Durante el año 2109 se dio continuidad al programa Rescatando Nuestro Entorno Cultural con Patrimonitos (FAHHO, Municipio de Oaxaca de Juárez, Secretaría de Cultura), atendiendo a 33 escuelas de educación primaria con actividades en las aulas enfocadas al aprendizaje del patrimonio cultural de Oaxaca. Y, gracias a la gestión del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca que proporcionó los autobuses, se realizaron 64 recorridos a los sitios patrimoniales de la ciudad y sus alrededores.
Durante esta etapa trabajamos con 1 752 niños y se realizaron 48 visitas a diversos sitios patrimoniales: Monte Albán, doce visitas; Mitla, 16 visitas; Museo de las Cultural de Oaxaca, doce visitas; Centro Cultural San Pablo, diez visitas; Museo Infantil de Oaxaca, tres visitas, Teatro Macedonio Alcalá, ocho visitas; BS y Acueducto, dos visitas; MACO, una visita.
El inicio del decenio marcará una nueva etapa en los Diablos Rojos del México. De la mano de su aniversario 80 en la Liga Mexicana de Beisbol, el equipo escarlata continuará persiguiendo una nueva corona, ahora con la figura de Sergio Omar Gastélum como responsable de plantear la estrategia para conseguir la meta.
Originario de Ciudad Obregón, Sonora, “el Güero” no es un personaje ajeno para la organización escarlata, ya que fue defendiendo esa franela con la que puso fin a una de tres décadas llenas de triunfos y campeonatos en los dos circuitos más importantes de nuestro país. Cuando Gastélum apareció por primera ocasión con los Diablos en 2013, la reacción de la fanaticada fue de incertidumbre, tomando en cuenta que fue un referente del archirrival, los Tigres. Muy pronto se desvaneció cualquier inquietud de la religión roja, porque lo primero que distinguió al sonorense fue precisamente su capacidad para sobresalir en los grandes momentos, y los felinos fueron clientes distinguidos.
El final de la temporada 2013 no fue el que se esperaba y los movimientos no tardaron mucho. El México apostó por armar un equipo lleno de chamacos que cumplieron su proceso de desarrollo en la Academia y en las diferentes ligas de preparación. “El Güero” Gastélum fue uno de los veteranos que permanecieron para 2014, donde su participación fue determinante, sobre todo, en el vestidor. Su amplia experiencia le permitió esperar y aprovechar los momentos de aportar en el terreno, lo mismo que adoptar un rol de mentor durante los entrenamientos y cuando estaba en la banca. Se convirtió en una especie de coach-jugador.
La nueva generación de Diablos aceptó muy bien al viejo lobo, quien, a pesar de sus lesiones, todos los días estaba disponible para ser tomado en cuenta. Gastélum supo ganarse la confianza de los jóvenes con un lenguaje simple y muy sincero. El experimento funcionó y los escarlatas lograron una corona que se les negaba desde el 2008.
Era cuestión de tiempo para que Sergio Omar cerrara el ciclo como jugador activo y abriera el de estratega. Mero trámite fue su paso por Ensenada con los Marineros, cuando se presentó la oportunidad de comandar a los Guerreros de Oaxaca en la segunda campaña de 2018.
De una primera parte del año para el olvido, la Tropa Zapoteca escribió el mejor capítulo del calendario, superando un juego de vida o muerte, conquistando la Zona Sur y quedándose a nada de sorprender a Monterrey en la Serie Final. Esos Guerreros no ganaron el campeonato, pero nadie desplegó un juego tan vistoso como el suyo.
Talento y voz de mando pusieron a Oaxaca en los cuernos de la luna.
Como la primera vez que llegó a los Diablos Rojos, Sergio Gastélum volverá a encontrar un equipo contendiente, una afición que tiene sed de victorias y una directiva que quiere celebrar sus ocho décadas a lo grande en su espectacular infierno.
Un ícono del beisbol mexicano, con una manera diferente de jugar el beisbol, líder, gran compañero y gran padre de familia es lo que caracteriza al nacido en Monterrey, Nuevo León, Erik Rodríguez, que, para este año, será el encargado de llevar las riendas de los Guerreros de Oaxaca en la Liga Mexicana de Béisbol.
Rodríguez inició su carrera profesional en el año 2001, cuando tenía 21 años de edad; ese año, al mando de Nelson Barrera Romellón (qepd), fue su debut, dejando grandes momentos en el beisbol y sabiendo que tenía un futuro impresionante en la pelota.
El catcher fue firmado por el equipo de los Broncos de Reynosa. Estos lo dejaron libre para que la organización bélica rápidamente detectara el talento del jugador y le ofreciera una oportunidad de jugar en la Liga Mexicana de Beisbol, la cual hasta la fecha no ha desaprovechado.
Hoy, después de 1674 juegos jugados, 1392 imparables, 645 carreras producidas y con grandes momentos en su mente y la de los aficionados, la directiva zapoteca ha decidido darle las riendas del equipo de sus amores, como él lo ha manifestado en diferentes entrevistas.
“Hoy estoy muy contento por este reto que me han dado, estoy orgulloso de portar por 19 años esta camisola y la seguiré portando con mucho honor. Ahora que comienzo esta nueva etapa de mi carrera profesional, puedo decir que estoy más comprometido con el equipo, los medios de comunicación y la afición que siempre está apoyando al equipo año tras año”, comentó el pelotero en entrevista para GuerrerosTv.
Erik se convertirá en el mánager número 16 de la organización y el segundo mánager-jugador en la historia de la franquicia. Antes lo hizo Nelson Barrera Romellón, dejándole a la tribu un campeonato en sus vitrinas.
“Sabemos perfectamente que Erik hará un buen trabajo con el equipo, por su gran conocimiento del beisbol, además conoce bien a los peloteros y tiene muy buena relación con ellos. Es por eso que no dudamos en darle esta gran responsabilidad”, comentó Guillermo Spíndola Morales, presidente del club Guerreros de Oaxaca.
El “Capitán”, como lo llaman sus compañeros de equipo, presume títulos en la Liga Mexicana del Pacifico, Liga Invernal Veracruzana y Serie del Caribe, pero hoy en día añora un título con el equipo que lo vio nacer y en la ciudad que lo ha cobijado desde el primer día que llegó. Erik hará su debut como mánager-jugador de manera oficial el próximo 7 de abril, cuando Guerreros visite a los Diablos Rojos del México en el Estadio Alfredo Harp Helú en la Ciudad de México.
Tras casi once años de trabajo constante, la Academia sigue viendo florecer a sus egresados. De los 105 jugadores invitados a los campos de entrenamientos de pretemporada de Diablos Rojos y Guerreros, 51 son formados en San Bartolo Coyotepec, 23 con Diablos y 28 con Guerreros. Les deseamos mucho éxito a quienes buscan tener un lugar en el roster, para seguir construyendo sus sueños.
Con la intención de apoyar al nivel del beisbol en Oaxaca, durante el 2020 la Academia volverá a participar en la Liga Eduardo Vasconcelos de Oaxaca. Dicha participación iniciará el día 8 de marzo, con un roster de veinte jóvenes de 14 a 16 años, quienes jugarán en la primera fuerza con la finalidad de aplicar los conocimientos adquiridos durante su estancia en la academia y así tener resultados más eficientes. De esta forma, la comunidad oaxaqueña podrá conocer a las futuras estrellas de los parques de nuestra pelota nacional.
Como parte de la formación integral de los jóvenes de la Academia AHH, se pretende que se desarrollen en todas las áreas para que en un futuro sean no solo buenos jugadores, sino buenos ciudadanos. Es por eso que para el curso Primavera 2020, en colaboración con el programa Seguimos Leyendo, se planean las siguientes actividades relacionadas con la educación y la cultura:
Visita y recorrido por el Centro Cultural San Pablo y el Museo Textil, recorrido interactivo por el Museo Infantil de Oaxaca, paseo en bicicleta a El Tule, saliendo del templo de Santo Domingo. Estas actividades se planean con el fin de ampliar la diversidad de conocimientos y así motivar el desarrollo como seres humanos en todas sus potencialidades.
La Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca invitó a La Salle Puebla a ser corresponsable de la primera edición del Diplomado en Promoción y Estrategias Lectoras. El diplomado inició el pasado 10 de enero, con dos grupos, uno matutino y otro vespertino. Son grupos de más de treinta personas, de diversos perfiles: maestros desde preescolar hasta universidad, bibliotecarios, estudiantes de licenciatura en educación, padres de familia y abuelos. Un buen número proviene de la comunidad educativa La Salle, pero otro tanto labora en diferentes instituciones o forma parte de organismos sociales, como la Red de Bibliotecas Ciudadanas Infantiles, lo que permite abrir el panorama y crear un espacio de encuentro entre personas convencidas de que la lectura es fundamental para el desarrollo intelectual y moral de niños y jóvenes.
Su abuelo, también llamado Ludwig, descendiente de campesinos de Flandes, fue maestro de capilla en la orquesta del príncipe elector de Colonia; su padre, Johann, fue tenor y director de la orquesta de Bonn, un puesto privilegiado que acabaría por perder a causa del alcoholismo. Inspirado en la precoz trayectoria del célebre Mozart (cuya vida en ese momento no era tan tormentosa), Johann quiso hacer de su hijo otro niño prodigio.
Ludwig van Beethoven (Bonn, 1770- 1827), pasó su infancia entre lecciones de piano, órgano y clarinete, dio su primer concierto a los siete años (aunque Johann declaró que tenía seis), y publicó su primera composición a los once. En 1792 se traslada a Viena y dedica vida y alma a la composición musical, a padecer una sordera creciente y a colocar su nombre en la parte más elevada del romanticismo, ese movimiento artístico que valoró las pasiones por encima de todas las cosas.
Ya que el año 2020 se conmemora el 250 aniversario del natalicio de Beethoven, la Fonoteca Juan León Mariscal lo celebrará agregando a su programación conciertos de cámara con obras del genio de Bonn, entre tríos de violín, violoncello y piano, cuartetos de cuerdas y sonatas para violín y piano.
Esta celebración se suma a la programación habitual de la Fonoteca, que últimamente ha posicionado al claustro de San Pablo como una de las salas que ofrece música clásica con mayor frecuencia en el país. Ejecutantes locales, nacionales y de otras latitudes se presentan cada semana en el claustro, ofreciendo conciertos de cámara. En ocasiones, lo clásico se complementa con eventos de jazz y rock.
En el año 2020, la fonoteca y el claustro serán también sede de diversos encuentros musicales: el Festival Internacional de Música de Cámara, el Festival Internacional de Flauta Piccolo de Oaxaca y el Festival de Música de Cámara de la Mixteca.
Puede decirse que, gracias a ciertos mecenazgos burgueses, Beethoven fue el primer compositor europeo que logró realizar su obra sin formar parte de la servidumbre en las cortes de la nobleza. Es célebre la anécdota en la que, al cruzarse con la emperatriz María Luisa de Austria, se caló el sombrero y siguió su camino sin inclinarse. Ludwig van Beethoven es un caso aparte en la cultura alemana. Vale la pena el homenaje.
2019 estuvo colmado de retos importantes en los procesos de conservación dentro de las comunidades de San Miguel Yotao en la Sierra Norte, San Sebastián Tecomaxtlahuaca y Santiago Yolomécatl en la Mixteca, y San Francisco Telixtlahuaca en los Valles Centrales. Una de las tareas de la Coordinación es realizar un diagnóstico general del archivo, elemento esencial para inspeccionar físicamente el estado en que se encuentra el legado documental y determinar los procesos a seguir para su preservación.
A pesar de que cada región difiere en cuanto a clima y medio ambiente, los perjuicios producidos en los documentos siguen siendo causados por la poca información acerca de sus cuidados y la falta de planeación para su almacenamiento. Esta situación genera la producción de microrganismos y el ataque de insectos y roedores en los archivos. Aunque es bien sabido que cada documento que se va a intervenir tiene sus peculiaridades, en el ámbito de la conservación se ha enfatizado de manera sistemática la aplicación de un protocolo que, de manera concisa, asista en la detección del deterioro y control de riesgos de la memoria escrita.
El proceso para conservar el patrimonio inicia con el aspirado general de los expedientes para remover polvo y esporas de hongos. En ocasiones es necesaria una limpieza más minuciosa y mecánica utilizando brocha, algodón y goma. Es preciso sustraer todo elemento metálico que por oxidación pueda dañar el material, como grapas, broches, clips, etc. Se continúa con la colocación de guardas de primer nivel, es decir, de papel cultural desacidificado; finalizando con el almacenado en cajas AG-12 denominadas guardas de segundo nivel. Un valor agregado es la limpieza del edificio donde se resguarda el archivo, lo cual contribuye con el cuidado adecuado de la documentación.
Dentro del grupo de comunidades a las que se les dedicó esta asistencia durante el año, se otorga una mención especial a la labor realizada en el municipio de San Sebastián Tecomaxtlahuaca, por ser la más extensa para la Coordinación en cuanto a tiempo y dimensión de su archivo. En este lugar se puso de manifiesto el conocimiento adquirido en los talleres y seminarios brindados por ADABI de México y el Archivo General del Estado de Oaxaca. Aunque se tiene claro lo que se debe realizar dentro de la estabilización de los documentos, en el trabajo práctico surgieron dudas al observar el daño de algunos expedientes que presentaban un deterioro generado por el uso de cintas adhesivas.
Con el apoyo y orientación del Centro de Conservación, Restauración y Encuadernación de ADABI de México, se intervinieron algunos expedientes. Con el apoyo del restaurador Dimas Asiole, se aplicaron algunas técnicas para la remoción de dicho adhesivo y la aplicación de procesos de restauración. En esta práctica quedó evidenciado que llevar a cabo una intervención de esta magnitud requiere de una gran inversión de tiempo. Esto llevó a reflexionar sobre la importancia de la prevención, es decir, acerca de las medidas correctas de almacenamiento, seguridad, limpieza, control de humedad y control de temperatura, para evitar el deterioro causado por descuido, mala manipulación, oxidación de materiales metálicos, ataque de agentes biológicos y desastres naturales.
A pesar de que al archivo municipal le antecedía un proceso de organización de los años noventa, con el tiempo la información fue acumulándose en demasía, por lo que el apilamiento de cajas fue inevitable, lo que generó que algunos documentos históricos se mezclaran con el archivo de concentración. La importancia de realizar minuciosamente la limpieza del espacio donde se almacena el archivo, nos permitió comprobar que se pueden prevenir problemas de conservación, pero también de organización, logrando con este procedimiento la localización de expedientes que pueden afectar el resguardo e inventario. Un ejemplo durante este proceso fue el hallazgo de un expediente del año 1583, concerniente a una licencia para la mudanza del pueblo de Tecomaxtlahuaca. Otro hecho similar fue el descubrimiento de una caja descrita como parte de la sección Tesorería, correspondiente a la década de 1990 y que contenía documentos importantes del siglo XIX, con interesantes datos sobre la historia del lugar.
Al analizar los casos de deterioro que percibimos a diario en los archivos de las comunidades, consideramos que es indispensable insistir en las medidas de prevención que se pueden aplicar, incluso en nuestra vida diaria con el cuidado de nuestros archivos personales. Estas medidas son económicas y de largo plazo, y nos ayudan a evitar el deterioro de los documentos. En primer lugar, es necesario mantener los documentos en sitios frescos y secos, alejados de la luz solar; utilizar cortinas o persianas para no permitir la entrada de luz directa; colocar guardas de papel libres de ácidos o a base de algodón; evitar utilizar cintas adhesivas, broches o grapas. Se recomienda no tomar los documentos con las manos sucias o con residuos de grasa. Hay que evitar también ingerir alimentos y bebidas en los espacios donde se resguardan los documentos, así como evitar la basura con residuos orgánicos para evadir la atracción de insectos y roedores.
Es evidente que muchos archivos civiles y eclesiásticos no se encuentran en óptimas condiciones, esa es la razón de nuestro trabajo. Por lo que, al hacer entrega de cada uno de los archivos organizados, el equipo de ADABI Oaxaca hace siempre una mención especial de las condiciones que se requieren para concientizar a las autoridades municipales y eclesiásticas, con la consigna de que mantener el orden y la limpieza en el entorno del archivo dará como resultado un manejo correcto y una prevención más eficaz ante el deterioro de los tesoros plasmados en sus documentos.
En 2018, un grupo de investigadores, quienes teníamos como punto de encuentro la Biblioteca Francisco de Burgoa, decidimos iniciar un seminario que nos permitiera discutir las investigaciones que se nutrían de los fondos y colecciones que integran el acervo de la Biblioteca. Las sesiones de trabajo tuvieron lugar el último lunes de cada mes. Las ideas presentadas se fueron enriqueciendo y fortaleciendo con los comentarios de todos los participantes. El entusiasmo de los compañeros y de los coordinadores de ese momento convergieron en un solo fin: hacer que los trabajos fueran presentados en un ciclo de conferencias dirigido al público en general. Así, del 9 al 11 de diciembre de 2019 se llevó a cabo el coloquio Los lenguajes de la historia. Además de las ponencias de los participantes del seminario, también se incorporaron las comunicaciones de cuatro beneficiarios del programa de apoyos económicos Fomento a la Investigación en Humanidades 2019 (FAHHO-UABJO). Se trató de estudiantes de doctorado de diversas universidades nacionales (UAM, UNAM, Colegio de México, Instituto Mora), quienes durante tres meses realizaron investigaciones de corte histórico en Oaxaca. Para completar el programa, los investigadores Robert Markens, Edgar Mendoza y Salvador Sigüenza presentaron sendas conferencias magistrales.
De esta manera, el coloquio se situó como la punta de iceberg de una serie de actividades encaminadas a impulsar la investigación y difusión del acervo de la Biblioteca Burgoa y de la historia de Oaxaca.
Ante el trabajo que el Taller de Restauración de la Fundación Alfredo Harp Helú realiza para recuperar el patrimonio edificado de Santo Domingo Tehuantepec, la Casa de la Ciudad buscó sumarse a esta recuperación. Durante 2019 mantuvimos reuniones con directivos de la Universidad La Salle Oaxaca para buscar la manera de generar un proyecto en colaboración que potenciara, desde distintos ámbitos, al municipio de Tehuantepec.
Después de las reuniones se acordó que alumnos de la licenciatura en Arquitectura trabajarían en conjunto con los arquitectos de la Casa de la Ciudad para realizar un trabajo colaborativo que generara una propuesta urbana para detonar social, ambiental y económicamente la ciudad, preservando y conservando su cultura. El trabajo fue planeado para que, durante un semestre, los alumnos pudieran proponer algo factible.
Para la realización de las propuestas, desarrollamos un análisis histórico y contemporáneo de Santo Domingo Tehuantepec, con el fin de rescatar la identidad de la comunidad y mantener un enfoque sustentable. Las propuestas comprenden la intervención en un circuito que conecta las zonas más afectadas por los fenómenos sismológicos del 7 y 19 de septiembre de 2017.
A lo largo de este circuito, los estudiantes propusieron distintos proyectos de acupuntura urbana que sanarían determinadas zonas por medio de inmuebles, parques, jardines o andadores peatonales. Las intervenciones desarrolladas buscan respetar y recuperar la identidad de la región mediante el uso de patrones arquitectónicos que generen una propuesta integrada y no invasiva.
El trabajo concluyó con un plan maestro y una serie de 18 proyectos de los cuales siete fueron elegidos para generar una exposición que narrara el trabajo realizado, así como las opciones para mejorar la calidad de vida de los tehuanos. Dentro de los proyectos podemos mencionar los siguientes:
• Andador Luciérnaga. Un proyecto que analizó y conservó los patrones urbanos de la calle Juárez, mejorando el mobiliario urbano para brindar confort y seguridad mediante un juego de luces.
• Plaza Cinema. Este proyecto planteó la transformación de un estacionamiento en plaza pública que ofreciera la posibilidad de tener un cine al aire libre. El proyecto no obstruye la circulación vehicular.
• Mercado Nanixhe. Esta propuesta busca remodelar el mercado que se encuentra en la calle Dr. Toledo Morales, frente al atrio del exconvento de Santo Domingo. Busca la reconfiguración espacial del actual mercado a partir de la integración el atrio del exconvento con el mercado a través de la calle Dr. Toledo.
• Mirador Ferrocarril. Este proyecto muestra cómo un remanente urbano que se percibe como inseguro, puede transformarse reutilizando la infraestructura que aparentemente no sirve. En este caso, los alumnos plantearon la recuperación de las columnas que soportan la carretera transísmica para soportar cuatro miradores que permiten apreciar la ciudad.
• Atrio San Jacinto. Esta propuesta se generó para reintegrar el atrio de la iglesia de San Jacinto, que a su vez mejora la cubierta utilizando patrones arquitectónicos como las cubiertas a dos aguas.
• Museo Taller Casa del Balcón. Consta de un proyecto que reutiliza un inmueble icónico como la Casa del Balcón ubicada en la calle Zaragoza, otorgándole un uso cultural.
• Tianguis Sandunga. Es un proyecto ubicado al sur de la calle Juárez colindando con el río, que pretende ocupar un terreno baldío para generar un tianguis tradicional de temporal que ofrezca servicio al sur de la ciudad.
Finalmente, el pasado jueves 9 de enero del 2020, en Casa Guietiqui, en Santo Domingo Tehuantepec, se montó la exposición Recuperando Tehuantepec, la cual muestra precisamente los resultados de este trabajo. Invitamos a recorrer esta interesante exposición.
Agradecemos a la Universidad La Salle Oaxaca por el apoyo brindado para llevar a cabo este trabajo colaborativo; al Arq. Fernando Vargas, titular de la materia de Taller de Proyectos VII; a la Arq. Alma Verónica Ignacio, coordinadora de la licenciatura en Arquitectura; al Ing. Adrián Villanueva, director de la Escuela de Ingenierías y Arquitectura; y una felicitación por su excelente labor a todos los alumnos del séptimo semestre de la licenciatura en Arquitectura.
San Pedro Taviche es un municipio que pertenece al distrito de Ocotlán de Morelos, ubicado a 72 km de la ciudad de Oaxaca. Sus caminos, después de Ocotlán, son de terracería. A pesar de estar cercano a la Sierra Sur, su paisaje es árido: cactus de diferentes tamaños y una variedad considerable de magueyes, los cuales se pueden mirar a orillas del camino o en los peñascos de la comunidad. A lo lejos, contrasta el azul verdoso de las altas montañas de la Sierra Sur. De vez en cuando se observa un copal, que protagoniza el paisaje. De la misma manera, con poca regularidad, se observan automovilistas o motociclistas en la carretera. El pastoreo a pequeña escala también se vuelve una práctica común en la región.
Ante la expectativa de imaginar a la comunidad y, sobre todo, a los talleres de maestras y maestros artesanos que tallan la madera, visitamos al maestro Pablo Ríos Méndez, quien nos compartió parte de la historia de la talla de madera en la comunidad de San Pedro Taviche.
En el lugar de trabajo del maestro Pablo, a través de una ventana se observa una vista muy armónica hacia su comunidad. En la plática nos compartió parte de su trabajo, de su historia como tallador de madera y “creador de piezas fantásticas”, como él dice. La maestría con la que transforma la madera de copal es un trabajo que tuvo sus inicios a la edad de diez años, cuando ayudaba a su papá en la talla, sin la aplicación de pinturas. Seis años tuvieron que pasar para tener contacto con ese otro universo paralelo: el color. El maestro comenta su quehacer en la talla de madera: en un primer momento se ubican las partes del tronco, luego se imagina la propuesta que va a moldear con sus instrumentos de trabajo (cuchillo y machete) y se cuestiona: ¿Lo primero que se va a elaborar es una pieza fantástica o una pieza realista? Una pieza realista es la que se asemeja a los animales, y una fantástica es aquella pieza única, irrepetible, así lo comenta el maestro Pablo.
Durante la plática, de pronto percibo una pieza colocada en una mesa de su taller: un venado con una armonía cromática muy acentuada en tonos azules, líneas que denotan años de experiencia y praxis artesanal. ¿Qué tipo de piezas le gusta trabajar? El maestro toma un breve momento, mirando a su alrededor, y comparte: “Me gustan ambas formas de trabajar la madera, lo que es un pedido realista y lo que es fantástico, pero, de forma personal, lo fantástico es algo de autoría propia, te pide… echar a volar más la imaginación, ese trabajo me gusta más”. Como si se tratara de un consejo para poder admirar una buena talla de madera, el maestro Pablo nos menciona la importancia de conocer la paleta de colores a utilizar, al momento de transformar los troncos y dotarlos de color. Tiene que existir un equilibrio entre colores vivos y la pintura base. Sin lugar a dudas, la talla de madera es un diálogo con el “corazón de un árbol”, y con las sensaciones que proyectan una gama de colores previamente pensadas por maestras y maestros artesanos.
La siguiente es una de las preguntas inevitables surgidas en la plática: ¿Qué significa la talla de madera en su vida? “¡Híjole, la talla de madera en mi vida ha significado prácticamente todo! Porque en la talla de madera encuentra uno desde un mínimo detalle, hasta nuevas formas de trabajo, nuevas ideas con las que uno tiene que seguir creciendo, eso ha significado en mi vida la talla de madera”. La dedicación artesanal en las comunidades es una praxis llevada a cabo históricamente desde el núcleo familiar. Las diferentes etapas por las que transita un tallador de madera permiten ver un trabajo final muy detallado. Actualmente, la cifra comentada por el maestro Pablo Ríos asciende, aproximadamente, a cincuenta talleres familiares en la comunidad de San Pedro Taviche dedicados a la talla y decorado de madera. La comercialización ha sido estable, todos los días viernes, desde hace seis años, en el mercado de Ocotlán de Morelos, puedes encontrar el copal, pero esta vez metaforizado por las manos y tallado por la imaginación de las y los maestros artesanos.
En el futuro esperan dar a conocer más el trabajo y la dedicación de su gente en esta noble actividad. Gracias a su organización interna y praxis comunitaria, si bien anteriormente en San Pedro Taviche solamente se dedicaban a tallar madera y venderla en otros talleres cercanos a la capital para que pudiera ser pintada y comercializada, ahora han encontrado espacios para vender sus piezas a un público diverso.
Recorrer una exposición de textiles dentro de un museo nos otorga ciertas ventajas a las que no siempre tenemos acceso en otro contexto. Si bien es cierto que la experiencia táctil se anula frente a un objeto de museo, podemos detenernos a observar cada diseño, la irregularidad de un borde, la variación en el color, la dimensión de los lienzos, los pliegues de la tela, los relieves de las figuras… Tanto por observar y, sin embargo, es casi imposible apreciar uno de los valores más importantes dentro de un textil destinado a portarse sobre el cuerpo: el movimiento de la tela al caminar, al levantar un brazo para cubrirse del sol con una mano, al subir un escalón, al girar la cabeza sobre el hombro para responder ante un llamado…
Intervención: Índigo, exposición de Laura Anderson Barbata presentada hace un año en el MTO, nos mostró a distintos personajes vestidos con una gran variedad de telas cuyo punto en común era el color azul. Además de las prendas, cada conjunto se complementaba con tocados, máscaras, velos, e incluso con zancos, elevando a más de tres metros nuestra mirada. La exposición se acompañó de un video donde se veía a esos personajes en acción por las calles de Brooklyn, en la ciudad de Nueva York.
Fotografía: Rosario Buendia
Para nuestra suerte, el paso de la exposición de Anderson Barbata por el MUCA-Roma en la Ciudad de México nos permitió vivir lo que sólo habíamos imaginado. En una tarde de sábado, en la Glorieta de Insurgentes, un pequeño jaguar vestido de índigo procedente del occidente de África, comenzó a caminar entre la gente azotando una cuerda de ixtle en el piso. Su andar se anunciaba por los cascabeles que llevaba en los tobillos, y con ello se abrió paso a Chris Walker, coreógrafo revestido por una serie de mantos teñidos con añil que revoloteaban ante cada zancada, revelando los tejidos subyacentes. El público, sorprendido, comenzó a formar un círculo que poco a poco se fue ensanchando para dar cabida a un grupo de diablos de Guerrero, del municipio de Ometepec. El ixtle y los cascabeles del pequeño jaguar nos guiaron a través de las calles de la colonia Roma hasta llegar al Museo Universitario de Ciencias y Artes, donde se alojó la muestra hasta el 7 de febrero pasado. Los paneles de papel hecho a mano se mecían con el andar de un zanquero que personificaba a un poli granadero, mientras que la Reina Índigo, con su tocado de hojas de totomoxtle cubriendo por completo su rostro, se movía con suavidad, como flotando sobre el asfalto urbano mientras sus lentejuelas cobrizas platicaban centelleantes con los rayos del sol. Un sueño personal se cumplió cuando vi andar a Olokun, figura inspirada en una deidad andrógina de la religión yoruba en África occidental. Después de haberlo conocido de manera estática en la exposición que organizó el MTO en 2016 sobre textiles emplumados, los hilos blancos de plumón sobre el cuerpo de Olokun se mecían sutilmente ante la brisa de la ciudad, mientras que la luz emanaba potente de su tocado amarillo fluorescente.
Ya no sólo nos queda la memoria del video de esta acción en Brooklyn, sino el grato recuerdo de haber presenciado en México el baile de estas telas.
Al inicio del año pasado, las autoridades de Santa María Nativitas Coatlán Mixe, una agencia lejana del municipio de Tehuantepec que fue afectada gravemente por los sismos de 2017, se acercaron al Museo Textil de Oaxaca con una emotiva solicitud. Después de muchas décadas de utilizar los textiles del Istmo, la población había decidido que quería rescatar el tejido en telar de cintura de sus ancestros. Para el MTO, inquietudes como estas son las más retadoras y esenciales para la misión del Museo, dado que el rescate de una tradición olvidada, donde ya no se conserva una memoria viva de su existencia, requiere mucha investigación de nuestra parte y, sobre todo, un esfuerzo enorme por parte de la comunidad para aprender, desde lo más básico, todo un arte.
Para reintegrar conocimientos perdidos, el Museo cuenta con uno de los acervos textiles más importantes de Mesoamérica, donde se compilan e investigan más de 9 000 objetos y acervos fotográficos de decenas de miles de imágenes, bajo la asesoría de especialistas en la materia. Sin embargo, por azares del destino y dado que la comunidad había dejado de tejer hace tantos años, no encontramos ni un objeto o fotografía en nuestros acervos donde pudiéramos observar la tradición textil de Coatlán. Podríamos armar un taller para enseñar el tejido en telar de cintura, pero ¿con qué técnicas?, ¿qué diseños? Sabíamos que Coatlán es una comunidad mixe donde todavía se habla ayuuk, pero desconocíamos si sus textiles eran parecidos a otras comunidades mixes en cuanto a sus técnicas y diseños.
En una coincidencia prodigiosa, unos meses antes de la visita de las autoridades de Coatlán, el MTO había recibido una donación de fotografías y notas de Claude Stresser-Péan. Este acervo documenta la visita realizada en 1987 por Claude, su esposo Guy e Irmgard Weitlaner Johnson a las salas y acervos del Field Museum en Chicago, donde realizaron un registro completo de los textiles que adquirió el antropólogo estadounidense Frederick Starr durante sus visitas a México entre los años 1897 y 1901. Resulta que Starr no solo visitó y tomó fotografías en Coatlán en el año 1899, sino que también adquirió un huipil que ellos pudieron fotografiar e investigar. Hasta en esos años, Starr notó la apropiación de los huipiles zapotecos del Istmo por las mujeres en la comunidad. Gracias a la generosidad de Claude Stresser-Péan, ahora contábamos no sólo con la evidencia fotográfica para orientar un taller de tejido en la comunidad, también teníamos una minuciosa descripción técnica realizada por Irmgard, lo que brindaba la posibilidad de reintegrar un patrimonio de forma tangible e intangible a su comunidad de origen.
El interés de la autoridad de Coatlán nos motivó a realizar un largo viaje por las montañas de la sierra norte del estado de Oaxaca. ¿Cómo iniciar el rescate del tejido en una comunidad donde este conocimiento estaba en vías de desaparición a inicios del siglo pasado? ¿Cómo motivar a la comunidad para rescatar su tradición textil, luego de haber adoptado la indumentaria de la región vecina?
Con estas y muchas interrogantes más comenzamos una labor de enseñanza en el uso y manejo del telar de cintura, sin lugar a dudas, un gran reto para todos. Mostramos piezas de técnicas similares a las que en alguna ocasión se realizaron en la comunidad y, ante los ojos de asombro de las personas interesadas, fuimos explicando y mostrando cada uno de los pasos para lograr los tejidos: ¿Qué es la urdimbre? ¿Qué es la trama? ¿Por qué la cantidad de hilos en la urdimbre? Al principio no se comprendían algunos conceptos, no se imaginaban que los hilos cruzados formarían un tejido, sino hasta el momento de ¡poner manos en acción!
Después de que las participantes prepararan cada elemento del telar, la magia se hizo presente. Al paso de los días y con emociones encontradas, fuimos descubriendo los tejidos. Alumnas como Irma Juárez y Ediselma Sánchez se animaron a crear diseños más complejos. Por las tardes, la clase se amenizaba con el ensayo de la banda de música infantil de la comunidad, en efecto: música para el alma y los tejidos. Al término de la semana concluimos con el taller, cumpliendo con las expectativas, al sembrar la semilla que motivará a este pequeño grupo de tejedoras y a un tejedor para revivir las labores del tejido en telar de cintura en la comunidad, un gran comienzo para nuevas historias.
Creemos que la herencia del tejido seguirá viva mientras existan corazones y personas que deseen compartir estas enseñanzas, para así narrar una nueva historia en los lienzos; tejidos que quedarán como recuerdo del deseo por reescribir una vida en el textil.
Además se presentó el Premio FAHHO-CaSa “Emiliano Cruz Santiago”
Apoyado por el artista Sergio Hernández el CaSa impulsará un proyecto de Documentación del Idioma Chocholteco, una de las lenguas oaxaqueñas menos documentadas
Y en colaboración con el INBAL se anunció la publicación de una antología de literatura infantil en zapoteco con los trabajos ganadores del Premio Mario Molina de Premios CaSa 2014-2019
A nueve años de que el artista Francisco Toledo (Juchitán 1940 – Oaxaca 2019) emitió la primera convocatoria de los Premios CaSa de creación literaria en zapoteco, con tres categorías, narrativa, poesía y canción, este concurso ha crecido y este 2020 emite convocatorias para ocho idiomas: zapoteco, mixteco, triqui, huave, mixe, chinanteco, mazateco y chatino, éstas tres últimas se emiten por primera vez, premiando cinco categorías.
En el marco del Día Internacional de la Lengua Materna, Daniel Brena, director del Centro de las Artes de San Agustín (CaSa) presentó en conferencia de prensa, además de las convocatorias de los Premios CaSa, distintos proyectos encaminados a la revitalización y documentación de las lenguas indígenas nacionales.
Este 2020 se emite también por primera vez la convocatoria para el premio FAHHO-CaSa “Emiliano Cruz Santiago”, otro de los proyectos que se presentaron es el de Documentación del Idioma Chocholteco y la publicación de la antología de literatura infantil en zapoteco.
En la conferencia de prensa estuvieron presentes, Natalia Toledo, Subsecretaria de diversidad cultural de la Secretaría de Cultura, Sara López Ellitsgaard, Presidenta de Amigos del IAGO y del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo A.C., María Isabel Grañén Porrúa, Presidenta de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, Adriana Aguilar Escobar, Secretaria de las Culturas y Artes de Oaxaca, Eufrosina Cruz Mendoza, titular de la Secretaría de Pueblos Indígenas y Afromexicano y el artista Sergio Hernández.
Brena dijo que las convocatorias han fomentado la creación literaria en lenguas que se hablan principalmente en el estado de Oaxaca y “varios de los creadores que han sido premiados, han continuado su carrera y han sido reconocidos en el campo literario”.
“Los Premios CaSa han crecido gracias a la colaboración de distintas instituciones y principalmente por la convicción del maestro Toledo de que es urgente trabajar apoyando a los idiomas de nuestro país”.
Sara López Ellitsgaard recordó que justo hace un año su padre, Toledo, anunciaba en ese mismo espacio la creación de tres nuevas convocatorias, y dijo que es responsabilidad, “como ciudadanos de este país tan diverso, ver por la preservación y difusión de las lenguas originarias”.
“Quiero agradecer a todos los presentes que podamos continuar el camino que nos trazó. Que demos la importancia a las lenguas y tradiciones que formaron nuestro país y crean nuestra identidad”.
En su intervención Grañén Porrúa habló de la convocatoria del Premio FAHHO-CaSa “Emiliano Cruz Santiago” el cual busca reconocer y apoyar a personas que promueven sus lenguas de manera individual o colectiva bajo su propia iniciativa (no como parte de sus labores institucionales).
Esto siguiendo el ejemplo de Emiliano Cruz Santiago un joven zapoteco de San Bartolomé Loxicha, quien desde los 19 años hasta su muerte repentina a los 29 años, dedicó su vida a la documentación, descripción y promoción de su lengua materna, el dí’zdéh. Solo y en colaboración, Emiliano llevó a cabo diversos proyectos como la recopilación de un diccionario, una colección de cuentos, una antología de creencias tradicionales, una novela, libros infantiles, un proyecto de etnobotánica, talleres de ortografía, concursos de poesía y canto, entre otras acciones, todo en zapoteco.
Sergio Hernández mencionó durante la conferencia que apoyará el proyecto: Documentación del idioma chocholteco el cual tendrá como sede la comunidad de Santa María Nativitas y es que esta lengua es una de las cuatro con menos hablantes en Oaxaca.
El idioma chocho o chocholteco es una lengua otomangueana que se habla en las localidades oaxaqueñas de Santa María Nativitas, San Juan Bautista Coixtlahuaca, San Martín Toxpalán y San Miguel Tulancingo y es una de las lenguas oaxaqueñas menos documentada, el proyecto se desarrollará durante 8 meses y la finalidad es obtener 10 horas de audio y video.
Además junto con el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura se editará una antología de literatura infantil en zapoteco con los trabajos ganadores del Premio Mario Molina de literatura infantil de los Premios CaSa 2014 – 2019.
La primera convocatoria de Premios CaSa en zapoteco se presentó premiaba las categorías narrativa, poesía y canción, y en 2014 se incluyó el Premio Mario Molina de literatura infantil haciendo reconocimiento al escritor originario de Villa Hidalgo Yalalag que dedicó gran parte de su trabajo a la creación literaria para niños.
Los presentes en la conferencia detallaron que cada convocatoria (zapoteco, mixteco, triqui, ombeayiüts ,mixe, chatino, chinanteco y mazateco) entrega premios de 30 mil pesos en las categorías de narrativa, poesía, canción, literatura infantil y tradición oral.
Para premiar a los ganadores se han incluido premios especiales de obra gráfica para algunas categorías de los premios, los artistas que donarán obra este año son: Sergio Hernández, Guillermo Olguín, Joel Merino, Eddie Martínez, Filogonio Velasco Naxin, Demián Flores, Ixrael Montes y la familia del maestro Francisco Toledo, aportará obra del artista como él lo hizo en ediciones anteriores.
Las convocatorias pueden consultarse en la página: www.casa.oaxaca.gob.mx y estará abiertas del 21 de febrero al 18 de septiembre de 2020.
Emiliano Cruz Santiago era un joven zapoteco de San Bartolomé Loxicha. Desde los 19 años hasta su muerte repentina a los 29 años, Emiliano dedicó su vida a la documentación, descripción y promoción de su lengua materna, el dí’zdéh. Solo y en colaboración, Emiliano llevó a cabo diversos proyectos como la recopilación de un diccionario, una colección de cuentos, una antología de creencias tradicionales, una novela, libros infantiles, un proyecto de etnobotánica, talleres de ortografía, concursos de poesía y canto y más, todo en zapoteco.
El premio FAHHO-CASA “Emiliano Cruz Santiago” busca reconocer y apoyar a personas que, como Emiliano, promueven sus lenguas de manera individual o colectivo bajo su propia iniciativa (no como parte de sus labores institucionales). Las formas de promoción abarcan cualquier iniciativa creativa, desde la producción de recursos electrónicos hasta la creación de arte incluyendo literatura y música o la elaboración de material didáctico.
El premio se abre a cualquier lengua indígena nacional o lengua minoritaria de Oaxaca.
El ganador del premio recibirá un reconocimiento y dará una conferencia en que compartirá sus experiencias con el público.
Semblanza de Emiliano Cruz Santiago
8 de febrero de 1986 – 17 de octubre de 2015
Emiliano Cruz Santiago creció en el rancho “El Tamarindo” del municipio de San Bartolomé Loxicha, distrito de Pochutla, estado de Oaxaca. Su lengua materna era el dí’zdéh o zapoteco miahuateco. Aprendió el español a los seis años cuando empezó a estudiar en la escuela primaria de su comunidad. Desde joven sufría de una enfermedad entonces no diagnosticada, la hipocalemia. Por los bajos niveles de potasio que solía tener por su condición, padecía ataques paralíticos que ni él ni su familia sabían cómo predecir. Debido a esto perdió más de un año de escuela, pero tenía un amor a los libros y aún cuando estaba aislado en cama siempre leía. Estudió la primaria en El Tamarindo, la secundaria en San Bartolomé Loxicha, y el bachillerato en la ciudad de Oaxaca.
Fue en la ciudad de Oaxaca a los 19 años que empezó a trabajar con la Dra. Rosemary Beam de Azcona en un proyecto de investigación del zapoteco miahuateco. Rápidamente, la Dra. Beam percató su genio. Desde el inicio de su colaboración, ya sabía términos lingüísticos como apócope gracias a su lectura sobre el griego antiguo, y los aplicó correctamente a datos del zapoteco que analizaron. También tenía un interés natural para la cultura zapoteca. Desde antes de su colaboración con la Dra. Beam, Emiliano tomaba notas sobre el ciclo ritual de 260 días que aún preservan en su pueblo. Al salir del país unas semanas, la Dra. Beam le dejó un laptop del proyecto y fue grande su sorpresa al regresar a Oaxaca: había agregado más de 600 palabras a la base de datos del proyecto, con los tonos transcritos correctamente, conjugaciones completas para los verbos y en muchos casos hasta información sociolingüística sobre modismos.
Debido a sus talentos naturales y su aptitud para la investigación, la Dra. María Isabel Grañén Porrúa le ofreció una beca para estudiar una licenciatura en lingüística en la Universidad de Sonora, donde fue asesorado por la Dra. Zarina Estrada. Después de sus dudas iniciales sobre dejar su familia temporalmente atrás, Emiliano fue a Hermosillo en 2007 donde sobresalió como alumno. En 2008 Emiliano visitó los Estados Unidos como invitado del Departamento del Estado en un programa para jóvenes indígenas universitarios de Latinoamérica. Durante su estancia en los EEUU, fue diagnosticado con hipocalemia. Como parte de este programa de la Embajada Norteamericana en México, Emiliano fue invitado varias veces al DF y conoció a Hillary Clinton, a Michelle Obama y a Margarita Zavala. Como alumno de UniSon, empezó a recopilar creencias que los ancianos de su pueblo compartieron con él. Esta colección de 589 dichos o creencias se convirtió en el libro Jwá’n ngwan-keéh reéh xa’gox–Creencias de nuestros antepasados (2010, Secretaría de Cultura del Gobierno de Oaxaca), al parecer el primer libro publicado en el zapoteco miahuateco. Cuando vino a vivir en Oaxaca, Emiliano pensaba ganarse la vida con la encuadernación, porque le encantaban tanto los libros que quería estar rodeado de libros todo el tiempo. Ahora se convirtió en autor de su propio libro.
Después de terminar su licenciatura en la Universidad de Sonora, consiguió una beca del Endangered Language Documentation Programme de la Universidad de Londres para llevar a cabo más documentación lingüística en su comunidad. Como parte de la beca viajó a Londres a recibir entrenamiento de expertos en la documentación. También participó en un proyecto del Museo Smithsoniano y la Universidad de Georgetown en Washington, D.C sobre los tonos del zapoteco. Después se fue a Santiago de Chile para un taller del Living Tongues Institute para activistas de lenguas indígenas en Latinoamérica.
Gracias a la beca del ELDP pudo quedarse en San Bartolomé Loxicha desde el 2013. Dio talleres de ortografía en su comunidad y participó en iniciativas para promover la creación de literatura zapoteca entre los jóvenes del pueblo. Además de participar en eventos comunitarios y la documentación por la que fue becado, aprovechó su estancia en el pueblo para avanzar en el trabajo del gran proyecto del diccionario que había empezado con la Dra. Beam, que ahora tiene más de 6,000 entradas y alrededor de 10,000 palabras incluyendo sub entradas. Además de esto juntó los cuentos que había transcrito durante años en un volumen de casi 500 páginas, completo con traducciones y glosas gramaticales y una introducción que explica la ortografía y da un esbozo gramatical de la lengua. Todo esto había logrado a los 29 años.
En la tarde del 25 de octubre de 2015 en San Agustín Loxicha tuvo un ataque de hipocalemia, aunque al principio no se presentó con los síntomas normales. Cuando se reconoció la gravedad de su condición, se consiguió un auto y lo cargaron, bajando el cerro hasta la carretera, para ir con un médico. El primer médico no quiso atenderlo. El segundo tenía su almacén de potasio agotado y llamó a la ambulancia del pueblo, que tardaba hora y media en llegar porque estuvo fuera del pueblo en esos momentos. En la ambulancia tuvo problemas para respirar y le querían dar oxígeno, pero el tanque de oxígeno que llevaba la ambulancia estaba vacío. Falleció en la ambulancia a media hora de distancia del hospital en Miahuatlán.
Los documentos en zapoteco de Yatzachi son particularmente importantes para los estudios históricos y lingüísticos, porque representan una gran diversidad en cuanto a los tipos de textos y a los temas que tratan.
Oaxaca, Oax.- En el marco del Día Internacional de la Lengua Materna, se formalizará la donación de un conjunto de documentos históricos que tienen su contexto en Yatzachi el Alto, para formar parte del acervo que la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova (BIJC) resguarda y pone a disposición del público.
Este conjunto incluye algunos materiales escritos en zapoteco, por lo que se ha preparado una exposición que presenta una selección de documentos del Fondo Ventura Conde y los contextualiza en la historia de la escritura del zapoteco, una tradición de 2500 años.
Los documentos fueron resguardados por una familia de Yatzachi el alto, que estará presente en el evento. Para recibir estos materiales estará presente la Dra. María Isabel Grañén Porrúa, presidenta de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, A.C, así como directivos y personal de la BIJC.
Este archivo familiar, gracias a la generosa donación, pasará a ser conocido como Fondo “Ventura Conde”, en honor a la persona que conjuntó estos materiales, abuelo de la actual propietaria.
San Baltazar Yatzachi el Alto es un pueblo zapoteco ubicado en la Sierra Norte. Sus habitantes hablan xidza xhon, una variante regional del zapoteco de la cual tenemos registros escritos desde 1595, cuando se escribió un testamento en el pueblo vecino, san Bartolomé Zoogocho. El primer texto en zapoteco que conocemos de Yatzachi es de 1614, cuando aún formaba un solo pueblo con Yatzachi el Bajo. Entre ese año y 1824 los escribanos de los pueblos hermanos produjeron muchos textos, de los cuales al menos 26 han sobrevivido hasta nuestros días.
Los documentos en zapoteco de Yatzachi son particularmente importantes para los estudios históricos y lingüísticos, porque representan una gran diversidad en cuanto a los tipos de textos y a los temas que tratan.
Dentro el grupo de documentos de Yatzachi resguardados en archivos tenemos también el Fondo Ventura Conde, que el 21 de febrero de 2020 será donado a la Biblioteca Juan de Córdova por doña Juana Conde Rodríguez y su marido Fortino Hernández Matías. Se trata de un pequeño archivo familiar de Yatzachi el Alto, lugar de origen del matrimonio. El nombre del fondo se propuso en homenaje al señor Ventura Conde, abuelo de doña Juana, de quien ella lo heredó. Incluye varios documentos que hacen referencia a otros miembros de la familia, como Felipe Conde, mencionado en un pago de impuestos de 1868; Antonio Conde, bisabuelo de doña Juana, en un convenio sobre tierras de 1882 y un recibo de pago de 1903; y Remigio Conde (primo hermano de don Ventura), quien es mencionado en una carta de venta de 1883, una carta a sus hermanos de 1886, un empeño de un terreno de 1912 y un recibo de un pago de 1914. El fondo contiene también una carta de 1766 de un tal Mariano, quien pide a Juan Joseph Urbieta que vaya al zapatero Bartolomé para que le entregue un par de zapatos ya pagados. Como puede apreciarse, este archivo nos proporciona una historia muy detallada y cercana de la vida cotidiana de un pequeño pueblo en la Sierra Norte.
El Fondo Ventura Conde contiene ese tipo de documentos familiares, pero también incluye textos que están relacionados con la comunidad. Es probable que uno de los ancestros de doña Juana haya sido escribano o tenido algún cargo en el cabildo, por lo que guardó esos documentos. En este grupo de documentos comunitarios hay ocho que están escritos en zapoteco, que van desde 1714 hasta 1821. Todos son memorias de gastos que se hicieron dentro de Yatzachi el Alto. Por ejemplo, en 1714 se registró que, para el domingo del Rosario, se hizo el gasto de 1 peso y 4 reales para comprar pan de Castilla, chocolate y azúcar. Asimismo, en 1785 se compraron piedras por el valor de 1 peso, las cuales los nobles (xoana) colocaron en la iglesia. Tales documentos nos muestran la vida comunal de Yatzachi el Alto y la participación de todos los vecinos en la organización de las fiestas, ceremonias, construcciones y otras actividades.
También lingüísticamente son importantes los documentos en zapoteco provenientes de Yatzachi, porque representan la escritura de la lengua a través de más de dos siglos (1614 a 1821). Para interpretarlos, además de contar con los actuales hablantes, existe un diccionario del Instituto de Lingüística de Verano en el zapoteco de las dos comunidades. Lo anterior nos proporciona la oportunidad estudiar el desarrollo histórico de la lengua y compararlo con el de otras lenguas zapotecas.
Los documentos del fondo Ventura Conde se integran pues al acervo de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, donde serán conservados adecuadamente y podrán ser consultados por cualquier persona interesada en la historia de Yatzachi y en la escritura del zapoteco a través del tiempo.
Los galardonados han realizado aportaciones sustanciales para la preservación de la dimensión material y de la inmaterialidad de estas herencias culturales. Su contribución cobra gran trascendencia en virtud de que incide en el patrimonio afectado significativamente por las repercusiones de los sismos acaecidos en el año de 2017, y cuya atención cabal aún es una tarea en construcción. Sandra Cruz Flores, Conservación del Patrimonio Cultural del INAH
Cada año, el Instituto Nacional de Antropología e Historia brinda la oportunidad de postular investigaciones y proyectos que fortalezcan los valores del hombre y su cultura. La convocatoria es para nosotros la ocasión de compartir con otros los atributos arquitectónicos de los pueblos de Oaxaca. En los modelos tradicionales de habitar, hacer y vivir, cada vez más extintos, hemos identificado las bases de nuestra cultura e historia.
El proyecto “Rescate de casas tradicionales de Santo Domingo Tehuantepec. Patrimonio devastado por los sismos de septiembre de 2017”, galardonado en el año 2019 con el premio “Francisco de la Maza” en la categoría de “Restauración y conservación del patrimonio arquitectónico y urbanístico”, otorgado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, es un proyecto activo. Su inicio y vigencia han sido posibles gracias al financiamiento de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca A. C., los propietarios de las casas restauradas y el apoyo del municipio de Santo Domingo Tehuantepec, con la supervisión del Instituto. Reúne la experiencia de cerca de dos años de trabajo en la recuperación de veinte casas de arquitectura tradicional, las alternativas y estrategias implementadas para hacer frente a la problemática de rescate y valoración de la arquitectura e identidad que emergió de un sismo, para continuar caracterizando la sabiduría de nuestros pueblos.
Es satisfactorio saber que, de los 333 trabajos postulantes para las diferentes categorías, este año se incrementó la participación en la categoría de restauración y conservación de patrimonio arquitectónico y urbanístico, pues reafirma el compromiso con el patrimonio, conduciendo a la acción y defensa.
Lograr que sean reconocidas las casas que honran en su sabiduría y sincretismo a Santo Domingo Tehuantepec encuentra sustento en el esfuerzo vertido de un gran equipo del que me enorgullezco conducir. Reconozco su dedicación y entrega.
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