Amo a México, estoy profundamente agradecido con mi país y quiero contribuir a mejorarlo. Diariamente, un equipo eficiente de personas que comparten mi sentir se suman con su trabajo a servir a la comunidad y al entorno que nos rodea. En el largo e intenso proceso de crecimiento y desarrollo hemos diversificado nuestras tareas, especialmente en educación, deporte, cultura, arte, protección del patrimonio tangible e intangible, música, proyectos productivos, salud, apoyo a comunidades afectadas por los desastres naturales y cuidado del medio ambiente. Con ese espíritu hemos creado centros culturales y recreativos, bibliotecas, museos, centros de investigación, campos deportivos y agrupaciones que rescatan archivos. Nuestras raíces son profundas, se arraigan en la tierra, lo que nos ha permitido crecer con una base sólida y sincera que ha ofrecido confianza a nuestra comunidad.

A lo largo de los años, hemos sido testigos de que nuestros esfuerzos cobran sentido y florecen: el entorno se ha transformado, somos más sensibles y ahora contamos con espacios esperanzadores que nos permiten crear una sociedad más humana y opuesta a la violencia.

Mis fundaciones y los proyectos que encabezamos se inspiran en el amor a México. Nuestra inversión es el esfuerzo dedicado al México que deseamos: un país más creativo y propositivo.

Alfredo Harp Helú