TALLER DEL ZAPOTECO COLONIAL

Desde febrero del año en curso cada mes se reúnen en la BIJC un grupo de especialistas, activistas, conocedores, educadores y entusiastas de lenguas zapotecas en el Taller del Zapoteco Colonial. Como su nombre lo sugiere, este taller da la oportunidad a hablantes de distintas lenguas zapotecas modernas de conocer los documentos coloniales escritos en su lengua, mientras tratan diversos temas de la gramática zapoteca.

Para este taller contamos con la participación de hablantes de lenguas zapotecas de la Sierra Norte, Valles Centrales, Sierra Sur y el Istmo de Tehuantepec. Gracias a este trabajo de colaboración entre hablantes de diferentes regiones y variantes lingüísticas, es posible que los participantes reflexionen su zapoteco a partir de las diferencias con el de sus compañeros, no solamente a nivel gramática de su propia lengua, sino también a niveles más finos, es decir, moviéndose por las diferentes categorías lingüísticas pueden comparar y ver cómo los sonidos, las palabras y estructuras gramaticales de su propia lengua corresponden a lenguas zapotecas modernas de otras localidades, sin olvidar nuestro tema central: ver las diferencias con los documentos coloniales que sus antepasados zapotecos escribieron en su lengua durante tres siglos.

El Taller del Zapoteco Colonial es guiado en mancuerna por el Dr. Michel R. Oudijk y la Dra. Rosemary G. Beam de Azcona. El Dr. Oudijk es historiador y filólogo de la UNAM, especialista en el zapoteco colonial, tanto en la historia como en la cultura zapotecas, y la Dra. Rosemary es lingüista de la ENAH con un enfoque en la lingüística histórica y comparativa de la familia zapotecana, trabaja también en la descripción gramatical de las lenguas zapotecas modernas. Junto con ellos participan zapotecos de Betaza, Yalálag, Tanetze, Yaviche, Cajonos, Juchitán, Quialana, Guelavía, Teotitlán del Valle, Coatecas Altas, San Bartolomé Loxicha, Yautepec y Lachivigoza, de quienes les iremos hablando a lo largo de este año.

En el taller se están explorando diversos temas de la gramática zapoteca. Los participantes han contemplado diferentes propuestas ortográficas para escribir los sonidos de las lenguas zapotecas. Por ejemplo, en marzo el taller trató el tema de la clasificación nominal y cómo las lenguas zapotecas clasifican al medioambiente. Esta clasificación lingüística refleja una taxonomía o ciencia zapoteca en donde es posible clasificar el paisaje, plantas, animales, seres humanos y fuerzas sobrenaturales, entre otras cosas. Otros temas a explora serán los pronombres, los adjetivos y las conjugaciones verbales.

El Taller del Zapoteco Colonial es una manera de difundir conocimiento lingüístico e histórico entre diversos pueblos zapotecos, ya que los participantes comparten mucha información comentada en el taller con sus vecinos en las distintas regiones donde viven y trabajan. También es un espacio para avanzar la historia y la lingüística zapoteca, ya que los hablantes de las diferentes lenguas zapotecas conservan conocimientos importantes para la interpretación de los documentos históricos y la reconstrucción del protozapoteco, la lengua ancestral de todas las lenguas zapotecas.

Los participantes en el taller consultan datos del vocabulario de Fray Juan de Córdova de 1578, de diccionarios zapotecos modernos y comparten sus propios conocimientos de sus lenguas. Uno de los objetivos de este taller es que los participantes produzcan durante 2019 una base de datos con palabras de todas las lenguas representadas para avanzar en el estudio de los documentos zapotecos que se escribieron en la colonia.

DE ESTA TIERRA BROTARÁN MIL UNIVERSOS

Un almácigo es un lugar provisto de nutrientes en el que las semillas germinan. Toda biblioteca aspira a ser eso, pero quizá una que rueda sobre caminos de nube y sarcina, o bajo la sombra de ceibas y guanacastles o por los paisajes caliginosos de la Mixteca, está más cerca de lograrlo.

En las Bibliotecas Móviles “Ando leyendo, leyendo ando” trabajamos con niños y jóvenes, y esto nos obliga a dar y darnos cuenta de las posibilidades que ofrecen la imaginación y el pensamiento. Llevamos una arroba de cultura a pueblos en los que perviven otras muchas. Aprender de ellos y crear un espacio de retroalimentación es un compromiso y una satifacción.

Los libros, los cuentos, las historias, son el nutrimento de nuestra labor. Los niños y los jóvenes son las semillas de variada especie; su palabra el brote de aquellos que pronto serán árboles, flores, aves de coloridos vuelos que ya regresarán más semillas a estos suelos.

No hay nada más importante que la palabra escrita y hablada. Aquí todos tienen algo que decir, algo que ofrecer, algo que aportar. Almácigo pretende, sin ambición alguna, ser un espacio para conocer y reconocer el trabajo de aquellos que saben leer e interpretar el mundo. No caigo en un lugar común al decir que cada uno de nosotros somos universos. Almácigo aspira a ser un observatorio que nos permita columbrar las miríadas de voces que habitan en los casi ochenta pueblos visitados.

Abriremos el año con este proyecto que tiene por objetivo brindar a nuestros usuarios el espejo de la escritura: espejo de obsidiana que nos permita ver los muchos mundos que hay en Oaxaca. Abrir horizontes, acercar la palabra a todos los que quieren, pueden y saben usarla, es la razón de este proyecto. Nuestra intención no es hacer escritores, ni mucho menos. Es generar dinámicas lúdicas que permitan a los lectores verse en el papel, saberse intérpretes del mundo que habitan. Todos leemos, ya en papel, ya en el mundo. Leer es interpretar, discernir, descubrir; escribir es dar cuenta de ello, llevarlo al papel, dejarlo sobre el aire compartido. La palabra es un lazo que nos permite mirarnos en los otros. Y los otros, huelga decirlo, son el espejo de nosotros.


“EL CENTENARIO”, DEL ANIVERSARIO AL TERREMOTO DE 2017

El trabajo constante vence todas las dificultades

Siguiendo aquel precepto enunciado en latín, se rescató aquella leyenda, la arquitectura a la que permanecía aferrada y que parecía irreparable, un conjunto de valores, conocimientos y lo que a principios del siglo XX no era más que entrega y deseo por contribuir en las comunidades más alejadas en donde la instrucción y la enseñanza se hacían esperar. “El Centenario” fue el nombre del primer edificio después de la casa escuela que procuró la educación en Asunción Ixtaltepec y que en un preámbulo de tres minutos fue destruido por los sismos de 2017.

La obra había sido financiada por el pueblo gracias a las fiestas patronales. Se inició en 1910 y se inauguró en 1920 de acuerdo a las placas ubicadas en su acceso. Su nombre alude a la conmemoración de los cien años de la Independencia de México, cuenta el profesor Pedro Mijangos García a uno de los arquitectos, quien luego del sismo trabaja afanosamente en recopilar todos los datos posibles y útiles para armar el proyecto de restauración del edificio. Entre esos datos surge el nombre de “La Casa del Pueblo” que adoptó alrededor del año de 1992, cuando fue recuperado tras un periodo de abandono. Después de ese año el edificio fue parte de distintas intervenciones que originaron pérdidas significativas, como la de su herrería primitiva, su cubierta de morillos con entablado protegidos por teja y los balaustres de la fachada.

Transcurrían los últimos meses de 2017 y la noticia de que el inmueble sería recuperado se advertía entre los contraventeos, pies derechos, arrastres, cerchas y tirantes de madera que sostenían los arcos rebajados de los accesos y los sesenta centímetros de ladrillo recocido de los muros. A mediados del año 2018, la donación de 7 millones de pesos que la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca realizó fue ejercida por el Taller de Restauración FAHHO, con el deseo de que el “El Centenario” fuera restaurado; el sismo se convirtió entonces en una oportunidad para reconciliar la armonía arquitectónica que el inmueble mostraba en una fotografía de los años treinta, muy cerca del año en que fue terminada la obra. El presidente municipal de Asunción Ixtaltepec la había enviado a Lázaro Cárdenas, presidente entonces de México, solicitando un reloj para la escuela.

Basados en esa foto comenzó la restauración, no sin antes asegurar la permanencia del inmueble mediante el reforzamiento de la estructura y de elementos basados en un análisis estructural de la obra; los muros existentes fueron desprovistos de los aplanados para poder liberar las partes más afectadas y devolver a la obra el material recuperado, de esta manera también se pudieron subsanar las grietas mediante consolidaciones y reforzar los muros en sentido vertical y horizontal; al frente de la obra se recuperó el antiguo pórtico con su columnata de cuatro elementos y su remate flanqueado por roleos. Ese elemento regente de la fachada muestra a los lados la composición de frontones semicirculares y triangulares ubicados por encima de los accesos y ventanas de arcos rebajados, mientras que arriba se vuelven a observar los balaustres.

El interior, completamente revitalizado, se anticipa por árboles autóctonos plantados estratégicamente para confortar el espacio y la visual de los usuarios que, indistintamente, disfrutan de los libros que cubren los muros de una sala o de la muestra que se realiza en el auditorio; en su punto más alto, la cubierta se vierte en dos partes sustentadas en armaduras metálicas con tensores y placas de panel, para mejorar las condiciones de confort del espacio y ayudar a los muros.

La casa del pueblo “El Centenario” hablará ahora del significado que su acceso enmarca.

PAISAJE DE LA MEMORIA FILATÉLICA EN LA EXPOSICIÓN ESTAMPAS DE UN ESPACIO

En la exposición colectiva Estampas de un espacio, realizada en el Museo de Filatelia como parte de la celebración de su 20 aniversario, fuimos invitados diversos fotógrafos y fotógrafas para realizar imágenes en torno a este sitio cultural y su relevante presencia en Oaxaca. Mi aportación fue tratar de vincular el peso histórico y presente de la fotografía con el de la filatelia, recurriendo a una técnica del siglo XIX como lo es el ambrotipo. Para ello, elegí en el MUFI un espacio y un momento con una luz singular, para fijar una imagen utilizando un soporte tradicional, trasladándolo después a una digitalización contemporánea.

Desde la técnica tradicional del ambrotipo y su digitalización e impresión, construí dos imágenes que evocan y vinculan temporalidades cruciales (del siglo XIX al siglo XXI), para la construcción de una memoria filatélica presente. El paisaje es una alegoría de la belleza y fragilidad de una memoria contemporánea que, como un elemento vivo y transformable, requiere en su cuidado y conservación de la reapropiación de técnicas, saberes y aficiones cultivadas desde el pasado. Las imágenes que titulé “Paisaje de la memoria filatélica” se exhibe en la muestra Estampas de un espacio junto a la obra de otros artistas como: Alejandro Echeverría, Antonio Turok, Alberto Ibáñez, Ariel Mendoza, César Saldívar, Claudia López Terroso, Cristina Kahlo, Daniel de Laborde, Fernando Armenghol, Fernando Arce, Georgina de la Rosa, Hertzaín Vásquez, Marcel Rius, Marcela Toboada, María Luisa Santos Cuellar, Michael Toolan, Nadja Massun, Ramón Jiménez Cuen, Regina Mejía.

SAN MIGUEL YOTAO: EL ARCHIVO COMO FUENTE LEGAL

San Miguel Yotao está ubicado en la Sierra Norte del estado de Oaxaca. Esta comunidad tiene un alto rezago social, la mayoría de sus pobladores –hablantes de la lengua zapoteca– se dedican a una agricultura de subsistencia.

A fines del año pasado, la FAHHO recibió la solicitud de las autoridades comuneras para la organización de su archivo. Necesitaban identificar los expedientes que habían almacenado durante sus gestiones en la administración de sus tierras. Atendiendo a la solicitud, la ordenación de los documentos del comisariado de Bienes Comunales se llevó a cabo en los meses de febrero y marzo.

El archivo estaba resguardado dentro de un mueble de madera en la oficina de Bienes Comunales. En general, mantiene un buen estado de conservación. Al analizar los tipos documentales de los expedientes surgió una sección Administrativa que se subdividió en las series: Acuerdos, Asambleas, Censos, Contratos, Convenios, Correspondencia, Cuentas, Deslindes, Elecciones, Informes, Inventarios, Juicios agrarios, Nombramientos, licencias y renuncias, Normatividad, Padrones, Planos, Programas y proyectos, Solicitudes, Tequios y Títulos.

El archivo está conformado por once cajas, y ahora cuenta con un inventario que facilitará el acceso a la información. El expediente más antiguo está datado en 1826. Es un título primordial que ampara las tierras del pueblo. Existe un vacío documental, ya que el siguiente documento está fechado en 1948, dentro de la serie Juicios agrarios, mientras los más recientes, que fueron generados en este mismo año, están agrupados en la serie Cuentas.

El título primordial de San Miguel Yotao fue elaborado a principios del siglo XIX, presenta la transcripción de un documento de 1709 en donde tres personas, hablantes del zapoteco, atestiguaron los límites territoriales de su pueblo ante el alcalde mayor, para legitimar la posesión de una tierra que ocuparon después de migrar desde una población denominada Totolinga.

Los títulos primordiales, junto con otros documentos, son considerados instrumentos legales para la protección de las tierras. Muchos pueblos conservan este tipo de manuscritos como testimonios del establecimiento de sus límites territoriales desde tiempos inmemoriales. Por eso son presentados como pruebas ante los tribunales en medio de los conflictos agrarios.

Sin embargo, estos títulos contienen elementos de una tradición prehispánica que ahora resultan difíciles de entender y plantean muchos más problemas que entorpecen la solución de los conflictos agrarios. Algunos fueron fechados en años irreales que no coinciden con la lógica de los procesos históricos que mencionan. Las colindancias no se expresan con mediciones precisas, muchas veces refieren puntos que resultan inexactos porque quizá se refieran a árboles, piedras, etc. Otros son transcripciones de documentos originales más antiguos que ya no se conservan, realizadas por autoridades que quizá desconocían las lenguas indígenas. Muchos de estos manuscritos fueron considerados falsificaciones. Por eso, los tribunales recurren a la experiencia de peritos especialistas en paleografía y diplomática, como la Dra. María de los Ángeles Romero Frizzi, quien ha estudiado estos testimonios en diversos artículos.

El proyecto para la organización del archivo del Comisariado de Bienes Comunales de San Miguel Yotao ha sido bastante significativo. Muestra el interés de un pueblo por la recuperación de su memoria histórica con una finalidad legal. En este sentido, la preservación documental alcanza objetivos prácticos, una población es consciente de la importancia de la conservación de los documentos antiguos como testimonios históricos y jurídicos que permiten legitimar la posesión de sus tierras. No obstante, los títulos primordiales no siempre resultan suficientes para la solución de los conflictos agrarios, que se complican por los intereses políticos y económicos que suelen prevalecer sobre las enormes extensiones de terrenos en disputa, lo que impide cualquier arreglo entre los pueblos y limita su desarrollo.

UN ACERCAMIENTO A LA HISTORIA Y EL ARTE DE OAXACA

Oaxaca cuenta con varias zonas arqueológicas y edificios históricos que la han vuelto atractiva para el turismo. Sin embargo, poco se conoce de cómo se creó parte de la estructura material que se admira y palpa día a día en la urbe. Algunos investigadores han realizado interesantes trabajos de corte histórico sobre la fundación de la ciudad en el siglo XVI, mientras los historiadores del arte han puesto su atención en la catedral de Oaxaca, el convento de Santo Domingo o la producción pictórica de la época virreinal.

La Fundación Alfredo Harp Helú ha abierto una Coordinación de Investigación que tiene por objetivo difundir parte del patrimonio de Oaxaca bajo dos disciplinas: la Historia y la Historia del Arte. Para esto se llevan a cabo diversos proyectos, entre ellos un seminario de historia, que ha reunido a jóvenes historiadores para que expongan sus estudios y reciban retroalimentación por medio de los comentarios de quienes asisten a las sesiones. Al mismo tiempo, en este año se realizan tres investigaciones dedicadas a la historia de la Biblioteca Fray Francisco de Burgoa, del comerciante dieciochesco Alonso Magro y del pintor decimonónico Francisco Bonequi.

Los integrantes de la Coordinación de Investigación, en conjunto con investigadores egresados de la UNAM, el Colegio de México y la UABJO, han realizado cursos de capacitación para guías de turistas certificados de la ciudad de Oaxaca, quienes son parte esencial de la difusión y conservación del patrimonio. Se pretende que la nueva Coordinación genere formas de vinculación con la sociedad para conocer, entender, difundir, proteger y preservar el patrimonio material e inmaterial de la ciudad.

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