SALÓN DE LA FAMA DEL BEISBOL MEXICANO

El Recinto de la Fama del Beisbol Mexicano es el lugar donde se rinde homenaje a todos aquellos que han hecho del beisbol el rey de los deportes en México. Esto incluye a jugadores, mánagers, ampáyers, directivos y cronistas de este deporte. A la fecha se han inmortalizado a 200 personajes.

Fue en 1939 cuando Alejandro Aguilar Reyes “Fray Nano” concibió la idea de que México tuviera su propio Salón de la Fama, como el que se inauguró el 12 de junio del mismo año en Cooperstown, Nueva York, Estados Unidos.

El reconocido periodista capitalino llevó a cabo un concurso mediante cupones aparecidos en el diario La Afición –el cual había fundado en 1930–, eligiendo a los primeros cinco inmortales del beisbol mexicano.

Fue hasta 1964 que se eligieron seis inmortales más, ahora por medio de la Asociación de Cronistas de la ciudad de México. De 1964 a la fecha se han honrado a 200 grandes del beisbol mexicano.

En 1971, mediante un comité encabezado por el Lic. Antonio Ramírez Muro, presidente de la Liga Mexicana de Beisbol y de la Asociación de Ligas Profesionales de Beisbol, se otorgó la sede vitalicia a la ciudad de Monterrey, gracias al apoyo de la Cervecería Cuauhtémoc, que se comprometió a albergar el Salón de la Fama y patrocinar su funcionamiento.

El 13 de junio de 2013 el Salón de la Fama cerró sus puertas. Fue don Alfredo Harp Helú quien con entusiasmo tomó la estafeta y decidió patrocinar la construcción de un nuevo espacio al costado del canal Santa Lucía, cedido por el Parque Fundidora.

Está construido principalmente en ladrillo rojo, tanto en muros como en la techumbre, hecha con bóvedas. Este ladrillo es un homenaje a los edificios históricos de la antigua fundidora de Monterrey. La variedad de formas de sus bóvedas rinden homenaje al perfil del Cerro de las Mitras.

El edificio constará de varias opciones para los visitantes, como el Recinto de los Inmortales, sitio donde están colocadas las 200 placas de los consagrados del rey de los deportes, así como un amplio espacio de exhibición permanente que dispondrá de una línea del tiempo del beisbol mexicano, y espacios para la exhibición de otros temas afines a este deporte. 

El Recinto de la Fama del Beisbol Mexicano contará también con una biblioteca con zona infantil y un acervo especializado donado por don Juan Vené, además de un auditorio para 150 personas, un mini diamante de beisbol con gradas, jaulas de bateo, zona de juegos interactivos, tienda de recuerdos, restaurante y una explanada para la celebración de las “entronizaciones” del Recinto de la Fama.

La impresionante vista del edificio desde el Canal Santa Lucía lo hará ver como una obra monumental, que hace honor a este deporte, parte importante de la historia de México.

2018: NUEVAS CONSTELACIONES

 Al hablar sobre los textiles de Oaxaca, inmediatamente vienen a la mente algunas imágenes bastante conocidas, imágenes que conectan las telas con las poblaciones donde se elaboran. Así tenemos las flores istmeñas, las grecas de Teotitlán y las aves mazatecas, por dar solo algunos ejemplos. Podríamos pensar que estas flores, grecas y aves son una suerte de constelaciones en nuestra bóveda celeste, que nos ayudan a encontrar y/o seguir un rumbo. Pero, ¿hay nuevas constelaciones por descubrir? ¿Es posible modificar el mapa de estrellas que conocemos? Las respuestas son obvias: sí y continuamente. 

En octubre de 2017, convocamos a un grupo de artistas de distintas comunidades de Oaxaca para presentarles un proyecto de exposición a mostrar en julio de este año, con motivo del X Aniversario del MTO. Ahí invitamos a los asistentes a crear algún producto nuevo que hiciera referencia a lo que cada uno de ellos ha aprendido/desarrollado/creado, a partir de sus vínculos con el Museo a lo largo de estos años. La idea inicial era, sobre todo, demostrar el impacto que ha tenido el programa de Hiloteca entre quienes tejen y bordan, pues con esta iniciativa la calidad de sus trabajos ha mejorado notablemente. La oferta de hilos de mejor calidad, sin embargo, no ha surtido efecto por sí sola, pues los artistas también han enriquecido su labor a través de talleres que el MTO ha organizado: teoría del color, composición formal, acabados, confección y patronaje, entre otras temáticas. Algunos de los participantes se han vinculado con alumnos de servicio social y prácticas profesionales, con quienes aprendieron y desarrollaron estrategias que les han brindado herramientas adicionales para su trabajo. De modo paralelo, las exposiciones y el acervo que resguarda el MTO también han sido fuente de inspiración, curiosidad y reencuentro con las historias del pasado. Así pues, la intención de la exposición cambió para mostrar el desarrollo de cada participante a partir de las relaciones y oportunidades que se han presentado en el Museo. 

Ahora bien, el MTO también ha abogado, desde su creación, por una visión intercultural. Su exposición inaugural De Mitla a Sumatra, el arte de la greca tejida sentó las bases que marcarían su filosofía, pues en dicha muestra, los tejidos y bordados de Oaxaca y otras partes de México convivían en armonía con expresiones textiles de diversas regiones del mundo. La propuesta que presentamos mantiene ese espíritu de colaboración, pues en la reunión de octubre pasado se explicó la segunda característica de este proyecto: la exposición contempla el trabajo en equipo y la cocreación, donde cada participante eligió con quién/es trabajar para desarrollar la pieza a presentar. Los equipos se formaron a partir de una dinámica realizada en ese primer encuentro: cada quien se presentó y mostró su trabajo. Si bien la mayoría de los asistentes se conocía entre sí, esta actividad permitió un mejor conocimiento del trabajo y la personalidad de cada participante. Algunos equipos se conformaron en ese momento, mientras que otros más se definieron hacia el fin de año para así comenzar a idear los trabajos a presentar.

A unos días de abrir esta exposición al público, nos entusiasma mirar este nuevo mapa estelar. Los bordados de Santa María Tlahuitoltepec ya no hacen exclusiva referencia a ese pueblo en la sierra, sino que se entrelazan con los de Maguey Largo, aquí en los Valles Centrales. Las águilas bicéfalas de San Juan Cotzocón volaron desde la zona mixe en dirección a la costa mixteca, donde se encontraron con sus hermanas de Pinotepa de Don Luis. Pareciera que San Pedro pide bautizar una de estas nuevas constelaciones con su nombre, pues la seda de San Pedro Cajonos halló cobijo en los telares de dos pueblos que comparten el primer nombre, aunque se apellidan distinto: Sochiapan y Amuzgos. Agradecemos a tan brillantes estrellas por incitarnos a redescubrir el manto con el que arropamos nuestra existencia. 

SOBRE LOS PASEOS FAMILIARES

Recuerdo que cuando era pequeña mis padres me llevaban a los parques para que me subiera a los juegos y anduviera en bicicleta. Por supuesto, lo disfrutaba mucho, pero puedo entender ahora que la participación de mis padres era más para cuidarme que para divertirse.

Y creo que en esto radica la diferencia de las bibliotecas infantiles BS. Lo que las hace especiales es que, sin importar la edad, papás, mamás e hijos se divierten juntos. Una suerte de hechizo opera en nuestras salas y, de repente, son los niños quienes guían a sus padres, les muestran la colección, les enseñan a jugar ajedrez, les platican recetas asquerosísimas (pero muy nutritivas), les explican sus propias versiones de los cuentos… y son los adultos quienes escuchan. 

Me hubiera encantado visitar un lugar así cuando era pequeña, donde mis padres pudieran divertirse tanto como yo, y pudiera contarles y enseñarles los cuentos que me gustan, donde ellos hubieran podido descansar como bellos durmientes, o explorar entre selvas vírgenes al tiempo que yo aprendía sobre finales felices, amargos, dulzones, inesperados, donde pasáramos la tarde aprendiendo cosas que poco a poco nos hicieran más grande el mundo. 

Y si nosotros no pudimos hacerlo, ahora, en cambio, tenemos la oportunidad de participar en un espacio así de mágico, en el que en cada rincón hay algo para que grandes y chicos aprendan, disfruten, enseñen y se acerquen más unos a otros. La red de bibliotecas infantiles BS representa hoy una opción no sólo de entretenimiento para los niños, pues su oferta trasciende lo infantil y el entretenimiento, promueve actividades culturales y educativas en las que toda la familia puede participar. Tenemos la literatura y la promoción lectora como base y veleta, pero con una gama que incluye, entre otros matices, la creatividad, el desarrollo personal, la educación para la paz, la equidad de género, el conocimiento del entorno, la educación ambiental y la ciencia como pilares que impulsan el desarrollo de las nuevas generaciones, y brindan a familias enteras herramientas para comunicarse de nuevas maneras y actuar en su entorno inmediato. Imagino que a mis padres les hubiera encantado llevarme a una de estas bibliotecas, quizá más que llevarme a andar en bicicleta.

UN CERRAR Y ABRIR DE OJOS: CASA PROTOTIPO FAHHO EN IXTALTEPEC

Jorge Guzmán Jiménez, de 37 años, es uno de los beneficiados con la reconstrucción de su casa, que será el primer prototipo de la FAHHO en la comunidad de Ixtaltepec. La vivienda será construida con base en la combinación de materiales tradicionales, como tabique y teja, reforzados con materiales contemporáneos, además de contar durante el proceso con la revisión estricta de un ingeniero. 

La familia se compone de Jorge, quien tenía su taller de bicicletas, su esposa Rebeca quien es ama de casa, sus dos hijos, su padre que es campesino y corta leña para vender, y su madre, la señora María Elena Jiménez Vega, de 68 años, quien se dedicaba a costurar y atender la papelería. Ellos declaran haber perdido dos casas: una antigua, propiedad de su madre y otra que estaban construyendo.

La señora María Elena menciona que su casa fue construida en 1898, y esto lo sabe porque en una de sus ventanas estaba marcada la fecha. Según su descripción, la casa tenía las iniciales de sus ancestros, era amplia, con altos ventanales, no tenía refuerzos como varilla pues no la conocían en ese tiempo, era tejido ladrillo con ladrillo, su techo tenía morillos, biliguana, lodo y tejavana: “La casa era fresca, puro ladrillo, el piso de ladrillo. Mucha gente me decía: si tenía papelería por qué no le puso cemento. ¡No, le digo! Ésa es su tradición. Los ventanales tenían su banqueta por dentro, ahí nos sentábamos y abríamos las puertas de cuatro hojas. De noche, cuando había calor, se podía cerrar lo de abajo y abrir lo de arriba. ¡Una cosa preciosa!, humilde, ¡pero preciosa!”.

Rebeca recuerda que el 7 de septiembre su esposo estaba viendo la tele, ella le dijo que la apagara para que durmiera, debido a que ya eran casi las doce y el ruido despertaría a los niños. Cuando estaba a punto de dormir escuchó una especie de ruido de carro, sintió el movimiento, despertó a su marido y salieron: “Se levantó un polvazo que ya ni pudimos respirar, porque estábamos cerca pues, y es cuando dije: ¡Dios, ya se cayó la casa, ya se cayó el techo donde vivíamos! ¿Dónde ahora?, dije. Grité de tristeza, porque dónde voy a llevar yo a mis hijos. Era nuestra única casita que teníamos, lloré fuerte, me dio sentimiento, tristeza; y así se cambió Ixtaltepec, en un cerrar y abrir de ojos”.

La señora Rebeca menciona que gracias a su suegra pudo reaccionar de esa manera y sacar a sus hijos de la casa, pues siempre que temblaba, por más mínimo que fuera el movimiento ella gritaba, les decía que salieran y que eso indicaba un cambio de tiempo, el comienzo de las lluvias o aire: “Saqué a los niños dormidos o despiertos, ¡pero yo los saqué! Lastimé su brazo de mi niño grande porque yo lo jalé recio, no importa si se lastima, yo con tal de sacarlo afuera y así pasó. Gracias a Dios estamos salvos, más que nada mis hijos, imagínense si se quedara uno de mis hijos adentro, me muriera yo”. 

Doña María cuenta que hubo mucho apoyo por parte de la gente. “Casi toda la república nos ayudó, nos mandaron ayuda, despensas, ¡palabras, que es lo que más me gusta!, las palabras de aliento, porque estábamos lastimados”. Distintos medios nacionales e internacionales se acercaron a la familia para escuchar su historia.

Jorge recuerda que su madre le dijo: “Ya no tenemos nada”, y en ese momento se metió entre los escombros a buscar algunas cosas, rescató documentos importantes, mientras que la gente le decía que se saliera. “Los morillos estaban colgados. Los cuates me decían: ‘¡Salte de ahí Jorge! Se va a caer eso en tu cabeza. ¡Antes saliste vivo!, dice, ¡salte!, ¡salte!’”. 

Aunque la mamá de Jorge añora lo que algún día tuvo, dice que aprecia más su vida que las cosas materiales. “La vida es lo que vale. Yo gritando ¡mi casa!, ¡ya no tengo casa! Pero una gritadera porque ya no tengo casa, y otras personas dijeron: ¡Mi mamá se murió! ¡Mi hijo! ¡Mi esposa! ¡Mi hermano! Todos estaban gritando: ¡Queremos ayuda por favor, para sacarlos de abajo! Y nadie había”. 

Jorge se describe como una persona curiosa. Cuando vio a personas en el edificio conocido como la Casa del Pueblo, lugar que está junto a su casa, se acercó para ver quiénes eran y fue ahí donde encontró a los arquitectos de la FAHHO, quienes le ofrecieron ayuda para construir su hogar. Recuerda que les hizo un dibujo de cómo era su vivienda y la visita que le hicieron don Alfredo Harp y la doctora María Isabel Grañén Porrúa. “Cuando me dijeron, uno siente bonito, ¡qué bueno que llegó alguien que nos va ayudar!”.

Rebeca recuerda la mañana en que los arquitectos le presentaron el proyecto de la casa: “Me enseñó la foto, el diseño que ellos traen y me gustó bastante. Ya le dije a mi esposo, vamos a hacer nuestra casita, mejor dejamos que ellos hagan nuestra casita, ¿si no, cómo?, no van a alcanzar los $120 000, ¡no es nada!, aprovechamos o nos quedamos. ¡Y aprovechamos!”.

Al preguntarle cómo se sentía al ver el avance de su casa ella dijo: “¡Me siento muy feliz! Me gustó bastante, por fin voy a tener dónde meter a mis hijos”; Además de estar “muy agradecida con la Fundación, la señora, la doctora es una persona muy buena, pues no cualquier gente puede hacer esto. ¡Es súper generosa! Eternamente voy a estar agradecida con ella y con el Sr. Alfredo. El resto de mi vida voy a contar a mis hijos quién hizo la casa y todo eso, ahora sí, hasta la muerte voy a estar agradecida con ellos, sí, es un gran favor que me están haciendo”.

Además, menciona al equipo de la FAHHO, valora su apoyo y paciencia para construir su casa. “Voy a estar siempre agradecida con ella y con los arquitectos: Gerardo, Vichido; Jesús, él empezó todo, mi respeto para el arquitecto Jesús, siempre voy a estar agradecida con el arquitecto Jesús porque él aguantó todos los insultos, todos los maltratos de mi suegra, aguantó, aguantó y aguantó”.

COLLAGE LITERARIO, UN VERANO ENTRE LIBROS EN SAN MARTÍN MEXICAPAM

El Collage Literario llegó a la Biblioteca Ventura en tiempo de lluvias y sembró semillas en tierra fértil el verano de 2017. Un grupo de veinte chicos y chicas mayores de trece años, la mayoría un poco temerosos, un tanto inseguros, decidieron participar en el reto de acudir durante tres semanas de sus vacaciones escolares, de lunes a viernes, de 9:00 a 12:00 horas, a un taller en el que, les habíamos adelantado, se iban a divertir. Además sabían que iban a leer, a conocer nuevos amigos, a ver algunas películas, a dibujar, hacer teatro y hasta escribir algunos “memes” y poemas. Lo que no sabían era que en ese verano iban a descubrir todo lo que un libro desata en la cabeza de un adolescente. Iban a descubrir el poder de las palabras. Vivieron un verano distinto, como preámbulo a la nueva etapa que iniciarían la mayoría de ellos al final de sus vacaciones: su ingreso al bachillerato o la preparatoria.

La mayoría han retornado a la Biblioteca Ventura buscando algo de lo que vivieron aquel verano. Han asistido a otros talleres; la tercera parte, me atrevo a afirmarlo, estrecharon su relación con los libros. Más de tres preguntan si habrá Collage Literario el próximo verano

Antonio, Miguel y Wendy, los entusiastas coordinadores del programa Seguimos Leyendo de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, fueron quienes abrieron los surcos y colocaron palabras cual semillas en esa veintena de jóvenes. Su experiencia en el trabajo con niños y jóvenes fue determinante para que el Collage Literario se convirtiera en un espacio de amistad, convivencia, juego, lectura y creatividad insospechados.

El libro, como decía Andrés Henestrosa, nos trae noticias que desconocíamos de nosotros mismos. Noticias como éstas son las que tienen avidez por conocer chicos y chicas de San Martín Mexicapam, y de todas partes. ¡Nos vemos en el ‘Verano de aventura’ 2018! Consulta la agenda FAHHO.

ARTESANOS Y MEDIO AMBIENTE: COMPLEJIDAD Y RETOS

El vínculo entre los artesanos y el medio ambiente es amplio e indisoluble. En el conocimiento detallado de su entorno, los grupos humanos han transformado el medio natural por medio de la experimentación, logrando procesos de domesticación y tecnificación. En el proceso han llegado a ampliar las variedades vegetales que aporta la naturaleza; a través de los procesos técnicos han logrado la transformación de la materia, creando cultura en el sentido literal y simbólico de cultivo y florecimiento. 

A lo largo del tiempo, son los artesanos quienes han conservado en mayor grado la huella humana de esta relación, la cual muestra complejidad y retos en este siglo XXI. El conocimiento y uso de los recursos naturales debe abordarse desde diversas perspectivas, y para hacer conciencia de los retos que enfrentan los artífices es necesario conocer las características de los recursos, realizar diagnósticos, plantear las problemáticas y trazar estrategias. Esta labor se puede dividir en dos grandes rubros, uno de ellos es el de los recursos naturales, y el segundo es el de la tecnología y la salud, resultado de los procesos de transformación de los recursos. Si bien se han propuesto algunos marcos legales, la instrumentación encuentra serios problemas en su aplicación. 

En la relación entre artesanos y recursos naturales, encontramos varias categorías. La primera es el uso de recursos silvestres, particularmente ciertos animales y árboles, arbustos y plantas diversas que se toman y utilizan directamente de la naturaleza. En tiempos pasados, el estudio de sus características permitía a quienes los utilizaban trazar algunos aspectos mínimos de cuidado, sin que la mano humana jugara un papel en su reproducción y propagación, y aunque parezca obvio, son los recursos los que están en mayor riesgo. Le siguen los recursos semicultivados o de manejo, por medio de los cuales la reproducción ocurre de manera natural, y la mano humana realiza trasplantes o se tiene conocimiento de los cuidados y técnicas de cómo extraerlos para que se autogeneren. La tercera categoría es la de los recursos naturales domesticados y cultivados, es la situación idónea dado que se desarrollan los conocimientos y técnicas para su reproducción y manejo. Sin embargo, la problemática es que se están perdiendo los cultivos y los conocimientos, dada la sustitución de los materiales por insumos industriales y agrocomerciales. Dos categorías más que han crecido en importancia incluyen el reciclaje de materiales y productos y el desarrollo de ecoproductos etiquetados y certificados. 

Finalmente, existen recursos naturales no renovables como los barros, las canteras, las piedras volcánicas y basálticas, las piedras preciosas y semipreciosas, así como los metales. Provienen de vetas y bancos cuya formación geológica tardó millones de años. Una vez agotadas las vetas es necesario seguir buscando nuevas vetas a mayores distancias o profundidades. 

Pasamos ahora al segundo aspecto: la tecnología y la salud. Los procesos de uso de los recursos naturales pasan por el desarrollo de herramientas y técnicas que potencian la mano humana. Son la esencia de la transformación de los recursos naturales en objetos. Visibilizar el ingenio del artesano y su herencia no es suficiente, es necesario conocer aquellas tecnologías y materiales que tienen un impacto en la salud laboral, ambiental y pública, por el uso de sustancias químicas o materiales contaminantes. 

Propongo que ya no podemos darnos el lujo de no ver ni darnos por enterados de lo que sucede desde el instante en que fue recolectada, cosechada y/o procesada una materia prima de uso artesanal. El eje más crítico es la necesidad de un programa amplio de investigación básica y aplicada, que se proponga ante todo lograr planes de manejo e incluso el desarrollo biotecnológico de cada una de las materias primas de uso artesanal a partir de inventarios, la identificación taxonómica, el rescate de la información etnobiológica y la importancia socioeconómica. También incluye la necesidad de tecnología para el desarrollo de herramientas, maquinaria e insumos que representen un avance en eficiencia y seguridad que logre respetar la esencia del objeto. Los marcos legales existentes tienen amplios alcances y serias limitaciones, pareciera que regular en nuestra sociedad es sinónimo de rechazo y reto a la autoridad. Así, la perspectiva medioambiental en el campo artesanal es amplia, su complejidad requiere programas a mediano y largo plazo y la participación de amplios sectores comprometidos con el presente, para lograr que el futuro hecho a mano sea sustentable.

APOYO A LA CREACIÓN DE TEXTILES ARTESANALES DEL DISTRITO DE JAMILTEPEC EN EL ESTADO DE OAXACA 2017-2018

Como parte del programa de Apoyo a la Creación de Textiles Artesanales, se imparten talleres de acompañamiento para doce grupos beneficiados. Actualmente se imparte el segundo taller, que tiene por objeto enseñar principios de diseño a las tejedoras. Para este taller tomamos como base la experiencia que adquirimos en el Museo Textil de Oaxaca, donde impartimos talleres de principios de diseño y color para artesanos textiles, así como los talleres para el programa de Creación de Textiles Artesanales de la FAHHO, donde colaboramos con tejedores de Teotitlán del Valle, San Lucas Quiaviní y tejedoras de San Juan Juquila Vijanos. 

Este año llevamos el taller Principios de Diseño y Color para agrupaciones originarias de Pinotepa Nacional, Santa María Huazolotitlán, Pinotepa de Don Luis, San Juan Colorado y Santiago Ixtayutla. Para impartir los talleres se hicieron tres visitas. La primera en Pinotepa Nacional, donde nos reunimos con tres agrupaciones, Las Flores y Las Pociteñas de Pinotepa Nacional y Las Estrellas de Huazolotitlán.

La segunda visita se realizó en Pinotepa de Don Luis, donde nos reunimos con las tejedoras de los grupos Don Luis, Mujeres Tejedoras de Yo’o Kua’a y Katy Ya’a provenientes de San Juan Colorado. Estos grupos son reconocidos por sus tejidos con algodón coyuche, algodón verde y una gran variedad de tintes naturales.

Por último, se realizó la visita a la comunidad de Santiago Ixtayutla, ubicada a dos horas de Jamiltepec, donde fuimos recibidos por las tejedoras de los grupos Cristo Rey, Virgen de Juquila y San Felipe de Jesús, sumando un total de 66 tejedoras que participaron.

Durante los talleres se llevó a cabo el análisis de las piezas textiles de cada agrupación, tomando en cuenta los procesos de elaboración mediante una variante de la metodología educativa conocida como “metodología proyectual”, a partir de la cual se definen las problemáticas y variables que influyen en la creación de las piezas tradicionales, sus alcances o limitantes y posibles soluciones al desglosar todos los elementos posibles. Asimismo, se califican las piezas para fines comerciales, ya sean funcionales, usables o productos de placer.

Uno de los temas principales es el de formas y retículas, donde las participantes dimensionan el espacio positivo y el espacio negativo cuando generan el acomodo de motivos o dibujos tradicionales en el bordado o tejido. De igual manera, se demuestra de qué manera el acomodo de motivos es muy similar al proceso de retículas en el proceso de diseño; es por ello que se les compartieron retículas diferentes con acomodo escalonado, hexagonal y triangular, con el fin de que experimentaran distintas direcciones y sentidos visuales.

Otro tema indispensable para este tipo de talleres es el uso de color y la comparación entre sus significados a nivel local y los significados atribuidos por una cultura occidentalizada. De igual manera, se busca conocer la interpretación que otras culturas atribuyen a dichos colores.

Una de las dificultades de este proceso fue generar material didáctico para las participantes, debido a la complejidad del contexto en el que se desenvuelven, ya que al menos un 40% de las becarias no hablan español y muchas de ellas llevaron una educación no escolarizada, por lo que el taller, planeado “a modo de clase”, generó distintas expectativas del aprendizaje, pues había participantes que parecían no “poner atención”, y quienes, en medio de la traducción, parecían dispersas. Sin embargo, en su reciente visita para la entrega de material, las participantes nos mostraron algunas de las propuestas que generaron a partir de los talleres: piezas con ciertos elementos obtenidos de los ejercicios del taller. 

Consideramos relevante compartir esta experiencia, ya que es indispensable generar material y contenido de acuerdo al contexto de los integrantes. Cuando hablamos de temas de colaboración artesanal, ignorar estos elementos puede resultar desfavorable para el cumplimiento de los objetivos de ambas partes, interponiéndose con la idea de colaboración e intercambio de experiencias. 

ARQUEOLOGÍA Y SONIDOS DEL MÉXICO PREHISPÁNICO

El 22 de marzo se inauguró en el Museo de Filatelia la exhibición Arqueología y Sonidos del México Prehispánico, que muestra timbres postales mexicanos con motivos de arqueología nacional y réplicas de instrumentos musicales prehispánicos.

Los instrumentos fueron hechos por el maestro Gregorio Cortés Vergara, de Texcoco, Estado de México, quien deleitó a todos los presentes con su explicación y demostración de los instrumentos y sus variadas formas y sonidos, desde silbatos, ocarinas, flautas simples y con tres tubos y efigies y vasos que silban al vertir su contenido líquido. Los instrumentos estuvieron exhibidos en una vitrina en la sala con los timbres, y algunos podían ser tocados por los visitantes.

Los timbres exhibidos con motivos arqueológicos de México pertenecen a la colección del MUFI e incluyen imágenes de sitios arqueológicos, de objetos de cerámica y otros materiales, de esculturas de piedra y de páginas de los códices, entre otros. Estuvieron contextualizados en el espacio y el tiempo con un mapa de la república con áreas culturales prehispánicas y con una línea de tiempo que situaba cada sitio cronológicamente.

México, igual que muchos otros países, emitió timbres postales a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Durante los primeros años apareció en los timbres don Miguel Hidalgo y Costilla, el padre de la patria, pero hacia finales del siglo el Gobierno escogió otros temas icónicos, como el Popocatépetl y la Catedral de la Ciudad de México. Fue hasta 1923 que apareció por primera vez un motivo arqueológico: la Pirámide del Sol en Teotihuacán.

Dado que los timbres postales circulan por todo el mundo, los gobiernos los han empleado como mini-embajadores, ilustrando con orgullo sus héroes, su historia, sus tesoros culturales y naturales entre otros temas. En México lo más exitoso, filatélicamente, fue la emisión de 1975-1992 llamada México Exporta; mostraba productos hechos en el país y exportados: café, zapatos, tequila, partes automotrices, algodón, mezclilla y muchos más. Desafortunadamente, el Gobierno nunca aprovechó la oportunidad de mostrar bien el patrimonio arqueológico, aunque sí existen timbres con tales motivos.

A partir de 2006 apareció una serie de hojillas de recuerdo (pequeñas hojas con cinco timbres diferentes) mostrando edificios y piezas de (hasta ahora) ocho lugares mejor conocidos: Monte Albán, Teotihuacán, Tula y Chichén Itzá, entre otros. No obstante, dado el formato con timbres de varios valores y el hecho de que la gente ya no envía correspondencia como antes, estos timbres tendrán impacto para coleccionistas, pero nunca como propaganda ampliamente diseminada. 

La exhibición de timbres estuvo acompañada por un texto introductorio a la arqueología mexicana de mi autoría. A su vez, el MUFI publicó un catálogo con el texto y los timbres exhibidos, que fue presentado en el Congreso Internacional de Filatelia: MEPSI Oaxaca 2018, celebrado el pasado mes de abril. 

LOS COLORES DEL ARTE POPULAR

Para Andares y para el Laboratorio de Diseño es importante buscar nuevas formas de interactuar y colaborar con los diferentes artesanos con los que regularmente trabajamos, tomando en cuenta las especificaciones de las que hemos hablado en las entregas anteriores. Nuestra misión es apoyar a los artesanos a que desarrollen habilidades y aptitudes con las que cuentan día a día en el momento de elaborar sus piezas. Encontramos que ayudándolos a resolver temas de color, contribuimos a mejorar su producción y comercialización.

El color es uno de los elementos más importantes de cualquier pieza de arte popular. Representa, además de las creencias, la identidad del creador. El uso de colores en piezas utilitarias y su decorado está ligado a la cultura y a la tradición de las comunidades, y representa, además, al contexto natural de los artesanos. Es de ahí de donde consiguen los colores con los que decoran. Y es por eso que tenemos un desarrollo de tintes que es resultado de años de trabajo con fibras naturales o minerales. Y sumado a esto, el resultado sintético de muchos más colores y texturas representa la importancia que estos talleres le dan al color y a la apariencia de sus piezas. 

Uno de los primeros ejercicios que impulsamos en el Laboratorio de Diseño ha sido compartir con los artesanos temas de color, tendencias y nuevas propuestas. Estas herramientas son también muy importantes para el desarrollo de sus productos. Hay muchas variables que pueden intervenir para definir que un color sea más adecuado para cierto producto.

Generamos una tabla de colores a partir de varios estudios y publicaciones que encuentran tendencias mundiales de color, que facilitan a los creadores los colores y texturas que en el futuro tendrán mayor salida, permitiéndonos predecir cómo se comportará el mercado y cómo podemos utilizar esta información para beneficio de los artesanos. Es a partir de esta tabla que comienza nuestro trabajo con los artesanos, mostrándoles diferentes posibilidades de color, contemplando los alcances de su técnica y sus materiales. 

Con Mario Mendoza trabajamos este ejercicio. Él es un talentoso tejedor de Teotitlán del Valle, tiene un estilo propio y diseños muy coloridos que queremos que muchas personas más conozcan y apoyen, es por eso que a él le compartimos una selección de colores pensando en el teñido y en su facilidad para conseguir tonos. Se obtuvo una paleta con colores más fáciles de ubicar en espacios contemporáneos, con texturas de lana tejida y diseños tradicionales que tuvieron un gran alcance. En Andares del Arte Popular buscamos presentar, además del talento de su taller Sueño Zapoteco, la colaboración que despertó en otros artesanos la curiosidad e interés en probar nuevas propuestas de color, y así apoyar a más creadores oaxaqueños.

Los resultados de estos proyectos de colaboración los puedes encontrar en Andares del Arte Popular.

ADABI, XV ANIVERSARIO: RESCATANDO EL PATRIMONIO DOCUMENTAL DE NUESTRO PAÍS

En una idea, acaso un sueño que se concretó un 9 de mayo de 2003 ante notario público, Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México vio la luz hace década y media. Para celebrar este hito, y con la presencia de la presidenta de la asociación, María Isabel Grañén Porrúa, la directora de Adabi, Stella María González Cicero, hizo una breve retrospección de lo que ha conseguido la asociación en el país gracias a la generosidad del matrimonio Harp-Grañén, y reconoció el esfuerzo del personal que en diferentes tiempos ha trabajado para llevar a cabo el rescate y reconocimiento del patrimonio documental y bibliográfico de México.

“Hay una enorme distancia entre el Adabi del 2003 y el actual”, afirmó la directora. Tras sus emotivas palabras, la subdirectora de Adabi, Amanda Rosales Bada, cedió la palabra a los colaboradores de Adabi en las diferentes coordinaciones, como Araceli Gámez del Archivo Técnico, Areli González por parte de archivos civiles, Candy Ornelas de archivos eclesiásticos, Claudia Ballesteros de la Biblioteca Lorenzo Cossío y Cosío, Ana Luisa Rinconcillo, Dimas Hernández y Sandra Caltempa del Centro de Conservación, Restauración y Encuadernación, Jimena Lezama de Publicaciones, Nicolás Chávez de Difusión y Eduardo Martínez que habló desde el área administrativa.

Todos ellos coincidieron en que su trabajo y estancia en la asociación ha sido una de las experiencias más gratificantes que han tenido a lo largo desu trayectoria, tanto laboral como de vida, además de que gracias a ello han valorado la importancia que su trabajo mismo ha significado para el alcance de la recuperación de documentos y libros valiosos, no sólo de manera intrínseca, sino también para la cultura mexicana. 

Como tercera parte del programa, se presentó el nuevo sitio web de Adabi de México que estará disponible en próximos días; para ello tomó la palabra Ismael González Real por parte de Infoestratégica Latina, despacho que se encargó de hacer posible la realización de un sitio tan complejo como el de Adabi; el presentador mencionó que no se trata de un sitio web sino de una “plataforma digital” única en América Latina, en la que se puede consultar información de más de doscientos mil registros, muchos de ellos abarcados por el Catálogo Colectivo de Fondos Bibliográficos Antiguos de México.

Por su parte, Fabiola Monroy, coordinadora de Difusión de Adabi, enumeró las nuevas secciones que se han colocado dentro del sitio web, como un apartado dedicado a legislación y normatividad, así como la reestructuración de la página inicial y de la parte que contiene la sección de La Asociación, así como la de Proyectos. 

Para cerrar el evento, la doctora María Isabel dirigió emotivas palabras a la concurrencia que se dio cita incluso desde distintos estados de la república, para celebrar el decimoquinto aniversario de la asociación. La doctora afirmó que ayudar es importante, pero no solamente en el sentido monetario, sino por todo el trabajo que hay detrás de Adabi, que es muy complicado y difícil, pero que vale la pena. “Estoy segura de que México necesita este esfuerzo concentrado, no solamente la buena voluntad, sino un trabajo serio, dedicado, donde se suman muchas voluntades, muchas instituciones para un patrimonio que ha sido tan olvidado y que es tan necesario en nuestro país. Yo sí creo que México es más en estos 15 años”.

Añadió la presidenta de Adabi que nunca se imaginaron que este proyecto, este “vamos a hacer algo”, era una cosa tan bien organizada con altísimos objetivos, puesto que Adabi es un “oxígeno de humanidad” en este país, es “una construcción muy calladita, de un perfil muy bajo, que realmente está haciendo los cimientos del país que queremos construir”.

Finalizó afirmando: “Me siento muy orgullosa de presidir Adabi, hay muchísimo camino todavía por hacer y me alegra que tantas voluntades se unan en este buen camino que tiene todavía muchos amaneceres por ver”.

Como corolario del evento, se escucharon distintos testimonios de personas que en algún momento gestionaron el apoyo de Adabi de México para sus instituciones, como la Delegación de Coyoacán, la Casa Azul o el Colegio de Vizcaínas, así como de maestras que mostraron el mundo del libro antiguo a través de las bibliotecas organizadas por Adabi en diferentes lugares de la república mexicana.

DE LOS TALLERES DEL MUSEO TEXTIL A MI VIDA

A finales de 2010 se comenzó el rescate de la indumentaria tradicional de San Sebastián Tutla. Varias mujeres ancianas mostraron blusas bordadas que usaron sus madres y abuelas, pero al paso de los años, las blusas existentes comenzaron a desgastarse. Teníamos un problema: no había quién pudiera elaborar blusas nuevas, la técnica de pepenado de hilván se había perdido en esa comunidad. Fue entonces que me interesé en aprender esa técnica, pero no sabía dónde, cuándo ni cómo. Pasaron dos años y a mediados del 2012 salió un anuncio en las redes sociales del Museo Textil donde se anunciaba un taller: “Hazme si puedes”, no recuerdo el título exacto, pero sí el nombre de la instructora: Miriam Campos. 

Aquél fue mi primer encuentro con una aguja, pues no sabía ni poner un botón; tenía 20 años. En el taller nos enseñaron el modo de operar del hilo sobre la tela. La instructora fue muy noble: nos explicó hasta el más mínimo detalle. No sólo aprendí una técnica textil, aprendí a revivir los recuerdos de las abuelas de una comunidad. En 2016 gané el Premio Estatal de la Juventud, con el mérito de haber “investigado” la blusa de San Sebastián; fui postulado por el presidente municipal, dado que su familia fue una de las que me proporcionó las blusas que pude replicar.

En 2015 llegó el arte de Tamara Rivas al MTO, se abrió un taller y me cayó como anillo al dedo. Fue cuando seguí con el pueblo de al lado, el pueblo donde nací: Santa Lucía del Camino. En Santa Lucía encontré blusas de mujeres que ahora han fallecido, quienes me mostraron formas e hilos. Algunas blusas llevaban randa de aguja, y otras más, tejido de gancho con hilo crochet. La nueva meta ya no eran las técnicas textiles, sino obtener buenos materiales con los cuales elaborar las blusas, por ejemplo: hilos de seda teñidos en grana cochinilla, añil y pericón. Para mi buena fortuna, el MTO abrió una hiloteca y ahí encontré exactamente lo que necesitaba.

La blusa que presenté para la instalación colectiva que celebró el décimo aniversario del MTO es uno de mis más grandes logros y fue el Museo quien me permitió encontrar estas técnicas y materiales.

Hoy en día, continúo con la elaboración de blusas e investigación en pueblos del Valle, en los cuales pareciera ser que el arte textil es inexistente. Charlo con abuelas y me muestran sus blusas guardadas en baúles o almohadas, estudio sus puntadas y, tal como fue el aprendizaje en el Museo Textil, ahora organizo talleres con mujeres y hombres en las comunidades, para revivir la ropa que muchos han olvidado. 

LA OCTAVA EDICIÓN DEL COLOQUIO DE LENGUAS OTOMANGUES Y VECINAS (COLOV VIII)

En la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova nos dedicamos a trabajar con y para las lenguas que se hablan en Oaxaca, en sus formas escritas y habladas, desde los albores de la escritura hace 2500 años hasta las expresiones orales actuales. Es un universo grande, complejo y diverso, pero cada dos años hay un evento en especial en el que concentramos todas nuestras energías y esfuerzo a fin de celebrar, difundir y dar a conocer la excepcional diversidad lingüística de Oaxaca. 

Este evento es el Coloquio de Lenguas Otomangues y Vecinas, que en su octava edición se llevó a cabo del 19 al 22 de abril en el Centro Cultural San Pablo. Desde hace ya varias ediciones, el COLOV se convirtió en el mayor congreso en el ámbito internacional sobre las lenguas de Oaxaca. Como ya es la costumbre, en cada edición se destaca el trabajo que ciertas personas han realizado en pro de la conservación o del estudio de las lenguas. En esta ocasión, el COLOV VIII está dedicado a la memoria del filólogo, editor y médico Antonio Peñafiel. Nacido en Atotonilco el Grande, Hidalgo, el 29 de enero de 1838, fue titular de la Dirección General de Estadística cuando esta dependencia realizó la primera encuesta nacional de lenguas indígenas. En el siguiente artículo se puede encontrar información más extensa sobre la vida y obra de este personaje.

El COLOV VIII contó con la participación de 200 lingüistas, filólogos, historiadores, activistas y estudiosos en general, pertenecientes a 54 instituciones o municipios. Nos visitaron de ocho países diferentes. Durante cuatro intensos días los asistentes discutieron y presentaron, en 93 ponencias, los resultados de las investigaciones más recientes sobre las lenguas que se hablan en México en general y en Oaxaca en particular. 

Adicionalmente, tres investigadoras, de reconocida trayectoria y sabiduría, nos honraron con sus ponencias magistrales. Sirvan estas líneas para agradecer a la Dra. Una Canger de la Universidad de Copenhague, especialista de la lengua náhuatl, a la Dra. Ascención Hernández Triviño de la UNAM, destacada filóloga de la lengua náhuatl, y a la Dra. Emiliana Cruz, hablante y especialista de la lengua chatina, por enriquecer este congreso con las presentaciones que podrán ver próximamente en línea, y también con las aportaciones que brindaron con su presencia y trabajo a las conferencias a las que asistieron. 

EL COLOV no es sólo un evento académico: aparte de las tradicionales exposiciones que muestran el trabajo de destacados investigadores o activistas, se presentan exposiciones que dan a conocer los documentos históricos escritos en las lenguas de Oaxaca, como en esta ocasión las cartillas en lenguas indígenas producidas por parte del Instituto Lingüístico del Verano (ILV) durante la segunda mitad del siglo XX. Además, en cada edición se incluyen eventos culturales en los que están presentes las lenguas de Oaxaca de manera directa. Artistas y activistas que se expresan en ellas, desde la reconstrucción de música sacra en mixteco del siglo XVI hasta el rap en zapoteco, teatro en mixteco y la película de Al Gore doblada al triqui. Este año se presentó el grupo Kumantuk Xüxpe, creadores de música experimental y de videoarte (DJVJ), con integrantes de Tlahuitoltepec y de Ciudad de México. Para la ocasión trabajaron con audios de un cuento de terror japonés traducido al mixe de Tlahuitoltepec en el Taller de Traducción Literaria a Lenguas Indígenas que organiza la BIJC. Los invitamos a ver esta pieza en el canal de videos en FB de la FAHHO.

Sólo nos queda agradecer a los participantes y avisar a nuestros lectores que la exposición dedicada a Antonio Peñafiel estará disponible a la entrada de las salas de consulta de la BIJC hasta mediados de julio.

ANTONIO PEÑAFIEL: PIONERO EN LA RECOPILACIÓN Y SISTEMATIZACIÓN DE LA HERENCIA LINGÜÍSTICA DE MÉXICO

Antonio Peñafiel Barranco (1839- 1922) fue un médico, científico y funcionario del Porfiriato que coordinó numerosos proyectos para indagar y difundir la riqueza cultural, la historia y las características de la población de México. La BIJC presenta hasta principios de agosto una exposición que aborda su trabajo y destaca sus aportaciones al estudio y documentación de la diversidad lingüística del país. 

Peñafiel vivió de cerca los conflictos de México durante la segunda mitad del siglo XIX (sirvió como médico militar durante la intervención francesa), y formó parte de una generación de eruditos que se interesaron por las características pasadas y presentes de un país que buscaba integrar tradición y modernidad en su identidad y en sus políticas públicas. A esa generación pertenecieron, entre otros, Francisco del Paso y Troncoso, Justo Sierra y los oaxaqueños Francisco Belmar y Manuel Martínez Gracida. 

El Dr. Peñafiel indagó sobre arqueología, historia natural, medicina, arquitectura y otras temáticas, y al ser nombrado Director General de Estadística, durante casi tres décadas tuvo a su cargo la coordinación y publicación de los censos nacionales de población, así como estudios estadísticos de ganadería, economía, criminalidad, infraestructura e higiene. Así, integrando sus facetas como funcionario y científico, llegó a publicar más de 60 obras a lo largo de su vida. 

Por su interés hacia los pueblos indígenas emprendió varias iniciativas. Por ejemplo, coordinó la reedición de estudios y registros sobre las lenguas indígenas escritos en el periodo colonial. También trabajó para mantener el uso de los nombres indígenas de gran cantidad de pueblos, ciudades, montañas y ríos del país, y para conocer su significado. 

Peñafiel concibió y condujo la elaboración del registro más amplio y completo hasta entonces realizado sobre la diversidad de lenguas habladas en el territorio nacional. Su experiencia coordinando censos nacionales le permitió conseguir vocabularios de alrededor de 500 variantes de 55 lenguas, varias de ellas escritas por primera vez en sistema alfabético mediante dicha iniciativa. Sus registros consignaron idiomas que tiempo después se extinguieron, como el papabuco, solteco, pochuteco, cuitlateco y chiapaneco. 

Los vocabularios del Catálogo General Comparativo de Peñafiel fueron muy relevantes para las investigaciones lingüísticas de principios del siglo XX, pero los accidentes de la historia condujeron a que la mayoría se extraviaran sin haber sido publicados, y el resto permanecieran ignorados por generaciones posteriores de lingüistas. A principios del siglo XXI se ha cobrado conciencia sobre su relevancia y vigencia, y para nuestra fortuna los vocabularios originales que se conservan son los del estado de Oaxaca. 

Quienes visiten la exposición, ubicada en el primer nivel del Centro Cultural San Pablo, podrán conocer las publicaciones originales de Peñafiel sobre nomenclatura geográfica y gramáticas coloniales, y una selección de los vocabularios originales, en los que con elegante caligrafía se asentaron algunas palabras nunca antes escritas, y algunas lenguas que desafortunadamente han desaparecido. Sin embargo, la mayoría de los idiomas consignados perviven hasta nuestros días, y el objetivo de la exposición es mostrar que –tal como se manifiesta en la obra de Peñafiel– nos enriquece conocerlos, valorarlos y utilizarlos. 

LA LITERATURA DIGITAL, UNA ENTREVISTA CON LUCAS RAMADA

“Si esto no va de libros, entonces de qué va”, se le cuestiona a Lucas Ramada Prieto, doctor en Didáctica de la Lengua y la Literatura por la Universidad Autónoma de Barcelona, y especialista en literatura digital, tema sobre el que abundó durante un taller que ofreció en marzo pasado a lectores voluntarios del programa Seguimos Leyendo, y a enlaces de las diversas bibliotecas de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca. 

“La gente, cuando piensa en literatura digital, tiende a pensar directamente en lecturas de PDF, en pantallas, y una vez que analizas profundamente de qué va todo esto e intentas caracterizar ese tipo de obras, te das cuenta de que una de las cuestiones fundamentales es la necesidad del dispositivo informático como elemento que capitaliza no solamente la creación sino también el proceso receptivo; la recepción del texto y un dispositivo informático no tienen nada que ver con un libro, por lo tanto esto no va de libros”, comentó Ramada. 

En un solo día de taller, el especialista en las formas digitales de ficción para niños, niñas y jóvenes hizo un recorrido en torno a las ideas y las obras fundamentales que ayudan a comprender con mayor precisión esta nueva forma de expresión literaria, y que además le dieron cuerpo a la tesis que hoy lo posiciona como una de las primeras personas en estudiar esta nueva forma de lectura y literatura. 

“No hay nadie hablando de esto, pero en cuanto hablas, todo el mundo se vuelve muy loco. La gente sale con ganas de experimentar. Los que evitan hablar más del tema son las instituciones políticas y educativas, a las que ahora mismo no les interesa, no sé por qué. También es cierto que nunca les ha interesado la literatura, quizá porque no les interesan los lectores críticos. Al menos en España, con la educación literaria hay un problema: depende mucho más de la voluntad de cada mediador o mediadora que del tejido institucional político y económico. El tema gusta a la gente que le tiene que gustar, le gusta a las niñas y a los niños, le gusta a los jóvenes y le gusta a las mediadoras y a los mediadores, entonces sólo falta que se apueste por ello”, afirmó el doctor en didáctica. 

Y a la pregunta “¿Cuáles son las desventajas de la literatura digital?”, respondió: “Hablar de ventajas o desventajas es exactamente igual en lo digital que en lo analógico, la clave es entender esto como un ecosistema, no lo digital, sino la cultura. La cultura es un ecosistema que tiene diferentes plantas y diferentes animales y uno de ellos es lo digital; simplemente se trata de entender cómo estos elementos se introducen en el ecosistema cultural de los sujetos de un estado, de un país, de una comunidad o de una casa, para que todos participen en el desarrollo de este ecosistema. A lo mejor en un sitio no tiene sentido tener literatura digital, no pasa nada, pero en otro tal vez sí porque está rodeado de cultura digital; hagamos un hueco a este tipo de experiencias para que cada vez sean más ricas, pero sin quitarle espacio ni al juego libre en la calle, ni al deporte, ni a la literatura, ni al teatro, ni a los cuenta cuentos, ni a visitar exposiciones de arte, ni a ver esculturas, ni al cine, ni a la música, al final es una cosa más dentro de esa cosa tan maravillosa que es la cultura humana, la cultura artística”. 

En cuanto al tema de quiénes hacen literatura digital en estos momentos comentó que: “Es curioso porque realmente los que peor están haciendo literatura digital son los que vienen del mundo literario, básicamente porque vienen del mundo editorial impreso y no entienden lo que es este nuevo mundo. Entonces, salvo ejemplos puntuales como David Wiesner, autor de una obra nativamente digital que se llama Spot, y que es brutal, la mayoría de las experiencias de verdadero éxito expresivo, o sea que realmente funcionan bien como obras de arte, vienen del videojuego independiente, en donde no son conscientes de estar haciendo algo literario, pero tienen algo que contar y utilizan los mismos elementos que la literatura o que el álbum para contar algo que es muy literario; entonces, gente como Patrick Smith, autor de Vectorpark, gente como los de Simogo con obras como Device six, o The sailor´s dreams, son laboratorios de videojuegos que querían contar algo y en muchas ocasiones han hecho algo que se podría llamar, sin ningún tipo de problema, literatura digital infantil”. 

En cuanto a recomendaciones para que la gente lea literatura digital o en cualquier formato concluyó que lo primero es disfrutar. “Hay gente que cree que porque es capaz de leer novecientas páginas seguidas ya es un buen lector, y eso es muy relativo; se trata de leer cosas nuevas, cosas diferentes y ser capaces de disfrutarlo, disfrutar la poesía, disfrutar novelas sesudas y también disfrutar de obras que no lo son tanto, disfrutar leyendo con alguien, disfrutar leyendo y después hablando con alguien de lo que hemos leído, contagiando a la gente del placer por la lectura; todo eso al final te lleva a no tener barreras de ningún tipo, te conviertes en un lector omnipotente, incluso te libera de la palabra literatura y puedes estar jugando videojuegos como si fueses un lector literario. El tema es disfrutar, disfrutar y disfrutar”. 

ADÁN PAREDES CELEBRA 35 AÑOS DE TRAYECTORIA ARTÍSTICA

El maestro ceramista Adán Paredes nació y creció en la Ciudad de México, donde desarrolló su interés por la historia y se formó como arqueólogo. Gracias a su vínculo con la tierra, Paredes ha logrado expresar el amor y la admiración que siente por las tradiciones y la cultura mexicana.

A lo largo de los años, el Centro Cultural San Pablo ha tenido la oportunidad de colaborar con Paredes, como sede de algunas de sus exposiciones, por lo que el maestro ceramista ha encontrado afinidad con este espacio en el que celebra 35 años de trayectoria artística este mes de julio, trabajando en conjunto con el equipo de San Pablo para crear una exhibición única.

El recorrido tiene como principal objetivo mostrar las diferentes etapas artísticas del escultor mediante la reinterpretación de uno de los inmuebles más icónicos de Oaxaca. Para la realización del proyecto, Adán Paredes ha tomado como inspiración la arquitectura del exconvento, así como los vestigios de culturas prehispánicas que han sido encontrados dentro del mismo terreno. Así, teniendo como marco los diversos escenarios del antiguo edificio, la exhibición muestra magistrales piezas de barro y cerámica realizadas por el artista, en sinergia con artefactos de las culturas prehispánicas, mismos que actualmente se encuentran resguardados en la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova. Te invitamos a disfrutar de esta celebración a partir del mes de julio y hasta mediados de octubre. La entrada es gratuita. 

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