Premios CaSa emite convocatorias para la creación literaria en 8 lenguas

  • Además se presentó el Premio FAHHO-CaSa “Emiliano Cruz Santiago”
  • Apoyado por el artista Sergio Hernández el CaSa impulsará un proyecto de Documentación del Idioma Chocholteco, una de las lenguas oaxaqueñas menos documentadas 
  • Y en colaboración con el INBAL se anunció la publicación de una antología de literatura infantil en zapoteco con los trabajos ganadores del Premio Mario Molina de Premios CaSa 2014-2019

A nueve años de que el artista Francisco Toledo (Juchitán 1940 – Oaxaca 2019) emitió la primera convocatoria de los Premios CaSa de creación literaria en zapoteco, con tres categorías, narrativa, poesía y canción, este concurso ha crecido y este 2020 emite convocatorias para ocho idiomas: zapoteco, mixteco, triqui, huave, mixe, chinanteco, mazateco y chatino, éstas tres últimas se emiten por primera vez, premiando cinco categorías.

En el marco del Día Internacional de la Lengua Materna, Daniel Brena, director del Centro de las Artes de San Agustín (CaSa) presentó en conferencia de prensa, además de las convocatorias de los Premios CaSa, distintos proyectos encaminados a la revitalización y documentación de las lenguas indígenas nacionales.

Este 2020 se emite también por primera vez la convocatoria para el premio FAHHO-CaSa “Emiliano Cruz Santiago”, otro de los proyectos que se presentaron es el de Documentación del Idioma Chocholteco y la publicación de la antología de literatura infantil en zapoteco.

En la conferencia de prensa estuvieron presentes, Natalia Toledo, Subsecretaria de diversidad cultural de la Secretaría de Cultura, Sara López Ellitsgaard, Presidenta de Amigos del IAGO y del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo A.C., María Isabel Grañén Porrúa, Presidenta de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, Adriana Aguilar Escobar, Secretaria de las Culturas y Artes de Oaxaca, Eufrosina Cruz Mendoza, titular de la Secretaría de Pueblos Indígenas y Afromexicano y el artista Sergio Hernández.

Brena dijo que las convocatorias han fomentado la creación literaria en lenguas que se hablan principalmente en el estado de Oaxaca y “varios de los creadores que han sido premiados, han continuado su carrera y han sido reconocidos en el campo literario”.

“Los Premios CaSa han crecido gracias a la colaboración de distintas instituciones y principalmente por la convicción del maestro Toledo de que es urgente trabajar apoyando a los idiomas de nuestro país”.

Sara López Ellitsgaard recordó que justo hace un año su padre, Toledo, anunciaba en ese mismo espacio la creación de tres nuevas convocatorias, y dijo que es responsabilidad, “como ciudadanos de este país tan diverso, ver por la preservación y difusión de las lenguas originarias”. 

“Quiero agradecer a todos los presentes que podamos continuar el camino que nos trazó. Que demos la importancia a las lenguas y tradiciones que formaron nuestro país y crean nuestra identidad”. 

En su intervención Grañén Porrúa habló de la convocatoria del Premio FAHHO-CaSa “Emiliano Cruz Santiago” el cual busca reconocer y apoyar a personas que promueven sus lenguas de manera individual o colectiva bajo su propia iniciativa (no como parte de sus labores institucionales).  

Esto siguiendo el ejemplo de Emiliano Cruz Santiago un joven zapoteco de San Bartolomé Loxicha, quien desde los 19 años hasta su muerte repentina a los 29 años, dedicó su vida a la documentación, descripción y promoción de su lengua materna, el ​dí’zdéh. Solo y en colaboración, Emiliano llevó a cabo diversos proyectos como la recopilación de un diccionario, una colección de cuentos, una antología de creencias tradicionales, una novela, libros infantiles, un proyecto de etnobotánica, talleres de ortografía, concursos de poesía y canto, entre otras acciones, todo en zapoteco.

Sergio Hernández mencionó durante la conferencia que apoyará el proyecto: Documentación del idioma chocholteco el cual tendrá como sede la comunidad de Santa María Nativitas y es que esta lengua es una de las cuatro con menos hablantes en Oaxaca.

El idioma chocho o chocholteco es una lengua otomangueana que se habla en las localidades oaxaqueñas de Santa María Nativitas, San Juan Bautista Coixtlahuaca, San Martín Toxpalán y San Miguel Tulancingo y es una de las lenguas oaxaqueñas menos documentada, el proyecto se desarrollará durante 8 meses y la finalidad es obtener 10 horas de audio y video.

Además junto con el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura se editará una antología de literatura infantil en zapoteco con los trabajos ganadores del Premio Mario Molina de literatura infantil de los Premios CaSa 2014 – 2019.

La primera convocatoria de Premios CaSa en zapoteco se presentó premiaba las categorías narrativa, poesía y canción, y en 2014 se incluyó el Premio Mario Molina de literatura infantil haciendo reconocimiento al escritor originario de Villa Hidalgo Yalalag que dedicó gran parte de su trabajo a la creación literaria para niños.

Los presentes en la conferencia detallaron que cada convocatoria (zapoteco, mixteco, triqui, ombeayiüts ,mixe, chatino, chinanteco y mazateco) entrega premios de 30 mil pesos en las categorías de narrativa, poesía, canción, literatura infantil y tradición oral.

Para premiar a los ganadores se han incluido premios especiales de obra gráfica para algunas categorías de los premios, los artistas que donarán obra este año son: Sergio Hernández, Guillermo Olguín, Joel Merino, Eddie Martínez, Filogonio Velasco Naxin, Demián Flores, Ixrael Montes y la familia del maestro Francisco Toledo, aportará obra del artista como él lo hizo en ediciones anteriores.


Las convocatorias pueden consultarse en la página: www.casa.oaxaca.gob.mx y estará abiertas del 21 de febrero al 18 de septiembre de 2020.

PREMIO EMILIANO CRUZ SANTIAGO

Emiliano Cruz Santiago era un joven zapoteco de San Bartolomé Loxicha. Desde los 19 años hasta su muerte repentina a los 29 años, Emiliano dedicó su vida a la documentación, descripción y promoción de su lengua materna, el dí’zdéh. Solo y en colaboración, Emiliano llevó a cabo diversos proyectos como la recopilación de un diccionario, una colección de cuentos, una antología de creencias tradicionales, una novela, libros infantiles, un proyecto de etnobotánica, talleres de ortografía, concursos de poesía y canto y más, todo en zapoteco.

El premio FAHHO-CASA “Emiliano Cruz Santiago” busca reconocer y apoyar a personas que, como Emiliano, promueven sus lenguas de manera individual o colectivo bajo su propia iniciativa (no como parte de sus labores institucionales). Las formas de promoción abarcan cualquier iniciativa creativa, desde la producción de recursos electrónicos hasta la creación de arte incluyendo literatura y música o la elaboración de material didáctico.

El premio se abre a cualquier lengua indígena nacional o lengua minoritaria de Oaxaca.

El ganador del premio recibirá un reconocimiento y dará una conferencia en que compartirá sus experiencias con el público.

Semblanza de Emiliano Cruz Santiago

8 de febrero de 1986 – 17 de octubre de 2015

Emiliano Cruz Santiago creció en el rancho “El Tamarindo” del municipio de San Bartolomé Loxicha, distrito de Pochutla, estado de Oaxaca. Su lengua materna era el dí’zdéh o zapoteco miahuateco. Aprendió el español a los seis años cuando empezó a estudiar en la escuela primaria de su comunidad. Desde joven sufría de una enfermedad entonces no diagnosticada, la hipocalemia. Por los bajos niveles de potasio que solía tener por su condición, padecía ataques paralíticos que ni él ni su familia sabían cómo predecir. Debido a esto perdió más de un año de escuela, pero tenía un amor a los libros y aún cuando estaba aislado en cama siempre leía. Estudió la primaria en El Tamarindo, la secundaria en San Bartolomé Loxicha, y el bachillerato en la ciudad de Oaxaca.

Fue en la ciudad de Oaxaca a los 19 años que empezó a trabajar con la Dra. Rosemary Beam de Azcona en un proyecto de investigación del zapoteco miahuateco. Rápidamente, la Dra. Beam percató su genio. Desde el inicio de su colaboración, ya sabía términos lingüísticos como apócope gracias a su lectura sobre el griego antiguo, y los aplicó correctamente a datos del zapoteco que analizaron. También tenía un interés natural para la cultura zapoteca. Desde antes de su colaboración con la Dra. Beam, Emiliano tomaba notas sobre el ciclo ritual de 260 días que aún preservan en su pueblo. Al salir del país unas semanas, la Dra. Beam le dejó un laptop del proyecto y fue grande su sorpresa al regresar a Oaxaca: había agregado más de 600 palabras a la base de datos del proyecto, con los tonos transcritos correctamente, conjugaciones completas para los verbos y en muchos casos hasta información sociolingüística sobre modismos.

Debido a sus talentos naturales y su aptitud para la investigación, la Dra. María Isabel Grañén Porrúa le ofreció una beca para estudiar una licenciatura en lingüística en la Universidad de Sonora, donde fue asesorado por la Dra. Zarina Estrada. Después de sus dudas iniciales sobre dejar su familia temporalmente atrás, Emiliano fue a Hermosillo en 2007 donde sobresalió como alumno. En 2008 Emiliano visitó los Estados Unidos como invitado del Departamento del Estado en un programa para jóvenes indígenas universitarios de Latinoamérica. Durante su estancia en los EEUU, fue diagnosticado con hipocalemia. Como parte de este programa de la Embajada Norteamericana en México, Emiliano fue invitado varias veces al DF y conoció a Hillary Clinton, a Michelle Obama y a Margarita Zavala. Como alumno de UniSon, empezó a recopilar creencias que los ancianos de su pueblo compartieron con él. Esta colección de 589 dichos o creencias se convirtió en el libro Jwá’n ngwan-keéh reéh xa’gox–Creencias de nuestros antepasados (2010, Secretaría de Cultura del Gobierno de Oaxaca), al parecer el primer libro publicado en el zapoteco miahuateco. Cuando vino a vivir en Oaxaca, Emiliano pensaba ganarse la vida con la encuadernación, porque le encantaban tanto los libros que quería estar rodeado de libros todo el tiempo. Ahora se convirtió en autor de su propio libro.

Después de terminar su licenciatura en la Universidad de Sonora, consiguió una beca del Endangered Language Documentation Programme de la Universidad de Londres para llevar a cabo más documentación lingüística en su comunidad. Como parte de la beca viajó a Londres a recibir entrenamiento de expertos en la documentación. También participó en un proyecto del Museo Smithsoniano y la Universidad de Georgetown en Washington, D.C sobre los tonos del zapoteco. Después se fue a Santiago de Chile para un taller del Living Tongues Institute para activistas de lenguas indígenas en Latinoamérica.

Gracias a la beca del ELDP pudo quedarse en San Bartolomé Loxicha desde el 2013. Dio talleres de ortografía en su comunidad y participó en iniciativas para promover la creación de literatura zapoteca entre los jóvenes del pueblo. Además de participar en eventos comunitarios y la documentación por la que fue becado, aprovechó su estancia en el pueblo para avanzar en el trabajo del gran proyecto del diccionario que había empezado con la Dra. Beam, que ahora tiene más de 6,000 entradas y alrededor de 10,000 palabras incluyendo sub entradas. Además de esto juntó los cuentos que había transcrito durante años en un volumen de casi 500 páginas, completo con traducciones y glosas gramaticales y una introducción que explica la ortografía y da un esbozo gramatical de la lengua. Todo esto había logrado a los 29 años.

En la tarde del 25 de octubre de 2015 en San Agustín Loxicha tuvo un ataque de hipocalemia, aunque al principio no se presentó con los síntomas normales. Cuando se reconoció la gravedad de su condición, se consiguió un auto y lo cargaron, bajando el cerro hasta la carretera, para ir con un médico. El primer médico no quiso atenderlo. El segundo tenía su almacén de potasio agotado y llamó a la ambulancia del pueblo, que tardaba hora y media en llegar porque estuvo fuera del pueblo en esos momentos. En la ambulancia tuvo problemas para respirar y le querían dar oxígeno, pero el tanque de oxígeno que llevaba la ambulancia estaba vacío. Falleció en la ambulancia a media hora de distancia del hospital en Miahuatlán.

Fondo “Ventura Conde”. Donación y exposición de documentos históricos de Yatzachi el Alto

  • Los documentos en zapoteco de Yatzachi son particularmente importantes para los estudios históricos y lingüísticos, porque representan una gran diversidad en cuanto a los tipos de textos y a los temas que tratan.

Oaxaca, Oax.- En el marco del Día Internacional de la Lengua Materna, se formalizará la donación de un conjunto de documentos históricos que tienen su contexto en Yatzachi el Alto, para formar parte del acervo que la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova (BIJC) resguarda y pone a disposición del público.

Este conjunto incluye algunos materiales escritos en zapoteco, por lo que se ha preparado una exposición que presenta una selección de documentos del Fondo Ventura Conde y los contextualiza en la historia de la escritura del zapoteco, una tradición de 2500 años.

Los documentos fueron resguardados por una familia de Yatzachi el alto, que estará presente en el evento. Para recibir estos materiales estará presente la Dra. María Isabel Grañén Porrúa, presidenta de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, A.C, así como directivos y personal de la BIJC.

Este archivo familiar, gracias a la generosa donación, pasará a ser conocido como Fondo “Ventura Conde”, en honor a la persona que conjuntó estos materiales, abuelo de la actual propietaria.

San Baltazar Yatzachi el Alto es un pueblo zapoteco ubicado en la Sierra Norte. Sus habitantes hablan xidza xhon, una variante regional del zapoteco de la cual tenemos registros escritos desde 1595, cuando se escribió un testamento en el pueblo vecino, san Bartolomé Zoogocho. El primer texto en zapoteco que conocemos de Yatzachi es de 1614, cuando aún formaba un solo pueblo con Yatzachi el Bajo. Entre ese año y 1824 los escribanos de los pueblos hermanos produjeron muchos textos, de los cuales al menos 26 han sobrevivido hasta nuestros días.

Los documentos en zapoteco de Yatzachi son particularmente importantes para los estudios históricos y lingüísticos, porque representan una gran diversidad en cuanto a los tipos de textos y a los temas que tratan.

Dentro el grupo de documentos de Yatzachi resguardados en archivos tenemos también el Fondo Ventura Conde, que el 21 de febrero de 2020 será donado a la Biblioteca Juan de Córdova por doña Juana Conde Rodríguez y su marido Fortino Hernández Matías. Se trata de un pequeño archivo familiar de Yatzachi el Alto, lugar de origen del matrimonio. El nombre del fondo se propuso en homenaje al señor Ventura Conde, abuelo de doña Juana, de quien ella lo heredó. Incluye varios documentos que hacen referencia a otros miembros de la familia, como Felipe Conde, mencionado en un pago de impuestos de 1868; Antonio Conde, bisabuelo de doña Juana, en un convenio sobre tierras de 1882 y un recibo de pago de 1903; y Remigio Conde (primo hermano de don Ventura), quien es mencionado en una carta de venta de 1883, una carta a sus hermanos de 1886, un empeño de un terreno de 1912 y un recibo de un pago de 1914. El fondo contiene también una carta de 1766 de un tal Mariano, quien pide a Juan Joseph Urbieta que vaya al zapatero Bartolomé para que le entregue un par de zapatos ya pagados. Como puede apreciarse, este archivo nos proporciona una historia muy detallada y cercana de la vida cotidiana de un pequeño pueblo en la Sierra Norte.

El Fondo Ventura Conde contiene ese tipo de documentos familiares, pero también incluye textos que están relacionados con la comunidad. Es probable que uno de los ancestros de doña Juana haya sido escribano o tenido algún cargo en el cabildo, por lo que guardó esos documentos. En este grupo de documentos comunitarios hay ocho que están escritos en zapoteco, que van desde 1714 hasta 1821. Todos son memorias de gastos que se hicieron dentro de Yatzachi el Alto. Por ejemplo, en 1714 se registró que, para el domingo del Rosario, se hizo el gasto de 1 peso y 4 reales para comprar pan de Castilla, chocolate y azúcar. Asimismo, en 1785 se compraron piedras por el valor de 1 peso, las cuales los nobles (xoana) colocaron en la iglesia. Tales documentos nos muestran la vida comunal de Yatzachi el Alto y la participación de todos los vecinos en la organización de las fiestas, ceremonias, construcciones y otras actividades.

También lingüísticamente son importantes los documentos en zapoteco provenientes de Yatzachi, porque representan la escritura de la lengua a través de más de dos siglos (1614 a 1821). Para interpretarlos, además de contar con los actuales hablantes, existe un diccionario del Instituto de Lingüística de Verano en el zapoteco de las dos comunidades. Lo anterior nos proporciona la oportunidad estudiar el desarrollo histórico de la lengua y compararlo con el de otras lenguas zapotecas.

Los documentos del fondo Ventura Conde se integran pues al acervo de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, donde serán conservados adecuadamente y podrán ser consultados por cualquier persona interesada en la historia de Yatzachi y en la escritura del zapoteco a través del tiempo.

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