DÍA INTERNACIONAL DE LOS MUSEOS

MUSEOS Y PAISAJES CULTURALES

Hablar en los museos es una de las cosas que los hace importantes, y la forma en que hablamos en los museos es una de las cosas que define lo que son para nosotros. Porque los museos, me parece, son sitios tanto para ir a ver cosas como lugares para ir a hablar de cosas.

Adam Gopnik

Los museos poseen una larga historia de cambios que permite generar diferentes lecturas en su entorno. Las definiciones sobre qué es un museo varían a lo largo del tiempo, sin embargo, el interés principal de conservar, educar y difundir el patrimonio cultural permanece y se manifiesta de múltiples formas en todo el mundo, de acuerdo con su contexto cultural y geográfico.

Desde 1977, el Consejo Internacional de Museos, el 18 de mayo, organiza todos los años el Día Internacional de los Museos (DIM), con el fin de sensibilizar y comunicar al público la importancia del rol de los museos como instituciones al servicio de la sociedad y su desarrollo. El tema de este año, Museos y Paisajes Culturales, enfoca la responsabilidad de los museos con respecto al paisaje del que forman parte y destaca la manera en que pueden aportar conocimientos y competencias propias, convirtiéndose en protagonistas activos de su gestión y buen mantenimiento.

Desde hace más de 5 años, el MUFI se ha unido a estas celebraciones abordando las distintas problemáticas que enfrentan los museos y los tópicos que plantea anualmente el DIM. Entre otras actividades, se han atendido necesidades especiales en niños y se ha reflexionado sobre la accesibilidad de museos en ediciones como “Un museo para todos”, “Museos sustentables para una comunidad” y “Memoria y creatividad para un progreso social”. Estos temas nos han permitido explorar y conocer más de cerca a nuestro público, como parte de nuestra vocación de ampliar y desplegar actividades acerca de nuestro patrimonio cultural y del paisaje que nos rodea. Paisajes culturales que nos definen como comunidad a la que pertenecemos, paisajes vivos que combinan elementos físicos, sociales, materiales e inmateriales, que son parte del universo de los museos.

Este año en el marco de las festividades del DIM 2016, el 18 de mayo celebraremos nuestra primera Noche de Museos, un foro para conversar, convivir y disfrutar de un museo abierto a ampliar sus horizontes.

UNDÉCIMO FESTIVAL INTERNACIONAL DE ÓRGANO Y MÚSICA ANTIGUA DEL IOHIO

Cada festival del IOHIO supera a los anteriores, bien podemos decir que la gran fiesta de los órganos oaxaqueños en 2016 ha sido la mejor hasta ahora. Ninguna duda cabe que el Festival del IOHIO es único en el mundo, debido a la variedad de actividades que incluye: conciertos de órgano, recorridos a las comunidades y visitas a iglesias antiguas, además, la oportunidad de disfrutar la cocina y la cultura de diferentes regiones de Oaxaca. En esta ocasión contamos con la concurrencia de casi 60 personas de siete países incluyendo México. Los participantes, de diferentes ámbitos (organistas, organeros, músicos, restauradores, escritores, artistas, arquitectos, académicos, hombres de negocios, profesionistas retirados, aficionados por la cultura oaxaqueña y más), estuvieron reunidos por el entusiasmo y la apreciación del trabajo que hemos realizado con los órganos oaxaqueños. Muchos nos han acompañado en al menos uno de los festivales anteriores y por lo visto no pudieron resistir volver a participar. El festival provocó, además del deleite musical, un sentimiento de camaradería, nuevas amistades, colaboraciones profesionales y ¡hasta el surgimiento de un romance!, por lo que el grupo este año se sintió como una gran familia.

Tuvimos la oportunidad de escuchar ocho conciertos —en los que participaron 20 músicos del extranjero, Oaxaca y otras partes del país— realizados en 7 órganos restaurados: Catedral, Tamazulapan, Yanhuitlán, Zautla, Tlacochahuaya, Tlacolula y Tlaxiaco. Se programó un concierto en la Basílica de la Soledad, que hubiera incluido un órgano más a la lista de instrumentos interpretados, pero desgraciadamente tuvo que ser cancelado unos días antes del Festival y reprogramado en la Catedral.

Se otorgaron becas de participación a seis estudiantes de diversos estados de la república. Nuestros nueve organistas y estudiantes locales (tres de los cuales tocaron en uno de los conciertos colectivos) fueron sus entusiastas guías. Cuando se suma el número de personas inscritas, músicos invitados, alumnos de órgano y el equipo de trabajo del IOHIO resultan cerca de 100 personas. Las siete iglesias resultaron llenas, cientos de personas tuvieron la oportunidad de escuchar los órganos oaxaqueños en todo su esplendor.

Nuestros festivales sintetizan los objetivos del IOHIO:

Promoción de los órganos restaurados: Los ocho conciertos contaron con la participación de músicos de reconocimiento internacional e incluyeron tres conciertos colectivos en donde pudieron participar organistas visitantes; la mayoría de los conciertos contaron con una transmisión simultánea que se proyectó en pantallas en la parte baja de los templos con el fin de que el público pudiera conocer de cerca todos los pormenores que implica tocar un órgano tubular de tracción mecánica.

Conservación de los órganos no restaurados: Visitamos 12 órganos en las regiones zapotecas de los Valles Centrales así como en la Mixteca Alta; se hicieron comentarios y análisis en cada caso, destacando los retos que implica la conservación de estos instrumentos; así mismo, se habló sobre los templos y los objetos artísticos que resguardan.

Capacitación musical y técnica: Se contó con la participación de tres jóvenes organistas oaxaqueños en los conciertos de Zautla y Tamazulapan y con el apoyo de estudiantes para realizar los registros, voltear las páginas y distribuir los programas de mano en los conciertos a manera de intercambio por la beca recibida; David Antonio Reyes y José Luis Acevedo han sido capacitados en el taller de organería Gerhard Grenzing (Barcelona) y actualmente participan en el proyecto de restauración del órgano de Jalatlaco.

Investigación en archivos históricos: Bajo la coordinación de Ryszard Rodys, investigador de la FAHHO, junto con el personal de la Biblioteca Francisco de Burgoa, se organizó una exposición de documentos históricos relacionados con el órgano de Jalatlaco y de su constructor Pedro Nibra, así como del panorama de la organería oaxaqueña en los siglos XVIII y XIX.

Restauración de órganos: Los participantes del festival tuvieron la oportunidad de ver la restauración del órgano de San Matías Jalatlaco en proceso con la explicación de la restauración de la caja a cargo de los restauradores Alberto Compiani y Eric González.

El Décimosegundo Festival del IOHIO está programado para febrero de 2018 y estamos seguros de que contaremos con la participación de un maravilloso grupo de personas como ocurrió en esta ocasión. Las palabras de un participante hablan por sí mismas: “¡El festival fue maravilloso, no existe nada que se le compare!”.

Vivir y morir jugando beisbol

En este relato autobiográfico, Alfredo Harp aborda su carrera como empresario e inversionista exitoso. Entre otros, señala su pasión por el deporte beisbolero, afición que adquirió desde muy niño cuando sus primos lo lle­varon por primera vez a presenciar un encuentro en el viejo Parque Delta, sede del equipo de sus amores, los Diablos rojos de México del cual es dueño desde hace algún tiempo.


EL DERECHO AL ARTE Y LA CULTURA PARA NUESTROS INFANTES

El 27 y 28 de febrero hubo una fiesta infantil en el Centro Cultural San Pablo. Fue una celebración colmada de cultura: dos mañanas y dos tardes dedicadas exclusivamente al público más pequeño al que en diversas ocasiones no se le permite la entrada a teatros y espacios donde se ofrecen propuestas, inclusive infantiles.

La población más pequeña, también llamada primera infancia, que va desde un recién nacido hasta los seis años, fue motivo de atención y dedicación. Gracias a la sinergia de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca y al programa federal de la Secretaría de Cultura, Alas y Raíces, fue posible que más de 800 infantes y sus respectivos familiares disfrutaran jugando, bailando, cantando, pintando, haciendo teatro y leyendo. Cada pequeño con su acompañante transitaba de taller en taller gozando a lo grande.

Los rostros de los familiares eran de asombro y de expectación: ¿cómo?, ¿un taller de teatro, de literatura, música y artes plásticas para pequeños de cero a tres años? Esto sí fue posible, así como una obra de teatro y un espectáculo musical de Cri-Cri.

En palabras de Eva Janovitz, directora de esta primera feria realizada en la ciudad de Oaxaca, la respuesta de los asistentes fue notable e increíble. Desde la Coordinación de Proyectos Educativos de la FAHHO se intensificó la campaña informativa de este 1.er Festival para la Primera Infancia. Los padres de familia e interesados inscribían a sus hijos, lográndose el registro de 800 infantes que participarían en los 32 talleres. Por razones obvias, hubo participantes que no pudieron llegar y los que estaban en lista de espera o llegaban en el momento pudieron participar.

El Centro Cultural San Pablo se convirtió en un maravilloso escenario para esta fiesta. La ambientación a cargo de Alas y Raíces fue una sorpresa para todos: una mamá pata y su pequeño hijo, ataviados con prendas de nuestras regiones, fueron el marco para que muchos se tomaran la foto del recuerdo. Los más de diez especialistas que vinieron a guiar las actividades y los testimonios de los familiares participantes coinciden en algunas ideas:

• Desde casa podemos crear espacios de arte y cultura con nuestros infantes, siendo creativos sin mayor gasto, buscando materiales y dándonos tiempo y libertad para convivir con ellos.

• No forzar a los infantes; sí guiarlos y seguirlos de acuerdo con sus intereses y gustos, observarlos y respetarlos. Estar listos para las sorpresas que surjan.

• Reconocer el valor de la observación y la escucha con los más pequeños, vivirlo y disfrutarlo.

• El juego es una las mejores plataformas para conocernos como humanos y para los niños es vital y atractivo.

• No preocuparse por lo que puedan aprender, mejor relajarnos y gozar de la actividad que estemos viviendo con los infantes.

Aunque las ofertas culturales y artísticas para la primera infancia todavía son limitadas, se pueden buscar referentes y visitar, espacios, por ejemplo, la BS Biblioteca Infantil de Oaxaca, en Xochimilco, que cuenta con espacios y actividades diseñados para esta población.

A modo de cierre. Para todos los que vivieron la experiencia en esos dos días, los invitamos a replicar en casa lo que más les haya gustado a los pequeños, y que se atrevan a volver a ser niños y niñas con sus seres amados.

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COR MAGIS. EL BIEN COMÚN

En el marco de la celebración del Año de Italia en Latinoamérica, el Centro Cultural San Pablo presenta la exposición Cor magis. El bien común: Frescos del Palacio Público de Siena, en la cual, con reproducciones de los frescos del siglo XIV de Ambrogio Lorenzetti ubicados en el Palacio Público de Siena (Italia), se muestra, además de una gran riqueza artística, el anhelo del artista y de la sociedad por alcanzar el bien común, inculcando a través del arte los valores cívicos y morales del buen gobierno y mostrando los horrores e impunidades de su contraparte: el bien propio.

Mediante una infografía, preguntas abiertas y los mismos frescos, la exposición busca entablar una comunicación directa con el visitante, invitándolo a la reflexión y exhortándolo a voltear la vista a sí mismo como ciudadano y parte de una sociedad que se encuentra en la búsqueda del bien común.

PORTADORES DE SABERES: NUEVOS IMPULSOS A LA CREACIÓN TEXTIL OAXAQUEÑA

Gracias a la primera Convocatoria de Apoyo a la Creación de Textiles Artesanales del Estado de Oaxaca, desde octubre de 2015, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca y la Secretaría de Cultura federal han unido esfuerzos para apoyar la creación de textiles artesanales con becas otorgadas a nueve agrupaciones de diferentes regiones del estado.

Con el objetivo de generar las condiciones favorables para los creadores textiles, portadores de los saberes ancestrales de los pueblos originarios de Oaxaca, este programa brinda espacios de experimentación por medio de talleres en los que se privilegian la participación y el intercambio de ideas y de experiencias con los integrantes de las agrupaciones. Así, hemos impulsado este modelo, como una propuesta que abre la posibilidad de conciliar un mercado demandante con la preservación de un patrimonio cultural que ha sido transmitido de generación a generación a través del tiempo.

A lo largo de estos meses, en los talleres han surgido propuestas por parte de los grupos becados para recuperar la elaboración de sus prendas tradicionales, la aplicación de nuevos colores en sus piezas y la motivación de querer transmitir a otros sus conocimientos sobre el arte textil que han heredado.

Es de resaltar el interés que muchos de ellos han manifestado por la revitalización de la tradición textil en sus comunidades, en las que, en voz de los portadores, se han dejado de elaborar o de usar ciertas prendas. Algunos han retornado al uso de los materiales de origen natural: han reemplazado los estambres por el algodón y las tinturas sintéticas por grana, añil, flores o cortezas de árboles. Y, sin lugar a duda, todos ellos están encontrando ese punto medio en el que la tradición y la modernidad se conjugan en sus textiles para buscar un posicionamiento en un mercado que tiene los ojos puestos en esta manifestación cultural particular que ha tenido en los últimos años una difusión tal, que ha rebasado las fronteras de lo comunitario.

Con el ánimo de propiciar una conciencia en la sociedad en general sobre el valor no sólo estético sino cultural que encierra el arte textil (usos rituales, sociales, conocimientos de la naturaleza y del mundo reflejados en la gran diversidad de materiales, técnicas de tejido y estilos de diseño), este programa promueve el trabajo y el apoyo puntual y directo con los artistas, propiciando la contextualización de sus obras de arte popular y creando condiciones para que esta manifestación cultural quede en manos de ellos mismos, fomentando así una forma de protección, por parte de los portadores de este patrimonio, no sólo del textil per se, sino de los conocimientos y saberes acumulados y deposita- dos en cada una de las piezas creadas.

PAISAJISMO TEXTIL

El próximo 18 de mayo la comunidad museística celebrará el Día Internacional de los Museos, conmemorado desde 1977 por el Consejo Internacional de Museos (ICOM). Los museos que participan en este evento interactúan con su público como espacios que están al servicio de la sociedad, la cultura y el desarrollo de ambas a través de la programación de actividades siempre relacionadas con la temática del ICOM. Este año el contenido girará en torno al tema Museos y Paisajes Culturales.

El Museo Textil de Oaxaca ha organizado una serie de charlas, durante los miércoles del mes de mayo, dedicadas al conocimiento y evolución del paisaje textil del estado. Rosalba Pérez, artista de Santa María Zacatepec, nos ofrecerá el panorama cultural del traje tradicional tacuate y los bordados que representan a los nahuales. Nicholas Johnson, responsable de
Vinculación de Acervos del MTO, hablará sobre la importancia de las relaciones entre instituciones culturales, la investigación académica y las comunidades de Oaxaca. “Entretejiendo paisajes” es el título de la charla
que nos presenta Noé Pinzón, artista de San Mateo del Mar, quien hace
una aproximación a su proceso creativo y la conjugación de historias de
su entorno familiar y social que dan pie a la concepción de una pieza. Mariana Almaraz, restauradora del MTO, ofrece en su charla un acercamiento desde la restauración y conservación del entorno cultural como parte de la preservación y difusión de los bienes culturales. Y para finalizar, el primer miércoles de junio, en su charla “La visión de las mujeres de Chicahuaxtla sobre el telar de cintura” Yatahli Rosas dará muestra de la relevancia del telar de cintura en la región, así como de las técnicas de tejido e iconografía triqui y en particular, de la variante de Chicahuaxtla.

El Museo Textil de Oaxaca considera que los museos son un medio importante para los intercambios culturales, el enriquecimiento de conocimiento, el avance del entendimiento mutuo, la cooperación y la paz entre los pueblos. Te invitamos a construir con nosotros una conciencia social para la conservación del paisaje cultural que nos rodea.

LA MESA DE TRABAJO DE UN CONSTRUCTOR DE RETABLOS EN LA MIXTECA OAXAQUEÑA

Entre julio de 2011 y enero de 2012 se llevó acabo la restauración del retablo de Santiago Apóstol, ubicado en la capilla mayor del templo de Santiago Yolomécatl. Este trabajo formó parte de la colaboración entre la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, el programa Fondo de Apoyo a Comunidades para la Restauración de Monumentos y Bienes Artísticos, la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH y la comunidad de Santiago Yolomécatl.

Durante los trabajos de restauración del retablo de Santiago Apóstol, se encontró —escondida detrás del retablo— una extraordinaria pieza histórica, única hasta la fecha: la mesa o el banco de trabajo de un constructor de retablos del siglo XVIII. Fue en el proceso del desmontaje del retablo que se localizó —entre el tercer cuerpo y el ático— un tablón o sección de madera que mide 5.28 m de largo por 32 cm de ancho y 8 cm de espesor.

La pieza hallada presenta una perforación de forma rectangular en cada extremo, que debió usarse para colocar los soportes del tablón. En una de las caras de la pieza se observan finos dibujos arquitectónicos, aparentemente a una escala 1:1, plasmados posiblemente con tinta o pintura. Estos dibujos permanecieron intactos gracias a que el tablón fue colocado boca abajo. Su conservación es tal que nos permite incluso observar las líneas guía para el dibujo, trazadas con la ayuda de una lezna o punta de metal. Sobre las guías se dibujaron los elementos arquitectónicos, que no están ordenados y se traslapan en parte, pero después de observarlos con cuidado se distinguen trazos que corresponden a cuatro partes principales de un retablo (véase el esquema).

Para facilitar su uso, cada dibujo viene con su respectiva letra que indica dónde inicia y dónde termina. Hay dibujos que corresponden al sotabanco (marcado por una S), el banco (b), la pilastra estípite (e) y la cornisa (c). La serie de dibujos inicia con el banco de forma bulbosa y una guardamalleta y continúa con las secciones de una pilastra estípite: la pirámide invertida está delimitada por molduras semicirculares que a su vez enmarcan otra guardamalleta. El área central del cubo ostenta un diseño trilobulado, la continuación del fuste se da con formas también bulbosas y es delimitado por un diseño que recuerda una hoja. La parte final se elabora a partir del fuste recto y remata con un capitel de rasgos corintios. En cuanto al diseño del entablamento —arquitrabe, friso y cornisa —, llama la atención que la segunda moldura del friso sea de forma redondeada. Entre el canto del banco y a un costado del estípite se perfila el sotabanco. El último diseño consiste en dos recuadrados en cuya área central se tiene un rectángulo y en la parte media un círculo. El primero se ubica a la altura del capitel y el segundo está de forma independiente al resto del dibujo; son la planta de una calle y los círculos representan los hoyos donde deben entrar las espigas de las columnas.

También hay una zona desgastada por las herramientas en donde se pueden distinguir las marcas dejadas por gubias, formones y compás. Finalmente, tenemos una guía en el costado de la mesa: una especie de regla, donde se pueden distinguir números y en la que se marcan las proporciones de algunos elementos como las molduras y sus partes.

La forma de presentar estos diseños en el blanco son semejantes a los que aparecen en los tratados y obras consultadas por artistas, arquitectos, entalladores y retablistas novohipnos. A partir de esta pieza se puede deducir cómo se trasmitía el diseño inicial a los miembros del taller. Esto debió requerir, al igual que en nuestros tiempos, de planos o dibujos, función que cumple este banco. Aunque la Nueva España contó con múltiples talleres de retableros durante la época colonial y la existencia de estos bancos debió ser común, ésta es la primera vez que se ha encontrado una evidencia directa de este tipo de mueble.

El estudio apenas comienza y hay muchas preguntas por responder. Seguramente este banco fue usado en otras comunidades debido al desgaste que presentan las orillas. Además, el diseño no corresponde totalmente con el retablo de Yolomécatl. Es posible que el dibujo sólo haya sido una guía que se adaptaba a las necesidades de cada obra. No obstante estas interrogantes, el descubrimiento de este banco demuestra una vez más que la Mixteca oaxaqueña está aún llena de sorpresas y enseñanzas.


EL ÚLTIMO SUSPIRO DE LOS COLOSOS: ELEFANTES

Una de las satisfacciones que obtenemos en el museo, cuando de boca en boca llegamos a más lugares, es conocer a personas que, según sus posibilidades, realizan la misma labor de rescate, conservación y, sobre todo, de promoción de este arte y pasatiempo llamado filatelia. En menor o mayor medida que la hagan siempre nos sorprende. Saber que en cualquier parte del mundo, y pese a la cada vez menor producción de timbres, hay alguien que está iniciando una colección filatélica, o ha heredado una, es alentador. En muchas ocasiones el museo tiene la fortuna de recibir en donación colecciones heredadas cuyos dueños prefieren verlas exhibidas en nuestro museo a que el tiempo las consuma olvidadas en un desván. Por otro lado, hay quienes se aferran a explotar sus colecciones y heredar su conocimiento y pasión a los más jóvenes por medio de clubes de filatelia. Es así como se prolonga la vida del timbre postal: en manos de personas que le darán tiempo y dedicación.

El último suspiro de los colosos: Elefantes es una de esas exposiciones que llega al MUFI resumen de la pasión de una persona por la filatelia temática. Mario Ramírez Bahena, joven coleccionista de la ciudad de Querétaro, formado en el seno del Club Filatélico de dicha ciudad, comienza desde muy temprano su pasión por la filatelia. Alentado por los miembros del Club, descubre su pasión por las ranas, mismo que le llevó a formar una amplia colección de este anfibio, la cual ha recibido varios galardones en competencias nacionales, y misma que se exhibe actualmente en el Mufi. Del montaje de su colección de ranas titulada Anuros: pequeño salto a la fama surge la iniciativa de exhibir Elefantes, otra de sus crecientes colecciones que aborda la vida y evolución de uno de los mamíferos más grandes de la tierra. Destaca en esta exposición, no el tema en sí, sino la singularidad de las piezas aquí expuestas: El último suspiro de los colosos: Elefantes es una exposición ilustrada con material filatélico de más de 50 países conformada por estampillas, sobres, postales, matasellos y etiquetas postales. La muestra reafirma que la filatelia puede llegar a ser un pasatiempo muy apasionante.

Esta exposición llega al museo del palacio para coincidir con el festejo de su décimo aniversario y atender dos grandes temas: “Diversidad de la materia” y “Vida y diversidad cultural”.

EL ARTE DECORATIVO DE LOS ALTARES DEL BARROCO OAXAQUEÑO: TRADICIONES ANTIGUAS Y PROPUESTAS CONTEMPORÁNEAS

Para las comunidades oaxaqueñas, las formas decorativas del barroco ofrecieron un importante recurso para expresar su fuerte devoción, creando con ellas obras artísticas que no sólo conmovían, sino también servían como catalizadores de una vida social importante. Las iglesias se llenaban de altares con retablos dorados que fungían como reflejos de un mundo divino sublime, habitado por ángeles, santos y los miembros de la sagrada familia. El carácter tridimensional, las decoraciones profusas, el uso de diversos medios como la escultura y la pintura sobre madera y lienzo, y el oro o la policromía aplicados sobre toda la superficie convirtieron los retablos en los principales instrumentos para evocar sentimientos religiosos en los devotos. Durante la última década, la conservación de estas obras de arte del pueblo oaxaqueño ha sido una de las preocupaciones de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca.

En las iglesias oaxaqueñas, los altares antiguos se encuentran construidos contra la pared para poder sustentar los retablos (retablo viene de retrotabula, ‘tras el altar’). Aparte del altar mayor, pueden existir varios altares laterales con sus respectivos retablos. Estos altares pueden estar adornados con decoraciones florales y otras policromías. Después de los cambios en la liturgia de 1969, los altares cayeron en desuso; a veces fueron demolidos o modificados. En las restauraciones, los especialistas han tenido un especial cuidado en recuperar el aspecto original de los altares, siempre y cuando existan los vestigios y la población lo permita. Sin embargo, en el caso del retablo de la Virgen del Rosario conservado en la Capilla del Rosario de San Pablo de Oaxaca, se carecía del altar original. Este retablo de 1761 —de la mano del maestro Antonio Ramírez— fue desechado por su comunidad de origen en 2004 para dar lugar a uno de nueva hechura. Mediante un esfuerzo conjunto entre el INAH y la FAHHO fue recuperado, restaurado y coloca do en dicha capilla como un ejemplo educativo. Sin embargo, no sólo le faltaban las estatuas de los santos, las pinturas —que ya se habían perdido antes— y algunos atlantes o estatuas cargadoras —hoy reemplazadas por varas de metal—, sino también la mesa del altar, por lo que se tuvo que construir una mesa moderna. Desde su colocación en 2011, fue la intención del equipo restaurador cubrir esta mesa con un elemento decorativo, objetivo que finalmente se vio realizado en este año de 2016, cuando la artista Trine Ellitsgaard aceptó la solicitud de realizar una propuesta.

La integración de elementos modernos en las obras antiguas siempre se debe hacer con sumo cuidado y la mayor diligencia. Cualquiera que sea la solución ideada, esta siempre debe respetar, o incluso resaltar, la parte histórica, nunca sujetarla a la intervención como algo nuevo o no imitar lo antiguo. Estos principios rigieron la recuperación y restauración del monasterio de San Pablo en general y fueron aplicados de nuevo aquí. Para la decoración del altar, la artista se inspiró en los antiguos frontales o antipendios, piezas decorativas ejecutadas en tela o metal, colgadas sobre el frente del altar, y hechas originalmente para cubrir las reliquias guardadas allí. Puesto que el retablo cuenta con una gran cantidad de ornamentos, la artista ideó una cubierta de tela que se incorporara sencilla y armónicamente al resto de la estructura. Se pensó en el color rojo para integrarla con el bol, que subyace el dorado del retablo, así como con la predela —el banco del retablo— donde predomina este color. De igual modo, se deseó que el color de la tela presentara cierta irregularidad para evitar que el altar se apreciara como un bloque sólido de color, efecto que resultaría demasiado contrastante con la pátina del retablo. Para lograr este efecto heterogéneo, se encargó el teñido a la artista Maddalena Forcella. Tras varias pruebas de color a partir del tinte del palo de Brasil, Forcella alcanzó el color que lograba ligar la tela de lino con el resto del retablo. La elección del lino se debe a que es una tela que no se deforma fácilmente con el tiempo y su textura, rugosa, se integra con los lienzos en lino crudo que ocupan los espacios donde originalmente existían las pinturas del retablo. Por último, para establecer un vínculo entre el altar y el dorado del retablo, Liborio Apolinar Pérez colocó líneas rectas de hoja de oro que siguen el trazo de ciertas molduras doradas del decorado del retablo mismo y marcan las esquinas de la mesa. Con esta sutil intervención, quedó concluida la recuperación del retablo del Rosario. Agradecemos a Trine Ellitsgaard su generosa participación en llevar a buen término este último detalle de la restauración de esta muestra del Barroco oaxaqueño.

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