Como parte de las actividades planeadas y organizadas por el Laboratorio de Diseño de Andares del Arte Popular, hemos trabajado en una muestra de lo aprendido durante el primer año de funcionamiento de este proyecto, que tiene que ver con el uso de herramientas de diseño para la generación de productos en colaboración con artesanos. Documentando experiencias, consideramos que existen muchas metodologías para hacer colaboraciones. No tenemos ni queremos tener respuestas correctas, queremos ser responsables y buscar mejorar las posibilidades comerciales de los artesanos, que al final es el objetivo planteado por Andares y para el cual trabajamos.
Esta exposición nace como un reto: detonar nuevas ideas en las mentes ya creativas de los artesanos, y encontrar nuevas formas durante los procesos, muchos de ellos retomados de prácticas pasadas con diseñadores, talleres e iniciativa propia, que se resumen y transforman en piezas exhibidas en este encuentro y que buscamos convivan entre sí.
Partimos de entender el nivel de conexión y relación que existe con cada familia y taller invitado. Esto nos ayuda a identificar de qué manera podemos colaborar, o apoyar a la creación de un producto diferente. Estudiamos el nivel de interacción y las capacidades de los talleres, para entonces generar un resumen de proyecto, en el que planteamos los objetivos y los requerimientos que establecemos en acuerdo para esta colaboración.
En este documento presentamos en primer lugar imágenes de referencia, y explicamos que éstas deben servirnos para entender el espacio en el que podría vivir esta pieza, texturas y colores con los que podría convivir. Además, si creemos prudente, agregamos imágenes de piezas relacionadas que podrían servir de inspiración sobre la dirección que deberíamos tomar, pero haciendo hincapié en que no es formalmente lo que se busca.
Agregamos una paleta de colores que se asigna con base en los espacios diseñados para la exposición. Es importante aclarar que somos muy conscientes de que en procesos artesanales el manejo de los colores es complejo, por eso también, como discurso de venta, explicamos a los clientes lo que implica lograr las diversas tonalidades.
Por último, este resumen contiene una última tabla de dimensiones o bocetos. Aportamos las medidas para que resulten piezas proporcionales al espacio estimado.
Después, el proceso de producción se va realizando en constante comunicación, sentándonos a platicar cuando surge cualquier duda o idea de ambas partes, estando siempre abiertos a considerar cambios.
Creemos en dar el crédito al creador de la pieza y a quienes intervinieron en su concepción, y en ser transparentes al hablar del proceso de producción. Esperamos que esta muestra logre hacernos preguntar quiénes hacen las piezas y cómo los artesanos les dan forma y vida.
—¿Para qué van a la escuela? —No sé —dijo uno. —Para aprender —se apresuró el mayor. —¿Aprender qué? —No sé, las tablas y eso —y siguieron jugando.
Los veo a ellos y a todos los que vienen por la tarde a la biblioteca a jugar con las compus, a los talleres, a las pelis y a leer los libros de monstruos. Los veo ahora y me recuerdo en la escuela, durante noches enteras tratando de entender quién ganaba y quién perdía electrones, balanceando reacciones que en teoría debiesen ser tan fascinantes como el cálculo diferencial y otras tantas cosas que nunca entendí. Y no sé nombrar con certeza qué es lo que está mal.
Quiero pensar que el sistema educativo enseña cómo está construido el mundo, el natural y el social; que está diseñado para incentivar el desarrollo social a través del crecimiento de las nuevas generaciones en conocimientos y habilidades que no sólo son utilitarias, sino que tienen sentido y claridad para quienes están dentro de ese sistema. Y veo a mis pequeños visitantes, recitando tablas y buscando el mínimo común múltiplo en la vida real. Enlistan fechas y rellenan hojas con nombres de presidentes, curas y guerreros que resultan tan lejanos que les parecen personajes de ficción. Otros, los niños más grandes, llegan a la educación técnica o universitaria y, bendito Dios, ya no tienen que aprender cosas que no les interesan. Ahora “sí sirven”. Y no sé si sirva tener todos estos niños-jóvenes-adultos con saberes fragmentados, inconexos, sin saber de dónde venimos ni a dónde vamos (al trabajo, supongo), pero que a todos nos permiten aspirar a “mejores empleos”.
Y los miro en la repetición memorística, desencuadrada y sin sentido, que sólo puede producir personas repetidas, desencajadas, sin sentido, que “aprendieron” lo que les dijeron y, aunque no lo recuerden, caminan el camino. Entender es lo de menos si repiten bien.
Defiendo la educación y el aprendizaje. El error no es ése. Lamento profundamente que haya tantas generaciones que sigan sin saber que la escuela debiese ser el mapa para encontrar tesoros ocultos. No es su culpa. Pero hay quienes lo sospechan y otros lo encontramos por accidente: un encanto en el saber. Eso no se enseña en un sistema que parece perico de tanto repetir. Se contagia por la boca de otros que se han sorprendido antes. Son sus palabras las que murmuran pistas y que gritan desde tantos tiempos y lugares, entre libros y sus mágicos recintos.
Y necesitamos más suspicaces, afortunados y curiosos, que topen en esas palabras las ciencias, la filosofía, las artes. Para entender, para poner en perspectiva, para conmovernos de la maravilla que es estar en un universo más grande que todo el entendimiento humano.
El artista oaxaqueño Froy Padilla Aragón, conocido como “Efe de Froy”, es ya identificado por intervenir diversas calles de Oaxaca con piezas de arte urbano basadas en personajes y películas icónicas mexicanas.
Desde hace dos años que inició este proyecto de arte urbano, los clásicos referentes de la cultura mexicana y algunos personajes internacionales han sido la inspiración de diversas obras murales que se pueden encontrar en casas y edificios del centro de la ciudad. Sus creaciones incluyen a personajes como “El Santo”, María Félix, Mauricio Garcés y Frida Kahlo, sólo por mencionar algunos. Las creaciones híbridas que ha generado, han traspasado fronteras al ser publicadas en medios nacionales e internacionales como la BBC, El Universal, Vanguardia de México y otros, llevando a más rincones del mundo la cultura popular mexicana.
Con motivo del Día de Muertos, Efe de Froy intervino el atrio del Centro Cultural San Pablo, presentando una obra que invita a la imaginación en esta época que es referente cultural para Oaxaca. La exhibición estará abierta al público desde finales de octubre hasta el 1 de diciembre. Al respecto de la instalación el autor menciona:
“Para la pieza de día de muertos en el atrio del Centro Cultural San Pablo, me gustó imaginar una realidad fantasiosa, una realidad donde conviven nuestros ‘muertitos’. Siempre he creído que lo que más añoran es adoptar la forma humana en la que una vez habitaron en el plano terrenal, y que desde el más allá siempre nos ven con cariño y ríen al vernos cada año cómo jugamos con la muerte, al encontrarnos las primeras noches de noviembre disfrazados de catrinas y calaveras, tratando de empatizar con ellos, haciéndoles saber que no están solos en aquel lugar en donde se encuentren, que los recordamos y extrañamos. En esta ocasión, esa noche, nos verán con una mirada llena y plena de felicidad, portando un antifaz, mostrándonos la mejor faceta que tuvieron en su momento, aquí en el plano terrenal”.
La Casa del Pueblo es una construcción que tiene 108 años de antigüedad, conocida como “El Centenario” por haber sido edificada en 1910 con motivo de los cien años de la Independencia. Los sismos de septiembre la afectaron gravemente, pero la FAHHO ayuda a reconstruirla con el fin de preservar la historia y la cultura de Ixtaltepec.
En sus inicios, la Casa del Pueblo era una escuela. En 2014 se rehabilitó para albergar la biblioteca municipal y un auditorio, donde los pobladores asistían a proyecciones de películas y talleres de lectura.
Reconstruir la Casa del Pueblo es resguardar muchas historias de personas que recorrieron sus pasillos y vieron pasar sus años, pero también dejar a las nuevas generaciones parte de sus raíces e historia, por esa razón realizamos una recopilación de testimonios, para conocer, de voz de los habitantes de Ixtaltepec, la historia y el sentimiento hacia El Centenario.
Iris Guerra es una joven originaria de Ixtaltepec. A sus 25 años, recuerda que su mamá le platicó que la Casa del Pueblo fue el lugar donde ella estudió hace mucho tiempo. Después pasó a ser biblioteca municipal, había diferentes tipos de actividades y un centro de computación, aunque hace tres años aproximadamente se construyó el Poliforo y entonces lo dividieron, porque seguían dando talleres de guitarra y otros, conservaba los libros más antiguos, había eventos culturales y escolares.
Sobre la reconstrucción, dice: “Está bien porque (…) es un edificio de tiempo, podríamos decir, una reliquia. Todavía lo vamos a tener”.
Eneida Palomec Toledo, de 64 años, quien se denomina “orgullosamente ixtaltepecana”, menciona que fue en la Casa del Pueblo donde estudió la primaria hace más de cincuenta años, pero que fue en sexto grado cuando se terminó de construir la escuela “Margarita”, y entonces se pasaron ahí. “Era la escuela El Centenario, bueno, su nombre real de la escuela es Ignacio Ramírez, pero todos lo conocíamos como El Centenario”.
Estuvo cerrado por un tiempo, luego se le dio mantenimiento y se convirtió en la Casa del Pueblo, donde daban clases de danza, manualidades, como una casa de la cultura. “Me dio mucha tristeza cuando se cayó, pensé que la iban a derribar, ¡Ay noo! Yo no quería que la derribaran porque es un buen recuerdo. Ya después vimos que la estaban apuntalado. Es muy buena idea reconstruirla, porque es un edificio histórico, un centenario. Solamente la casa de mi mamá era el otro centenario, ella compró su casa en 1946, ¡y ya estaba la casa construida!”.
Dice con tristeza: “Todas las casas antiguas que estaban, ya se cayeron, ya no va a haber casas de tejas porque ahorita puro colado. Es un cambio brutal”.
El señor Alejandrino Toledo, de 80 años, comenta que la escuela El Centenario se construyó con la cooperación de todo el pueblo, porque en cada fiesta que se realizaba los invitados daban una contribución voluntaria. “Todos los que hacen fiesta, cooperación, apuntamos su nombre, veinte centavos, treinta centavos para El Centenario, todo lo que se reunía ahí era para ayudar a la escuela, por eso lleva el nombre de El Centenario. Toda la gente cooperó”.
Cuenta que el edificio tenía un águila de barro. Cada vez que se caía, un señor que ya murió la tallaba para volver a colocarla. Destaca que antes no obligaban a ir a la escuela; que a él le preguntaron una vez si iba o no, decidió que no. En el sismo perdió a su esposa y quedó lastimado de la pierna al caerles la casa encima. Pide que, si se va a reconstruir la casa del pueblo, esté bien reforzada, no se vaya a caer.
La señora Guadalupe Toledo Villanueva, de 98 años, nos cuenta que asistió a la escuela El Centenario sólo tres años porque el maestro era muy estricto, golpeaba a los alumnos y eso no le gustaba. Recuerda que algunas veces decía que iba a la escuela, pero no entraba. Dice que la reconstrucción está bien porque “va a tener Ixtaltepec un recuerdo” después de la destrucción dejada por el sismo.
La emisión conmemorativa de los veinte años del Museo de la Filatelia de Oaxaca es una serie compuesta por dos estampillas postales, en cuyas imágenes se muestran cuatro espacios representativos del museo.
En la primera se combinan dos imágenes, una de ellas corresponde a la fachada del MUFI, espacio dedicado a la conservación, exhibición y difusión del coleccionismo filatélico, inaugurado el 9 de julio de 1998. La imagen muestra la entrada principal, recordemos que el MUFI está conformado por dos predios en la calle Reforma y que al interior se comunican entre sí, por lo que hacemos referencia al predio marcado con el número 504. Destaca además un buzón de Correos de México y la entrada que conduce a la Sala de Exploración, una sala de exposición permanente. Por medio de un mapa, esta sala muestra una gran variedad de emisiones postales procedentes de los 192 países que, actualmente, mantienen vigente el servicio postal y son miembros de la Unión Postal Universal. Al fondo de la imagen, después del espacio de recepción de los visitantes, se distinguen dos buzones y una parte del buzón que corresponde al Servicio Urbano de Correos de México, aún activo para el envío de correspondencia a cargo del Servicio Postal Mexicano.
La segunda imagen es una fotografía tomada desde el patio del espejo de agua con vista al puente de madera que conduce al patio principal. Es el último patio del MUFI, el cual está rodeado por las salas de exposición Sala Arte y Filatelia, Filatelia Beisbolera, Sala Bicentenario, el Club Filatélico y las oficinas del museo. Es uno de los espacios favoritos de los visitantes, pues el ángulo es ideal para capturar fascinantes imágenes del MUFI. Al lado derecho de estas imágenes, se muestra un buzón intervenido por el artista Adán Paredes.
Al fondo de las imágenes y el buzón, se distinguen fragmentos de cancelaciones. Del lado izquierdo, el detalle Ysac corresponde a la cancelación de la cubierta de una carta prefilatélica dirigida a Isac González, del Comercio de Tlaxiaco, remitida desde Oaxaca por Juan Ignacio Aguirreurreta, fechada el 11 de septiembre de 1832. Detrás del buzón se muestra el detalle de las cancelaciones de la cubierta en una carta dirigida al Señor Administrador General de Rentas, franqueada y certificada en la ciudad de Monclova con fecha de salida del 25 de enero de 1865. La cancelación comparte el espacio con la segunda estampilla, de tal modo que, al mantener unida la serie en forma horizontal, el diseño permite leer el fragmento manuscrito con la abreviatura “Señor Administrador y la cancelación Monclov[a], enero, [Administració]n Subalt[erna de Renta]s de M[onclova]”. Del lado derecho de la imagen del buzón intervenido por Adán Paredes, continúa el detalle de la cancelación referida, tal cual aparece en la cubierta de la carta, con el sello incompleto de Correos.
En la segunda estampilla se muestra otra perspectiva del patio antes mencionado, característico por el par de cactáceas y el espejo de agua, que en conjunto hacen del MUFI un lugar encantador. Aquí resalta la Sala Arte y Filatelia, uno de los cactus y el espejo de agua. La segunda imagen corresponde a dos gabinetes de la Bóveda Filatélica, relevantes por resguardar el Penny Black, primer timbre del mundo, y la colección de Cartas de Frida Kahlo, correspondencia que mantuvo con el Dr. Leo Eloesser. A un costado se muestra el buzón intervenido por el artista Pedro Friedeberg.
El fragmento de las cancelaciones que se muestran en el extremo superior derecho son las que corresponden al Certificado en la ciudad de Monclova (salió el 25 de enero de 1865). Es pertinente mencionar que el sello del 20 aniversario del MUFI fue colocado justo en el lugar de la fecha de esta cancelación. Al fondo del buzón intervenido por Pedro Friedeberg se aprecia la cancelación de Franqueo sobre una emisión de 1864, con el diseño de Águila del Imperio de ocho reales, emitida durante el Segundo Imperio encabezado por Maximiliano de Habsburgo.
Cabe mencionar que los buzones son obras realizadas en 2014 para la exposición Cajas de palabras, un proyecto en colaboración con Talleres Comunitarios Zegache A.C., en el que veinte artistas contemporáneos intervinieron veinte buzones de madera elaborados por artesanos de Santa Ana Zegache, Oaxaca. Cada artista plasmó no solo su estilo, sino una interpretación de la configuración del objeto y los distintos mensajes depositados de manera efímera, de aquellas cartas que reposan necesariamente para continuar el viaje de las palabras a través del correo. Hoy son piezas significativas, entre muchas otras que son parte del gran acervo del MUFI.
Los detalles de las cancelaciones que figuran al fondo corresponden a dos piezas postales, una prefilatélica de la colección Cancelaciones en el estado de Oaxaca del filatelista Marcus Winter, y la otra, filatélica, de la colección del filatelista Enrique Trigueros Legarreta.
Entre otros elementos de la estampilla observamos la inscripción Correos de México colocada en diagonal, iniciando del ángulo inferior izquierdo hacia arriba, y la inscripción al pie de imprenta en forma vertical, partiendo del ángulo inferior derecho hacia arriba. El pie de imprenta está compuesto por el apellido del diseñador VIVEK, las siglas T.I.E.V. (Talleres de Impresión de Estampillas y Valores) y el año 2018.
En el extremo superior izquierdo observamos el valor facial de $7.00. Al centro, la inscripción Museo de la Filatelia de Oaxaca y, en el extremo superior derecho, el sello del vigésimo aniversario.
La planilla consta de cincuenta timbres distribuidos intencionalmente para realizar el corte de las series de manera vertical u horizontal.
Las estampillas tienen una medida de 24 x 40 mm. Para su impresión se utilizaron las tintas cian, magenta, amarillo, negro y tinta de seguridad.
El Sobre de Primer Día de emisión reúne las cuatro imágenes a color del par de estampillas, mismas que están adheridas al sobre en el ángulo superior derecho, presentando un corte vertical. Sobre éstas destaca el matasellos en rojo con la inscripción “Servicio Postal Mexicano Museo de la Filatelia de Oaxaca 20 años Primer Día de Emisión”.
El nombre del MUFI abarca un espacio considerable del sobre, acentuando la significativa imagen del cactus ubicado en el patio del espejo de agua, y con una tipografía de menor tamaño, observamos la leyenda Primer día de Emisión en el extremo inferior derecho.
Con motivo del vigésimo aniversario del Museo de Filatelia de Oaxaca, el pasado jueves 30 agosto se realizó la presentación del catálogo Arquitectura y Arqueología 1950-1976, y la cancelación del primer día de emisión del timbre postal 20 años MUFI.
La presentación del catálogo corrió a cargo de la invitada especial Fernanda Tapia, quien destacó la importancia de los elementos filatélicos al considerarlos como la evidencia de nuestros acontecimientos más relevantes en la historia, desde actos sociales importantes a nivel mundial como las olimpiadas, hasta fragmentos del pasado plasmados en zonas arqueológicas como La venta, ubicada en Tabasco.
El catálogo Arquitectura y Arqueología 1950 -1976. Primera serie filatélica moderna en México, es un breve estudio arqueológico, etnográfico, arquitectónico e histórico, que nos da un recorrido por la época prehispánica y la arquitectura colonial y moderna del país.
Al término de la presentación, Eduardo Barajas Mendoza expresó su agradecimiento a todos los invitados y seguidores de este gran proyecto llamado MUFI, y dio inicio a la ceremonia de cancelación del primer día de emisión del timbre postal 20 años MUFI.
Invitados especiales como el presidente vitalicio del Museo de Filatelia, Alfredo Harp Helú, la Dra. María Isabel Grañén Porrúa, Enrique Trigueros, Adán Paredes, y autoridades del Servicio Postal Mexicano fueron testigos para la cancelación del timbre postal que conmemora a este gran museo, único en su tipo en México.
El timbre postal, así como el catalogo presentando, se encuentran a la venta en la tienda del MUFI.
Sí, otra vez soy yo, María Isabel. Escribo esta carta porque hoy me hubiera gustado invitarte a comer y platicarte tantas cosas que han sucedido. Sí, claro, por supuesto tendría listo un buen whisky, no lo olvido, aunque, claro, también podría ofrecerte un mezcal. Quisiera volver a escuchar nuevamente esas aventuras fabulosas que solías contar con una gracia inigualable, eras un Sherezado que nos tenías maravillados cuando nos describías escenas deslumbrantes con imágenes elocuentes y cargadas de poesía. Boquiabiertos ante el mundo zapoteco y huave, nos transportabas después por las calles de la ciudad de México, a tus encuentros con José Vasconcelos y Antonieta Rivas Mercado, saboreábamos también tus desayunos en el Sanborns de los Azulejos o la deliciosa comida del Istmo que nos describías. Nos hechizabas con tus palabras, eran un canto de humor e ingenio.
Pues bien, don Andrés, hoy celebramos los 15 años de la apertura al público de tu biblioteca, el gran tesoro acumulado durante tu vida, ese que te inspiró y se hizo parte de ti. Gracias, Andrés porque tu decisión fue acertada, tus libros han fortalecido a las nuevas generaciones de poetas, escritores, lingüístas, historiadores y bibliotecarios de Oaxaca. No son páginas cerradas, son veneros de que nutren el alma.
Sí, en esta hermosa casa que recorriste con un beso pintado en la mejilla el día de la inauguración, han sucedido eventos increíbles. Todas las semanas tenemos cursos, conferencias, conciertos y exposiciones, nos reúne la palabra, el arte y la cultura, celebramos la poesía, la gráfica, la caricatura, la música la historia, el pasado y el futuro.
Recuerdo muy bien cómo forjamos aquél sueño, fue un domingo que te pregunté: “¿Qué vas hacer con tu biblioteca?…” Convencido me contestaste: “Quiero donarla al pueblo de México, pero no sé cómo”. Entonces respondí: “Confía en mí, don Andrés”. Como si en el libro del destino estuvieta escrito, aceptaste. Cibeles y tus nietos estuvieron de acuerdo de que la familia Harp Grañén se encargara del asunto. Sin esperar las grandes ayudas que jamás llegaron, nos pusimos a trabajar. Y para lograr el anhelo, supe desde el primer momento quién era la persona indicada para echar andar los motores. Hablé con Freddy Aguilar y jamás le pregunté, sólo le dije: “Te necesito, urge que hagamos el inventario de la biblioteca de don Andrés Henestrosa. Empecemos por la de su despacho en la calle de Motolonía en el centro histórico de la Ciudad de México. La parte más sustanciosa está en su casa y también tendremos que ir a su casa de Tlacochahuaya”. Freddy se subió en el tren sin pensarlo dos veces y, cada vez que nos veíamos, me contaba de los avances y de una cantidad de anécdotas dignas de la biblioteca de don Andrés. Freddy logró meter más de cuarenta mil ejemplares en cajas y guardó cientos de historias en su corazón.
Mientras tanto, el Ayuntamiento de la ciudad de Oaxaca puso a disposición una bellísima casa ubicada en la esquina de la calles Porfirio Díaz y Morelos, que requería ser restaurada. La Fundación Alfredo Harp Helú asumió el 50% de la inversión y la operación completa del proyecto. En siete meses, logramos dejar lista la planta baja, con todo y libreros.
El Servicio Panamericano de Protección se encargó de trasladar gratuitamente las cajas del Distrito Federal a la ciudad de Oaxaca. Un trailer blindado de 30 toneladas se estacionó frente a la Casa de la Ciudad, la calle de Porfirio Díaz estaba bloqueada al paso por otros dos camiones de seguridad bancaria. Los policías armados bajaron de sus vehículos, la gente pasaba asombrada, preguntaban “¿qué pasa?…, ¿qué traen?…”, pues algo increíble: libros. Se abrieron las puertas del camión, vimos las 630 cajas flejadas que llenaban el trailer hasta el tope. El personal del Servicio Panamericano me comentó: “Nosotros acostumbramos a transportar valores, billetes y monedas, pero estos libros representan un valor mayor”. Así fue, el entusiasmo se contagiaba, era cierto, entendimos tu mensaje, Andrés: “Yo he querido que esta riqueza quede en la ciudad de Oaxaca, a la que pertenece por ser yo nativo de este ilustre estado, que tantos hombres distinguidos ha dado a México y entre los que se encuentran modelos que quise emular, a sabiendas de que me enfrentaba con enormes dificultades para alcanzarla. Un sueño, el penúltimo que tengo, que deseo ver realizado”.
El anhelo se cumplió justamente el día de tu cumpleaños 97. Organizamos una gran fiesta llena de color y alegría. No sé de dónde salieron tantas paisanas tuyas del Istmo, como siempre, llegaron bellísimas con sus trajes despampanantes de flores, sus joyas y su boca pintada de grana. Te abrazaban, te besaban y una de ellas dejó la huella de sus labios en tu mejilla, era como un trofeo, caminabas erguido, pleno en medio de un jardín de mujeres hermosas. Recorriste los pasillos satisfecho. Así lo hiciste notar en las palabras inaugurales.
Pues bien, don Andrés, han pasado 15 años y tu biblioteca ha sido un lugar de encuentros para la reflexión y el arte en Oaxaca. Seguiremos cuidando de ella en manos de Freddy Aguilar que ha sabido reproducir muy bien las semillas aquí depositadas y que ahora florecen también en las Bibliotecas Infantiles de la Fundación Harp. Por ello, este día de celebración, en el que han venido tantas “quincañeras” y amigos, es merecedor hacer un reconocimiento a un hombre que ha entregado su vida a los libros, siempre dispuesto a ayudar de la manera más respetuosa a las bibliotecas y a los lectores de los lugares más apartados. Ese ángel guardián y discreto se llama Freddy Aguilar para quien pido un fuerte aplauso.
Muestra los resultados de los alumnos que participaron en el ‘Laboratorio Sensorial Fotográfico’, impartido por las fotógrafas Tania Rubiños y Alejandra Ortega de Laboratorio Visual, durante el mes de agosto en la Casa de la Ciudad
Oaxaca,Oax.- El lunes 3 de diciembre a las 18:00 horas, Casa de la Ciudad inaugura la exposición fotográfica ‘Límites urbanos para la diversidad funcional’.
Esta es una exposición fotográfica que muestra los resultados de los alumnos que participaron en el Laboratorio Sensorial Fotográfico, impartido por las fotógrafas Tania Rubiños y Alejandra Ortega de Laboratorio Visual, durante el mes de agosto en la Casa de la Ciudad.
Las fotografías se obtuvieron a través de ejercicios donde los participantes del taller, mediante la privación temporal de la vista y parte de la motricidad, dispararon la cámara en el momento en que se hicieron conscientes de los obstáculos que se presentan en el diseño urbano durante su recorrido en algunas calles de la Ciudad de Oaxaca, y que percibieron como aquellos límites que las personas con diversidad funcional, viven día a día.
En el mundo contemporáneo, la fotografía desempeña un papel clave. Su relación con la idea de una reproducción fiel a la realidad, le asigna un carácter documental y la presenta como la herramienta por antonomasia para ilustrar los acontecimientos de la vida social. Uno de los temas que atañen a la sociedad oaxaqueña, es el diseño de la arquitectura urbana, su funcionalidad y los límites con los que se encuentran personas con discapacidad visual, discapacidad motriz, tercera edad, embarazadas, lesionados temporales, etc.
La inauguración de esta exposición se llevará a cabo en el patio principal de la Casa de la Ciudad (Porfirio Díaz 115, Centro) con una charla de inauguración a las 18:00 horas. La entrada es libre.
Roberto Osuna, Giovanny Gallegos y Víctor Arano regresaron a las instalaciones donde iniciaron el sueño de llegar a las Ligas Mayores
Oaxaca, Oax.- Con la presencia de tres ligamayoristas egresados y parte del equipo campeón mundial sub-23, la Academia de Béisbol Alfredo Harp Helú inició los festejos de su décimo aniversario.
Como el día de su inauguración, las instalaciones de San Bartolo Coyotepec volvieron a recibir al mundo de la pelota. Roberto Osuna, Giovanny Gallegos y Víctor Arano regresaron a las instalaciones donde iniciaron el sueño de llegar a las Ligas Mayores.
Niños y niñas de la Liga Monte Albán, jóvenes que actualmente participan en el curso de invierno y jugadores de Guerreros de Oaxaca y Diablos Rojos del México que preparan la Liga Instruccional, escucharon con atención las palabras de anfitriones e invitados de honor.
El C.P. Alfredo Harp explicó la razón de construir una academia que puede competir con las mejores del mundo. “Debí hacerla desde que llegué al beisbol, en 1994. Visitamos instalaciones de otros países y tomamos las mejores ideas para implementarlas cuando nos autorizaron utilizar el terreno. No queremos competir con nadie, todas las academias son buenas. Deseo que muchos mexicanos puedan llegar a Grandes Ligas”.
Roberto Osuna, primer egresado que llegó a las Ligas Mayores, explicó la importancia de la Academia en su carrera. “Cuando llegué a Estados Unidos tenía mucho más conocimiento de la forma de comportarme y hacer buen uso de las instalaciones. Aquí también aprendí el respeto que debo tener hacia mis coaches. La convivencia con estrellas de otra épocas fue muy bonito”.
Aunque su paso fue de únicamente dos meses, el lanzador sonorense de los Cardenales, Giovanny Gallegos, recordó el día de su llegada. “Ahorita que pasé por la puerta, me vino a la mente el día que entré la primera vez. Estaba convencido de que aquí iba a hacer realidad mi sueño. Por eso quiero aprovechar para decirle a los niños que nos acompañan, que persigan lo que más desean. Yo vengo desde abajo y es necesario que sepan que no se necesita ser de estrato social alto para llegar a donde se lo propongan”.
Víctor Arano, serpentinero de los Filis, destacó que su paso por la Academia Alfredo Harp Helú confirmó que el buen acondicionamiento físico podía hacer la diferencia. “ Siempre me ha gustado preprarme muy bien. Aprendí que se debe entrenar mucho más fuerte de lo que te piden. Esa es la clave para sorprender a los encargados de pasar los reportes al equipo grande. También me enseñaron a valorar cada consejo, los instructores saben lo que hacen”,
Carlos Morales, Oziel Flores, Esteban Bloch y Víctor Buelna recibieron un reconocimiento por su desempeño durante el campeonato mundial obtenido en Colombia hace unas semanas. De igual forma, el entrenador Enrique “Che” Reyes aprovechó para destacar las habilidades de sus jugadores, quienes, dijo, deben llevarse todo el mérito de un título tan importante.
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