UN NUEVO AMANECER PARA LOS NIÑOS

Cuando a un niño con discapacidad se le amplían las posibilidades, las cosas funcionan mejor. Con que sólo un niño pueda vivir mejor, ya merece la pena cualquier esfuerzo. Pero si son muchos niños, seguro que nuestro mundo será aún mejor.

Una de las asociaciones civiles que apoyan este cambio de vidas es Nuevo Amanecer en Pro del Discapacitado. Con su trabajo ha dado respuesta a necesidades transitorias o permanentes de los menores y sus familias, permitiendo la prevención, atenuación y/o superación de trastornos en el desarrollo y/o discapacidad.

Desde el año 2005 Nuevo Amanecer en Pro del Discapacitado, con la participación de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, por medio del programa Home Runs Banamex, ha beneficiado a niños de tres comunidades de la Costa oaxaqueña. Estos menores han desarrollado capacidades que les permiten tener mejores expectativas para afrontar su vida futura y han aumentado su potencial de desarrollo. Esto se ve reflejado en su capacidad de integración social, escolar y laboral y en su habilidad para cumplir con las expectativas sociales, en condiciones favorables para su vida adulta.

Además, esta organización hace que los padres conozcan mejor las necesidades de sus hijos y generen expectativas positivas para ellos y sus hijos. El conocimiento, como suele pasar, les ha permitido enfrentar con mayor seguridad situaciones adversas en los ambientes a los que sus hijos hoy están accediendo. Y no sólo eso, las dinámicas familiares ahora son mucho mejores, permitiendo la participación en actividades comunitarias y creando un ambiente propicio para la integración social y educativa, favoreciendo una cultura de no discriminación.

La comunidad involucrada en el tema de desarrollo infantil —personal de estancias infantiles, maestros y personal del sector salud— está mejor informada en favor de la población beneficiaria: los niños. Así, con el apoyo de Home Runs Banamex, muchas de las metas se han llevado a cabo, ahora están mejor equipados y cuentan con un grupo de trabajo profesional y comprometido, permitiendo la mejora constante de los programas de atención. Y lo más importante: los niños han mejorado su calidad de vida.

UN REENCUENTRO CON EL LIENZO DE ZACATEPEC: LA VISITA DE LOS TACUATES AL MUSEO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA

Una amplia delegación de la comunidad tacuate de Santa María Zacatepec visitó la exposición Códices de México en el Museo Nacional de Antropología con el objetivo de encontrarse con el original del lienzo de la comunidad. Este documento es hoy un importante símbolo que cohesiona a los tacuates, un pueblo mixteco de la Costa oaxaqueña que ha luchado por conservar, desarrollar e innovar su propia cultura ante los embates de la hegemonía mestiza que se estableció en la región durante la segunda mitad del siglo XX.

En un operativo logístico bien organizado por la comunidad tacuate, una delegación de cincuenta personas arribó al Museo Nacional de Antropología. Entre ellas se encontraba el alcalde primero, don Lorenzo López Martínez, representante oficial de la comunidad tacuate, cargando el bastón de mando. Le acompañaron varios principales (expresidentes), maestros de la comunidad y un buen número de jóvenes, estos últimos seleccionados para representar a sus escuelas y traer de regreso una narrativa de lo ocurrido. El comité estuvo acompañado por la diputada federal Angélica Melchor Vásquez, quien se integró sensiblemente vistiendo un huipil de la comunidad. Para muchos, ésta fue su primera visita a la Ciudad de México y su primera experiencia con el frío nocturno en la capital a finales del año.

Después de la recepción del subdirector de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, y de la parte organizadora de la exposición, la comitiva disfrutó un buffet ofrecido por la misma biblioteca. El comité visitó la sala de las culturas de Oaxaca y la sala Mexica del museo. Posteriormente, visitaron la exposición con el director de la biblioteca, el doctor Baltazar Brito Guadarrama, quien ofreció una amena explicación de varios documentos. Al arribar a la vitrina con el lienzo original, una hermosa composición cartográfica-pictográfica en tinta negra sobre tela que abarca la historia de la comunidad entre los años de 1120 y 1557 d.C. y meta del largo viaje de más de doce horas, el alcalde primero aprovechó la oportunidad para ofrecer un discurso formal en mixteco. Aparte de agradecer la oportunidad de conocer el documento original, del cual la comunidad conserva una calca en papel hecho en 1893, pidió el apoyo del INAH en mejorar las instalaciones de la Casa de los Lienzos, el edificio dedicado a difundir la narrativa contenida en este hermoso documento pictográfico en la comunidad. El director de la biblioteca respondió con un donativo de libros para la comunidad, una nueva reproducción del documento para fines educativos y la promesa de una asesoría del INAH para la Casa de los Lienzos.

Después de la visita, el comité tacuate invitó a una función de teatro en el mismo museo. El Grupo de Teatro Tacuate, que se dedica a representar la narrativa de la fundación de la comunidad, se formó en 2012, por iniciativa de Rosalba Pérez Bautista, joven tacuate oriunda de Santa María Zacatepec. El grupo se conforma por jóvenes de la comunidad que tienen en común el interés por buscar nuevas formas de socializar el contenido del lienzo. Desde su inicio, el proyecto recibió el aval del Consejo de Principales de la comunidad tacuate. La dirección escénica está a cargo de Óscar Tanat de la ciudad de Oaxaca. El grupo cuenta con la asesoría académica de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova de Oaxaca y el apoyo de la FAHHO. Al terminar la función, el público lamentó la poca difusión que el museo había dado al evento. El significado del documento para la actual comunidad tacuate es, sin duda, un recordatorio que estos documentos, antes de ser fuentes para estudiar una cultura muerta, de ser propiedad de la nación o de ser Patrimonio de la Humanidad, son los tesoros de culturas y comunidades vivas que están en una constante búsqueda por encontrar un lugar digno en una nación que en más de una vez les ha negado su derecho de existir.

En la visita, el comité, vestido con los hermosos trajes labrados manualmente en la comunidad, atrajo la atención de los visitantes al museo y no pocas personas entablaron conversaciones con sus integrantes. Al final, resultó ser una experiencia enriquecedora para la delegación misma y para las personas que tomaron el tiempo para acercarse. El viaje fue posible gracias al apoyo de la Fundación Alfredo Harp Oaxaca, la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, la Cámara de Diputados y la Secretaría de Asuntos Indígenas.

475 ANIVERSARIO DE LA IMPRENTA EN MÉXICO

Con motivo del 475 aniversario de la imprenta en México, diversas instituciones se agruparon para organizar el proyecto Las Artes del Libro: Prólogo, coordinado por la artista Berenice Torres. El Centro de Diseño de Oaxaca, el Centro Cultural San Pablo, el Centro de las Artes de San Agustín, la Biblioteca Francisco de Burgoa, el Museo de Filatelia de Oaxaca y otras instituciones albergaron en sus instalaciones a los amantes de los libros y a los interesados en su hechura. El grabado y la impresión fueron motivo de exposiciones, talleres, conferencias y seminarios cuyo objetivo principal fue acercar al público a la estructura y conformación del libro.

En la galería de San Pablo se exhibieron libros elaborados a partir de diferentes técnicas de impresión, encuadernación, selección de papel y otros temas. Se trataba de propiciar la contemplación de joyas bibliográficas para el análisis de los elementos que las componen, así como de la creación de impresos, selección de tipografías y uso de variados diseños. Por ello, dentro del mismo espacio se albergaron los talleres de grabado: litografía, xilografía y buril; así como un espacio de trabajo para los talleres infantiles.

Una exposición llena de movimiento y participación activa de los visitantes. Al mismo tiempo que se observaba la hechura de los libros, era posible percibir la manera en que se ejecutaban los distintos procesos editoriales en el momento en que los alumnos trabajaban.

Los talleres fueron divididos de acuerdo con el proceso de elaboración de un libro, desde el diseño, el grabado, la tipografía, la impresión y la encuadernación. Profesionales, impresores, alumnos y personas interesadas participaron en estos talleres en dos modalidades diferentes: proyecto integral que abarcaba el proceso completo de elaboración de un libro o inscripciones a un taller en particular.

En cuanto a los talleres infantiles, estuvieron abiertos temporalmente en la galería de San Pablo, donde los niños de diferentes escuelas visitaban el Centro Cultural y podían elaborar un grabado o sus sellos personales. Para los procesos de encuadernación e impresión de tipografía contamos con la participación de la Imprenta de la UABJO, la Linotipográfica Quintas y la Biblioteca Francisco de Burgoa. Talleres que complementaron el trabajo final de los alumnos en su camino para elaborar un libro ilustrado. Quienes tuvieron interés en algún momento específico del proceso de elaboración del libro pudieron trabajar en los talleres de manera individual. Profesores de diseño, estudiantes de la misma disciplina, profesionales interesados en el tema o personas sin ningún conocimiento previo sobre el grabado asistieron entusiasmados a los diversos talleres.

Las conferencias contaron con la participación de maestros, doctores y profesionales especializados en grabado, diseño editorial, historia del arte, procesos de impresión y tipografía. Un total de diez conferencias tuvieron como sede San Pablo, la Biblioteca Francisco de Burgoa y el Museo de Filatelia. Per Anderson, Alberto Soto, Juan Pascoe, Martha Hellion, Paulo Silveira, Raúl Renán, María Isabel Grañén Porrúa, Cristóbal Henestrosa, Selva Hernández y Berenice Torres compartieron su pasión por los libros y por las diferentes partes que los componen. Los seminarios “La gráfica como principio transdiciplinar en el arte contemporáneo” y “Artes impresas, sus retos y desafíos” tuvieron como sede el Centro de las Artes de San Agustín. Las Artes del Libro: Prólogo contó con la asistencia de 7,806 visitantes de septiembre a noviembre. El esfuerzo conjunto de las instituciones hizo posible este proyecto multidisciplinario para conmemorar el momento en que las prensas de Juan Pablos llegaron al país.

TEXTO EN TRIQUI DE CHICAHUAXTLA ¡NITAJ GAKÏN’ NIKAJ SU’UI PEPE!

Riñan hio’o maká nin mán 22 yinï’ su’ui li, sani 11 yinï’ nej yu ga’ huaj ganahuij, da’ hio’ nin dango si 78 mí nej yu da’ a hui nej si, ni ngo si 60 mí nej yu ahui’ nï’ achin gane’ nej yu. Ahui sandu hio’ 2008 ganahuin ahi nej dukuá sun dugumi nej yuku li nan, da’ sigida’a hui nej si doj, ni gudu’ue nej si nej yu.

Da’ ga’hue nani nej su’ui li gihiat, nej du’gui’ Defenders of Wildlife y Teyeliz gachrun nej si ‘ngo ñanj uta nihia’a hua riñan man, ga’hue gahia darán nej dugui. ñanj nan ni nataj da’ ran nej dugui’ su’ui li, nïn achin gane’ nej yu. Hiaj ni hue’ man ñanj Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, ruguj ñu’un nej si da’ nin gahui ngo ñanj nan nga si’nugun “nanj nïn’ïn” nin amin da’ ran nej su’ui li nin da gahue nani nej yu, ni gima nej yu, ni si ganahuij nej yu riña da’nga’.

Ga’hue na’duni nej ñanj nan riñan pericosmexico.org nin www.bibliotecajuandecordova.mx/publicaciones-electronicas/

Se puede bajar el texto en triqui y español de manera gratuita en las páginas de pericosmexico.org y en www.bibliotecajuandecordova.mx/publicaciones-electronicas/

EMISIÓN OAXACA PRIMER LUGAR EN EL “CHRISTMAS SEALS EXHIBIT AND CONTEST 2014”

A finales del año pasado, la Unión Internacional Contra la Tuberculosis y Enfermedades Respiratorias, The Union, organizó la 45.a Conferencia Mundial sobre la Salud Pulmonar. Como una tradición anual y como parte especial de la conferencia, los miembros de las asociaciones de la salud del pulmón participantes en esta conferencia se reúnen con la finalidad de votar por sus estampillas favoritas en el “Christmas Seals Exhibit and Contest”.

En la edición 2014, celebrada en Barcelona, España, se premiaron a los tres primeros lugares cuyos resultados fueron los siguientes: la Asociación Japonesa Antituberculosis obtuvo el tercer lugar; la Asociación Nacional Coreana de Tuberculosis, obtuvo el segundo lugar; mientras que México, el Comité Nacional de la Lucha Contra la Tuberculosis (CNLT), obtuvo el ansiado primer lugar.

La planilla mexicana elegida como la ganadora de este año corresponde a la emisión Oaxaca Ciudad Patrimonio, impulsada por el Museo de Filatelia de Oaxaca y el CNLT. Esta emisión, compuesta por 50 estampillas, reúne y da a conocer el valor patrimonial del estado.

Las fotografías que componen esta emisión resaltan el valor arquitectónico de Oaxaca, mostrando sus edificaciones como el exconvento de Santo Domingo de Guzmán, la Basílica de Nuestra Señora de la Soledad, el exconvento de San Pablo y el Templo de Santo Domingo de Guzmán. La zona arqueológica de Monte Albán ocupa un lugar especial en esta planilla con cuatro timbres haciendo honor a la primera ciudad de Mesoamérica. El acervo bibliográfico de Oaxaca lo representa la Biblioteca Francisco de Burgoa, con sus libros que datan del siglo XV hasta principios del XX, así como la Biblioteca de Filatelia José Lorenzo Cossío y Cosío con sus libros de investigación filatélica; museos como el de los Pintores Oaxaqueños, el Museo de Arte Contemporáneo, el Museo de Filatelia, el Museo Textil o el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo son emblemas de la ciudad que resaltan tanto el quehacer artístico local como los bellos espacios en los que se encuentran.

Finalmente no podía dejarse de lado la tradición gastronómica de Oaxaca, con sus mercados, vendedores y comida. La señora sosteniendo un canasto con chapulines, las frescas nieves de La Soledad, los ricos tamales de mole envueltos en hoja de plátano y, por supuesto, el mole típico de nuestra región. Esto y mucho más es Oaxaca, una parte muy importante de México que se mostró al mundo por medio de una planilla y que ahora, por decisión unánime, integrantes de diversas asociaciones internacionales de lucha contra la tuberculosis la premiaron con el primer lugar durante esta exhibición y concurso anual.

Durante este año participaron en el “Christmas Seals Exhibit and Contest” países como Canadá, Francia, Hong Kong, India, Japón, República de Corea, Filipinas, Taiwán y Estados Unidos. Cabe hacer mención que en el concurso de 2013 la Sociedad Filipina de Tuberculosis ocupó el primer lugar con su emisión Sinfonía de Flores.

JARDÍN SONORO EN EL MUFI

JARDÍN SONORO EN EL MUFI

Generar experiencias estéticas ya no se limita únicamente a las obtenidas en sala de exhibición, la intención del Museo de la Filatelia de Oaxaca es que el visitante disfrute cada espacio con todos sus sentidos. Si bien la arquitectura del museo, así como sus patios y jardines, representa en muchas ocasiones un espacio de admiración, es también un lugar de libertad interpretativa en el cual los visitantes terminan su diálogo con el museo. Pensando en esto, el Mufi llevó a cabo con el Centro de Intermedia, Investigación y Desarrollo de Aplicaciones Tecnológicas una primera etapa del taller “Improvisación y arte sonoro para músicos” y creó la posibilidad de generar una nueva experiencia museística durante los recorridos de los visitantes. A partir de este mes instalará el Jardín Sonoro, con piezas elaboradas por alumnos de este taller impartido por Mauricio Valdés. El propósito principal fue el realizar una instalación sonora para el museo, pero también tuvo el objetivo de acercar a los músicos de diversos géneros a las nuevas tecnologías, creando un espacio de interacción entre el arte sonoro y los medios electrónicos. A lo largo de cuarenta horas los alumnos del taller se apoyaron con obras de arte sonoro y géneros cercanos a la instalación.

Ejercicios sobre la imaginación sonora, proyección de piezas de cine mudo, videoarte y discurso dentro de la improvisación dieron como resultado, a decir de Mauricio Valdés, “ocho horas de música diferente”. Encasillar esta producción en un género en particular resultaría un tanto difícil, por la complejidad en la que se trabajaron los materiales y los híbridos de instrumentos musicales utilizados. En los ocho temas que componen esta instalación se puede apreciar la relación de los instrumentos de viento con los matices electrónicos de la postproducción, generando un ambiente ideal que acompañará el recorrido de los visitantes.

LA FRECUENCIA DE LA COMUNIDAD

El sonido es un ente que no se puede ver, pero representa tantas cosas, tantos momentos, emociones y sucesos. Es el primer sentido que adquirimos al nacer y el último que nos deja al morir, reconocemos a nuestra madre por su voz antes de que la podamos ver. No es de extrañarse que haya personas que se dediquen a resguardar estos tesoros sólo por el hecho de que allí se encuentran las voces de sus familiares ya fallecidos, porque estas grabaciones les permiten escucharlos una y otra vez.

En el estado de Oaxaca existen cuatro radios comunitarias de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI): XETLA La Voz de la Mixteca, XEGLO La Voz de la Sierra Juárez, XEOJN La Voz de la Chinantla y XEJAM La Voz de la Costa Chica. Estas radios cuentan con materiales únicos de producción original, por lo que es necesario contar con los espacios y el personal capacitado para no perder la memoria sonora de estos pueblos.

Del 18 de agosto al 12 septiembre (2015), en una reunión histórica de todas las radios comunitarias de Oaxaca, en la ciudad de Tlaxiaco, los fonotecarios recibieron un curso impartido por personal de la Asociación de Apoyo a los Archivos y Bibliotecas de México y el archivo central de la CDI. En este curso teórico-práctico se analizaron las mejores formas para la implementación de estrategias que ayuden a la conservación y preservación de los materiales sonoros, planteando los diferentes escenarios de la gran diversidad climática del estado.

La parte práctica se realizó en la radio de Tlaxiaco, XETLA La Voz de la Mixteca, y consistió en la puesta en marcha de tres estaciones de transferencia de cintas de carrete abierto (una semiautomática para programas de radio y dos para transferencias especializadas en música y cintas dañadas); tres estaciones para la catalogación del material; y una estación para la revisión y limpieza de hongos y polvo.

Normalmente, cuando se realizan tareas conservación y digitalización el trabajo se convierte en algo rutinario, donde sólo se piensa en la cantidad de documentos que se deben tratar, y los archivos se convierten en números, inventarios y metas. Sin embargo, hay que considerar que cada grabación es algo irrepetible y en muchos casos son únicas, ya que permiten recordar cómo fue el mundo en tiempos anteriores, cómo eran los acentos de las personas. Encontramos palabras que ya no se utilizan, así como rituales y ceremonias olvidados.

Así, con este curso dimos un paso decisivo para no perder la herencia de los mixtecos, zapotecos, chinantecos, amuzgos y triquis en sus diversas variantes.

VITAL Y DIVERSO, INSTRUMENTA OAXACA 2014 RATIFICÓ SU VOCACIÓN: CULTIVAR EL TALENTO

Balance positivo en su décima primera edición realizada en noviembre de 2015. Registró el mayor número de alumnos de su historia: 410 músicos atendidos en los cursos.

Nuevamente en otoño, Instrumenta Oaxaca vivió una jornada de actividades que ratificó su liderazgo en México como programa de perfeccionamiento musical para jóvenes intérpretes mexicanos y extranjeros y de apoyo al desarrollo de talentos para la música, en una entidad donde tocar un instrumento es práctica común.

Del 6 al 23 de noviembre, la ciudad fue punto de encuentro de virtuosos y maestros procedentes de distintas latitudes, que llegaron dispuestos a compartir sus conocimientos y experiencias, y a mostrar la pluralidad de estilos, géneros y formas de la música.

Durante 17 días Oaxaca se llenó de sonidos de música clásica, contemporánea y experimental, con la realización de 34 conciertos, tanto de ensambles de cámara, como de 28 intérpretes de trayectoria internacional; y los 14 cursos de perfeccionamiento musical (maderas, metales, guitarra, contrabajo y cuarteto de cuerdas), a cargo de 25 prestigiados maestros de nueve nacionalidades.

Bajo un esquema que vincula lo académico con lo artístico, atípico en el país, Instrumenta provoca que músicos de muy diversos niveles y experiencia formativa, pero con la ambición de seguir aprendiendo y perfeccionando su técnica, puedan hacerlo bajo la guía de reconocidos maestros, y después, muestren el avance de ese proceso formativo, por medio de conciertos que se realizan en los más diversos escenarios, en abono a su experiencia profesional.

Esta vez fueron atendidos 410 alumnos –160 más de los inicialmente inscritos–, lo que constituye el mayor número en la historia de este programa. Acudieron más de 150 oaxaqueños procedentes de instituciones de educación musical del estado y del país, particularmente en los cursos de instrumentos de metal. Y como consecuencia de la incorporación, por vez primera, de la guitarra en las clases magistrales, se tuvo la presencia de un buen número de guitarristas que trabajaron como solistas, tríos, dúos, cuartetos y en ensambles con otros instrumentos.

A partir de una amplia convocatoria, a los cursos acudieron estudiantes de las principales escuelas de música e instrumentistas en activo en medio centenar de orquestas. La mayor parte del Distrito Federal, pero también músicos de 24 entidades de la República mexicana (Veracruz, Estado de México, San Luis Potosí, Aguascalientes, Nuevo León, Zacatecas, Querétaro y Baja California, entre otros), y algunos provenientes de Guatemala, Costa Rica, Colombia, Ecuador y Cuba.

La plantilla de maestros estuvo conformada por los 12 integrantes de Belgian Brass (Bélgica), en instrumentos de metal; y por los cuatro músicos del reconocido cuarteto inglés, Brodsky Quartet, quienes trabajaron arduamente con cuartetos de cuerdas integrados por jóvenes, para enfrentar un reto mayúsculo: la interpretación del ciclo completo de los 15 cuartetos de Dmitri Shostakóvich, en cinco conciertos únicos que constituyeron un banquete musical.

Otros docentes fueron Edicson Ruiz (Caracas, Venezuela), considerado –a sus 29 años de edad– uno de los más grandes exponentes del contrabajo solista y hoy día miembro de la Orquesta Filarmónica de Berlín; el virtuoso de la guitarrista clásica Thomas Müller-Pering (Colonia, Alemania); los reconocidos músicos solistas Efraín Oscher (Uruguay/flauta), Javier Asdrúbal Vinasco (Colombia/clarinete), Marcelo Padilla (Costa Rica/fagot) y Nigel Shore (Inglaterra/oboe).

Además de la labor académica de estos maestros en el salón de clases, y de las presentaciones que tuvieron al lado de sus alumnos, Instrumenta Oaxaca brindó una programación artística llena de novedades y sorpresas para el público que noche a noche acudió al Teatro Macedonio Alcalá, a la Capilla y el Claustro del Centro Cultural San Pablo, y a otros recintos alternos, como los museos Belber Jiménez y de Arte Contemporáneo, o que salió al encuentro de los músicos en sus actuaciones en calles y mercados.

En su interés de vincularse con programas afines en objetivos, Instrumenta llevó a cabo cuatro memorables conciertos con órganos antiguos recientemente restaurados, bajo resguardo del Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca. En tres de ellos se escuchó el trabajo improvisatorio basado en música renacentista, del organista Klaus Lang (Viena) y la fagotista española Dafne Vicente-Sandoval; y en otro, música barroca interpretada por el Brodsky Quartet y el organista oaxaqueño Joel Vásquez.

Como parte de la apuesta por fortalecer la creación contemporánea y dar a conocer nuevos repertorios, Instrumenta abrió un Taller de Composición impartido por el maestro Javier Álvarez —Premio Nacional de Artes 2013— a diez autores de la nueva generación, del que derivaron una docena de nuevas obras estrenadas mundialmente por el cuarteto Q-Arte de Colombia. En este mismo renglón se instala el estreno mundial de Silencio, pieza para voz, guitarra, flauta y violín, a propósito de la obra de Octavio Paz, escrita por el mexicano Santiago Gutiérrez Bolio, por encargo de Instrumenta Oaxaca con el apoyo de gobierno de Dinamarca, que se suma a las más de 100 obras comisionadas a nuevos autores, a lo largo de 11 años de este programa.

Y en esa pluralidad de experiencias sonoras, difícil no mencionar la “toma musical”, del atrio del templo de Santo Domingo por José Wolffer, con Corriente alterna una instalación sonora que proveyó de 10 horas continuas de música electroacústica, con las obras de compositores desde mediados del siglo XX hasta la actualidad; los conciertos de música iberoamericana, ofrecidos por el trompetista venezolano Pacho Flores y el trombonista español Ximo Vicedo, acompañados al piano por Pepe Gallego; la interpretación de la legendaria In C de Terry Riley con más de 50 músicos; y el gran concierto de clausura, en honor del maestro cubano, compositor y guitarrista excelso, Leo Brower, a quien Instrumenta concedió, este año, uno de sus reconocimientos a la trayectoria, además de los entregados al compositor Javier Álvarez y a Mauro Delgado Jiménez, por su gran labor en el Centro de Capacitación y Desarrollo de la Cultura Mixe de Santa María Tlahuitoltepec.

Resumen sucinto sin duda, del descubrimiento de la diversidad de lenguajes y propuestas musicales que Instrumenta Oaxaca ofreció bajo el amparo de instituciones públicas y privadas: el Gobierno del Estado de Oaxaca, la FAHHO y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, además del respaldo generoso de un sinnúmero de empresas y organizaciones, varias de ellas oaxaqueñas, que año con año alientan la permanencia de este programa y la búsqueda de nuevos caminos en apoyo a la excelencia musical y a la creación artística y cultural de México.

TESOROS FAHHO: ARTE DE LA LENGUA MEXICANA DE HORACIO CAROCHI (1645)

Cuando arribaron los europeos a las tierras que llamaron la Nueva España encontraron una asombrosa diversidad lingüística como sólo podía hallarse en pocos lugares del mundo. Sin embargo, rápidamente se dieron cuenta de que una lengua ya fungía como lengua vehicular para la administración del tributo y para el comercio en muchas partes de este “nuevo” mundo: el náhuatl o “la lengua mexicana”.

De manera pragmática, los europeos incorporaron esta lengua en la administración colonial del territorio y de este modo el náhuatl ocupó un lugar intermedio —y privilegiado—entre el español y las demás lenguas del país. En el primer siglo después de la Conquista, y aún tiempo después, la interpretación lingüística solía hacerse en dos pasos: de una lengua local al náhuatl y del náhuatl al español y viceversa. Como herencia de esta política lingüística, muchos de los nombres de lugares en México provienen del náhuatl, así como la casi totalidad de los préstamos al español para nombres de flora (ahuehuete, cacalosúchil), alimentos (guacamole, tejate), artefactos (metate, alcahuete) y prácticas mesoamericanas (tequio, mitote).

Por este mismo motivo, el estudio del náhuatl era un requerimiento obligatorio incluso cuando los frailes se especializaran después en otras lenguas mesoamericanas. Fueron los frailes de la orden de San Francisco quienes pusieron los cimientos del estudio del náhuatl entre los europeos. Fray Andrés de Olmos escribió la primera gramática de esta lengua, el Arte de la lengua mexicana, la cual circulaba en forma manuscrita hasta 1875. Fray Bernardino de Sahagún hizo una enciclopedia cultural en la lengua náhuatl que hoy conocemos como la Historia general de las cosas de la Nueva España y fray Alonso de Molina recopiló el léxico nahua en su extraordinario Vocabulario en lengua castellana y mexicana y mexicana y castellana, impreso en la casa de Antonio de Espinosa en 1571. No obstante, el estudio colonial de la gramática del náhuatl alcanzó su auge con las descripciones lingüísticas de los religiosos de la Compañía de Jesús.

Fundada en 1540, la Compañía de Jesús no llegó a México hasta 1572, después del fracaso de su misión de Ajacán en lo que hoy es el estado de Virginia, en Estados Unidos. Entre los primeros reclutas de los jesuitas estuvo Antonio del Rincón, un nativo de Texcoco quien hizo sus primeros votos en 1575. En 1595, Rincón publicó una gramática del nahuatl y poco después, en 1601, falleció. Este mismo año, en la ciudad de Roma, Horacio Carochi, originario de Florencia, ingresó a la Compañía de Jesús. El joven jesuita italiano llegó a México en 1605 y se destacó por su habilidad con las lenguas, sobre todo con el otomí. No obstante, tenía un amplio conocimiento del náhuatl y, de hecho, hoy la fama de Carochi se debe a su Arte de la lengua mexicana, la gramática más influyente que ha sido publicada en esta lengua y una obra maestra de la lingüística del siglo XVII.

Impreso en la casa de Juan Ruiz en 1645, el Arte de Carochi tiene varias innovaciones importantes, entre las más famosas está su amplia descripción de los “adverbios” en náhuatl y su cuidadosa presentación de los sonidos de la lengua por medio de acentos y diacríticos tomados de la métrica grecolatina. El jesuita italiano también retoma los avances de su predecesor Rincón; por ejemplo, adopta y clarifica su categoría de “verbos aplicativos”, un término y concepto que aún se usa en la lingüística moderna.

El resultado de esta influencia intelectual fue la tradición jesuita de la descripción gramatical del náhuatl. Esta tradición perduró mucho tiempo y en 1759 el padre Ignacio de Paredes, también de la Compañía de Jesús, publicó un Compendio del arte de la lengua mexicana del P. Horacio Carochi, que es casi una reedición literal del Arte de 1645.

Unos años después, el jesuita Francisco Xavier Clavijero, famoso por su Historia Antigua de México, escribió una gramática que se inspira en la de Carochi y que permaneció en su versión manuscrita hasta la segunda mitad del siglo XX.

El impacto del Arte de Carochi en el estudio del náhuatl se puede apreciar no sólo por sus numerosas reediciones (1892, 1904, 1983 y 2001 y la reedición de Paredes de 1759 que fue reeditado en 1897, 1902, 1910 y 1979), sino por su uso como fuente principal para los estudios posteriores del náhuatl desde el siglo XIX hasta la actualidad. No obstante, es de lamentar que la extraordinaria gramática de Carochi —posiblemente la mejor gramática del siglo XVII—, así como las demás gramáticas de lenguas americanas, no hayan fecundado la reflexión sobre el lenguaje que era tan importante en Europa en esa misma época. Si lo hubieran hecho es posible que la lingüística actual sería diferente, probablemente mejor.

La Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, auspiciada por la Fundación Alfredo Harp Helú, conserva en sus acervos una primera edición del Arte de la lengua mexicana de Horacio Carochi, así como el Compendio de Ignacio de Paredes, ambos disponibles para la investigación.

GRACIELA, LA HEROÍNA DE LOS CUENTOS

Hay muchas formas de contar cuentos a los niños, de leerles libros, pero seguro que la más complicada es hacerlo sin saber leer ni escribir. Sí, así es. Pero hay una mujer que lo ha hecho, y lo ha hecho muy bien. Tanto que es un ejemplo para sus hijos. Los niños a los que lee la respetan y la llaman maestra. Ella se siente segura, no tiene pena al hablar, pregunta, aprende, lee, busca en el diccionario las palabras que no entiende. Y se siente muy orgullosa de sí misma. Su nombre es Graciela Socorro Duay y es lectora voluntaria del programa Seguimos Leyendo desde hace dos años.

Todo empezó cuando en la escuela pública donde estudia su hija más pequeña pidieron a los padres que leyeran un cuento para los niños. Varios padres, entre ellos su esposo, leyeron un cuento. Después de los nervios iniciales, de buscar el cuento adecuado, de leerlo y memorizarlo, Graciela tuvo que salir a enfrentarse al público más exigente: los niños. No sólo les contó el cuento, les bailó, les cantó y, sobre todo, les encantó.

Tras de ese día, la vida de nuestra heroína cambió. Fue elegida por la maestra para ser parte de los lectores voluntarios, quienes, apoyados por el programa Seguimos Leyendo, cada semana contaban historias, leían historias, a los niños de San Felipe. “Nos empieza Adriana a contar del programa, cómo iba a ser. Y entonces yo ahí me abrí con ella y le dije la verdad: ‘No me siento capaz porque yo no sé leer y no sé escribir’. No tuve la oportunidad de ir a la escuela. Mi niñez fue trabajar y hasta que me casé. Y ahora sigo trabajando en casa. Tuve la oportunidad de que mi marido me enseñara lo poco o mucho que yo sé ahorita, pero si yo agarro un libro y me pongo a leer no puedo. Me cuesta mucho. Ella me dijo, ‘No te preocupes’. Con ese entusiasmo que tiene Adriana, pues me animó. Me pidió que eligiera mi primer libro. De verdad que no podía, se llama el libro que elegí. Lo hice porque a lo mejor me identifiqué con él. Entonces lo estudié mucho, toda la semana me lo llevaba, lo leía, y lo volvía a leer y lo leía… Así fue como empecé. El primer día que entré, pues todo me temblaba. Y sí, yo me puedo transformar como un niño. Y así empecé a contarles historias”.

“Después nos reuníamos para ver cómo nos había ido, qué reacción había tenido tal niño. Hay niños a los que se les cuentan historias y unos lloran porque a lo mejor están pasando la situación de la que habla el cuento. Las pocas veces que vine a los cursos del programa aprendí un poquito cómo hacerle cuando se encuentra un niño en esa situación. Y yo de lo que me di cuenta es que a los niños les gusta mucho el canto. Ahí buscaba meterle un canto, un chiste o preguntarles cómo les fue”.

Y en ese momento Graciela se dio cuenta de muchas cosas, se sintió mucho más segura de sí misma. “Tener confianza en mí misma, decir sí puedo. Llegué a sentirme una persona que no servía, a lo mejor sirvo para la casa, para los hijos, para dar más no. Y algo que a mí me motivó bastante fue que los niños me ven y dicen: ‘Mira, mamá, es la maestra. Adiós, maestra’.

“Me interesa más agarrar un libro que ver la tele. Ahora que me operé estuve leyendo, un libro, otro libro. Y le ayuda a uno. Me ayudó a saberme expresar. Hay muchas palabras que cuando uno no sabe leer no entiende. Busco en el diccionario qué significa esa palabra y digo, bueno, ya sé. Es algo muy satisfactorio. Hay personas que me decían, un analfabeta ni para expresarse sirve.

“Nunca pensé tener esta oportunidad, nunca pensé ni lo soñé. Cuando me eligieron para leer un libro, pues vamos, no pasa nada, puse algo de mí y si no, pues simplemente doy las gracias y me salgo. Tengo unas compañeras que de ellas he aprendido también mucho por la experiencia que tienen y cada vez me fue interesando más y más. Y hasta la fecha no termina uno de descubrir esa magia, es una magia que siempre sigue, sigue y sigue.

“En un futuro no puedo decir que no a nada. Me estoy preparando, quiero terminar mi primaria. Si Dios me presta vida, pues a ver hasta dónde logro terminar. A mí me gusta mucho la cultura de belleza y el año pasado quise meterme a estudiar y lo primero que me dijo la maestra fue que dónde estaba mi certificado de estudios, es que no tengo. ‘¿Y tú crees que vamos
a perder el tiempo enseñándole a una persona que no sabe ni leer? Vete a estudiar, luego regresas y te atendemos’. Yo me salí muy deprimida porque está en mis manos, sí me siento capaz y sí lo voy a hacer.

“Ahorita estoy metiendo mis papeles para iniciar con mis hijos, porque fue un compromiso que yo hice con ellos: ‘Yo les prometo que ustedes terminan y yo también les entrego un certificado’. Así como me han dado mis diplomas de Seguimos Leyendo, así también les voy a traer un diploma de que también ya terminé mi primaria, mi secundaria. Esa motivación se la hago también a mis hijos”.

Y como las buenas historias, esta no tiene fin, sigue con los libros, con las ganas de aprender y con saber que se tiene la certeza de que, si nos empeñamos, podemos


RESEÑAS

Nicholas Johnson (coord.), Irmgard Weitlaner Johnson (1914- 2011); Una vida dedicada al textil, Museo Textil de Oaxaca, Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, 2014.

De vez en cuando, mi abuela me mostraba una pieza de su colección que guardaba en uno de los baúles antiguos de Choapan que se encontraban en casi cada cuarto de su casa en Coyoacán, y me hablaba de sus viajes a diferentes partes de México. Siempre eran piezas realmente impresionantes, pero más aún lo eran las historias que las acompañaban y el profundo amor con el cual narraba sus experiencias, llenas de anécdotas chistosas e historias sobre las mujeres que las tejían; ella me mostró un México que muy pocas personas tuvieron el privilegio de conocer. Desde los años treinta, su espíritu de aventurera la llevó a lugares totalmente olvidados y ocultos de lo que se conocía en la imaginería popular como México.

Desgraciadamente, mi abuela me mostraba sus piezas raras veces, porque en realidad la relación que tuvimos era más de nieto-abuela, de manera que muchas de sus historias quedaron resguardadas en sus baúles. A veces me pregunto: ¿cuántas de éstas estaban escondidas en el baúl que descansaba al pie de la cama donde dormí cada vez que la visitaba? Cuando terminé la prepa, esos baúles quedaron vacíos pues sus contenidos fueron a formar parte de los acervos del Museo Nacional de las Culturas del Mundo, en los Países Bajos. Las historias de mi abuela perduraron, pero ya sin el material auxiliar que las impulsaba a ser contadas. Cuando ella falleció en 2011, todos los contenidos de esos baúles desaparecieron para mí de manera definitiva.

Ella compartió sus experiencias y conocimiento con muchas personas. Los compartió libremente con todos los que mostraban un interés por la vestimenta autóctona de México y con quienes quisieran disfrutar un poco de té para hablar sobre todo lo relacionado con el mundo del textil. Además, ella plasmó cada viaje en minuciosas notas de campo acompañadas de miles de fotografías, documentando así cada paso de sus viajes, ya fuera a pie, a caballo o por tren.

A exactamente cien años de su nacimiento tuve la inesperada fortuna de reencontrarme con los relatos de mi abuela. Gracias a los esfuerzos extraordinarios del Museo Textil de Oaxaca (en particular de Alejandro de Ávila y Hector Meneses) algunas de las piezas más destacadas de mi abuela pudieron regresar a México para ser expuestas por primera vez al público en el estado de Oaxaca, la tierra que mi abuela amaba tanto y que le brindó tantas aventuras. En el marco del Primer Encuentro de Textiles Mesoamericanos, realizado en su honor, las piezas fueron expuestas junto con sus notas de campo y fotografías, todas ellas ahora resguardadas en la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova. ¡Qué ocasión tan perfecta! Es como si el Centro Cultural San Pablo se convirtiera en su casa de Coyoacán para reunir a todas las personas de la academia, de las instituciones y de las comunidades para hablar y compartir el mundo del textil. Sólo faltó el té.

Este catálogo, esta memoria, constituye un pequeño rescate de las historias de mi abuela y una recopilación de una vida extraordinaria; personalmente, a mí me sirvió para rellenar un poquito el vacío que quedó en esos baúles tan bellos.

Nicholas Johnson

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Álvaro Sánchez Crispín, El mundo en una estampilla: Cartofilatelia, Museo de Filatelia de Oaxaca, Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México, Asociación Mexicana de Geografía y Estadística, 2014.

El mundo en una estampilla: Cartofilatelia es el título del catálogo de la exposición homónima que reúne estampillas y piezas postales en torno al mundo de la cartografía. La cartofilatelia es la afición por la colección de timbres postales cuya temática o diseño hacen referencia a los mapas. En sus 139 páginas, este ejemplar nos lleva por la evolución gráfica de los mapas y nos permite entender con sus textos y diseños, mapas antiguos, religión, lenguas, así como los límites y fronteras en distintos escenarios geográficos. La realización de este proyecto editorial fue posible gracias a la colaboración del Museo de Filatelia de Oaxaca con el Instituto de Geografía de la UNAM, gracias al geógrafo e investigador doctor Álvaro Sánchez Crispín, y la Asociación Mexicana de Geografía y Estadística.

Waldini Ortega

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Nancy Farriss con la colaboración de Juana Vásquez Vásquez, Libana.
El discurso ceremonial mesoamericano y el sermón cristiano,
Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, Artes de México, 2014
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Las artes zapotecas son ampliamente celebradas y apreciadas: la arquitectura, lapidaria y alfarería precolonial de Monte Albán, y hoy día el barro negro de Coyotepec, y los extraordinarios textiles de Yautepec, Yalalag, Juchitán y otros pueblos zapotecos embelesan a un público mundial. No obstante, el arte literario zapoteco es menos conocido y si no fuera por los esfuerzos de autores y poetas zapotecos actuales sería un tema relegado a unos pocos estudiosos de la filología y la antropología. Pero la poética y la retórica zapoteca no nacieron hoy, sino que tienen profundas raíces en el pasado mesoamericano y europeo. Es justamente este pasado que revela el libro Libana. El discurso ceremonial mesoamericano y el sermón cristiano.

Llamado libana en zapoteco, el lenguaje ritual mesoamericano obligaba al respeto por su elegancia. Como un encanto, transcendía lo cotidiano para colocar al hablante y al oyente en el terreno de lo sagrado. A mediados del siglo XVI esta gran tradición oratoria encontró a otra: la retórica y poética clásica del sermón renacentista. Los frailes dominicos pretendían apropiarse de los recursos del libana para avanzar su proyecto religioso en Oaxaca. En sus textos en lengua zapoteca —doctrinas, confesionarios, sermones— las frases cinceladas y metafóricas resultaban familiares y preciadas para un pueblo que valoraba la oratoria elegante. De este proceso surge una ironía: tratando de cambiar la sociedad zapoteca y extirpar sus ritos, los frailes tenían que incorporar elementos discursivos rituales del mundo precolonial para poder comunicar sus mensajes.

Este libro pionero describe la historia literaria olvidada y presenta varios ejemplos de la retórica y poética zapotecas. Producto de una colaboración y amistad de muchos años de una historiadora estadounidense y una activista zapoteca, Libana abre los textos antiguos zapotecos a través del conocimiento actual de esta lengua. Es un libro de gran utilidad para los estudiosos de la historia mesoamericana y de la lengua zapoteca, pero no dudo que también suscitará un interés importante entre los zapotecos que quieren explorar la larga y extraordinaria historia de su lengua ancestral. Libana. El discurso ceremonial mesoamericano y sermón cristiano es el primer libro de la colección “Historia y Lenguas de Oaxaca”, una línea de estudios académicos innovadores sobre las herencias culturales de Oaxaca.

Michael Swanton

ÍNDIGO EN OAXACA

Octaviano Pérez nos recibió con una sonrisa y una mirada curiosa bajo su sombrero de palma. Había sido un largo camino para llegar a Niltepec, en el distrito de Juchitán, con el fin de conocer a algunas de las pocas personas en Oaxaca que se dedican al cultivo del añil —tinte vegetal que, tras un proceso arduo y metódico, se transforma en rocas azules, con las que es posible teñir de un sinnúmero de tonos de azul. Un grupo de amigos nos reunimos con Octaviano y su familia, doña Arcelia y José Ángel, para conocer los secretos de la planta que nos regala tanto el color del cielo a medianoche como el del horizonte límpido y claro.

Entre los mayores intereses del Museo Textil de Oaxaca (MTO) se encuentran los colorantes naturales. Es por ello que disfrutamos escuchar las historias de las personas que han mantenido vivo el conocimiento a este respecto, de generación en generación, conservando huellas culturales que nunca dejan de sorprendernos. Si bien es cierto que es difícil trabajar con estos tintes, también es cierto que esta actividad ofrece un atractivo irresistible para las grandes mentes: desafíos. Don Octaviano nos dejó ver este punto muy claramente cuando, tras preguntarle por qué sigue cultivando el añil, respondió: “Porque es difícil; no cualquiera puede hacerlo”.

Tras un año de acompañar el proceso, desde la siembra hasta la solidificación de la pasta de añil, el MTO ha invitado a don Octaviano y a José Ángel a compartir su historia. Tras su triunfante participación en el Primer Encuentro de Textiles Mesoamericanos organizado por el MTO en Oaxaca en octubre de 2014, su piedra tintórea ha sido llevada y apreciada en otras culturas, como entre pueblos andinos del Cusco, en Perú, así como entre mujeres mapuche en el extremo sur de América.

Los invitamos a visitar la exposición La lente que derrama color, con fotografías de Rafael Doníz en el Centro Cultural San Pablo y en el MTO, donde podrán observar y escuchar de voz de nuestros compañeros del Istmo la transformación de la planta de añil (jiquilite) en tinta. Conozcamos y entendamos esta labor para apreciar y valorar el significado de un hilo de color índigo.

RECUPERANDO EL ORGULLO MUSICAL DE OAXACA

El año 2015 nos trae dos aniversarios muy importantes para la historia de la música oaxaqueña: se cumplen 350 años de la muerte de Juan Matías y 120 del natalicio de Juan León Mariscal. Estas efemérides son una buena excusa para recuperar a dos grandes músicos oaxaqueños y hacerles un pequeño homenaje más que merecido.

El famoso compositor zapoteco Juan Matías fue el primer músico indígena en alcanzar el alto puesto de maestro de la capilla catedralicia. Se sabe que nació en San Bartolo Coyotepec aproximadamente en 1618. En 1642 fue admitido en la capilla de la Catedral de Oaxaca como bajonero. En 1655, por medio del examen de oposición, ganó a destacados músicos de México y Puebla y fue nombrado “Maestro de capilla”. En la dirección de la capilla duró solamente 10 años, y murió el 3 de julio de 1665. Cinco años antes, el cabildo le ordenó depositar todas sus obras, entre ellas misas, vísperas, salves y villancicos, en el archivo catedralicio; actualmente ninguna de estas se conserva. Investigaciones recientes confirman la existencia de sus tres piezas en el archivo de la Catedral de Guatemala y además fueron descubiertas unas composiciones en dos pueblos oaxaqueños: San Pedro Huamelula y San Bartolo Yautepec.

Por su parte, el compositor, violonchelista, pedagogo y poeta Juan León Mariscal nació en Oaxaca el 29 de agosto de 1895. Desde temprana edad inició los estudios musicales en la Escuela Católica del Carmen Alto. Al morir sus padres en 1908, su tío, párroco de Santa Catarina Juquila, se encargó de él y de sus siete hermanos. En la orquesta de Juquila Juan tocó flauta, clarinete y contrabajo. Paralelamente desarrollaba su talento como poeta; en 1915 tuvo su debut en el diario El Heraldo de Oaxaca. En 1919 se trasladó a la Ciudad de México donde estudió en el Conservatorio Nacional de Música. En 1923 su obra Allegro sinfónico ganó el concurso de composición patrocinado por el Ayuntamiento de México. Poco después, el gobierno le otorgó una beca para estudiar en el Conservatorio Stern de Berlín, Alemania. En esa ciudad participó en el Concurso de Preludios y Fugas, recibiendo la medalla de oro correspondiente al primer premio. Después de su regreso a México fundó la revista Arte y participó en la organización del Primer Congreso Nacional de Música (1927). En 1933 fue nombrado profesor del Conservatorio Nacional de Música, donde a través de los años formó a cientos de alumnos. Posteriormente se desempeñó como inspector en la Sección de Música Escolar, de la Secretaría de Educación Pública. Juan León Mariscal murió en la Ciudad de México el 21 de septiembre de 1972. Compuso obras para piano, voz y piano, conjuntos de cámara, orquesta sinfónica y coro mixto a capela. Como tributo a su tierra natal compuso una obra sinfónica titulada Guelaguetza, tres estampas oaxaqueñas.

En relación con estas efemérides, la Fonoteca Juan León Mariscal dedica el año 2015 a estos dos compositores y planea una serie de actividades que darán al público oaxaqueño la oportunidad de conocer la obra de sus eminentes paisanos.

HOMENAJE AL BIBLIÓFILO JUAN PASCOE

La Feria Internacional del Libro de Guadalajara cada año realiza el Homenaje al Bibliófilo y en esta ocasión estuvo dedicado a uno de los autores más cercanos a la Fundación: Juan Pascoe, maestro impresor de tipos móviles, componedor, investigador y estudioso de los temas relacionados con la imprenta. A decir de María Isabel Grañén: “artista de las letras” y “maestro de la tipografía”.

Nada más propicio que el año en que se celebran los 475 años de la imprenta en México para que Juan Pascoe recibiera este homenaje. Sergio Ruelas, coordinador de Bibliotecas de la Universidad de Guadalajara, citó durante la celebración a Domingo Bunocore en su Vocabulario bibliográfico: “El auténtico bibliófilo se define, ante todo y sobre todo, como auténtico estudioso. No se concibe la bibliofilia sin una noble y firme inquietud espiritual, esto es, sin amor y comprensión por los valores del pensamiento. El verdadero bibliófilo ama al libro considerando su materialidad como obra de arte, y en su contenido como expresión de la inteligencia creadora”.

Por su parte, Juan Manuel Herrera, director de la Biblioteca Lerdo de Tejada, comentó: “El Homenaje al Bibliófilo que la Feria Internacional del Libro de Guadalajara hace a Juan Pascoe en el año de 2014 es un reconocimiento oportuno a su maestría y una ocasión inmejorable para difundir su obra, invitación para intentar conocerla y una llamada de atención para asegurar que se conserve como patrimonio cultural de la nación mexicana”.

Juan Pascoe recibió con alegría el premio, no sin haber causado entre el público asistente risas de complicidad y una larga ovación de pie al final de su discurso: poco ortodoxo, crítico, con humor y sabiduría, en favor de la impresión rigurosa de los libros más allá de las nuevas tecnologías.

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