PRESENTACIÓN DEL LIBRO ‘ÉLITROS; PARA HABLAR SE HIZO LA VOZ’

El pasado 1 de julio de 2016, en el bello espacio de la Biblioteca Francisco de Burgoa, en el Centro Cultural Santo Domingo de la ciudad de Oaxaca, se presentó el libro Élitros. Para hablar se hizo la voz. Cincuenta y cinco, de los cincuenta y seis autores de esta antología son lectores voluntarios del Programa Seguimos Leyendo patrocinado por la Fundación Alfredo Harp Helú, Oaxaca y el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del estado de Oaxaca.

Los autores son ávidos y asiduos lectores para sí mismos y en voz alta. Esta experiencia los provee de un inmenso bagaje pero, además, estuvieron acompañados por la maestra Raquel Olvera, quien con su dirección jugó un papel relevante para que se expresaran de manera espléndida. El buen trabajo de los escritores y la difícil tarea de selección están a la vista; las obras de la antología son de una gran calidad literaria.

En la biblioteca nos recibieron con el primer regalo de la tarde, dos ejemplares para cada uno del anhelado libro. La presentación inició y escuchamos mensajes de reconocimiento y elogio por parte de las autoridades y de las personas distinguidas que nos acompañaron.

Sin duda, uno de los momentos más esperados de la tarde era escuchar de viva voz a los autores compartir alguno de sus textos. Claudia Domínguez, Efi genia Hernández López y Qris Ogarrio fueron las elegidas para empezar. Claudia nos hizo llorar con su texto “Duerme Toñito”, inspirado y escrito a manera de homenaje muy personal para Toñito, quien descansa ya, después de haber perdido su lucha contra el cáncer. El “negrito” ya no podrá escuchar a Claudia ni a los otros lectores voluntarios que semana a semana, a través de sus lecturas, regalan momentos de tranquilidad, alegría, esperanza y optimismo a los niños internados en el Hospital del Niño y a sus familiares.

Luego llegó el turno de Joel Hernández Zurita, quien antes de com partir su texto dirigió unas palabras emotivas y alegres. Fue así como la mayoría nos enteramos que está cumpliendo una condena en el reclusorio a cargo de la Dirección de Ejecución de Medidas para Adolescentes (DEMA). En ese centro se dan cita un grupo de lectores voluntarios que cada semana, a través de sus lecturas, acompañan a los jóvenes a transitar de una manera más llevadera su condena y les ayudan a abrir ventanas nuevas en sus vidas. La labor de los lectores en ocasiones se vuelve incluso un reto personal, y los resultados están a la vista. Joel, por ejemplo, gracias a su constancia y la de los lectores voluntarios, es ahora un hábil escucha, disfruta todo lo que se le comparte y es un lector voraz. El texto que Joel nos leyó se titula “El final del mundo de las letras en la vida de los hombres”, mediante el cual nos dejó entrever, además de su talento, una muestra de un léxico y la forma de escribir propios de un lector asiduo. También nos hizo sentir cómo entiende, vive, se emociona y ríe con cada escena de letras.

Así concluyó la presentación formal de la segunda edición de Élitros. Por un lado, la alegría innegable de tener el libro en nuestras manos y, por otro, comprobar cómo el Programa Seguimos Leyendo, del cual formamos parte, tiene un impacto positivo y trasciende en la vida de nuestros escuchas. También nos emocionó constatar el estrecho vínculo afectivo que se establece entre el lector y el escucha, particularmente con aquellos menos privilegiados o que atraviesan por circunstancias difíciles. Las lecturas también nos hicieron reflexionar sobre la fragilidad de la vida y la libertad, privilegios que algunos de nosotros frecuentemente damos por hecho. Joel se retiró antes de que concluyera el evento, dejándonos su sonrisa y energía positiva y la seguridad de que está apto para su reingreso a la sociedad cuando los tiempos de su proceso así lo marquen. Una tarde excepcional.

Un reconocimiento especial al doctor Heriberto Antonio García, director general de Prevención y Reinserción Social, y a la licenciada Mónica Rodríguez Ojeda, titular de la Dirección de Ejecución de Medidas para Adolescentes, por coadyuvar y autorizar la participación de Joel, así como por apoyar y facilitar la labor de los lectores voluntarios en el centro a su cargo. El trabajo en equipo entre la FAHHO, el DIF, la DEMA y los lectores voluntarios demuestra que entre todos podemos contribuir a formar lectores autónomos, pensantes y críticos, y una sociedad menos desigual.

¡Enhorabuena!

JAYATS MITIIÜD MÜM JUSTINA: LA HERENCIA DE JUSTINA OVIEDO RANGEL

Los ikoots de San Mateo del Mar tienen una larga tradición textil que se remonta, probablemente, a la época precolombina. Fue documentada por primera vez por Federick Starr a finales del siglo XIX y está presente en diversas colecciones públicas y privadas, así como en numerosas publicaciones. Esta continuidad se debe a las mujeres tejedoras y hoy se manifiesta de forma creativa gracias a que algunas de ellas han sido reconocidas local, nacional e internacionalmente. Justina Oviedo Rangel fue una protagonista excepcional de esta historia: a lo largo de su vida tuvo la voluntad de renovar las formas de los tejidos y los estilos figurativos, desafiar las fronteras técnicas y ampliar sus capacidades abriéndose a nuevos conocimientos, sin dejar el surco de coordenadas estéticas y simbólicas en las que la comunidad sigue reconociéndose.

Müm Justina nació en 1938, en una época en que la mayoría de las mujeres de San Mateo sabían hilar, armar un telar y tejer, y no eran impulsadas a ir a la escuela. Le fue fácil empezar a tejer jugando, recogiendo hilos desechados por otras tejedoras de su misma familia. Como dio a conocer en una autobiografía, müm Justina aprendió mirando sin que nadie se hiciera cargo de una enseñanza directa y explícita. Si bien muchas tejedoras compartieron esa vivencia durante muchas décadas, cuando aún no había un mercado para los textiles ikoots, müm Justina pudo consolidar su experiencia tejiendo servilletas, manteles y huipiles por encargo de las mujeres de su pueblo, al mismo tiempo que les enseñaba a tejer. Trabajar sin descanso le permitió desarrollar su destreza, pero le dio sobre todo una actitud reflexiva hacia su actividad. El control sobre las técnicas que la tradición le brindaba alimentó una mirada creativa hacia el acervo de contenidos figurativos “tradicionales” y la voluntad de explorar las posibilidades aún no aprovechadas que la urdimbre le ofrecía.

Como ejemplo de ello, los motivos brocados adornan un solo lado de la urdimbre, por la forma de tejer en San Mateo; de hecho “no hay nada que se vea al revés de una servilleta” (ngomajiür nikwajind meweaiig a mandel majaraw): se ve blanca. La función de esta particularidad es reforzar la textura de la tela y proteger al brocado mismo. No sabemos qué llevó a müm Justina a concebir la utilización del lado de la urdimbre “no involucrada” en el brocado como un segundo espacio donde llevar a cabo otro proyecto figurativo independiente. Las hijas se acuerdan perfectamente de cuando su mamá les anunció que estaba planeando una servilleta que tuviera dos “cuerpos” y dos “colores”, uno para cada lado. Era un reto que las hijas no creían posible superar. Pero müm Justina, al cabo de día tras día de reflexionar, fue capaz de realizar con gran éxito su audaz proyecto. A partir de aquella conquista volvió a tejer obras de doble vista en centenas de proyectos diferentes con todas las formas posibles (rectangular, cuadrada, redonda, ovalada), multiplicando los contenidos en la misma medida que surgían espacios diversos a raíz de su invento.

En ombeayiüts (la lengua de Justina) se utiliza una misma raíz para “caminar” y para  “tejer”, -jüy. Caminar y tejer comparten la necesidad de seguir una pista para alcanzar una meta o para lograr algunos diseños: mimbaj mandel, “las flores de la servilleta”. En ambos casos se marca o se adorna un espacio: con los pasos, akwüüch oleaj (“pisa el pie”), se dejan huellas en la tierra (iüt), mientras que con el pepenador (nindej) y con la lanzadera (chil) se adorna a la urdimbre, mixiüt mandel (“la vena de la servilleta”). Conforme camina el pepenador, va marcando poco a poco a la urdimbre, para que después la lanzadera deje brotar con sus colores las flores de la servilleta.

Si es imposible contar con cuántas “flores” adornó müm Justina sus obras, de igual forma es difícil conocer a cuántas mujeres (y también hombres) impulsó a sembrar las “flores” del arte textil; a ampliar sus conocimientos para que brotaran exuberantes; a cuántas personas enseñó “a caminar” y con el tiempo a asumir su misma actitud innovadora. Una personalidad tan fuerte como la de müm Justina animaba a sus hijas, Cristina, Victoria y Elena, en lugar de frenar sus habilidades y su creatividad. Cada una de ellas respondió al estímulo de una manera diferente, desarrollando habilidades técnicas y capacidades expresivas específicas.

Lo que müm Justina realizó es resultado de una feliz ansiedad innovadora, un deseo comunicativo sin fronteras y un tranquilo afán identitario, que se han vuelto instrumentos esenciales para la memoria de San Mateo del Mar y la reivindicación de los ikoots, un logro para todo el mundo indígena y para el arte textil en general.

RESIDENCIA TEMPORAL, SEIS POETAS CHILENOS EN MÉXICO

Santiago de Chile

Hace unos días me enseñaban la hoja de san Pablo, una planta que crece en las cornisas y puede verse en algunos antiguos balcones de la ciudad, donde asoma y asombra por la excentricidad de su hábitat. ¿Qué hace ahí, aferrada al muro, en un lugar al que aparentemente no pertenece? Su semilla viaja y germina sobre la arcilla y la arena, elementos que han tomado la forma transitoria de aleros o terrazas en las fachadas de Oaxaca. Esto me hizo pensar en la adaptación y las mezclas, en las cosas que viven en un medio ajeno, en apariencia, como los que migran y estallan en las colisiones de la mudanza. Pensé en la extranjería, uno de los estados fundantes de la escritura, cuando el extrañamiento dibuja la singularidad de la vida, y aparecen relieves, contornos, formas, donde antes solo se ofrecía la planicie de la costumbre. El suelo bajo tus pies se convierte, por un tiempo, en materia movediza, hasta que logras resituar tu posición y observas los cambios.

La relación de México con la perspectiva extranjera es casi un género aparte, siendo algunas novelas de Roberto Bolaño su ejemplo más reciente. Este último es responsable de muchas peregrinaciones nuevas al ombligo del mundo, atraídas por el anzuelo de una obra que revitalizó la curiosidad por el habitar mexicano. De los poetas presentes en la muestra Residencia temporal: seis poetas chilenos en México (Aldus eds. 2016), cinco de ellos estoy seguro que fuimos, en gran medida, imantados por Bolaño.

En el fondo, creo yo, estaba el interés por vivir en otro país (fuera del “horroroso Chile” como dice Enrique Lihn), un tópico de la historia literaria que, más allá de los manuales y el esnobismo, enfrenta muchísimos saltos, entre ellos, los del estatuto legal y lingüístico de los individuos.

La portada del libro recrea la credencial que el INM (Instituto Nacional de Migración) entrega a los extranjeros, otorgándoles una residencia temporal o permanente, según el caso. En ella los apellidos de los autores: (Martín) Cinzano, (Sebastián) Figueroa, (Antonio) Rioseco, (Manuel) Illanes, (Bernardo) Colipán y (Rodrigo) Landaeta, interpuestos en una especie de código de barras. En este plano, como gestor y editor del proyecto, me interesaba recoger de la propia estética del poder los elementos más visibles del libro: su nombre y su portada. Residencia temporal es una expresión que posee en sí misma, me parece, una dimensión poética, por lo que bastaba con tomarla y reinscribirla en el libro para hacer notar su doble sentido, existencial y político a la vez. En cuanto a la portada, me interesaba mostrar algunas marcas de la visualidad oficial: símbolos y tonos patrios (mexicanos), comunicación impersonal y numeraciones aleatorias, signos con los que el poder fija las identidades.

El trabajo con el lenguaje es, a fin de cuentas, la tarea del escritor, y al proyectar este libro quería conocer lo que había ocurrido o estaba ocurriendo con estos poetas situados en la intensidad del contexto lingüístico y cultural mexicano. ¿Qué sucede con las palabras cuando cruzan la frontera?, ¿qué pasa con la imaginación y la memoria cuando entran en contacto con una materia verbal diferente? Son preguntas que guían mi conciencia de este habitar, camino con ellas, y otras tantas, como sutiles hologramas que surgen a mi paso, encarnando su interpelación y también su respuesta. Son preguntas que cabe hacerse ante esta muestra, seis escrituras en proceso, marcadas por la experiencia mexicana y en cierta medida transformadas por ella. Como la hoja de san Pablo, constituyen diferentes brotes surgidos en suelo extranjero, especies que seguirán creciendo, donde sea, o encontrarán en el silencio, pasajero o definitivo, otro lenguaje igualmente válido.

NUMERALIA HOME RUNS BANAMEX 2016

• 20 años del Programa Home Runs Banamex (1996-2016)
• 188 millones de pesos bolsa total en la Ciudad de México y Oaxaca desde 1996
• 3 243 donativos en ambas entidades desde 1996
• 13.8 millones de pesos bolsa total 2016

OAXACA 2016

• 70 millones de pesos donados en Oaxaca desde 1996
• 101 instituciones beneficiadas en Oaxaca en 2016 con 102 proyectos
• 77 000 beneficiarios directos
• 4.7 millones de pesos para 102 proyectos que benefician a los siguientes sectores:
• 30 Bienestar social
• 22 Plataforma educativa
• 14 Educación/capacitación
• 12 Fomento al deporte
• 8 Ecológico/ambiental
• 7 Salud
• 6 Proyectos productivos
• 3 Cultura

CIUDAD DE MÉXICO 2016

• 117.5 millones de pesos donados en la Ciudad de México desde 1996
• 300 instituciones invitadas al programa
• 228 asistieron a la presentación de la mecánica 2016
• 189 instituciones solicitaron apoyo
• 130 beneficiadas en la Ciudad de México y zonas conurbadas en 2016
• 33 000 beneficiarios directos
• 9 millones de pesos para 130 proyectos que benefician a los siguientes sectores:
• 43 Salud
• 41 Educación/capacitación
• 34 Bienestar social
• 6 Proyectos productivos
• 3 Fomento al deporte
• 2 Cultura
• 1 Ecológico/ambiental

MANDAMIENTOS REALES SOBRE EL ESTABLECIMIENTO DE ESCUELAS DE ENSEÑANZA DEL ESPAÑOL EN LAS COMUNIDADES INDÍGENAS

Como parte del Proyecto de Filología de las Lenguas Otomangues que se lleva a cabo en la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, actualmente se están digitalizando los documentos escritos en lenguas originarias resguardados en el Archivo Histórico Judicial de Oaxaca (AHJO). La consulta de los expedientes de este archivo ha permitido también identificar otros materiales asociados con el tema de las lenguas, como lo es un real despacho impreso, del 13 de julio de 1708, enviado por el virrey a la alcaldía mayor de Teposcolula, y que se conserva en el Fondo Teposcolula, sección Civil.

Este documento nos muestra los esfuerzos de la Corona española, las autoridades virreinales y los obispos por imponer el uso del castellano en las poblaciones indígenas a finales del siglo XVII y principios del XVIII, con la idea de que esto permitiría una mejor evangelización en la fe cristiana. En este despacho, el virrey Francisco Fernández de la Cueva Enríquez (mejor conocido como el virrey duque de Albuquerque) reproduce una real cédula emitida por el rey Carlos II el 6 de abril de 1691, en la que se dan instrucciones precisas para llevar a cabo la enseñanza de la lengua castellana en los pueblos de indios.

La real cédula de 1691 ordena el establecimiento de “Escuelas con Maestros que enseñen a los Indios la lengua Castellana”. En las ciudades y pueblos grandes debían ser dos, “que en la vna ayan de concurrir solamente los Niños, y en otra las Niñas”, mientras que en las poblaciones pequeñas sería sólo una, pero “con separacion los muchachos de las muchachas”. Además, se ordenaba que “las Niñas en todas partes han de poder ir à estas Escuelas hasta la edad de diez años, y que en passando de ellos no se les permita que vayan”.

Los maestros, que habían de ser “inteligentes, y ladinos en la lengua Castellana”, serían pagados por la comunidad, que debía “dotar y señalar congrua a los Maestros”. Los salarios debían ser calculados “en la porción, y cantidad que prudencialmente, y sin exceso se juzgare preciso, y necesario para mantenerse, según es preciso que en cada parte tuvieren los mantenimientos, y vestuarios”. La paga saldría de los bienes de comunidad o, en su defecto, de una milpa que se destinaría a ello y que sería trabajada por todos los vecinos de cada población.

Las autoridades españolas sabían que la población no acudiría inmediata, masiva y voluntariamente a aprender castellano, por lo que en la real cédula se ordena que para ser miembro del cabildo se debía hablar castellano: “para inducir, y obligar a que los Indios aprendan la lengua, y que embien a sus hijos á estas Escuelas, se manda que ningún Indio pueda tener Officio de República que no supiere la lengua Castellana”. También se establece un plazo de cuatro años a partir de la notificación del contenido de la real cédula para que los miembros del cabildo en funciones aprendan dicha lengua y no se vean “perjudicados en este honor, y conveniencia”.

En la parte final de la real cédula se asegura que todas estas acciones van encaminadas a “la mayor honrra y gloria de Dios, pues sabiendo los indios la lengua Castellana, se instruirán radical y fundamentalmente en los misterios de nuestra Santa Fé Católica”.

Despachos como el encontrado en el AHJO fueron enviados por el virrey, duque de Albuquerque, a los corregidores y alcaldes mayores de las jurisdicciones que abarcaba el obispado de Oaxaca, a petición del obispo fray Ángel Maldonado. El obispo Maldonado había tomado posesión de su diócesis el 10 de julio de 1702, sólo unos meses después de que se ejecutara la sentencia definitiva contra los “idólatras” de Caxonos, del corregimiento de Villa Alta, el 11 de enero de ese año.

Justamente el caso de idolatría y rebelión de 1700 en San Francisco y San Pedro Caxonos, y su posterior sentencia, dieron pie a una primera visita del obispo a la región de Villa Alta en noviembre de 1702. En esta visita el prelado comprobó que las creencias religiosas locales seguían vivas, por lo que en diciembre del mismo año instituyó una absolución general para todos aquellos que confesaran sus transgresiones, siempre que no fueran“maestros de idolatrías”.

Durante el periodo entre 1702 y 1706 el obispo mantuvo una campaña de erradicación de idolatrías y perdón a los pueblos. Para obtener la absolución los pueblos debían denunciar a sus maestros de idolatría, entregar sus textos rituales y confesar sus prácticas ceremoniales. Consiguió que 104 pueblos zapotecos de la región de Villa Alta se registraran para ello. Tanto los testimonios orales colectivos como los cuadernos utilizados en los ritos (cantos, calendarios, oraciones) tenían como vehículo de expresión la lengua zapoteca. Esta relación entre idolatría e idiomas originarios seguramente fue el motivo por el que el obispo enviara al virrey tres memoriales, el 12 y el 14 de marzo, así como el 9 de julio, solicitando que “se librasen despachos con su insercion [de la real cédula de 1691], para que en su virtud, y debaxo de los apercibimientos convenientes, todos los Alcaldes mayores del distrito de su Obispado la observen, y pongan en practica su contenido”.

La respuesta de los propios pueblos y la manera de abordar esta obligación serán objeto de una segunda parte de esta colaboración. En ella abordaremos las respuestas que dieron en los pueblos de la Mixteca y los argumentos que los propios cabildos ofrecieron para elegir a determinados ciudadanos para esta labor obligatoria de castellanizar a sus infantes.

CENTRO DE BARRIO BUGAMBILIAS: DE CENTRO DE ACOPIO DE RESIDUOS A ESPACIO PÚBLICO

Así como la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma, lo mismo podemos pensar que sucede con el espacio urbano. El territorio sobre el cual ha sido edificado el actual modelo de desarrollo urbano —expansivo, segregado y desigual— puede revertirse para tener un entorno más incluyente y saludable si las soluciones que se plantean toman en cuenta a la ciudadanía en los procesos de transformación y contemplan el impacto que cada acción genera en el entorno. Este planteamiento es el que intenta llevar a la práctica la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, a través de Casa de la Ciudad y en colaboración con el Municipio de Oaxaca de Juárez, con el programa Centros de Barrio. El tercero y más reciente de ellos, el Centro de Barrio Bugambilias, después de un año de construcción, finaliza su primera etapa. Situado en un terreno que en algún momento fuera ocupado por un centro de acopio de basura diferenciada en la periferia norponiente de la ciudad de Oaxaca, en la zona de Santa Rosa Panzacola, ha sido recuperado y hoy en día es un espacio público cualitativo que los habitantes y visitantes pueden disfrutar.

En el aspecto técnico de esta primera etapa, el proyecto logró definir dentro de un conjunto arquitectónico tres áreas principales. La primera se compone de una zona de parque, dispuesta en tres niveles distintos de terrazas, cada una con actividades que permiten la convivencia entre habitantes de distintas edades: la más elevada con un área de juegos infantiles, la siguiente un gimnasio al aire libre y la más baja una huerta urbana. Esta zona cuenta con una rampa de acceso desde la calle Cornerina, que circunda el parque hasta llegar al segundo núcleo que articula el conjunto, el cual consta de un edificio de biblioteca y otro de talleres, que se comunican a través de un patio central, permitiendo extender las actividades de lectura o talleres al ambiente fresco y sombreado del patio. Ambos cuerpos fueron edificados con estructura de madera aparente certificada, pisos de petatillo de ladrillo rojo recocido, una techumbre ligera de láminas de fibrocemento y un sistema de muros a base de ecoladrillos. Aprovechando el desnivel del terreno, la cubierta del edificio de biblioteca fue diseñada como una estructura escalonada que funge a la vez como las gradas de la tercera área del conjunto: la zona deportiva, que consta de una cancha multifuncional, la cual ya existía pero fue rehabilitada, y una zona para practicar patinaje urbano. Un sistema de captación de agua pluvial abastece parcialmente al conjunto, y la iluminación general la brindan 5 luminarias nuevas con tecnología led.

Además del aspecto constructivo, se encuentra otro fundamental, la participación ciudadana, que en esta primera etapa contempló cuatro estrategias: talleres de diseño participativo y asambleas públicas para incluir a los habitantes en la toma de decisiones sobre su espacio; la aportación de mano de obra y organización vecinal para su edificación a través de más de 50 tequios; una campaña en la que se recolectaron más de 3000 ecoladrillos equivalentes a una tonelada de residuos plásticos gracias a la colaboración de personas, escuelas y organizaciones; y finalmente un programa de actividades de vinculación cultural, académica y recreativa organizadas por el equipo de Casa de la Ciudad, diversos actores y organizaciones aliadas, así como por los mismos habitantes del barrio. Proyecciones al aire libre, torneos de futbol, conciertos, talleres de carpintería, tejido, reciclaje, o pintura, estas actividades permitieron una genuina resignificación y apropiación del espacio público por parte de la comunidad. Así, esta primera etapa logró finalmente transformar la idea de esa porción del espacio urbano como un centro de acopio de residuos a uno con un lugar dentro del imaginario social de la comunidad, un espacio abierto para la convivencia, la identificación y el aprendizaje de todos los que habitan o visitan el barrio.

POSTALES DE VIAJES IGNOTOS GARABUJOS, ESTAMPAS E ILUSTRACIONES DE MAURICIO GÓMEZ MORIN

El viajero recorre ínsulas y páramos, valles y espesuras, parajes y espacios: observa, del mundo externo, los haberes y habitares, sus contornos, el suelo, el cielo; del mundo interno, lo que su imaginación desbordada entiende e interpreta, lo que su contemplación advierte, ya no en la llanura del horizonte, sino en la trama de las rutas que su ya extensa carta náutica le ha ido encarnando en la vista, en los ojos del alma.

Mauricio Gómez Morin, el artista, viaja e ilustra. Su ilustración, una revolución de las ideas en torno a la libertad, crea en su transitar un lenguaje visual propio y contundente que ha creado ya numerosas constelaciones gráficas a lo largo de décadas de producción. Su vasta obra es una alquimia inesperada donde sus diversas técnicas y formatos –dibujo, serigrafía, xilografía, litografía y tintas en papeles, paredes, lonas, lozas ya sea como muralismo, estampado o intervención de objetos– exploran y se explayan con una estética constantemente permeada por el grabado. Su estética, amplia y ancha, es una identidad poética: versa y dialoga con las imágenes de las cosas y los seres que en el tiempo y la memoria nos dotan de cuerpo, y que lo mismo esboza caballos de tinta que laberintos, barcos que sombreros: aves y mariposas, bicicletas y corazones, metates y jícaras. Y es que su médula se acendra y abreva de un imaginario inspirado en los muchos Méxicos que coexisten –el urbano, el rural, el indígena, el migrante, el cosmopolita, el histórico, el florido, el destruido, el inventado– para, desde todos ellos, pensar y esbozar la ciudad de asfalto, los diablitos de madera y los de luz, los rostros del andar cotidiano, del pueblo, sobre la calle, por la infancia, de cualquier lugar y cualquier país, y en ellos el juego, la pérdida, la belleza, el descubrimiento.

Es esa estética, la transmutación a la que arriba y desde la cual inicia cada recorrido, la que define y le permite detonar la particular forma con que desentraña las palabras que con sus ilustraciones acompaña. Porque Mauricio, ese maestro constructor, es un ilustrado lector, admirado y fascinado por las historias, que sobre todo orquesta universos librescos: sentado en su estudio, rodeado de sus pinceles y sus pixeles, lee un cuento, imagina un espacio libro para colocarlo, distribuye en sus páginas las letras para después construir, gubia contra clavo, su narrativa de imágenes, la otra mirada que a contrapelo de la palabra trazará escenarios, personajes, artilugios y vaivenes con fervor creativo: los libros entonces aparecerán y serán, amalgama de paisajes literarios y urdimbres visuales, otro territorio, lo ignoto.

Numerosas repisas albergan los incontables libros que Mauricio amorosamente ha ilustrado, pensado, armado, diseñado, dirigido, creado: pequeños navíos que el viajero ha echado a navegar a sus propios destinos como barquitos de papel en charcos sobre la calle, acechando coladeras y alcantarillas, selvas oaxaqueñas o puertos ingleses. Su obra, en portadas e interiores de libros (libros álbum libros de cuentos libros de asuntos, libros informativos), en revistas y en museos, con la expresión y la destreza de esa minuciosa plumilla con que talla y detalla y hace emerger de la nada las imágenes que han de trastocarnos para siempre, no podría sino ser axioma de quien la realiza y la transmite; porque Mauricio ha sido no sólo un transformador de la educación visual de la niñez mexicana, la de antes y la de ahora, y de los lectores de todas las edades, sino un formador de ilustradores que bajo su dirección de arte precisa y amistosa han entendido y propiciado en conjunto una nueva forma de dialogar con los libros, de hacerse lustradores de libros, de hacer del ilustrador un artista. Y un artista siempre crítico de la realidad nacional, siempre alerta del accionar desde abajo y a la izquierda, siempre comprometido con la transformación cultural.

El mapa del viaje ilustrado de Mauricio Gómez Morin, reflejo de una historia, de una época y de una ideología, reúne hoy en estas postales esa devota y sempiterna cartografía de destinos que pintan la existencia para dialogar con la esperanza y hacer posible el encuentro y en él, el entendimiento.

EL RETO DEL FLAMINGO

El trayecto San Quintín–Ensenada será un momento imborrable en la vida de Víctor Bojórquez. Fue durante ese traslado cuando el teléfono sonó para recibir una noticia que esperaba, aunque nunca imaginó que tan pronto, ser el mánager de los Diablos Rojos del México.

Antes del nombramiento, “El Flamingo” se encontraba diriginendo de manera destacada a los Marineros, sucursal del equipo en la Liga Norte de México, mientras que la Pandilla Roja no podía reponerse de un mal inicio de temporada.

El nombre de Víctor Bojórquez ya había salido a la luz como un candidato para tomar las riendas del primer equipo, desde que Miguel Ojeda salió para comenzar una carrera como estratega en Estados Unidos, aunque finalmente la decisión recayó en José Luis Sandoval.

Con una trayectoria intachable como jugador y una preparación de varios años como coach, Bojórquez recibió la confianza de la directiva roja para tomar la enorme responsabilidad de evitar que el equipo se alejara de su postemporada 34 de manera consecutiva.

El nuevo reto para el sinaloense es de alguna forma la continuación de una constante en su vida, salir adelante cuando las condiciones son adversas y el margen de error se reduce al mínimo. Así lo explica: “Desde mis años como jugador estuve acostumbrado a luchar contra todo. Siempre estuve rodeado de compañeros con capacidades más grandes que las mías, y eso me obligaba a nivelar la balanza con absoluta entrega y disciplina. Hoy trato de inyectarle eso a mis jugadores, que se atrevan explotar todo su talento en cada jugada”.

“El Flamingo” no va solo en la aventura, además de un batallón de 30 jugadores y un amplio equipo de coaches, su esposa Lilí y sus tres hijos representan el gran soporte cuando las cosas se complican, y su equipo favorito para festejar los grande triunfos. La relación con su familia es tan abierta que su segundo hijo lo mantiene al tanto de situaciones que han cobrado mucha relevancia. “El mayor es muy serio y reservado. El más pequeño lo único que quiere es mantenerse entretenido. Ángel es quien me sigue a todos lados y todo el tiempo me está haciendo preguntas de lo que observa durante los juegos. Ya son varias ocasiones que me sorprende su claridad para interpretar acciones que podrían ser insignificantes para un aficionado que asiste o ve los juegos todos los días”.

Víctor Bojórquez representa todo lo que los Diablos Rojos desean proyectar. Su opinión y comportamiento como jugador contribuyeron a la cosecha de campeonatos, triunfos y récords de gran magnitud, además de que cuando puso fin a su carrera como deportista de alto rendimiento, su curiosidad y capacidad de aprendizaje le han permitido expresar de la manera correcta los secretos del éxito a sus pupilos. Sabe que no es uno más, pero sus jugadores entienden que sus medallas no han sido obra de la casualidad ni de improvisación.

COMBINADO DE MEX-OAX CAMPEONES “DOBLE A” 2016

Las satisfacciones no paran con el talento de Guerreros de Oaxaca y Diablos Rojos del México en las distintas Ligas de desarrollo.

El pasado 22 de julio, la temporada 2016 de la Liga Doble A llegó a su fin, resultando como campeones, el combinado MEX-OAX. Después de 280 juegos en 70 jornadas, en la Academia Ing. Alejo Peralta y Díaz Ceballos, el equipo dirigido por Efrén Espinosa logró una ventaja de 15 juegos de diferencia, respecto al segundo lugar, el combinado MTY-MVA. Es así como los prospectos que anteriormente brillaron en la Academia de San Bartolo Coyotepec, lograron concluir con una temporada que trajo muy buenos resultados ya que, además de coronarse como campeones, sus integrantes obtuvieron cinco distinciones de forma individual, cuatro de ellas fueron para el pitcheo.

• Carlos Pacheco (.370 de porcentaje) se llevó en un par de ocasiones la designación de jugador de la semana. Fue designado para representar a México en el Derby de Cuadrangulares de Futuras Estrellas de la MLB, realizado dentro de las actividades alternas al Juego de Estrellas de las Grandes ligas, que este año se desarrolló en San Diego, California. Para nadie fue una sorpresa que se llevara la distinción como el mejor jugador de la temporada.

• El pitcheo de la novena MEX-OAX se quedó con los cuatro premios que distinguen a los mejores en el departamento de lanzadores. Los galardones de Mejor Efectividad y Campeón de Juegos Ganados lo obtuvo el joven Óscar Rojas; el reconocimiento como Campeón de Salvamentos fue ganado por Paul Morales; y el premio al Pitcher con más ponches fue para Juan Pablo López. La ceremonia de premiación contó con la presencia del Ing. José Maíz García, presidente del equipo Sultanes de Monterrey, y el director de la Academia, el Lic. Raúl Martínez Salazar. Después de unas semanas de merecido descanso, los jóvenes deberán estar pendientes para conocer si se integrarán a la sucursal de la Liga Invernal Mexicana, o si estarán bajo observación mientras llega la etapa de mayor movimiento en los diferentes circuitos afiliados a la LMB.

CARTA DE LOS DERECHOS DEL PEATÓN

En mayo de este año, la organización Liga Peatonal, una red de colectivos y activistas que trabajan en varias ciudades de México promoviendo los derechos de peatones, publicó La carta de los derechos del peatón. Dicho documento es un resumen ilustrado de “La carta mexicana de los derechos del peatón” elaborado por la misma organización en el año 2014, en donde se definen algunos conceptos, entre ellos qué es espacio público, quién es el peatón y cuáles son sus derechos, y se presenta una visión de ciudad inclusiva y equitativa.

Si bien el tema del espacio público y los usuarios vulnerables ha cobrado importancia en la agenda pública urbana, todavía hay un gran trabajo que hacer respecto de los derechos de quienes caminamos las ciudades. Por un lado, los ciudadanos debemos conocer cuáles son estos derechos, de forma que podamos ejercerlos y demandar mejores ciudades; por otro, los tomadores de decisiones deben formular políticas públicas, desarrollar e implementar proyectos que apunten a la construcción de ciudades que hagan efectivo el ejercicio de estos derechos.

La carta de los derechos del peatón es una herramienta que permite comunicar de manera clara y directa, a través de elementos gráficos, algunos principios básicos de derecho a la ciudad que, debido al modelo de desarrollo urbano promovido las últimas décadas, han quedado subordinados ante el modelo expansivo de ciudad y el uso irracional del auto que esto ha generado.

El contenido de dicho documento se centra en un par de conceptos: el primero, qué es el espacio público, definiéndolo como el espacio abierto a la ciudadanía sin importar credo, género, raza, etnia, condición física, sexualidad o apariencia; el segundo, quién es peatón, mostrando una diversidad de peatones que usualmente quedan fuera del imaginario social cuando nos referimos a ellos. Se hace énfasis en los más vulnerables, niños (por su estatura), niños en carriola, adultos mayores, personas con discapacidad visual, motriz, auditiva y personas que no necesariamente transitan el espacio público sino que hacen uso y disfrute del mismo.

En segundo término se enlista una serie derechos, entre ellos, cruzar y caminar la calle con calma y seguridad, ciudades hechas a la escala de las personas y universalmente accesibles, servicio de transporte público adecuado, centros urbanos organizados, convivir en el espacio público, jugar en la calle, mobiliario urbano adecuado, banquetas amplias y un ambiente urbano sano.

Finalmente la carta muestra una imagen de ciudad en donde estas premisas y derechos son efectivos. Encontramos una serie de personajes haciendo uso del espacio público de diversas formas, caminando, paseando, disfrutando, moviéndose en bicicleta, transporte público y automóvil, niños jugando en la calle, personas paseando a sus mascotas, cantando en la calle, incluso haciendo uso del espacio público para opinar sobre alguna situación en su ciudad.

El pasado 4 de junio La carta de los derechos del peatón fue presentada en Casa de la Ciudad por la Liga Peatonal en conjunto con los colectivos y activistas locales que forman parte de esta iniciativa ciudadana, Agustín Marte, que promueve los derechos de personas con discapacidad, y la organización Salvando Vidas Oaxaca AC, que tiene un programa permanente de liberar las banquetas de barreras o elementos que resulten un riesgo para los transeúntes.

La carta de los derechos del peatón (ilustrada) es un trabajo conjunto de la Liga Peatonal, la Editorial El Caminante, un sello editorial especializado en temas de ciudad, y Edgar Seis, ilustrador mexicano. Para quienes estén interesados en el material, está disponible en su versión impresa en la Casa de la Ciudad y es distribuida de forma gratuita. De igual forma está disponible para descargar en su versión electrónica en el siguiente link: https://ligapeatonal.org/wp-content/uploads/2016/08/CartaDerechosPeaton_Web.pdf

También puedes revisar la página web de la Liga Peatonal y obtener más información sobre esta organización: ligapeatonal.org.

TALLERES DE CAPACITACIÓN PARA LA CULTURA FÍSICA

El Programa Socialización de la Cultura Física, de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, busca promocionar e incentivar a la sociedad para la movilidad física y mental, proponiendo que sean el juego y la diversión los primeros pasos para lograr elevar la calidad de vida en las personas y fomentar hábitos saludables. Para tal fin este programa desarrolla entre sus estrategias la impartición de talleres de capacitación en los que involucra y atiende a todas aquellas personas que tienen responsabilidad, tanto en el ámbito profesional como en el familiar, de generar acciones para contrarrestar y prevenir el sedentarismo físico.

El sedentarismo es uno de los multifactores que posicionan a la población mexicana en los primeros lugares a nivel mundial en sobrepeso y obesidad. En un trabajo conjunto con el sector salud se brindaron, de febrero a junio de 2016, seis talleres de capacitación, en los que se contó con la asistencia de 290 responsables de 164 centros de salud del estado de Oaxaca. En estos talleres de capacitación pedagógico-didácticos se consideraron temas como: Programa Socialización de la Cultura Física FAHHO, sus estrategias y aplicación; problemática de obesidad, sedentarismo físico, juegos populares y tradicionales; la educación y el juego; el juego tradicional como medio para la actividad física; y ejercicio, actividad física, deporte y el beneficio de la práctica.

Hasta el momento, el programa ha atendido a 164 comunidades.

REGISTRO DE TEXTOS EN LENGUAS INDÍGENAS EN LA BIBLIOTECA DE INVESTIGACIÓN JUAN DE CÓRDOVA

En octubre de 2015 inició en la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova el proyecto Filología de las lenguas otomangues y vecinas con la finalidad de crear un catálogo de imágenes digitales de textos en lenguas generados durante los siglos XVI al XIX; a partir de un primer inventario de 4 000 textos manuscritos e impresos en las lenguas: zapoteco, mixteco, chocholteco, otomí, chiapaneco y matlazinca identificados por los investigadores Sebastián Van Doesburg, Michael Swanton y Michel Oujdik ubicados tanto en acervos del estado como nacionales e internacionales.

El grupo documental identifi cado más importante y geográfi camente más cercano a la Biblioteca está ubicado en el Archivo Histórico Judicial de Oaxaca (AHJO), por lo que se decidió iniciar el proyecto con este acervo. Se firmó un acuerdo con el fin de tener acceso a los dos fondos antiguos que custodia: Teposcoula y Villa alta, cada uno con tres ramos: Civil, Penal y Protocolos.

Se han implementado tres procesos que permitan actualizar el inventario de expedientes que incluyen textos en lengua. El primero incluye la revisión de los expedientes, hoja por hoja, el cotejo con el inventario previo y el registro de información que incluye título, fecha, ubicación, año, lengua, número de textos y número de fojas. El segundo corresponde a la digitalización con cámara fotográfica y tripié horizontal que permite colocar la cámara en ángulo cenital sobre los documentos, que se captan con luz natural y con un fondo negro que los enmarca, del que se generan dos formatos de archivo JPG y RAW. El tercer proceso corresponde al respaldo y clasificación de los expedientes.

Los avances se van obteniendo poco a poco, dos procesos se realizan en el horario y calendario del AHJO, y el último en la Biblioteca. El equipo de trabajo está conformado por la maestra Perla Jiménez Santos como responsable del proyecto con el apoyo de Eduardo Fachada Martínez fotógrafo y estudiante de la Universidad La Salle, quien realiza sus prácticas profesionales en la BIJC.

Los fondos que se están trabajando en el AHJO están conservados en 145 cajas, de las cuales se han revisado, digitalizado y respaldado 76 cajas (el 51.41%) y están en proceso 25 cajas. Se han digitalizado 148 expedientes completos, para conservar el contexto histórico en el que fueron generados los textos en lenguas originarias, cuyo número llega a 548. La revisión puntual de los expedientes del acervo ha rendido frutos, ya que varios textos no identificados inicialmente han salido a la luz. Esto, junto con el refinamiento de las categorías de identificación, ha incrementado notablemente el número de textos que se quedarán catalogados, toda vez que el inventario inicial suponía la existencia de 647 textos en este acervo.

Los textos registrados cubren un periodo temporal que va de 1577 a 1759, en las lenguas, zapoteca, mixteca, chocholteca, nahuatl y mixe. Algunos de los más antiguos identifi cados como provenientes de la región mixteca están escritos en nahuatl, tal es el caso de un texto de 1577 cuyo texto y traducción de la época provienen de Teposcolula.

La ejecución de este proyecto implica la colaboración con el área de acervos de la propia BIJC, en particular con su coordinadora, la maestra Alejandra Méndez Zapata con quien se ha desarrollado un modelo de ficha para el repositorio Dspace de los textos y sus imágenes digitales.

Actualmente el trabajo de revisión de los expedientes del AHJO continúa, hay 54 cajas en espera de atención. La revisión puntual implica tiempo, sin embargo, consideramos que es prioritaria, pues permite dar certeza de la existencia de los textos que pueden aportar al entendimiento de las lenguas de Oaxaca; de este modo se está preservando la documentación colonial y se establecen los primeros avances en la generación del catálogo de documentos en lenguas.

PRIMERA ETAPA DE RESTAURACIÓN DEL TEMPLO DE SAN PABLO COATLÁN

El 1 de junio de este año iniciaron los trabajos de restauración en el templo de San Pablo Apóstol en el municipio de San Pablo Coatlán, centro parroquial de las comunidades que conforman esta zona. Este templo de la Orden dominica, construido durante la Colonia, tenía distintas afectaciones desde hace más de cuarenta años. Por esto y para seguridad de los fieles, la comunidad decidió cerrarlo al culto.

En el interior del templo, resguardado únicamente por sus muros, quedaron diversos bienes muebles e inmuebles que se encuentran en estado delicado de conservación debido, principalmente, a que el primer tramo de la bóveda se desplomó y entraron lluvia y animales como aves y roedores que anidaron en varias partes del edificio; además del crecimiento de vegetación dentro y fuera del edificio.

Los trabajos iniciados conforman la primera etapa de preservación del templo. Estas labores consisten en el retiro de escombro; inventario, clasificación y registro del estado de conservación de los bienes muebles ubicados al interior; apuntalamientos preventivos para evitar que los arcos y las bóvedas sigan colapsando; y consolidaciones en muros que presentan grietas y fracturas.

Es importante señalar que esta etapa tiene la finalidad de preservar el inmueble y evitar que se generen mas daños. Una restauración de este tipo requerirá de varios años de trabajo. El objetivo es definir las intervenciones que ayuden a subsanar los deterioros del templo.

El proyecto es un esfuerzo de colaboración tripartita con el municipio de San Pablo Coatlán, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca y el Gobierno federal, a través del Fondo de Apoyo a Comunidades para la Restauración de Monumentos Históricos y Bienes Artísticos de Propiedad Federal (FOREMOBA), este último adscrito a la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura (antes Conaculta). Los trabajos se realizan bajo la asesoría de la Sección de Restauración de Bienes Muebles del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

SEGUNDO TALLER DE GRAMÁTICAS PEDAGÓGICAS

Este mes de julio la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, en colaboración con el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, recibió en el Centro Cultural San Pablo a los integrantes de la segunda edición del Taller de Gramáticas Pedagógicas.

Como antecedente inmediato en el verano del 2015 la BIJC convocó a personas que hablan lenguas indígenas de la familia otomangue a participar en el primer Taller de Gramáticas Pedagógicas con la misión de crear material didáctico de calidad que ayude a la enseñanza y el aprendizaje de lenguas indígenas. La meta del taller es que, una vez que estén terminados estos materiales, apoyen, en primer lugar a las personas que ya hablan estas lenguas pero quieren profundizar su conocimiento y, en segundo lugar, a la población que desee iniciarse en el estudio de alguna de las lenguas originarias de México que pertenezca a algún integrante de esta familia lingüística.

A la convocatoria respondieron hablantes de zapoteco, mixteco, triqui, chatino, chocholteco, chinanteco, mazahua, otomí, amuzgo y mè’pháá. El taller es iniciativa de Emiliana Cruz, quien se dedica al estudio de su lengua, el chatino, desde la universidad de Massachusets se interesa activamente en crear y aplicar materiales didácticos para la difusión y enseñanza de sus lenguas en su propia comunidad.

En esta segunda edición del taller uno de los objetivos principales fue abordar la explicación de los tonos de cada lengua. Esto se debió a que desde la primera convocatoria se buscó que la representación de las lenguas otomangues convocadas tuvieran la característica de expresar la marcación tonal. No es una tarea fácil ya que el tono puede cumplir distintas funciones en la lengua. Aparte de ser un rasgo lexical con el que se distingue entre palabras, puede también marcar tiempo o la persona que realiza la acción dentro de un verbo. Por consiguiente dos palabras que parecieran “iguales” cambian de significado dependiendo del tono con que se pronuncian y si bien alguien que es hablante sabe reconocer los tonos de su propia lengua, son necesarias muchas herramientas que expliquen esta característica de la lengua, y a partir de ahí, crear los ejercicios de apoyo adecuados y eficaces para sus alumnos.

Otros temas que se vieron en los 7 días que duró el taller fueron los pronombres personales y posesivos, las partes del cuerpo, las relaciones de parentesco, los números, cuantificadores y demostrativos, entre otros temas que se definieron para el contenido temático que conformará cada gramática pedagógica.

Para llevar a cabo este taller y brindar a los participantes las herramientas lingüísticas enfocadas en sus lenguas y la metodología para la creación de una gramática pedagógica se convocó a profesores expertos en lenguas Otomangues, provenientes de diferentes instituciones de México, Estados Unidos y Brasil. Las sesiones enfocadas en las teorías y en la metodología de creación de gramáticas pedagógicas fueron dirigidas por el Dr. Luiz Amaral de la Universidad de Massachusetts quien ha trabajado con la creación de una gramática pedagógica de la lengua wapichana, lengua que se habla en Brasil. Las sesiones lingüísticas especializadas por lengua fueron dirigidas por el Dr. John Kingston y la Dra. Emiliana Cruz de la Universidad de Massachusetts; el Dr. Mario Chávez Peón del CIESAS-México, el Dr. Francisco Arellanes de la UNAM, el Dr. Anthony Woodbury y el Dr. Justin McIntosh de la Universidad de Texas, el Dr. Eric Campbell de la Universidad de California en Santa Bárbara y el Dr. Michael Swanton de la UNAM-BIJC. Este año contamos con la participación de Moisés Ramírez y Nahum Gadiel quienes son los encargados de hacer las ilustraciones que formarán parte de cada gramática.

El Taller de Gramáticas Pedagógicas está planeado para realizarse en tres ediciones anuales, lapso en que se dará seguimiento a los participantes para elaborar unidades completas (presentación de tema, explicación, ejemplificación y ejercicios) de las gramáticas y un año para hacer el diseño de edición para las publicaciones y entrenamiento a los profesores en el uso de estos materiales en las comunidades.

CIERRE DEL DIPLOMADO EN HABILIDADES LECTORAS

Los seres humanos, en un gran porcentaje de nuestra existencia, estamos modelados por experiencias. Dependiendo de la calidad, profundidad, intensidad y periodicidad de dichas experiencias, nuestras vidas se van diferenciando unas de otras. A lo largo de la historia, han existido diversas personas que, habiendo crecido en situaciones extremas o insólitas, en muy disímiles contextos y épocas, han mostrado que las experiencias marcan nuestras vidas con una huella indeleble. Tal es el tristemente sonado caso de niños que han sobrevivido a situaciones de violencia extrema o encierro, o de los llamados niños ferales, que por diferentes motivos han sido “adoptados” por lobos, cabras o felinos…, y de cuya existencia se han contado las más diversas e inverosímiles anécdotas, algunas ciertas, otras con toda seguridad nada veraces.

En algún momento invité a alumnos de licenciatura a seguir una reflexión respecto a estos niños ferales. Comentábamos que, siendo poseedores de una genética humana, pero tras una convivencia con animales que les había llevado a adoptar un estilo de vida totalmente salvaje, en todos los casos hubo un momento en que se intentó incorporarlos a la sociedad. En principio estas iniciativas tuvieron un éxito relativo, los niños parecían aprender los patrones de la convivencia humana. Sin embargo, en cuanto estos niños se sentían amenazados, ansiosos o inseguros por alguna situación, volvían a movilizarse en cuatro apoyos y a aullar o emitir ruidos similares a los de los animales con los que habían crecido.

Tras esta relatoría, la primera pregunta que les planteé a los jóvenes fue: “¿Cuál era el código genético de los niños?”; todos sin dudar, respondieron: “humano”. Cuando les pregunté cómo se comportaban ante un evento inesperado, respondieron, sin dudar y casi al unísono, que su comportamiento era más bien “animal”. Y entonces, a la pregunta de si finalmente los niños eran humanos o lobos, humanos o perros… las respuestas ya no fueron tan uniformes, ni fáciles de emitir. Algunos alumnos se inclinaban por decir que eran humanos porque su código genético así lo establecía, y otros se inclinaban por considerarlos más bien lobos o perros salvajes, puesto que así se comportaban.

Lo interesante de este hecho es la certidumbre de la “experiencia” en la primera infancia como factor definitorio en la vida de las personas. Nuestro código genético es humano, pero las experiencias que vivimos día a día, momento a momento, modelan nuestras vidas, nuestra imaginación, nuestras actitudes y modo de relacionarnos, y nos hacen más o menos humanos, dependiendo de cuán estimulados estemos a dar más de nosotros, a superar nuestras propias limitaciones y a desarrollar nuestras potencialidades.

De ahí viene parte de la importancia esencial de los estudios que hoy culminan.

Porque hoy, todos los alumnos que han concluido su diplomado adquieren una seria responsabilidad para consigo mismos, para con otros y para el desarrollo mismo de la sociedad humana. Porque el diploma que hoy tendrán en sus manos es sólo el signo de que ahora son ustedes responsables de invitar, guiar y acompañar a otros a una de las experiencias humanizantes más sublimes: la de leer.

Y digo humanizantes porque la actividad de leer conlleva en sí misma la detonación de crecimiento del potencial más esencialmente humano: porque leemos para conocer, leemos para imaginar, leemos para gozar. Leemos para recordar y leemos ¡para no olvidar! (que no necesariamente es lo mismo… “diferencia que también aprendimos leyendo”). Leemos para entender a los otros y aprender a respetarlos. Leemos para tener conciencia de ideologías y culturas que pudiendo parecer lejanas, ya no lo son tanto una vez que ya las he acercado a mí a través de la lectura. Y finalmente, leemos para llegar a conformarnos como los seres humanos que estamos llamados a ser… Leemos para conservar viva la esperanza en la humanidad.

Esta es la riqueza del viaje que han recorrido juntos y que hoy culmina una primera etapa esencial con la entrega de este documento. Y hablo de una primera etapa, porque ahora continúa otra etapa más: la de poner al servicio de otros este conocimiento, esta experiencia que han tenido oportunidad de vivir, este aprendizaje que sólo será realmente significativo en sus vidas en el momento en que sea compartido con otros.

Estimados alumnos del Diplomado Promoción y Estrategias Lectoras, y Primera Infancia e Inclusión: que estos estudios que hoy culminan permitan a ustedes llevar de la mano a todas las personas que están esperándolos para encontrar un medio para ser más humanos; que las estrategias aprendidas logren que otros puedan comprender del todo, y en su máxima expresión, que la vida es ese desafío que no culmina con vivir, sino con vivir humanamente, y no termina con morir, sino con seguir viviendo en el corazón de quienes hemos tocado con nuestro propio corazón, tal como dijera Tagore: “Y cuando mi voz enmudezca con la muerte, seguirás oyendo mi canción en tu corazón rebosante de vida”.

Muchas felicidades a todos.

Indivisa Manent
Lo unido permanece

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