a la primera lengua de una niña o un niño (o “primeras lenguas” para quienes son criados en entornos multilingües). En México, la lengua materna más hablada es, por tanto, el español. Sin embargo, el 21 de febrero se ha convertido en una celebración de facto de las lenguas indígenas, también llamadas “lenguas originarias”, es decir, las lenguas ancestrales de los pueblos cuyas comunidades y territorios son anteriores a la creación del Estado mexicano. Las lenguas indígenas son la principal fuente de diversidad lingüística del país. De hecho, es gracias a la presencia de tantas lenguas indígenas que México se encuentra entre los primeros ocho países del mundo con la mayor cantidad de lenguas habladas en su territorio. Sin embargo, tienen una existencia precaria.
Aunque México ha reconocido desde 2003 a las lenguas indígenas tradicionalmente habladas en el territorio del país como “lenguas nacionales”, el propio Estado mexicano sigue siendo monolingüe. En el siglo pasado, la explosión demográfica y la urbanización de la sociedad mexicana, combinadas con una agresiva política de castellanización en la educación pública, dieron como resultado la extinción de varias lenguas indígenas y han puesto en peligro a todas las demás. Durante esos años emanó de los centros urbanos hacia las lenguas indígenas y las personas que las hablan, una actitud discriminatoria, reforzada por el racismo y las políticas gubernamentales de castellanización. En tales circunstancias de discriminación y, de hecho, violencia, es comprensible que muchas madres y padres no enseñen a sus hijos su propia lengua materna.
De ahí la importancia de conmemorar el Día Internacional de la Lengua Materna en México: se busca celebrar y visibilizar, el extraordinario patrimonio lingüístico del país. Recientemente ha surgido un desarrollo importante dentro de las comunidades indígenas para promover celebraciones locales en este día. Esto es relevante ya que las comunidades son el principal locus para la transmisión, uso y socialización de estas lenguas.
La celebración en Santa María Ixcatlán
Este año, la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova recibió una invitación del pueblo de Santa María Ixcatlán para asistir a la fiesta comunitaria del Día Internacional de la Lengua Materna, llamada “Celebrar para recuperar el ixcateco”. Asistieron Suzy González del proyecto Endless Oaxaca Multilingüe de la BIJC y el autor de estas líneas. Ubicado en el borde oriental de la Mixteca Alta, en el límite de la Cañada de Cuicatlán, Ixcatlán es el hogar de un puñado de personas que hablan la lengua ixcateca, una de las lenguas indígenas más amenazadas de México.
Realizado en la cancha municipal y acompañado por la música festiva de la banda ixcateca La Esencial, el evento reunió a más de cien participantes, cerca de la cuarta parte de la población de todo el municipio. Los invitados especiales no fueron funcionarios del gobierno ni políticos, sino los hablantes de ixcateco: Pedro Salazar Gutiérrez, Rufina Álvarez Robles, Cipriano Ramírez Guzmán, María Patrocina Salazar Gutiérrez, Gregorio Hernández García, Felicita Martínez Guzmán, e Ignacia Salazar Díaz y su hija Juana Guzmán Salazar, quienes por el estado de salud de la Sra. Ignacia lamentablemente no pudieron asistir.
Al inicio del evento, Andrés Herrera, presidente del Comisariado de Bienes Comunales y en representación de la autoridad municipal, entregó reconocimientos a los hablantes del ixcateco, mientras que los organizadores dieron a cada uno un abrigo para protegerse en esta estación fría. A esto le siguieron dos concursos basados en la lengua para los niños y jóvenes. El primero, “Exprésate en ixcateco”, fue un concurso de oratoria y el segundo, “Cuáchacúnà, si lo entendemos ya ganamos”, fue un juego de reconocimiento de palabras en ixcateco. Los ganadores de los concursos fueron: Alma Patricia Valdivia, Jhoana Martínez, Liliana Morales, Kevin Domínguez, Sofía Armas, Luis Ángel Guzmán, Sandra Herrera, Antonio Hernández, Emily Naomi Domínguez, Abigail Domínguez y Jocabed Valdivia. También se reconoció el esfuerzo de más de una decena de niños, un joven y una mujer mayor de edad que participaron en los concursos, mostrando así los resultados de las clases de la lengua ixcateca que se han dado en la comunidad con el apoyo de distintas instituciones. Gracias a la generosidad de los organizadores y los aliados Veronika Krylova y Samuel Velasco Pérez, cada uno de los participantes recibió un premio.
Los coordinadores del evento incluyeron a Amando Alvarado Álvarez —un joven y reconocido productor de mezcal de Ixcatlán comprometido con las tradiciones de su comunidad—, a la Dra. Selene Rangel Landa y a Diana Ivonne Jaimes quienes han colaborado en distintos proyectos en la comunidad. A la iniciativa también se sumaron Esmeralda Ramírez Salazar, las escuelas primarias y secundarias del municipio, las autoridades municipales y comunales, además de la valiosa colaboración de Jesús Fernando Valdivia Bautista.
No se puede minimizar la gravedad de la situación de la lengua ixcateca, ya que podría desaparecer por completo en muy poco tiempo. Sin embargo, eventos como este, en el que los ancianos de la comunidad fueron los invitados de honor, niños y jóvenes se esforzaron por hablar ixcateco en público en su propia comunidad, son los que dan esperanza al incentivar en ellos el interés por el aprendizaje de la lengua que ya no les fue enseñada en su familia, y al contrarrestar la pena que sienten muchos adultos al intentar hablar la lengua ixcateca de la cual aún mantienen unas cuantas palabras y frases en su memoria.
José María Velasco. Vista de la ciudad y valle de Oaxaca desde el Cerro del Fortín.
…a veces ciudades diferentes se suceden sobre el mismo suelo y bajo el mismo nombre, nacen y mueren sin haberse conocido, incomunicables entre sí. En ocasiones hasta los nombres de los habitantes permanecen iguales, y el acento de las voces, e incluso las facciones; pero los dioses que habitan bajo esos nombres y en esos lugares se han ido sin decir nada y en su sitio han anidado dioses extranjeros. Italo Calvino
Este 25 de abril la ciudad de Oaxaca cumple 490 años desde su fundación. Las antiguas construcciones han evolucionado inimaginablemente hasta convertirse en la ciudad que el mundo desea conocer, y al igual que cualquier otro sitio histórico, para su preservación enfrenta una innegable problemática social, política y económica. La Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, a través de la Casa de la Ciudad, ha sido un sitio y foro de encuentro para estas reflexiones, mediando la participación de la comunidad e instituciones para continuar construyendo y acercando la ciudad a sus habitantes.
En el mes de marzo, el ciclo de conferencias “Ciudad, Patrimonio y Arqueología”, organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México —por medio del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad— en colaboración con Casa de la Ciudad, reunió a especialistas en urbanismo, geografía, conservación y arqueología, entre otras disciplinas, mediante los paneles “Retos y oportunidades” y “Buenas prácticas”.
El intercambio de perspectivas, reflexiones y definiciones en torno a estos pilares identitarios del ciclo, dieron paso a conceptos como cultura y cultura moderna, y a plantearnos preguntas como: ¿hacia dónde nos ha conducido? ¿Acaso la ciudad se encuentra donde hay agua? ¿Cómo estamos preservando nuestra ciudad pretérita? Como consecuencia de la demanda de preservación del patrimonio cultural y de los centros históricos amenazados por el crecimiento urbano surge la “Arqueología urbana”, pero ¿cuáles son los valores e intereses que tutelan nuestra ciudad? Oaxaca tiene sin duda una enorme riqueza pluricultural que integra una gran actividad turística, pero, nuevamente, ¿qué tanta coherencia existe entre esta riqueza y las condiciones económicas y sociales de la población?
¿Qué estamos protegiendo desde la geografía cultural? ¿Quiénes deberían gozar de los beneficios económicos que brinda el turismo? Sin duda, no tendrá que ser esta la actividad principal de una urbe: hay una ciudad fortuita, explorada hace poco, una que emerge y que desde la óptica arqueológica construye también nuestra identidad y comunidad.
En este primer ciclo de conferencias, “Ciudad, Patrimonio y Arqueología”, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca desarrolló la charla “Una Ciudad humana y sustentable: la participación de la sociedad civil”, en la que se compartieron experiencias que destacan en la construcción con más de tres décadas haciendo ciudad y comunidad. Entre estas se encuentran: la recuperación del Centro Cultural San Pablo, de casa Independencia 903 y 1003, la ampliación del Museo de Filatelia y los hallazgos arqueológicos en la Real Alhóndiga de Antequera que, enlazados en una lectura más amplia, permiten reconocer el pasado de nuestra ciudad. Pueblo Viejo y la Casa de la Cacica en Teposcolula, las casas, los espacios públicos y la recuperación —todavía en proceso— del convento de Tehuantepec se suman a la creación de recintos virtuosos para el crecimiento humano, que promueven la investigación y la expresión del arte, que, entrelazando nuestras raíces e identidad nos proyectan al futuro con un mundo más humano. De esta forma se materializan obras y espacios distintivos en Oaxaca gracias a la reunión sabia de múltiples conocimientos y habilidades, detonada por la humanidad y el impulso preciso de don Alfredo Harp y la Dra. María Isabel Grañén Porrúa.
Se ha visto pasar en sueños, buen cazador de sí mismo, siempre en acecho. Antonio Machado
En Oaxaca, el maestro Francisco Toledo pintó, dibujó, esculpió y grabó autorretratos durante muchos años. En cada uno es posible observar que él era la imagen y la pintura, la tinta, el papel, la arcilla y todo lo que tocaba, incluso el espacio en blanco en el que no estaba, y al mismo tiempo no era nada de eso. En la antigua tradición hinduista se dice que los mundos son tres y que los humanos están en el de en medio, pero que ciertas personas pueden estar en dos al mismo tiempo.
Para continuar esa reflexión del maestro Toledo sobre la necesidad de configurarse como un individuo, el Centro Cultural San Pablo presenta una exposición titulada “Tercera Persona” y una instalación de la habitación de Vincent van Gogh.
La instalación es una réplica de la habitación en la que Vincent van Gogh vivió en Arlés, Francia. Como se sabe, en las primeras obras conocidas de este artista dominaban los colores oscuros, pero cuando se mudó a Arlés aparecieron sus pinturas con colores vivos, mucha luz, y con los temas más intensos y cotidianos de su vida.
En la instalación del CCSP —que es una reinterpretación de la habitación que pintó en 1888— se pueden ver los agradables colores que le rodeaban, al mismo tiempo es una muestra de que el trabajo diario de Van Gogh estaba relacionado con apreciar cada objeto, cada imagen, cada minuto y cada experiencia en su vida.
Pensar en cómo vivió el artista y construir un retrato sin su retrato nos permite observar que el arte no consiste en producir lujosos objetos de consumo o un discurso ideológico, sino en una experiencia completa, íntima y compartida que puede iluminar nuestra manera de estar en el mundo y de relacionarnos.
La presentación de esta instalación forma parte de las actividades con las que celebramos el X aniversario del Centro Cultural San Pablo. No tenía caso mostrarla mientras la situación sanitaria nos impedía abrir las rejas; ahora, cada día que los visitantes disfrutan la instalación y las exposiciones, el CCSP recupera su agradable ambiente de espacio para la convivencia mediante el arte en muchas de sus formas.
La exposición “Tercera Persona” presenta varios recursos para construir un retrato: pintura, video, fotografía, dibujo; no para observar la eficiencia de la representación icónica, sino para abordar la necesidad, íntima y antigua, de comprender a los seres humanos como individuos.
En el proyecto “Teatro del Progreso”, el fotógrafo Oswaldo Ruiz reunió una serie de fotografías de gente de Nuevo León que asistió voluntariamente para ser retratada; tituló a esa serie: “Todos somos fantasmas”. Decenas de personas acudieron frente a la cámara de Oswaldo para conservar una imagen de sí mismos en cierta edad, con cierta actitud y con la comprensión del mundo que ello implica. Con esto, el artista no pretende hacer un registro visual de una comunidad, sino acceder a lo no visible en cada persona pero que está implícito en su contundente materialidad, y, al mismo tiempo, explorar el funcionamiento de la imagen como recurso de la memoria.
Otro artista incluido en la exposición, Luis Hampshire, lleva ya varios años indagando, mediante los recursos de la pintura, sobre la condición corporal del pensamiento. Toda experiencia tiene como punto de partida el funcionamiento de sistemas orgánicos, con clausura estructural y en dominios conductuales, gracias a los cuales aparecen las relaciones con otros cuerpos y con todo el mundo, o con todos los mundos posibles. La serie de pinturas que Luis Hampshire tituló “Pinturas votivas” busca dilucidar la relación entre el entorno y la materia que es carne, huesos y formas, y que parece concentrarse en la emergencia del cuerpo como un proceso cotidiano para mostrar el momento en que se diferencia del mundo. La figura delimitada en un retrato convoca a una persona individual, pero extendida hacia todo y múltiple.1
Cuando los seres humanos se distinguieron de los otros seres —visibles e invisibles— que habitan el planeta, apareció la figura; primero la de un hombre que todavía era lobo, oso, venado, ave, etc., y luego, en un día que duró miles de años, para diferenciarse aún más, se elaboraron máscaras todavía con el aspecto de animales, después aparecieron las personas ya separadas del mundo mediante un sí mismo.
Pintar, dibujar o fotografiar una figura humana es pensar otra vez la emergencia de algo que es un otro, y es uno mismo simultáneamente. La relación entre la imagen en el retrato y el fondo de la tela o el papel es, al mismo tiempo, espacial y metafísica.
Por ello, la exposición incluye también videos que presentan las ideas desde las cuales varios artistas comprenden su trabajo y su vida, pues en esas ideas hay ejemplos de voluntades intensas por abandonar la ilusión y el simulacro de lo que se observa, para tener acceso al tejido del que están hechos el mundo y los seres en él.
Con la instalación de la habitación de Van Gogh, y con la exposición “Tercera Persona”, el Centro Cultural San Pablo pone en marcha un ciclo de reflexión sobre la construcción de identidades individuales y colectivas para descubrir cuánto de la tercera persona está ya incluido cuando se configura la primera persona del singular.
1 Los caldeos decían que los seres divinos no tenían cuerpo, pero, a veces, adoptan uno por causa de los humanos, pues no podemos ver incorpóreos debido a la situación corporal en la que estamos los seres humanos.
Fibras de Abya Yala es una exposición en línea implicó un enorme reto técnico, pues no solo se trataba de presentar una serie de imágenes de textiles acompañadas de sus fichas técnicas, sino que deseábamos crear una experiencia y un recorrido únicos para cada visitante. Pongámoslo así: al llegar a una sala de exposición en un museo no vemos, únicamente, las piezas que se exhiben, sino que intervienen la iluminación, el ambiente del espacio arquitectónico, la manera y secuencia en que se presentan las obras e, incluso, los sonidos y olores que se perciben en la sala. Es más, cuando asistimos a una exposición, unas y otros recorremos el espacio de distinta manera, y nuestro transitar suele definirse por las obras que más nos atraen. Esa combinación de factores es la que vuelve memorable la visita a una exposición, y uno de los grandes retos en las muestras virtuales es, justamente, solventar la ausencia de estos factores y hallar mecanismos diferentes para crear una experiencia íntima y personal.
Sin embargo, con la propuesta que hacemos para esta exposición, podemos asegurar con un alto porcentaje de certeza que no habrá dos visitantes que hagan el mismo recorrido por la exposición. ¿La razón? La programación del sistema ofrece un gran número de variables para que, incluso habiendo visitado el sitio una vez, las asistencias subsecuentes sean distintas entre sí. En primera instancia se nos presenta un mapa del continente donde podemos navegar a partir de las ubicaciones geográficas de donde provenga cada pieza.
Es probable que esta sea la búsqueda más intuitiva, pues, además, la navegación nos permite acercarnos o alejarnos del mapa cuanto sea necesario para mirar con total precisión la ubicación de distintas localidades. Los recorridos también pueden realizarse a través de otros filtros, como a partir de los pueblos creadores de textiles o de la vigencia de las prácticas de tejido y bordado; se nos ofrece seguir una senda y conocer, en primer término, las expresiones textiles de los pueblos que anteceden a la formación de los estados-nación que conocemos, o bien, echar un vistazo a las prácticas que aún se emplean en el siglo XXI: de hecho, podemos combinar todos estos filtros y elegir conocer las prácticas vigentes en una población específica dentro de una región geográfica en particular. Todo esto se logró a partir de un esfuerzo titánico realizado al interior del Museo Textil de Oaxaca mediante el uso de software de código abierto. Es importante mencionar que los contenidos de la muestra también representan un nuevo camino en la narrativa que realizamos desde el MTO. En esta ocasión, los textos que aparecen en primer lugar para las piezas que mostramos son citas textuales de personas que crean y/o usan los textiles que se presentan. De esta manera conocemos, de primera mano, el significado de la cultura textil para una persona que convive con ella en su cotidianidad, además de la igualmente importante y reveladora investigación histórica y material de las piezas en cuestión.
Es así como leemos sobre procesos de enseñanza-aprendizaje o historias del origen del mundo que se han transmitido de una generación a otra, pero también reflexionamos sobre problemáticas de racismo, misoginia y otras formas de violencia que existen en torno al uso y elaboración de textiles. Cabe mencionar que al recorrer la muestra virtual también nos encontraremos con piezas que no cuentan con estos testimonios de primera mano, lo que evidencia que la ausencia de referencias también comunica procesos y realidades. Estas omisiones nos invitan a plantearnos numerosas interrogantes, entre ellas: ¿quién tiene posibilidades de publicar? ¿En qué lenguas se publica? ¿Cuántas publicaciones sobre cultura y textiles existen, cuyas autorías sean de personas procedentes de los lugares donde se realizan dichas prácticas? ¿Qué tipos de saberes se privilegian sobre otros?
La recopilación que hemos realizado deriva de una exhaustiva revisión de entrevistas, notas de campo, documentales, monografías, programas de televisión, redes sociales, comunicaciones personales y textos especializados que son clásicos en el estudio del tema. Deseamos que este sitio se vuelva un foro importante donde estas y otras voces y conocimientos se reconozcan, por lo que hemos habilitado la función para recibir comentarios. Con el paso del tiempo, el sitio se enriquecerá por las piezas resguardadas en el acervo del MTO y por la conversación que esperamos se detone a partir de esta experiencia.
El microscopio, el telescopio, son extensiones de la vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones del brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y la imaginación. Jorge Luis Borges
El 23 de abril se ha convertido en una fecha icónica para la literatura. En 1995, la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura decretó que ese sería el día en que, año con año, se rendiría homenaje a los libros, además, la fecha coincide con la muerte de tres autores importantes en la literatura universal: William Shakespeare, Miguel de Cervantes e Inca Garcilaso de la Vega. La dinámica que propone la UNESCO para esta celebración anual consiste en la elección de una Ciudad Creativa para que se convierta en la “Capital Mundial del Libro”; posteriormente, dicha ciudad se encargará de organizar actividades con un solo objetivo: compartir la pasión por la lectura y los libros.
Este año, Guadalajara será la anfitriona de la celebración y como parte de su agenda apostará por la recuperación de los espacios públicos mediante actividades de lectura en ellos. A pesar de la innovación en las propuestas de cada ciudad para atraer a más lectores al mundo de los libros, nunca dejarán de lado al recinto que cobija con honor a estos compañeros: las bibliotecas.
De esta forma la celebración se convierte, para todo apasionado de la literatura, en un acto de vouyerismo en el que el espacio observado —las bibliotecas— se muestra con todo su esplendor y se pone sus mejores trajes para recibir a lectores y curiosos. Sin embargo, el simple hecho de que un sitio albergue una biblioteca, sin importar si es chica o grande, ya habla muy bien de él.
Desde hace quince años contamos con una gran biblioteca especializada en literatura infantil y juvenil, y con el paso de los años se han sumado más espacios al primero, creando una amplia red de bibliotecas que celebran la pasión por los libros, y en donde lo más importante es que tanto chicos como grandes disfruten de sus momentos de lectura. Asimismo, las bibliotecas móviles urbanas y rurales son un gran paso para mantener lectores en las colonias aledañas y comunidades alejadas; los diplomados que se imparten al público interesado, así como todas las actividades que lleva a cabo el programa Seguimos Leyendo se suman a la lista de iniciativas por las que apuesta la FAHHO en pro de esta pasión por los libros, no solo en este día, sino siempre.
La BS Biblioteca Infantil de Oaxaca, en sus diferentes sedes —Casa de la Cacica en Teposcolula, Jorge Luis Borges para débiles visuales, Canteras, San Pablo, Ferrocarril y Salón de la Fama (en Monterrey)— también celebra el Día Mundial del Libro: se pone sus mejores ejemplares y abre sus puertas de lunes a viernes, de 10 am a 7 pm. Recuerden que pueden tramitar su credencial y llevarse sus libros en préstamo a domicilio.
Hay cosas que son muchas: entre ellas, los puentes. Un puente es una cosa que es, a su vez, muchísimas más. No sé si sea ocioso preguntarse si fue primero la idea, la acción, el símbolo o la metáfora, cuando, en realidad, la naturaleza desde el principio mostró a nuestra contemplación —y al entendimiento— los famosos “puentes naturales”, entre las islas o por sobre barrancas y cañadas, salvando el fluido o profundo obstáculo que impedía el paso, o los también famosos puentes efímeros que las hormigas legionarias hacen con sus cuerpos para atravesar una corriente o un vacío.
Porque un puente es eso: una línea transitable entre dos puntos separados por un vacío. Una línea tendida que ata a un punto con otro. Dos puntos que son algo, que algo representan, unidos por encima de una barrera por esta línea que reviste gran importancia: no en balde el título que más sedujo a Augusto, aquel del cual más orgulloso estaba, tal vez porque lo remitía a la antigüedad mítica de la fundación de Roma, era el de pontifex maximus, el ‘máximo constructor de puentes’.
De lianas, madera, piedra o acero; eléctricos, aéreos, virtuales o espaciales, los puentes salvan obstáculos. Por ello se han vuelto tanto un símbolo como muchas metáforas. Son, en este caso, los objetos que la artista Emilia Sandoval (Chihuahua, 1975) ha escogido como inspiración para sus nuevas piezas, en las que resalta, creo yo, esta idea central del hacer un puente, del construir un puente. Tal vez lo hizo así porque los puentes representan vida (y su destrucción presagia muerte, como ocurriera en la última década del pasado siglo con el puente de Mostar, por ejemplo).
La obra de Emilia Sandoval muestra una fuerte pulsión hacia la vida. Las plantas, ramos de flores y las demás construcciones orgánicas (de la serie Fanerógamas AD), minuciosamente formadas con recortes de bolsas plásticas, eso enseñaban: la producción —casi un ensamblaje— de lo bello a partir de objetos comunes, y al parecer inanes, pero que son temibles en su carácter de plásticos: la creación o “formación de nuevas especies a partir de la combinación de materiales propios del consumo…”, como dice su nota biográfica en https://casawabi.org/, lugar donde la artista realizó una estancia en 2020.
Son, al mismo tiempo, un amansamiento del objeto y un triunfo —al transmutarlo en otra cosa— sobre ese objeto. La transmutación logra variados objetivos: al sacar de su contexto cotidiano un objeto, cambia la carga de su significado, lo vuelve otro, en este caso, lo vuelve una pieza. Cambiar las cosas de lugar, moverles su intención, repensar su signo, convertirlas en metáforas, hace que funcionen como un puente tendido entre la artista, la obra y los espectadores.
Hay algo alquímico en todo proceso creativo: las celdas y colmenas de su proyecto “Polinización cruzada” (2014, collages) acercan la preocupación estética de Sandoval, se ha dicho ya, a la ciencia, en particular a la botánica y a la zoología.
Una nota filatélica, ya que esta exposición se halla en el Museo de Filatelia de Oaxaca —uno de mis museos mexicanos preferidos—: casi todos los países han emitido sellos con puentes. Su afinidad al progreso, o a ciertas nociones de progreso, y la facilidad del reconocimiento de su estampa los han hecho un tema predilecto de dictaduras y democracias por igual. Por otro lado, ¿podría imaginarse a Holanda, México o Japón sin puentes? Se podría, pero cada una de estas naciones perdería partes sustanciales de sí.
En un mundo desatado, Emilia Sandoval se ha dado a la tarea de tender puentes, sabiendo que un punto solo en el espacio no es nada, si no es por las correspondencias que establece, o por los rizomas de los que es parte, casi nada si no es por ese puente que lo conecta con el afuera, la otredad, el allá.
Visita la exposición “Tender puentes” en el Museo de la Filatelia de Oaxaca, Constitución #201, hasta el mes de junio, ¡te esperamos!
El pasado 4 de febrero se abrieron de nuevo las puertas y arribaron los prospectos, quienes tuvieron que esperar cerca de un año para iniciar su proceso de preparación para cumplir su sueño: convertirse en jugadores de beisbol profesional.
Con un total de cuarenta jóvenes de entre 14 y 17 años, provenientes de diferentes partes del país, dio inicio el curso Primavera 2022. A su llegada, a cada uno de los integrantes se les realizó una prueba de detección de covid como parte del protocolo de seguridad. Sin embargo, antes de su arribo, los jóvenes mandaron sus comprobantes de vacunación, para dar seguimiento a quienes les faltara alguna dosis y apoyarles con el procedimiento para completar el esquema en las fechas que se indican.
Los jóvenes que continúan con sus estudios tienen las clases en línea durante la tarde, para ello cuentan con un área asignada y con el apoyo para la realización de sus tareas o proyectos.
Este curso regresa la felicidad a los campos e instalaciones de nuestra amada academia. Extrañábamos tener vida, escuchar los batazos, ver las grandes jugadas y, sobre todo, apoyar el crecimiento de nuestras promesas del beisbol. Este sentimiento es mutuo, y nuestros prospectos nos relatan su sentir. Regresar a la academia después de dos años me da felicidad porque trabajo más fuerte, mi dieta es mejor y eso me ayuda a mejorar mi rendimiento deportivo, subir más millas. Estar de vuelta me hace sentir bien. Cuando suspendieron el curso nos mandaban programas para trabajar en casa, pero no es lo mismo porque es más difícil trabajar de forma individual.
Raúl Meza
Me da felicidad estar de vuelta en la academia después de demasiado tiempo sin actividad, extrañaba estar en los campos y poder continuar con mi preparación.
Daniel Sierra
Mi experiencia virtual fue buena porque fue mi primera comunicación con la organización, pero fue complicado porque en lo virtual no teníamos el apoyo total, a comparación de hoy [que] me siento muy motivado porque sigo mejorando día a día y estoy viendo los resultados. Tengo todo lo necesario para seguir avanzando para cumplir mi sueño.
Derek Ayala
El compromiso de todos nuestros prospectos es el mismo: dar lo mejor de sí y trabajar en equipo para lograr un curso con muchos éxitos.
La autora colombiana Irene Vasco participó como docente del Diplomado Internacional en Promoción de la Literatura Infantil y Juvenil que imparte la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca en coordinación con la Universidad La Salle. Es formadora de lectores y jóvenes escritores desde hace más de veinte años, y su labor escritural se centra en la LIJ. En 2020 fue galardonada con el Premio Fundación Cuatrogatos por su libro La joven maestra y la serpiente. Cabe resaltar que el trabajo como promotora de lectura que realiza en comunidades nos muestra una gran labor social que ha dejado una importante huella en varias generaciones. A continuación, Irene nos comparte algunas estampas de su camino como escritora.
Decían que mi abuela era bruja. Yo la veía más bien como un hada. Me contaba las mejores historias del mundo y, aunque no había ido al colegio, era una formidable lectora. “Aprendí por los caminos”, me decía. Yo no ponía en duda sus palabras, entendía que todo había sucedido por arte de magia.
Entre cuentos y brebajes mágicos —para el dolor de muela, la tristeza, el canto afinado, la pereza o lo que fuera— crecí convencida de sus grandes poderes. Sabía que, más allá de la leche tibia con gotitas de miel, jarabe de cerezas y otras pócimas que me preparaba, si algo me aliviaba, eran las rimas, frases incomprensibles y palabras que sonaban a idiomas de duendes que ella pronunciaba durante el tratamiento. Por supuesto, todo me hacía efecto de inmediato.
Largos años más tarde, me convertí en librera. Por alguna extraña razón, según mis socias, a mí solo me gustaban los libros de magia, brujas, hechizos. Hacía la hora del cuento y dictaba talleres a los niños que acudían a la librería, seleccionando lo más misterioso del inventario. Los proveedores conocían mis gustos y llegaban cargados de hermosos libros con secretos milenarios que yo compraba a ojo cerrado. Nunca eran suficientes para mí.
Tanta era mi pasión por los libros arcanos que los amigos comenzaron a regalarme algunas joyas de sus colecciones o hallazgos de sus viajes; todo servía para alimentar los talleres y las horas del cuento. Pero tampoco era suficiente. Los niños y yo necesitábamos más palabras mágicas, más conjuros para convertirnos en animales, hacer llover o volvernos invisibles. En esta búsqueda llegó a mis manos un precioso libro en francés: Enchantements et sortilèges, magistralmente ilustrado por Monika Beisner. “Esto es, esto es”, me dije, y llevé el ejemplar a mi siguiente taller. Pero, a pesar de la belleza, los encantamientos no funcionaban en castellano.
En ese momento nació Conjuros y sortilegios, mi segundo libro, y uno de los más queridos. Durante dos años me dediqué a jugar con las palabras, leyendo y releyendo los cuentos de hadas y Las Mil y Una Noches. Volví a las páginas de Astérix el galo, uno de mis personajes favoritos, para descubrir la pócima del druida. Así, de a poco, el catálogo de hechizos tomó forma. El libro fue publicado por primera vez en 1990, de la mano cuidadosa de la editora Margarita Valencia e ilustrado por Cristina López. Actualmente, 32 años después, su reedición forma parte del catálogo de Panamericana Editorial, y cuenta con ilustraciones de Juanita Isaza. Allí resuenan las palabras de mi abuela, invocando al duende chicle para que la sopa se convierta en pastel.
Colofón: Mi nieta Luana se debate también entre mi afirmación de que su abuela es bruja y su certidumbre de que más bien es un hada.
Si quieres saber más sobre la obra de esta autora te invitamos a visitar su página oficial: https://www.irenevasco.com/
El 3 y 4 de marzo de 2022 se realizó en la Casa de la Ciudad el foro “Perspectivas del comercio informal en el espacio público” que contó con invitados nacionales e internacionales. El objetivo de este foro fue analizar el comercio en la vía pública desde distintas perspectivas: histórica, patrimonial, económica, política, etc. Mediante la participación de expertos en el tema, tomadores de decisiones y actores principales, se dio a conocer lo que se ha hecho en otros lugares, qué se está haciendo actualmente en Oaxaca y qué se puede hacer con vista hacia el futuro para el llamado “comercio informal”.
El comercio en la vía pública está relacionado con aspectos como la poca e insegura movilidad que ocasiona, la idea de inseguridad que genera, la insalubridad de los puestos de comida, la mala imagen urbana y el daño al patrimonio edificado que todo lo anterior puede ocasionar. Sin embargo, consideramos que el verdadero problema de esta práctica es aún más profundo.
El primer antecedente que se tiene en México del comercio ambulante es el tianquiztli, un mercado de la sociedad mexica ubicado principalmente en las periferias y al aire libre. Este sitio contaba con una estructura clara y reglas cívicas establecidas entre los comerciantes y los encargados de dar a conocer el comercio a las afueras del imperio azteca. Con la llegada de los españoles, la mezcla cultural y comercial dio origen a la plaza-mercado, lugar dentro de la ciudad destinado al comercio. Es en este punto de la historia donde surgen dos personajes importantes: el libremesillero —que vendía en pequeñas mesas—, y el buhonero —comerciante que no tenía un lugar fijo, pero que comerciaba deambulando por todo el mercado—.
Con el paso del tiempo, y debido al crecimiento de las ciudades, el espacio que se le destinó a los mercados fue insuficiente, lo que obligó a los libremesilleros y buhoneros a ubicarse en las calles periféricas y colindantes, dando origen a los corredores comerciales, calles con carácter comercial que funcionaban como una extensión del mercado. Sin embargo, nuestros personajes comenzaron a alejarse de su centro comercial aún más, y surgieron el mercado en la vía pública y el comercio ambulante al establecerse en calles, parques y plazas con gran afluencia peatonal, adquiriendo, de esta manera, una dinámica económica y social propia.*
Entonces, analizando el caso actual de nuestros “libremesilleros” y “buhoneros” podemos determinar que el punto central del problema es la desarticulación y disociación entre el comerciante y su centro comercial, sumado a la falta de capacidad técnica para dar una solución, el poco interés político, los grupos de choque y la sobrepoblación de la zona metropolitana (que termina por influir en el aumento de los comerciantes). Es así que entendemos por qué el cuadrante Sur-Oeste de la ciudad cuenta con una mayor cantidad de comerciantes en vía pública: al acercarse a la central de abastos, estos corredores comerciales desarticulados del mercado comienzan a hacer presión sobre el centro histórico, convirtiendo todas estas calles en corredores comerciales sin un orden establecido.
Visualizar la solución en tres etapas es muy importante. Primero, a corto plazo, es necesario que el municipio cuente con un plan que incluya una serie de acciones que le permitan implementar políticas específicas y normar sus acciones, por ejemplo: censos de comerciantes en vía pública, emisión de licencias, reubicación, restricciones de sitios y horarios de trabajo, políticas de protección a los comercios establecidos, prioridad de atención a personas con discapacidad, entre otros.
También es preponderante establecer lineamientos de trabajo por medio de planes específicos que mitiguen las problemáticas a fondo, la elaboración de un “Plan Rector de Movilidad” que permita identificar zonas de flujo peatonal importante, pero, sobre todo, que se establezcan los parámetros y acciones para ejercer el derecho de toda persona a la movilidad. Posteriormente, todo lo anterior se deberá tomar en cuenta en el Plan de Conservación del Centro Histórico de Oaxaca y generar un Código Urbano de Comercio en Vía Pública que establezca los lineamientos de diseño y uso del espacio urbano y que busque la protección del patrimonio edificado, así como la continua capacitación de los comerciantes.
Finalmente, se podrá buscar la reinserción del vendedor a su centro comercial, haciendo especial énfasis en el tema de la Central de abastos, ya que liberar las calles no impedirá que la población comerciante aumente y busque reocupar los espacios liberados. Se deberá encontrar una solución al crecimiento constante de la población comerciante en la central, para esto, consideramos importantes dos soluciones posibles: primero, la inevitable ampliación del mercado de abastos, y segundo, la descentralización y reubicación del mismo, buscando espacios en las periferias de la zona metropolitana de Oaxaca que soporten la cantidad de comerciantes existentes en un periodo establecido.
Si deseas conocer más acerca de este tema, las charlas de este foro están disponibles en nuestras plataformas de difusión, puedes encontrar los enlaces en: https://casadelaciudad.org/
* Guzmán García, Jorge, Los vendedores ambulantes en la Ciudad de México. Planteamiento para un modelo económico. 2001.