MÁXIMO MÉRITO COMO EGRESADO DE LA FACULTAD DE CONTADURÍA Y ADMINISTRACIÓN

La Universidad Nacional Autónoma de México, a través de la Facultad de Contaduría y Administración, celebra la entrega del reconocimiento al Máximo Mérito como Egresado al C.P. Alfredo Harp Helú y al L.A.E. Isaac Chertorivski Shkoorman, por su gran trascendencia en el ejercicio de su profesión y como una muestra de agradecimiento por enaltecer siempre el nombre de la Facultad y la UNAM.

Al entrevistar a don Alfredo Harp Helú sobre este reconocimiento, que fue entregado el 13 de junio de 2019, afirmó: “Me alegra compartir esta distinción con Isaac Chertorivski, que desempeñó un papel magnífico como presidente ejecutivo de Bacardí para América Latina y es un experto en estrategias del mundo de la mercadotecnia y la publicidad. Fue un extraordinario presidente de Fundación UNAM.” Don Alfredo recuerda que cuando tenía 16 años, en 1961, ingresó a la entonces Escuela de Comercio y Administración, ahora Facultad de Contaduría y Administración. “Por doscientos pesos al año (ahora veinte centavos), tuve la oportunidad de cursar mi carrera de contador público en la UNAM con los mejores maestros”. En la UNAM recibió una preparación que le permitió comenzar a ejercer sus conocimientos en sus primeros trabajos: en una fábrica de hilos y después el Despacho Price Waterhouse, donde profundizó sus conocimientos de auditoría e impuestos. La licenciatura le dio las bases sólidas para ingresar al mundo de los negocios financieros y, gracias a un esfuerzo disciplinado, logró ser agente de bolsa.

Harp Helú destaca que en 1971, “el trabajo conjunto con mi socio Roberto Hernández nos llevó a crear la casa de bolsa Acciones y Valores de México, que se volvió la más importante de nuestro país. Después adquirimos el Banco Nacional de México (Banamex) en 1991 y formamos el grupo financiero Banamex Accival, que en ese entonces era el más sólido del país”. A través de su Fundación, participa activamente en la Fundación UNAM desde su creación y ha otorgado más de 66 mil becas en el nivel licenciatura. Además apoya programas de educación a distancia, brigadas de salud, actividades culturales, ecológicas y deportivas, dotación de infraestructura, programas productivos, rescate de fondos documentales y bibliográficos, ayuda en desastres naturales y medio ambiente. En más de 25 años de colaboración, ha destinado más de 600 millones de pesos a la UNAM, porque está convencido de que hay que brindar más oportunidades a los jóvenes mexicanos, apoyar a la investigación y sobre todo fortalecer la educación.

Don Alfredo está orgulloso de recibir este reconocimiento, porque las siglas de la UNAM están grabadas en su vida y siempre ha admirado a esta institución como un semillero de esperanzas para México.

PALABRAS DE ENRIQUE GRAUE, RECTOR DE LA UNAM

Muy buenas tardes a todas y todos ustedes. Muchas gracias Dr. Leonardo Lomelí por acompañarnos en esta ceremonia, muchas gracias Dr. Juan Alberto Adame, honorario miembro de la junta de gobierno y representante de esta comunidad en las decisiones universitarias, muchas gracias por estar con nosotros. Maestro Tomás Rubio, muchas gracias por esta oportunidad de dirigirme a esta maravillosa comunidad.

Isaac Chertorivski, Alfredo Harp Helú, familias Chertorivski y Harp, deben sentirse muy, muy orgullosos de Alfredo y de Isaac, tan orgullosos o más de lo que estamos nosotros, de que sean miembros de esta comunidad, felicidades en verdad a todos ustedes.

Efectivamente, se decía que este año estamos cumpliendo 90 años de ser la Universidad Nacional Autónoma de México, esa ley del 29, por vez primera, contemplaba ocho facultades y entre ellas estaba la Facultad de Comercio y Administración, así llamada entonces. También nació con ella la Facultad de Economía y aquí están dos de sus mejores representantes.

Con la incorporación de esta facultad, México y la ahora ya, por el 29, Universidad Nacional Autónoma, apuntaban a una necesidad imperiosa: fortalecer el desarrollo económico de la nación mediante la formación de profesionistas (y oíamos que ya son 90 000 los títulos que ha expedido la Facultad) que fueran capaces de administrar, de vislumbrar oportunidades y de potenciar nuestras capacidades comerciales y de exportación. Desde entonces esta facultad ha estado en constante transformación como centro detonador del conocimiento en sus distintas disciplinas, y ésta ha sido la constante que la identifica.

Con los años esta escuela creó la división de investigación, se convirtió posteriormente en facultad y fue penetrando en forma determinante en todas las actividades económico administrativas de nuestra nación, ya fuese a través de convenios o por virtud de la acción de sus egresados, como es el caso. Esta influencia se ha dejado sentir en los distintos ámbitos fiscales, administrativos, contables y financieros necesarios para el correcto crecimiento económico de México.

En sus distintas etapas, la Facultad de Contaduría y Administración ha sido la gran protagonista del desarrollo y del conocimiento contable, a partir de 1957 en el ámbito de la administración, desde 1985 en el ámbito de la informática, y desde el 2017 en el de los negocios internacionales. Hoy la facultad de contaduría cuenta con más de 15 000 alumnos en licenciatura y más de 2 500 en especializaciones, maestrías y doctorados. Es su facultad una entidad pujante y en constante crecimiento, es también, y hay que decirlo, la más avanzada de nuestras escuelas y facultades en fortalecer el emprendimiento y el autoempleo, en facilitar instalaciones y docentes para propiciar que estos temas penetren en el resto del alumnado, y la más vanguardista de todas las entidades académicas en facilitar el desarrollo integral de sus estudiantes con eventos culturales y deportivos.

Esta comida es para celebrar entonces noventa años de éxito y superación, también sirve esta ocasión, como ya escuchamos, para entregar el Reconocimiento al Máximo Mérito como egresado de esta facultad a dos conocidos y muy distinguidos miembros de la comunidad universitaria: Isaac Chertorivski, egresado de la carrera de Administración, con una larga y destacada trayectoria, ya expresada por él, tanto en el sector público como en el privado, y siempre, siempre muy ligado a la universidad. Entre sus haberes, ya lo describían, ha sido secretario del consejo de administración del CCH Oriente, miembro del consejo directivo del Club Pumas, miembro del consejo directivo de la fundación UNAM, y su presidente. A Isaac Chertorivski, el tanque, como decía el señor director, le reconocemos su permanente inquietud por ayudar y acercar a la universidad a una gran cantidad de iniciativas, por eso hoy esta casa de estudio y sus egresados le brindan este reconocimiento. Felicidades Isaac.

Y Alfredo Harp Helú, contador público por esta facultad, ícono de los empresarios nacionales, mexicano ejemplar y filántropo de todo aquello que se identifique con nuestro país. Alfredo Harp, como yo lo conozco y como ustedes lo conocen, ha sido generoso con la salud, con la educación, con la cultura y con el deporte en nuestro país, particularmente con el beisbol mexicano, y en forma muy particular ha sido, como lo expresó, muy generoso con su universidad. En Alfredo creo que todos reconocemos su sencillez, su prudencia, su elegante caballerosidad con la que general y cotidianamente se desenvuelve, muchas gracias por ser como eres, Alfredo.

Hoy la Universidad Nacional a ustedes dos les quiere decir muchas, muchas gracias. Muchas felicidades a toda esta comunidad y nuestro reconocimiento por la historia que han tenido y por las contribuciones que han hecho a la universidad y a la nación, deben estar muy orgullosos porque a lo largo de noventa años, por nuestra raza ha hablado su espíritu, muchas gracias.

REFORESTAR, REFORESTAR Y REFORESTAR

Hoy más que nunca necesitamos cuidar el medio ambiente. En los últimos años, el mundo empezó a preocuparse por el daño que le hemos hecho a la Tierra. El planeta comenzó a presentar problemas como respuesta a las agresiones que durante miles de años ha recibido.

Las peores han ocurrido en la últimas décadas. Si alguien creyó que sólo era sensacionalismo y publicidad, se equivoca, el calentamiento global no deja ninguna duda de que algo muy serio sucede.

Sin dejarnos llevar por el discurso fatalista, es necesario prestar atención a las señales de alerta. El mes pasado vivimos niveles de contaminación alarmante y los incendios forestales fueron un infierno para México. Esto no es normal, ni tampoco el efecto invernadero, la crisis de agua, los glaciares que se derriten, el aumento de los desiertos, el consumo desequilibrado y la destrucción de la biodiversidad.

Sabemos que los problemas globales exigen soluciones globales, pero mi pregunta hoy es: ¿qué ha hecho usted ante esta situación? El escenario mejorará cuando cada habitante cambie sus hábitos. No perdamos de vista que el planeta que habitamos es el hogar de la humanidad, y que para alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales es necesario que cada uno sea parte de la armonía con la naturaleza.

Hoy esta armonía se concreta en una acción, una más de las miles que requiere el mundo, una que nos alegra: la Fundación que lleva mi nombre nos invita a pintar de verde los campos de Oaxaca con dos millones de árboles que hemos sembrado en los ocho viveros que hemos acondicionado para que florezcan las semillas endémicas de nuestro estado, porque esta tierra es increíble y forma parte del jardín de esperanza para las siguientes generaciones.

Alfredo Harp Helú,

Oaxaca de Juárez, 18 de junio de 2019

FONDO DOCUMENTAL “DON BENJAMÍN LADRÓN DE GUEVARA”

UNA COLECCIÓN DE PAPELES HISTÓRICOS DE LA CAÑADA DE CUICATLÁN

El lunes 10 de junio, en el marco del Día Internacional de los Archivos celebrado el día anterior, la BIJC recibió en donación una colección de documentos históricos de la Cañada de Cuicatlán, los cuales, una vez restaurados, estarán abiertos a la consulta pública.

Durante el Porfiriato, estos documentos pertenecieron a don Benjamín Ladrón de Guevara, destacado personaje de la Cañada. Don Benjamín (1849-1936) fue jefe político del distrito de Cuicatlán durante el Porfiriato. Como varios intelectuales rurales de su época, era un liberal radical, metodista y masón. Pero aparte de este perfil político y su importante presencia comercial en la Cañada, era también descendiente de una antigua familia de caciques de Cuicatlán y Quiotepec y, como tal, tenía en sus manos los viejos documentos familiares.

Don Benjamín era nieto de María Martina de los Ángeles y Monjarás (1786-1870), la última cacica de Cuicatlán. Fue en su tiempo que alguien de la familia –consciente del fin de los cacicazgos de origen indígena– elaboró una extensa historia familiar, justificando los antiguos derechos señoriales. Este y otros documentos anteriores nos guían de regreso en el tiempo, llegando a la sorprendente conclusión de que el primer ancestro identificable de la familia no era otro que Coatecuhtli (Nai ye en mazateco; Tico en cuicateco), el último gobernante prehispánico de Santiago Quiotepec, cuyo yerno, don Francisco Cortés Tecuhtochtli, recibió a Hernán Cortés a su paso por Quiotepec en los primeros años de la década de 1520.

Estos documentos fueron vistos por primera vez en 1957 por los antropólogos Roberto Weitlaner (1883-1968) y Eva Hunt (1934-1980), cuando la última hija de don Benjamín, llamada Guadalupe, aún vivía en Cuicatlán. Pero después de que doña Guadalupe se mudó a Mexicali junto con su hija, la maestra Celia Hernández Ladrón de Guevara, perdió la pista de los documentos. En 1990, una estudiante holandesa llamada Ilke Schouten logró ubicar a los familiares en Mexicali, quienes permitieron a ella y Sebastián van Doesburg estudiar los documentos. Más de dos décadas después, cuando la maestra Celia había regresado a su natal Cuicatlán, el futuro de la colección comenzó a ser un tema de preocupación, también porque la maestra había decidido quedarse sin hijos.

Finalmente, en coordinación con la señora Judith Camacho Hernández, sobrina de la maestra, se tomó la decisión de dejar los documentos en la Biblioteca Juan de Córdova, para así mantenerlos en Oaxaca y –después de la restauración de las piezas más delicadas– ponerlos a disposición de los investigadores.

Este conjunto documental en algún momento estuvo ligado a dos importantes documentos pictográficos de la Cañada de Cuicatlán: el Mapa de Quiotepec y el Códice Fernández Leal. Sin embargo, en la década de 1890, don Benjamín donó estos documentos a su amigo, el historiador oaxaqueño Manuel Martínez Gracida. El primer documento –ahora resguardado en la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia– muestra el momento en que la hija de Coatecuhtli, llamada 2 Muerte, y su esposo, recibieron a Hernán Cortés en su paso por Quiotepec en algún momento de la década de 1520. Al parecer, este documento fue elaborado por el hijo de la pareja, llamado Francisco de Monjarás, para ilustrar su reclamo por unas tierras de riego en el río Cacahuatal. El segundo documento –guardado en la Biblioteca Bancroft en California– trata de una importante epopeya prehispánica sobre la fundación del señorío de Papaloticpac-Tepeucila, y constituye una extraordinaria pieza literaria cuicateca.

En el evento estuvieron presentes la Dra. María Isabel Grañén Porrúa, presidenta de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, los directivos de la BIJC y representantes de la familia Ladrón de Guevara, generosos donantes de este conjunto de documentos. La BIJC agradece especialmente a la familia de la Sra. Judith Camacho Hernández por tomar la iniciativa para esta donación. Mariano Velasco, de la Dirección de Turismo y Cultura de Cuicatlán, invitó a los concurrentes y visitantes de San Pablo a disfrutar de unos deliciosos mangos manila de la tierra de don Benjamín. Durante el evento se presentó la exposición Fondo Don Benjamín Ladrón de Guevara, una colección de papeles históricos de la Cañada de Cuicatlán, que muestra una selección de los documentos junto con reproducciones del Códice Fernández Leal y el Mapa de Quiotepec.

Esta muestra estará en exhibición en el pasillo de la BIJC, hasta el 11 de septiembre de 2019.

ENTRE LA HISTORIA Y EL MITO: CHARLA CON MARÍA GARCÍA ESPERÓN

Antes de involucrarse plenamente con la literatura, María García Esperón se dedicaba al periodismo, al baile flamenco y a los guiones de radio y televisión. No obstante, su ingreso al mundo editorial ocurrió con toda naturalidad, como si siempre hubiera estado ahí, o como si reiniciara un ciclo que comenzó mientras estudiaba Letras Clásicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

Fernando Lobo: En el año 2004 ganas el Premio Barco de Vapor con tu primera novela, El disco del tiempo, una historia protagonizada por la arqueología.

María García Esperón: La trama parte de un reto arqueológico para el personaje central, que es una ingeniera mexicana: descifrar el Disco de Festos (una pieza de la edad de Bronce llena de símbolos cuyos significados son desconocidos hasta la fecha). Mi idea es que la literatura puede unir la herencia cultural, la memoria histórica, con esta época tecnificada en la que podemos volar o comunicarnos de inmediato con quien sea al otro lado del mundo. Es una revolución técnica y científica demasiado fuerte como para que no vaya junto a algo cultural. Algo grande. Que nos entendamos de nuevo europeos y americanos, que son las bases de nuestra cultura, y planteemos un nuevo encuentro y un nuevo inicio para generar un nuevo momento de civilización. Escribo con fervor.

FL: Publicado en 2010, Copo de algodón es un libro emblemático. Narra la conquista de México desde los ojos de una niña, una princesa mexica, Tecuixpo Ixtlaxóchitl, Flor blanca.

MGE: A mí me encantó la historia antigua siempre. Tanto la historia de Grecia y Roma y sus manifestaciones culturales, como la de los antiguos mexicanos y los pueblos originarios de América. Nací en la Ciudad de México, y ahí tuve mucha oportunidad de desarrollar esta sed que tenía por contemplar los antiguos monumentos, las piedras… es todavía un gusto. Iba mucho al Museo de Antropología, pedía que me llevaran también a ver las estelas del Parque Hundido: la ruta maya, la olmeca, eso era magia para mí. Fue una atracción plástica primero. Elementos que llaman a tu sensibilidad, creados por un conjunto de artistas. Construí el libro mirando el calendario azteca, llamémosle Piedra del Sol. Una iconografía en la que el sol está al centro y alrededor los signos de los días. Copo de algodón es un libro calendárico, quería hacer un ciclo de tiempo. Cuando estuve en la preparatoria y había que hacer un trabajo final, escogí la Verdadera historia de la conquista de la Nueva España, de Bernal Díaz del Castillo. Lo leí apasionadamente. Era como escucharlo. Fue tremendo.

FL: En un sentido estricto, no hay ficción en tus libros. El corpus de tu obra está compuesto por un amplio catálogo de mitología narrada e historia novelada. Tu último libro publicado es Diccionario de mitos de América, una compilación rigurosamente documentada que rescata leyendas desde Chile hasta las Islas Aleutianas. Podría decirse que esta literatura expresa el sitio en donde historia y mitología se entreveran.

MGE: Para nosotros los mexicanos, que somos herederos de ambas tradiciones, la historiografía dura, el mito que se introduce en nuestras vidas, en nuestras historias, en nuestros modos de ser y en la política, está todo entreverado. Prácticamente no lo puedes desencajar. Si contemplas la figura de Moctezuma, él estaba sumido en una cosmovisión donde el mito era crucial. El mito a su vez surge de la historia. El mito surge de la realidad.

Los mitos mexicanos de creación y destrucción del mundo surgen de eventos que hemos vivido nosotros con los sismos últimamente. Surgen, por ejemplo, de Cuicuilco, en donde el volcán Xitle hace erupción y entonces se termina el mundo. Los aztecas hablan de eras. Aquí no está implicada una noción del bien y el mal: “Te destruyo porque te portaste mal”, como en el juicio final, ¿no? No, la realidad es así: ciclos de creación y destrucción. Entonces, cuando llegan los españoles a este sistema mítico, oral, coincide con la leyenda de Quetzalcóatl, aunque después el emperador compruebe lo contrario. La llegada de Cortés estaba dentro de un calendario mítico, y dentro del tiempo vital que los aztecas sabían que se terminaba. Moctezuma entendía que este mundo había llegado a su cénit con él, que iba a ser destruido por el otro, para que a su vez comenzara otra cosa.

FL: Podría decirse que el mito tiene un sustrato de verdad histórica…

MGE: La Guerra de Troya es un ejemplo perfecto, porque durante siglos se pensó que era un mito por los cuatro costados, hasta que llegó un señor, un comerciante alemán, Heinrich Schliemann. Con la Ilíada en la mano fue y desenterró, no una Troya, sino siete. No era un arquéologo, era un amateur, pero con una pasión muy fuerte. Estas historias tienen un sustrato muy fuerte, y vas y lo encuentras.

FL: En la industria editorial, tu obra está catalogada en el segmento infantil y juvenil. ¿Escribes intencionadamente para ese público?

MGE: Yo jamás pensé escribir para niños y jóvenes. Fue el nicho en el que caí. Ese fue el nicho en el que era posible desplegar mis intereses literarios, y no la literatura adulta (vamos a llamarle “literatura adulta”). La literatura de mi generación iba por otros lados. Yo he sido una gran lectora de los latinoamericanos, me encanta Carlos Fuentes y Borges sobre todo, pero no compartí tendencia con mi generación, definitivamente no. Yo me alejé de la literatura de los 20 años a los 40, y me dediqué al periodismo y a mi otra pasión que es el baile flamenco, que tiene algo de literatura oral. Yo soy una escritora más oral que de libros. Entonces, lo infantil y juvenil me ha posibilitado llegar a muchos públicos, no necesariamente niños y jóvenes, sino que están los intermediarios, que son padres y maestros, que están muy activos ahora como difusores y promotores de lectura. Consideré que este saber tenía que volver. Si tú tienes un conocimiento de los mitos en estos dos mundos, el americano y el clásico, estás armado para la vida.

OAXACA: DIFUNDIR LA HISTORIA. UN SITIO PARA TODOS

Los archivos oaxaqueños conservan una gran variedad de documentos antiguos que alimentan las investigaciones y enriquecen el conocimiento histórico sobre temas sociales, políticos, económicos y artísticos de nuestro estado. Sin embargo, muchos de los hallazgos localizados en los acervos históricos quedan publicados en tesis o ensayos académicos sin que ese conocimiento pueda difundirse a un público más amplio.

En este sentido, la página de Facebook Oaxaca: difundir la historia lleva en el nombre su misión: investigar sobre la historia, el arte y el patrimonio de Oaxaca con rigor académico, y difundir el conocimiento a diversos sectores sociales de la ciudad y el estado de manera accesible.

La página está a cargo del área de Investigación de la FAHHO, que a la par difunde los diferentes proyectos de investigación que coordina con instituciones públicas y privadas: cursos a guías de turistas, talleres, el programa Patrimonitos, el seminario de investigación que reúne a estudiosos interesados en la historia de Oaxaca, entre otros.

Desde su lanzamiento el 1 de abril de este año hasta finales de mayo, la página ha publicado 27 notas sobre edificios, personajes y lenguas de Oaxaca, ofreciendo joyas documentales, muchas de ellas inéditas, y poniendo al alcance de todos los hallazgos en los archivos y bibliotecas nacionales e internacionales.

Hasta ahora, la respuesta ha sido positiva, pues hay mucha gente interesada en conocer más sobre su ciudad y estado. Leen, reaccionan, comentan y comparten las publicaciones, logrando uno de los objetivos de la página: crear lazos y relaciones entre las personas en torno a un interés común.

Te invitamos a darle Me gusta.

A DA VINCI

ADABI de México celebró el 9 de mayo de 2019 su XVI Aniversario en la Biblioteca de don Lorenzo Cossío en Coyoacán y gracias a Geoge Foulkes el día, o si se prefiere, la celebración, añadió sentido a la felicidad, pues iluminó el tejido que forman diversas nociones: el tiempo, la historia, el patrimonio documental y bibliográfico, así como la verdad de perogrullo de que son las personas –aún en las instituciones– a lo largo del tiempo las que dedican su vida a cuidar, a estudiar, a preservar los libros y los documentos. El relato de su propia historia, o la historia de su relación con los libros nos permitió festejar el aniversario por la sencilla razón de que el tema único de la jornada fue la memoria, que es la materia prima de ADABI de México.

El aniversario fue una verdadera ceremonia en la que George Foulkes nos habló de su condición de bibliófilo y, para enriquecer la narrativa de ese “estado”, acompañó sus palabras con algunos ejemplos de su vasta y notable colección de libros. Aquí la celebración recibió un regalo mayor: entre las pocas decenas de libros de la muestra una joya me deslumbró:

Trattato della Pittura di Lionardo da Vinci:

Tratándose de celebraciones, los 500 años de la muerte de Leonardo da Vinci adquiere el peso de la autoridad: y el Tratado, que corresponde a la edición de Nápoles de 1733, es una joya mayor.

Existen libros en la historia de la imprenta que son objeto de tal admiración que generación tras generación refrendan su luminosidad e influencia interminable. Pocos libros han sido tan estudiados como el Tratado de pintura, y sus misterios han desvelado a muchos eruditos por siglos. Cuando se tiene ocasión de ver y tener en las manos un libro de tan elevada importancia, la emoción y el privilegio otorgan su verdadera dimensión a las tareas que realizamos en ADABI de México.

Es la edición de 1733 del Tratado de pintura, realizada en la Stampería de Francesco Ricciardo, que es la sexta en la serie que forman las grandes ediciones, 16 entre 1651 y 1897. La belleza de este libro, la importancia en la historia de la cultura del mundo, lo hacen una verdadera maravilla en el riquísimo corpus editorial que rodea la obra de Leonardo da Vinci.

Aunque merecen nota aparte y más amplia en el aniversario del medio milenio que ha transcurrido desde la muerte de Leonardo (1519), saludamos dos libros monumentales alrededor del Tratado de Pintura: Claire Farago, Janis Bell, Carlo Vecce. The Fabrication of Leonardo da Vinci’s Trattato della pittura. Whith a scholarly edition of The Italian Edition Princeps (1651) and an anotated english translation. Por otra parte, la propia Claire Farago introduce y edita un gran libro: Re-Reading Leonardo: The Treatise on Painting across Europe, 1550-1900. En el que explora junto con un nutrido grupo de expertos la presencia del libro en Italia, Francia, España, Holanda, Alemania, Flandes, Inglaterra, Grecia.

ADABI celebrando a da Vinci: felicidad por los cuatro costados (continuará).

EL MUSEO REIMAGINADO

Uno de los grandes eventos de la cultura internacional se llevará a cabo en Oaxaca, México. Del 20 al 22 de noviembre, profesionales, líderes de opinión, protagonistas y visionarios de distintos países compartirán experiencias sobre la importancia de estos espacios como agentes de transformación social. Se trata de la tercera edición de El Museo Reimaginado-Encuentro de profesionales de museos de América, organizado por la Alianza Americana de Museos (Estados Unidos) y la Fundación Teoría y Práctica de las Artes (Argentina).

Este innovador evento de museos convocará a más de 600 profesionales, líderes de opinión, protagonistas y visionarios provenientes de distintos países, desde Argentina hasta Canadá, quienes discutirán y compartirán experiencias sobre la importancia de estos espacios como agentes de transformación social.

En esta tercera edición de El Museo Reimaginado, los debates girarán en torno a la convivencia como horizonte y como responsabilidad. El museo puede contribuir a una mejor convivencia social al trabajar con los sujetos, pero también trabajando con los imaginarios sociales, estereotipos, sentidos comunes, e imaginarios hegemónicos que producen vínculos sociales negativos. Inspirado en Oaxaca, el programa de esta edición se enfocará en los desafíos y responsabilidades de la convivencia entre personas de diverso origen social, político y cultural, sin dejar de lado la convivencia con el medio ambiente.

El Museo Reimaginado es una oportunidad para que profesionales comprometidos se conecten y estén en compañía el uno con el otro. En un mundo crecientemente interconectado, es necesario que los museos trabajen juntos –tanto dentro de sus comunidades como trasponiendo sus fronteras– para redefinir su existencia en relación con su entorno. El Museo Reimaginado responde directamente a la necesidad de reinventarse, expresada por profesionales de museos del continente americano. Los reúne para trazar colectivamente transformaciones posibles, y brinda amplias oportunidades para que los asistentes se conecten en profundidad con sus pares, y discutan cómo pasar de la retórica institucional a la acción.

Voces que transforman

Más de sesenta destacados expertos internacionales formarán parte de las charlas y conferencias. Algunos de ellos son: Alejandro de Ávila, director fundador del Jardín Etnobotánico de Oaxaca y curador/investigador y asesor del Museo Textil de Oaxaca; Catherine David, vicedirectora del Musée National d’Art Moderne-Centre Georges Pompidou de París y la primera mujer en curar la exposición internacional de arte contemporáneo Documenta en Kassel, Alemania; Néstor García Canclini, renombrado intelectual de América Latina y profesor distinguido de la Universidad Autónoma Metropolitana de México, cuyas obras son fundamentales para el pensamiento de la cultura en América Latina; Joan Weinstein, vi cedirectora y directora interina de la Getty Foundation, reconocida mundialmente por sus aportes a la historia del arte, la conservación y la práctica museística; y Elvira Espejo Ayca, tejedora, narradora y directora del Museo Nacional de Etnografía y Folklore en La Paz, Bolivia.

Organizadores

AAM – American Alliance of Museums (Estados Unidos).

La organización de museos más grande del mundo fortalece la gestión a través del liderazgo, la promoción y la colaboración. AAM reúne a los museos de los Estados Unidos desde 1906, ayudando a desarrollar estándares y buenas prácticas. Ofrece recursos esenciales y desarrollo profesional. AAM cuenta con más de 35 000 instituciones y personas de todo Estados Unidos y cerca de 60 países de todo el mundo.

La Red Latina (Latino Network) de la Alianza Americana de Museos representa las necesidades de los profesionales latinos que trabajan en museos e instituciones culturales de Estados Unidos. Esta red asesora a aquellos museos norteamericanos interesados en entender mejor las culturas latinas y en trabajar con sus audiencias mediante el desarrollo de exposiciones, colecciones, programas públicos y educativos. Además, la Red conecta la comunidad museística de Estados Unidos con los museos, centros de investigación e instituciones culturales de América Latina y el Caribe, y asesora a los museos del continente para crear y fortalecer alianzas y colaboraciones entre instituciones de la región.

Fundación TyPA – Teoría y Práctica de las Artes (Argentina)

Radicada en Buenos Aires, Fundación TyPA promueve desde el 2004 la capacitación y la promoción en los campos de la literatura, los museos, el cine de autor y las artes en toda América Latina. Organiza talleres y conferencias, conduce y publica investigaciones, provee asesoramiento y organiza redes de colaboración para apoyar la producción cultural y su circulación por el mundo. En los últimos diez años, TyPA invitó a expertos de instituciones líderes de todos los continentes a América Latina, para enseñar y cotejar experiencias en provecho de más de quinientos profesionales de museos.

Algunos programas recientes incluyen encuentros sobre arte e inclusión social, gestión creativa, el papel del público, comunicación y mercado, y el diseño de experiencias creativas. El Laboratorio TyPA de Gestión en Museos, creado para capacitar una nueva generación de líderes de museos en América Latina, fue iniciado en 2013 y es considerado como uno de los más originales y efectivos institutos de capacitación para profesionales de museos de la región.

Más información consulta la página de El Museo Reimaginado.

ETNOBIOLOGÍA DEL MAÍZ

Nos hemos reunido para platicar sobre el maíz, aspecto trascendental, por hacerlo en este tiempo, en esta ciudad y en este lugar: en un tiempo de crisis de la modernidad, en Oaxaca, territorio del actual estado que fue cuna de las primeras comunidades sedentarias que cultivaron el maíz, y en el Centro Cultural San Pablo, espacio colonial, parteaguas de nuestra modernidad, hacia lo que se dio en llamar Estados Unidos Mexicanos, México.

Hacerlo desde la etnobiología nos permite y obliga a ver el maíz y mirarlo no sólo en lo material como fuente energética de la alimentación, sino también como energía de lo simbólico, verlo como una hierofanía, para acceder a él como recurso espiritual, multidimensional en el tiempo y en el espacio. Es decir, podemos aprender del pasado para proyectarlo al futuro, convocarlo para tomar de la fuente histórica de nuestras culturas.

El maíz atraviesa nuestra cultura y nuestro espíritu, es la fuente material de la energía y la fuente energética del espíritu. Toda la cosmovisión prehispánica se construyó a partir del maíz. En la prisa de la urbanización ignoramos su espíritu y lo redujimos a mercancía. Nos toca convocarlo al retorno y en ese viaje retornaremos juntos. Hombres y maíz: mexicanos con identidad.

En nuestra época moderna, caracterizada por una vida de prisas, urbes antítesis de naturaleza y prototipos de un humano profano, ignoramos y dejamos de conocer y tener contacto con ese pasado profundo. Solo vemos y miramos al maíz como mercancía, como producto, situación que solo alimenta nuestra hambre de prisas, incapaces de satisfacer el hambre del espíritu; eso crea nuestra actual necesidad de pasado, de identidad. En México y el mundo estamos enfrascados en una necesidad de mirar hacia dentro y hacia abajo para encontrar identidad en este mundo global.

En la globalidad, época que en aras del todo diluyó la identidad, nuestra acción es laberíntica, la modernidad nos llevó a caminos sin salida, laberinto donde más nos perdemos mientras más nos movemos. ¡La salida es única: por donde entramos! La entrada es una puerta que nos lleva a la naturaleza. Ésta es, para nosotros, la especie humana, el principio de todos nuestros principios, salir es la oportunidad de la reconciliación, de reconocer y enmendar los errores, de reconfigurar el presente.

En este caso, el maíz es el hilo de Ariadne que nos permite el retorno, la línea histórica de su evolución es vigente y podemos identificar cinco nodos esenciales de su flujo histórico:

1. El teocintle, ancestro vegetal del maíz que evolucionó en su encuentro con los hombres, seres nómadas, éste a maíz y nosotros a seres sociales en comunidades.

2. Los maíces nativos, que actualmente están presentes en los lugares más alejados de las ciudades, donde se encuentran, después del devenir histórico, los pueblos ancestrales, donde plantas externas tienen la desventaja de crecimiento frente a lo local. Con estos maíces evolucionamos los habitantes del territorio del actual México. Juntos caminamos desde al deas a las grandes culturas, de la conquista a la independencia, de la revolución a la modernidad.

3. Los maíces mejorados: A mediados de la década de los sesenta del siglo pasado, en el territorio mexicano se desarrolló lo que con el tiempo se conformó como el núcleo de la modernidad: la “revolución verde”, proceso que consistió en la utilización de la ciencia y la tecnología (especialmente la genética, la química agrícola y la mecánica), para la producción de alimentos; revolución que arrancó con el mejoramiento de maíz y trigo, y después se generalizó a todo tipo de alimentos, vegetales y animales.

4. Los maíces transgénicos, que fueron desarrollados después de concretar la técnica para leer el genoma. Son resultado de la trasportación de genes de una especie a otra.

5. El último tipo de maíz, los criollos: maíces que, de manera sintética, podemos describir como aquellos que no son del lugar de producción, pero que tienen mucho tiempo de estar cultivándose, tanto que empiezan a adaptarse y tomar las características de medios ambientales y culturales de los grupos humanos con los que conviven; éstos pueden ser: maíces nativos que fueron movidos de un espacio a otro, o maíces mejorados adquiridos en un primer ciclo y “acriollados” por medio de su readaptación a un nuevo espacio físico, hasta que se mimetiza con los gustos y la cultura local.

Tenemos pues, la posibilidad de reconocer los maíces en todo este flujo histórico; para nuestro caso en Oaxaca, solo necesitamos una actitud de búsqueda para conocer y reconocer nuestra herencia milenaria, que nos permite el uso y consumo de maíces de origen, origen que es el venero del que fluye nuestra reserva cultural, no solo de los Oaxaqueños, sino de la humanidad.

Actualmente vivimos un proceso de excepción histórica, donde la humanidad tiene la capacidad de acelerar nuestro camino al precipicio de la crisis ecológica, o tejer las redes que mitiguen las causas del calentamiento global, de la pérdida de la biodiversidad y la crisis alimentaria, y que nos brinden la posibilidad de cambio histórico; contamos con los recursos humanos y tecnológicos para lograrlo. En ese proceso, los maíces con su identidad y biodiversidad son un recurso metafórico para releer nuestra realidad.

Reconocer los maíces como nuestra herencia histórica requiere la identificación de los factores que definen su identidad. El caso del maíz como ser responde a la triada de los factores que crean su identidad: el flujo genético, el espacio geográfico y el entorno sociocultural; así, podemos entonces comprender que los maíces tienen ya una historia, un entorno que les da identidad, y sus nombres, que responden a sus zonas de origen. Ésta es nuestra propuesta.

Sueño entonces que llegará el tiempo, el día y el momento en que cada persona que consuma una tortilla pueda llamarla por su nombre de origen, por su nombre histórico, por un nombre que refleje su identidad para crear y vivir en un mundo de identidad y diversidad.

Amado Ramírez Leyva es líder del Proyecto Identidad y biodiversidad de los maíces de origen y de la Red de Producción Consumo e Intercambio de Maíces de los Pueblos Abuelos; Proveeduría y curaduría de la biodiversidad de Maíces y plantas de Origen.

EL ASOMBROSO GABINETE DE CURIOSIDADES

La iniciativa de esta exposición colaborativa surge entre la Biblioteca Fray Francisco de Burgoa, el Centro Cultural San Pablo y el taller de cerámica Cuarto Suspiro. Fundado en el año 2016 por Brian Corres y Natalia Bolaños, egresados de la Escuela de Artesanías del INBA. El taller se inspira en la naturaleza para crear piezas utilitarias y escultóricas de cerámica de alta temperatura. Mediante procesos artesanales como el torno de rodal, el modelado directo, la forja, el esgrafiado y el dibujo a mano alzada, Cuarto Suspiro hace de cada una de sus piezas un objeto artístico de gran calidad.

A partir de una exploración bibliográfica por los acervos de la Burgoa, de la que surgieron descripciones e ilustraciones de flora y fauna en libros publicados desde el siglo XVI hasta el XIX, escritas por aventureros, naturalistas y exploradores, Cuarto Suspiro ha creado una serie de piezas únicas de gran belleza, enmarcadas por la historia ficticia de un navegante del siglo XVI y su odisea para recolectar y describir algunos de los objetos más extraños de la naturaleza. He aquí la historia de una expedición fantástica:

En 1535, a solicitud del Rey de España Carlos V, el famoso navegante y aventurero neerlandés Jenkin Van Hout parte hacia el nuevo continente con la consigna de explorar tierras indómitas y traer consigo los objetos más extraordinarios y las criaturas más peculiares que pudiera hallar.

Tras cinco años de difíciles y peligrosas exploraciones por el continente americano, Van Hout regresa al puerto de Veracruz y carga una flotilla de trece navíos con las muestras recolectadas en sus expediciones.

En su camino de regreso a España, una funesta tormenta azota a la flotilla, hundiendo todas las embarcaciones, excepto una. Van Hout sobrevive a bordo de esta última. A su llegada logra presentar los remanentes de la colección recabada al rey y la corte en 1541. Carlos V queda tan asombrado por las maravillas exhibidas, que ordena la inmediata construcción de una sala exclusiva en palacio.

El explorador fallece tan solo unos días después, atacado por una extraña enfermedad que, según registros de Fray Juan de Mejía: “tornó sus piernas en raíces y de su piel brotaron hojas similares a las de un ciruelo, hasta que fue cubierto en totalidad y de él brotaron flores de vívido color”. El cuarto destinado a resguardar el nuevo tesoro de la corte permaneció abierto tan solo unos meses, para luego desaparecer sin dejar registro o mención.

No es sino hasta 1987 que, gracias a ciertas investigaciones realizadas en el Archivo de Indias, y al subsecuente hallazgo de una carta que Carlos V dirigió a su esposa la Reina Isabel de Portugal, el Cuarto Suspiro fue redescubierto. Un fragmento de la misiva reveló su ubicación: “Desde la llegada de las maravillas traídas del Nuevo Mundo, se escuchan al fondo del ala oriente del palacio, donde he construido la sala, voces y susurros en lenguas desconocidas… Estos ruidos inquietan y perturban el alma, y han propiciado que a ese lugar se le conozca ya por el oscuro nombre de Cuarto Suspiro… he ordenado tapiarlo”. Ocultos durante siglos, los insólitos objetos venían acompañados por notas de puño y letra del explorador Van Hout, realizadas durante la expedición.

Estas piezas nos invitan a repensar la evolución histórica de nuestro pensamiento, inspiran y despiertan nuestra imaginación, nos motivan a seguir creando, explorando y descubriendo el mundo en el que vivimos, y a reflexionar sobre la relación que guardamos con los seres que habitan en él.

CEÑIR EL PARAÍSO: LA COLECCIÓN DE TONY Y ROGER JOHNSTON

Tony y Roger llegaron a la Ciudad de México en 1968, y se enamoraron de nuestro país. Acá vivieron durante quince años y acá crecieron sus tres hijas. La vocación de Tony como escritora de libros para niños y la profesión de Roger como banquero les permitieron conocer a varios devotos del arte y las tradiciones populares. La joven familia viajó a muchos lugares remotos y atestiguó los cambios dramáticos en la vida de los pueblos indígenas durante ese periodo. En uno de sus primeros viajes, adquirieron una faja que visten las mujeres de Cuetzalan en la Sierra Norte de Puebla, adornada en un extremo con lana de colores encendidos. De regreso en la ciudad, un amigo de Roger opinó que semejante tejido luciría bien sobre la tapa del WC. Indignados por ese comentario, y alentados por conocedores del arte textil como Irmgard Johnson, Ruth Lechuga y Donald Cordry, Tony y Roger comenzaron a reunir una muestra de las fajas y los ceñidores de todo México. Así nació la colección que Tony donó al MTO en 2017, y que ahora exhibimos como un homenaje a la visión y la generosidad de ella y de su finado esposo.

Entusiasmados por la belleza de los textiles que iban encontrando desde la Sierra Tarahumara en Chihuahua hasta los Altos de Chiapas, la colección fue creciendo año con año. Roger era particularmente perseverante y logró convencer a muchas personas para que le vendieran ejemplos sobresalientes, algunos de ellos en uso, otros guardados como recuerdos familiares. Habiendo cubierto la mayor parte del país, los Johnston ampliaron la mira y empezaron a adquirir fajas, ceñidores y cintas para el cabello en Guatemala. De manera paralela, incorporaron a su colección prendas análogas de la gente hopi y navajo del suroeste de Estados Unidos, y también bandas ceremoniales tejidas por los pueblos originarios de la región de los Grandes Lagos en el sureste de Canadá, completando de esa manera un acervo excepcional, representativo de toda América del Norte. La institución financiera donde laboraba Roger lo envió a La Paz, en Bolivia, así inició una nueva fase en la vida de la familia y así surgió un segundo núcleo de la colección, tan rico y tan variado como lo que habían reunido en México.

En la región andina, Toni y Roger explayaron su talento como amantes consumados de los textiles. A principios de los años 1980, recién llegados ellos a Bolivia, se daban a conocer los tejidos excelsos que varias comunidades aymaras del altiplano habían conservado durante cien o doscientos años. En esas fechas algunas familias decidieron vender parte de su legado y los Johnston pudieron comprar ponchos, awayos (capas de mujer) y otras prendas ceremoniales, además de las fajas maravillosas que los seguían fascinando. Viviendo en La Paz, emprendieron viajes a Perú, Ecuador y Chile, donde encontraron ejemplos adicionales, buscando siempre tejidos de excelencia. Años después, cuando la familia regresó a California, llevaba consigo una colección extensa y magnífica de fajas y ceñidores de toda América. Hasta donde sabemos, no hay otra que se compare a ella en manos privadas o museo alguno.

Siempre inquieto, Roger se lanzó posteriormente a Bután, donde reunió un último conjunto de fajas, complementando las que Tony y él habían conseguido del sur de China, Indonesia, el centro de Asia, Turquía y Marruecos. En 2016, segada la vida de Roger en un accidente de esquí, deporte que lo apasionaba, Tony tomó la decisión de donar el acervo entero a este museo, sumando casi mil piezas. Cuando conocimos sus textiles en su hermosa casa de San Marino, cerca de Los Ángeles, amueblada con armarios antiguos mexicanos y baúles oaxaqueños, con obra plástica de Francisco Toledo –y de otros artistas contemporáneos– colgando sobre las paredes, sentimos que entrábamos en una esfera íntima llena de amor a nuestra cultura. Nos conmovió mucho percibir la sensibilidad con la que Tony y Roger reunieron cientos de obras maestras del arte textil durante más de cuarenta años. Admirando pieza tras pieza por varios días, la riqueza de los matices y la vitalidad de las figuras tejidas nos remitieron con fuerza a las imágenes que uno como niño se forma del jardín del edén. Al donarnos su colección, la familia Johnston hereda a Oaxaca su esfuerzo, su cariño y su visión del paraíso.

UN MUSEO PARTICIPATIVO, DÍA INTERNACIONAL DE LOS MUSEOS

Los museos están llamados a valorar la diversidad cultural como un elemento esencial para la sociedad. A través del diálogo se puede dar un encuentro, un intercambio y una reflexión comunitaria. Como cada año, el Consejo Internacional de Museos (ICOM, por sus siglas en inglés) eligió una temática para celebrar el Día Internacional de los Museos. En esta ocasión, bajo el tema “Los museos como ejes culturales: El futuro de la tradición”, el MTO participó abriendo un foro de discusión para invitar al público a la reflexión y al diálogo.

Arquitectura tradicional, innovación, arte, artesanía y arte popular; fueron los temas que se abordaron en la serie de charlas organizadas por el Museo. Juan José Santibáñez, quien participó con el equipo interdisciplinario en la creación del MTO, reflexionó cómo en el siglo XX la arquitectura ha sido representada por las máquinas y por las grandes proezas arquitectónicas; sin embargo, para este siglo XXI la arquitectura del futuro será concebida como aquella que sostenga una estrecha relación con la naturaleza y que, incluso, pueda contribuir a frenar el deterioro de la ecología con soluciones inspiradas en formas tradicionales de construcción.

¿Es la innovación el camino para preservar el patrimonio textil? Con esta pregunta se dio paso a una discusión entre Miriam Campos, Tamara Rivas, Tito Mendoza y Jan Cristhian Ferrer, artistas textiles de Oaxaca y el Estado de México. Para los propios artistas, su actividad textil continúa viva y en constante transformación, a pesar de que mucho del saber se ha perdido. Como ellos comentan, la innovación sí les ha permitido preservar su tradición textil, motivándose a reinventarse y buscando nuevas áreas de oportunidad. Si bien los procesos colaborativos con diseñadores textiles no son prácticas nuevas, han sido una herramienta que han tomado para preservar su patrimonio, siempre y cuando exista el respeto, la sensibilidad y el reconocimiento a su trabajo. Abigail Mendoza, Tajëëw Díaz, Remigio Mestas y Carlomagno Pedro fueron los invitados para dialogar y repensar cómo los conceptos de arte, artesanía y arte popular han sido construidos ideológicamente a lo largo del tiempo. Iniciando el debate, Alejandro de Ávila, moderador de la charla, cita una frase extraída de la obra Los privilegios de la vista, de Octavio Paz: “El arte popular, por constituir un estilo tradicional sin interrupciones ni cambios creadores, no es arte, si se emplea esta palabra de una manera estricta”.

Partiendo de esta aseveración, Carlomagno Pedro, director del Museo Estatal de Arte Popular de Oaxaca, considera que hoy en día cualquier objeto elaborado manualmente, de manera tradicional y con fines utilitarios y/o decorativos, es visto como mera artesanía. Además de dar por hecho que un objeto elaborado por un artesano y que es expuesto en un museo, es considerado como arte popular, pero no arte como tal. Arte, artesanía y arte popular parecen ser la misma cosa, pero su significado también ha ido cambiando de acuerdo con los discursos oficiales que se han elaborado, y por los múltiples espacios ocupados a lo largo de la historia.

El concepto de “arte popular” en México, como lo menciona Tajëëw Díaz, del Colegio Mixe, ha sido un término usado para nombrar a las expresiones culturales producidas por un determinado segmento social. Este arte popular es el “tipo” de arte producido por las comunidades, y tiene una contundente presencia en la vida social. Sin embargo, pese al transcurso del tiempo, todavía se sigue viendo y considerando a este tipo de manifestaciones como arte popular, por tener una raíz indígena.

Al término de la charla no se llegó a una conclusión en particular, al contrario, surgen muchas dudas al respecto, pero se invita a reflexionar sobre el modo en que los conocimientos han sido transmitidos y enseñados en las comunidades. Así será posible repensar algunos términos asentados sobre el tema, a fin de construir miradas más cuidadosas y críticas al respecto.

RECONSTRUIR EL TEJIDO SOCIAL

Después de varios meses de esfuerzo, los edificios “Casa del Pueblo El Centenario” y “Casa Guietiqui”, ubicados respectivamente en Asunción Ixtaltepec y Santo Domingo Tehuantepec, culminaron su restauración en los primeros días de abril para regeneración y fortalecimiento de la cultura.

El día catorce de abril de 2019, los presidentes y la directora general de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca se encontraban en el Istmo de Tehuantepec para realizar la inauguración y entrega del “Mercado 5 de septiembre” de Juchitán de Zaragoza –dañado por los sismos de septiembre de 2017–, junto con importantes empresarios que colaboraron en una obra que beneficia a más de 35 000 personas. La FAHHO fue partícipe de esta iniciativa de recuperación, pues el objetivo claro de reactivar la economía de las familias continúa siendo una de sus premisas durante la reconstrucción y fortalecimiento en los municipios afectados por los sismos. Tal es el caso de Santo Domingo Tehuantepec y Asunción Ixtaltepec, en donde la Fundación ha puesto gran empeño, junto con las autoridades municipales, para regenerar el tejido social.

El día de la inauguración, María Isabel Grañén Porrúa, Alfredo Harp Helú y Araceli Vergara Tapia destinaron un tiempo exclusivamente para constatar y supervisar que la restauración de dos importantes inmuebles había culminado; para Ixtaltepec, la llamada “Casa del Pueblo El Centenario”, y para Tehuantepec la “Casa Guietiqui”. Acompañados del equipo del Taller de Restauración FAHHO, recorrieron los vestíbulos, pasillos y salas de ambos edificios. La visita les permitió constatar la finalización de los trabajos de restauración de los dos inmuebles destinados para la regeneración y fortalecimiento de la cultura, mismos que habían sido visitados en repetidas ocasiones. En la visita más importante, realizada en el año 2017, se comprometieron con la gente a restaurarlos.

En Asunción Ixtaltepec, la “Casa del Pueblo El Centenario”, un inmueble destinado para biblioteca y auditorio, si bien el estilo clasicista domina con su frontón triangular, resulta aún más impactante el cambio y las mejoras realizadas en el interior del espacio, dotado de mobiliario, instalaciones y equipo para continuar recibiendo nuevamente a quienes gustan de la lectura, de una proyección o simplemente de un espacio para poder realizar sus tareas o disfrutar de los árboles que se plantaron para refrescar y dotar de calidez el espacio.

En Santo Domingo Tehuantepec visitaron la “Casa Guietiqui”, espacio que se alista para ser el hogar de la cultura zapoteca. La recuperación de este espacio ha significado todo un gran reto ante las transformaciones de las que el inmueble había sido parte, entre las más graves las ocasionadas por la incorporación de elementos constructivos contemporáneos dentro del sistema constructivo tradicional, motivo por el cual el inmueble fue objeto de análisis estructurales y de reforzamiento para brindar nueva vida al espacio, ya que se encuentra por debajo de los requerimientos mínimos de seguridad que necesita para continuar albergando al Centro de Desarrollo Infantil que ahí se encontraba y que ha sido reubicado, mejorando sus condiciones.

ALMÁCIGO

Francisco Hipólito Nuñez
San Dionisio Ocotepec, Bic 26

El sol los acompaña
derramando lágrimas, sudores, gritos desgarrantes
sobre un enorme trozo de arena seca
donde sólo encuentras cadáveres decapitados
con el terror grabado en sus rostros.

Por la noche la luna derrama lágrimas
al ritmo de la música, de grillos de horror y llanto
frente a los ojos llenos de lágrimas
de sus pequeños hijos que saben que mamá ya no estará con ellos
y que ahora les aporta un futuro de mierda sufriendo solos
mientras sus verdugos sueltan carcajadas burlonas y los persiguen
como perros tras un trozo de carne.

HÉROES DE LA TRADICIÓN: ALFARERÍA RUFI

En la exhacienda de Santa Rosa, de la ciudad de Oaxaca, existe un taller alfarero que se resiste a desaparecer. Su marca registrada es Alfarería Rufi, en honor a Libia Rufina Luis Revilla, quien junto con su marido Mateo Hernández Santiago han formado a jóvenes alfareros, elaborando loza contemporánea, preservando la técnica tradicional.

Alfarería Rufi abre las puertas de su taller para mostrar su historia por medio de la innovadora loza que elaboran. El recorrido es provocador, el maestro Mateo va platicando sobre ese Oaxaca desconocido para algunos, donde había más de cincuenta talleres alfareros repartidos por el centro de la ciudad. Con preocupación afirma que en su ramo quedan sólo cuatro alfarerías. Recuerda cuando se mandaban miles de lozas de distintas calidades a todo México. Relata que entonces no se usaba papel, se envolvía con hoja de plátano y se amortiguaba con pasto en canastos de carrizo.

Todo lo va contando mientras muestra dos hornos de gas, tornos grandes, “arañas” para apilar piezas durante la quema. Pareciera un taller industrial, las piezas salen perfectas, pero no existe ningún molde en todo el taller; hay un joven tornero dándole acabado a unos vasos, y otros dos jóvenes esmaltando piezas, con colores radiantes y libres de plomo.

El taller tiene un salón grande, donde se están secando cientos de piezas antes de ser esmaltadas, todas del mismo tamaño. No hay ningún defecto, parecen hechas por máquinas. En un rincón hay tazones “chocolateros” tradicionales, que llevan pintadas unas flores como margaritas. Los choca entre ellos y suenan como si fuera una campana. Son inquebrantables. Explicó que esos tazones son tradicionales, y que no hacen más por la competencia con los precios. Al usar horno de gas y esmaltes de mejor calidad, se incrementa hasta tres veces el costo de esas piezas, en comparación con las que se encuentran en los mercados de Oaxaca. Cuando iniciaron, quemaban en horno de leña y sólo hacían esta loza tradicional. Doña Rufi era decoradora y don Mateo tornero. Hacían “loza chorreada”, se llamaba así porque usaban óxido de plomo y al momento de la cocción se escurría por fuera. Hacían hasta cincuenta gruesas (doce docenas) en doce días. Antes no se usaba el plástico y menos el unicel, por ello el apogeo de la alfarería oaxaqueña.

Al fondo hay una habitación que funciona como tienda, donde tienen exhibidas las piezas terminadas, ahí contaron más sobre su andar en la cerámica. Rufina y Mateo se conocieron en el taller del señor Felipe Jiménez, y fue en 1976 cuando decidieron formar una familia. Dos años después emprendieron con su propio taller alfarero. Ahí empezó la aventura de descubrir el mundo de la cerámica, partiendo de la tradición alfarera. Rufina narra que ella difundió el trabajo del decorado de margarita: “Es un poco difícil pintar la margarita, pero con dedicación y esmero nada es imposible. En ese tiempo me daban un peso por cada gruesa de loza que pintaba, con eso era suficiente porque el dinero valía. Ganaba quince pesos diarios, era mucho dinero. Tenía la habilidad de decorar diez gruesas en un día”, recuerda Rufina, la decoradora.

Don Mateo refirió que fue en 1992 cuando conocieron los esmaltes, y fue cuando cambiaron el óxido de plomo por los esmaltes sin plomo, pero fue una etapa difícil, porque la gente no estaba acostumbrada a ese tipo de loza. Sin embargo, llegaron a contratar hasta diez jóvenes torneros, que trabajaban y estudiaban. “Siempre me ha gustado dar clases, mi mayor ilusión y esperanza es dejar una semilla sembrada en jóvenes, que aprendan el oficio, es algo que queda para siempre. Yo aprendí sin un maestro, ojalá alguien me hubiera dicho cómo hacerlo”, asegura Mateo, quien también se considera el alfarero más viejo de la ciudad de Oaxaca. “La idea y las ganas siempre estarán. Aunque ya nos dejó el camión, mi viejo se siente joven y con ánimo de enseñar a los jóvenes para que no se pierda esta tradición alfarera”, concluye doña Rufi. Apoyemos a estos héroes de la tradición alfarera, visitando su taller para adquirir una loza moderna, llena de tradición.

REGISTRO FOTOGRÁFICO COMO PARTE DE LA PRESERVACIÓN DEL PATRIMONIO DOCUMENTAL

El acervo compuesto por documentos históricos y libros antiguos como parte del patrimonio cultural de un país, estado o municipio, con el paso del tiempo sufre deterioro en su soporte físico. Puede ocurrir por antigüedad, ataques de agentes biológicos o medio ambiente inadecuado, falta de atención apropiada o problemas de almacenamiento, por mencionar algunos factores; esto conlleva la pérdida de la información plasmada. Es por ello que surge la necesidad de rescatar la memoria histórica usando métodos que ayuden a la preservación de la documentación. Una de las técnicas para preservar el acervo es la digitalización, la cual pretende que la información sea recuperable a lo largo del tiempo, perdure y esté disponible. La digitalización se puede realizar mediante un escáner o una cámara digital.

En algunas ocasiones es complicado trasladar un escáner adecuado o de calidad, ya sea por la lejanía del lugar o por el tamaño del aparato. En el trabajo de campo, la manera más práctica es la utilización de una cámara digital y un trípode, que son herramientas universales para realizar la digitalización documental.

El registro fotográfico juega un papel importante en la preservación, ya que por medio de la imagen se puede obtener una réplica legible del texto y de la información plasmada. Teniendo capturada la imagen es fácil de trasladar en una memoria o un disco, para manipular y consultar información desde un medio tecnológico.

ADABI Oaxaca, en la tarea de organizar los archivos, identifica y selecciona la documentación relevante que aporte datos a la historia de la comunidad. El registro fotográfico apoya a la preservación de los documentos de aquellas comunidades que no cuentan con los recursos monetarios para contratar una empresa que realice la digitalización de su memoria histórica.

Algunos de los documentos relevantes que se han identificado durante el trabajo de rescate y organización en el estado de Oaxaca son positivos ejemplos en los que se recupera la información para conservarla, preservarla y difundirla: Archivo municipal de Teococuilco de Marcos Pérez. Un documento que data del año 1641 acerca de una licencia para el uso de un molino de agua de la población Archivo municipal de Santiago Lalopa. Expedientes datados de los años 1701, sobre límites entre Santiago Lalopa y San Juan Yaheé, incluye dos testamentos, uno en zapoteco, de 1709 Santiago Lalopa. Títulos de terrenos que contienen dos documentos en zapoteco Archivo Histórico de la Alcaldía de San Pablo Huixtepec, documentos de 1708. Testificación de las partes de los pueblos de San Bernardo, San Pablo Huixtepec y San Lorenzo Zimatlán para determinar los límites y las tierras de pueblo.

Gracias al registro fotográfico, estos documentos antiguos que se han identificado dentro de todo el acervo serán preservados y, en algún momento, difundidos por la propia comunidad.

Los archivos han sufrido descuido y desatención, en ellos se albergan documentos de carácter único. Los encargados de custodiarlos tienen la responsabilidad de preservarlos y buscar herramientas y técnicas para que no sigan deteriorándose. De ahí que se deba aprovechar la tecnología para preservar la memoria histórica de nuestro estado de manera regulada, y promover la conciencia sobre el uso responsable de los documentos que seguirán siendo consultados por las futuras generaciones.

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