A ras de tierra y a cielo abierto

Tierra Caliente —perteneciente al municipio de Tamazulapan del Espíritu Santo, ubicado en la Sierra Mixe de Oaxaca— es una comunidad alfarera y ceramista que ha visto crecer a varias generaciones de alcalleres. Ahí nacieron Teresa y Rufino Cruz Jiménez, quienes pertenecen a la tercera generación de ceramistas y alfareros en su familia. Fue su madre, Ernestina Avela Jiménez, quien les dio la vida dos veces: una por medio de su propio cuerpo y otra mediante el barro, porque fue ella quien les transmitió su noble oficio como una fórmula para sostener con dignidad sus propias vidas y, en consecuencia, la de sus hijos, pues esta actividad ya ha alcanzado a una cuarta generación.

El maestro Rufino recuerda las enseñanzas de su madre en el taller familiar; la venta en los domingos de plaza en Tamazulapan; los caminos a pie con las piezas en la espalda para llegar a los pueblos cercanos y su salida del pueblo para lograr vender en la ciudad. Al llegar a la ciudad de Oaxaca, alrededor de 1990, Rufino tuvo que aprender otras técnicas y despertar la creatividad para posicionar sus obras en un nuevo mercado. Así, a las piezas de uso doméstico —jarra cafetera, patojo para frijoles y ollas para tamales, principalmente— se sumaron las de uso ornamental. Entre estas últimas sobresalen las ollas y los candelabros con múltiples bocas, una innovación de su esposa, Soila Rodríguez, quien aprendió de doña Ernestina la elaboración de cazuelas muy grandes.

Esta transformación permite apreciar cómo el arte popular no es inamovible, cómo la preservación de la tradición requiere del cambio y de la creación innovadora para suceder. El arte popular se muestra, de esta manera, como un reflejo inevitable de los cambios sociales, culturales y económicos de una comunidad. La maestra Teresa reconoce la importancia de la innovación en su propia labor como una estrategia para permanecer vigente, con el fin de preservar una tradición y las obras sobre las que esta se asienta. Ya sea que se trate de una pieza novedosa o antigua, nos hace ver que cualquier obra artesanal guarda un lugar importante formando parte tanto del entorno y las actividades cotidianas como del ámbito simbólico de la fiesta y la cultura.

Aunque Teresa y Rufino Cruz Jiménez han formado sus propios talleres familiares, ambos se levantan sobre la cerámica y la arcilla. Cada materia utilizada en un proceso completamente artesanal es proporcionada por su entorno natural: arcilla, barro, olote para moldear, hojas de árbol para conseguir los acabados y piedras de río para pulir. La quema o cocido de las piezas se realiza a ras de tierra y a cielo abierto con leña de ocote. Es en este momento cuando las obras adquieren unas manchas negras, las cuales se convierten en pigmentos decorativos accidentales, sellos particulares que no hacen otra cosa que embellecerlas.

Debido a la calidad y peculiaridad de sus obras, estos dos grandes artesanos han conseguido el reconocimiento en concursos nacionales y estatales como maestros del patrimonio artesanal, específicamente como ceramistas y alfareros, en los cuales han participado con piezas tradicionales o innovadoras, e incluso con nacimientos y juguetes. La maestra Teresa Cruz y su familia figuran en el directorio de Grandes Maestros del Arte Popular.

Es el lazo hereditario ancestral y la conexión con la tierra que la cerámica propicia, el motivo que ha impulsado a la maestra Teresa y al maestro Rufino a dotar de significado su labor. Ambos confían en Andares del Arte Popular como una plataforma que, comprendiendo tal significado, no solo posibilita la venta de sus obras, sino que impulsa la difusión y el conocimiento de estas para poner en valor una tradición que late desde las entrañas de la tierra y toma forma a cielo abierto.


El papel de reúso en las encuadernaciones del libro antiguo

El libro y cada uno de sus elementos constitutivos son producto de un proceso tecnológico preciso, como también de su contexto social, económico y cultural. El papel como materia prima en la elaboración de encuadernaciones es una línea de investigación poco atendida, pero de la que puede obtenerse información histórica y documental del libro antiguo, las encuadernaciones y las colecciones bibliográficas.

La producción de papel con la calidad destinada a la impresión de libros fue, desde los tiempos de la invención de Gutenberg, escasa y problemática, pues no lograba satisfacer la demanda y, en ocasiones, esto detenía la producción de las casas impresoras. Al operar de forma intensiva, la imprenta exigía un consumo considerable de papel, lo que requería el empleo de varias resmas en una sola jornada. Así que, tras el establecimiento de las primeras imprentas y durante los siglos posteriores, la carestía del papel fue constante tanto en Europa como en Nueva España.

Diversos autores han indagado sobre la problemática de la carestía de papel y las afectaciones que ocasionaba al gremio de la imprenta. Sánchez Bueno señala que ante la falta de papel económico para coheteros, boticarios y bizcocheros se desbarataban libros para ser vendidos como papel de segunda mano.1 A esto se sumaba la venta de papeles provenientes del saqueo de archivos oficiales, que terminaban siendo utilizados en la manufactura y embalaje de distintas mercancías.

Es necesario recordar el proteccionismo por parte de la Corona española al monopolio de la industria papelera, así como el entorpecimiento que había tanto en la producción de papel como de impresos en Nueva España, junto con el irregular e insuficiente envío de papel de calidad desde Europa. Esto condujo a la obtención de esta materia prima a partir de otras fuentes, ya fueran archivos o encuadernaciones de segunda mano.

De acuerdo con Toribio Medina, con la intención de que no se detuviera la producción de la imprenta, los impresores —quienes generalmente también eran los encuadernadores—, usaron pliegos ya impresos como guardas o para la fabricación del cartón usado en la elaboración de las tapas.2 Romero Ramírez ha podido identificar extensamente el uso de papeles provenientes de impresos y expedientes en encuadernaciones mexicanas del siglo XVI, asimismo ha identificado la reutilización de papeles desde los siglos XVI al XVIII, y atribuye esta acción a la respuesta de los encuadernadores ante la carestía y dificultad por obtener esta materia prima, así como al aprovechamiento de los materiales que tenían a su alcance.3

A modo de guardas, endoses, tapas, recubrimientos o reparaciones históricas, el papel reutilizado como elemento de las encuadernaciones se encuentra con frecuencia en bibliotecas y colecciones a lo largo de todo el país y fuera de este. Cualquier investigador o usuario puede percatarse de su existencia con facilidad, pero, a pesar de ser un elemento tan común para quienes estudian o simplemente tienen un acercamiento al tema del libro antiguo, la falta de conocimiento de este material como fuente documental e histórica puede disociar o descontextualizar estos elementos de la encuadernación y de su colección.

La evidencia física que brinda el papel de reúso en las encuadernaciones tiene distintas áreas de aproximación. Entendida como testigo de la historia de vida de las encuadernaciones y colecciones documentales, puede ser una fuente invaluable para conocer los contextos históricos, culturales y tecnológicos de los bienes bibliográficos.

Identificar, conocer y valorar los distintos elementos de las encuadernaciones, en este caso el papel de reúso, permite tomar decisiones sólidas en materia de conservación en pro de la preservación y legado del patrimonio documental y bibliográfico a futuras generaciones; asimismo, contribuye a la comprensión de los contextos históricos y culturales del libro antiguo y las encuadernaciones para propiciar investigaciones más precisas.

1 M. C. Sánchez Bueno de Bonfil, El papel del papel en la Nueva España (Ciudad de México: Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1993).

2 J. Toribio Medina, La imprenta en México 1539–1821, tomo 1 (Ciudad de México: UNAM, 1989).

3 M. E. Romero Ramírez, “Limp, Laced-Case Binding in Parchment on Sixteenth Century Mexican Printed Books” (tesis doctoral, Camberwell College of Arts, University of the Arts London, 2013).


El Estadio Alfredo Harp Helú: sede estratégica del mercado internacional de Grandes Ligas

Los pasados 26 y 27 de junio el Estadio Alfredo Harp Helú, joya arquitectónica del beisbol latinoamericano, se convirtió en el epicentro del desarrollo y la proyección internacional del talento mexicano. En sus instalaciones se celebraron dos eventos sin precedentes para la Liga Mexicana de Beisbol (LMB): el primer Juego de Estrellas del Futuro y el primer gran showcase oficial de la LMB enfocado al mercado de Grandes Ligas (MLB).

Ambos encuentros reunieron a casi cien jóvenes prospectos entre los 13 y los 18 años, representantes de diez equipos de la LMB, y contaron con la presencia de 28 organizaciones de MLB y dos de Japón, lo que marcó un récord de participación internacional para un evento de esta naturaleza organizado en México.

El vicepresidente de los Diablos Rojos del México, Jorge del Valle del Mohar, subrayó que el Estadio Alfredo Harp Helú no solo representa la casa del equipo capitalino, sino que debe convertirse en una plataforma internacional para proyectar el talento mexicano:

México tiene un talento inconmensurable, y nosotros, como equipo, debemos identificarlo, potenciarlo y proyectarlo. Para lograrlo es indispensable maximizar el uso de un estadio de la magnitud, belleza y tecnología como el Alfredo Harp Helú. Su infraestructura de clase mundial y la interconectividad de la Ciudad de México nos permiten soñar con convertirnos en el centro del mercado internacional de búsqueda de talento en los próximos años.

La elección del Estadio como sede no fue casual. Su modernidad, ubicación estratégica y capacidad tecnológica lo convierten en el escenario ideal para el desarrollo de eventos internacionales de este calibre. Durante las dos jornadas, empresas líderes en innovación aplicada al deporte como Synergy (captura y edición de video), VALD (evaluación de variables atléticas mediante tecnología como “plas de fuerza” y “dinamómetros”), Trackman (reconocedor avanzado de trayectoria de vuelo de pitcheo), y Wahoo (instalación de tecnología y conexión con MLB) participaron activamente, sumando herramientas de vanguardia al proceso de evaluación.

Gracias a eventos como este, y a la modernización de nuestros procesos, en 2025 la Academia Alfredo Harp Helú alcanzó una cifra récord de 15 jugadores firmados por organizaciones de Grandes Ligas. Esperamos cerrar el año aumentando este número y seguir preparando el terreno para que México se convierta en una potencia exportadora de talento a MLB tan o más grande que Cuba y Venezuela. Hoy, la Academia representa alrededor del 20 % de las exportaciones totales del país a MLB. Si el mercado mexicano crece, debemos crecer con él. Y eso se logra generando espacios como este, con visibilidad, tecnología y una sede a la altura del reto.

La Academia se presentó en este evento con 23 jugadores provenientes de todo el territorio mexicano. Esta participación masiva, el nivel organizativo y la presencia de tecnología de clase mundial no solo marcan un antes y un después en la manera en que se proyecta el talento mexicano, sino que emite un mensaje claro al mercado internacional: el Estadio Alfredo Harp Helú es hoy el escaparate más poderoso del beisbol juvenil mexicano para el mundo.

Listado de jugadores de la Academia de Beisbol Alfredo Harp Helú exportados a MLB en 2025

· Roberto Salas
Pitcher – Rockies, Colorado
· Efrén Álvarez
Pitcher – Cardenales, San Luis
· Iker Redona
Pitcher – Rojos, Cincinnati
· Máximo Rodríguez
Pitcher – Marineros, Seattle
· Adrián Emmanuel Ruiz
Pitcher – Astros, Houston
· Carlos García
Catcher – Blue Jays, Toronto
· Jesus Aarón Castro
Pitcher – Padres, San Diego
· José Verdugo Cuadras
Short Stop – Padres, San Diego
· Rey David Didier Pacheco
Pitcher – Twins, Minnesota
· José Lavagnino
Catcher – Yankees, New York
· Bryan Borbón
Pitcher – Blue Jays, Toronto
· Osvaldo Platas
Pitcher – Marineros, Seattle
· José Gonzalo Treviño
Pitcher – Gigantes, San Francisco
· José María Sánchez
Pitcher – Twins, Minnesota
· Joseph Uzeta
Pitcher – Padres, San Diego


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