PATRIMONIO Y MUSEOS COMUNITARIOS EN OAXACA*

Inmersa en su multiculturalidad geográfica y sus diversas construcciones identitarias, Oaxaca manifiesta y plantea la diversidad en la manera de hacer y pensar un museo donde la construcción contemple la participación desde niños hasta adultos. Una prueba de ello es la apropiación de estos espacios creados y pensados desde una visión comunitaria, concebidos desde acuerdos que la misma comunidad asume, ya sea por asamblea u otras formas de organización propia. Estos espacios son lugares colectivos que proponen un autoconocimiento y una reflexión, con el fin de reforzar la identidad a través de su historia y así fortalecer la memoria. Un museo comunitario es un espacio donde los integrantes construyen un autoconocimiento colectivo, propiciando la reflexión, la crítica y la creatividad. Por supuesto fortalece la identidad, porque legitima la historia y los valores propios, proyectando la forma de vida de la comunidad hacia adentro y hacia afuera de ella, consolidando la memoria que alimenta sus aspiraciones de futuro.

En esta dinámica es importante resaltar que es el colectivo quien decide abrir un espacio para sus miembros, desde ellos, para compartir. No se toma la decisión de crear un museo comunitario y proporcionarlo a la comunidad. El deseo, las ideas y las acciones de un museo comunitario parten de la asociación y la voluntad común en cada grupo. El museo funge como una herramienta para que la comunidad afirme la posesión física y simbólica de su patrimonio, a través de sus propias formas de organización.

Actualmente existen museos comunitarios en las poblaciones de San Pedro y San Pablo Tequixtepec, San Martin Huamelúlpan, Santa María Cuquila, San Miguel del Progreso, Santa María Yucuhiti, San Pedro Molinos, Magdalena Jaltepec, Villa de Tututepec de Melchor Ocampo, San Juan Guelavía, Santa Ana del Valle, Santiago Matatlán, Santa Ana Tavela, San Juan Bosco Chuxnabán, San Francisco Cajonos, San Miguel Tequixtepec, Natividad, Santo Domingo Yanhuitlán y San José Chichihualtepec. Portadoras de su propia identidad, cultura y cosmovisión, cada comunidad tiene sus formas propias de desarrollo y comunicación. El museo comunitario es un instrumento de la acción organizada de comunidades conscientes de su origen, pueblos originarios y mestizos que buscan manejar su patrimonio cultural pos sí mismos. Son las comunidades, desde la voz de sus propios participantes, representantes comunitarios, niños, jóvenes y adultos, quienes sostienen y dan vida a estos espacios culturales.

*Texto leído el Día de los Museos Comunitarios celebrado en MIO por la Unión de Museos Comunitarios de Oaxaca.

LA CASA VERDE

José Alfredo Santiago Jiménez cumplirá 59 años de edad, es de la comunidad de Asunción Ixtaltepec en el Istmo de Tehuantepec. Tras los sismos de septiembre, su vivienda casi colapsó. La Fundación Alfredo Harp Helú, a través del Taller de Restauración, le ofreció su ayuda para restaurarla y conservar su estilo tradicional.

El señor Alfredo es hablante del zapoteco, se dedica al campo, a sembrar maíz y también le ayuda a ordeñar vacas a su papá. Tiene más de veinte años viviendo en el rancho que compraron sus papás. En un principio, el rancho tenía únicamente la casa, pero luego le pusieron barda y lo rentaron. Cuando se iba a casar, el señor Alfredo arregló el rancho para irse a vivir con su esposa.

Sentado debajo de un árbol narra lo sucedido el pasado 7 de septiembre. Menciona que se encontraba dentro de su casa viendo una película, de repente escuchó un ruido, apagó la televisión y salió al patio: “Sonó la puerta, parece que están golpeando la puerta, me agarró así de marometa, empecé a rodar como una pelota”. Ya en el patio, recuerda haber visto cómo la casa se cuarteaba, había mucho polvo y el poste de electricidad se movía de un lado a otro, de tal modo que llegó a pensar que se caería sobre la cubierta. Fue cuando sufrió una caída y se le fracturaron unos dedos de los pies, hubo un momento en que no se podía levantar, lo cual le dio coraje y entonces habló fuerte: “¡Síguele Cristo, síguele! Si ya estoy golpeado, le grité y al rato otra vez, no te canses Cristo, ¡síguele!”.

Debido a los movimientos del sismo la vivienda quedó cuarteada, lo cual significó un daño muy grave. Es por eso que hoy, como hace meses, el señor Alfredo volverá a dormir en la camioneta del patio de su casa, ya que al verla en esas condiciones ya no quiso entrar: “Cuando se termine, si Dios quiere, entonces ya voy a entrar ahí”.

Alfredo vive solo, su casa era de ladrillos y calidra, con cubierta de tablas, morillos y tejavana: fachada con dos ventanas y una puerta principal; gracias a los trabajos realizados, mucho de ese material fue rescatado y es utilizado para la reconstrucción.

El papá del señor Alfredo ya había mandado traer la máquina para demoler la casa, pero el equipo de la FAHHO le habló sobre el proyecto de rescate de arquitectura vernácula y él aceptó participar. “Está bueno que me están apoyando. Mucha gente me dice: ‘¡Qué suerte tienes José!’, Gracias a Dios, les dije, del cielo cayó la suerte. Pues sí, estoy feliz”, comenta.

Con melancolía recuerda que hacía dos meses acababa de pintar de verde su casa y menciona con alegría: “Será de color verde de nuevo, ¡se ve bonito!”.

Don Alfredo afirma que con la ayuda que está recibiendo está conforme, y que sólo espera que su casa sea terminada. Les da las gracias a los encargados de la Fundación y menciona que al terminar su vivienda los invitará y les ofrecerá una comida para agradecerles. Buscará a alguien que le ayude a traducir su idioma al español, para que ellos comprendan sus palabras. Además, les manda: “Un millón de gracias y que Dios los bendiga”.

Su vecina, la señora Lupita, que lo conoce desde hace mucho tiempo, le ayuda a conversar con los arquitectos y con las personas que no hablan el zapoteco. Nos comparte que Alfredo “está feliz de que hagan su casa, y que les da las gracias y que sí era lo que quería”.

EL CORNO EMPLUMADO

El corno emplumado es una revista que se publicó en la Ciudad de México entre 1962 y 1969, editada principalmente por el poeta mexicano Sergio Mondragón y la poeta estadounidense Margaret Randall. Han pasado casi cincuenta años desde su fin; sin embargo, la revista sigue siendo una referencia vital y una fuente de inspiración cuyas páginas vale la pena explorar. De una manera asombrosa y tal vez nunca igualada, El corno unió los entornos literarios de una gran parte de Latinoamérica y más allá durante una época de experimentación poética y ebullición política. Fue fundada como una revista bilingüe que mezclaba textos en inglés y español, junto con traducciones entre los dos idiomas, en busca de un acercamiento entre los y las poetas de Estados Unidos y México. De inmediato se expandió hasta abarcar los mundos literarios de Nicaragua, Brasil, Cuba después de la revolución (en tiempos de escaso acercamiento gracias al bloqueo cultural fomentado por Estados Unidos), Argentina, Uruguay, Chile, Guatemala, Finlandia, Canadá…. la lista sigue. Es sorprendente contemplar los nombres que aparecen en sus páginas. Al contemplar una revista que en sus dos primeros números publica a los jóvenes Homero Aridjis y Ernesto Cardenal (al comienzo de sus carreras) al lado de los norteamericanos Robert Creeley y Allen Ginsberg (en traducción al español), junto con un cuento de Rosario Castellanos, una traducción al inglés de César Vallejo y un poema del exiliado español León Felipe, ¿cómo no maravillarse de su alcance, calidad y visión internacional? Desafortunadamente, el fin de la revista se sembró en 1968, cuando tomó una postura contundente en apoyo al movimiento estudiantil y en contra de la respuesta trágicamente sangrienta del gobierno mexicano. Tras el recorte de recursos y el hostigamiento abierto por parte del gobierno, primero Mondragón y luego Randall cesaron sus actividades editoriales y se fueron de México.

Entre otros tesoros en sus acervos, la Biblioteca Andrés Henestrosa tiene casi todos los números de El corno emplumado, con la falta de solo uno. Aunque la revista se puede leer hoy en forma digitalizada en línea, estamos aprovechando la presencia de los originales para explorar su trayectoria en un taller de tres semanas titulado “El corno emplumado y la vanguardia poética de los años 60”. Haremos un viaje cronológico a través de sus páginas, escogiendo lecturas que iluminan la literatura de la década fecunda de los años sesenta. Nos enfocaremos en textos en español, que no obstante abarcan corrientes desde los beats de Estados Unidos hasta la poesía concreta de Brasil, desde William Carlos Williams hasta Nicolás Guillén y Efraín Huerta, desde el surrealismo hasta los poetas guerrilleros de Centroamérica. Indagaremos en la historia de la revista, pero como cualquier otra de fama histórica, es más celebrada que leída, así que nuestro enfoque principal será el de leer los textos mismos y dejar que nos hablen.

Uno de los aspectos más fascinantes de El corno es la red de comunidad que se muestra tan palpablemente en sus páginas. Desde el contexto de hoy, cuando pensamos estar fácilmente conectados por el internet y las redes sociales, ahí podemos trazar una comunidad literaria quizás más estrecha que las que vemos actualmente. Los textos en El corno emplumado las cartas que dan noticias de varias partes del mundo, los encuentros de poetas que su comunidad organiza, todo da una muestra vital de los vínculos y las simpatías a través de las fronteras arbitrarias de los estados nación: un acercamiento que ya es parte irrevocable de nuestra historia.

Si quieres revisar algún número de la revista El corno emplumado te invitamos a buscarlo en el acervo de la Biblioteca Andrés Henestrosa, si no te es posible, consúltalo en esta liga de internet.

LLAMADOS POR LAS LLAMAS DE MARCO ANTONIO MONTES DE OCA

“Después de la primera muerte no hay otra”, afirma el poeta inglés Dylan Thomas en el poema “Rechazo al luto por la muerte, a causa del fuego, de un niño en Londres”.

¿Cuántos niños habrán muerto por fuego en Londres? ¿A cuál de todos se referirá el poeta? ¿Y por qué Dylan Thomas rechaza el luto? ¿Es posible que el poeta sea una mala persona?

Las preguntas que se derivan de la lectura de los versos, todas válidas, nos acercan a la sinrazón material del lenguaje. Recordamos que el lenguaje es materia, pero un tipo de materia muy particular, producida de manera individual y entendida de manera colectiva. Si prestamos atención a la característica de “producción individual” podríamos extraer la pregunta, ¿será que todos los individuos hablamos bien? ¿Y cómo le llamaríamos a alguien que no hablara bien? Siento que la tradición, a través de los siglos, nos ha llevado a nombrar a las personas que saben que no hablan bien y que tienen un problema con la calidad expresiva de la materia verbal de una forma unánime: Poetas.

La cita anterior de Dylan Thomas la encontré en el poema “Un poema en vez de dormir”, del poeta mexicano Marco Antonio Montes de Oca (1932- 2009), en su libro Astillas (Ediciones el Mendrugo, 1973). Si lograra convencer a los lectores de que éste es un buen libro de poesía, quizá correrían a la librería Grañén Porrúa a buscar un ejemplar. Pero lo “ejemplar” del libro radica en que fueron 600 libros únicos firmados por el autor en una edición que no está incluida en el listado de sus obras que aparece en Wikipedia.

Puedo describir entonces la edición como un libro muy hermoso con tapas de cartón, diseñado por Manuel Felguérez y editado por Elena Jordana y Tomás Parra. Además que fue parte de una colección de libros hechos a mano, con muy pocos ejemplares y de autores como Octavio Paz, Nicanor Parra, Felipe Orlando, Leonel Góngora, Manuel Durán y Elena Jordana. El libro, además de poemas, contiene fotos y una carta escrita por puño y letra de Montes de Oca donde nos cuenta sus orígenes como poeta.

La poesía, en este sentido, no se ofrece como un simple objeto de uso que el lector puede adquirir en cualquier parte. Al contrario, se ofrece como un objeto muy bien pensado y en vías de extinción, el cual, sus lectores tendrán que ir a rastrear en diferentes bibliotecas con la esperanza de encontrarlo, pero, mucho más importante, con la convicción de que existe y que refulge en alguna parte del mundo.

Montes de Oca se definía como un poeta de “tono menor”, es decir, alejado del largo aliento, prácticamente de diferentes metrificaciones y abierto a la exploración. En este gran libro de 55 páginas encontramos toda suerte de acrobacias verbales, desde un poema visual, “Laves”, hasta un tratado de poética e historia llamado “Ofrenda de canto de perfil”. Sigue un fragmento del poema:

La casa del hombre pocas veces contiene un atrio y mármoles en torno. En México suele ser choza magra ceñida por cinturones de nopal. A ella nos metemos ebrios de sed, hartos hasta la coronilla de la luz y de la sombra. No buscamos ni encontramos. Conformes con la forma deponemos la pesquisa, soñamos agua a cántaros, agua y viento y restitución a cántaros. Mas lo que abunda es sólo polvo en vilo, terregales que brillan como coronillas afeitadas, promiscuidad del asno con el estiércol y la rata, cerros al rape mondados por la ancha lengua de un mediodía en que hasta el jaguar se espina y sale huyendo.

Yo anhelo expulsar de mí
-Decía López Velarde-
Cualquier palabra
Cualquier sílaba
Que no nazca
De la combustión de todos mis huesos.

La poesía de Montes de Oca queda refrendada en su voluntad de escarbar, penetrar en la urdimbre del lenguaje y entregarse en esta gestualidad verbal. Quedan los nombres erigidos, pero también su impronta gracias al fervor de un editor, que al igual que el autor, imprime en el libro la combustión de todo su ser.

EDITORIAL

Es tan jaguar el Sol que pasa silencioso.

Carlos Pellicer

Al margen de la increíble fuerza poética que tiene este verso, Pellicer alude a las figuras más emblemáticas de la cultura mesoamericana, el jaguar y el Sol que forman una unidad, y que juntos transitan de manera silenciosa, pero causando un efecto visible. Muchas imágenes vienen a mi mente que hacen referencia a estas figuras: piezas arqueológicas, danzas, códices, personajes emblemáticos, máscaras, murales modernos, poesías, vestuarios, obras de teatro, etc. La enumeración podría continuar porque los hemos interiorizado –incluso en la actualidad– como parte importante de nuestra cultura. Pero hay algo aquí que me remite a otra cosa, a ese transitar del Sol en silencio, sin alardes, que sólo acontece y produce un efecto directo en las personas. Sé de cierto que para que se realice semejante acontecimiento hay detrás múltiples factores que propician que suceda. Puedo decir sin falsos elogios que así son las acciones que realiza el equipo de la Fundación en cada tema que se propone. Se ejecutan sin mayor aspaviento y suceden sin mayor aspiración que el beneficio de los usuarios. Brindan calor y lo hacen en silencio. Con tiempo, esfuerzo y dedicación se restauran edificios y se convierten en espacios culturales, se entrenan jugadores y se convierten en profesionales, se recolectan semillas y se reforestan los bosques, se crean bibliotecas y se desarrollan lectores o se apoyan investigadores, la lista es larga, pero la intención es la misma: iluminar los rincones donde hace falta un poco de luz y convertirlos silenciosamente en espacios colectivos cálidos, donde los seres humanos podamos ser mejores personas.

#20 AÑOS MUFI

Hace veinte años se consolidaban nuestro amor de pareja y el deseo de servir a nuestro país. El rumbo no estaba definido, pero las ideas brillaban: “Haremos un museo de filatelia con mi colección de estampillas postales” –me dijo Alfredo Harp Helú. No imaginábamos, ni remotamente, lo que vendría después. Aquellas visitas a las embajadas en busca de timbres del mundo y las buenas oportunidades para adquirir estampillas postales de nuestro país dieron fruto en aquel sueño.

En un gesto de amor por México, Alfredo restauró y remodeló una casa en el Centro Histórico de Oaxaca, justo enfrente de lo que sería el Jardín Etnobotánico en el exconvento de Santo Domingo, proyecto en el que también participaba. El entusiasmo sumó a algunos aliados como José Sayeg Helú quien donó su apreciada colección, y Manuel Cossío Gabucio quien donó la biblioteca filatélica de su padre, José Lorenzo Cossío y Cosío, para que estuviera a disposición de los investigadores especializados y del público interesado. En julio de 1998, acompañados por Alfredo Harp Calderoni, inauguramos el MUFI. Sin proponérnoslo, poníamos el primer cimiento de la Fundación Harp Helú en Oaxaca.

¿Quién iba a decir que a lo largo del tiempo miles de personas han acudido a este lugar y cientos de ellas han donado millones de estampillas postales y hermosas cartas a nuestro adorado MUFI?… Poco a poco, el Museo también se convirtió en un referente obligado para los filatelistas, quienes han visto la importancia de compartir públicamente sus colecciones, así como el desafío de fomentar –en épocas donde la tecnología digital domina nuestras vidas– el gusto y aprecio por la filatelia.

Alfredo Harp estaba y sigue convencido de que los timbres postales son un instrumento didáctico por excelencia. La diversidad de temas que abordan hace que esos diminutos grabados, que permitieron durante siglos la comunicación entre los países, se conviertan en testigos de la historia de la humanidad ¡Cuánto hemos aprendido a partir de ellos!

Estos veinte años representan emociones y logros de esfuerzos conjuntos. El MUFI, como decía, fue el primer peldaño de lo que vendría después, una escalada de proyectos culturales, deportivos, sociales, educativos, medioambientales, de salud y de fomento a los proyectos productivos que día a día crecen y se consolidan. Todo esto no sería posible sin el gran equipo de colaboradores que se han unido a nuestras filas. Ese equipo que cree firmemente en que juntos podemos construir un México mejor, comprometido con nuestra sociedad, con nuestra historia y que apuesta por un futuro más humano.

En el MUFI hemos logrado crear un rincón cálido en la vida cotidiana de la ciudad; un lugar de encuentros donde se forjan amistades que comparten fines comunes. Nuestra casa va creciendo, empezamos con dos patios, se sumó el de la hermosa jacaranda que nos arrancó el alma, luego llegó el del cactus y ahora, después de esperar veinte años, la vida nos dio la oportunidad de adquirir la casa en ruinas de la esquina, esa que todos hemos querido sacarle una foto a su fachada, esa que ahora también será el nuevo hogar del Museo de Filatelia de Oaxaca. El recorrido de estos primeros dos décadas ha sido fascinante, la gran cantidad de logros enriquece nuestras vidas.

Así, las palabras vienen y van, llevan el alma de algún enamorado, los consejos de un padre que vive lejos, algunos recuerdos de países remotos… Son papeles que vuelan, llegan y van gracias a las estampillas postales, grabadas con arte y talento, sobres sellados de aquí y de allá…

Pero ojo, mucho ojo, porque un error los hace ser más valiosos. Sí, así como diría el poeta Pablo Carvajal:

Todo empieza con un error
y en él uno se percata de la propia existencia,
se entera de la propia vida,
se da cuenta que todo apenas empieza.

BIBLIOTECAS MÓVILES SEGUIMOS LEYENDO: X ANIVERSARIO

Cierro los ojos y pienso en la Biblioteca Móvil, en una historia que inició hace diez años, pero que es aún una historia inacabada, una historia que ha sido escrita por muchas personas y de la cual ahora soy parte.

Con la Biblioteca Móvil recuerdo haber leído para otros, con un enorme placer, teniendo como escenario la sombra de un árbol, la naturaleza, un salón de clases, sentados en el piso o donde la emoción del momento permitía acomodarnos. Detalles mínimos, pero llenos de magia. Sacar un libro del acervo, mostrarlo como un gran tesoro a los demás, ver las caras de sorpresa de algunos, de expectativa de otros y de emoción por lo que viene, es una experiencia única. Son momentos llenos de encuentros, cercanía, calidad e igualdad, teniendo siempre como horizonte la promoción de la lectura. Momentos que se dificultarían vivir sin la Biblioteca Móvil.

La clave del éxito de este proyecto, me atrevo a decir, es que es un proyecto humano, flexible, que cambia y se transforma con cada una de las personas que se suman y/o colaboran, lo cual le ha permitido ir creciendo. De atender sólo comunidades de la Sierra Norte, ahora hace presencia en la región Mixteca y el Istmo, dejando huella en la vida de muchas personas y en la memoria colectiva de muchas comunidades.

El presente y futuro de la Biblioteca Móvil, considero, es quizá el presente y el futuro de muchos.

INICIO DE CAMPAMENTOS DE VERANO 2018

En la Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú trabajamos para desarrollar jóvenes. El lunes 16 de julio dio inicio nuestro campamento de verano, con la finalidad de evaluar en los meses de julio y agosto a más de 130 prospectos que buscan ganarse un lugar en nuestras organizaciones, que tienen sedes en las ciudades de Oaxaca, Los Mochis, y Ciudad Obregón, Sonora.

En lo que respecta a Oaxaca, nuestro campamento se realizó del 16 de julio al 10 de agosto de 2018, con la presencia de más de cuarenta jóvenes prospectos de diferentes partes del país, supervisados por nuestro cuerpo técnico integrado por Pedro Castellano, Mario Valenzuela, Carlos Reyes, Salvador Robles y nuestro entrenador Carlos Mendez.

El curso realizado en Los Mochis estuvo encabezado por un histórico de la organización de los Diablos Rojos del México, José Luis “el Borrego” Sandoval, acompañado de su cuerpo técnico: Shammar Almeida, Antonio Pollorena, Roberto Lugo, Roberto Verdugo y nuestro fisioterapeuta Alberto Rivera. Este campamento se desarrolló del 16 de julio al 31 de julio.

En Ciudad Obregón se realizó una evaluación más breve, del 1 al 4 de agosto, en la que trabajaron Antonio Pollorena y el preparador físico Alí Domínguez. De igual forma se integraron Enrique “Che” Reyes, al regresar de su participación como manager de la Selección Mexicana que participó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018.

El objetivo de nuestros campamentos de verano sigue siendo detectar el talento de los futuros peloteros desde edades tempranas, y darles la proyección necesaria para convertirlos en jugadores exportables al mejor beisbol del mundo.

IMPULSO AL BEISBOL

Cohesionar una sociedad lastimada en el desastre por los sismos de septiembre es una de las tareas que ha emprendido la FAHHO en la región del Istmo. A la par de la restauración de espacios arquitectónicos de alto valor histórico y cultural, se han llevado a cabo acciones para rehabilitar espacios que reactiven la vida deportiva de las comunidades afectadas por los sismos y sus alrededores. Y es que esta región se ha caracterizado por ser semillero de figuras del deporte que han dado brillo a Oaxaca, así como su afición por el rey de los deportes, disciplina que ha tenido tanto arraigo en sus comunidades, que llegaron a albergar en el pasado una liga semiprofesional.

Cómo no recordar aquellos grandes equipos que hicieron historia en cada uno de sus municipios, como Venados de El Espinal, Ángeles de Ixtepec, Xhahuis de Juchitán, Agricultura de Tehuantepec, Águilas de Unión Hidalgo o Cruz Azul Lagunas. Por ello, y con la finalidad de impulsar la promoción de este deporte, se pretende rehabilitar diez campos de beisbol, como parte del Programa de Apoyo a la Reconstrucción de las zonas afectadas. Con una inversión de tres millones de pesos, se promoverán trabajos para el mejoramiento de diez escenarios deportivos, con la firme intención de promover la práctica y promoción del beisbol.

En Unión Hidalgo se adecúa la infraestructura del campo de beisbol Rodolfo Brena Torres, con mantenimiento en gradas y sanitarios, y en la Unidad Deportiva de Salina Cruz se trabaja en la cubierta de gradas y pintura en muros.

En Santa María Jalapa del Marqués se realiza la ampliación de malla en el área de gradas del campo de beisbol Tigres, y en San Pedro Tapanatepec se trabaja en las instalaciones del campo de Cantarranas.

En la Unidad Deportiva Cheguico, de Ixtaltepec, se construirá la barda perimetral, y en Ciudad Ixtepec se proyecta el mejoramiento de las gradas y sanitarios del diamante de beisbol Brena Torres.

En Santo Domingo Tehuantepec, el Campo Rojo lucirá una nueva fisonomía con la obra de rehabilitación en dogouts, cubierta en gradas y sanitarios, mientras que en Juchitán de Zaragoza se edifica la barda perimetral en la Unidad Deportiva Municipal.

El campo de beisbol Juan B. Toledo de El Espinal contará con una nueva barda perimetral, mientras que en la Unidad Deportiva Municipal de Chahuites, los deportistas serán beneficiados con la instalación de nuevos pisos en los dogouts, estructura de cubierta y sanitarios.

La iniciativa impulsada por la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca busca reactivar dichos espacios para que la población en general, sin importar la edad, pueda realizar actividades físicas en beneficio de su salud y mejorar el entorno social.

IVÁN TERRAZAS, DIEZ AÑOS DE SER ROJO

Cuando Iván Terrazas fue nombrado el Novato del Año de la Liga Mexicana de Beisbol en 2006 con Monclova, lo último que pensó es que duraría muy poco tiempo con el uniforme azul, un año más, para ser precisos.

En uno de los movimientos más sonados y agresivos del nuevo siglo, los Diablos Rojos del México obtuvieron al exprospecto de Atlanta, a cambio de Saúl Soto, un jugador consagrado desde hacía varias temporadas.

La negociación tomó por sorpresa a Terrazas. El cambio lo alejaba de amistades muy cercanas a su familia, en una ciudad que no muchos logran conquistar como él lo hizo.

De ser un jugador insignia, “El Terrible” pasó a ser la sangre nueva de un vestidor plagado de jugadores con carreras brillantes en México y en el mundo. Jamás hubiera imaginado que su llegada a la Pandilla Roja era el inicio de un cambio generacional en la organización.

Su contratación implicó que el equipo tuviera un auténtico representante de la capital del país, donde nació el 11 de noviembre de 1983; además de que esa juventud brindaría frescura a un equipo poderoso, pero poco dinámico.

La adaptación fluyó desde el momento en que su nuevo mánager sería Daniel Fernández, quien estaba a unos días de dejar los diamantes como jugador para enfocarse en su tarea como estratega.

Daniel vio en Iván al elemento que podía ocupar el lugar que él dejaría vacante, y se encargó de abastecer de consejos al nuevo integrante de la familia escarlata.

Resultó muy significativo que, en su primer turno como Diablo, “El Terry” conectó un home run de dos carreras, un batazo que permitió al “Danny” Fernández anotar su carrera 1837, la última en su vida profesional, y que lo ubica como el líder de esa especialidad en todos los tiempos.

En un deporte lleno de códigos, los seguidores colorados entendieron que algo muy especial estaba por ocurrir, y ocurrió. La felicidad se prolongó por meses, hasta que el México obtuvo su campeonato 15. Diez años y doce temporadas después, debido a los nuevos formatos de competencia, han dejado a Iván Terrazas como el único elemento activo de aquel equipo que jugaba enfrente del Palacio de los Deportes. Con la mayoría de sus excompañeros convertidos en instructores o de plano alejados del rey de los deportes, el Capitán Rojo mantiene el deseo intacto de competir contra quien sea.

Dos campeonatos de verano, tres de invierno, y el cariño de una fanaticada que no ha dejado de animarlo, son las razones que encuentra para explicarse que hizo bien al cambiar la astronomía por el bat y la pelota.

Carta de Herbie Hancock

JULIO DE 2018-08-14
Sr. Freddy Aguilar Reyes
Biblioteca Henestrosa
Oaxaca de Juárez, México
Estimado Sr. Aguilar Reyes:

En nombre de la UNESCO y del Thelonious Monk Institute of Jazz le envío mi más profundo agradecimiento por los esfuerzos que la Biblioteca Henestrosa realizó en apoyo de la edición 2018 del Día Internacional del Jazz. Gracias a su participación, la celebración de este año fue la mejor que hemos tenido hasta ahora.

Es difícil creer que 2018 representó la séptima celebración anual de este día especial. A través de innumerables actuaciones, programas educativos, sesiones masivas, debates, exposiciones de arte y otras iniciativas ofrecidas por nuestros socios infinitamente creativos, estoy orgulloso de reconocer que El Día Internacional del Jazz ha impactado y emocionado a la gente en prácticamente todos los rincones del mundo.

Este año, el inolvidable concierto global All-Star de la ciudad anfitriona de San Petersburgo, Rusia, junto con el concierto de lanzamiento de Nueva Orleans, Louisiana, tuvo un récord de 15.6 millones de visitantes, amantes de la música en todo el mundo. También fue muy importante que la participación de organizadores como ustedes continuó creciendo, con una multitud de actividades en todos los niveles de la sociedad civil en más de 190 países.

Muchos eventos en 2018 se ofrecieron de forma gratuita y estuvieron abiertos al público, asegurando un amplio acceso en las comunidades locales. Continuamos creando vínculos con los organizadores buscando difundir el espíritu del Día Internacional del Jazz mucho más allá del 30 de abril por medio de proyectos y programas. Además, numerosos socios respondieron con entusiasmo a la convocatoria de un mayor compromiso social, y usaron sus actividades para reunir apoyo para causas valiosas.

Una vez más, gracias por todo su apoyo. Valoramos su membresía en el mundo #JazzDay family, y esperamos conocer sus planes para el 30 de abril de 2019.

Sinceramente,
Herbie Hancock
Embajador de Buena Voluntad de la UNESCO para el Diálogo Intercultural Thelonious Monk Institute of Jazz, Presidente

POTENCIALIDADES CREATIVAS Y ARTE RELACIONAL: FESTIVAL ITINERANTE DE VIDEODANZA (MÉXICO)

El Festival Agite y Sirva1 fue fundado en 2008 como una red de difusión, formación, producción e investigación de videodanza a través de una gira internacional de proyecciones, videoinstalaciones, talleres, laboratorios de creación, residencias, conferencias, mesas de reflexión y presentación de publicaciones, alcanzando diversos públicos. En sus nueve ediciones (2009 2017) el festival ha visitado más de sesenta ciudades en México, Latinoamérica, Norteamérica y Europa. En 2014 lanzamos el Premio de Videodanza Agite y Sirva con el apoyo del INBA, a través del cual otorgamos anualmente $33 000.00 a creadores mexicanos. La creación híbrida en videodanza es la primera publicación impresa sobre este campo en México, una colección compilada de cinco volúmenes con la colaboración de veintiocho autores de ocho países de América y Europa, publicada por Editorial UDLAP.

La Biblioteca Henestrosa se ha convertido en nuestra sede principal en la ciudad de Oaxaca, con diversas actividades como proyecciones, charlas y talleres. Desde el 2015 llevamos a cabo residencias y laboratorios en colaboración con el Centro de las Artes de San Agustín, Etla, Oaxaca, con destacados creadores y gestores nacionales e internacionales. Nuestro Festival es miembro de la Red Nacional de Festivales de Danza (INBA), de la Red Iberoamericana de Videodanza (REDIV) y de la Red Mexicana de Festivales Cinematográficos. Constantemente colaboramos con festivales, curadores y artistas en América y Europa. Nos interesa la videodanza como un medio híbrido en el cual podemos recorporalizar nuestro ser en relación con el mundo. Nuestro trabajo es múltiple, toca fronteras porosas entre creación, pedagogía, curaduría, crítica e investigación.

Para nosotras, la videodanza forma parte de un campo creativo y de una alternativa audiovisual artística y cultural, crítica y necesaria respecto de cánones corporales impuestos, ofreciendo propuestas a la cultura visual en términos comunicativos, estéticos, educativos, sociales y sensibles al entorno y a las urgentes crisis de la cultura global y las culturas locales. La videodanza y su curaduría nos invitan a remirar, repensar, reconsiderar y reconstruir valores establecidos de las políticas del mercado y la comunicación visual, reconstruyendo valores de belleza, salud, humanidad, corporalidad, presencia, memoria, derechos humanos, feminidad, masculinidad, heteronormatividad, homosexualidad, ecología, economía, espiritualidad, ética, y en fin, los temas urgentes de nuestras sociedades.Con el objetivo de articular un punto de vista distintivo y de enunciar un posicionamiento en el ámbito de la exhibición de imágenes, el Festival Agite y Sirva, desde su fundación, ha propuesto y desarrollado criterios curatoriales que se dirigen a la ubicación de la videodanza como forma transdisciplinar, en un contexto amplio dentro del arte contemporáneo, en diálogo con las artes visuales, digitales, audovisuales y escénicas.

Finalmente, hemos realizado colectivamente videodanzas en el marco de laboratorios de creación: Jeux d’automne (Francia), Panspermia (México), Si es necesario es preciso flotar (México) y Frenesí (México), así como el Manifiesto en español, inglés y francés ¿Cómo filmar un cuerpo en movimiento en un mundo hostil?. Nuestro trabajo busca ampliar las nociones de coreografía y videodanza en diferentes contextos, espacialidades, formatos y prácticas. Nos interesa la exploración de las posibilidades creativas de la videodanza como una forma híbrida, transdisciplinaria, poética y pánica. Buscamos diferentes maneras de tejer el arte coreográfico y el arte digital para generar o promover estados de conciencia, presencia y nuevas relaciones entre gestos, sonidos e imágenes en movimiento. Exploramos la danza en las pantallas de forma in situ, para proyectar imágenes relacionadas con la arquitectura y los cuerpos de creadores y espectadores. La videodanza es para nosotras una práctica relacionada al de arte y vida en plena era digital.

Más información en: www.agiteysirva.com

Twitter Agite y Sirva
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1 Algunos fragmentos de este texto forman parte de la conferencia con el mismo nombre, impartida por las autoras en Rencontres Internationales Regards Hybrides de Montreal, Canadá, en noviembre 2017; así como del texto publicado sobre el Festival Agite y Sirva en la revista Repères, cahier de danse #40, «La vidéo-danse à l’ère numérique» de París, Francia, noviembre 2017.

BIBLIOTECAS MÓVILES SIERRA NORTE, MIXTECA Y EL ISTMO

Tejer la vida con libros es la experiencia humana más extraordinaria.
Edith Juárez Hernández

Con la Biblioteca Móvil de la Sierra Norte a diez años de su creación, hemos tejido redes lectoras y humanas en el sector Cajonos, sector Zoogocho y algunas comunidades del distrito de Ixtlán.

En la región de la Mixteca, el maestro José Luis García, junto con su esposa, la señora Lolita, como se le dice de cariño, han sido parte fundamental de esta ruta, ya que ellos trabajan hombro con hombro para el buen desenvolvimiento del servicio de la Biblioteca Móvil de la Mixteca.

Tenemos muchos recuerdos de diferentes comunidades, y cabe recalcar una que nos dijo un niño de la comunidad de Santo Domingo Yojovi en la Sierra Norte.

“Cuando llegan ustedes es como una fiesta del pueblo. Desde que los vemos entrando vamos avisándole a nuestros amigos que ya llegaron los de la Biblioteca Móvil y están en el auditorio. Así vamos llegando por grupitos, de repente se da uno cuenta que ya somos bastantes, entonces empezamos la música de las voces, cada niño acomodado en diferente lugar, leyendo un libro, sus hermanos chiquitos escuchando, otros buscando qué leer en el librero o en las cajas.

“Lo que más nos emociona es cuando ustedes nos leen cuentos y les pedimos más y más, cuando se cansan de leernos les pedimos que hagamos una actividad manual para estar más contentos. Llegando la hora de la película empiezan los cuetes con el sonido de la bocina, gritamos de alegría ya que nadie más nos viene a poner películas. Terminando quisiéramos que no se vayan porque termina la fiesta, lo único que nos dejan son libros que podemos leer mientras no están.”

Palabras que alientan a los promotores día con día, para seguir tejiendo redes lectoras y humanas con la Biblioteca Móvil, a pesar de las diferentes circunstancias que se encuentran en cada comunidad.

DONACIÓN DEL FONDO LUIS FERNÁNDEZ DEL CAMPO MOGUEL

En el marco de su 6.o aniversario, la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova recibió la donación, por parte de Ángeles Fernández del Campo, del Fondo Legado de documentos históricos que pertenecieron a don Luis Fernández del Campo Moguel (1926- 2014) y a su familia. Los documentos, que van del siglo XVI hasta mediados del siglo XX, en su mayor parte se relacionan con la historia de las haciendas oaxaqueñas, en particular las de Montoya, San Juan de las Peñas y muy particularmente la de Tlanichico. Buena parte de esos materiales están ligados a las empresas, propiedades y actividades del matrimonio formado por José Zorrilla y Consuelo Guergué, quienes durante el Porfiriato adoptaron al padre de don Luis, quien se había quedado huérfano.

Don Luis Fernández del Campo Moguel fue un conocido empresario oaxaqueño, dueño de una famosa refaccionaria y apreciado también por sus composiciones musicales y poéticas. Su carácter organizado y curioso le llevó a conservar y compilar un conjunto de documentos y publicaciones muy relevantes para la historia de Oaxaca, que generosamente quiso legar al público. Se trata de libros de cuentas, títulos de propiedad, litigios y pagos de impuestos. También incluyen archivos ligados a la vida social y política en los Valles Centrales durante el Porfiriato, además de un libro del cabildo oaxaqueño del siglo XVII y hasta la copia más antigua conocida de los títulos de propiedad del convento de San Pablo. A ello se suma una muy interesante colección de notas periodísticas y suplementos culturales de la primera mitad del siglo pasado.

Gracias a la generosidad y a la visión de la familia Fernández del Campo, esos documentos se integran ahora a los acervos de la BIJC, para nutrir las investigaciones especializadas y la curiosidad del público en general. Algunos de ellos pueden apreciarse en la exposición temporal que la Biblioteca ha montado para la ocasión.

REHACIENDO LA HISTORIA A TRAVÉS DE LOS ARCHIVOS

El proyecto de implementación del Sistema Institucional de Archivos de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, que lleva a cabo la asociación Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México, A.C., ha representado un reto importante. Después de dos intentos infructuosos en años anteriores por comenzar los trabajos partiendo de un diagnóstico inicial, finalmente se logró arrancar a partir de agosto de 2015, con un periodo de duración hasta agosto de 2018.

Esto se debió al interés mostrado por la presidenta de ADABI, la Dra. María Isabel Grañén, quien deseaba que en la Fundación se establecieran métodos efectivos de recepción de la documentación, así como criterios uniformes que permitieran una rápida localización de documentos. Además, el crecimiento que había tenido la institución demandaba un sistema de archivos eficiente y acorde a las necesidades para lograr su óptimo funcionamiento. Así, se planteó un proyecto que incluiría tres etapas.

Primera etapa: el diagnóstico, para el cual fue necesario realizar entrevistas y llenar cuestionarios dirigidos a los responsables de las diversas áreas generadoras de documentación, lo cual nos permitió conocer a fondo la estructura y funcionamiento de la Fundación, así como la documentación generada por aquéllas. Gracias a esto fue posible llevar a cabo la elaboración del inventario preliminar de las 45 áreas encuestadas, del cual derivó un primer esbozo del cuadro de clasificación archivística para su aplicación general en la institución.

Segunda etapa: elaboración del proyecto ejecutivo denominado Implementación del Sistema Institucional de Archivos de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, el cual permitirá llevar el control de la recepción, registro, clasificación, archivo, consulta y conservación de los diferentes soportes de archivo (físicos y electrónicos) existentes en sus acervos. El proyecto incluye objetivos, justificación, desarrollo del proyecto, requerimientos, presupuesto y cronograma.

Tercera etapa: corresponde a la implementación que está a punto de finalizar con la capacitación e inducción al manual de procedimientos del sistema. Esto ha representado quizás la parte más complicada del desarrollo del proyecto, ya que implica la ordenación, clasificación e inventario de toda la documentación que había sido objeto del inventario preliminar. Pues si bien se contaba con un cuadro de clasificación, éste fue remitido para su aprobación a las diversas áreas, con el fin de obtener una retroalimentación y definir así una versión final, con la cual las propias unidades empezarían a clasificar su propia documentación.

Para lograr esto se dieron diversas pláticas introductorias al proyecto, empezando por los titulares de las áreas, en las que se exponían el objetivo y los alcances del proyecto; también se realizaron cursos y talleres para el personal operativo encargado del manejo de la documentación, con la asesoría permanente del personal contratado ex profeso para el proyecto, aclarando las dudas en el manejo del cuadro de clasificación, en la integración de expedientes, en el manejo del control de gestión, etc. Ahora que estamos por concluir, consideramos que un proyecto así requiere del compromiso permanente de todos los que formamos parte de la Fundación, por lo que será necesario que cada una de las unidades generadoras de la documentación sea consciente de la responsabilidad que implica la generación, guardia y custodia de la documentación a su cargo. Es precisamente en los archivos de trámite de la institución donde nacen los documentos que serán a futuro —si bien no en todos los casos—, históricos. Gracias al buen manejo, clasificación e inventario que de ellos se haga se estará garantizando un archivo histórico digno del trabajo de la Fundación, que además de dar testimonio de su gran labor, contribuirá a fortalecer sus funciones como agente promotor de la conciencia del valor del patrimonio documental de nuestro país.

COLABORACIÓN: LABORATORIO DE DISEÑO Y ROLANDO REGINO PORRAS

En un ejercicio de mutua colaboración, con el taller del maestro Rolando Regino Porras buscamos elaborar y desarrollar una vajilla en la que planteáramos, además de inquietudes personales tanto del Laboratorio de Diseño como de Rolando, poner en práctica las diferentes características de lo que, creemos, debe incluir cualquier experiencia que conlleve procesos y análisis de diseño, así como prácticas y conocimientos artesanales que tienen que ver con una técnica y la innovación en esta.

El actual Taller Dolores Porras es dirigido por Rolando Regino junto con Lorena Lávida, dos artesanos de tradición en Santa María Atzompa, herederos de este taller que lleva el nombre de una de las impulsoras del vidriado, tienen un estilo particular ya reconocido. Ambos artesanos cuentan con carreras importantes y consolidadas.

La colaboración con Andares del Arte Popular se da después de varios acercamientos y ejercicios donde valoramos y aprendimos sobre la labor de Rolando y Lorena, y les mostramos las áreas que abarcamos y lo que cada una trabaja. Así creamos confianza. Durante cada encuentro vamos generando lazos que después son los que, orgánicamente, crean el escenario perfecto para iniciar un proyecto de colaboración. Durante el proceso de creación remarcamos la libertad de ambas partes de sugerir y encontrar puntos de acuerdo.

Todo comenzó con una idea puesta sobre la mesa acerca de la creación de un servicio de comedor o vajilla. Después de una primera propuesta formal y pláticas donde se discutían el color, el tipo de esmalte y cómo podría solucionarse, se generaron prototipos que sirvieron para entender la dimensión y las texturas de las piezas, y ya sobre este análisis sugerir cambios para realizar una última prueba que nos dejara satisfechos para presentarla.

Esta vajilla tiene en su conceptualización varias ideas que se compartieron y buscaron adecuar, ideas como el mar, el chocolate, los colores del mar y las texturas, que se trataron de materializar y resultaron en piezas que buscan crear ilusiones e irregularidades líquidas en contraste con un barro más rojo y resistente, que en su modelado crea ondas en la base para que el vidriado lo cubra en niveles y así se crean profundidades.

Estas colaboraciones, además de servir para generar nuevos productos que puedan ayudar económicamente a los talleres, y así puedan abrir sus productos a nuevos mercados, buscan también ofrecer experiencias a los artesanos para que, más adelante en su recorrido, sus colaboraciones con diseñadores, artistas o clientes en general sean más orgánicas y naturales, y que podamos erradicar poco a poco las malas prácticas que muchas veces desaniman a los artesanos para seguir trabajando con diseñadores o creativos.

Busca esta vajilla elaborada en colaboración con el Taller Dolores Porras, en Andares del Arte Popular.

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