TERCER SEMINARIO DE URBANISMO

Compartir conocimientos y experiencias con futuros arquitectos de nuestra región forma parte de las diversas actividades y compromisos que promueve la Casa de la Ciudad. Durante el Tercer Seminario de Urbanismo “Aprendiendo a Observar el Paisaje Urbano”, realizado de septiembre a diciembre de 2013, treinta alumnos de cuatro facultades de arquitectura de Oaxaca —UABJO CU, UABJO Cinco de Mayo, URSE y Casandoo— fueron invitados a participar, aprender y enriquecer este seminario con sus análisis, investigaciones y propuestas.

El objetivo principal fue fomentar en los participantes la percepción y la sensibilización del espacio urbano de la Zona Metropolitana de Oaxaca desde diversas perspectivas y a partir de una experiencia de campo. La estructura del seminario, desarrollada en cuatro talleres, permitió dicha tarea. Los ponentes invitados, con experiencia en el estudio del espacio urbano, propiciaron que cada taller se desarrollara a partir de cuatro perspectivas de estudio distintas: la maestra Elena Tudela (México) con el tema “Paisaje, Urbanismo e Infraestructura”; el doctor Christian Von Wissel (Alemania) con “Caleidoscopio de periferias”; la doctora Roberta Edelweiss (Brasil) con “El proyecto a partir de la cultura del lugar”; y la doctora Ana Paula Ballina (México) con “Lectura integral del espacio urbano: realidad y metáfora del lugar”.

El vasto escenario y ejemplo inmediato de análisis, dirigido a la comprensión de la ciudad como un todo desde diversas perspectivas, fue la Zona Metropolitana de Oaxaca, conformada por veintidós municipios, grandes periferias y múltiples realidades. Sin embargo, tomar un caso de estudio de menor escala —el municipio de San Jacinto Amilpas— como hilo conductor de los cuatro talleres permitió trabajar la problematización, propuestas y actividades de microintervención desde cada perspectiva mencionada. Este municipio forma parte de la periferia urbana y, como tal, presenta grandes necesidades, pero también, un amplio potencial de regeneración urbana.

Treinta y cuatro cabezas generaron muchas e interesantes propuestas de intervención a diversas escalas, derivando en un cuantioso enriquecimiento para todos.

Al final de cada taller los ponentes ofrecieron una conferencia abierta a todo público, donde mostraron las diversas perspectivas de análisis de la ciudad, así como los resultados de los talleres. El seminario fue coordinado y realizado en la Casa de la Ciudad.

LA MEMORIA TRIQUI PRESENTE EN SAN PABLO

Durante la inauguración de una doble exposición que presenta temas de la memoria del pueblo triqui de San Andrés Chicahuaxtla, el exconvento de San Pablo se vio embellecido con los intensos colores de los huipiles portados por las mujeres de esta población, dando vida y vigencia a los espacios llenos de fotos, textos y videos.

Hilarión, memorias de un héroe triqui y Nuno’ si nuguàn’ nej tâ yî: Recordando las palabras de los abuelos son las dos exposiciones que estarán abiertas al público hasta el 7 de diciembre en el Centro Cultural San Pablo. Ambas exposiciones fueron curadas en una estrecha colaboración entre la comunidad de Chicahuaxtla, el Museo Textil de Oaxaca y la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, buscando de esta manera conjuntar el quehacer académico con la vida cultural de las comunidades.

El pasado 13 de septiembre, más de cien pobladores de San Andrés Chicahuaxtla se dieron cita en Oaxaca, dando así inicio a una jornada llena de historias, recuerdos, conversaciones y una amena convivencia.

Los visitantes de San Andrés Chicahuaxtla estuvieron al tanto de cada explicación que, previa a la inauguración, les brindó Benjamin Smith, de la Universidad de Warwick en Inglaterra. El académico inglés —quien desde hace años ha estudiado a la figura heroica de Hilarión— les narró su historia con la ayuda de los documentos que se conservan sobre él en Oaxaca. Entre éstos, la carta firmada por Hilarión mismo, en la que explica las razones de su proceder rebelde poco antes de ser ejecutado en el zócalo de la ciudad de Oaxaca en 1841.

El acto inaugural comenzó con la presencia de los organizadores de las exposiciones, entre ellos, el historiador Sebastián van Doesburg, el lingüista Michael Swanton, directores de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, el biólogo Alejandro de Ávila, curador del Museo Textil de Oaxaca y la historiadora María Isabel Grañén. Por parte de la comunidad de San Andrés Chicahuaxtla estuvieron el agente municipal, Constantino Fernández Hernández; el alcalde Wilfrido Dionisio Santiago Bautista; el presidente del comité de obras de la iglesia Santiago Ramos Vásquez; el fiscal de la iglesia Domingo Guzmán Sánchez Ramírez; tres de las mayordomas principales; Gabriel Santiago González, Marciana Castillo Hernández y Zorayda Bautista Espinoza así como otros representantes de esta comunidad triqui.

Entre las personas que aportaron piezas para las exposiciones estaban: Hely Reuter, hija del fotógrafo Walter Reuter (1906-2005), autor de diversas fotografías históricas expuestas; el fotógrafo Rafael Doníz, quien presentó una impresión fotográfica de la comunidad actual, y Bernardo Porraz, autor del documental Hilarión: memorias de un héroe triqui con entrevistas en lengua triqui y subtituladas al español. Las exposiciones son el resultado de varios años de colaboración entre la FAHHO y la comunidad de San Andrés Chicahuaxtla. Esta colaboración nació del deseo de demostrar la fuerza creativa y positiva de una población que desde hace mucho tiempo sufre el estigma de la violencia. Esta colaboración no termina aquí: el punto y seguido será la donación del acervo de imágenes y textos a la población de San Andrés Chicahuaxtla para que las futuras generaciones sigan manteniendo esta extraordinaria herencia cultural y cultiven el orgullo de ser integrantes del pueblo triqui.

Como agradecimiento, las mujeres de San Andrés Chicahuaxtla obsequiaron varios tejidos a los presentes, entre ellos un atuendo de gala a María Isabel Grañén, quien no dudó en cambiarse en el momento para hacer el recorrido así vestida, acompañada de Alfredo Harp Helú, quien también portó sombrero y otros accesorios propios de la región. En más de una ocasión se hizo patente el gran interés de los asistentes triquis por las fotos y documentos antiguos, generando constantes comentarios y reflexiones. Un momento especialmente emocionante se dio en la Sala Capitular, donde colocaron a la Virgen de los Dolores vestida con la indumentaria triqui, siguiendo la costumbre de las mayordomas de la comunidad, quienes se encargaron de vestirla. Éste fue, por supuesto, el sitio donde varias de las visitantes triquis escogieron para tomarse una foto, o incluso un ocasional autorretrato digital, guardando así un recuerdo del momento.

María Isabel Grañén afirmó: “Estas exposiciones son la mejor manera de darnos la mano. Hilarión nos une y nos reúne”. Así, a pesar de la intensa lluvia, el espíritu de Hilarión unió a los asistentes una vez más, para finalmente disolverse de nuevo en la oscuridad de la noche al terminarse el acto.

TODO LISTO PARA EL BIG LEAGUER CHARITY 2014

Este año Oaxaca vuelve a ser protagonista en el mundo deportivo, ya que los días 7, 8 y 9 de noviembre la ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad será sede del Big Leaguer Charity 2014, evento en el cual se reunirán peloteros mexicanos que jugaron o juegan actualmente en Grandes Ligas de los Estados Unidos.

Luis Ignacio Ayala, Houston Jiménez, Karim García, Mario Mendoza y Gerónimo Gil son algunos de los invitados que ya confirmaron su participación en este magno evento, que tendrá como escenarios el Estadio Eduardo Vasconcelos y la Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú.

En el primer Big Leaguer Charity, realizado en noviembre del 2013, Culiacán recibió a más de 60 jugadores para una convivencia inolvidable, ya que, con las ganancias que se obtuvieron, se apoyó a la sociedad sinaloense que meses antes había sido devastada por el huracán Manuel.

En esta ocasión, el Museo de la Filatelia recibirá tanto a peloteros como a medios nacionales e internacionales para un coctel de bienvenida, donde podrán apreciar una colección de timbres, sobres y otras piezas temáticas.

El sábado 8 de noviembre será un día lleno de actividades, comenzando por una serie de visitas a distintas instituciones dedicadas a la asistencia social, con el fin de motivar, apoyar y llevar alegría a quienes se encuentran en alguna situación complicada. La inauguración del Big Leaguer Charity 2014 se realizará en casa de los Guerreros de Oaxaca, la cual dará paso al Home Run Derby, en el que participarán algunos de los peloteros invitados que serán seleccionados por la misma afición.

Al finalizar el Home Run Derby, se llevará a cabo un juego de softball en el que todos los asistentes podrán ver jugar a sus grandes estrellas del beisbol, un suceso que sin duda los dejará con un gran sabor de boca. Esa noche, en el Centro Cultural San Pablo, se concentrarán las estrellas del beisbol mexicano para la realización de una subasta de artículos originales y certificados por la MLB (Ligas Mayores de Beisbol, por sus siglas en inglés), que serán donados por cada uno de los jugadores participantes.

Además, los big leaguers serán parte de una cena de gala, en la que se deleitarán con la arquitectura del exconvento de San Pablo, así como con una muestra gastronómica y cultural del estado de Oaxaca, para finalmente recibir un reconocimiento por haber participado en este evento que busca apoyar diversas causas altruistas y fortalecer los lazos del beisbol mexicano.

Para cerrar con broche de oro, el 9 de noviembre, en las instalaciones de la Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú, se realizarán clínicas en donde los big leaguers compartirán sus experiencias y conocimientos con los niños oaxaqueños que desean jugar beisbol profesional, con el fin de motivarlos y darles las bases necesarias para lograr su sueño.

DIABLOS ROJOS DEL MÉXICO, CAMPEONES 2014 DE LA LMB

En un encuentro no apto para cardiacos, los Diablos Rojos del México se alzaron como campeones 2014 de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), después de una temporada en la que dominaron de principio a fin y culminaron al barrer a los Pericos de Puebla en el cuarto juego de la serie del rey de los deportes.

La novena verde forzaba la celebración del quinto partido, luego de una dramática parte alta de la novena entrada, que inició con una pizarra 6-5 favorable para los de casa y en la que los visitantes fabricaron tres carreras y remontaron.

En el fondo de ese capítulo, que inició 8-6 a favor de los visitantes, los escarlatas fraguaron un increíble ataque. Sergio Omar Gastélum se embasó con un sencillo y John Lindsey también, tras recibir un pelotazo. Alejandro Ortiz entró como corredor emergente por Lindsey; Emmanuel Ávila puso en juego la pelota y un error de fildeo de Puebla en la inicial permitió que se llenara la casa. Gabriel Gutiérrez remolcó a Gastélum e Iván Terrazas a Jesús Fabela, quien había entrado a correr por Ortiz.

El juego 4 de la Serie Final se fue a extrainnings, por lo que en la apertura de la parte baja de la décima entrada, con el score 8-8, Juan Carlos Gamboa se vistió de héroe. “Trata de hacer un buen contacto para que puedas embasarte”, fue uno de los consejos que el Haper Gamboa recibió de su mánager, Miguel Ojeda. De esta manera, el torpedero escarlata prendió uno de los envíos de Pedro Rodriguez y atizó por el jardín derecho el cuadrangular de la victoria, el que remolcó la anotación del triunfo, dándole el campeonato número 16 a los Diablos Rojos.

LA POSADA DEL CACAO 2014

Desde la apertura del Centro Cultural San Pablo, la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova y Chocolate Mayordomo organizan, año tras año, la Posada del Cacao, un festival dedicado a la gran variedad de bebidas elaboradas con cacao en el estado de Oaxaca. El gusto de los oaxaqueños por estas bebidas ha derivado en una diversidad de recetas, muchas muy antiguas como el chone, el tejate y el pozonque, todas con nombres prestados del náhuatl. Para los pueblos de Oaxaca el cacao es parte integral de sus fiestas y de las ceremonias que acompañan el ciclo de la vida. Su uso y consumo constituyen un patrimonio etnobotánico y culinario diverso y rico (¡en los dos sentidos de esta palabra!) en el que queda mucho por explorar.

El uso del cacao en la cocina mesoamericana es un saber con profundas raíces históricas. Investigaciones recientes del arqueólogo Terry G. Powis, de Kennesaw State University, y sus colegas mexicanos y canadienses han demostrado que nuestro gusto por las bebidas de cacao tiene una gran antigüedad. Con una técnica de análisis muy precisa conocida como la Cromatografía Líquida de Alta Resolución-Espectrometría de Masas (HPLC-MS, por sus siglas en inglés) ellos han logrado encontrar restos de teobromina, uno de los componentes químicos característicos del cacao, en las paredes de cerámica de la cultura pre-olmeca del golfo de México con una antigüedad de unos 3,700 años. En la costa de Chiapas, en la parte conocida históricamente como Soconusco, se ha encontrado evidencia similar. Desde estos inicios, el misterioso cacao —un compuesto de más de 500 componentes químicos— no ha dejado de acompañar la vida de los mesoamericanos. Por las fuentes documentales del siglo XVI sabemos que lo que más se consumía eran variantes del chocolateatole: espumas frías de cacao y otros ingredientes sobre bases calientes o tibias de atole. De hecho, hasta hoy, ésta es la familia de bebidas más extendida en Oaxaca. Durante mucho tiempo, esta bebida fascinó a los europeos por su sabor único y apariencia exótica. En 1573, el papa Gregorio XIII tuvo que pronunciarse sobre la moralidad de su consumo, a raíz de las múltiples dudas sobre si rompía el ayuno eclesiástico. Luego, a finales del siglo XVI, la variante preferida por los españoles comenzó a viajar por todo el mundo. De hecho, chocolate es probablemente la palabra más internacional de la Tierra (casi todas las lenguas del mundo la tomaron prestada), pero aún no se conoce con certeza su origen. Sólo sabemos con seguridad que es un neologismo colonial surgido en Guatemala alrededor de 1560. Ya no tenía la base de atole y era similar a nuestro chocolate de agua. Con el tiempo, se descubrieron nuevos usos del cacao —entre ellos las presentaciones sólidas elaboradas a base de manteca de cacao, llamadas también chocolate por los europeos— y hoy en día el mercado mundial del cacao alcanza alrededor de 83,000 millones de dólares por año. ¡Vaya, qué regalo de Mesoamérica a la repostería mundial y esto sin incluir la vainilla!

Y hablando del chocolateatole, es una lástima observar la pérdida del uso del tradicional alcahuete en la mayoría de los puestos que se dedican a su venta o su transformación en “separador de libros” para los turistas por parte de los vendedores en el Zócalo de la ciudad. Detrás de este curioso utensilio hay una pequeña historia que vale la pena contar aquí. Todos conocemos el significado común de la palabra alcahuete: “Persona que concierta, encubre o facilita una relación amorosa, generalmente ilícita” (Real Academia). Viene del árabe alqawwád, ‘el mensajero’. Ésta es una palabra introducida en la Nueva España por los españoles, con su herencia mozárabe de siglos de antigüedad. Pero, ¿qué tiene este significado que ver con el palito con que removemos el chocolate atole? ¡Pues nada! Se trata de una misma palabra, pero con dos raíces muy distintas, ambas no ibéricas: en el caso de nuestra varita con su animalito colorido en la cima, el español de Oaxaca tomó prestada la palabra alquauitl, ‘el palito para [remover] bebidas’, del náhuatl. El fraile Bernardino de Sahagún lo registró en su enciclopedia de la cultura náhuatl del siglo XVI (en la versión en español: “Luego venían los que vendían el cacao y ponían a cada uno una jícara de cacao, y [a] cada uno le ponían su palillo, que llaman a[l]quauitl”), pero como préstamo en el español sólo existe en Oaxaca. Curioso, ¿no creen?

Invitamos a todos nuestros lectores a la Posada del Cacao. Por supuesto, ¡todos recibirán, como de costumbre, su propio alcahuete en la Posada del Cacao!

ENCUENTRO DE ACTIVISMO DIGITAL DE LENGUAS INDÍGENAS

Dentro de las acciones más importantes para la revitalización y el fortalecimiento de las lenguas indígenas se encuentra el activismo digital, pues otorga a estas lenguas y a sus hablantes nuevos espacios de uso en los cuales las lenguas se recrean. Con esto en mente, la organización mundial Rising Voices, perteneciente a la organización Global Voices Online, la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova y la asociación civil Servicios Universitarios y Redes de Conocimiento en Oaxaca convocaron al Encuentro de Activismo Digital de Lenguas Indígenas, que se llevó a cabo en el Centro Cultural San Pablo los días 3, 4 y 5 de octubre de este año (2014).

Este encuentro reunió a hablantes de maya, me’phaa, mazahua, chatino, zapoteco, náhuatl, tsotsil, triqui, mixe, tseltal, mixteco, totonaco, wixárika, ch’ol y tepehua. Los activistas digitales intercambiaron experiencias y conocimientos con los que han creado herramientas y contenidos para preservar y otorgar espacios a sus lenguas en el mundo de internet. Como uno de los logros más importantes de este encuentro, los bloggers, creadores multimedia, editores de Wikipedia, localizadores de Firefox y entusiastas del software libre crearon una red de cooperación e intercambio que permitirá dar continuidad al encuentro y alimentar la discusión sobre las estrategias y los desafíos que implican fortalecer y desarrollar el uso de las lenguas indígenas en el mundo virtual.

Considerando que el Catálogo de Lenguas Amenazadas de la Universidad de Hawaii reporta que cada tres meses se pierde una lengua en el mundo y que, según la Unesco, la mitad de las lenguas del mundo podría desaparecer en los próximos cien años, este Encuentro de Activismo Digital de Lenguas Indígenas cobra particular importancia pues las nuevas tecnologías pueden ayudar a frenar la velocidad con la que las lenguas están desapareciendo, ya que dan elementos a las nuevas generaciones para crear herramientas que revitalicen, desarrollen y promuevan la vitalidad lingüística.

TALLER DE TONOS (CHATINO DE SAN JUAN QUIAHIJE)

TyonC qaE chaqF noC ndywiqC renqC loA=ntqaB inH ntqoE ranF siqJ otoman- gue, qoE ndiyaA chaq-F otomangue ndiyaI tyqiC qinE. NaF ngaJ chaqF tyqiC kanqG: jaK no0 xqanE tyqiC renqE, nxqanE chaqF ndywiqJ renqJ. nqneJ qaE chaqF nqneJ xqanH renqJ tyqiC renqE, nloI qaJ naF ngaJ ranF chaqF kaC knyaB renqH qinJ ranF. KanqF chaqF ndyisnaG xlaK chaqF tyqiC. yqanI ykwenqE qoE saA skaI ntenB no0 chaqF quB qin0 renqJ, kwiqJ kwanH niyanJ naE tnyiB chaqF noJ kaC nqneE xqanH ntenB no0 ndywiqJ jchaqF.

WaC ngaJ snaJ yjanI nqneI xqanJ waG chaqF tyqiC, 2012 (15-24 de junio), 2013 (14-23 de junio), 2014 (17-27 de junio), qoE tiC qneJ xqanH laJ waG xkaI yjanA 2015. NdeC ngaJ neqE tnyaE ntyqanA qneJ xqanH neqA: amuzgo, chatino, chinanteco, chocholteco, mazateco, me’phaa, mixteco, triqui, otomí y zapoteco.

NoA ntquB qin0 ntenB ndeH niyaJ naK: Francisco Arellanes (UNAM), Mario Ernesto Chávez Peón (CIESAS), Christian DiCanio (Haskens Lab, Yale), Esther Herrera Zendejas (Colegio de México), John Kingston (UMass Amherst), Justin McIntosh (UTexas Austin), Jonathan Amith (Gettysburg), Eric Campbell (UTexas Austin), Alice Harris (UMass Amherst), Michael Swanton (UNAM/FAHHO), Anthony Woodbury (UTexas Austin) qoE Emiliana Cruz (UMass Amherst).

NdiyaB renqH tyanF xqweF qinJ ntenB no0 ntquB, qinA Biblioteca de Investigación Juan de Córdova qoE Instituto Nacional de Lenguas Indígenas.

LA LENGUA DE LOS GITANOS: UN TALLER DE ROMANÍ MEXICANO

En la última década del siglo XIX, el viajero noruego Carl Lumholtz se encontró con un sorprendente campamento itinerante de personas en el sur del estado de Nayarit. Los hombres, grandes parlanchines, tenían suelto su largo cabello y fabricaban cazos de cobre para su venta. Las mujeres trenzaban monedas de plata en su cabello y leían las manos. Viajaban con osos y monos que usaban en espectáculos. Eran gitanos. Lumholtz notó que muchos eran bosnios y unos pocos turcos y griegos, pero la mayoría provenía de Hungría y por eso “se les llama ‘húngaros’ en todo México”.1

Huyendo de la persecución y discriminación en Europa, en las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX, muchos gitanos arribaron a diferentes países americanos, entre los cuales estaba México. Generaciones después, sus descendientes en este país —aún llamados “húngaros”— conservan sus tradiciones y conocimientos ancestrales, entre los cuales uno de los más importantes es su lengua: el romaní. Actualmente, hay miles de hablantes de romaní distribuidos en el norte del país, Veracruz, Jalisco, Oaxaca y otros estados.

Los orígenes de la lengua romaní se remontan hasta el subcontinente indio. Está claramente relacionada con otras lenguas indoarias como el hindi y el rajasthani, pero, a diferencia de estas otras lenguas y por motivos desconocidos, los hablantes de romaní salieron de la India hace mil años y emprendieron un viaje de siglos hasta llegar a la Europa medieval. Su lengua aún lleva las huellas de esta migración. El romaní conserva palabras prestadas del persa (como ‘anillo’, angrusti; ‘gusano’, čermo y ‘ajo’, sir); del armenio (‘consuegra’, xanami; ‘pedazo’, kotor; ‘nombre’, anau); del griego (como ‘flor’, luluži; ‘papel’, řertja y ‘camino’, drom); del serbocroata (como ‘verde’, zéleno; ‘escopeta’, púška y ‘calle’, búlitsa) y del rumano (‘cielo’, čéri; ‘martillo’, čokáno y ‘zancudo’, tsintsári). Una vez en Europa Oriental, los hablantes de romaní se expandieron por diferentes países del continente, lo que contribuyó a la formación de diferentes variantes de esta lengua. Estas variantes no sólo siguieron adquiriendo palabras de otras lenguas, sino que también se constituyeron en fuentes de palabras para lenguas nacionales. Por ejemplo, el romaní de España, ahora extinto, obsequió a la lengua española la palabra “chavo”, que quería decir “hijo”.2

Gracias a Evangelia Adamou, investigadora greco-francesa, sabemos que la variante de romaní que se habla en Oaxaca y Veracruz proviene del área de Transilvania, territorio que ahora se ubica en Rumania, pero que antes de la conclusión de la Primera Guerra Mundial formaba parte del reino de Hungría.

Justamente esta variante de romaní fue tema de un taller de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova los días 10, 11, 17 y 19 de octubre (2014). Con la ayuda de Yolanda Montes Camacho, hablante nativa de esta lengua, los talleristas aprendieron expresiones básicas, elementos de la gramática y la historia del romaní; así pudieron apreciar un aspecto poco conocido de la gran diversidad cultural y lingüística de Oaxaca y México.

1 Lumholtz, Carl. 1902. Unknown Mexico. New York: C. Scribner’s.
2 Adamou, Evangelia. 2013. Replicating Spanish ‘estar’ in Mexican Romani. Linguistics, 51: 1075-110.

ESTAMOS DE FIESTA

La Librería Grañén Porrúa cumple 42 años de haber sido fundada, y el pasado mes de octubre celebró sus primeros 15 en la hermosa ciudad de Oaxaca.

En el pasaje de Niza, en la esquina del Paseo de la Reforma, Manuel Grañén Moré tenía su librería en la capital mexicana. Estaba dedicada a vender libros de arte y literatura. La Librería Grañén Porrúa —llamada así por los apellidos de sus hijos— pasó por momentos difíciles, sobre todo, a partir del temblor de 1985, cuando los locales vecinos cerraron sus puertas. Sin embargo, la buena administración del negocio y la fidelidad de sus clientes permitieron que continuara, aun en las peores circunstancias.

A los 75 años de edad murió don Manuel, a causa de un paro cardiaco, precisamente cuando se levantaba, como todos los días, para ir a trabajar. La hija de Manolo, María Isabel, decidió trasladarla a Oaxaca, donde ella radicaba. Fue gracias al apoyo de su esposo, Alfredo Harp Helú, que se restauró una antigua casa en la calle Macedonio Alcalá 504 para darle hogar a tan querido negocio.

Desde su inauguración, hace 15 años, la Librería Grañén Porrúa en Oaxaca se ha convertido en un punto de encuentro para los lectores oaxaqueños y visitantes de la ciudad. La selección cuidadosa de su mercancía invita a los visitantes a recorrerla entre sus salones cobijados por libreros.

15 años han pasado desde aquella noche en que la algarabía de la ciudad celebraba con banda y marmotas la apertura de una casa de libros para Oaxaca. Amigos y seres queridos han sabido acompañarla en su andar. La librería seguirá su camino de fomentar las letras y hacerlas llegar a las manos de sus clientes que esperan un libro para emocionarles el alma.

EL PODER DE LA LECTURA

“Todos nos inventamos a punta de palabras”, dice Yolanda Reyes en su libro La casa imaginaria. Y vaya que sí. Es preciso inventarse a cada momento en un lugar como lo es la DEMA, la Dirección de Ejecución de Medidas para Adolescentes de Oaxaca. El jueves 13 de marzo de 2014, en punto de las cuatro de la tarde, estábamos ahí formados, esperando la revisión última para entrar. Habíamos pasado ya por una serie de registros y preguntas, dejado todas nuestras pertenencias en un locker y entregado nuestra identificación. Las instrucciones: “No ropa oscura, ni militar, ni escotes, ni faldas cortas, ni celulares, ni…”. Sí, sólo libros, ganas y deseos de compartir, de dar y aportar un poquito en esta reinvención y construcción del ser. Sí, de ellos, pero sobre todo, de nosotros mismos.

Una vez dentro, nos espera la licenciada Verónica Gómez, encargada del área de pedagogía de la DEMA. Nos recibe de manera muy amable, nos lleva a dar un recorrido por las instalaciones y finalmente nos asigna un salón, un espacio, para iniciar la lectura. Es un lugar bastante amplio y limpio, con un escritorio y muchas sillas apiladas. A los pocos minutos fueron entrando algunos chicos, enviados de manera obligatoria al círculo de lectura. No pasaron más de diez minutos para que el salón estuviera lleno. Entre miradas alegres, otras ausentes, algunas curiosas, otras reservadas y pocas con algo de enojo, iniciamos.

Jueves 11 de septiembre (seis meses después). Me cuenta la licenciada Verónica: “Reuní a unos chicos y les pregunté su opinión sobre el círculo de lectura como usted me lo pidió, ¿y con qué cree que me salieron?

Pedro me dijo, así, tal cual: “Licenciada, la ahorco y me muero si nos quita el círculo de lectura, no lo haga, ni se le ocurra.

“Es algo que me gusta, me da vida, me interesa y hace más ligeros y agradables mis días aquí”, comenta Pedro cuando la licenciada Verónica insiste en saber por qué le gusta el programa de lectura.

A escasos cinco meses de haber iniciado la lectura en este espacio, el panorama es diferente. Esas miradas hoscas, con enojo y recelo del principio son ahora tranquilas, abiertas y me parece que hemos logrado generar en ellos una confianza que nos acerca. “Las dinámicas que hacen me gustan mucho, me divierten, son muy chidas”, dice “el Tigre”, un chico que apenas habla el español y no sabe leer, pero que no falta cada tarde y que incluso, últimamente, ha pedido quedarse con algunos textos como El Grúfalo o La voz de los sueños.

“Yo creo que hemos logrado encauzarlos en la lectura, bueno, a algunos de ellos”, me comenta Elia Pérez, lectora de este espacio, y continúa diciendo: “En especial me ha llamado la atención María Laura, una de las dos únicas mujeres recluidas aquí, y quien al principio no asistía, pero luego de ir a leerle hasta su dormitorio, y que nos recibiera con cara de enojo y de qué hacen ustedes aquí, ahora ella llega sola a la reunión y, aunque apenas sabe leer y hablar el español, ahora nos pide libros; su actitud es totalmente diferente, y esto me hace sentir especialmente bien”.

Habitar los territorios del lenguaje es habitar el mundo. “Somos seres lingüísticos”, dice José Antonio Marina en su texto La magia de leer.

Marcelino, chico de mirada inquieta y apacible, dice, refiriéndose a los lectores: “Son ustedes muy amables y animosos, su entusiasmo es contagioso. Me gusta y me siento muy bien en el grupo porque no nos cuestionan nada; es bonito, he sentido confianza con el grupo que viene a vernos”.

“Los jóvenes buscan ya los libros, les atraen las historias y nos esperan, estas son victorias. El joven que hace dos semanas salió libre se acercó a mí para despedirse, me agradeció este tiempo y me compartió que a él ya le gustaba leer pero que las lecturas que les hemos traído, así, tan variadas, le han abierto la mente para otros temas. Incluso me dijo: ‘Hasta estoy pensando en dedicarme a la educación’. Se trata de que se diviertan, de que se la pasen bien con nosotros y los libros, de dejarles un mensaje de esperanza”, nos cuenta Cristina Ogarrio, otra lectora voluntaria.

Con la literatura nos descubrimos, nos encontramos a nosotros mismos. Paul Valéry dijo que “la ternura era la memoria de haber sido tratados con atenciones extraordinarias a causa de nuestra debilidad”. Tratemos, entonces, con ternura.

CAJAS DE PALABRAS

El buzón, como otros medios de comunicación, ha pasado por la inevitable etapa de la nostalgia: entre más antiguo y singular, mejor. Cada país, desde su aparición, imprimió en él su idea de nación y es a través de sus diseños que hemos podido aprender sobre la historia o cultura de un país. Inglaterra, España, Japón y México, entre otros, han dejado una huella singular en los diseños de sus buzones que a la fecha los hace perfectamente identificables.

Tanto su diseño como su presencia común en el espacio urbano han motivado a que en diversos continentes se le tome como el símbolo de la correspondencia. Es tan fuerte el peso iconográfico del buzón que, con el avance de los años, se ha expandido hasta llegar a terrenos artísticos. El buzón ya no es un simple receptor de mensajes, se ha convertido también en un objeto dispuesto a ser transformado; cada centímetro de esta “caja de palabras” da innumerables posibilidades de otorgarle un nuevo significado, siempre respetando la utilidad inicial: resguardar y transmitir un mensaje.

Caja de palabras es una exposición que reúne las ideas de 20 artistas contemporáneos dispuestos a transformar el concepto de buzón, utilizando la técnica que más los ha distinguido en su carrera. Para esta muestra se contó con la producción de 20 buzones de madera elaborados por artesanos de los Talleres Comunitarios de Zegache. Cerámica, pintura, fotografías, timbres postales, entre otros, han sido los materiales utilizados por artistas en la reconstrucción de los buzones. Cada artista refleja una idea, un concepto diferente, que nos remite inevitablemente al viaje de las palabras y a ese hogar efímero en el que descansan las cartas.

Los buzones aquí presentes nos dan distintas posibilidades de connotación y nos llevan a los testimonios, anhelos, sueños y reflexiones de cada uno de los artistas. Son 20 visiones que nos sitúan en el mundo actual de la correspondencia; 20 visiones que nos permiten entender qué representa a nivel global este medio de comunicación: cómo es visto, cuál es su utilidad, y, sobre todo, cuál es su futuro.

ESTAMPILLA DEL DÍA DE MUERTOS

El Museo de Filatelia de Oaxaca (Mufi) y el Servicio Postal Mexicano (Sepomex) realizarán la cancelación especial de la convocatoria y exposición El Buzón de la Calaca 2014, en la cual se utilizará la estampilla postal Tradiciones Mexicanas Día de Muertos 2014, cuyo diseño mostrará una de las postales ganadoras de esta convocatoria de la emisión 2013.

Como cada año, esta convocatoria-exposición se realiza en el marco del Día de Muertos con la finalidad de promover el uso de la correspondencia tradicional así como el rescate y difusión del timbre postal. En la edición de 2013 se reunieron los trabajos de más de 150 artistas de diversos estados de la república mexicana, así como de países como Chile, España y Estados Unidos, de los cuales 50 fueron seleccionados para participar en la exposición homónima.

El diseño que este año llevará la emisión Tradiciones Mexicanas: Día de Muertos será el que el Servicio Postal Mexicano seleccione de un conjunto de postales enviadas a la convocatoria en 2013.

El primer acercamiento que Sepomex tuvo con los diseños de estas postales fue durante la realización del Séptimo Congreso Mexicano de Tarjetas Postales, celebrado en agosto en la ciudad de Monterrey, y en la que el Mufi participó con esta colección y otra sobre postales de la Revolución mexicana.

La cancelación especial se realizará durante la inauguración de la exposición El Buzón de la Calaca 2014, en el Museo de Filatelia de Oaxaca, con la presencia de las autoridades de Sepomex y el artista ganador.

TESORO DE OAXACA

Han pasado 20 años desde que se inició el proyecto de rescate de uno de los acervos bibliográficos más importantes de México: la Biblioteca Francisco de Burgoa, que pertenece a la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca. Entonces reinaba el caos: los libros estaban dispersos, algunos en el suelo, otros olvidados en cajas, entre insectos y bacterias. Afortunadamente, llegó el momento de descubrir su riqueza. Fue Francisco Toledo quien tuvo la iniciativa de promover el proyecto de su organización y aportar el 50 % de los recursos. Inició un sueño. Gracias a la asesoría de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, con el apoyo de su entonces directora, la Dra. Stella María González Cicero, comenzó la tarea: un equipo de trabajo fumigó el espacio, elaboró un inventario y logró que los libros se estabilizaran.

Localizamos miles de joyas bibliográficas, entre ellas: 14 incunables, impresos mexicanos del siglo XVI, importantes mapas y grabados, libros de geografía, religión, historia y literatura salidos de las imprentas más famosas de Europa y hasta un manuscrito de fray Bartolomé de las Casas.

Debido a la importancia de la colección, la biblioteca fue trasladada al exconvento de Santo Domingo de Oaxaca y Fomento Social Banamex financió la estantería de cedro rojo.

A lo largo de los años, la Biblioteca se ha convertido en un espacio cultural apreciado por la ciudadanía y los investigadores. Hemos recibido varias donaciones, realizamos publicaciones y creamos un taller de restauración que ofrece su servicio a otros archivos. Sin duda, es una de las bibliotecas más visitadas del país, especialmente por los grupos escolares y los turistas que llegan a la ciudad.

Ha sido un privilegio participar en este proyecto, ser parte de un equipo que logró la transformación de una bodega de papeles viejos en un digno espacio para las nuevas generaciones.

LA LABOR EN EL INSTITUTO CULTURAL FRAY FRANCISCO DE TORAL, CONKAL, YUCATÁN

Localizado en el exconvento erigido en el siglo XVII, el Instituto Cultural Fray Francisco de Toral es un proyecto que ha sido acariciado por largo tiempo por las autoridades religiosas seculares.

Auspiciado por la Arquidiócesis de Yucatán, este centro tiene como mira convertirse en un espacio en el que se reúna, resguarde y difunda el patrimonio artístico y documental de una de las diócesis más antiguas de México: la yucateca, que data de 1519.

El exconvento de San Francisco de Asís, clara alusión al fundador de la orden que evangelizó la zona, alberga al momento diferentes colecciones bibliográficas y documentales de gran importancia para la historia eclesiástica y civil de la península, que datan de los inicios de la colonización y evangelización de la zona.

Los encargados del proyecto se han enfocado en garantizar, en lo posible, la óptima preservación de los materiales que tendrá el Instituto Cultural en su resguardo, iniciando por la colocación de los fondos bibliográficos y documentales en condiciones climáticas estables, ya que el clima caluroso y húmedo de Yucatán propicia que el deterioro de libros y documentos sea inevitable, pues actúa como catalizador en el crecimiento de microorganismos e insectos y expone al papel de libros y expedientes a niveles de humedad que están lejos de ser los óptimos para la conservación del material.

Otro de los pasos importantes fue la colaboración de Adabi de México que, a invitación de las autoridades de la arquidiócesis, ha enfocado su experiencia de más de una década en materia de archivística, libro antiguo y conservación, a los proyectos de catalogación documental, clasificación bibliográfica y la puesta en marcha de un taller de restauración.

El presbítero Héctor Cárdenas, actual encargado del proyecto por parte de la arquidiócesis, ha presenciado cómo el personal de Adabi de México ha emprendido la tarea. En primera instancia, la ordenación y elaboración del inventario del Archivo Histórico Diocesano realizado por la coordinación de Archivos Civiles y Eclesiásticos, bajo responsabilidad de Jorge Garibay Álvarez, proceso que llevó seis meses para consolidarse, y que incluyó el orden y registro del acervo y proveyó a las autoridades, encargados —y posibles investigadores— de la capacitación en materia de catalogación de archivos diocesanos y paleografía. Con ello se logrará un mejor registro de los documentos para su control, una mejor atención a los usuarios y una lectura más rigurosa del material. Una vez que se ponga en marcha el servicio de consulta, los estudiosos e interesados en la evolución histórica del área, la institución religiosa, y otros aspectos sociales, tendrán en este archivo una veta muy importante de información.

El segundo proyecto que Adabi llevó a cabo en el Instituto Cultural Francisco de Toral fue la limpieza, organización y catalogación de las colecciones del Seminario de Yucatán y de la Catedral de Mérida, a cargo de la Coordinación de Biblioteca y Libro Antiguo, encabezada por Elvia Carreño Velázquez. En total se procesaron más de un millar de libros, que datan del siglo XV hasta el XX, en diversos formatos y sistemas de reproducción. Sin embargo, además del material bibliográfico, el acervo también posee publicaciones periódicas, manuscritos y material gráfico, con tintes religiosos, sociales e históricos. Entre las publicaciones clasificadas se localizaron tres libros incunables fechados en 1500 e impresos en Venecia por Baptista de Tortis, así como una segunda edición de las obras de Sor Juana Inés de la Cruz, cuyos volúmenes poseen un grabado considerado de suma rareza por los especialistas.

Entre el material hemerográfico que se localiza en el acervo, se encuentran diversas revistas regionales, muchas con textos literarios, así como vistas de oficios cotidianos y reportajes sobre la visita de diferentes personalidades entre las que sobresale Porfirio Díaz.

El tercer proyecto que involucra la colaboración de Adabi de México con el Instituto Cultural Fray Francisco de Toral es la puesta en marcha de un taller de restauración, en el que interviene la generosa aportación de Fomento Cultural Banamex. Como se ha dicho, el clima de la península ha influido definitivamente en el deterioro del patrimonio documental. Es necesario generar un centro de trabajo que recupere los libros y documentos resguardados en el Instituto, a la vez que sirva de polo de atracción para el inicio de este tipo de disciplina en la zona, indispensable para la conservación del patrimonio regional. Se pretende que el centro establezca parámetros de conservación locales —pues no existen normatividades generales en cuestión de conservación— e imparta cursos de capacitación en la materia. Este proyecto está a punto de iniciarse y está respaldado por los interesados en el rescate y conservación de los archivos y bibliotecas de la península.

Con estos proyectos, Adabi de México contribuye al rescate y preservación del patrimonio documental de los mexicanos por medio de sus diferentes especialidades, y a la generación de conciencia sobre la importancia que tienen estas fuentes para comprender la historia y explicarnos como país.

MARCAS DE FUEGO

“Marca de fuego” es el nombre que se le da al signo que presentan algunos libros en cualquiera de sus cantos y que servía para indicar a qué biblioteca pertenecían. Como su nombre lo indica, se realizaba con un hierro candente para lograr quemar el papel de manera uniforme. Estas huellas carbonizadas se utilizaron principalmente en la época novohispana. No se conoce la fecha exacta en que inició su uso ni hasta cuándo dejaron de emplearse, pero actualmente, gracias al trabajo de investigación realizado en el Catálogo Colectivo de Marcas de Fuego, se tienen ubicadas algunas hasta el siglo XIX.

En el 2009, la Biblioteca Histórica José María Lafragua de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y la Biblioteca Franciscana de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) se plantearon la posibilidad de crear un software para albergar una colección digital de sus marcas de fuego debidamente identificadas, partiendo de la necesidad de los bibliotecarios e investigadores de conocer la procedencia de los libros. María de Lourdes Fernández, responsable del área de Desarrollo de Colecciones Digitales para la administración, almacenamiento, navegación y consulta de la UDLAP, desarrolló el software denominado xmLibris. Por su parte, Mercedes Salomón Salazar, encargada del Área de Conservación de la Biblioteca Lafragua, se encargó de la metodología. Así fue como empezó el proyecto del Catálogo Colectivo de Marcas de Fuego que actualmente integran 17 instituciones de México, Estados Unidos y España.

El catálogo forma parte del Consorcio de Bibliotecas Europeas de Investigación y hay que destacar que solamente hay dos proyectos no europeos participando. Es un orgullo que la Biblioteca Francisco de Burgoa se haya incorporado a esta iniciativa que sin duda alguna enriquecerá la historia de nuestras bibliotecas. En esta línea, Oaxaca fue la sede del primer encuentro de instituciones participantes en el Catálogo Colectivo de Marcas de Fuego en julio de 2014.

Si quieres conocer más acerca de este proyecto, te invitamos a que consultes su página web.

TOMÁS HARRIS EN OAXACA

Tomás Harris, poeta chileno multilaureado, visitó Oaxaca en octubre para ofrecer algunas actividades organizadas por la Biblioteca Andrés Henestrosa. La conferencia “América viene primero: De la ausencia de un humanismo verdadero”, se trató de una mesa redonda donde compartió, con poetas oaxaqueños y avecindados, el actual estado de la poesía en Chile, habló también sobre la herencia violenta iniciada en 1973 que aún no termina. En esta mesa redonda participaron José Molina (†), Guadalupe Ángela (†), Alan Vargas y Óscar Sandoval. Por último, el escritor León Plascencia Ñol y el poeta José Molina (†) presentaron el libro de Harris, Los sentidos del viaje.

Tomás Harris, profesor de Castellano con maestría en Literaturas Hispánicas en la Universidad de Concepción, aborda en su obra a la ciudad y al viaje como temas principales. En 1982, publicó su primer poemario La vida a veces toma la forma de los muros y en 1985, Zonas de peligro, al cual Soledad Bianchi consideró “una de las construcciones poéticas más interesantes y novedosas de la literatura producida con posterioridad al golpe de Estado”.

En la Biblioteca Henestrosa, Harris centró su atención en el humanismo de Gabriela Mistral, a quien lo une su gusto por la poesía, y también su pasión por la enseñanza. Planteó que Gabriela Mistral hablaba de la poesía como un oficio lateral, pero que en realidad se convirtió en su razón de vida. “El oficio lateral, dice Harris, es una especie de paradoja en la que la situó la vida. La enseñanza y la escritura, pedagogía y poesía, en Gabriela, están tan entrabadas, tan ligadas visceral y culturalmente la una a la otra, que a veces es difícil decir dónde comienza una y dónde termina la otra.(…) Además, esta situación le mostró que las materias de enseñanza y de aprendizaje no sólo estaban en los libros sino, y sobre todo, en el Mundo, en la experiencia, la Naturaleza, la flora, la fauna, los oficios, en la tierra misma, y, sobre todo, en los habitantes originarios”.

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