• 5 592 participantes en las actividades de la Fonoteca
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Entre los meses de enero y febrero se presentará el Proyecto Momo en el Centro Cultural San Pablo. Se trata de una colaboración de la Fonoteca, el programa de fomento a la lectura Seguimos Leyendo y la Coordinación de Arte Popular. La obra fue creada por la artista alemana Katy Sandman, basada en la novela Momo de Michael Ende y el contexto social de la ciudad de Oaxaca.
La historia trata sobre el concepto del tiempo y cómo es usado por la sociedad moderna, jugando con personajes arquetípicos que estimulan la autorreflexión tanto de los creadores como del público. En la historia se hace énfasis de la importancia de hacer comunidad, así como de repartir equitativamente el trabajo, de tal manera que la suma de las fuerzas beneficie a todos.
Los personajes principales de la historia son: Momo, niña huérfana de edad desconocida que tiene el don de escuchar; sus principales enemigos son los Hombres Grises; Maestro Hora, el administrador del tiempo, Momo llega a cuestionarse si él es en realidad la muerte. Casiopea, una tortuga que pertenece al Maestro Hora, tiene el don de ver media hora al futuro, y es la principal aliada de Momo. Gigi Cicerone es un joven cuenta cuentos y el mejor amigo de Momo. Beppo Barrendero, es un viejito y también mejor amigo de Momo. Los Hombres Grises, son la representación de los miedos inconscientes que posee cada persona.
El proyecto es definido por Sandman como un proceso creativo en vez de un producto terminado, ya que la obra permite improvisar durante la presentación. La música fue compuesta por la autora y Ricardo Rodys, coordinador de la Fonoteca, la narración de la historia estará a cargo de Brihan de Jesús Ramírez, Maritza Pérez interpretará a Momo, Irais Trujillo le dará voz a Beppo y Nino, y por último Antonio Martínez será Maestro Hora y Gigi. Además, la maestra artesana Adriana Castillo creará una pieza de talabartería mientras avanza la obra, misma que culminará al finalizar ésta y el vestuario será elaborado por la diseñadora Paola Capon.
La Coordinación de Arte Popular y el Centro Cultural San Pablo unen esfuerzos para ofrecer un escaparate digno para las expresiones tradicionales de la cultura mexicana. Con este objetivo, Olegario Hernández, grabador de jícara, artista gráfico, maestro y fiel promotor de las tradiciones artesanales, muestra al público una obra que ha encontrado estilo y forma con cuarenta años de aprendizaje.
La pasión que comenzó por el gusto de expresarse a través del dibujo se desarrolló en su tierra natal, donde para dibujar se usan navaja y jícaras, que abundan en los patios de las casas de la Costa de Oaxaca. La jícara es un objeto útil que se utiliza como contenedor para beber, para derramar agua en la cabeza y atenuar el calor o para engalanar la cabeza de las mujeres. Este objeto es grabado por las manos de los hombres y se convierte en una pieza merecedora de contemplación y en un reto para quien piense que sólo se puede dibujar sobre superficies planas. “Trabajar en cóncavo no es igual que trabajar en plano, pero cuando a uno le gusta hacer los trabajos, uno se convierte en el material”, exclama el maestro Olegario con voz suave y serena.
El maestro expositor es una persona llena de creatividad e inspiración, que además ha aprendido diferentes técnicas sobre múltiples superficies y todo lo comparte con la gente que lo vio crecer. El maestro puntualiza: “Es muy importante enseñar la técnica para que no se acabe”.
Te invitamos a admirar los grabados en jícara que hábilmente ha transportado con su propio estilo a la litografía. Nos llena de orgullo presentar el trabajo de un gran maestro del arte popular mexicano que cree en el valor de la socialización del conocimiento para que éste perdure y beneficie a la población que le ha heredado la tradición que ahora desempeña genuinamente y utiliza como pretexto para revelar su ser.
Los mexicanos tenemos la enorme fortuna de vivir en un sitio con una gran variedad de ecosistemas y especies, hasta podríamos considerarlo como un enorme paraíso. En verdad así es; no por nada es considerado como uno de los cinco países megadiversos. Es aquí donde se entrelazan desiertos, bosques y selvas, mares y lagunas, montañas y planicies, un bello escenario geográfico y natural en donde se ha forjado nuestra biodiversidad y cultura.
Toda esta exuberante riqueza biológica ha sido estudiada por científicos durante muchos años, quienes, a pesar del enorme esfuerzo invertido, no logran terminar su clasificación y documentación. Es por ello que una forma útil y alternativa de contribuir a la generación de conocimiento de la biodiversidad mexicana es por medio de la ciencia ciudadana. Ésta asume que las personas, durante sus actividades cotidianas, tienen la posibilidad de observar un sinnúmero de acontecimientos naturales en diferentes lugares, y pueden registrarlos y establecer contacto con científicos. La captura de información es generalmente complicada para un científico, por lo que las contribuciones de los ciudadanos aportan al conocimiento de las especies; pero la ciencia ciudadana es, sobre todo, una manera práctica con la que todos podemos aprender la importancia de la riqueza biológica del país, estado, municipio y comunidad.
En la república mexicana participa una red de naturalistas tutores, seleccionados por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) con el apoyo de la Fundación Carlos Slim, y colaboradores voluntarios. Juntos desarrollan actividades con decidido interés en promover la plataforma NaturaLista. Los tutores se encuentran distribuidos en el norte, centro y sur del país, brindan talleres especializados para el uso de la plataforma de NaturaLista a diversos grupos interesados y público en general.
En Oaxaca hemos hecho lo propio, generando alianzas colaborativas voluntarias con diferentes sectores para poder difundir e involucrar al público en general en el uso de la plataforma digital NaturaLista, logrando la participación y apoyo de la Biblioteca Andrés Henestrosa; BS Biblioteca Infantil de Oaxaca, BS Biblioteca Infantil y Juvenil Casa de la Cacica de San Pedro y San Pablo Teposcolula; Café Orgánico de la Mixteca Alta del Pacífico S.C.L. y Sociedad de Productores de Miel Mixteca de Altura NUXI-ITA, de Santa María Yucuhiti, Tlaxiaco; Impulso Rural y Medio Ambiente A.C. y el Museo Comunitario “Rostros y Rastros”, de Santo Domingo Yanhuitlán. BS Biblioteca Infantil de Oaxaca y Centro de Educación y Capacitación Forestal No. 2 de Santa María Atzompa desarrollaron, hasta ahora, seis talleres con una participación de aproximadamente 269 naturalistas. El objetivo fue capacitar al público en general, estudiantes y profesionistas sobre el uso de la herramienta digital, en la que colaboran aportando observaciones y contribuyendo al conocimiento de hongos, flora y fauna nacional, y, sobre todo, teniendo la oportunidad de aprender de las maravillas que les rodean.
Hoy en día vivimos rodeados de enormes avances tecnológicos, el acceso a redes móviles, desarrollo de aplicaciones y sitios web de acceso libre, todos tienen un enorme impacto en tiempo real en la sociedad. Es por ello que NaturaLista busca el acercamiento de jóvenes y adultos de forma benéfica y útil, siendo los actores principales todos los ciudadanos, mejor dicho naturalistas.
Actualmente, la mayoría de la gente vive en ciudades y nuestra familiaridad con la naturaleza es menor que en tiempos pasados, pero una vez que empezamos a observar nuestro entorno, entendemos la importancia de los seres con los que compartimos el planeta.
Para valorar y amar a la naturaleza es necesario conocerla, por ello es importante tu participación. Tus observaciones contribuyen de manera fundamental en el aumento de información sobre el conocimiento de la biodiversidad. Asimismo, generamos insumos para el conocimiento de la biodiversidad mexicana, mientras que otros usuarios, dada la accesibilidad de la información, tendrán la oportunidad de aprender, colaborar, compartir y conocer.
Nuestros recursos naturales enfrentan problemas graves que amenazan su permanencia. Ecosistemas completos y cientos de especies están en riesgo de extinguirse como consecuencia de las actividades humanas. La magnitud de los problemas ambientales es de grandes proporciones, por lo que su solución también es responsabilidad de todos.
Es difícil decir si es una nueva función de las bibliotecas en una época de contenidos digitales en abundancia o más bien es un nuevo espacio que la ciencia, desde siempre, ha buscado: el gran público común.
Desde agosto de 2016 se inició una aventura entre la BS y el Laboratorio de Educación Ambiental y Difusión de las Ciencias del CIIDIR Oaxaca, bajo un título que refleja su intención: “Ciencia que pica la conciencia”. Efectivamente, no se trata solamente de pasar el rato intentando hacer algo de ecología; se busca llegar a la conciencia entendiendo que el ambiente lo es todo, no sólo la naturaleza.
Todos los sábados, a partir de las 11 de la mañana, se entra en acción con temas tan sugerentes como la misma propuesta general: “Amigas peludas”, “Cuenta patas”, “Arrastrando ando”, “Garras y picos”, “Una aventura de sangre fría”, “Alquimia”, “Marsupiales mexicanos”, “Arañas de muertos”, “Tenazas azules”, “¿De quién es la huella?”, “Ranas de cristal”, “Arte y ciencia”, “Monstruos prehispánicos” y muchos etcéteras más.
La premisa fundamental del laboratorio es hacer educación vivencial, comenta su coordinadora, Olga Herrera Arenas, quien, junto con un equipo de 12 especialistas voluntarios, se encargan personalmente del desarrollo de actividades que intentan permear, a través de todos los sentidos, a los asistentes. “La experiencia en la BS ha permitido al laboratorio aumentar su cobertura, acceder a un público distinto al que normalmente asiste a las instalaciones de nuestro centro de investigación, y ha significado un reto para el equipo de voluntarios del laboratorio por las distintas actividades que se realizan cada semana, lo que ha sido facilitado por la complicidad de todos los integrantes de la BS Biblioteca Infantil de Oaxaca.
Temas como el amor, la tolerancia, el cuidado y la belleza son abordados junto con información científica y curiosidades biológicas a lo largo de la mañana. Estas temáticas van cambiando a lo largo del año.
La familia es el público al que van dirigidas estas actividades y, aunque la afluencia de niños es importante en número, es un hecho que también los mismos padres o acompañantes vuelven a ser niños por un momento. Al hacer un experimento; al tocar a un animal o participar junto con sus hijos en las actividades complementarias y de reforzamiento lo recuerdan. Hasta el momento se han realizado 16 presentaciones con una afluencia constante de personas.
La ultima adición a esta aventura son las “Noches de ciencia”, donde, más allá de conocer el lado científico de especies animales de hábitos nocturnos poco conocidas y bastante menospreciadas, el objeto es intentar que al conocer y comprender se llegue a la tolerancia frente a lo diferente, el respeto a lo otro.
Pero… ¡llegó la hora! Son las 7 de la tarde. La promesa estaba hecha. Las familias se acercan. La expectativa crece. Se abren las puertas y la Biblioteca Infantil se llena… hoy hay Noche de ciencia en la BS y la cita no podía posponerse. Hoy los conoceríamos, los tendríamos cerca y algunos de ellos llegaban con no muy buena fama: todas eran especies de la noche: tarántulas, serpientes, geckos, tlacuaches, búhos y los protagonistas de la noche… los murciélagos. Hoy seremos científicos exploradores para conocer especies de hábitos nocturnos, maravillarnos con ellas, aprender de expertos y desechar mitos. El resultado: preguntas, fotos, recuerdos, conocimiento, tocar, sentir, más preguntas y, sobre todo, admiración.
Era 1965 cuando el joven Gabino García llegó a la Ciudad de México para trabajar junto a su abuelo en el ramo de la construcción. Su tierra natal, Michoacán, ya no ofrecía retos del tamaño de sus aspiraciones. El cambio de rumbo implicó abandonar uno de sus más grandes gustos, aunque no por mucho tiempo: el beisbol.
Entre uniformes de paño, zapatos, manoplas y largas filas de cajas llenas de instrumentos deportivos, el cuñado de don Gabino recibió la noticia de que ahora sería el encargado del mantenimiento del campo de juego del desaparecido Parque del Seguro Social. Antes de que la contratación se hiciera efectiva, los directivos de la pandilla escarlata solicitaron que el nuevo empleado tuviera como principal virtud la honradez. Estaban por encontrar en el purépecha a la persona ideal.
La responsabilidad de estar a cargo del vestidor de un equipo profesional es muy compleja, y Gabino García la transformó en una tarea de tiempo completo. Desde su primer día tomó la decisión de vivir ahí, mientras los Diablos Rojos se encontraran en la Ciudad de México, a partir de la pretemporada y hasta el último día de competencia.
Durante seis décadas ha acostumbrado a cada uno de los jugadores que han pasado por el equipo a un trato de auténticas estrellas. Novatos y consagrados han lucido uniformes y accesorios impecables desde que dan el primer paso rumbo al diamante.
Durante las décadas de los años sesenta y setenta fueron recurrentes las visitas de equipos de las Grandes Ligas a nuestro país, como parte de su entrenamiento de primavera. De esa manera fue que en Estados Unidos supieron que en México existía una persona capaz de hacer el trabajo que para ellos requiere a todo un batallón. Piratas, Indios y Padres se encuentran en la lista de equipos que ofrecieron a don Gabino la oportunidad de cruzar la frontera. Ninguno logró que cambiara a sus queridos Diablos.
Noches interminables de limpiar cada rincón del clubhouse, lavar uniformes, ordenar casilleros y supervisar que no hiciera falta una sola aspirina en la bodega tuvieron una pintoresca recompensa cuando un intérprete de los Dodgers lo buscó urgentemente durante su visita al Foro Sol. Jim Tracy solicitó su presencia en el despacho privado del mánager; con una amplia sonrisa y observando sus zapatos deportivos sobre el escritorio, pidió al traductor que felicitara a don Gabino por dejar sus tenis “más limpios y brillosos que cuando los compró”. Segundos después llegó otra oferta de trabajo que fue rechazada con mucha amabilidad.
Para dejar huella en cualquier profesión es indispensable marcar diferencia. Gabino García fue el creador del único método que permite que una pelota de beisbol pueda ser reutilizada mientras no se rompa. El proceso secreto permite que una esférica rinda hasta tres veces más que su ciclo normal, lo que se traduce en un gran ahorro para el equipo. Afortunadamente, la intención de don Gabino es permanecer algunos años más con los Diablos Rojos del México. El tema del retiro no es de su agrado, sobre todo ahora, cuando advierte que con la llegada de la Liga Invernal su trabajo aumentó, pero también la satisfacción de servirle a una mayor cantidad de peloteros.
Este aparato, inventado por MM. Auguste y Louis Lumiére, permite recoger, en series de pruebas instantáneas, todos los movimientos que, durante un cierto tiempo, se suceden ante el objetivo y reproducir a continuación estos movimientos proyectando, a tamaño natural, sus imágenes sobre una pantalla ante una sala entera.
Texto del cartel pegado en los cristales del Grand Café. 28 de diciembre de 1895.
Al ver la imagen del tren aproximándose se experimentaba temor, se daban de gritos o se salía corriendo por el Boulevard des Capucines, como si la bestia metálica fuera a salirse de la pantalla. Aquella brevísima proyección fílmica, llegada de un tren a la estación de la Ciotat, de los hermanos Lumiére, sumergió a los espectadores parisinos en el albor del siglo XX en un ambiente virtual, donde lo real y su doble se reconocen y se cuestionan.
En este sentido, siendo en estos momentos el ferrocarril patrimonio de la memoria moderna de los oaxaqueños, la Antigua Estación del Ferrocarril de Oaxaca no sólo nos remonta a aquellas primeras imágenes de la historia del cine, recordándonos el impacto de la relación que tiene la tecnología con el mundo y la vida.
En la era digital, donde la tecnología está al servicio del consumo, nos parece ineludible pensar en zonas temporalmente autónomas dirigidas específicamente a los públicos de corta edad, desde donde vislumbrar la acción comunicativa como un acto social orientado hacia aprender, comprender y usar el lenguaje para producir una acción capaz de detonar procesos de entendimiento de nosotros mismos, de la sociedad y la cultura.
La Sala de Inmersión Oaxaca, o la SI —como nos gusta llamarle—, se hospeda en la Antigua Estación del Ferrocarril y abrió sus puertas en marzo de 2016. Espacio inmersivo que sumerge su interés en el desarrollo del pensamiento crítico y del trabajo en equipo entre las niñas y niños que asisten a nuestras instalaciones. A través de la activación de distintas disciplinas y tecnologías, bajo amplios criterios de selección, promovemos el diálogo y la significación entre las comunidades infantiles. Fomentamos procesos creativos con laboratorios, proyecciones y actividades, encaminadas a la construcción de índices sensibles, partiendo de prácticas multidisciplinarias. Cine, ecología, teatro, danza, literatura, animación, música, fotografía, video, pintura, dibujo, escultura, canto, observación de aves, arqueología, textiles, arte sonoro, urbanismo, ciclismo, performance, actividades que tienen el objetivo de propiciar el análisis y la interpretación como un derecho en la construcción de las identidades infantiles. La Sala de Inmersión como serie de pruebas instantáneas que capturan la potencia de la acción comunicativa de una comunidad que vive a orillas de durmientes y vías de un tren que ha dejado de sonar.
Dos de los proyectos más importantes del Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca han sido la restauración de los órganos en los templos de Santa María de la Asunción Tlacolula y San Matías Jalatlaco, realizados por el Taller de Organería Gerhard Grenzing (El Papiol, España) y financiados con el apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca y las comunidades en donde se llevaron a cabo dichas restauraciones.
El oficio de organero es poco conocido en México, aunque por todo el mundo el órgano es considerado el más grande, complejo y multifacético de todos los instrumentos musicales. En Oaxaca tenemos la suerte de contar con un organero capacitado en el Taller Grenzing, uno de los grandes talleres internacionales de organería. David Antonio Reyes, originario de Santa Cruz Xoxocotlán, Oaxaca, es pasante de Arquitectura por la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca y organero orgullosamente oaxaqueño.
Su primer acercamiento con los órganos fue en el año 2002 gracias a la invitación de Cecilia Winter, directora del IOHIO, a participar en unos viajes de campo para documentar y conservar los órganos. Luego tuvo la oportunidad de ayudar a la organera norteamericana Susan Tattersall en la reparación de algunas piezas del órgano de la Catedral de Oaxaca. David se integró de manera formal al equipo del IOHIO en 2004.
En 2006, el maestro Gerhard Grenzing visitó la Ciudad de México para hacer la evaluación previa a la restauración de los órganos del Evangelio y Epístola de la Catedral Metropolitana (proyectos apoyados por la Fundación Alfredo Harp Helú), y ofreció la oportunidad a dos jóvenes mexicanos, recomendados por el IOHIO por su participación en los viajes de campo, a incorporarse al equipo de trabajo. David tenía habilidad para trabajar la madera ya que proviene de una familia de carpinteros, y el arquitecto José Luis Acevedo demostró un talento excepcional para realizar dibujos técnicos de los órganos. Durante la restauración del órgano del Evangelio, en 2007, David y José Luis trabajaron de manera más profunda en la mecánica sonora del órgano para entender el proceso requerido para devolverle la vida.
Después de este periodo de aprendizaje, David fue invitado por el maestro Grenzing a formar parte del equipo del Taller en El Papiol y así iniciar su capacitación como organero. El proceso fue riguroso y tuvo que dominar la técnica desde lo más fácil —pegar un parche de piel en algún componente del órgano— hasta lo más complicado —construir un tubo. Actualmente, en México contamos con cuatro órganos restaurados con los más altos estándares de calidad a nivel mundial: los órganos monumentales de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México y los órganos de Santa María de la Asunción Tlacolula y San Matías Jalatlaco. Qué orgullo para los oaxaqueños que dos de ellos se encuentren en nuestro bello estado y, además, que un oaxaqueño comprometido con los órganos haya participado en estos proyectos tan importantes para la vida cultural de Oaxaca.
2007-2009: Catedral Metropolitana de la Ciudadde México (órgano del Evangelio).
2009: San Juan del Río, Brasil.
2010: Basílica Antigua de Guadalupe, Ciudad de México.
2012: Castellón de Ampuria, Barcelona, España.
2013: Catedral Metropolitana de la Ciudad de México (órgano de la Epístola).
2013-2014: Santa María Asunción Tlacolula, Oaxaca.
2014: Auditorio de Radio France, París, Francia (construcción).
2015: Catedral de Bogotá, Colombia.
2015: Auditorio de Radio France, Paris, Francia (construcción)
2016: San Matías Jalatlaco, Oaxaca.
La Casa de la Ciudad, desde su creación y a lo largo de 13 años, ha buscado mediante una oferta constante de conferencias generar espacios abiertos para el encuentro con expertos en temas relacionados con la ciudad. El objetivo ha sido facilitar el entendimiento de los retos y problemas urbanos actuales y motivar la participación activa de la sociedad en la construcción de ciudades más humanas y sustentables. Se ha buscado que las ideas y reflexiones sean expuestas libremente por medio del diálogo, y que las mismas puedan apuntar a la generación de un mayor conocimiento y conciencia en nuestra sociedad.
Es por ello que durante 2016 se llevaron a cabo 29 conferencias entre ponencias magistrales, charlas, mesas redondas, encuentros y foros, impartidas por expertos nacionales —entre ellos Ignacio Kunz, académico del Centro de Investigaciones en Arquitectura, Urbanismo y Paisaje de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, y Paul Hess, profesor asociado de Geografía y Planificación de la Universidad de Toronto— cuyo trabajo está estrechamente ligado a la ciudad en temas de movilidad, espacio público, arquitectura, arte, sustentabilidad y patrimonio.
En 2016 se llevaron a cabo también 12 talleres dirigidos a funcionarios públicos, academia, sociedad civil organizada y aquellos interesados en diversas experiencias de trabajo exitosas en otras ciudades en temas de infraestructura, espacio público, movilidad, gobernanza y marco normativo, con la finalidad de capacitar e introducir líneas de trabajo enfocadas al desarrollo de proyectos que hagan frente a la problemática urbana actual de la Zona Metropolitana de Oaxaca. Además, se organizaron diversos talleres para niños, sensibilizándolos en temas como el derecho a la ciudad y el uso responsable de la bicicleta como medio de transporte.
Este año se desarrollaron diversas actividades que abordaron la temática anual: Paisajes, desde varios frentes. Entre ellos destaca el mural Huizache realizado por el artista oaxaqueño Manuel Bernal, y diversos círculos de escucha sobre el paisaje sonoro urbano. Por otro lado, continuamos con las proyecciones de cine que fueron seleccionadas de acuerdo con los ejes de trabajo permanentes de la Casa de la Ciudad, con la finalidad de ofrecer a un público diverso, contenidos audiovisuales de relevancia para el entendimiento y sensibilización sobre la vida de las urbes.
Como parte del trabajo en equipo de la Casa de la Ciudad con la sociedad civil organizada, este año se inició una estrecha colaboración con el colectivo Vixi Escuela. De esta forma, se consolidó un programa permanente de paseos el primer sábado de cada mes: Paseos del Club de Vixis, en donde participaron niños, jóvenes y adultos en recorridos en bicicleta a distintos sitios de interés en la ciudad y en actividades acordes al calendario de celebraciones y costumbres oaxaqueñas. De esta manera los participantes pusieron en práctica las habilidades aprendidas durante los talleres de ciclismo urbano y pudieron adquirir mayor confianza para pedalear por las calles, aprender a trazar rutas por sí solos, utilizar equipo apropiado, conocer y respetar las reglas de tránsito y vialidad, con una visión que privilegia al peatón.
Otra parte medular del trabajo que lleva a cabo la Casa de la Ciudad es su vinculación con la ciudad y sus ciudadanos. A lo largo de 2016 se llevaron a cabo proyectos y actividades, entre ellos los programas de mediación en centros de barrio y la intervención urbana con motivo del Día Mundial sin Auto, que buscan crear redes de colaboración y estrategias de participación ciudadana, para fortalecer el tejido social e incidir desde la acción en la transformación de la ciudad hacia una que mejore la calidad de vida de sus habitantes, y sea más equitativa y amigable con el medio ambiente.
El contexto en el que viven los niños y adolescentes oaxaqueños se caracteriza por una gran riqueza cultural, lingüística y medioambiental, acompañada de una considerable desigualdad económica, social y educativa. Esta conclusión es parte del estudio “Los derechos de la infancia y la adolescencia en Oaxaca”, realizado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), la Unidad Pacífico Sur, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, con sede en México (FLACSO) y el gobierno de Oaxaca. El informe precisa que la educación en Oaxaca se ve afectada no sólo por problemas de acceso, sino también por las elevadas tasas de deserción de los estudiantes. El propio gobierno de la entidad reconoce que de cada 100 niños que ingresan a la primaria, 93 de ellos llegan a la secundaria, 65 continúan sus estudios para educación media superior, de éstos únicamente 23 cursan el nivel superior y sólo 13 de ellos llegan a concluir la licenciatura.
La Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca recibe cada año 5 000 estudiantes de nuevo ingreso, provenientes de distintas regiones del estado. Luis Manuel, de 21 años, proviene de Santa Cruz Corunda, distrito de Coixtlahuaca, un lugar donde prevalece el frío la mayor parte del año, poca siembra y un alto índice de migración. Cuenta que una vez que aprobó el examen de admisión, llegó con una hermana. Durante las primeras semanas sus padres sólo le pudieron dar un costal de maíz y frijol, pero recibió el apoyo de unos tíos, que le prestaron un cuartito para vivir. Se puso a trabajar y a estudiar en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Actualmente son tres hermanos, se ayudan entre ellos y trabajan para estudiar. Luis Manuel ya combina el trabajo para su sostén y sus prácticas en un despacho.
Martha es una alumna de la Facultad de Contaduría y Administración, tiene 35 años y dejó sus estudios para dedicarse a su hogar. Hoy, con tres hijos adolescentes, Martha nos platica que soñaba con estudiar una carrera universitaria; pensaba que algún día lo lograría. Martha, una mujer sensible y con una hija enferma que debe llevar a terapia cada ocho días, cumple con su responsabilidad de estudio, ya en su noveno semestre. Recuerda aún la emoción que sintió al ver su nombre en la lista de publicación de aceptados de las becas alimentarias de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca.
Luciano Ruiz Zurita, originario de una agencia de San Pedro Pochutla, es el hermano mayor de seis hermanos, al tiempo de estudiar su preparatoria trabajaba con un tío en la construcción, de ahí le surgió el deseo por conocer algo más y se puso la meta de estudiar más. Presentó su examen de admisión y fue aceptado en la Facultad de Arquitectura. Sabía que además de hospedaje y alimentación sus gastos incluían materiales para la carrera. Luciano se empleó en una constructora para ayudarse en su manutención, al mismo tiempo cumple con sus tareas de estudiante universitario.
Los sueños y las metas muchas veces no los podemos lograr solos, Luis Manuel, Martha y Luciano son tres testimonios de 100 estudiantes que voltearon los ojos a la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, quienes a través de la Fundación UABJO han sido aceptados y beneficiados con becas alimentarias, un peso menos en su andar universitario.
Inicialmente, la FAHHO autorizó 50 becas y el día 19 de octubre, en la entrega de las mismas, la presidenta de la Fundación expresó y refrendó su compromiso con la juventud y la educación: anunció que serían 100 becas a partir de ese semestre. “El objetivo, dijo, es que lleguen a la meta, que cada uno de ustedes no tenga motivos económicos para dejar los estudios. ¡A concluir con esperanza sus carreras!”, conminó a los estudiantes de más de 15 licenciaturas ahí presentes, en presencia del rector de la máxima casa de estudios, el Dr. Eduardo Carlos Martínez Bautista, quien también exhortó a los alumnos a continuar con su vocación universitaria y social.
Al igual que Luis Manuel, Martha y Luciano, miles de universitarios cumplen sus sueños, haciendo su mejor esfuerzo y estudiando duro para finalizar su carrera.
7 500 lectores en las sesiones
110 000 escuchas en los espacios
8 000 libros leídos
1 500 sesiones de lectura
25 000 beneficiarios en la ruta de la Mixteca
10 000 beneficiarios en la ruta de la Sierra Norte
* Números aproximados
“Iremos a Pinotepa 1 y 2 de octubre, será nuestra caravana de lectura, nos ha invitado Pedro Baños”, dijo la capitana del barco Seguimos Leyendo, la Dra. Socorro Bennetts, por allá del mes de junio. Así comenzó la historia. Más de 30 lectores voluntarios ganaron su pase al viaje a través de una rifa, porque han de saber que en Oaxaca se lee, y tenemos más de 200 lectores voluntarios que querían acudir. En el barco-autobús también zarpó el amigo Vidal, del departamento de difusión de la FAHHO y los coordinadores institucionales: Irais, Miguel y Arturo, además de Pedro y Soleil, con la Biblioteca Móvil.
Usted, querido lector, debe saber que en este escrito encontrará tres miradas de un mismo viaje.
¡Llegó el día! La emoción, la alegría por todos lados era desbordante y la aventura inició. Fue por la tarde la esperada salida, las coordinadoras hacían lo suyo, checando listas, confirmando asistencias, dan la orden de ir subiendo. ¡Y sí que llevaban mochilas grandes! ¡Con libros, mochilas pesadas y llenas de libros que no soltaron ni un momento en todo el viaje! Hasta el buen Willy —el famoso personaje de Antony Browne, en su versión marioneta— nos acompañó en esta travesía, en su respectivo camarote. Después de casi 12 horas de viaje, en las que la querida Lucy repetía en voz alta junto al chofer los nombres de todas las poblaciones de la Costa y los demás lectores compartían historias de viaje, llegamos al hotel Las Gaviotas, en donde nos esperaban con un refrigerio y ¡a dormir!, como buenos marineros en tierra firme.
Muy temprano, a pesar de haber dormido pocas horas, las lectoras y lectores, vestidos con playeras y todo el entusiasmo, nos dividimos en dos grupos. Misión 1. Pinotepa: Casa de la Cultura. Misión 2. Corralero: Preescolar, telesecundaria y primaria ¡Listos, capitán! Los que fuimos a la Misión 2, además de compartir lecturas, juegos, y hasta manualidades, tuvimos la tarea de terminar con unos deliciosos cocos que recién bajaban de las palmeras sembradas en la telesecundaria para darnos la bienvenida. ¡Misión cumplida!. Así esperábamos a que llegara la Misión 1 y todos los que compartieron con los niños de preescolar, así como los niños de la primaria que conocieron El peinado de la tía Chofi y a la tía Chofi en persona. Esperen… en todas las aventuras hay alguien que supera pruebas, y que encuentra recompensas; pienso que, en este punto, los protagonistas son nuestros anfitriones, los niños o tal vez nuestros lectores voluntarios.
“Parecía que, por primera vez, los pequeños escuchas experimentaban con los libros y conocían, también por vez primera, el mundo de la lectura. ¡Qué buena manera de combatir adicciones, malos pensamientos, malos hábitos! Los lectores usan estrategias adecuadas y aptas para cada edad de los niños, jóvenes y adultos que atendieron de una forma diferente a la que utilizamos en el salón de clases: leyendo con alegría, compartiendo la lectura con estrategias y dinámicas al punto de escuchar emocionantes anécdotas como si nosotros fuéramos los personajes principales. Comparten sus libros, disfrutan, leen con soltura, nos hacen preguntas, piensan cuando leen, y viven leyendo”, expresó Pedro.
Y es que de verdad, ¡No había ojos más bonitos que aquellos de la infancia afro-costeña escuchando historias llegadas de tan lejos!
“Fue un hermoso ambiente, todo fue camaradería, fraternidad, los niños, los adultos daban cariño, amor y estaban ansiosos, sedientos de escuchar, de leer, de tener los libros en sus manos, les veíamos hojear, reír, hacer gestos, jugar, había una gran y desbordante alegría por los lectores y los escuchas; estaban contentos de recibirnos y nosotros de estar con ellos”, comentó Lucirelia.
Es cierto, fuimos felices, porque aquello iba más alla de la alegría. Disfrutamos de una deliciosa comida costeña preparada con las manos de la Comadre, un exquisito caldo de pescado, ¿qué más se le podía pedir a la aventura?
“Caminando nos llevaron a un hermoso lugar llamado Laguna de Alotengo, Corralero, donde en lancha nos pasearon y nos llevaron al mar, ¡maravilloso! Para algunos fue su primera vez, ya en tierra arenosa de inmediato corrieron a ponerse sus trajes de baño y ¡al agua patos! Otros a comer, algunos a caminar, otros a descansar en las hamacas, otros más a recoger conchitas, piedritas de diferentes tamaños y formas caprichosas, a contemplar. Ya de regreso vemos aves, manglares, lanchas, volvemos a la orilla donde empezamos y ahora a subir a las unidades de motor, todos riendo, mojados, arenosos, pero felices y contentos de haber entrado a la laguna, al mar”, manifiestó Lucirelia.
En estas líneas puedo agregar que vi reír y jugar como niñas a varias lectoras. Para una de ellas, la querida Vicky, era su primera vez en el mar, podrán imaginar su emoción, era su propio cuento. Ya no mencionaré más nombres porque no quiero omitir ninguno y cada personaje hizo su propia ola en esta historia. En las camionetas y lanchas en las que nos transportaban resonaron carcajadas, cantos y cuentos, piernas sobre piernas, no importaba que nos sentáramos en el suelo. Todo era divertido. El domingo no transcurrió… ocurrió, así, rápido. Despúes del desayuno, los lectores hicieron de un parque en Corralero, una fiesta literaria. Se adueñaron del espacio con sus cuentos, seguros de sus habilidades. Y llegó el final de la historia, el viaje de regreso, zarpar con el corazón lleno de agradecimiento y nostalgia por lo vivido, por el esfuerzo colectivo: FAHHO, DIF Pinotepa, lectoras, lectores, Café Adobe.
“Nos cobijó la sombra de un árbol en el parque de Corralero, donde el canto de un pájaro lector, así como el zumbido de una abeja lectora nos susurraban en nuestros oídos letras que jamás olvidaremos y que se quedarán en el regocijo del recuerdo”, finalizó Pedro.
Los cinco dedos separados son cinco unidades independientes. Ciérralos y el puño multiplica la fuerza. Ésta es la organización.
James Cash Penney
Sería importante comenzar este breve artículo con una pregunta: ¿museos para quién?, ¿para objetos o personas? Actualmente, la evolución de los museos es una de las grandes cuestiones que nos invita a reflexionar acerca de nuestra tarea en el museo y los vínculos que se crean con la comunidad, tal como lo es la comunidad universitaria: jóvenes en proceso de formación y enriquecimiento profesional. Los museos, en general, pueden considerase espacios de experiencias enriquecedoras de aprendizaje y socialización y, por lo mismo, constituyen recursos educativos muy valiosos.
¿Qué es lo que aporta nuestro museo a los jóvenes que realizan sus prácticas profesionales o servicio social? Más que contestar a esta pregunta me gustaría compartir la experiencia que por más de 18 años el MUFI ha logrado: crear una familia que convive y se reúne para intercambiar experiencias y fortalecer lazos que los hacen pertenecer. Trabajar de la mano con jóvenes aumenta nuestras posibilidades para crear programas dirigidos a ellos, escucharlos y que compartan sus experiencias. Es una bocanada de aire fresco para la creación de nuevos formatos de comunicación, contenidos vivos y actualizados que se convierten en ámbitos de participación juvenil por medio de nuevas plataformas. No es convertir al museo forzosamente en un centro de aprendizaje o que todo el que nos visite tenga la necesidad primordial de aprender. Existe también la necesidad de participación y colaboración de los visitantes en la construcción del conocimiento; que sean tomados en cuenta; generar experiencias y saber qué se llevan de nosotros; que tomen la iniciativa para generar y crear propuestas de las que se beneficien. Sabemos que las experiencias nuevas generan “mochila para la vida”, como solía decir un maestro en mi época universitaria.
Podría mencionar muchos nombres, pero sería injusto dejar a alguien fuera: chicos que se han acercado al MUFI y que después de cumplir su periodo regresan ya no como estudiantes, sino como parte de la familia, es un gusto enorme encontrarlos en las exposiciones, talleres o actividades especiales, jóvenes que desde la secundaria hasta la universidad han elegido continuar en este espacio. Ellos son piezas fundamentales y parte de un gran equipo del que nos sentimos orgullosos. Muchos talentos, nuevos abogados, administradores, educadores, arquitectos, diseñadores y hasta chefs han convergido para enriquecer nuestros programas y sin duda serán grandes seres humanos y profesionales. Ellos nos han enseñado el camino para brindarles las mejores herramientas posibles; hemos logrado ser un equipo donde al final del día no terminan siendo practicantes o prestadores de servicio social, sino voluntariado, que de manera altruista y solidaria ayudan a crear un museo vivo. A manera de ejemplo cito, para finalizar, a Estefanía Aguilar, estudiante de Lenguas Modernas e Interculturalidad, Universidad La Salle Oaxaca: “Mi experiencia en el MUFI ha sido muy satisfactoria, he aprendido muchas cosas nuevas y me he relacionado con personas maravillosas, sin duda he adquirido nuevas habilidades y desarrollado muchas otras. Para mí, el MUFI no sólo se trata de filatelia, si no de una forma de convivencia y trabajo en conjunto que da un bonito resultado que puede verse fácilmente”.
El municipio de San Juan Evangelista Analco se localiza en la región de la Sierra Norte y pertenece al distrito de Ixtlán de Juárez. Esta comunidad tiene una iglesia que fue construida bajo la Orden de los frailes dominicos. La cubierta es de las llamadas de “par y nudillo”, es decir, de armadura de madera. En una de las vigas se aprecia una leyenda que dice: “Se dedica este sagrado templo a San Juan Evangelista en el año de 1682 y decorado por el pintor Esteban Bautista”. De aquí se deduce que la construcción del templo fue anterior.
Actualmente, se llevan a cabo los trabajos de la primera etapa de restauración dedicada al coro del templo.
Las armaduras que componen la cubierta son de etapas constructivas posteriores a la original, ya que las secciones de las vigas varían y se encuentran empalmadas. Existe una diferencia de niveles entre las armaduras. Los empalmes de las vigas nudillo (elemento horizontal) no corresponden a los originales. No obstante, pegado al arco triunfal, se encontró una sección de la construcción original que se tomó como referencia para la intervención.
Se integró una cubierta con base en vigas de madera constituidas por arrastre, pares (inclinadas), nudillo (horizontal), cumbrera, alero y arneruelos (entablado) de los cuales algunos fueron de reutilización.
Toda la madera fue rehabilitada en sitio, fumigada y detallada con trazos en lecho bajo de la armadura conforme a los vestigios. Sobre esta estructura se colocó una cama de triplay y un impermeabilizante. Se puso una retícula de madera sobrepuesta al impermeabilizante para que soportara las tejas. Éstas fueron protegidas con un sellador a base de agua. Finalmente, se integró un acabado de ladrillos en la escalera del imafronte (remate de la fachada).
Los trabajos de restauración de esta primera etapa fueron un esfuerzo en colaboración tripartita conformado por el municipio de San Juan Evangelista Analco, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO) y el gobierno federal a través del Fondo de Apoyo a Comunidades para la Restauración de Monumentos Históricos Históricos y Bienes Artísticos de Propiedad Federal (FOREMOBA). Los trabajos se realizarán bajo la asesoría del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), gestión y supervisión del Taller de Restauración de la FAHHO.
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