Boletín FAHHO Digital No. 14 (Abr 2022)

Premio Federico Sescosse 2021
a la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca

María Isabel Grañén Porrúa

Una de las prioridades de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca es reconstruir México. Juntos recuperamos, como un fino brocado, el patrimonio artístico, lingüístico, musical y edificado, así como la memoria escrita, el tejido social y el cuidado del medio ambiente. Quienes conformamos la Fundación bordamos con firmeza y dedicación una parte del camino de la educación, la cultura, la salud y el deporte.

En 1994, antes de que existiera la FAHHO, Alfredo Harp Helú involucró a Banamex en la restauración del exconvento de Santo Domingo de Guzmán, esa fue la primera fibra hilada, y la trama se ha sostenido gracias al talento de muchas personas, a la participación de los gobiernos y de la sociedad civil, porque “juntos multiplicamos”, como dice Alfredo.

Mientras se concebían proyectos como el de Santo Domingo, o la recuperación de la Capilla abierta de San Pedro y San Pablo Teposcolula, la Fundación gestaba y preparaba su propio nido en la ciudad de Oaxaca; nació el Museo de la Filatelia y el Museo Textil, la Biblioteca Henestrosa, la Casa de la Ciudad, Adabi de México, el Centro Cultural San Pablo, la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, Andares del Arte Popular y el Taller de Restauración; el Museo Infantil de Oaxaca y las Bibliotecas Infantiles. Teje que teje, los espacios de la FAHHO permiten a familias completas tirar de un ovillo y recuperar historias. El lienzo que es la Fundación se va extendiendo: buscamos aliados, se promueve el empleo, la cohesión social; los municipios participan y sus habitantes se involucran, consiguen recursos, ponen mano de obra y materiales, compartimos experiencias y hacemos comunidad.

Así como las aves cuidan a sus pequeños, en las sedes de la Fundación protegemos los tesoros con amor, ya sean libros, textiles, fotografías o estampillas postales, y nuestro mayor interés es compartir este legado con el mundo. Hemos recuperado, reconstruido y dado mantenimiento a edificios enteros, no importa que nos lleve diez, doce o catorce años; los hemos visto surgir, incluso desde sus cimientos. Rescatamos “papeles viejos” e incunables, catalogamos y organizamos libros en lenguas originarias, y les hemos dado el cuidado que se merecen porque contienen la memoria de nuestros antepasados; también fomentamos la lectura y escritura porque confiamos en el diálogo y en la imaginación infinita de niñas, niños y jóvenes. Año con año, sembramos cinco millones de plantas con ayuda de las comunidades, y en la ciudad también bordamos las calles con almas de madera y filigranas de flores, alegrando la vida de sus habitantes, poniendo una costura más a nuestro planeta.

Cada uno de los profesionales que trabajan en la FAHHO es testigo de la importancia que le damos no solo a los edificios, colecciones o acervos, sino al esfuerzo que imprimen en su labor, y de esta manera agradecemos al Consejo Internacional de Monumentos y Sitios de México el Premio Federico Sescosse, máximo galardón que se ofrece a una trayectoria sobresaliente en favor de la conservación, restauración, cuidado y difusión del patrimonio cultural del país. Es un honor recibir esta distinción, nos motiva a seguir trabajando por nuestro país y a reconocer que nuestros logros son el resultado de la unión de un gran equipo. Juntos multiplicamos y tejemos el gran tapete que merece nuestro querido México.

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