NADIE SABE QUIÉN ES, SI NO SABE DE DÓNDE VIENE

No se trata de recrear y de aplicar los estilos del pasado a la realidad actual, no se trata de edificar historicismos, se trata de aprender las lecciones del pasado, de la ciudad tradicional que sigue aún brindando los espacios más adecuados para la convivencia de los habitantes del siglo XXI, de retomar su enseñanza y de aplicarla en el diseño de la ciudad contemporánea.
Carlos Arvizu

Los patrones culturales de un grupo de personas se relacionan directamente con el espacio y contexto en el que se desenvuelven: la forma de comunicarse, de transmitir un mensaje, de solucionar un problema y hasta de vivir. Alrededor del planeta, distintas civilizaciones se jactan del legado cultural que sus ancestros construyeron a través de sus artes, y México no es la excepción.

La arquitectura, desde la prehispánica hasta la contemporánea, es un lenguaje que transmite el conocimiento de las civilizaciones mediante el uso de patrones arquitectónicos. La correcta articulación de los elementos en la arquitectura tradicional mexicana deja al descubierto la importancia que nuestros antepasados le daban al contexto en el que se ubicaban, es decir, la arquitectura estaba determinada más por su integración al medio natural que por su estética, pues esta vendría por añadidura si la armonía, el orden y proporción se relacionaban directamente con su medio. Como menciona el gran estudioso Arvizu, la arquitectura formaba parte de la naturaleza y, con ella, el agua, el aire, el cosmos y hasta los fenómenos naturales como sismos y erupciones volcánicas.

El valor de la conservación de este fabuloso legado que es la arquitectura tradicional radica precisamente en el conocimiento cultural e histórico de nuestra sociedad, nadie sabe quién es si no sabe de dónde viene. Estas ciudades desarticuladas que se construyen, sin orden ni concierto, sin imagen, sin proporción, poco humanas e insostenibles, son resultado de la desvalorización que se le da a nuestra arquitectura tradicional. No hablamos de recrear ni generar historicismos, sino de recuperar el ADN de nuestra identidad arquitectónica.

Absorbidos por una falsa concepción de desarrollo y estética, nuestra arquitectura ha dado un vuelco al representar una forma sin fondo, estética sin objetivo, respuestas sin preguntas. La arquitectura contemporánea debería ser un escaparate de las tradiciones culturales y sociales a través del uso de un sinfín de elementos individuales que expresen una razón de ser en el todo que es la ciudad.

No obstante la problemática en la que este patrimonio tangible se halla inmerso, la Casa de la Ciudad, el Centro de las Artes de San Agustín y la UNAM a través del Laboratorio de Procedimientos y Sistemas Constructivos Tradicionales, como alternativa para una arquitectura sustentable, suman esfuerzos para realizar acciones que fomenten la conservación, el rescate y la difusión de la arquitectura tradicional a través de la exposición La naturaleza en el habitar, la cual se presenta en la sala de exposiciones de la Casa de la Ciudad, y en la que se hace un detallado análisis de procedimientos constructivos en diversos estados del país, como Oaxaca, Puebla, Hidalgo, Yucatán y Colima, rescatando el proceso de construcción mediante una memoria fotográfica, el uso de maquetas y láminas en las que se exponen las características del sitio en el que surge y evoluciona el sistema.

La exposición guía al visitante hacia la construcción tradicional de vivienda, usando diferentes sistemas, como el muro de tapial, adaptado a ciertas características de la zona en la que se desarrolla; el uso de piedra para la construcción; el bajareque; hasta las construcciones que cumplen otras funciones, ya sea de protección (como el refugio de pescadores en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca), recreación (como la plaza de toros conocida como la Petatera, en Hidalgo) o incluso para la curación y relajación, ejemplificado con el temazcal.

El paso hacia la arquitectura sustentable no se encuentra en sofisticadas tecnologías, sino dando la vuelta hacia nuestros pueblos, sus tradiciones y el legado cultural que proviene desde la época prehispánica. La gente de la población se une para la creación de estos espacios, la integración se hace latente, se recupera el sentido de comunidad, los valores tradicionales regresan, el conocimiento de la naturaleza y la relación armónica que debe guardar el ser humano con ella, los materiales se vuelven entes que deben ser entendidos para poder utilizarlos, logrando que el mantenimiento se reduzca al mínimo, que la construcción funcione casi de manera perfecta. El usuario con su cuerpo va modelando el espacio, sus manos son partícipes activas de cada piedra colocada, de cada muro que se va levantando, y así el conocimiento se transmite con base en las experiencias, de manera oral y haciendo las cosas.

La naturaleza en el habitar es una exposición que entiende las relaciones internas que posee una estructura, el entorno y el artesano que la realiza. Cada una de éstas se vincula directamente con las creencias, y nos muestra cómo el procedimiento artesanal logra estrechar la relación de la estructura con su creador. Con ello obtiene como resultado un acoplamiento único.

HISTORIA DE OAXACA A TRAVÉS DE SUS PLANOS

Demasiados diseñadores parecen añorar hoy las características físicas y plásticas del pasado en lugar de investigar los principios ordenadores abstractos que regían las ciudades antiguas y que nuestros conceptos urbanísticos modernos no han podido aún recuperar.

Christopher Alexander

La belleza, armonía y esplendor de las ciudades antiguas pueden generar en la mayoría de los ciudadanos un sentimiento de orgullo que se ve reflejado en aquellas condiciones conservadoras y casi intocables que se aplican a los centros históricos. Poco se habla de la condición natural que llevó a estos cascos a ser lo que son, condición entendida como aquel movimiento espontáneo que surge de las necesidades propias del ser humano.

Históricamente, esta condición natural hizo que las ciudades fueran configuradas con base en sus factores físicos y culturales, dotándolas de una orientación clara hacia el cosmos y con centros discernibles y bien definidos, pero sobre todo, eran diseñadas con la característica de que los parámetros de configuración urbana partían del hombre y la naturaleza. Es por ello que las ciudades históricas hispanoamericanas cuentan con perfectos tableros orientados a sus puntos cardinales, con edificios importantes en sus centros, delimitadas por elementos naturales como ríos y cerros, y el espacio público se producía para responder a la intensa vida comunitaria al aire libre, tal y como menciona Arvizu en el número 5 de los Cuadernos de Arquitectura y Nuevo Urbanismo.

Si se analiza a detalle la historia urbana de las ciudades latinoamericanas, se podrá percibir una línea muy delgada que marca la llegada de la ciudad caótica, donde se abandona la ciudad conectada, donde la división por cuadrantes y barrios no es importante, donde las edificaciones importantes ya no se encuentran en el corazón de la ciudad; aquella en donde los ríos, vegetación y cerros pasaron a ser sólo un recuerdo y no un monumento natural que dio vida a una esplendorosa ciudad.

Christopher Alexander mencionaba: “[…] se reconoce con mayor frecuencia que falta algo esencial en las ciudades artificiales. Cuando las comparamos con las ciudades antiguas, que ya adquirieron la pátina de la vida, nuestros intentos actuales de crear ciudades artificiales son, desde el punto de vista humano, un completo fracaso”. En México, las ciudades artificiales han sofocado a las ciudades históricas, con fraccionamientos desconectados y sin vida comunitaria que atentan contra el patrimonio natural.

Por lo descrito anteriormente, se concluye que la traza urbana de las ciudades expresa la historia de diferentes culturas desde otra perspectiva. Es preciso entonces para la Casa de la Ciudad narrar la historia de la ciudad de Oaxaca desde su perspectiva urbana, por lo cual se presenta a la comunidad la exposición permanente La historia de Oaxaca a través de sus planos, un recorrido histórico a través de cartografías que datan desde la fundación de la Villa de Antequera hasta la inserción de colonias que fueron integrándose con el paso del tiempo. En la exposición se pueden observar los cambios que se plantearon en la traza urbana, los cuales marcan un periodo de tiempo determinado en donde se revela cómo cambian las prioridades de cada época. Cada plano cuenta con una forma de representación gráfica y un nivel de detalle diferente, haciendo cumplir así funciones específicas a cada cartografía, ya fuese para uso religioso, militar o civil. Te invitamos a conocer el valor histórico intrínseco en las planimetrías de Oaxaca, y sobre todo, a descubrir cómo fue el proceso que llevó a esta ciudad al progresivo abandono del marco reticular y al crecimiento urbano caótico, desconectado y desarticulado.

LA PATRIA DE TODOS

Una leyenda afirma que los primeros zapotecas descendieron de las nubes y otros más brotaron de las raíces de los grandes árboles. La tradición, anclada en el Istmo de Tehuantepec en el estado Oaxaca, forma parte de las más ricas del sureste del territorio mexicano, posee oralidad, vestimenta, música, literatura y gastronomía. Existe –dicen– un don que hace inigualables a los zapotecas del sur en cualquier lugar u horizonte que se mire. Gracias a esta misma riqueza milenaria que se respira en Juchitán, la cultura zapoteca resiste en muchas formas al embate de los años cambiantes. Ya lo dijo el maestro y lingüista zapoteco Víctor Cata: “Si hemos logrado sobrevivir como cultura indígena es porque aprendimos a convivir con la tradición y la modernidad”.

En Juchitán se nace zapoteca, nos ligamos a la tierra, ella misma nos nutre, ella misma nos lleva; desde pequeños aprendemos nuestra lengua y vestimos nuestros colores; la oralidad en casa, la más importante, moldea nuestra voz en el camino que elijamos.

En la primera educación escolar es de suma importancia no perder el hilo de la tradición cultural. Muchas estrategias educativas docentes son implementadas para lograr el objetivo, y gran parte de ellas están basadas en la lectoescritura. Todo esto ha mantenido viva la lengua.

Hace cuatro años, lo que inició como una propuesta de preservación de las costumbres y tradiciones en el Jardín de Niños Juan Escutia se convirtió en uno de los trabajos más relevantes en la región: lári nandxo (‘tela sagrada’ o ‘bandera’), consiste en portar el traje y calzado típico zapoteca en la escolta, entre niños y niñas, llevando a cabo honores cívicos en lengua diidxazá. Fue tanto el impacto social, que provocó en otras escuelas la conciencia cultural y la implementación de la misma en su ámbito educativo.

Las imágenes de niños y niñas con vestimenta zapoteca que recorren los diarios han sensibilizado a un pueblo oprimido en su actual lucha por la defensa territorial y de sus recursos naturales. Aquellas imágenes criticadas de igual forma por quienes piensan en la ofensa a los símbolos mexicanos, sin saber que los pueblos indígenas también son patria. Actualmente nuestro centro preescolar ha sido reconocido por muchos aspectos, el más importante: la preservación de las costumbres en vestimenta y lenguaje. Estos cuatro años se resumen en el amor y respeto a la historia de una cultura milenaria, la zapoteca, aquella de los primeros hombres que vinieron de las nubes.

El MTO entregó un reconocimiento al Jardín de Niños Juan Escutia por estas iniciativas el pasado mes de junio. Los libros donados enriquecerán la biblioteca con la que cuenta este espacio.

Juan José Arreola, Centenario de El fabulador y el artífice

Juan José Arreola (1918-2001) figura central de “La generación del 50”, como la denominó José Emilio Pacheco, es una de las presencias más vivificantes de la literatura en lengua española de la segunda mitad del siglo XX. Creyente devoto en las potencialidades creativas de la palabra, es por antonomasia –en la República mexicana de las letras– el artesano que capta la quinta esencia de la materia verbal. En efecto, su obra, de Varia Invención (1949) a Bestiario (1972), es una lección imprescindible del ars narrandi.

El taller Juan José Arreola. “El fabulador y el artífice”, impartido en la Biblioteca Andrés Henestrosa, es una aproximación, un tributo entusiasta al vario inventor y saturador poético de la prosa, al amante de la tipografía y sus travesías editoriales, al avis rara de la facundia que lo convirtió en un conversador vocacional y magistral, al pionero de la idea de taller literario que formó a varias generaciones de escritores, al gambusino acucioso del estilo, al oficiante alegre y torrencial que supo sintonizar y transmitir, muy a la mexicana, múltiples tradiciones literarias, al maestro ejemplar que Carlos Fuentes llamó –junto con su cofrade Juan Rulfo– “dióscuro de la literatura mexicana”, “Cástor Arreola y Pólux Rulfo”.

GUEVEA DE HUMBOLDT Y OTROS HOMENAJES AL CIENTÍFICO PRUSIANO

En números pasados del Boletín FAHHO hemos abordado, desde diferentes perspectivas, la influencia que Alexander von Humboldt llegó a tener por su paso en América. En esta ocasión les ofrecemos un texto que desentraña la historia de cómo una localidad de Oaxaca llegó a ser nombrada en honor a este singular explorador prusiano.

Durante su larga vida, Humboldt se mantuvo interesado en los sucesos políticos y la producción intelectual de México. Inclusive llegó a expresar su interés de pasar aquí sus últimos años y generar un establecimiento de ciencias de alcance continental, pero su proyecto no fraguó y falleció a los noventa años sin regresar a América.

En el México Independiente se consideró que sus investigaciones y obras habían brindado información e inspiración fundamentales para el desarrollo de la nueva nación. Las distintas facciones ideológicas que se disputaron el poder durante el turbulento siglo XIX le rindieron homenajes que denotan una admiración generalizada por el barón. El general Antonio López de Santa Anna le otorgó la Gran Cruz de la Orden de Guadalupe en 1854. Tres años más tarde uno de los derrocadores de Santa Anna, el presidente liberal Ignacio Comonfort, decretó que se crearan tres ciudades en el Istmo de Tehuantepec y que una de ellas llevara el nombre de Humboldt. El presidente Benito Juárez, en plena Guerra de Reforma, se enteró de que von Humboldt había fallecido en mayo de 1859, emitió un decreto declarándolo Benemérito de la Patria y ordenó se le erigiera una estatua de tamaño natural que sería elaborada en Italia.

Las grandes dificultades e inestabilidad del país no permitieron que se concretaran en su momento algunos de estos homenajes. Fue hasta los festejos del primer Centenario de la Independencia, en septiembre de 1910, que una estatua de Humboldt (donada por el emperador de Alemania) fue finalmente erigida, en el mismo lugar donde el barón había fijado con exactitud las coordenadas geográficas de la ciudad de México más de un siglo antes.

Ninguna de las tres ciudades del decreto de Comonfort había sido creada, pero en diciembre de 1936 la Sociedad Cultural México-Alemana Alejandro de Humboldt le recordó al Gobierno mexicano su compromiso mediante una carta dirigida al presidente de la República. Entendían que ya no era posible crear una ciudad nueva, pero se solicitaba dar el nombre a alguna de las ya existentes en la misma zona del Istmo de Tehuantepec especificada en el decreto, es decir en “…la sierra que divide las llanuras del mar Pacífico de las del Atlántico”. La cuestión se turnó al Gobierno del Estado de Oaxaca, pues la descripción parecía coincidir con su territorio.

Los documentos resguardados por el Archivo del Estado de Oaxaca nos permiten conocer los procesos que desencadenó tal solicitud. Un primer momento fue de perplejidad, pues se dudaba de la pertinencia del homenaje ya que Humboldt jamás había pisado territorio oaxaqueño. Para febrero de 1937, un memorándum consignaba que no existía una serranía que tuviera vista a las llanuras del Pacífico y del Atlántico. Una vez comprendido que lo relevante era cumplir el compromiso en lo general, se buscó una población que al menos estuviera en el Istmo de Tehuantepec. Primero se propuso renombrar al pequeño poblado ferroviario Rincón Antonio. También se consideró a Tequisistlán. Finalmente, por razones que aún no conocemos, se estableció mediante el decreto 64 –emitido por la legislatura oaxaqueña el 20 de abril de 1937– que el municipio zapoteco de Santiago Guevea y su cabecera del mismo nombre serían a partir de entonces llamados Guevea de Humboldt.

Esta localidad oaxaqueña se sumó así a los homenajes que en todo el mundo se han rendido a un científico incomparable: llevan el nombre de Humboldt más de trescientas especies de plantas y cien de animales; prestigiosas universidades, colegios y programas académicos; poblaciones y parques nacionales; cadenas montañosas, cascadas, bahías, una corriente marina, un glaciar, un asteroide y hasta una planicie de la Luna.

Los invitamos a conocer más de la vida de Alexander von Humboldt visitando la exposición Presencia de Humboldt en Oaxaca que estará en el primer nivel del Centro Cultural San Pablo (pasillo de la biblioteca) hasta el 11 de octubre de 2018.

YO NO SOY LIBRO SI NO TENGO QUIEN ME LEA

Las bibliotecas móviles llevan alegría a las comunidades que recorren, la alegría de las historias que vienen atrapadas en sus libros, la alegría de las imágenes que acompañan esas historias, la alegría de reconocerse en esas historias, la alegría del que recibe una visita cuando casi nadie lo visita, la alegría de quien visita a sus amigos, la alegría del compartir.

Y esa alegría se transforma en amistad, la amistad en confianza, la confianza en charla y la charla en reflexión, reflexión de palabras andantes, que escribieron personas de diferentes países y culturas, en tiempos distantes y cercanos, palabras que hermanan a la humanidad.

Y es entonces, cuando los libros viajeros de la biblioteca son leídos y reflexionados, cobran vida, crecen y se multiplican, pues como dice Eduardo Galeano, “el libro está de veras vivo en quien lo recibe mucho más que en quien lo da”.

Ser mediador en esta labor de acercar los libros a estas comunidades de niños, de jóvenes, de adultos, me hace también, por momentos, despertar a la vida. Me siento agradecido de poder ser testigo también de muchos otros nacimientos: de sonrisas, de risas, de la imaginación, de la conciencia, pero sobre todo, agradezco infinitamente ver nacer, también por momentos, a la esperanza, y entonces llego a creer con certeza que la injusta realidad que nos tocó vivir se puede transformar.

Donan el Fondo Legado de Luis Fernández del Campo Moguel a la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova

En el marco de su 6º aniversario, la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova (BIJC) recibió en donación el Fondo Legado de documentos históricos que pertenecieron a Don Luis Fernández del Campo Moguel (1926-2014) y a su familia.

Ayer miércoles, la señora Ángeles Fernández del Campo entregó en donación documentos que van del siglo XVI hasta mediados del siglo XX, referentes a la historia de algunas haciendas de Oaxaca y a la historia de las familias Guergué y Zorrilla.

Fondo Legado de Luis Fernández del Campo Moguel

Don Luis Fernández del Campo Moguel (1926–2014) fue un conocido empresario oaxaqueño, dueño de una famosa refaccionaria y apreciado también por sus composiciones musicales y poéticas. Su carácter organizado y curioso le llevó a conservar y compilar un conjunto de documentos y publicaciones muy relevantes para la historia de Oaxaca, que generosamente quiso legar al público.

Buena parte de esos materiales están ligados a las empresas, propiedades y actividades del matrimonio formado por José Zorrilla y Consuelo Guergué, quienes durante el Porfiriato adoptaron al padre de don Luis, quien se había quedado huérfano.

Los documentos abarcan los siglos XVI al XX, y en su mayor parte se relacionan con la historia de las haciendas oaxaqueñas, en particular las de Montoya, San Juan de las Peñas y muy particularmente la de Tlanichico. Se trata de libros de cuentas, títulos de propiedad, litigios y pagos de impuestos.

También incluyen archivos ligados a la vida social y política en los Valles Centrales durante el Porfiriato, además de un libro del cabildo oaxaqueño del siglo XVII y hasta la copia más antigua conocida de los títulos de propiedad del convento de San Pablo. A ello se suma una muy interesante colección de notas periodísticas y suplementos culturales de la primera mitad del siglo pasado.

Gracias a la generosidad y a la visión de la familia Fernández del Campo, esos documentos se integran a los acervos de la BIJC, para nutrir las investigaciones especializadas y la curiosidad del público en general. Algunos de ellos pueden apreciarse desde hoy en la exposición temporal que la biblioteca ha montado para la ocasión.

La Biblioteca de Investigación Juan de Córdova se localiza en la planta alta del Centro Cultural San Pablo. Para mayores informes puede visitar la página de internet: http://bibliotecajuandecordova.mx/.

MÉXICO, EL PAÍS QUE NOS LLENA DE LUZ

México es el mejor país del mundo. Es donde mis ojos se llenaron de luz desde el instante en que nací. Y es con ella como se ha iluminado mi vida. Me siento conmovido de los destellos que emanan de esta tierra que nos ha dado el maíz, el frijol y los chiles; esos ingredientes con los que tantos platillos deliciosos se pueden hacer, esos a los que se ha acostumbrado mi paladar y que son parte de mi ser. Sí, así como decía don Andrés Henestrosa: “somos lo que comemos”. Estoy tan lleno de México que deseo forjar un futuro mejor para el país, para mis hijos y nietos. Tengo la esperanza de que los mexicanos sabremos hacer a un lado nuestras diferencias para poner por delante ese México que soñamos.

Es verdad que México también tiene momentos de oscuridad: la violencia, la inseguridad, la corrupción y la impunidad deben erradicarse. A veces nos sentimos rebasados, pero no podemos quedarnos pasmados ante este horror que nos llena de frustración y tristeza. Necesitamos respetar y hacer respetar el Estado de derecho, cuidar y fortalecer nuestras instituciones, y algo muy importante es que cada quien actúe éticamente.

En Oaxaca aprendí que el tequio es trabajar por tu comunidad, eso es lo que hacemos en mi familia y mis fundaciones: trabajo colectivo. No perseguimos ningún fin político ni buscamos recompensa. Hemos decidido aportar recursos, tiempo y nuestra forma de vida para mejorar el entorno: vivir para transformar constructivamente a la colectividad. Estoy convencido de que la educación, el deporte, la cultura, el arte, la protección del patrimonio cultural tangible e intangible, la música, los proyectos productivos, la salud y el cuidado del medio ambiente edifican el camino que cimienta una sociedad más humana.

Los que colaboramos en la Fundación estamos orgullosos de nuestro país. La labor que realizamos día con día nos llena de fe; valgan de ejemplo las participaciones en este boletín.

Después de los últimos sismos registrados en Oaxaca, estuvimos presentes desde un principio, y seguiremos estando, para apoyar las zonas afectadas en el Istmo, la Mixteca, la zona Mixe y la Costa, así como en algunos lugares de Puebla, Morelos, Chiapas, Estado de México y la Ciudad de México. La Fundación ha iniciado diversas tareas para ayudar con la reconstrucción y alentar el ánimo de la población. Aunque han pasado ya seis meses, no podemos olvidar la tragedia, estaremos ahí para apoyar y aprender de nuestros hermanos que tanto lo necesitan.

La sociedad civil juega un papel muy importante en la edificación de una sociedad con valores, debe estar entregada a los más necesitados y comprometida con sus ideales para sacar lo mejor de nuestro país, el hogar de los mexicanos.

México seguirá llenándonos de luz. Cada día que salga el sol, hagamos de nuestros amaneceres una vela que ilumine el universo que nos rodea.

LOS METALES EN OAXACA; HIERRO, PLATA Y HOJALATA

Transformar metales con calor y fuerza para convertirlos en piezas delicadas y bellas a la vista es el resultado de siglos de evolución y especialización en técnicas de metalistería. Herreros, orfebres, joyeros o los diferentes maestros metalisteros pertenecen a los oficios dedicados a la transformación del bronce, el cobre o la hojalata.

En Oaxaca encontramos que muchos talleres se establecieron por la necesidad de vestir espacios o acompañar nuestros vestidos con metales. Talleres que difundieron su conocimiento y secretos, y dejaron su legado en muchas familias que aún siguen transmitiendo estas tradicionales técnicas. Es el caso de tres talleres que se reúnen en la sala de Grandes Maestros ubicada en el interior de Andares del Arte Popular:

• Cristino Lavariega y su esposa, doña Aida Aquino, transforman la hojalata en piezas tridimensionales. Con colores y ensambles decoraban iglesias y ahora decoran hogares en México. La familia Lavariega Aquino ha impulsado desde hace algunos años la marca Corazón Mágico, y ahora en Andares buscamos reconocer su trabajo y llevarla a decorar más espacios con su técnica.

• Desde la época prehispánica, los artesanos mixtecos eran los grandes orfebres de lo que hoy es el Valle de Oaxaca. Ya utilizaban técnicas de moldes y cera perdida, como lo demuestran las joyas y piezas encontradas en las tumbas de Monte Albán y Zaachila. Esa tradición llegó hasta los Pacheco, una familia donde la herencia abraza a todos los hermanos y que al día de hoy realizan réplicas de joyas de la tumba 7. Con más de 60 años de experiencia en la orfebrería, crean piezas en plata con la técnica de filigrana y cera perdida. Hoy comparten con nosotros la delicadeza de esta técnica y la belleza de sus joyas.

• El taller de los hermanos Ricardez nace de la tradición familiar de herreros, labor heredada de su padre, proveniente de Miahuatlán. Gonzalo y Jacobo son responsables de muchas restauraciones en el estado, principalmente de los templos de la ruta dominica de la Mixteca oaxaqueña. Juntos nos brindan la complejidad y los secretos del hierro y su forja, y crean piezas con delicadas curvas y ensambles. Muestran con cada golpe el oficio ejercido con maestría.

En esta temporada, la sala Grandes Maestros muestra la labor de estos tres talleres y reconoce la belleza y utilidad de los metales en nuestro estado. Buscamos enviar un mensaje de trabajo sobre la transformación y el empeño que los artesanos ponen en trozos tan burdos de fierro, en monedas de plata pura o en láminas de hojalata, para hacer de ellos piezas decorativas o utilitarias bellas y de gran valor cultural.

IMPORTANCIA DEL CAUDAL ECOLÓGICO PARA LOS ECOSISTEMAS

Con el fin de promover la concientización sobre el tema del agua, el 22 de marzo, Día Mundial del Agua, la FAHHO organizó en el Centro Cultural San Pablo el ciclo de conferencias Caudal ecológico, importancia para los ecosistemas con la participación de Ignacio Daniel González Mora de la WWF-México, María Antonieta Gómez Balandra del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua y autoridades agrarias de La Cieneguilla, San Andrés Ixtlahuaca. Las charlas iniciaron con la necesidad de definir el concepto de “caudal ecológico” para proseguir con las medidas necesarias que instrumenten su protección.

Ante el crecimiento desmedido de la población, la falta de planeación en el manejo y uso del agua, así como las sequías generadas por el cambio climático, un tema importante es el caudal ecológico y las reservas de agua. Hoy en día, la demanda de agua para satisfacer las necesidades de la sociedad, el consumo humano y la producción son cada vez mayores, lo que ocasiona desequilibrio de los ecosistemas fluviales. Los ríos y humedales presentan serios signos de deterioro.

El caudal ecológico y las reservas de agua pueden contribuir a hacer realidad el derecho humano al agua en nuestro estado y en México. ¿Cómo poder controlar y poner límites al uso de un bien común, el agua, para que su aprovechamiento sea motor del desarrollo sustentable?

El concepto de “caudal ecológico para los ríos” se define como la cantidad de agua necesaria para que funcione un ecosistema. El objeto principal es recuperar la funcionalidad natural de los ecosistemas fluviales conocida como integridad ecológica.

Existe una coyuntura para hacer planteamientos dentro de la sociedad civil y hacer propuestas para construir una iniciativa de ley con este tema prioritario, y que la aplicación de la norma NMX-AA-159-SCFI-2012 se considere como obligatoria y no voluntaria.

El caudal ecológico es un instrumento de gestión, esto es, de administración y reparto del agua, que establece la cantidad, calidad y régimen del flujo de agua requerido para mantener los componentes y funciones de los ríos y su conectividad con planicies de inundación, vegetación riparia y otros ecosistemas como humedales, marismas y lagunas. Esta política hídrica implica que debe conservarse el régimen, es decir, las circunstancias naturales que mantienen el caudal, para proteger los servicios ambientales que obtienen las poblaciones humanas al mantener la integridad funcional de los ecosistemas.

El caudal ecológico en México está contemplado por la Ley de Aguas Nacionales, en la cual se define como “Uso Ambiental” o “Uso de Conservación Ecológica”.

En la disponibilidad de aguas superficiales, el caudal ecológico se relaciona con el escurrimiento por las cuencas de los ríos en su área de captación –rodeada por cerros o montañas se va incrementado al incorporarse otros afluentes conforme avanza el río desde las partes altas–, y de cuyo volumen debe asignarse un porcentaje intocable al río. Muchas veces este volumen se modifica por el cambio de uso del suelo, la pérdida de bosques, las aguas de retorno actividades agrícolas, el uso urbano y doméstico, etc., pero lo importante, para no causar mayor estrés en ríos que son temporales o intermitentes, además de aplicar prácticas de conservación de la vegetación y suelos en las cuencas, es considerar el volumen necesario para que el río continúe funcionando estacional y anualmente, sobre todo si es río permanente.

En México se han reconocido 189 reservas potenciales de agua que pueden ser decretadas, pues conservan importantes componentes biológicos y no tienen alta presión de uso, según el Programa Nacional de Reservas de Agua. Actualmente ya se han publicado dos reservas de este tipo para los ríos San Pedro Mezquital en Nayarit, y Fuerte en Sinaloa.

El caudal ecológico es un tema interdisciplinario que requiere de la interacción de especialistas o interesados en distintos temas, con disposición para entender y explicar distintas áreas de conocimiento para lograr no solo su estimación, sino su implementación y seguimiento en el largo plazo, para la conservación de las cuencas, el agua y los servicios ambientales a las poblaciones.

LEYENDO EN FAMILIA

El Centro Cultural San Pablo es un espacio para la contemplación de la belleza arquitectónica, en donde podemos acercarnos a nuestro patrimonio edificado. Son diversas las actividades académicas y culturales que se pueden disfrutar, una de ellas es la lectura libre y gratuita.

Toda la familia se puede adentrar a la aventura de leer en la BS espacio San Pablo, donde se encuentran más de 2 000 títulos de literatura infantil, juegos lúdicos para los más pequeños, cuentos fantásticos, literatura juvenil y un acervo de divulgación científica.

Todos los viernes, el programa Seguimos Leyendo nos acerca increíbles títulos con las lecturas en voz alta que los lectores voluntarios realizan en el Atrio. La cita es en punto de las 5:00 pm y la familia puede disfrutar de cuentos y actividades que buscan fomentar el hábito de la lectura.

Para los adultos se encuentra la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, un espacio para el estudio y la difusión de la diversidad cultural que se ha convertido en uno de los espacios predilectos de investigadores y lectores por su ambiente propicio para concentrarse en las letras. Este espacio ofrece visitas guiadas para conocer su acervo de más de 25,000 ejemplares.

Si eres lector de bolsillo puedes disfrutar de los diferentes espacios como el Café San Pablo o el Patio Lateral, sonorizado para realizar una lectura relajada.

Encontrarás éstas y muchas actividades más abiertas al público en general. Te invitamos a visitarnos y disfrutar de los espacios que el Centro Cultural San Pablo tiene para ti.

ADIÓS A TOMMY MORALES

La mañana del 27 de febrero Tommy Morales tomó su último turno al bat. Su muerte cerró la última página de una generación brillante de periodistas deportivos, donde él se destacó como uno de los mejores, y el número uno en la fuente de beisbol.

Don Tomás Morales Fernández estudió en el Colegio La Salle, en La Habana, Cuba, y en el Cristóbal Colón de la Ciudad de México. Cursó el primer año en leyes, antes de dedicarse de lleno a la crónica beisbolera. En 1952 fue el productor del programa El Juego de Hoy, que retransmitía Ángel Fernández. Dos años después ingresó a la revista Hit, donde Kid Alto fungía como director. En 1956 inició su carrera en el primer diario deportivo del mundo, La Afición, bajo la dirección de Alejandro Aguilar Reyes “Fray Nano”, quien vio en el joven periodista un excelente prospecto, al considerar su singular estilo como algo diferente y atractivo para sus lectores.

Tomás Morales elaboró una gran cantidad de libros, como Tommy al bat, nombre que usó también en sus columnas, además de escribir Los grandes juegos, Los grandes equipos y La historia de Los Diablos Rojos del México; también hizo de las revistas un espacio imperdible para ver sus notas sobre las carreras deportivas de Héctor Espino y Ramón “el Diablo” Montoya.

Fue director y colaborador de las revistas Hit, Súper Hit, Beisbol, Seif y Roto Hit. También colaboró como narrador y comentarista de las transmisiones de televisión en Canal 11, Imevisión, Multivisión, ESPN, TVC Deportes y Cadena Tres. Su columna, “Tommy al Bat”, fue el gran referente del Rey de los Deportes, aún en la época actual gracias a su publicación en la página de internet de los Diablos Rojos, así como en diferentes medios impresos y digitales del país. Tommy cubrió los grandes eventos: series mundiales, series del Caribe, el Clásico Mundial, etcétera. En todos lados cultivó simpatías entre jugadores, directivos, colegas y aficionados al Rey de los Deportes. Se le conoció también como “Mr. Béisbol”, y merecidamente ingresó al Salón de la Fama del Béisbol Profesional de México en 1990.

Tommy ya es parte del equipo celestial, donde se une de nueva cuenta con las grande estrellas de todos los tiempos, protagonistas de sus invaluables escritos. Descanse en paz.

VISITA A LOS DIABLOS ROJOS DEL MÉXICO EN EL FRAY NANO

Alumnos de la Academia Alfredo Harp Helú asistieron el pasado 18 y 19 de marzo a la Cuidad de México para participar en dos juegos contra los Diablos Rojos del México, mismos que formaron parte del programa de preparación del equipo más ganador de México, rumbo al inicio de la temporada de la Liga Mexicana de Béisbol 2018.

Con refuerzos de Diablos Rojos, la Academia AHH se llevó el primer encuentro 3-1, Sergio Valenzuela ganó el juego mientras que Hendrick Briones cargó con el descalabro del equipo contrario y Fabián Anguamea se llevó el salvamento. Diablos Rojos ganó el segundo juego derrotando a la Academia 9-6, donde Vidal Sotelo obtuvo la victoria mientras que Octavio Acosta cargó con la derrota.

Los jóvenes prospectos trabajaron con esfuerzo y seriedad en esta oportunidad de practicar y recibir consejos valiosos de jugadores de la talla de Iván Terrazas, Luis Alfonso Cruz, Alexei Ramírez, Carlos Corporan, Juan Carlos Gamboa entre otros. Ésta es la primera vez en nueve años de existencia de la Academia que los alumnos y el cuerpo técnico asisten a dos juegos de exhibición a puerta abierta y con público. Sin duda, una experiencia inigualable en la formación física y mental de los prospectos que pronto formarán parte de los equipos que se disputan el campeonato de la LMB.

TERCER FESTIVAL DE PRIMERA INFANCIA EN OAXACA

Los primeros seis años de la vida de las

personas son los cimientos de la vida adulta.

¡¡¡A la una, a las dos y…. a las tres!!! Tres años, tres festivales y más de 5000 asistentes en las maravillosas instalaciones del Centro Cultural San Pablo y el MIO. Un montón de miradas de papás y sus hijos cantando, bailando, disfrutando de los libros, actuando, experimentando con el color y las texturas, sin duda queda en cada una de las personas afortunadas que estuvimos presentes. Muy pocos estados, entre ellos Oaxaca, llevan a cabo actividades culturales y artísticas con el real compromiso. Es necesario unir esfuerzos institucionales, tanto públicos como privados, para contar con los mejores talleristas y convocar a voluntarios dispuestos a valorar y aprender junto a expertos, quienes con toda la disposición comparten su interés y dedicación en el trabajo con los más pequeños, pues conocen perfectamente la magia que surge de ello.

Hace cuatro años la Dra. María Isabel Grañén Porrúa y Socorro Bennetts recibieron con beneplácito e interés la idea de atender a la primera infancia con un festival en Oaxaca. El camino ya estaba abierto con el Diplomado de Primera Infancia; sabíamos que crear espacios para los niños de entre cero y seis años es un derecho, una necesidad y una responsabilidad enorme. Este sueño fue posible gracias a la confianza y apoyo de nuestras instituciones: la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca y la Coordinación Nacional de Cultura Infantil. Las dos instituciones ganaron mucho. En sus historias llevan la satisfacción de haber realizado, exitosamente y durante tres años consecutivos, actividades artísticas y culturales para los más pequeños y sus padres, y también el haber abierto espacios de formación para muchos adultos interesados en trabajar con ellos. En estos tres años se han realizado 108 talleres para los más pequeños y sus acompañantes, 16 talleres de formación para adultos interesados en las actividades artísticas y tres presentaciones de espectáculos.

Una nueva etapa está por venir, confío en que Oaxaca realizará muchos festivales para la primera infancia, y ofrecerá, en la cotidianidad de los más pequeños, lo que merecen. Hoy no me queda más que sentirme muy afortunada por todo lo vivido y compartido, por haber visto con mis propios ojos la sorpresa de los que participaron, la alegría de grandes y pequeños, el crecimiento de dos equipos maravillosos.

Mañana será otro día.

ACTO INAUGURAL DE MEPSI OAXACA 2018: CONGRESO INTERNACIONAL DE FILATELIA

Hace diez años se recibía por primera vez en Oaxaca la reunión anual de la sociedad filatélica Mexico Elmhurst Philatelic Society International. Este año los recibimos por segunda ocasión junto con la exhibición MEPSI Oaxaca 2018: Congreso Internacional de Filatelia.

El pasado jueves 12 de abril se realizó el corte inaugural de dicho congreso con la agradable compañía de don Alfredo Harp Helú, la Dra. María Isabel Grañén Porrúa, Enrique Trigueros, Eduardo Barajas Mendoza, Marc Gonzales y todos los miembros y participantes de MEPSI Oaxaca.

“Es un gran honor recibir a diversos filatelistas del mundo que se apasionan por el coleccionismo de estampillas de México. Este congreso reúne a los más importantes filatelistas, yo les agradezco, Oaxaca les agradece que hayan venido, muchas gracias por estar aquí”, dijo don Alfredo, dando de esta forma la bienvenida a los más de 36 participantes.

Algunos de los invitados, como Jaime Benavides, presidente de Coleccionistas Filátélicos Unidos de México, Eric Stovner, tesorero de la asociación MEPSI, Marc Gonzales, presidente de MEPSI, y Omar Rodríguez, ponente, entre otros, tuvieron la oportunidad de mostrar y explicar a los invitados especiales sus colecciones exhibidas.

36 colecciones filatélicas estuvieron expuestas a todo público, instaladas en el Centro Cultural San Pablo; conferencias, talleres infantiles, una subasta y un concierto formaron parte de las actividades del congreso, que albergó a expertos de la filatelia del 11 al 15 de abril en nuestra ciudad.

Agradecemos a la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, a la sociedad filatélica Mexico Elmhurst Philatelic Society International, al Centro Cultural San Pablo, al Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca, al equipo del Museo de Filatelia, a los jóvenes voluntarios y a todos los participantes, por su inmenso apoyo para la realización de MEPSI Oaxaca 2018: Congreso Internacional de Filatelia.

JUAN RULFO VIAJA A LA MIXTECA

Como parte de las actividades del Centenario de Juan Rulfo organizadas por la Fundación Juan Rulfo, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca y la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca se inauguró la exposición El círculo se cierra, con fotografías de Juan Rulfo en la Casa de la Cacica de Teposcolula, en la Mixteca. La exposición fue montada previamente en el Centro Cultural San Pablo y en la región mixe, en Santa María Tlahuitoltepec, ya que las fotografías fueron tomadas en esa región por el autor de El Llano en llamas durante su viaje a la zona, a mediados del siglo pasado. Para difundir estas fotografías, El círculo se cierra itinerará por el estado de Oaxaca a los municipios que la soliciten.

La investigadora Paulina Millán afirma que “Juan Rulfo trabajó en la Comisión del Papaloapan entre 1955 y 1957, entre sus responsabilidades estuvo la realización del documental Danzas mixes (1955), en el que participó como guionista y el fotógrafo alemán Walter Reuter se encargó de la cámara. Rulfo explicó que el objetivo de la filmación fue establecer contacto con los mixes, desconectados y olvidados por el gobierno mexicano, para poder describir la forma en la que vivían y las enormes dificultades que su sobrevivencia implicaba.

“Para la realización del documental recorrió Ayutla, Tamazulapan, Totontepec, San Juan Cotzocón, Santa María Tlahuitoltepec y Zacatepec, momentos que aprovechó para hacer fotografía del paisaje, de las personas y la arquitectura. Dentro de las más de seis mil imágenes que componen su acervo, las de los mixes son las que mayor difusión alcanzaron en su trayectoria como fotógrafo”.

El pintor y diseñador Pablo Rulfo afirma: «Alguna vez mi padre comentó que le hubiera gustado terminar sus días en Oaxaca. Con estas actividades para su aniversario se cumple, de alguna manera, este deseo y se cierra simbólicamente un círculo dentro de su labor intelectual”. Este 16 de mayo se termina el año del Centenario de Juan Rulfo, sin embargo, el autor durante toda su vida dijo que había nacido en 1918; eso significaría que este año apenas inicia su Centenario…

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