EDITORIAL

Fuente de los sapos, BS Biblioteca Infantil y Juvenil de Oaxaca.

En este número del Boletín FAHHO tenemos la alegría de festejar los quince años del Programa Seguimos Leyendo y el 25 aniversario de la Librería Grañén Porrúa. También nos congratula la mención honorífica del Premio Antonio García Cubas, 2024, al mérito editorial, otorgada al libro La dulce tinta de Al-Jawater / Las ideas, primera edición bajo el sello de la Librería Grañén Porrúa. Por otro lado, dedicamos unas líneas al quinto aniversario luctuoso de Francisco Toledo, importante artista plástico y entrañable amigo de la Fundación.

Asimismo, continuamos con el festejo de aniversario de la Biblioteca Francisco de Burgoa, señalando la importancia de este recinto y de los libros que resguarda. Además, leeremos acerca del papel que Adabi de México ha desempeñado en la custodia de la documentación histórica del país, así como del compromiso que la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova tiene con el acceso a la información.

Por otra parte, podemos reflexionar acerca de las relaciones del grabado con la historia más remota de la humanidad; considerar la cultura como un telar en donde se entretejen diferentes saberes y tradiciones textiles, como las de Perú y México; pensar cómo nuestros gustos gastronómicos son también un legado; reflexionar sobre la interpretación desde las interacciones entre las culturas sorda y oyente. Respecto a la naturaleza, se insiste en la belleza de las aves y su lugar en las culturas a partir de su canto; el manejo integral del suelo y el agua como una emergencia actual; la mezcla de la tierra y el agua para dar lugar a la tradición alfarera de Santa María Atzompa. En el ámbito deportivo, dos notas nos hablan de cómo los Diablos Rojos tienen uno de sus mejores años, mientras que los Guerreros de Oaxaca lideran los cuadrangulares en la LMB 2024.

En esta emisión queremos reconocer y felicitar la importante labor y las hazañas que día con día se llevan a cabo en cada una de nuestras instituciones, siempre en beneficio de México.


Nota de felicitación: 25 años de la librería

Fotografía: Acervo Librería Grañén Porrúa

Durante veinticinco años, la casa con el número 104 ubicada sobre la calle Macedonio Alcalá en el centro de la ciudad de Oaxaca, ha albergado hermosos muebles de cedro, azulejos multicolores y libros, cientos de libros1. En el curso de veinticinco años han desfilado por este espacio gerentes, libreros, contadores, administradores, promotores de lectura, poetas, artistas visuales… Y cada una de estas personas, abonando con su esfuerzo y dedicación, han hecho posible un sueño: que el hábito y el amor por la lectura se propaguen entre las y los oaxaqueños.

A lo largo de veinticinco años este inmueble ha sido hogar de fervientes lectoras y de animosos lectores, como reza su lema, de bibliófilos oaxaqueños, pero también ha servido como trampolín para nuevos lectores que aquí encontraron su lectura favorita; infancias que descubrieron tesoros bien acomodados en el tambor, o para enamorados que entraron de prisa buscando el mejor regalo.

La casa de Macedonio Alcalá 104 ha sido cobijo, descubrimiento, trabajo, paciencia, aprendizajes, pero, sobre todo, una enseñanza de cómo compartir: compartir el tiempo de vida, las lecturas, la comida, las fiestas, los reconocimientos, las felicitaciones. Agradezco mucho que este aniversario nos agarre aquí, a cada una de las personas involucradas con hacer que esta librería avance y se sostenga: felicidades y gracias a los compañeros de la tienda. También un agradecimiento a los cómplices de talleres, conciertos, lecturas callejeras, presentaciones de libros. Felicidades, finalmente, a la Dra. María Isabel Grañén Porrúa y a don Alfredo Harp Helú por tenerle fe a este proyecto: este 23 de octubre cumple 25 años la librería que soñaron hace mucho tiempo, ¡enhorabuena!


Premio Antonio García Cubas al mejor libro y labor editorial, 2024

Premio Antonio García Cubas

El mérito de un libro está en manos de los lectores, ellos son los beneficiarios. Sin embargo, alguien dijo en algún momento “si te centras en encontrar al público adecuado para escribir tu libro, nunca terminarás”. Y así, el autor hace primero un recorrido en solitario, dejando constancia por escrito de todo aquello que leyó, imaginó, reescribió…, para obtener un manuscrito que apenas iniciará su camino. El lector, al otro lado, espera, paciente, el resultado.

A inicios de este año estaba terminando de editarse el primer libro que se publicaría bajo el sello editorial de la Librería Grañén Porrúa: La dulce tinta de Al-Jawater / Las ideas. Familia Helú Atta, libaneses de México, de la doctora María Isabel Grañén Porrúa, resultado de un gran trabajo de investigación, así como de una importante labor editorial coordinada por la propia autora. En compañía de un equipo que supo hacer despegar esta obra, el pasado 8 de agosto obtuvo mención honorífica en la categoría “obra de divulgación”, en el vigésimo sexto premio Antonio García Cubas, al mejor libro y labor editorial en el ámbito de la Antropología y la Historia, otorgado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, cuya ceremonia se realizó en el marco de la trigésimo quinta Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia.

Desde 1998, la Secretaría de Cultura y el INAH reconocen la excelencia editorial en las disciplinas de las ciencias antropológicas, históricas y humanas en México. Las categorías por premiar son: obra científica, obra de divulgación, libro de texto escolar, obra infantil, obra juvenil, libro de arte, novela histórica, libro electrónico científico, libro electrónico de divulgación, edición facsimilar y catálogo.

“A quienes estamos aquí nos define un denominador común: ¡Amamos los libros!”, fueron las palabras de Beatriz Quintanar, coordinadora nacional de Difusión del INAH, integrante del presídium, las cuales, sin duda, llegaron al corazón de cada uno de los presentes, listos para recibir un reconocimiento que visibiliza ese trabajo que, aunque resumido por medio de la mención en la página legal de toda obra, conlleva horas de una ardua labor cuyo sentido descansa en ese amor incondicional a las letras.

Muchas felicidades a la doctora María Isabel Grañén y al equipo editorial que estuvo detrás de la manufactura de tan bello libro, y felicidades a la Librería Grañén Porrúa que recibe este regalo en su veinticinco aniversario. ¡Enhorabuena!

Libro La Dulce Tinta de Al-Jawater / Las Ideas

Guerreros: Líder de cuadrangulares en la LMB 2024

Fotografía: Acervo de Guerreros de Oaxaca

Guerreros de Oaxaca se caracterizó desde el primer día de la temporada regular por ser un equipo que tenía T.N.T., lo que dio como resultado el liderato máximo en la categoría de cuadrangulares en colectivo durante la campaña 2024 de la Liga Mexicana de Beisbol. El equipo bélico disparó un total de 142 cuadrangulares colectivamente en todo el año.

Este es el tercer mejor año en cuadrangulares alcanzados en equipo durante la historia del club, años entre los cuales destacan los resultados obtenidos en 2019, cuando el equipo conectó un total de 176 jonrones, siendo el norteamericano Alonzo Harris quien conectó 39 cuadrangulares y obtuvo el galardón del “Jugador más valioso” por tan grande campaña.

El segundo año con más cuadrangulares del equipo fue en el 2000, cuando el Almirante Nelson Barrera se destacó por ser el jugador con más “bambinazos” en todo el año: 23, para ser exactos. Sin embargo, ese año Guerreros no fue el líder de cuadrangulares en la LMB.

Este 2024, la tropa zapoteca empató su tercer año con más cuadrangulares en la historia con 142, la misma cantidad que había conectado en 2013. Ese año el Bárbaro de la Habana Cañizares fue el bélico que disparó más jonrones; un total de veintinueve bombazos.

Ahora, el equipo que comandó Luis Carlos Rivera este año se proclamó, por primera vez en la historia del equipo oaxaqueño, como el líder absoluto en cuadrangulares conectados en toda la liga. Dentro del club, el norteamericano Kyle Martin se colocó a la cabeza con un total de veintiún cuadrangulares, enseguida el dominicano Jerar Encarnación con diecinueve, mientras Alexi Amarista, Roberto Ramos y José Carlos Ureña aportaron cada uno quince estacazos. Estos fueron los peloteros que más jonrones anotaron. Sin embargo, Jerar Encarnación no terminó la temporada con los Guerreros de Oaxaca, ya que obtuvo la firma con los Gigantes de San Francisco en el mes de mayo.

Con esto, la tribu bélica demuestra el gran poder ofensivo con el que cuenta cada temporada, puesto que se ha posicionado como uno de los clubes con más jonrones y carreras producidas cada año.


Los mejores Diablos Rojos de la historia

Fotografía: Acervo de los Diablos Rojos del México

Aunque el título de la nota pudiera parecer exagerado, la temporada regular de los Diablos Rojos de 2024 ha resultado un éxito rotundo, al grado de que se quedaron cerca de ganar el 80 por ciento de sus juegos, con un registro de 71 triunfos y 19 derrotas, estableciendo un porcentaje de victoria de .789, algo nunca visto en un calendario programado de al menos noventa encuentros.

Los Rojos fueron capaces de mantener un paso avasallador durante la campaña, después de un espectacular inicio de año al vencer, en un par de juegos de exhibición, a los Yanquis de Nueva York. Esto logró sumar siete victorias consecutivas desde el duelo inaugural, imponiendo una marca para el club en sus 84 años de existencia.

Con el aporte indiscutible de Robinson Canó, campeón de bateo, y Trevor Bauer, monarca de juegos ganados y de ponches, el gran éxito del equipo escarlata radicó en un auténtico juego de conjunto, en donde cada pelotero supo entender su función y la ejerció cumpliendo con los estándares esperados. En un roster plagado de estrellas, los Diablos no dependieron de nadie para conseguir sus victorias y cada día hubo un héroe distinto.

Fotografía: Acervo de los Diablos Rojos del México

De manera colectiva, los Rojos del México ocuparon el primer lugar de bateo y el segundo de picheo, balance que no se veía desde el 2015, cuando el equipo fue el líder a la ofensiva y el tercero mejor desde la loma de la serpentina. Es imperativo subrayar que en lo que a los lanzadores se refiere, el staff de brazos comandado por Roberto Espinoza peleó hasta el último juego de la temporada por la primera posición, algo que no han obtenido los multicampeones desde la década de 1970, cuando la estadística comenzó a realizarse oficialmente. La diferencia con los Toros de Tijuana, líderes en 2024, fue de apenas dos centésimas.

Se sabe que la postemporada es una historia aparte, para la que no contamos con una bola de cristal que nos permita predecir el futuro; lo cierto es que la afición de la Pandilla Escarlata vivió una temporada extraordinaria, de esas que suceden cada treinta o sesenta años y que cobran mayor valor conforme el tiempo corre y los recuerdos no se borran de ese cofre dorado que llamamos memoria.

Grandes números en campaña regular no son garantía de campeonato, sin embargo, a unas semanas de que se cumplan diez años del título más reciente, no se puede pasar por alto el equipo que se armó y los múltiples blasones obtenidos a sangre y fuego. Con los playoffs a punto de terminar, nos hemos llenado de suspenso, drama y mucha emoción. La afición está ilusionada y el equipo se encuentra dando una importante batalla.

Como un profeta, Lorenzo Bundy prometió que ni él ni su equipo se cansarían de ganar, y el mánager de los mejores Diablos Rojos de todos los tiempos ha tenido la razón.


Cinco años sin el Maestro Toledo

Fotografía: Acervo de Comunicación FAHHO

Binebia’ya la, beedxe que. Yanna ma canazá Chico Toledo ra nabeza irá ca binniguláza stínu, luguiá ti bi, ne neza pe nuu ca bido’ xhiiñi’ Záa.
Lo conocí, aquel tan brillante. Ahora Chico Toledo vive con nuestros seres divinos; vuela sobre el viento con dioses de la gran Nube.
Manuel Matus Manzo

Francisco Benjamín López Toledo, Francisco Toledo, cuánta falta nos haces. Tu ausencia resuena en las paredes de los museos, las galerías, las salas del IAGO, en las calles del centro de Oaxaca, tu terruño. El 5 de septiembre se cumple un lustro de tu partida, pero en Oaxaca te recordamos con cariño.

Rejas en el CCSP obra de Francisco Toledo.
Fotografías: Acervo de Comunicación FAHHO

Tu labor por las lenguas oaxaqueñas, la preservación del patrimonio cultural y documental, tu arte y mano inmortalizados en algunos rincones de diversos espacios culturales –como el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, el Centro de las Artes de San Agustín, el Taller Arte Papel Oaxaca, Cinema El Pochote, el Jardín Etnobotánico, el imponente exconvento de Santo Domingo, la Biblioteca Francisco de Burgoa, entre muchos otros– son la huella que dejaste en este mundo, por el que mostraste una profunda preocupación en tu lucha por el cuidado del medio ambiente. En los espacios de la Fundación, los colaboradores y el público que asiste a estos lugares disfrutan y agradecen “el toque Toledo” que podemos encontrar en algunos de ellos: Las rejas de la entrada al Centro Cultural San Pablo, de la Casa Independencia, las que se encuentran en el patio del Museo Infantil de Oaxaca, las del Estadio Alfredo Harp Helú en la Ciudad de México y la fuente de los sapos de la BS Biblioteca Infantil y Juvenil de Oaxaca. Tu huella quedó grabada incluso en el alma de los artistas, escritores y visitantes que han encontrado en tu obra –que vivirá por siempre– una inspiración, una respuesta a alguna pregunta, un color o trazo que ellos mismos habrían querido manifestar. Así eras, Toledo: ubicándote en el detalle menos imaginado y más cotidiano, haciéndonos apreciar la belleza de lo simple.

Las rejas en el Estadio Alfredo Harp Helú, obra de Francisco Toledo.
Fotografías: Acervo de Comunicación FAHHO

Cinco años han pasado desde tu partida, Toledo, pero sin duda en este plano seguiremos honrando tu memoria con una profunda admiración por todo lo que nos legaste.


Dibujar es pensar

Fotografía: Maestro Toledo realizando un grabado en una placa que contiene su retrato.

De hecho, dibujar es observar el momento en que un pensamiento se traduce a sí mismo como imagen. En las dos exposiciones sobre gráfica que ha presentado este verano el Centro Cultural San Pablo, el punto de partida es el dibujo. Delimitar con una línea o una marca tiene un significado muy antiguo: hace decenas de miles de años, cuando los seres humanos empezaban a construir la mente de la que depende su experiencia, cuando todavía eran ciervos, lobos, osos, aves…; representar apareció como una forma de comprender, de aceptar ser afectado por lo que se observa.

Mirar, entonces, constituye un proceso biológico, pero también un artefacto histórico y contingente. Por ello, la acción de dibujar conserva un aspecto ritual de conjunción entre los seres humanos y el mundo. Quizá por eso la vieja fascinación por el dibujo y la pintura que representan con mayor verosimilitud lo que se observa.1

Fotografía: Maestro Toledo realizando un grabado en el taller de Fernando Sandoval.

Una línea, una mancha sobre la hoja en blanco, un rayón, una marca, como una palabra, o un pensamiento, son también metáforas de delimitar lo continuo, lo que no tiene principio ni fin. Y, en ese sentido, dibujar alude al único evento sagrado; quizá por ello la fascinación por la distorsión que ocurre en la manera natural de dibujar; como quien produce una variación en una sinfonía o en un rezo antiguo, como el brote de una pequeña rama en un árbol joven, o los cientos de veces en que es necesario volver a empezar un ritual para hacerlo bien.

Por otra parte, dibujar es también construir algo que sea visible y, por ello, es una actividad que corresponde al ámbito del simulacro, de la puesta en escena, de la enacción; pues la mirada es el más engañoso de los sentidos.2

Rodolfo Nieto. Cabra azul. Serigrafía. 105 x 75 cm. 1973

Es por ello que las dos exposiciones de gráfica en San Pablo son tan importantes: en ambas es posible apreciar obras de autores conscientes del aspecto ritual y metafísico de dibujar. Sergio Hernández realizó una imagen de Cristo resistiendo la tenebrosa y densa presencia de monstruos, extraños demonios y otros seres de pesadilla que habitan el espacio, aunque no puedan verse normalmente. Mundos abigarrados de íncubos, endriagos, vestiglos y demás seres invisibles remiten a los grabados de Julio Ruelas; pero en esta obra de Sergio Hernández los seres que acompañan a Cristo, de alguna manera, parecen estar relacionados con el sueño y la memoria.

La placa metálica, la piedra para litografía, el papel en blanco o el lienzo, aparentemente, están vacíos al iniciar una obra; sin embargo, ese vacío, como el mundo en general, tiene como esencia la superabundancia; está poblado de seres incorpóreos. De hecho, la imagen de esos seres no pertenece desde el principio a la vida de los humanos, esa imagen debe ser lograda por alguien para que pueda encontrarse en condiciones de representar, de constituir, mediante el ritual del dibujo, un simulacro observable.

Sergio Hernández. Cristo. Aguatinta y aguafuerte. 105 x 75 cm. 2015

Según Walter Benjamin,3 el dibujo puede funcionar como boceto de un estado previo o puede ser una obra completa, pero siempre implica movimiento y espontaneidad. En las exposiciones en San Pablo esa condición se encuentra también en la obra gráfica gracias al talento de los impresores y a su relación con los artistas, pues ambos talleres supieron propiciar un ambiente adecuado para que los artistas sintieran la confianza de explorar nuevas formas en su propio trabajo.

De esta manera, las exposiciones del Taller de Fernando Sandoval y del Archivo Kyron son una revisión sobre la mejor tradición gráfica en México; incluyen obras de Raúl Anguiano, Rufino Tamayo, Leonora Carrington, Francisco Corzas, José Luis Cuevas, Rodolfo Nieto, Francisco Toledo, Rodolfo Morales, Sergio Hernández, Dr. Lakra, y otros importantes artistas. Ambas exposiciones contribuyen a pensar sobre el futuro de la gráfica en nuestro país, así como a renovar la representación en tanto búsqueda de sentido al mismo tiempo ritual y colectivo.

1.Ernst H. Gombrich. La preferencia por lo primitivo. Episodios de la historia del gusto y el arte de Occidente. Phaidon. Barcelona. 2011
2.“No se salva quien se arrepiente, se salva quien conoce, quien sabe ver”. Roberto Calasso. El cazador celeste. Anagrama. Barcelona. 2020
3.Walter Benjamin. La pintura y el arte del grabado. Harvard University Press, Cambridge. 1996


15 años de leer junto a otros

“Leer junto a otros es leer para uno mismo y también para quienes nos acompañan. Hoy en día, generalmente la lectura es un acto privado y silencioso, pero cuando dedicamos un tiempo para leer en voz alta con niños y jóvenes estamos compartiendo con ellos no solo creaciones literarias, sino también ideas y emociones”.

Estas son las palabras del maestro Sergio Andricaín al describir la labor de los lectores voluntarios del programa Seguimos Leyendo de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, que este mes de septiembre cumple quince años de llevar la lectura y el diálogo a las infancias, las juventudes y los adultos mayores.

Gracias al financiamiento que otorga la FAHHO y al altruismo de las 120 almas que regalan a los usuarios del programa una hora de su vida, nuestra comunidad se ha extendido a diversos espacios que son beneficiados por este proyecto (véase listado en www.seguimosleyendo.org).

Cuando alguien se integra como lector lo hace con la intención de dar algo al mundo que contribuya a hacerlo más habitable. Bajo esta premisa, logramos concentrar algunos testimonios de nuestros lectores voluntarios:

[Seguimos Leyendo] marca un antes y un después en mi historia. Encontré en la promoción de la literatura infantil y juvenil el punto de arranque hacia una nueva vida.
Karla Undiano

Seguimos leyendo es una hermosa red de promotores que comparte voces, aventuras e historias con nuestros escuchas; pero también encontramos amigos sinceros con los que transformamos esta pasión llamada literatura.
Talia Vargas

Tras jubilarme, me encontraba en una disyuntiva sobre mi futuro. Una amiga bibliotecaria me comentó que necesitaban lectores voluntarios en una escuela. Pasaron siete años desde entonces, y cada martes es como si fuera mi primer día.
Víctor Echeverría Oliveros

Actividades de lectura en el Centro Cultural San Pablo. Fotografías: Acervo Seguimos Leyendo

Ser lectora voluntaria, para mí, va más allá de pararte frente a un grupo de personas y darle voz a los personajes de un libro: es llevar parte de tu esencia, dejar un pedacito de ti a tus escuchas.
Berenice Huerta Escamilla

Lo más significativo es ver los rostros de emoción de las infancias, cuando llego preparada con las nuevas historias, semana tras semana. Estoy muy contenta de que gracias a este voluntariado he vuelto a ser niña: he jugado, reído, creado, explorado, cantado y transmitido lo mágico de la lectura.
Liliana Ruíz Ventura

Durante once años he acompañado a Seguimos Leyendo, he compartido lecturas en muchos espacios y para lograrlo me he capacitado, y así conocí a importantes escritores. He llegado a tener grandes amigos lectores y una gran alegría para compartir.
José Eleazar López Castillejos


15 años de lecturas y aprendizajes

Fotografía: Acervo Seguimos Leyendo

Pasan muchas cosas cuando uno decide emprender la aventura literaria. No solo es leer para otros, sino aprender cómo hacerlo y, a lo largo de estos quince años, Seguimos Leyendo ha implementado, con el aval de la Universidad La Salle Oaxaca, programas de formación mediante diversos diplomados como Promoción de la Literatura Infantil y Juvenil, Cultura Escrita y Adolescencia, Primera Infancia y, el más reciente, Cultura de Paz.

Los diplomados dotan al lector de antecedentes, conceptos, tendencias y acciones estratégicas que les permiten incidir como mediadores en diversas poblaciones, esto propicia un crecimiento humano y profesional. La FAHHO ha otorgado becas del 100 % a más de 900 personas que han participado en los diplomados, los cuales han reunido a estudiantes y docentes de siete países del planeta.

Fotografía: Acervo Seguimos Leyendo

Los testimonios de algunos docentes de los diplomados nos permiten conocer la experiencia:

He sido parte cariñosa del proyecto y participo en los diplomados. Estos proyectos que durante años han organizado desde la FAHHO tienen como características principales la empatía, la inclusión, la lectura, las tertulias, los diálogos horizontales. ¿Qué más se puede pedir? Los quiero y me encanta ser parte activa de estos proyectos.
Aline de la Macorra

Como profesor de los diplomados de la FAHHO, llegué con la certeza de que me enfrentaría a unos alumnos ansiosos por hacer de su país un lugar mejor; a través de las pantallas he visto esa ilusión sincera, y cada gesto, cada sonrisa, cada pregunta me llenan de fuerza, por eso suelo entregarles ese mundo de la lectura que ellos y yo amamos. Sí, Oaxaca fue el escenario de un encuentro maravilloso con los latinoamericanos que mejor te acarician con su palabra. Quiero volver allí, volveré, pero entre tanto los sigo viendo por las pantallas con sus intervenciones francas y transformadoras. Amo este diplomado, mi agenda siempre ha estado para atenderlo con el cariño colombiano que es afín al de esos alumnos de ensueño.
Luis Bernardo Yepes Osorio

Fotografías: Acervo Seguimos Leyendo

A continuación, enunciamos algunas de las líneas de trabajo del programa, buscando sinergias institucionales con el Museo Infantil de Oaxaca, el Museo de la Filatelia de Oaxaca, el Centro Cultural San Pablo, la Fonoteca Juan León Mariscal, entre otras instituciones:

Escritura
Es un eje siempre presente. Dentro de los diplomados se propician momentos para ello, al punto en que se han realizado dos antologías con los textos de sus participantes: Élitros, el canto del silencio absoluto y Élitros, para hablar se hizo la voz. Cabe destacar que un grupo de lectores voluntarios encontró en el programa Seguimos Leyendo el impulso para hacerse cargo de su propio desarrollo como escritores, teniendo como resultado la creación de Malicia literaria, una antología de cuentos.

Radio
En coordinación con CORTV Radio emprendimos el proyecto Cazacuentos, donde se grabaron más de setenta historias y se adaptaron dos novelas: La hija de Oaxaca y Fahrenheit 451, proyectos que fueron narrados por los lectores voluntarios.

Festival para la primera infancia
A partir de 2019 los lectores voluntarios tuvieron la posibilidad de participar en esta convocatoria, cuyo objetivo fue formar especialistas en la impartición de talleres dirigidos a las infancias de 0 a 6 años, con la guía de la maestra Eva Janovitz.

Lecturas callejeras
Ha logrado consolidarse como un foro abierto –todos los jueves a las 17 h– para quienes pasean por el andador turístico y gusten compartir lecturas en voz alta, así como para los que buscan dar a conocer sus creaciones literarias.

Cucharadas de poesía
Es uno de los pocos espacios en la ciudad dedicado especialmente a leer y conversar
sobre poesía; un lugar de libre expresión para los apasionados de este género literario. Esta actividad se realiza los martes a las 11:30 h.

Booktuber, ópera para jóvenes, comparsa y muerteada literaria, posada literaria.
Todas estas acciones son posibles gracias a la decidida participación de los voluntarios y de sus familias, que se han ido sumando a las tradiciones. Hemos innovado por medio del programa de booktubers, así como con el de ópera, el cual emprendimos en colaboración con la Fonoteca Juan León Mariscal.

Fotografías: Acervo Seguimos Leyendo

Un pilar para el desarrollo y consolidación del voluntariado son los líderes operativos, Miguel Sifuentes y Gabriela Rubielas, para quienes formar parte de Seguimos Leyendo significa:

Me atrevo a confirmar que el trabajo con los lectores voluntarios tiene una perspectiva horizontal y sumadora de experiencias, de intercambio entre quien escucha y quien comparte. Las virtudes han venido evolucionando en esta labor que involucra pasión y amor, lo que motiva a la innovación y creatividad, mezclas perfectas para los procesos ineludibles de una enseñanza-aprendizaje de calidad y calidez humana. Ser dirigente de este contingente es un reto que nos invita a diseñar estrategias y actividades de interés y vanguardia.
Miguel Sifuentes

Ser coordinadora significa ser una provocadora de encuentros entre las personas y los libros, es tejer con cariño y calidez una red de lectores que como juglares comparten con gusto el amor hacia la lectura. Se requiere compromiso, esfuerzo, creatividad y amor hacia el trabajo que realizamos a favor de las infancias, las juventudes, los adultos mayores y los lectores. En cada uno de los espacios de lectura se identifican necesidades y retos que nos sugieren seguir formándonos para mejorar y transformarlas prácticas lectoras.
Gabriela Rubielas

https://seguimosleyendo.org/compo-nent/k2/item/656-elitros-presentacion

https://seguimosleyendo.org/radio/los-cazacuentosa


Un último libro

Una novela síntesis, testamentaria, a disparos de vaquero: Espía de la primera persona. La escribe el actor, dramaturgo, guionista, novelista y personaje mítico norteamericano Sam Shepard, y es su última obra escrita meses antes de fallecer, en 2017; fue publicada a fines de 2023. Llegó pronto a las librerías de Oaxaca, la adquirí en la Grañén Porrúa el jueves 4 de julio. La leí la misma noche luego de una siesta por la tarde, que es el mejor método de lectura. Hace mucho que no lograba una lectura de cien páginas de una sola sentada. Tiene que ver con la obra y el personaje. Se me hacía familiar, un héroe, un personaje del Oeste norteamericano. En la medida de sus últimos días la obra fue tomando vida.

Una librería es un servicio para abrir los ojos y ponerse alerta en los días y las mañanas, o en las tardes de lluvia para caminar y procurar que las páginas sean parte de uno, sin dejar que se mojen. Son días de huracanes y derrumbes carreteros, de inundaciones. Son días de lectura, como de poner semillas a la tierra. Las novedades están allí.

Por segunda vez había visto la película Camino al infierno, donde Shepard es el sheriff en el Purgatorio, un personaje central. Tal vez por eso leí Espía de la primera persona como un disparo. Esta, su última obra, había nacido en 1942. Cada página es relampagueante, cada fragmento, cada línea son disparos. Es un poema de honor y despedida, de un clamor distinguido. La fugacidad de la existencia recontada: un hombre mira a otro desde el extremo contrario, sentado al lado opuesto de la calle en una mecedora. Es una última mirada al mundo, si es así, la vida es un poema.

Al pagar en la caja solicito una bolsa para mis libros, me dicen que en octubre la Librería Grañén Porrúa cumplirá veinticinco años de haber abierto sus puertas en Oaxaca y que entonces emitirán bolsas especiales, como en años anteriores. Por el nombre recuerdo que en el centro de la Ciudad de México, en la calle Donceles, está Porrúa Hermanos; otra se encuentra frente a Bellas Artes, en Av. Juárez, y una más sobre 5 de Mayo. Es decir, el nombre está ligado a la historia del libro moderno en el país, ligado a la lectura y los lectores; en todas he andado más de una vez.

Así como ahora, durante todos estos años he acudido a la Grañén Porrúa, en Oaxaca, sea por algo de Borges, José Emilio Pacheco, Rulfo, libros infantiles; de todo he visto; tantas novedades entonces como ahora. En 2006 adquirí, tal vez, unos diez ejemplares de aniversario del Quijote para obsequiarles a maestros de la Escuela de Bellas Artes de la UABJO, mientras era director; me parece que cada ejemplar valía 90 pesos y era el 15 de mayo.

Libros, libros… Obras universales, literatura latinoamericana y mexicana, así como oaxaqueña he encontrado en la Grañén, y ahora que cumple sus veinticinco años, es de celebrarse esta ocasión. Leer, caminar, platicar, comer, se conjuntan. Dice Shepard: “Por las mañanas desayuno en un garito mexicano. Enchiladas. Queso y huevos. Chile verde”.

Espía de la primera persona fue, pues, el último libro de un artista en el mejor sentido de la vida. Cuánto me gustaría haberlo encontrado en la Grañén Porrúa una tarde de lluvia, aunque sí encontré su obra. Y por ello celebro estos recientes veinticinco años de lecturas. En Oaxaca hubo un dios del sueño, un dios de la palabra, que aún sale a caminar por el Andador en tardes de lluvia, y solo busca comprobar que el libro siga siendo vida.


30 aniversario de la Biblioteca Burgoa

La Biblioteca Francisco de Burgoa es un tesoro de conocimiento al servicio de la comunidad. Con gran orgullo y alegría nos unimos a la celebración del 30 aniversario de este recinto, un pilar fundamental de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca y un referente cultural de la región.

A lo largo de tres décadas, la Biblioteca Burgoa ha sido un faro de conocimiento y aprendizaje para miles de estudiantes, docentes, investigadores y miembros de la comunidad. Sus vastos acervos bibliográficos, hemerográficos y documentales han nutrido mentes, impulsado la investigación y preservado la memoria histórica de Oaxaca.

Más que un espacio físico, la Biblioteca Fray Francisco de Burgoa se ha convertido en un punto de encuentro y diálogo. En sus salas se han gestado innumerables proyectos, se han forjado ideas y estrechado lazos entre personas de diversos orígenes y disciplinas.

Fotografía: Acervo de la Biblioteca Francisco de Burgoa

En este año tan especial, reconocemos la invaluable labor del personal de la Biblioteca, quienes con su dedicación y profesionalismo han hecho posible que este espacio sea un verdadero oasis de conocimiento. Agradecemos su compromiso con la preservación del patrimonio cultural y con la formación de las nuevas generaciones.

En el marco de su 30 aniversario, este espacio se renueva y se proyecta hacia el futuro con nuevos bríos. Con la implementación de tecnologías innovadoras y la ampliación de sus servicios, la Burgoa busca seguir siendo un referente en el ámbito académico y cultural de Oaxaca.

¡Felicidades a la Biblioteca Francisco de Burgoa por sus treinta años de fructífera labor! Que continúe siendo un lugar de encuentro y un motor de desarrollo para nuestra comunidad.


Las substancias del texto y los testigos de los libros

En 2014, cuando por primera vez la Dra. María Isabel Grañén me invitó a explorar la colección de la Biblioteca Francisco de Burgoa, me di cuenta de que muchos de los libros de la colección estaban repletos de agujeros de gusano. Los libros llegaron así a la sede que actualmente los alberga. Estos hoyos fueron los nidos de insectos que se incubaron y se alimentaron dentro de ellos. Desde entonces he regresado con frecuencia a Oaxaca para visitar estos materiales tan extraordinarios. Como artista plástica miro estos libros con asombro. Si bien ya han sido desempolvados, no se pueden restaurar para que sean leídos convencionalmente, pero sí se pueden leer con otro tipo de sensibilidad.

En lugar de considerarlos como libros dañados, sus hermosas páginas se han convertido en una invitación para confirmar que la transformación de la materia es inevitable. Una pregunta que estos libros nos incitan a plantearnos es cómo podemos reimaginar la lectura de libros con túneles de larvas. Mi curiosidad surge de la bibliofilia, del amor por los libros. Es por medio del afecto que reconozco una necesidad semejante a la de los insectos: que estos libros funcionen como espacios habitables. Para nosotros esto es una metáfora literaria, para los bichos es literal.

Mucha gente piensa, erróneamente, que los libros antiguos no son relevantes en la era de las pantallas y del Internet. Yo creo que los insectos son los bibliófilos que otorgan nueva relevancia a este material, pues son los creadores originales de hipervínculos entre una página y otra más lejana. Esto puede hacer que lo que es aparentemente arcaico se vuelva futurista. Hemos de recordar que el fenómeno que también llamamos “agujero de gusano”, en el sentido cósmico, le debe su nombre a los llamados agujeros de gusano “arcaicos” de los libros viejos. Los científicos se adueñaron de esta excelente metáfora por su precisión imaginativa. Los agujeros de gusano cósmicos son, después de todo, especulaciones científicas sobre la posibilidad de viajar a través del tiempo y del espacio, por lo que están relacionados con las excavaciones que las larvas hicieron para remediar el obstáculo de la página y así atravesar el universo de un libro. Invito a quienes aún no conocen estos libros agujerados a verlos como espacios que se comparten con otras especies. Cuando los miramos con curiosidad y no como aberraciones, podemos imaginar vínculos entre el ser humano y otras especies. Esto tiene relevancia hoy en día, ya que los humanos, con nuestra ambición insaciable, hemos hecho que la supervivencia de otras especies se vuelva precaria. Los libros con agujeros de gusano son, en cambio, evidencia del cosmos que alberga a todo tipo de organismos. Al igual que los gusanos, somos organismos que nos gestamos y florecemos –aunque, en nuestro caso, de forma poética– por medio de los libros. Nuestras afinidades con estos seres son afirmaciones de fuerzas vitales e irrefutables.

Cabe decir que los libros de la Burgoa han sido limpiados y cuidados: ya no les queda ningún insecto, ya no hay riesgo de propagación. Y así, al ser nuevamente conservados en su estado agujerado, pueden seguir brindándonos la maravillosa evidencia de cómo la materia se transforma. Como artista, considero que los gusanos produjeron, aunque sin proponérselo, algo visualmente deslumbrante y complejo. Nunca fue su intención destruir textos maliciosamente.

En el 2025 presentaré en las bibliotecas Burgoa y Henestrosa dos exposiciones paralelas con obra influenciada por una reflexión sobre los libros con hoyos de insectos. Por medio de estas muestras, deseo que un público diverso descubra que estos libros encarnan asombros más allá de su apariencia estética y de su contenido textual. Desde mi posicionamiento profesional, me enfoco en las substancias del texto y en los testigos de los libros. La transformación de la palabra escrita se relaciona también con su opuesto: con su “des-escritura”. En sí misma, la palabra “texto” se relaciona con la materia del tejer: ambas provienen del latín texere. Esta etimología nos ayuda a ver que el sentido del texto surge, como los gusanitos, a través de la vitalidad que la materia nos brinda. El artista del movimiento Fluxus, Robert Filliou, dijo que “el arte es lo que hace que la vida sea más interesante que el arte”. Y de esta forma, los libros se transforman desde algo en estado de “descomposición”hacia algo que se vuelve nuevamente cautivador, y que, además, no tiene nada de descompuesto.


X Foro itinerante RUIO: Conocimiento, preservación y difusión

Fotografía: Acervo de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova

Juntarse es un comienzo;
mantenerse juntos es un progreso;
trabajar juntos en el éxito.
Henry Ford

En junio de 2014, teniendo como sede la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, se llevó a cabo la primera reunión de las y los bibliotecarios de Oaxaca, con la finalidad de conocer a las personas que trabajaban en las Unidades de Información del estado. Asímismo se celebró el Día Nacional del Bibliotecario (20 de julio), sin imaginar que ese sería el inicio de lo que ahora es la Red de Unidades de Información de Oaxaca (RUIO), y que empezaríamos a escribir un nuevo capítulo en la historia de las unidades de información y del asociacionismo bibliotecario en Oaxaca. Los objetivos de esta red tienen su fundamento en la cooperación interinstitucional para lograr que el acceso a los servicios de información sea posible para todas las personas.

Fotografía: Acervo de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova

El primer foro itinerante se realizó del 16 al 18 de julio de ese año, en las instalaciones de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, la Biblioteca José Lorenzo Cossío y Cosío del MUFI y del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, cuyo título fue “Informándonos”. Buscábamos conocernos, saber qué hacíamos, cómo lo hacíamos y, a partir de ello, crear redes de colaboración con la finalidad de fortalecer las unidades de información… ¡y funcionó! Terminamos el primer foro y comenzamos a trazar un camino para la red.

Hasta ahora (2024), el equipo ha realizado, entre otras cosas, diagnósticos a unidades de información, asesorías, cursos, talleres, boletines informativos, formalización del convenio de préstamo interbibliotecario entre miembros de la red, recaudación y donación de libros a bibliotecas comunitarias y escolares, presentaciones de libros, noche de bibliotecas para celebrar el Día del Bibliotecario Oaxaqueño (28 de octubre), múltiples visitas a bibliotecas comunitarias en la Sierra Norte y en la ciudad, así como una carta de integración que nos guía en el hacer del día a día.

Este año, como parte de la celebración del décimo aniversario, del 17 al 19 de julio se realizó el décimo foro itinerante “10 años RUIO: conocimiento, preservación y difusión”, cuyas sedes fueron la Biblioteca Fray Francisco de Burgoa, UABJO; el Auditorio Alfonso Caso del Museo de las Culturas de Oaxaca, INAH; la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova y el Centro Cultural San Pablo.

Fotografía: Acervo de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova

Bajo la coordinación de Mónica de Ocampo del Museo de la Filatelia de Oaxaca y de Lorena García del INAH, el evento cumplió su objetivo. Se recibieron ponentes y asistentes de instituciones como la UNAM, AGEO, INAH, INBAL, ITVO, Universidad Anáhuac, URSE, UABJO, FAHHO, UASLP, COLMEX, así como de las que conforman la red. Hubo ponencias y conferencias magistrales (presenciales y en línea) y un taller; además, se contó con el acompañamiento de amigas y amigos que han seguido el trayecto de la red, con o sin biblioteca que les represente, quienes se unieron a los festejos compartiendo cada momento del evento.

Pero los festejos aún no terminan, aún faltan más actividades para seguir celebrando, pronto habrá noticias de una nueva noche de bibliotecas, así como más cursos y actividades que nos permitirán seguir escribiendo la historia de la RUIO. Gracias a quienes han sido parte y bienvenidos a aquellos que quieran serlo.


El Instituto Dominicano de Investigaciones Históricas se suma al proyecto Satnu

Fotografía: Acervo de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova

El 20 de mayo de 2024, el Instituto Dominicano de Investigaciones Históricas se sumó al proyecto “Satnu: Repositorio filológico mesoamericano”, coordinado por la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca y el Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM. El objetivo del proyecto Satnu es poner al alcance de todos los interesados un catálogo con las imágenes digitales correspondientes de documentos escritos en lenguas mesoamericanas durante la época novohispana para estimular su estudio, pero también para proteger estos extraordinarios textos.

El IDIH se fundó en 1989 con la finalidad de resguardar los documentos históricos de la Provincia de Santiago de la Orden de Predicadores en México, que fueron trasladados al Archivo Histórico de la Provincia del Convento de Santo Domingo de Querétaro. El acervo contiene documentación que data de la llegada de los dominicos a la Nueva España en el siglo XVI y el posterior desarrollo de las antiguas provincias que tuvieron los dominicos por todo el territorio novohispano. Actualmente, el archivo se conforma por dos colecciones y tres fondos: Colección Vida Consagrada Femenina, Colección Órdenes Laicales, Fondo Santiago de México, Fondo San Hipólito Mártir de Oaxaca y Fondo Santo Domingo de Querétaro.

El Fondo San Hipólito Mártir de Oaxaca es uno de los acervos más consultados por los investigadores. Contiene información sobre la antigua provincia dominica de San Hipólito Mártir, fundada en la década de 1590. Algunos de sus documentos ofrecen información sobre la fundación de esta provincia, actas capitulares, correspondencia entre frailes, licencias para sacerdotes, donaciones, cartas de venta de terrenos, pleitos de propiedad en pueblos oaxaqueños y peticiones de frailes, por mencionar algunos. Su temporalidad abarca desde finales del siglo XVI hasta 1980. Actualmente, el Archivo Histórico de la Orden de Predicadores en México, en tanto archivo privado, ofrece el servicio de consulta a investigadores, estudiantes y público en general.

Fotografía: Acervo de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova

Entre los materiales del Fondo San Hipólito Mártir de Oaxaca se encuentran seis textos manuscritos en zapoteco agrupados en tres documentos:

Documento I
1. Testamento de Bartolomé López, del 19 de abril de 1624.

Documento II
2.Escrito de don Francisco de Mendoza, del 14 de noviembre de 1666.
3. Carta de pago del mismo don Francisco de Mendoza de San Pedro Yaguig, del 7 de marzo de 1669.

Documento III
4.Carta de venta, del 21 de septiembre de 1701, de Nicolás Bautista y su esposa María Sánchez, de Santa Ana Quijero [Santa Ana Tlapacoya].
5.Copia del testamento de José Bautista, del 28 de febrero de 1686.
6.Reconocimiento y entrega a los compradores, del 26 de septiembre de 1701

Todos los textos están escritos en zapoteco del valle, con excepción de los dos que aparecen en Documento II, unos de los pocos conocidos que están escritos en zapoteco serrano. Los fondos del IDIH también incluyen la primera edición de 1733 del Catecismo de lengua zapoteca escrito por fray Leonardo Levanto. Gracias a la participación del Instituto Dominicano, los seis manuscritos zapotecos están disponibles para consulta en Satnu y pronto se agregará el Catecismo.

Al facilitar el acceso a estos materiales, por medio de Satnu, el IDIH, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca y la Universidad Nacional Autónoma de México buscan promover su existencia e importancia lingüística e histórica entre académicos y las comunidades indígenas.


Reflexión sobre identidad y cultura en la comunidad sorda

Es intrigante observar cómo se percibe mi identidad como persona sorda a través de las lentes del modelo social con perspectiva médica. Los oyentes a menudo cuestionan mi identidad sorda debido al uso de dispositivos auxiliares y a la comunicación verbal que empleo, mientras que algunos miembros de la comunidad sorda se sorprenden al verme interactuar con oyentes. Esta constante tensión entre identidades refleja que mi realidad va más allá de una simple definición de hipoacusia: mi vínculo con la comunidad sorda es profundo y heredado a partir de tres generaciones de antecedentes familiares sordos. Es así como me encuentro en la intersección de ambas culturas, aprendiendo y compartiendo continuamente. En el contexto del modelo social con enfoque en derechos humanos, mi identidad se define claramente como la de una persona sorda bilingüe.

A partir de esta premisa, me propongo abordar un tema crucial que afecta tanto a los integrantes de la comunidad sorda como a los que están fuera de ella: la cultura en la interpretación. Aunque es más común ver intérpretes de lengua de señas en los medios de comunicación, aún persiste una brecha significativa en la formación y actualización profesional de estos. La verdadera profesionalidad requiere mucho más que la simple traducción de palabras: exige una comprensión profunda de los contextos culturales y éticos en los que se enmarca la interpretación.

Por ejemplo, ¿cómo debe actuar un intérprete cuando, a pesar de conocer los textos sobre Lengua de Señas Mexicana, un miembro sordo usa referencias culturales específicas que pueden no ser evidentes para un oyente? Consideremos los casos de “Mayté” y “Abraham”: estos nombres no solo aluden a personas, sino a la Asociación de Sordos del Estado de Oaxaca y a la iglesia de San Bartolo Coyotepec, respectivamente. Entender estos contextos culturales es esencial para una interpretación precisa y efectiva.

Asimismo, un gesto o seña en el contexto sordo puede ser mucho más que una simple palabra en español y requiere de una narrativa completa. Por ejemplo, una seña que representa “avión” puede transmitir una historia completa a partir de su ubicación, movimiento y contexto visual. Este fenómeno subraya la necesidad de una comprensión y respeto profundos por las particularidades culturales y comportamentales de cada comunidad. La interpretación efectiva no solo requiere dominio del idioma, sino también inmersión en la cultura.

Fotografía: Acervo de la BS de la Biblioteca Infantil de Oaxaca

Es crucial que los intérpretes continúen desarrollando sus habilidades y conocimientos por medio de la participación en encuentros y capacitaciones regulares. Eventos nacionales en México como MEBISOR, IPPLIAP y DEAF LITERACY A. C., organizados por y para la comunidad sorda, ofrecen valiosas oportunidades para enriquecer la experiencia interpretativa mediante la interacción con diversas perspectivas.

Consideremos una situación hipotética en la que un intérprete debe traducir a voz a una persona sorda que empieza a relatar una historia fascinante. Sin embargo, si el oyente carece de las competencias lingüísticas necesarias, puede percibir la expresión del relato como deficiente, atribuyéndolo erróneamente a la persona sorda en lugar de reconocer las limitaciones en la interpretación. Si alguna vez has estado en una situación así, sabes lo crucial que es garantizar que la riqueza de la experiencia comunicativa no se pierda en la interpretación.

Los invito a explorar estos temas y a participar activamente en los cursos de Lengua de Señas Mexicana que ofrezco en la Biblioteca Infantil BS, así como en los encuentros y reuniones previamente mencionados. Para aprender verdaderamente, es fundamental interactuar y convivir con la comunidad sorda.


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