Segunda fase del proyecto de cartillas en Lenguas Indígenas con la Universidad Estatal de San Diego

Yiz nhí xlatje nzí Biblioteca Juan de Córdova nha yoo waseden nzí Universidad Estatal de San Diego
gukze´aklhe ka yich´ka bzog benhe´ka bzí Instituto Lingüístico de Verano kan bzed´ake dill wlhall´ka dé zíten nha batup´aken enchanha kuaga lhawe nha gunh´ake xlatje lue dan zí Internet enchanha wak lelhe yoyte benhe llakzedlhe, benhe dzed nha benhe yenlle gunbié dill wlhall´ka niog lhao yich´ki.

Kan bzulhawa blhaga lhawe yich´ki nha benha llín nhí chop kuenlhue. Bzulhawa beo chone nha bayull beo chí nha blaga lhawe ka du gay gayua yich ki.

Xullken yelh gulkhe ke yoo waseden nzí Universidad Estatal de San Diego Dan, bazulhao yeto kuen llín nhí.

Kat wayull llín nhí nhuteze wak wayilg, gulh nha gunhen llín yich ki. Llaketo da blhaon gunbiéllo ka llín nhí benhe bene´ki bnén Instituto Lingüístico de Verano kanhake ben´ake banez bzog´ake xtillo ka de zíten, nhente da ba ba lhan nalla. Kanake llío naollo shlhuello xtillo´ki wak gunhenllo llín ka da kí bkuan´ake. Da zan wak guyallo nha gunhenllo llín ke yich´ki.

Ka du yoyzen niog nbalhas nha bayilg´- lall´ake ka gullen´aken.

Yich ki llaxoxgen gaklhe guzog´ake xtillo´ka, bi dé lhao lhallsho´ka, gaklhe gapchí´ake enchnha bi´gak´ake ka yillwé ka got´kanha, nha xtill bedao.

Bal´aken ba shez kanhake batnhaten bzog´aken, lhaose dan niog da zaken nhallen dé kuag´ake lhawe nha wayo chao´aken nha gap chí´aken, benhe ka llun llín lue Biblioteca de Córdova.

Llbexto wayull ye to kuen llín nhí beon nell yizen zallo´nha, nhatelle wak wayilgllon lue dan nhe internet enchanha wak gunhenllo llín.

(Versión zapoteca de Yalálag)

Durante este año, la Biblioteca Juan de Córdova en conjuto con la Universidad Estatal de San Diego llevaron a cabo el proyecto de digitalización de las cartillas elaboradas por el Instituto Lingüístico de Verano durante su estancia en México, esto con el objetivo de crear un repositorio que estuviera al alcance de todos.

El proceso de digitalización inició el mes de marzo y finalizó en agosto y gracias a un financiamiento de la Universidad Estatal de San Diego una segunda fase del proyecto inició en octubre.

Al término del proyecto el material estará disponible en las plataformas digitales de la biblioteca y la Universidad de San Diego para su consulta debido a su importancia ya que estas cartillas están escritas en diversas lenguas indígenas de México, algunas ya extinguidas.

Nos parece que la digitalización de estos documentos es muy útil para aquellos que enseñamos alguna lengua indígena porque nos servirán de guía para crear materiales pedagógicos de apoyo. Por otro lado, la escritura y la ilustración de estas cartillas son creativas y dignas de admirar, pues están escritas a máquina e ilustradas a mano.

Debido a que las hojas de estas cartillas son frágiles, y que algunas de ellas incluso están rotas, se debe tener mayor cuidado durante el proceso de escaneado. Es por ello que, al terminar este proceso las cartillas permanecerán en la Biblioteca para su conservación. Planeamos que este proyecto finalice para este mes de enero y, posteriormente, se podrá consultar en línea.
https://bijc.pages.fahho.mx/


Comportamiento lector: reto de exploración en la Red de Bibliotecas Infantiles BS

Cuando se trabaja en bibliotecas, o en otros campos donde la lectura es el eje principal de la cotidianidad, una pregunta que puede resultar obvia es: ¿Qué leen las personas?, seguida de ¿por qué leen? Estos cuestionamientos, en términos generales, se refieren al comportamiento lector.

Como muchas áreas que requieren investigación, hay instancias (en este caso nacionales e internacionales) que buscan respuestas, pero, como con todo lo investigable, recurren a formas muy particulares de adquirir información y reflexionar sobre lo encontrado. Por eso existe la Metodología común para explorar y medir el comportamiento lector, del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe, o el Módulo sobre Lectura del INEGI, en el ámbito nacional.

La Red de Bibliotecas BS, como lugar en donde la lectura fluye de maneras variadas y constantes, puede generar sus propias respuestas sobre qué y por qué se lee. Pero, a diferencia de las instituciones antes mencionadas, nos alejamos de las justificaciones numéricas —esas que funcionan mucho más para dar rumbo a las empresas editoriales y sus tirajes o a las intenciones gubernamentales relacionadas a los programas de fomento a la lectura—, para acercarnos a las razones más emotivas de la lectura, nos centramos en los siguientes cuestionamientos: ¿Qué les gusta leer?, ¿con quiénes se lee?, ¿cuáles son las razones de esas lecturas?, ¿qué se anhela leer? Asimismo, buscamos reflexionar las respuestas para interpretar cómo define esto el carácter de una biblioteca.

Lejos de replicar en este espacio toda la parafernalia metodológica, el instrumento, su aplicación y la obtención de datos,1 podemos, si se nos permite, compartir las primeras impresiones de este análisis.

Los lectores de la BS son, en su mayoría, jóvenes: los rangos abarcan de los 2 hasta los 82 años, el 31.1 % se encuentra entre los 11 y 19 años. Mientras que el 63.3 % de quienes asisten a la biblioteca son mujeres.

La cuarta parte de los encuestados tienen a la lectura como actividad fundamental en la biblioteca, considerando que el resto se complementa con las actividades ofrecidas por la biblioteca (talleres, presentaciones, etc.) y el uso del espacio para estudiar, hacer tarea o jugar.

El 81 % de los usuarios acude acompañado. Es decir, la Biblioteca BS, a diferencia de la idea general de una biblioteca, es un lugar para estar y leer en compañía. El 61.5 % prefiere ir con su familia.

El espacio y la tranquilidad, en referencia a la sede Xochimilco, son las razones que atraen a los usuarios. Esto revela que, en efecto, se asocia al espacio con el ambiente de lectura predominante.

Hablando en términos del significado subjetivo que los usuarios le dan a la relación lectura-espacio, se consideraron cuatro categorías de asociación simbólica: racional (C1), aspiracional (C2), emocional (C3) y de desarrollo (C4). No queriendo explicar cada una, diremos que hay conceptos asociados, por ejemplo, “aprender” en la C1, “viajar” en la C2, “alegría” en la C3 o “nutrirse o enriquecerse” en la C4; así como conceptos afines dentro de cada categoría con una fuerte inclinación a concebir la lectura como un aspecto racional, fundamentalmente.

Aún falta más por analizar y es necesario replicar esta exploración con nuevos usuarios. Lo que queríamos mostrar en este resumen es el carácter que los usuarios han dado a esta biblioteca, desde un punto de vista más cualitativo, que, creemos, enriquece mucho más la posibilidad de acción y de toma de decisiones sobre el porvenir de la Red de Bibliotecas Infantiles BS.

1 Resúmase en un cuestionario semiestructurado de 23 reactivos aplicados a un total de 1082 usuarios visitantes de la biblioteca con rangos de edad estratificados en niños de primaria, adolescentes, jóvenes adultos, adultos y adultos mayores hasta los 82 años, que fue el extremo de edad más alto a quien se le aplicó el instrumento.


Textiles con historia

La comunidad de Santo Tomás Jalieza es una importante población, ya que resguarda dos grandes tesoros: el primero son los vestigios arqueológicos que se encuentran a sus alrededores, los cuales denotan la antigua presencia de los Binnigula´sa´o zapotecos. El segundo tesoro que protege la comunidad, y en el que nos enfocaremos, es el tejido en telar de cintura. Leobardo Navarro Aragón nos cuenta que a la edad de 7 años comenzó a familiarizarse con el tejido: recuerda que, para todo niño, las primeras experiencias con el telar de cintura comienzan como un juego que, con el paso del tiempo, le permite desarrollar las habilidades esenciales para realizar tejidos muy elaborados y diversos.

Leobardo es la cuarta generación que resguarda esta tradición; sus abuelos le contaban que antes se tejía con lana de borrego, a partir de la cual solo se producían las fajas tradicionales utilizadas por las mismas familias y que se teñían con tintes naturales. Posteriormente, la lana fue sustituida por hilo de algodón, de manera que hoy en día son pocas las personas que aún utilizan la lana.

Antes de que existiera su mercado, para la comunidad era muy difícil vender sus productos, ya que ellos esperaban que algún extranjero llegara a la comunidad y así los maestros podían ofrecer sus productos.No nos podemos olvidar de la gran destreza que tienen los maestros de Jalieza para plasmar animales, Leobardo menciona que, desde un principio, en los tejidos se diseñaban animales —como venados, perritos, conejos, guajolotes, búhos, gallos— y también danzantes.

Hoy en día, las nuevas generaciones están perdiendo el interés por tejer y preservar este tesoro. Los jóvenes están enfocados en las nuevas oportunidades que les ofrece el mundo para salir de sus comunidades y dejar a un lado su raíz. Pero también hay familias que a sus hijos, desde pequeños, les siguen enseñando a tejer y, al mismo tiempo, también les dan la oportunidad para estudiar y salir adelante tanto con el tejido como con el estudio.

Los invitamos a conocer este hermoso trabajo textil que se encuentra en nuestras salas y sigamos recorriendo cada rincón de Oaxaca para preservar sus tradiciones.


Servicios multiculturales

En el año 2008, la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas, en conjunto con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura presentaron un manifiesto sobre la “biblioteca multicultural”.1 En dicho documento se expone un conjunto de principios o acciones que las unidades de información, inmersas en contextos con una comunidad lingüística y culturalmente diversa, deberían considerar para la implementación de servicios.

Las bibliotecas son pilares fundamentales en el aprendizaje y facilitan el acceso a toda una gama de recursos culturales y lingüísticos que abren horizontes a distintas experiencias. Por consiguiente, las bibliotecas deben responder a las necesidades y los intereses diversos de las comunidades a las que sirven, en particular de los grupos marginados o minoritarios. En este manifiesto se exponen la misión y las actividades esenciales de estos espacios en una sociedad dotada de diversidad cultural.

La Biblioteca de Investigación Juan de Córdova se ha basado en el principio de que la diversidad es un valor fundamental en virtud de la población a la que atiende, a sus objetivos y a sus colecciones, a través de los cuales pretende mostrar la diversidad cultural y lingüística —y su profundidad temporal— en el estado de Oaxaca; por lo que aspira a reflejar por medio de sus colecciones la composición multicultural de México, así como a fomentar la comprensión de la diversidad cultural.

En este sentido, y atendiendo el manifiesto IFLA/UNESCO, la BIJC ofrece entre sus actividades varios servicios bibliotecarios y asesorías especializadas. Unos están encaminados a apoyar los procesos de creación, organización y mejora de las bibliotecas comunitarias localizadas en las diferentes regiones del estado, servicios que se ofrecen de forma gratuita, siempre y cuando las instituciones lo soliciten, y se comprometan a trabajarlo en conjunto con el personal de la biblioteca y a darle seguimiento. Otros responden a las solicitudes por parte de personal de educación, de museos comunitarios u otras organizaciones culturales para asesorías pedagógicas, museográficas o de conservación. En este breve espacio solo podemos dar unos pocos ejemplos de las múltiples actividades llevadas a cabo fuera de la ciudad de Oaxaca.

En el primer rubro, contamos con los siguientes servicios:

Asesorías bibliotecológicas.
Un ejemplo de esta actividad es el proceso de creación de la Biblioteca Comunitaria Rizalaj Xhnëzaru, de Santa María Yaviche. Desde la BIJC acompañamos el proceso de planeación y puesta en marcha de la biblioteca, y actualmente seguimos asesorando el proyecto.

Apoyo a procesos de mejora.
Un ejemplo de este servicio es el que ofrecimos en la Biblioteca Comunitaria de Totontepec, Villa de Morelos, Mixe. Posterior a un diagnóstico, acudimos a la biblioteca a apoyar en el proceso de limpieza y descarte de materiales que se encontraban en malas condiciones, así como con el reacomodo de estantería y libros. Adicionalmente, se dio asesoría sobre los procesos a seguir para mantener en mejores condiciones el espacio de trabajo.

Cursos-talleres de alfabetización informacional.
Durante el mes de septiembre (2023), se llevó por primera vez este curso a una comunidad. Personal de servicios de la biblioteca se trasladó a la comunidad de Santa María Tlahuitoltepec, Mixe, y compartió este taller con alumnos del Bachillerato Integral Comunitario Ayuujk Polivalente (BICAP). Con una duración de un poco más de 8 horas, 105 alumnos del tercer semestre del centro educativo se beneficiaron de este proceso de alfabetización informacional.

Colecta y donación de libros.
Durante el 2023, cinco bibliotecas comunitarias se beneficiaron con este servicio.

En el segundo rubro, las solicitudes son muy diversas y daremos solo un ejemplo. A solicitud de la Coordinación Lingüística de la Jefatura 09 de Educación Indígena, a cargo de la profesora Leticia Guendulay, se impartieron dos talleres para los profesores adscritos a esa instancia, para orientar metodológicamente su práctica docente en la enseñanza de la lengua mixteca y chocholteca. Estos talleres estaban a cargo de la Mtra. Elodia Ramírez Pérez por su experiencia en el tema. La Jefatura 09 se ubica en el distrito de Asunción Nochixtlán y aglutina a profesores de Educación Indígena que trabajan en comunidades mixtecas (variante Alta) y chocholtecas.

El primer taller se desarrolló el 27 de octubre, y se conformó de tres clases muestra basadas en el enfoque comunicativo y contenidos comunitarios para la enseñanza del mixteco como segunda lengua. Asistieron cincuenta profesores que trabajan en comunidades mixtecas y diez que trabajan en comunidades chocholtecas. El segundo taller se desarrolló el 24 de noviembre, donde se compartieron estrategias para la enseñanza del mixteco como primera lengua, con contenidos comunitarios. Participaron sesenta profesores hablantes de la lengua mixteca.

El desarrollo de estos talleres contribuye a concientizar sobre la importancia de enseñar y transmitir las lenguas nativas por medio de saberes comunitarios, ya que guardan todo un conjunto de conocimientos lingüísticos y culturales de cada comunidad, permitiendo reforzar la identidad y ejercer los derechos lingüísticos de los alumnos y alumnas. Esta concientización se reflejó en las secuencias de actividades escritas en mixteco y en la presentación bilingüe que los maestros y maestras realizaron, las cuales serán desarrolladas con sus estudiantes en las diferentes escuelas a que se adscriben.

1 https://repository.ifla.org/bitstream/123456789/737/1/multicultural_library_manifesto-es.pdf


Programas y estrategias con impacto social en la población

La Fundación Alfredo Harp Helú para el Deporte tiene un compromiso con México: su misión es apoyar y promover proyectos que contribuyan al desarrollo del deporte y la cultura física entre las y los mexicanos. Con su programa insignia “Semáforo Deportivo”, acerca actividades deportivas en diferentes entornos sociales, buscando ser un referente nacional de apoyo incluyente y eficaz para las causas que promueven la activación y cultura física, mejorando la salud y contribuyendo a la paz de la sociedad mexicana.

Este programa desarrolla actividades de acuerdo con el significado de cada uno de sus colores: el rojo es un alto a las adicciones, el amarillo atiende al fomento de una cultura del autocuidado de la salud y el verde busca generar una cultura cívica de la paz y la protección del medio ambiente.

Los tres ejes que componen el programa para su funcionamiento son: los Promotores Deportivos a través de la Unidad Deportiva Móvil, quienes son el conducto para acercar las activaciones físicas y distribuir el material deportivo que se utiliza en las actividades y se entrega en las visitas (balones de fútbol, voleibol y basquetbol, además de medallas, silbatos, conos, casacas, playeras y ropa deportiva); junto a todo lo necesario para articular los programas con niñas, niños, adolescentes, jóvenes y población en general, llegando a escuelas, colonias, barrios, unidades habitacionales, espacios públicos y privados, comunidades, municipios, alcaldías y estados.

En 2023, la Fundación AHH para el Deporte llevó a cabo diferentes acciones como la realizada el 6 de abril en la celebración del Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz 2023. A un año de la obtención del Premio Internacional “Peace and Sport”, se diseñaron una playera y una máscara conmemorativas (como símbolo de identidad nacional de México para el mundo), las cuales fueron portadas por los Embajadores de Paz. El concepto se complementó con eventos de activación durante los seis días previos a la conmemoración, realizando 75 actividades con la estrategia “6 rumbo al 6”, así como 75 concentraciones en diferentes “sitios emblemáticos de México”, logrando cubrir nueve estados en México y uno en Estados Unidos. Desde estos lugares se envió un mensaje de paz al mundo con mujeres y hombres que portaron la playera y la máscara conmemorativas, y levantaron la “tarjeta blanca” (white card) como símbolo de unión, igualdad y paz en la sociedad.

De entre los programas realizados por la Fundación AHH para el Deporte, también destaca el Planeador de Activación Física PLUS, estrategia digital que cuenta con el apoyo de Grupo Martí y Sport City, cuyo objetivo es fomentar, durante catorce semanas, un cambio de hábitos hacia estilos de vida más saludables a partir de la activación física. La Fundación ha trabajado de manera intensa en diferentes actividades con miles de niñas, niños, jóvenes y población en general, en escuelas, colonias, barrios y unidades habitacionales de la Ciudad de México, entre las que destaca el “Semáforo deportivo en tu colonia”, con diferentes acciones como: Activación rítmica, Ritmo con pelota, Ritmo con cuerda y Ritmo acuático, las cuales han impactado, gracias a la labor de los promotores deportivos y voluntarios, a más de 250000 personas.

Así mismo, otra de las actividades importantes llevadas a cabo fue el concurso de fotografía Foto Paz Actívate, en esta ocasión dedicado al fomento de la paz en la sociedad, con la colaboración de 146 personas de veintinueve estados de la República y 364 fotografías presentadas a concurso. Esto derivó en la realización de una exposición itinerante que incluye las fotografías de los ganadores del concurso, así como las treinta menciones honoríficas, y que recorrió los clubes de Sport City en Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, además de diversos planteles escolares.

Como parte del trabajo en conjunto, cabe señalar la colaboración entre la Fundación AHH para el Deporte, Grupo Martí y Sport City, destacando la entrega de juguetes, material deportivo y caminadoras a fundaciones, casas hogar y Fundación Teletón, lo cual ha permitido beneficiar en sus actividades y rehabilitación a miles de niñas y niños, además de llevarles un poco de felicidad junto con su familia.

El trabajo que se hizo a lo largo de este año por la Fundación AHH para el Deporte, cierra con la obtención del Premio Estatal del Deporte de la Ciudad de México 2023, que otorga el Instituto del Deporte de la Ciudad de México. Para ello, se evaluaron los programas y estrategias que realizó la Fundación en el 2023, los cuales atienden de manera transversal la promoción del deporte y la cultura física.


La nostalgia de las ciudades

La ciudad puede definirse como una concentración de oportunidades en donde los habitantes tienen como principal objetivo mejorar su calidad de vida gracias a la oferta de empleos, vivienda, servicios de salud, educación, comercio, movilidad, recreación, etc. Estas son algunas de las razones por las que las ciudades en México y todo el mundo empezaron a tener un apogeo importante en la segunda mitad del siglo XX. Los movimientos migratorios del campo a la ciudad crecieron a un ritmo acelerado, exigiendo suelos para vivienda, comercio y equipamiento urbano con el fin de garantizar calidad de vida, pero, conforme la ciudad crecía horizontalmente, los asentamientos humanos irregulares empezaban a surgir dando lugar a las periferias de los núcleos urbanos. Esto, debido al bajo costo del suelo y su relativa cercanía al centro de la ciudad, rebasando los alcances de los planes de desarrollo urbano de los municipios, donde se empezó a ver una notable desigualdad.

No hemos alcanzado la construcción de una ciudad equitativa porque nuestro crecimiento económico, social y cultural ha enfocado su atención y desarrollo en el centro de la Zona Metropolitana de Oaxaca, que se ha convertido en el protagonista del espectáculo por encima de las periferias crecientes y huérfanas de atención. Municipios conurbados que carecen de aquello que el centro goza. La degradación de la ciudad hacia las periferias ha convertido en dormitorios las viviendas de quienes diariamente se trasladan hacia el centro para llegar a sus trabajos, abrumados por el tráfico de la ciudad y un transporte público que difícilmente cumple con los tiempos y la seguridad adecuada para los usuarios.

Pensar en la habitabilidad no debe ser un privilegio centralizado, de lo contrario, la ciudad perdería sentido y carácter. Pasará de ser una concentración de oportunidades a un instrumento más que nos permita medir, percibir y sentir la pobreza, la contaminación, la violencia y la discriminación. El centro cuenta con todo lo necesario para garantizar la calidad de vida, mientras en las periferias, donde regularmente habita la mano de obra del centro, el urbanismo recibe una escasa e injusta atención.

Casa de la Ciudad se preocupa y busca que el derecho a una ciudad de calidad pueda ser accesible para todos. Por ello, desde hace veinte años trabaja haciendo comunidad, convocando a agentes de acción, habitantes de la ciudad, tomadores de decisiones, académicos, expertos, investigadores y público en general para encontrar juntos la solución a los complejos problemas de la ciudad. Es indispensable trabajar comunitariamente para el desarrollo de propuestas y equipos de trabajo enfocados en la solución de problemáticas locales para alcanzar el desarrollo de nuestra ciudad en conjunto, más allá de su centro. Si concedemos la atención necesaria a las periferias, tendremos ciudades equitativas y seguras.


Catálogo razonado de demonios, monstruos, seres fantásticos y prodigios

Las historias de fantasmas, aparecidos, monstruos y fenómenos sobrenaturales, en general, son atemporales. Hay fantasmas de las navidades pasadas y futuras, extraterrestres todo el año, milagros y portentos tampoco se escapan del calendario cotidiano, y qué decir de las fechas alrededor de la celebración del Día de Muertos o de los Fieles Difuntos, en donde más acendradamente se manifiesta el carácter de misterio que se le confieren a estos seres y eventos, aunque siempre son motivo de curiosidad. Y pese a que se hayan resuelto algunos misterios por medio de una explicación científica, la imaginación colectiva siempre los tendrá presentes como un enigma más allá de cualquier razonamiento.

Los frailes franciscanos del siglo XVI y XVII tampoco se pudieron sustraer al misterio de las leyendas locales del Nuevo Mundo, y, al igual que consignaron la vida cotidiana de los nativos mesoamericanos en diferentes territorios, también hicieron registro de aquello que salía de lo común. Es por ello que Adabi invitó a la doctora Ángela Matilde Fernández Pérez para que hablara sobre su Catálogo razonado de demonios, monstruos, seres fantásticos y prodigios, trabajo de postdoctorado basado en las crónicas que los frailes franciscanos contaban en la Nueva España y territorios adyacentes durante los siglos XVI y XVII. En esta investigación se indaga, inicialmente, sobre el concepto de lo “imaginario”, deslindado de la idea de “imaginación”, clarificando que se trata del estudio y uso de las imágenes.

Durante la tertulia se abordaron los referentes creados por estos cronistas que se vieron enfrentados a realidades desconocidas por ellos en experiencias previas, así como a la explicación de las mismas por medio de su propia vivencia. El criterio de selección de los relatos estudiados consiste en su clasificación como expresiones del “Nuevo Mundo”.

La doctora Fernández analizó un total de dieciocho crónicas provenientes de las provincias franciscanas de San José de Yucatán, la del Santo Evangelio de México, San Diego de México, San Pedro y San Pablo de Michoacán, Santiago de Xalisco, San Francisco de Zacatecas y el Dulce Nombre de Jesús de Guatemala. De entre todas estas miles de líneas dedicadas a numerosos temas se detectaron ocho categorías distintas de fenómenos y seres que fueron clasificados en: animales naturales con características o funciones fantásticas; animales fantásticos; prodigios y maravillas; seres antropomorfos monstruosos; fantasmas, apariciones y muertos reanimados; seres celestiales; demonios y, finalmente, magia y hechicería.

A partir del análisis de dichas fuentes, la ponente desarrolló una ficha en la que se consignan la categoría del ser o evento, lugar y fecha del avistamiento, fecha en la que se redacta la fuente, la referencia completa, la descripción del ser o evento, bibliografía complementaria y observaciones, con lo que la investigadora propuso una serie de ejemplos concretos como la serpiente, el llamado Monstruo de Zapotitlán, la levitación, entre otros fenómenos. El Catálogo, a su vez, cuenta con un índice alfabético y otro temático que permiten al interesado obtener información específica de manera rápida, a la vez que muestran la riqueza de la misma.

Como colofón de la tertulia, la doctora Fernández dio ejemplos particulares sobre la diferencia que los cronistas tratan de establecer entre fenómenos o entes que les eran familiares culturalmente, en contraposición de lo que percibían y registraban en el Nuevo Mundo y, con ello, haciendo a un lado la idea de que nadie puede sustraerse a su propia experiencia al enfrentarse a un nuevo conocimiento.
https://www.youtube.com/watch?v
=4a0N4DgyE60


Arte y deporte unidos en el infierno

Cuando aquellos cuatro adolescentes franceses entraron en 1940 a una cueva en Dordoña, Francia, a buscar a su perro, jamás imaginaron que harían uno de los hallazgos de arte prehistórico más trascendentes de la historia. Tampoco sabían que encontrarían la representación más antigua de un deporte, pues entre las muy famosas representaciones de toros, venados y otros cuadrúpedos, hallaron también luchadores y corredores. El descubrimiento, que hoy conocemos como la Cueva de Lascaux y data del periodo Paleolítico, ha demostrado que la práctica deportiva ha estado presente en nuestra historia desde el inicio de la humanidad y, así también, que ha sido indisoluble de la artística.

En la historia del arte, quizá el periodo que más relacionamos con el deporte sea la Antigüedad Clásica. Resulta bien sabido que los griegos fueron muy aficionados a ejercitarse y crearon los Juegos Olímpicos; su interés permanece tangible a través de murales y vasijas. Pero también existen antecedentes mexicanos importantes. Ya desde tiempos prehispánicos aparecen tanto representaciones del juego de pelota, así como las propias estructuras utilizadas para practicar este deporte ritual a lo largo y ancho de Mesoamérica. Existen, además, ejemplos notables de artistas que tomaron el deporte como referencia en el siglo XX mexicano, entre los que destaca Ángel Zárraga, con sus múltiples obras de futbol femenil, inspiradas por su esposa, Jeannette Ivanoff, una de las primeras mujeres que patearon un balón. En nuestro país, los Juegos Olímpicos recobraron su sentido cultural cuando, en 1968, Mathias Goeritz sugirió que se llevara a cabo un programa artístico en paralelo al deportivo, del cual pervive como testimonio la Ruta de la Amistad.

A pesar de este vínculo histórico y de su profunda raigambre en nuestro país, en algún momento comenzamos a asumir que el arte pertenece a un mundo muy distante al deporte. Hoy, un espacio de reciente inauguración en la Ciudad de México recuerda la larga hermandad que existe entre ambos: el Estadio Alfredo Harp Helú y su Museo de los Diablos Rojos, equipo de beisbol que carga una larga historia.

Desde que los visitantes se acercan a la entrada, dentro de la Ciudad Deportiva Magdalena Mixhuca, son recibidos por una pieza de arte de gran envergadura, tanto por sus dimensiones como por su autor. Se trata de la reja que rodea todo el complejo deportivo, creada ex profeso por Francisco Toledo con un diseño inspirado en bates y pelotas. El artista plástico destaca entre los creadores cuya obra se encuentra dentro de este recinto, por su vocación compartida con el dueño de los Diablos Rojos, Alfredo Harp Helú, en torno a impulsar el arte oaxaqueño; además forjaron una gran amistad. Muy pocos sabrán que, así como el amor al arte, los unió también el amor al beisbol, deporte que el propio Toledo disfrutó durante sus visitas infantiles a Juchitán. Así, además de realizar la reja para el estadio, la colección Harp Helú cuenta con piezas inspiradas en este deporte, que el artista regaló a don Alfredo o que él le comisionó. Estas han formado parte del programa expositivo del Museo Diablos.

La relación con los artistas de Oaxaca convierte al estadio y su museo en una extensión del trabajo de la Fundación Harp Helú. En esta labor, la doctora María Isabel Grañén y Santiago Harp Grañén, esposa e hijo de don Alfredo, han jugado un papel central. Ellos lideran la selección de los artistas comprendidos en las exposiciones temporales y también encabezan las publicaciones que forman parte tanto del proyecto del estadio como de su museo. Este trabajo colaborativo ha dado como fruto un espacio sui generis tanto para el deporte como para el arte. Francisco Ramos, director general del Estadio Harp Helú, lo describe como parte del “ADN del proyecto desde mucho tiempo atrás”. En entrevista para El Cultural añade que “desde el acta constitutiva, el proyecto dice que va a ser un espacio donde convivan un museo, un parque de beisbol y espacios de fomento tanto al deporte como a la cultura”. También enfatiza que “no existe un solo esfuerzo del grupo que deje de lado el interés social, deportivo, cultural y ambiental”.

Murales y esculturas dominan el Estadio. No se trata de elementos decorativos, sino que el programa arquitectónico se desarrolló planteando la intervención de artistas. El complejo deportivo evoca una de las corrientes más fascinantes del arte mexicano: la integración plástica. Desarrollada en la segunda mitad del siglo XX, implicó la plena incorporación del arte a la arquitectura, en especial a partir del muralismo, quizá el movimiento artístico más significativo en los últimos cien años de México. El estadio hace un guiño a esa tradición desde una visión contemporánea, con obra de creadores actuales destacados de origen oaxaqueño: Demián Flores, Sergio Hernández, Amador Montes y José Luis García —todos ellos inspirados en el beisbol, desde luego.

La arquitectura, proyecto de Taller ADG y FGP Atelier, también habla de la cultura de nuestro país, pues representa nuestro pasado y presente. En las pirámides que dan forma a tienda y oficinas vemos estructuras inspiradas en la arquitectura prehispánica, mientras encontramos evocaciones al Virreinato en los pisos de tezontle rojo, material predilecto de los más destacados arquitectos coloniales, como Lorenzo Rodríguez, Francisco de Guerrero y Torres, Pedro de Arrieta. Por otro lado, las innovaciones hablan de nuestra actualidad, con soluciones contemporáneas, pero sin perder un profundo sentido simbólico. Destaca en este sentido la techumbre de las gradas, la cual forma una M y, a la vez, un trinche, lo que representa a los Diablos Rojos de México, aunque cumple también con una solución de vanguardia: permite una visibilidad total del campo, sin columnas que bloqueen la vista, al mismo tiempo que da sombra.

Innovación, tradición y cultura se unen en otro espacio del Estadio: el Museo Diablos, que al mismo tiempo narra la historia de este equipo mientras difunde la labor de creadores mexicanos. En el vestíbulo, dos guerreros dan la bienvenida: obra de Sabino Guisu, quien retoma la figura del umpire, con su máscara y pechera, reinterpretada a la manera de un samurái y un guerrero mexica. La impactante instalación se complementa con bates intervenidos a manera de armas de ambas culturas, la japonesa y la prehispánica. A lo largo del recorrido es evidente cómo este personaje interesa a los artistas, pues también lo encontramos en los murales del estadio.

Entre las comisiones creadas específicamente para el Museo Diablos está No hay mejor campo de pelota para jugar, instalación de Víctor Vázquez, artista que trabaja el barro precocido. Esta es una de las piezas más sorprendentes del recorrido. La sala emula el campo en plena jugada, con ampáyer, cácher, pícher y bateador, todos moldeados en barro. “Se aprecia que Vázquez tiene muy bien estudiada la figura humana y, sobre todo, a los propios jugadores, con la fuerza de su cuerpo y las posiciones que adoptan,” explica Xiadani Morales, del equipo de Museo Diablos, en entrevista con El Cultural. “A primera vista parecen como figuras relajadas, pero al verlas con atención notamos el estudio anatómico que hizo el artista”, señala. Las piezas remiten tanto a las figuras de barro de los pueblos del México antiguo como a la tradición artesanal que aún encontramos en comunidades originarias del país.

Por otro lado, la sala temporal actualmente presenta la exposición “Segundo inning. La fiesta del beisbol”, que celebra la primera serie de temporada regular de Ligas Mayores en la Ciudad de México y los 25 años del Museo de la Filatelia, institución museal de Oaxaca. La muestra presenta trabajos de Alejandro Vera, Amador Montes, Víctor Vázquez, Francisco Toledo, Alberto Ibáñez, Mariana Grapain, Cristina Kahlo, Sabino Guisu, Eduardo Roca y Demián Flores, entre otros. Sobre las muestras temporales, el director general ahonda: “Se tiene planeado renovar periódicamente el acervo artístico del Museo Diablos. La vocación de la familia Harp de difundir el arte mexicano sin duda continuará, así como las colaboraciones con varias generaciones de artistas provenientes de distintas zonas del país; es el sentido de las dos salas de exposiciones temporales”. Sobre los creadores que se exhiben tanto en las salas permanentes como en la temporal, Xiadani Morales señala: “Muchos de estos artistas son prácticamente de casa, realizan muchas de las exposiciones en los recintos de Oaxaca para la Fundación y ahora, a través del Museo Diablos, se ha comenzado a difundir su obra en la Ciudad de México”.

Además de las salas dedicadas a exhibir obra plástica, el Museo Diablos dedica la mayor parte de su exposición permanente a la historia del propio equipo, lo que brinda una experiencia museográfica bien lograda que contagia la pasión por el beisbol. Asimismo, destaca la importancia de este juego y de los Diablos Rojos para la cultura mexicana, más allá de las fronteras de lo deportivo. Entre objetos históricos y espacios inmersivos entramos en contacto con episodios luminosos del Rey de los Deportes, como el cálido recibimiento que dio nuestro país a las llamadas Ligas Negras, es decir, jugadores afrodescendientes que ante la discriminación y segregación en Estados Unidos vinieron a hacer carrera en México, ganándose al público. “El concepto del museo viene con la frase que acompaña su nombre: una historia incomparable,” explica Francisco Ramos sobre la exposición permanente del museo. “Es un equipo que tiene una gran historia en la Liga Mexicana de Beisbol, que ha batallado por sus campeonatos, que ha buscado siempre fomentar el beisbol”. Par él, otra motivación para contar esta historia dentro del mismo estadio se debe a su arraigo en la capital del país, su casa: “No hay un equipo en México que haya tenido la presencia que ha tenido Diablos Rojos en un solo lugar”, apunta.

Uno de los elementos que han dado forma a la historia tan singular de los Diablos Rojos nos lleva de regreso al arte, pues también ahí encontramos colaboraciones que la organización deportiva ha realizado con distintos creadores. Destacan, por ejemplo, uniformes con diseños del Dr. Lakra, que se encuentran exhibidos con sus bocetos originales en la sala dedicada a la indumentaria del club y también forman parte de las colecciones que se venden en la tienda. Por otro lado, el guion histórico se complementa con trofeos comisionados a los artistas con los que trabaja la Fundación Harp Helú, una ingeniosa solución a los vacíos propios de cualquier acervo.

Finalmente cabe destacar que, de acuerdo con información dada por el INEGI, el Museo Diablos es el único en la alcaldía Iztacalco. Esto le brinda un papel muy significativo en el panorama cultural de la Ciudad de México, porque la cercanía con el público ha sido una inquietud central. “La vinculación que buscamos promover tiene varias aristas, desde recorridos con estudiantes y académicos de diversas instituciones educativas de la ciudad y el área metropolitana, hasta recibir a integrantes de ligas de beisbol infantiles, como la Liga Maya, la Liga Olmeca y la Liga Anáhuac, entre otras”, explica su director general.

Cuando en el Estadio Alfredo Harp Helú y el Museo Diablos hablan de ser incluyentes, no sólo se refieren a la accesibilidad. Es un lugar para todos, para amantes de los deportes, desde luego, pero también del arte y la historia. Así, un nuevo centro para la cultura se abre paso en la Ciudad de México y es de celebrar que sea uno con una vocación multidisciplinaria, pero, sobre todo, que apuesta por la descentralización de la oferta cultural, en una capital que necesita voltear hacia otros horizontes, sobre todo cuando de museos se trata.

La Sala de Trofeos combina historia y arte con reconocimientos antiguos del equipo, así como piezas comisionadas a artistas contemporáneos. El visitante se encuentra con una instalación de guerreros inspirados en las culturas mexica y japonesa, del artista oaxaqueño Sabino Guisu.

Publicado en “El Cultural” de La Razón, 24 de noviembre 2023. CONSULTA:

https://www.razon.com.
mx/el-cultural/arte-deporte-unidos-infierno-554568


EDITORIAL

Comenzamos a despedirnos de este 2023 y a prepararnos para la llegada del 2024. A estas alturas, podemos ver en retrospectiva los logros de cada filial, aunque sin duda resulta mejor visualizarlos en las actividades con que cierran el año y dan lugar a las reseñas incluidas en este Boletín Digital.

El broche de oro lo ostentan los dos reconocimientos otorgados a don Alfredo Harp Helú: el doctorado Honoris causa, por parte del Instituto Politécnico Nacional, y la entronización en el Salón de la Fama del Beisbol Mexicano. Su discurso de aceptación del primero y la narración de Agustín Castillo sobre el evento del segundo, nos dan la bienvenida a las páginas de este Boletín.

Para dar continuidad de las celebraciones, la Librería Grañén Porrúa festeja el XX Aniversario de la Biblioteca Henestrosa por medio de una reflexión sobre la relación entre una biblioteca y una librería, con la intención de hablar de algunos de los libros más atesorados por don Andrés Henestrosa. Además, Adabi hace un recuento del evento que tuvo lugar en el mes de octubre con motivo de sus 20 años coadyuvando en el rescate del patrimonio documental y bibliográfico de México. De igual manera, la Henestrosa nos comparte una reseña sobre la colección Los Presentes, publicaciones a cargo del escritor Juan José Arreola que se encuentran en los estantes de este espacio. También, el equipo de Seguimos Leyendo nos habla de su primera muerteada de cuentos, así como de la trayectoria de los diplomados que por diez años se han impartido en pos de la literatura infantil y juvenil.

En los dos textos de la Biblioteca Juan de Córdova se nos narran dos hallazgos que aportan al conocimiento y estudio de la historia oaxaqueña: la supuesta existencia de un telegrama misterioso y los documentos que describen la fundación de Santa María Ixcotel. Por su parte, el equipo de Adabi Oaxaca describe un conjunto de cuadernillos que registran información sobre la hacienda Buenavista, datos que abonan a la historiografía regional de Oaxaca. En la misma línea de importancia documental, desde la Biblioteca Burgoa nos cuentan sobre la experiencia de organización del Fondo documental del Instituto de Ciencias y Artes del Estado de Oaxaca.

Por otro lado, los diferentes museos de la Fundación (el Textil, el de Filatelia y el Centro Cultural San Pablo) nos hacen partícipes de las exposiciones y presentaciones que han tenido lugar en sus espacios durante los dos últimos meses del año: Malintzin y sus huipiles; las postales derivadas de la obra de Juan Rulfo, además de la unión entre cacao y filatelia; y, finalmente, los mundos posibles surgidos a partir de la novela Xolita en el Templo Mayor. Con respecto a las creaciones artesanales, Andares del Arte Popular y el Museo Infantil nos hablan del trabajo detallado y admirable de dos artistas: Eloy Sosa Vicente, con la elaboración de tapetes, y Luis Pablo Mendoza, quien se dedica a la creación de alebrijes.

Por último, pero no por eso menos relevante, Guerreros de Oaxaca comparte la historia de dos hermanos talentosos unidos por la sangre y el beisbol, mientras la Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú nos pone al tanto de los logros obtenidos este año.

En espera de que disfruten de estos cálidos textos, deseamos unas felices fiestas a todos nuestros lectores, así como alegría y cercanía con sus seres queridos para que, al igual que todo el equipo de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, cierren con broche de oro las andanzas de este año.


Discurso de aceptación del Doctorado Honoris Causa Instituto Politécnico Nacional

Sucedió hace más de 13 800 millones de años, en el centro del diamante hubo un gran batazo y con él una explosión, millones de partículas se dispersaron como jonrones en todas las direcciones y formaron más de cien mil millones de galaxias que contienen billones de estrellas y planetas. Así, en el campo de pelota fue surgiendo nuestro sistema solar hace más de 4 000 millones de años y la Tierra, uno de los incontables planetas del Universo, gira todavía con el swing del bat. En ese transcurrir surgió la vida y en estos últimos segundos de la evolución del Universo tuve el privilegio de nacer en México. Sí, “entre tantos siglos y tantos mundos” —como bien dice la canción— aquí estoy, coincidiendo con ustedes en el milagroso juego de la existencia.

Amante de los deportes, de niño acompañaba a mis amigos y vecinos de la colonia Roma a sus partidos de futbol americano, ellos representaban el equipo del Poli y yo me sentía profundamente orgulloso de esta institución. La Tierra giraba más despacio que una pelota de beisbol, su movimiento era paciente. Después de algunas vueltas al sol, tuve el privilegio de compartir mi vida profesional con varios colegas contadores públicos egresados del IPN y me sorprendía por lo bien preparados que eran en temas como auditoría e impuestos, asimismo destacaban en el Instituto y Colegio de Contadores Públicos. Reiteré entonces que el IPN no solo era un ícono por excelencia en el deporte mexicano, sino también una fuente de formación, innovación y pensamiento para los jóvenes mexicanos.

Me siento profundamente honrado y agradecido con el Instituto Politécnico Nacional por conferirme el día de hoy el grado de doctor Honoris Causa. Es para mí un orgullo recibir esta distinción de una institución de tanto prestigio y con una vocación de servicio a México.

Es cierto, soy un micro ser que vive en un diminuto planeta que forma parte del gran juego de pelota y admiro la armonía con que funciona hasta el más pequeño de los seres existentes, desde las partículas de un átomo, una bacteria o la hoja de un árbol. El campo en el que me ha tocado jugar está en México y mi entrenamiento ha sido arduo y exitoso, especialmente en mi vida empresarial, lo que me permitió crear una fundación para retribuir a mi país lo mucho que he recibido de él. Mi tiempo de juego es corto, por eso lo vivo intensamente y deseo cumplir un compromiso conmigo mismo, nunca rendirme y dar lo mejor de mí en mis turnos al bat.

Amo profundamente a México, admiro su cultura, su geografía, la comida, la música, las tradiciones, pero lo que más emoción me produce es su gente. Por eso quisiera que en México hubiera mayores oportunidades para mejorar las condiciones de vida de muchos mexicanos. Mi deseo no solo es un sueño, he decidido actuar y, como apasionado del beisbol, sé que para lograrlo hay que jugar en equipo por medio de alianzas con instituciones como el Instituto Politécnico Nacional, que comparte conmigo el sentido de responsabilidad social y la apuesta por el talento mexicano. Así que decidimos unir esfuerzos para que entre la suma de quienes caminamos bajo esta ruta logremos el mismo objetivo que
no es otro más que el bienestar por México.

Nuestro país requiere del fortalecimiento de la educación de calidad y una de mis mayores aportaciones a los jóvenes mexicanos han sido las más de 21 000 becas que mi Fundación ha otorgado a través del IPN, lo que fomenta el desarrollo social, científico, tecnológico y económico de México.

Ningún mexicano que aspire a la educación superior debe quedar excluido y, sin duda, la educación a distancia es una herramienta muy adecuada para ofrecer excelencia académica a los estudiantes que no pueden asistir a los campus universitarios. La Fundación que lleva mi nombre ha compartido con el Politécnico —cuyo lema es “La Técnica al Servicio de la Patria”— el impulso al desarrollo de carreras técnicas, o bien cursos, conferencias, diplomados, licenciaturas, maestrías, doctorados y otras ofertas académicas.

Si la educación es prioridad, los proyectos en zonas más necesitadas son, para mí, los más atractivos. El IPN tiene una capacidad enorme para servir a México y, en esta fecha tan importante para mí, reitero mi agrado por los programas de brigadas de salud con vehículos especiales para brindar atención en cientos de municipios, así como las unidades móviles que llegan a lugares lejanos para fortalecer la educación y hacer uso de la tecnología.

No es ningún secreto que la práctica del deporte es un complemento para mejorar la salud, la cuestión emocional y para alejarse de los vicios. De ahí mi compromiso por ofrecer apoyos para considerar a la educación deportiva como un hábito. Mi Fundación y el IPN han hecho mancuerna para concretar diversos proyectos de fomento al deporte que han beneficiado a tantos jóvenes mexicanos.

La educación en México no solo debe ser fortalecida desde el punto de vista académico. Grandes esfuerzos se requieren para alimentar el espíritu a través de la cultura, el deporte, las actividades productivas, el beneficio social y la salud. Por eso, con el IPN hemos apoyado numerosos talleres y actividades en las artes plásticas, danza, música, creación literaria y teatro.

Mi interés por la astronomía me llevó a visitar constantemente el Planetario Luis Enrique Erro y, fascinado, decidí otorgar un donativo para mejorar su infraestructura, así como apoyar a diversos proyectos para atraer a los niños y jóvenes hacia el apasionante tema del Universo. Y debo decir que me siento muy honrado de compartir la silla con la Dra. Julieta Fierro, a quien el IPN otorga también el doctorado Honoris Causa por su trayectoria académica y su amplio interés por la divulgación científica. Ella, mejor que nadie, sabe que todos somos polvo de estrellas y que el planetario es una cobija para sumergirnos en los apasionantes misterios del cosmos.

Hoy, la pizarra de la Naturaleza nos hace un llamado, los outs y las derrotas nos indican que debemos cambiar las estrategias del juego, el calentamiento global es una realidad y el estado de Guerrero, después del huracán Otis, nos indica que es momento de actuar y que todos los mexicanos debemos trabajar unidos por nuestros hermanos que nos necesitan. Confío en el IPN para implementar programas de investigación y proyectos claves que mejoren el medio ambiente. Hoy, a los jóvenes de esta institución los invito a sumarse a esta tarea y a trabajar por los demás, confío en que podremos darnos muchos pases, anotaremos touchdown, pegaremos jonrones para promover un México más digno y más humano y entonaremos juntos:

¡Huélum, Huélum! ¡Gloria! A la cachi cachi porra; a la cachi cachi porra; pim pom porra, pim pom porra; Politécnico, Politécnico ¡Gloria!

Ciudad de México,
6 de noviembre de 2023


El diablo más diablo: un inmortal incansable

C.P. Alfredo Harp Helú, en compañía de su familia, durante su ingreso al Salón de la Fama del Beisbol Mexicano.

Con veintinueve años como directivo y ahora seleccionado de manera unánime y directa, el C.P. Alfredo Harp Helú es, desde el pasado 9 de noviembre, uno de los doscientos dieciséis personajes inmortalizados en el Salón de la Fama del Beisbol Mexicano.

Junto con glorias de la pelota nacional como Tomás Herrera, Jesús Moreno, Alejo Ahumada, Juan Gabriel Castro, Noé Muñoz, Javier Robles, Roberto Vizcarra y Luis Arredondo, el máximo impulsor del Rey de los Deportes durante los últimos años redondeó la Clase del 2023, la tercera que se entroniza en el recinto que el propio don Alfredo construyó y patrocina desde el 2019.

Innumerables son los méritos que motivaron al Comité Elector del Salón de la Fama para colocar entre los más grandes de todos los tiempos al respetado filántropo mexicano, quien desde 1994 no ha dejado de conectar cuadrangulares inolvidables, de esos que no van a la pizarra, pero que le han cambiado la vida a cientos de personas.

Cuenta con seis campeonatos conquistados por sus equipos en la Liga Mexicana —cinco con los Diablos Rojos y otro con los Guerreros de Oaxaca—, además de diez años consecutivos con presencia en la Serie Final del circuito, récord que difícilmente caerá. El legado de don Alfredo Harp va más allá de logros deportivos, destacando los temas sociales, educativos y humanos.

Y es que hablar del principal promotor de la pelota mexicana en las últimas tres décadas es referirnos a una figura diferente, única en el beisbol de nuestro país e irrepetible en el deporte nacional, algo que se pudo percibir durante su mensaje a los presentes en la Plaza Exterior del Salón de la Fama y a quienes siguieron la transmisión por televisión y vía streaming.

De todos los discursos pronunciados por quienes han alcanzado la inmortalidad en el nuevo recinto, el de Alfredo Harp Helú es el único en donde las añoranzas y los agradecimientos no fueron el tema principal, al contrario, nos trasladó a esos primeros minutos de cada uno de sus días que inician a las cinco de la mañana, cuando se pregunta qué más puede hacer por el beisbol.

Lleno de orgullo, el vigésimo cuarto directivo que alcanza la eternidad habló del Programa Home Runs Citibanamex que nació en 1996 y que, hasta la fecha, convierte las victorias y los grandes batazos de los Diablos Rojos y de los Guerreros en ayuda para las comunidades más necesitadas del Valle de México y de Oaxaca.

Se refirió también con mucha seriedad al Fondo de Apoyo para Jugadores Retirados de sus dos equipos, motivando al resto de los propietarios y a las ligas profesionales a replicar ese modelo para permitir que los jugadores de excelencia logren vivir como se merecen cuando acaban sus carreras.

Al hablar de la Academia que lleva su nombre, ubicada en San Bartolo Coyotepec, Oaxaca, el contador público explicó que las condiciones actuales de la Liga Mexicana no son favorables para el jugador nacional, esto debido al aumento de peloteros importados, pero fue contundente al señalar que continúa creyendo en el talento nacional teniendo como referencia la cantidad de elementos que se han convertido en profesionales en nuestro país y en diferentes circuitos internacionales. Por ello, no dejará de impulsar a los jóvenes promesa que lleguen a la institución con la determinación de triunfar.

El cuarto tema neurálgico de su discurso fue su sociedad con los Padres de San Diego, equipo que le abrió las puertas de las Grandes Ligas y su deseo de que muy pronto ese vínculo pueda beneficiar a jugadores y aficionados mexicanos.

De forma cálida y espontánea, los asistentes adelantaron aplausos y una ovación para don Alfredo, quien, observando amorosamente a su familia, cerró su participación en el micrófono revelando la intención de escribir la segunda parte de su autobiografía Vivir y Morir Jugando Beisbol, una obra que es tan esperada como el inicio de una nueva temporada.


De Malintzin y sus huipiles…

Diciembre de 2022. En el Centro Cultural San Pablo, al interior del aula Nicolás de Rojas, nos reunimos un grupo de personas hermanadas por los hilos. Algunas de ellas no pueden estar físicamente y entonces se enlazan a través de Zoom desde Chiapas, Guerrero, Sochiapan e Inglaterra. Aún hay quienes no pueden acompañarnos durante esa sesión; entonces, la grabamos para que después se pueda ver y repasar. Comenzamos con los saludos en español, pero inmediatamente se continúa con las presentaciones en mixe de Ayutla y de Cotzocón, mazateco de Huautla de Jiménez, triqui de Chicahuaxtla, zapoteco de Yalálag y náhuatl. Hay problemas en las conexiones de internet y los micrófonos, pero gracias a la pantalla vemos a compañeras hablantes de chinanteco de Sochiapan, amuzgo de Xochistlahuaca y tsotsil de San Bartolomé de los Llanos. Después, la grabación se escucharía por participantes que hablan ombëayiuts de San Mateo del Mar y amuzgo de San Pedro. De inicio: un universo lingüístico que halla eco en los conocimientos textiles que cada tradición resguarda y recrea.

Federico Navarrete, historiador y antropólogo antirracista, nos cuenta aspectos de la llamada “conquista de México”: una guerra en contra del pueblo mexica por parte de un ejército compuesto por distintas naciones, la española solo una de ellas. Nos habla de los hechos que le tocaron vivir a Malintzin y cómo, de pronto, se encontró a sí misma en una posición central para facilitar el diálogo entre distintos pueblos mesoamericanos y los recién llegados de Europa. Yásnaya A. Gil, lingüista, nos comparte su visión de Malintzin como mujer de un pueblo indígena: lejos de denostarla, como numerosos pensadores lo han hecho, reconoce el esfuerzo que hizo por sobrevivir en un mundo que cambiaba a velocidad vertiginosa. Malintzin no traicionó a México, pues “México” —como país— aún no existía… y tampoco le debía nada a los mexicas.

Como parte del Museo Textil de Oaxaca, Alejandro de Ávila y un servidor platicamos sobre el tipo de huipiles que ella pudo haber usado en esa etapa de su vida: hacemos referencia a sus dimensiones, materiales, técnicas y diseños. Primero nos apoyamos en imágenes de distintos códices del siglo XVI para después pasar a pinturas del XVII y dos textiles extraordinarios. El huipil de “la Malinche” (en realidad fechado a finales de los años 1600) que resguarda el Museo Nacional de Antropología, y el tlāmachte:ntli de Madeline, que es un fragmento de un huipil conservado en el MTO gracias a la intervención y donación del maestro Francisco Toledo. Este último sí está físicamente presente y todas, todos, nos acercamos a verlo con fascinación, curiosidad y respeto. Comienza la labor y, para mantener una comunicación abierta con cada familia y equipo de trabajo, establecemos chats grupales en WhatsApp. “Malintzin visita Yalálag”, “Malintzin en San Bartolomé”, “Malintzin llega a Chica” …, así se van nombrando las distintas salas. Aunque en un inicio eran diez chats grupales, situaciones familiares nos orillan a que queden ocho; no es una cancelación, tan solo es una pausa para esos dos huipiles que no pueden terminarse en esta ocasión. Los chats comienzan a mostrar mensajes en palabras de ida y vuelta, pero también hay fotos de dibujos en papel con las ideas iniciales, de los procesos de teñido, tejido y bordado, de los hilos que se emplean, incluso se comparten pequeños videos descriptivos de las distintas fases de experimentación y elaboración. Lo que más abunda en estos chats: preguntas… preguntas sobre qué hacer, cómo hacerlo, cómo se vería mejor, qué tamaño debería de tener el huipil final, cuánto tiempo hay disponible para crear un huipil extraordinario para una mujer extraordinaria.

Los meses pasan y los huipiles, terminados, comienzan a llegar al MTO. Algunos son traídos directamente por sus creadoras y creadores. Otros más llegan por paquetería desde tierras lejanas. En cualquier caso, organizamos entrevistas para conocer más acerca de las historias contenidas en cada huipil. Cada entrevista (tanto las presenciales, como las virtuales) se graba para formar un claro recuerdo de las múltiples vivencias de los meses transcurridos durante este proceso de creación. En cada ocasión, no solamente se habla de los materiales y técnicas empleadas, sino que se relatan las razones detrás de las decisiones tomadas: los diseños no son meramente decorativos, transmiten mensajes. Cada huipil es un texto, solo que cada texto se elabora en un alfabeto distinto al que estamos acostumbrados a leer. Así nos lo hacen ver Silvia de la Cruz Marcial, Eutimia Salinas López y Yecenia López de Jesús, de la Cooperativa Tejedoras Flores de la Llanura, de Xochistlahuaca; Francisca Palafox Herrán y sus hijas, Jazmín Azucena Pinzón Palafox y Liliana Paola Pinzón Palafox, de San Mateo del Mar; Candelaria Eloísa Ramírez Velázquez, también acompañada de sus hijas: Ana Luisa Mendoza Ramírez y Guadalupe Mendoza Ramírez, de San Bartolomé de los Llanos; Francisca Díaz Ortega, de San Juan Cotzocón; Rosa Rosas González, Dominga Pascuala González, Rosa Martínez Rojas, Yatahli Otilia Rosas Sandoval y Victoria Otilia Sandoval Cruz, de San Andrés Chicahuaxtla; Alicia Molina Vásquez y Silvia Vera Bollo, de Yalálag; Melina Ildefonso Martínez acompañada de su hermana, Adriana Ildefonso Martínez, y su hijo, Boris de Jesús García Ildefonso, de Huautla de Jiménez; y, finalmente, Odilón Merino Morales, quien tejió un huipil con su tía, Ofelia Regina Victoria, en San Pedro Amuzgos.

Octubre 2023. Los nuevos huipiles para Malintzin se despliegan en la Sala Ixtle del MTO. No solamente se acompañan del tlāmachte:ntli, sino de otros dos fantásticos huipiles creados por Alejandro de Ávila y Noé Pinzón Palafox. Uno de ellos fue tejido para la Dra. María Isabel Grañén Porrúa, quien lo portó en abril de 2018 al recibir la distinción “Memoria del Mundo”, otorgada por la UNESCO a la Biblioteca Fray Francisco de Burgoa. El segundo fue tejido entre 2019 y 2020 y su diseño de jaguares resguardando al maíz se concibió en honor al maestro Toledo.

La inauguración de la exposición “Huipiles contemporáneos para Malintzin. Diálogos textiles desde Mesoamérica” el día 24 de octubre de 2023, da inicio en el claustro del Centro Cultural San Pablo con una presentación de Federico Navarrete en la que nos lee y comenta una sentida carta dirigida a Malintzin (disponible en: https://youtu.be/cmlpyJVsPrM?si=Zmu6Jw93koY1UdEk). Después, en el patio principal del Museo, cada participante de la exposición nos comenta de viva voz sus experiencias y mensajes plasmados en los huipiles que crearon. La sala nos recibe con un texto escrito por Yásnaya A. Gil, quien hiló finamente con fibras obtenidas en cada chat grupal y entrevista, para lograr un hilo resistente que captura la multiplicidad de ideas que convergen en este proyecto.

Tras una noche inolvidable, nos volvemos a reunir con las autoras y autores de estos huipiles; esta vez, en la Capilla del Rosario. El proyecto comenzó como un concurso en el que habría tres huipiles ocupando el primer lugar. Yásnaya, María Isabel, Federico, Alejandro y un servidor habíamos conversado frente a los huipiles recién creados. Nos resultaba imposible seleccionar y clasificar tan bellas prendas. Estos huipiles no están hechos para una venta común, sino que se pensaron para una mujer excepcional y, por lo tanto, nadie más que ella podría vestirlos. Todos los huipiles, además, se crearon en colectivo: cada uno es resultado de una suma de ideas, historias y presencias. Así pues, es la Dra. María Isabel quien comunica este mensaje al grupo y otorga un reconocimiento de palabra y económico a los ocho huipiles de la exposición; reconocimiento también otorgado por don Alfredo Harp Helú. Los huipiles se integran al acervo del MTO para que viajen a las comunidades que los vieron nacer. Así, el proyecto no termina: se irá enriqueciendo, porque la figura de Malintzin, como lo muestran numerosas danzas en distintos pueblos, sigue presente. Con esta acción queremos reivindicar la vida de una mujer que ha sido vilipendiada por la historia oficial de este país. Al mismo tiempo, aplaudimos el talento y la inventiva inagotable de las personas que resguardan, transmiten y recrean los conocimientos y prácticas textiles de Mesoamérica.


¡Bienvenido a Comala!

Vine a Comala porque me dijeron que acá
vivía mi padre,
un tal Pedro Páramo.

Juan Rulfo

Comala es ese lugar en el que los mexicanos conversamos con la memoria, las ánimas se conjugan, echan el chisme y encarnan la idiosincrasia viva de México.

Este año, en el Museo de la Filatelia de Oaxaca, hemos dedicado nuestra instalación-ofrenda de Día de Muertos a la memoria de Juan Rulfo y su obra maestra, Pedro Páramo, novela que se ha convertido en un emblema de la literatura mexicana en el mundo, además de estar impregnada de la atmósfera de esta fecha y el realismo mágico de las almas en pena.

El genio de Rulfo ha dejado una huella trascendental en las letras, la cultura y el arte de México, a tal punto que la filatelia le ha rendido homenaje en dos ocasiones con la emisión de dos timbres postales: uno en 1996 con su retrato, y otro en 2005 destinado a su obra Pedro Páramo.

Nuestra instalación-ofrenda conmemora estas emisiones al recrear escenas del universo de este gran escritor, donde podrás descubrir un Comala lleno de muertos, pero rebosante de vida. En esta representación, Juan Preciado llega al pueblo, don Fulgor está a punto de ser fusilado y Susana San Juan yace en su lecho de muerte; un lugar que recuerda al padre Rentería y al propio Pedro Páramo, de pie frente a su icónica Media Luna.

En esta actividad unimos la filatelia, la literatura y el arte para rendir homenaje a la festividad del Día de Muertos y a nuestros antepasados.

https://www.instagram.com/p/CzHyNDirAGW/


Primera Muerteada de Cuentos 2023

Fotografía: Adriana Rustrián.

“Contar hermosos cuentos de la mejor manera posible y desde nuestra identidad cultural” ha sido el lema de esta primera aventura artística.

Un elenco de veintiséis personas conformado por narradores, cantantes, músicos, bailarinas, presentadora y director artístico, hemos compartido nuestros talentos en la línea de voluntariado creativo que es característico de Seguimos Leyendo (programa de lectura y escritura de la FAHHO iniciado hace 16 años).

Queda demostrado con este evento que cualquier mediador de lectura puede narrar cuentos de manera exitosa frente a un público amplio y diverso, si cuenta con el acompañamiento literario y la dirección escénica y artística adecuados.

Seguimos Leyendo inaugura así, dentro de su oferta de capacitación continua, la formación y profesionalización en narración de cuentos. Y queda sembrada para los siguientes años como una tradición que conjunta literatura e identidad cultural, una Muerteada de Cuentos realizada por los lectores voluntarios de la FAHHO.

Estén atentos a la convocatoria del 2024. Este sueño fue posible gracias a la sinergia institucional de espacios mágicos como el Museo Infantil de Oaxaca y el Centro Cultural San Pablo, bajo la batuta de un
soñador: Emilio Lome, director artístico.


Telegramas secretos de la BIJC

Hay una famosa historia que gira alrededor de un telegrama misterioso que, no obstante, nadie ha visto. Es un relato que sacudió el orden jurídico de México y cobró la vida de nueve personas. Aquí te la contamos y para esto regresemos a la época en que sucedió.

En tiempos de Benito Juárez y Porfirio Díaz, el telégrafo era la vía más rápida de comunicación a distancia. Desde 1850 una primera línea conectó las ciudades de Veracruz y México, haciendo posible un veloz intercambio de mensajes. Durante el Porfiriato, la comunicación por telégrafo —cifrada para evitar los “pájaros en el alambre”— se volvió un instrumento de vigilancia social, como bien lo dejan ver los cientos de telegramas en el archivo de Porfirio Díaz.1 En la segunda mitad de la década de 1870, surgieron varias rebeliones contra el régimen del presidente. Sucedió un día, el 25 de junio de 1879, cuando en el río Papaloapan a la altura de Tlacotalpan estaban fondeados los vapores Independencia y Libertad, dos buques de guerra adquiridos en Inglaterra durante el gobierno de Benito Juárez. Ese día, el cañonero Libertad fue tomado por unos rebeldes desde tierra, mientras los oficiales estaban disfrutando de una función de la Gallina Ciega de Manuel Fernández Caballero, en el teatro local. El gobierno persiguió el barco rebelde por el río alcanzándolo en Veracruz. Consternado, el gobernador Luis Mier y Terán escribió un telegrama al presidente de la República.

Esa misma noche se recibió un telegrama de respuesta desde México y en este había un mensaje codificado que, según la tradición, decía “aprehendidos in fraganti, mátalos en caliente”. Más tarde fueron asesinadas nueve personas, acusadas de conspiración, sin derecho a réplica o defensa alguna. En su alegato, el general Mier y Terán dijo que él solo había recibido órdenes. Como prueba de ello, se dice que entregó el telegrama, el cual no se podía entender debido a que estaba en cifras, pero también entregó un libro de claves, para quien quisiera rectificar la traducción del mensaje recibido.

Después de ese terrible suceso el telegrama desapareció, en un intento de borrar aquella escena triste; sin embargo, no fue así y el tema desembocó en una controversia entre la Corte Suprema y el presidente sobre las facultades de la primera. El documento en su forma física, al parecer, ya no existe (y hay quienes dudan de su existencia), pero su esencia quedó marcada en la historia de México y en la vida de sus principales protagonistas.

En el mes de abril del 2023, se recibió en donación preliminar un pequeño fondo documental, otrora propiedad del general Luis Mier y Terán (1835-1894). Llegó como una donación del Sr. José Luis Acevedo Mascarua y la Sra. Valentina Pacheco Vásquez, el primero descendiente de Jesús Acevedo, abogado y gobernador interino de Oaxaca en 1929, quien había obtenido el pequeño archivo del general, luego de que Terán fuera nombrado en 1984 —a pesar de los acontecimientos trágicos en Veracruz— como gobernador de Oaxaca, donde había nacido. En su gobierno, el Lic. Jesús Acevedo fungió como su secretario general.

La colección abarca un periodo que va de 1876 a 1887 y está conformada principalmente por expedientes militares, listas de gastos, una caja rectangular con diversos documentos y hojas de periódico, así como un folder de color amarillo que contiene, entre otras cosas, telegramas en código con sus transcripciones y algunas cartas. Por un momento pensamos que el telegrama en cuestión podría encontrarse aquí, pero no es así. Sin embargo, los telegramas depositados en este fondo pueden ser una fuente valiosa de información para estudiosos del caso, debido a que datan del “26 de junio de 1879” (el día siguiente), y están firmados por Porfirio Díaz.

Entre los materiales de este pequeño fondo también se encuentran dos diccionarios telegráficos, impresos en el año de 1877, en la imprenta del gobierno de México, ambos con firma autógrafa del “General Luis Mier y Terán”. Este tipo de libros incluyen códigos utilizados en la correspondencia secreta, que fueron muy importantes para la comunicación entre Mier y Terán y Porfirio Díaz.

Agradecemos el donativo de este fondo que se encuentra en proceso de organización, digitalización y limpieza, esperando que pronto esté disponible para su consulta.

1 Desde 1978 en la Biblioteca Francisco Xavier Clavijero, Universidad Iberoamericana.


Vestigios y permanencia: 20 años

Fotografías: Acervo Adabi de México.

Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México ha cumplido veinte años de coadyuvar al rescate, conservación, organización y difusión del patrimonio documental de México en condiciones de vulnerabilidad. Para festejar este aniversario, Adabi volvió a reunirse, como en años anteriores, con sus amigos y colegas en la capilla del Colegio de San Ignacio de Loyola Vizcaínas.

Las palabras de bienvenida al evento estuvieron a cargo de la directora de Adabi, la doctora Stella María González Cicero, quien condensó la labor de la asociación realizada a lo largo de veinte años en la frase: “Todo es medible en kilómetros de documentos y libros o en unidades documentales”. También mencionó que dos décadas de trabajo merecían una reflexión, la cual cristalizó en la idea de seguir trabajando para conservar los logros y superar los nuevos retos. El trabajo a destacar para el futuro inmediato será la promoción, entre estudiantes e investigadores, de los resultados de esas dos décadas de actividades.

Tras agradecer a los invitados por participar en los conversatorios, la directora de Adabi reafirmó el reconocimiento del apoyo y confianza depositadas en la Asociación por el contador público don Alfredo Harp y la doctora María Isabel Grañén, “por todos estos años que nos han permitido constituirnos, crecer y fructificar en beneficio de un México mejor”.

La celebración del vigésimo aniversario continuó con la presentación de dos conversatorios denominados “Adabi, 20 años trabajando en el territorio de la memoria de México” y “El futuro de Adabi en la memoria de México”. En donde los participantes destacaron, en primera instancia, la importancia de la organización del patrimonio documental, así como la relevancia del apoyo de Adabi en distintas áreas de oportunidad, desde el rescate de archivos y bibliotecas hasta el impacto en el trabajo de los investigadores y la capacitación de personal. La doctora Valero de García Lascuráin subrayó que, en un país en donde existe una “dialéctica incomprensible” de presumir el patrimonio histórico a la par que prevalece el descuido, la aparición de Adabi fue un “momento virtuoso” para la herencia documental de México (Video disponible en: https://youtu.be/9PeTPyiof44?si=KxvOUJg5doaGu_Rh).

El segundo conversatorio tuvo como eje principal la visualización de posibles áreas de oportunidad de Adabi, por lo que las conversadoras coincidieron en diferentes retos: creación de alianzas interinstitucionales, especialización de la capacitación y de la atención, vinculación social a través de la socialización de los conocimientos, digitalización para evitar la pérdida de materiales difíciles de maniobrar, sustentabilidad y el establecimiento de políticas, procesos y procedimientos en diferentes áreas y niveles de acción. La maestra Alicia Barnard Amozorrutia, que representó a la perspectiva tecnológica, recalcó la necesidad de atender tanto a lo digital como al papel, insistiendo en que todo el trabajo tiene que responder a políticas, procesos y procedimientos para que la información pueda ser recuperada (Video disponible en: https://youtu.be.KgQPeCO6J7E?si=f0mOkZw0Yy6Zjj93).

Para amenizar la ceremonia se presentó un intermedio musical a cargo de Adán D´ Jesús, especialista en fagotes históricos y director de la Schola Cantorum del Seminario Conciliar de México, acompañado de Benjamín Paredes Aponte, organista titular y custodio del órgano monumental de la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe, quienes interpretaron los Versos del segundo tono de José Antonio Gómez y Olguín (1805-1876), partitura procedente del Archivo Histórico del Colegio de Vizcaínas, seguido del Preludio de la Suite número 4 de Johann Sebastian Bach (1685- 1750) y la Sonata sopra La Monica, de Philipp Friedrich Böddecker (1615-1683). Esta intervención culminó con ocho pequeñas piezas musicales.

Para concluir el evento hicieron uso de la voz la presidenta de Adabi, la doctora María Isabel Grañén Porrúa, y don Alfredo Harp Helú, presidente honorario vitalicio de la Fundación que lleva su nombre. En su alocución, la doctora Grañén afirmó que la creación de Adabi hace dos décadas era una necesidad del país, para lo que “la vida nos marcó la pauta”, y, conforme han transcurrido los años, la asociación ha respondido a los requerimientos más importantes para salvaguardar la memoria escrita de México con personal profesional que labora bajo un código de ética. “Han transcurrido dos décadas de retos y alegrías”, afirmó la presidenta de Adabi. Por su parte, don Alfredo Harp Helú mencionó que el camino es “seguir trabajando por la memoria de México” y, en relación con los comentarios realizados en el segundo conversatorio, acotó la importancia de aprovechar más a la inteligencia artificial, en vez de temerla.


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