LAS ANDANZAS CULTURALES DE LOS PROSPECTOS DE LA ACADEMIA

La Academia de Béisbol Alfredo Harp Helú y el programa Seguimos Leyendo organizaron diversas actividades complementarias a las literarias que buscan fomentar en los jóvenes el gusto por la vida cultural de Oaxaca. Para los 35 prospectos de nuestro Curso de Invierno ha sido una grata experiencia de convivencia entre ellos y con el personal directivo-técnico. Ha significado salir de lo deportivo y lo competitivo para encontrarse como amigos y compañeros de ruta turística.

Los jóvenes atletas responden de manera positiva y con un entusiasmo que celebramos. Han manifestado sentirse muy contentos al descubrir una Oaxaca que no esperaban. Algunos de ellos han estado varios años en la Academia, y no se habían dado la oportunidad de apreciar la cultura y los rincones de Oaxaca.

Cada sede en donde se han realizado actividades resultó significativa para ellos. Wendy Gil, coordinadora del programa Seguimos Leyendo, los acercaba de manera previa al próximo lugar de visita con lecturas escogidas para tal fin. Así fue como los jóvenes deportistas descubrieron el Museo Textil de Oaxaca, Santa María del Tule por la ciclovía, la Biblioteca BS Xochimilco, la Cruz de Piedra y Santo Domingo, entre otros espacios culturales.

Los directivos de ambos programas conocen la importancia y la necesidad de tejer el deporte, la lectura y las experiencias vivenciales con el mosaico de posibilidades estéticas y culturales que Oaxaca propicia. Si bien la prioridad del proyecto de la Academia es el deporte (béisbol), y la de Seguimos Leyendo es la literatura, el andamiaje construido una vez a la semana hace posible un modelo de educación integral. Presentamos algunos testimonios de los prospectos:

Me ha parecido algo nuevo e interesante, no he visto lo mismo y ya le encuentro más sentido a la lectura, eso cambia. Está bien salir a aprender cosas de Oaxaca.
José Ignacio Cervantes

Nos dio un gran aprendizaje conocer un poco más de cultura de Oaxaca, las salidas han sido interesantes.
Jonathan Rico

Se me hace muy importante ya que vamos conociendo más sobre la lectura y partes de Oaxaca, la verdad quisiera que siguieran haciendo esto para aprender más.
Hendrick Briones

RESTAURACIÓN DEL TEATRO MACEDONIO ALCALÁ

La Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca se sumó a las labores de restauración que se realizaron en el Teatro Macedonio Alcalá, recinto que resultó dañado con los sismos del pasado mes de septiembre. A decir de Esteban San Juan, director de este espacio, el teatro soportó los embates de los sismos que afectaron a gran parte de las comunidades debido a que la buena cimentación evitó daños mayores. Sin embargo, sufrió el desprendimiento de plafones, perillas ornamentales de cantera, y la formación de grietas en muros laterales e internos.

Para la reparación de los daños, la FAHHO propuso el trabajo de los estructuristas de la empresa Colinas de Buen, la cual destaca en el país por las obras realizadas en espacios como el Auditorio Nacional, el Museo Nacional de Antropología, la Catedral Metropolitana e infinidad de edificios patrimoniales.

Aunque la estructura del teatro resistió, sus puertas se cerraron para evitar que artistas y público en general estuvieran en riesgo, pero después de poco más de tres meses de trabajo, el pasado diciembre se levantó el telón para presentar El Cascanueces, a cargo del Ballet Ruso de Vorónezh.

Con la reapertura del teatro se recupera un edificio emblemático, patrimonio de los oaxaqueños, y se devuelven los recuerdos de todos aquellos que han disfrutado de los eventos que, durante todo el año y desde su inauguración, se programan para disfrute del público.

Además del apoyo brindado por la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, la Asociación Civil Amigos del Teatro Macedonio Alcalá, así como la Secretaría de Cultura federal y la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca gestionaron recursos que permitieron la restauración y el mantenimiento general del teatro.

Para el arquitecto San Juan este inmueble de la época del porfiriato, ideado por el ingeniero Rodolfo Franco Larráinzar, es un ejemplo de arquitectura para todos.

ÁRBOLES QUE FLORECEN


Una familia Tehuana, 1905-1923. Hugo Brehme.

Con la introducción de la máquina de coser en la segunda mitad del siglo XIX, y el auge en la disponibilidad de manta industrial e hilos mercerizados, algunas comunidades indígenas abandonaron, parcial o totalmente, el telar de cintura. La mecanización de la indumentaria fue más notable en sus huipiles, blusas y camisas para hombres, mientras que prendas como enredos y gabanes continuaron elaborándose en el telar de cintura. Estas innovaciones representan un paso más en la globalización de la herencia textil de cada comunidad. Desde el inicio de la civilización mesoamericana, el arte estuvo ligado al intercambio de productos en el mercado, pero en el siglo pasado hubo una explosión en la disponibilidad de productos globales en zonas rurales (por ejemplo, plásticos, cemento, celulares, etc.). A su vez, esta apropiación de productos mercantiles representa una dependencia cada vez menor en las materias primas, tintes naturales, productos y técnicas de producción ancestrales.

En cuanto a la presencia de la máquina de coser en Oaxaca, un agente de ventas de Singer reportó una venta de 410 máquinas en 1888, durante un periodo de 18 meses y un inventario de 350 máquinas adicionales (Beatty, 2015), a pesar de que el Estado no contaba con la presencia fija de un agente de ventas y la comunicación entre Oaxaca y las oficinas centrales en México podía tomar meses en 1887 (de la Cruz-Fernández, 2013). En algunas piezas de Yalálag, el Istmo y Huautla de Jiménez, ingresadas a Francia entre 1890-1892 (actualmente resguardadas en el Museo del Quai Branly), ya se aprecian costuras hechas a máquina (Hector Meneses, comunicación personal). Esto significa que algunas comunidades rápidamente adquirieron máquinas de coser, probablemente por medio de contratos de alquiler (Beatty 2015 y de la Cruz-Fernández, 2013) y las aprovecharon para elaborar la costura de su indumentaria.

Actualmente, el uso de la máquina para la realización de bordados ha alcanzado una gran diversidad de estilos. Desde el punto de vista tradicionalista, estos cambios, y las prendas que resultan, representan un arte textil “menos auténtico” que conlleva la connotación de ser “menos indígena” y “con menos unicidad”. Materias primas que antes se podían cultivar en los patios de las casas o que se compraban o intercambiaban en los mercados locales de una comunidad vecina, se convirtieron en productos procesados y comprados siguiendo una larga cadena de distribución y compraventa que desvinculaba el origen de la manufactura final. Aunque el mismo proceso de sustitución ocurrió con los hilos de la mayoría de las prendas tejidas en el telar de cintura durante el siglo XX en toda Mesoamérica. El hecho de incorporar una máquina en el proceso de producción (hoy en día —en ciertos casos— máquinas programadas con computadoras), pareciera disminuir el “aura” del arte textil mesoamericano, para retomar un concepto de Walter Benjamin. Gracias a la facilidad para la adquisición de hilos y telas industriales y a partir de la eficiencia que brinda la máquina de coser, los tiempos de producción bajaron, provocando una depreciación en los precios de las prendas. En ciertos casos, este factor ayudó a abrir mercados externos y a competir en ellos, particularmente en el mercado turístico, lo que a su vez contribuyó a borrar la línea entre objeto etnográfico de la indumentaria indígena y mercancía. Es interesante reflexionar que en ninguna de estas piezas es posible saber con certeza el origen de las materias primas empleadas (tal como ocurre con cualquier camisa comercial que se encuentra actualmente en las tiendas departamentales). Al no ser una técnica de manufactura tradicionalmente asociada al contexto local/regional y aunado a la creciente visibilidad de los textiles mesoamericanos en los mercados internacionales, así como a la apropiación de materiales y técnicas disponibles globalmente, estas prendas se vuelven sumamente susceptibles de ser plagiadas, como le sucedió a la blusa de Tlahuitoltepec en los años 2009, 2014 y 2016.

La máquina de coser reta nuestros conceptos dogmáticos y anticuados en torno a las características y la naturaleza del arte textil indígena, como la incorporación de cualquier novedad tecnológica en las artes (pintura fotografía, concierto-mp3, teatro-cine, etc.). Sin embargo, no hay que relegar estas culturas dinámicas a meras expresiones anacrónicas. Pensamos que las piezas que mostramos en esta exposición son ejemplos de la rica diversidad de las culturas indígenas: culturas modernas e indudablemente auténticas y que reflejan la continuidad natural de su realidad local. Al mismo tiempo, estas prendas también son ejemplos limítrofes dado que, aunque adoptan un proceso mecánico, siguen siendo piezas únicas. Es decir, no son infinitamente reproducibles por medio de procesos técnicos, puesto que cada una requiere de una mano de obra individual. Aun así, esta muestra nos hace preguntarnos: ¿qué pasará con estas herencias y propiedades intelectuales colectivas cuando pasen totalmente a procesos industriales o, inclusive, digitales? Hay diversos ejemplos en el mundo que nos indican que este proceso no es uniforme ni lineal, desde la impresión masiva de diseños istmeños sobre lonas de plástico al creciente canon de cine de arte elaborado por y para pueblos indígenas, o bien, el arte callejero indígena. En términos de las artes textiles indígenas habrá comunidades que buscarán conservar sus viejas y nuevas expresiones al abrigo de los modos de producción locales/regionales. Habrá comunidades que seguirán produciendo textiles dentro de los lineamientos de su herencia, pero apropiándose de las herramientas y materiales que presenta la globalización, y habrá comunidades que se lancen totalmente hacia las tecnologías más actualizadas para crear su arte textil en una plétora de formas y medios. Todas son expresiones válidas, independientemente de las tecnologías y materias primas que empleen, de que sean únicas o eternamente reproducibles. El “aura” del arte textil indígena siempre será algo que nos seguirá sorprendiendo con su adaptabilidad e inagotable creatividad.

2a CARAVANA LITERARIA A LA COSTA 2017

Yo soy el amor, ¡yo soy el más gigante!
Juan Gedovius

El clima lluvioso nos concedió una tregua, permitiendo que 22 lectores voluntarios del programa Seguimos Leyendo de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, con apoyo del municipio de Santiago Pinotepa Nacional, viajáramos en la Caravana Literaria a la Costa 2017, en particular a nuestra Costa Negra. Junto con los lectores voluntarios iban nuestros queridos coordinadores, quienes, no perdiendo la costumbre, llevaban cargando sus maletas con libros para prestárnoslos. Y también se unía a nosotros una persona muy especial: Juan Gedovius, ilustrador mexicano, autor de más de 70 libros. Con cuántas anécdotas volveríamos, cuánta alegría encontraríamos para nutrir nuestro corazón con todo lo otorgado y, principalmente, con todo lo recibido. Durante dos días, más de seiscientos niños lectores-escuchas se congregaron en escuelas, casas de la cultura y canchas municipales de tres localidades: Cerro la esperanza, Mancuernas y la propia Pinotepa de Don Luis. Niños deseosos de escucharnos leer, animosos por integrarse a alguna de las actividades complementarias propuestas: pintar, elaborar un ave de papel y volarla, hacer experimentos, etcétera.

Supimos que siguen existiendo mecenas que nos brindaron alimentación y hospedaje, porque están convencidos de que la lectura es una forma de enriquecer la vida de la niñez, así como decenas de padres de familia comprometidos que no sólo llevaron a sus hijos, sino que también se integraron con curiosidad a las lecturas y actividades. ¡Un fin de semana que valió la dedicación y el tiempo invertidos! Escuchamos a la Banda de Música de la Casa de la Cultura de Pinotepa de Don Luis, interpretando la chilena de rigor: Pinotepa, mientras nuestros corazones latían al unísono con la melodía. Algunos inclusive nos animamos a bailar, contagiados por esa viveza costeña. Juan Gedovius se integró de manera natural con nosotros, ya que también asistió como voluntario.

Es sorprendente ver su calidad humana, su espontaneidad, esa calidez al dedicar su atención plena a lo que queríamos compartirle, mostrando con su mirada que su mente y su corazón estaban atentos a nuestras palabras, con esa apertura para que conociéramos su vida, sus procesos creativos, sus vínculos con otros artistas, sus viajes por el mundo y, por supuesto, los vastos conocimientos musicales que posee al ser músico de profesión. Pero sobre todo, nos permitió conocer su gran alma de niño, divertida y genuina. Gracias a Juan Gedovius, ahora sabemos que el amor puede presentarse ante nosotros como un enorme monstruo verde de ojos tímidos, igual que en su obra El más gigante. Y gracias a nuestros niños costeños, también confirmamos que el amor se hace presente en sus rostros, al vernos llegar con nuestra caravana de libros. Gedovius nos sorprendió convirtiendo a un numeroso grupo de niños “espectadores” en un monstruo que hacía retumbar la tierra con sus pasos y hacía vibrar nuestro corazón con sus risas. Aprendimos de todos, de nuestros compañeros y amigos lectores voluntarios. Aprendimos que existen tantas formas de leer o narrar un cuento como lectores voluntarios había; que nuestras habilidades y experiencias de vida nutren a nuestro yo lector. En fin, fueron dos días de inmenso gozo por la oportunidad de compartir con otros nuestra pasión por la lectura, y más cuando se trata de llevarla a nuestros niños oaxaqueños. Gracias por todo lo vivido, nos vemos pronto porque nosotros… ¡Seguimos leyendo!

LOS AHUEHUETES

Los ahuehuetes son árboles también conocidos como sabinos. El nombre ahuehuete viene del náhuatl y significa ‘viejo del agua’. El nombre de sabino fue puesto por los españoles cuando llegaron al territorio que ahora conocemos como México. Todos los seres vivos del planeta recibimos un nombre científico que nos identifica. En el caso de los ahuehuetes es Taxodium mucronatum. Pertenecen a la familia botánica Taxodiaceae. Los ahuehuetes son parte integrante de una comunidad vegetal conocida como bosques de galería. Estos bosques crecen a los lados de los ríos y en arroyos y lagunas, es decir que necesitan mucha agua para poder desarrollarse en toda su plenitud. Se encuentran distribuidos en 28 de los 32 estados de la república mexicana. Los ahuehuetes están ligados a la historia de México por distintos aspectos.

Por citar dos de ellos podemos mencionar en primer lugar que, bajo la sombra de un majestuoso ahuehuete, la noche del 30 de junio de 1520 el conquistador Hernán Cortés lloró la derrota sufrida ante el ejército que defendía Tenochtitlán, por ello este árbol fue conocido como “el árbol de la noche triste”. El segundo hecho que los liga a nuestra historia es que, mediante un concurso convocado para festejar el centenario de nuestra independencia, fue nombrado como el árbol nacional. Los ahuehuetes pueden llegar a vivir miles de años. El ejemplar vivo más viejo que se conoce es el de Santa María del Tule, al que se le ha estimado una edad de más de 2 000 años. Le seguía en longevidad el ahuehuete de Atlixco, Puebla. Este árbol fue conocido y documentado por el explorador alemán Alexander Von Humboldt durante el recorrido que hizo por nuestro país en 1804. Por desgracia este ahuehuete ya murió y sólo nos queda de él la documentación bibliográfica. Después de ellos, podemos ubicar en longevidad al ahuehuete localizado en la Antigua Estación de Ferrocarril de Oaxaca (actualmente Museo Infantil de Oaxaca) que, según algunas fuentes bibliográficas, pudiera tener 1400 años. La edad que tiene este árbol lo convierte en el ser vivo más viejo de la ciudad de Oaxaca.

El conocimiento de este dato nos confiere a todos los habitantes de la ciudad de Oaxaca la gran responsabilidad de emprender medidas que permitan garantizar la conservación de este ahuehuete, que podemos considerar el “ahuelito” de los oaxaqueños. Es uno de los 33 árboles notables decretados en el estado por su porte y belleza, y por formar parte de las tradiciones del lugar donde se encuentra. Como parte del programa Acciones de Conservación del Ahuehuete de la Antigua Estación del Ferrocarril, que emprenden las autoridades correspondientes, se desempeñan diversas labores para la preservación, protección y monitoreo de este árbol notable. Entre otras actividades, el Museo Infantil de Oaxaca organizó el Primer Coloquio Forestal: Los Ahuehuetes en Oaxaca cuya misión es muy sencilla: hacer conciencia en la preservación de los “árboles viejos del agua”.

TALLER DE TRADUCCIÓN DE LITERATURA A LENGUAS

MONTERREY XYËË’ÄN

Alfonso Reyes

Timy jantsy ëjts n’anä’äny: ku ëjts ijty nmujtsk’aty
xpaye’epy ëjts ijty yë Xëë’än.
Ëjxki’py ëjts ijty xpatity

tam mutsk uku’nkë’n;

kutseets jëts tuta’aky, ta’ejxnäjxpë’m jëts pu’ts: amä’äy amu’uky yë Xëë’än mutsk anä’äjk ttaxypayo’oyy.

Jaxem jayäm tajä’ tnëpujtnaxy, nmëpäjtkëjxp y’äjëtity.
Te’n ëjts nnatsjäw ku ey juunety paajt jä’äy tyapapo’oyy.

Kumjapom jatëkoojk jamtëm ja’ ëjts xjamyëët’aty kutseets jëts tuta’aky,

ta’ejxnäjxpë’m jëts pu’ts: amä’äy amu’uky yë Xëë’än mutsk anä’äjk ttaxypayo’oyy.

(Ku te’n mayo kajaa jyantsy’any ëjts ojts täjk n’akkajxta’aky:
ëjts, mutsk mixy, jä’äy npapeepy jëts ëjts ijty xpanëjkxp Xëë’än.)

Aktsujxk iky ijty ja tsäjp;
jantsy të’kxp tsëmämp ëjts ja ntëjk. ¡Jantsy maynaxy ja Xëë’aju’tk tyëjktëk ëjts nweenjotp!

Mejyë’n nkëpäjkjetpy njäw, ey mää ëjts njanijkxy,
ey te’n kajaa tyimynëmä’äy, ¡Kajaa ëjts ja Xëë’än nmëje’mtsy’ooky!

¡Jënë’n ëjts te’n yë’ këëjk n’akpiky n’ak’any
yë Xëë’än tam nëëjë’n tyapuum mëët ëjts yë’ ejtp, nimää yë’ kyatany! Ku ëjts ojts nmutsk’aty

nimää ja ap kyamata’aky, jäjtäkp ijty ejtp ja Xëë’än.
AkXëë’än ijty yë tëjkween,

Aktëjkween ijty yë tëjk’ää.
Ku ijty ja tëjk xtanäxt
Akxëë’aju’tk ijty jayeen timyye’etyëp. Jëts jam xojkëjxp tyimyteety jënpäjkë’n ja tsäjptsuuky,
jëts ja käm jam jënyoo’ë’n
akxon pyajkxtë’ëtsy.

Jëts yë juyuujk pavo real
Xëë’än tam myuku’uk ja’. Jëts ja joon nayte’ntëm tyepyëjkn
ku tu’uk’oojk tu’uk’oojk wyä’äjki’iky.

Nëwä’äts ëjts ja Xëë’an ijty x’aktany jëts te’n ëjts nnëkëjxp nyakëx’ootsy,

kutseets jëts tuta’aky, ta’ejxnäjxpë’m jëts pu’ts: amä’äy amu’uky yë Xëë’än mutsk anä’äjk ttaxypayo’oyy.

Ku ëjts ojts ntëkäm ntso’nn
nkapy ëjts ja ntäjk, nwitsy ëjts ja nxuumy,
te’n ëjts ojts ja n’änmëjä’än n’anëëjm: —¡Kajaa Xëë’än këëjk xmëët!—

Meeny jënkääpë’n yë’ —kantem yë’ kyakixy: nijuun yë’ kyakukëx— ey ëjts jënë’n n’aktiny.
Kajaanaxy ëjts Xëë’än këëjk nmëët tëëts yoo Xëë’än xtimykuxn.

Ku ëjts ojts nmutsk’aty
nimää ja ap kyamata’aky, jäjtäkp ijty ejtp ja Xëë’än.

Traducción al mixe de Ayutla.
Tomado de Reyes, Alfonso, Obras completas, t. X, México, FCE, 1959.

PAGO DE IMPUESTOS EN ESPECIE

El programa de pago en especie inicia en 1957, tras una iniciativa presentada por el pintor David Alfaro Siqueiros, quien solicitó al director del Impuesto sobre la Renta (Hugo B. Margáin) la opción de pagar los impuestos donando obras de arte de su propia autoría. A esta iniciativa se sumaron artistas como Diego Rivera y Rufino Tamayo. Años después, el 21 de enero de 1994, el Gobierno federal publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto que condona y exime el pago de contribuciones federales en el estado de Chiapas a artistas plásticos, con motivo del levantamiento zapatista ocurrido el 1 de enero de 1994, a efecto de coadyuvar a la recuperación económica de los contribuyentes.

Habiendo sido olvidada esta alternativa, tras sesenta años de presentada la primera iniciativa y con los fines de “apoyo”, en agosto de 2017 el Servicio de Administración Tributaria y el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (FONART) han relanzado esta “facilidad” para el pago de contribuciones federales ampliada a todo el país para personas físicas con actividad en artes plásticas; so pretexto de reconocer a los Grandes Maestros del Arte Popular Mexicano, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en coordinación con FONART, invita a los artesanos a contribuir con el pago de impuestos que les resulte por el ejercicio fiscal pagando con las obras que produzcan, de acuerdo a la cantidad de piezas terminadas durante un año. Los artistas interesados en realizar su contribución de esta manera, podrán presentar en cualquier oficina del Servicio de Administración Tributaria la solicitud para inicio de operación de pago en especie, que se declarará en los meses de enero, febrero y marzo después de terminado el año fiscal del cual se trate, y permanecerán tributando mediante esta forma hasta que den aviso de lo contrario.

En cuanto a los pagos provisionales, quedarán relevados de esta obligación hasta el año del calendario en el cual presenten por escrito que se abandona la opción de pago en especie. Las personas morales que adquieran obras de los contribuyentes que tributen en esta modalidad, no efectuarán retenciones del impuesto sobre la renta. Por su parte, los artistas deberán comunicar por escrito que el pago del impuesto sobre la renta y al valor agregado a su cargo, lo hacen con obras de su producción.*

Ésta es una alternativa para los artesanos que, además de elaborar las piezas que ya de por sí generan para venta, puedan producir otras más para Hacienda. La opción no parece ser viable para aquellos que tarden mucho tiempo en elaborar una pieza o que participen en concursos y solamente tengan oportunidad de terminar una o dos piezas en todo un año. Lo mejor de esta iniciativa es que el gobierno hace un esfuerzo para reconocer a los maestros artesanos al nivel de grandes artistas plásticos.

* Fuente: DOF, 31/10/1994, segunda sección, artículo séptimo, decreto SHCP.

¡QUE VIVA LA SIEMPREVIVA!

En San Antonino Castillo Velasco vive la familia Raymundo, integrada por tres talentosas mujeres portadoras de la hermosa tradición de la siempreviva o flor inmortal. Aunque esta manifestación artesanal resulta muy escasa, la familia Raymundo destaca por el gran amor y entrega que tienen para realizar y conservar su tradición, además de la alta calidad de sus piezas, ganadoras de diferentes reconocimientos. Comenzando por la siembra, pasando a la cosecha, el proceso de secado, hasta llegar a la parte artística con el pintado de anilina y posteriormente la realización de la figura con un armazón de carrizo para recubrir con la misma flor, resulta ser un trabajo bastante detallado y prolongado, que implica un gran esfuerzo, pero que sin duda alguna brinda resultados extraordinarios y una satisfacción única para sus creadoras.

Las piezas que realizan son muy variadas, por lo general se elaboran figuras de santos o vírgenes para los convites o calendas, aunque también dejan volar su imaginación, haciendo gala de grandiosas habilidades al crear, cada una con su toque personal, distintas figuras tridimensionales que son todo un deleite a la vista y al corazón. Buscando honrar y reconocer el trabajo de esta gran familia portadora de una bella tradición, el Centro Cultural San Pablo, en coordinación con Andares del Arte Popular, expone durante el mes de febrero en la Capilla del Rosario una pequeña muestra del gran trabajo de estas mujeres que, con su talento, corazón y entrega, mantienen vida a la siempreviva.

ARTESANÍA, DISEÑO Y SUS ANDARES

En Andares del Arte Popular hemos descubierto la pasión que muchas personas sienten por las piezas, las texturas y colores que los artesanos crean, y cómo estas piezas pueden conjugarse con espacios contemporáneos y ser utilizadas para crear ambientes, dotar de espíritu y personalidad a los hogares, oficinas, corredores, etc. Esa imagen se repite en muchos escenarios de nuestro estado. En cada cocina, sala o corredor sentimos la necesidad de que nuestros espacios estén llenos de elementos que nos familiaricen o nos transporten. Cada elemento en las casas oaxaqueñas, independientemente del lugar específico, tiene justificaciones culturales muy arraigadas, razones muy concretas de ser. Una pichancha de barro, por ejemplo, es para nosotros una herramienta de cocina para lavar el maíz en el proceso para convertirla en masa, pero esta misma pieza se convierte, en otros espacios, en centro de mesa, pieza decorativa de algún pasillo o algún rinconcito donde la encuentran tan valiosa que no se cree que pueda ser utensilio de cocina. Entendemos que fuera de las comunidades es complicado que las piezas tengan la misma utilidad, pero es muy importante mantener viva la técnica y poder llevarla a todos los espacios posibles. Creemos en los valores de las piezas, pero creemos más en la capacidad y en las técnicas que los artesanos utilizan y que han mantenido vivas durante cientos de años.

Al cruzar nuestras fronteras, hay muchas personas que se ven atraídas por lo que en nuestro país se crea, pero muchas veces no encuentran maneras de tenerlo. Formas complicadas, dimensiones extraordinarias, peso excesivo, incluso colores no aptos para sus espacios hacen que muchos posibles compradores decidan no adquirirlos.

En Andares del Arte Popular presentamos estrategias que nos ayudan a llevar esas piezas tradicionales a nuevos espacios, metodologías que buscan desmenuzar las técnicas para entenderlas; utilizar materia prima de mejor calidad para optimizar los acabados. Nuestro objetivo es acompañar el proceso creativo de los artesanos para idear nuevas piezas o incluso realizar ejercicios como reducciones o abstracciones que busquen mantener la esencia de las piezas para llevarlas a nuevos diseños y ambientes. Intentamos ser cuidadosos, respetar el contexto histórico, compartir con los compradores las razones e intenciones, hacerlos conscientes de que las piezas que los acompañarán tienen valores más fuertes que los decorativos. Buscamos apoyar a los artesanos para hacer más fácil la comercialización de sus productos, mirar nuevos horizontes y espacios donde pueda brillar su trabajo, porque creemos en la pasión por lo que hacen.

LA CIUDAD ES CASA DE TODOS

La Casa de la Ciudad ha impulsado desde el año 2015, en colaboración con la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión, un espacio radiofónico permanente para analizar y difundir temas relacionados con el origen, desarrollo y conservación de nuestras ciudades. Este espacio se articula en formato de cápsulas informativas y un programa producidos por la Casa de la Ciudad y transmitidos por Global 96.9 ARO FM dentro de la zona metropolitana de Oaxaca, y Oaxaqueña Radio ARO FM, en todo el estado. Voces de la Ciudad es un segmento de radio que da voz a los ciudadanos a través de un compendio de frases y opiniones de habitantes de distintas edades, barrios y colonias, alrededor de una pregunta sobre su ciudad.

Ciudad en Palabras transmite en noventa segundos información de divulgación objetiva para jóvenes y adultos sobre temáticas relacionadas con el fenómeno urbano. Ciudad Abierta es un programa de treinta minutos con entrevistas a personajes destacados. Bajo el lema “La ciudad es casa de todos” presenta a la audiencia iniciativas de organizaciones sociales, gobiernos, activistas, investigadores, instituciones académicas, entre otros, que trabajan por mejorar nuestro entorno urbano hacia uno más humano, sustentable, inclusivo y resiliente. Dentro de sus objetivos está ser un foro constante de análisis y diálogo colectivo acerca de los retos que enfrentan actualmente las ciudades y sus posibles alternativas de solución. La ciudad de Oaxaca se convierte en la caja de resonancia para estas iniciativas.

También busca dar a conocer a un público diverso temas relacionados con el urbanismo como movilidad, espacio público, territorio, medio ambiente, sostenibilidad, diseño social y participativo, arte y cultura, así como difundir los proyectos y actividades de la Casa de la Ciudad. Este 2018 el programa radiofónico de Casa de la Ciudad cumple tres años, y los más de 50 programas pueden ser escuchados en nuestro canal de Youtube: Casa de la Ciudad.

125 AÑOS DEL FERROCARRIL EN OAXACA

2017 fue el año en el que se marcó la celebración de los 125 años del ferrocarril en Oaxaca. Para suerte del Museo Infantil de Oaxaca, muchos de los extrabajadores de la antigua estación del Ferrocarril Mexicano del Sur aún mantienen un vínculo y cercanía con el espacio. Esto permitió realizar una serie de actividades en colaboración con ellos y traer de vuelta los recuerdos de aquellas salidas en tren, sus despedidas o bienvenidas, de los documentos generados día a día y de las memorias que hacen que en este espacio se respire la nostalgia por escuchar la campana para la salida de un nuevo viaje.

Por iniciativa de la comunidad ferrocarrilera, se realizó la exposición 125 años del ferrocarril en Oaxaca, resultado de una estrecha colaboración con diferentes instituciones que han estado presentes en esta nueva etapa del museo: la Asociación Amigos del Ferrocarril Mexicano del Sur, la Coordinación de Archivos Civiles y Eclesiásticos de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (CACE-FAHHO), el Sindicato de los Trabajadores de Ferrocarriles de México Sección XXII y los mismos exferrocarrileros.

El MIO, al ser un museo dirigido al público infantil, sugirió contar desde otra perspectiva la llegada de este medio de transporte, así surgió el mural realizado por el artista y caricaturista oaxaqueño Darío Castillejos. El mural describe, con singular trazo, la historia del ferrocarril, desde sus vagones tirados por mulitas, que existieron a finales del siglo XIX en Oaxaca, pasando por las locomotoras de vapor que estuvieron vigentes desde 1892 hasta 1952 y las locomotoras de diésel que fueron las últimas que transitaron por las vías de la línea E (nombre que recibió la división de Oaxaca a Puebla). Otro proyecto presentado en esta exposición es la serie de entrevistas que se realizan a extrabajadores de la antigua estación. Su objetivo es el rescate oral de los testimonios de los trabajadores de la estación: jefes de estación, maquinistas, motoristas, jefes de vías, jefes de taller, telegrafistas, oficinistas, garroteros y limpiadores de carros. Se exhibió una muestra del trabajo de rescate documental del Ferrocarril Mexicano del Sur desarrollado por la CACE-FAHHO, quienes desde principios de año iniciaron los trabajos de rescate y clasificación del acervo documental de la estación: libros, boletos, ordenes de tren, telegramas o reportes que se encontraban en condiciones poco apropiadas y en eminente peligro. Otra sección de la exposición corresponde a la colección Kane, conformada por una selección de fotografías tomadas en los años cuarenta por un periodista estadunidense en su paso por la línea E, cuando aún estaban en función las locomotoras de vapor. El espacio interactivo de la exposición lo conforman una prensa copiadora usada en las mismas oficinas del ferrocarril y un pequeño cabús que nos invita a realizar un viaje por la historia de las vías y recordar a grandes personajes que hicieron posible la llegada del tren a Oaxaca como Porfirio Díaz, Benito Juárez, Matías Romero y Manuel R. Palacios.

En torno a la exposición 125 años del ferrocarril en Oaxaca se realizaron diversas actividades como el homenaje a Jesús García “el Héroe de Nacozari”, el 7 de noviembre, Día de los Ferrocarrileros en México, una cancelación especial, dos talleres de telégrafos para niños y adultos, proyecciones, visitas guiadas dramatizadas, una intervención musical con imágenes del último tren que viajaba de la estación de Oaxaca a Cuicatlán en el año 2004, la presentación al público del trabajo realizado por la CACE-FAHHO y una charla con especialistas de la historia del Ferrocarril Mexicano del Sur.

LIENZO DE AYAUTLA: SE CIERRA UN CICLO, INICIA OTRO

En días pasados, personal de la BIJC participó en las actividades académicas del 10.º aniversario del Bachillerato Integral Comunitario de San Bartolomé Ayautla, en la Sierra Mazateca. Cumplió, además, un compromiso contraído con la comunidad al entregar réplicas del Lienzo de Ayautla, un documento colonial recuperado para el pueblo de Oaxaca gracias a los esfuerzos conjuntos de la FAHHO y la Secretaría de Cultura federal. Los bibliotecarios Gabriela García García y Juan Vázquez compartieron sus investigaciones sobre el calendario agrícola y ceremonial mazateco ante un público atento a cada detalle que seguramente conocía algunos aspectos, pero no una sistematización tan minuciosa. Demián Ortiz charló sobre las funciones e importancia de los museos comunitarios, pues el Bachillerato tiene mucho interés en desarrollar uno. La parte culminante giró en torno al Lienzo de Ayautla, un documento fechado en 1677 en el que se representa el linaje gobernante prehispánico dentro del territorio de Ayautla.

Sebastián van Doesburg platicó sobre las circunstancias que rodearon su recuperación, y las gestiones que se hicieron para que éste regresara a Oaxaca. Después de décadas de estar en manos de particulares ha sido donado al Archivo Histórico de Oaxaca, pero el ciclo de recuperación sólo estaría completo cuando el documento fuera conocido por la comunidad, y por ello, entregamos no una, sino tres copias, casi a tamaño real: la primera para el municipio, otra para las autoridades de Bienes Comunales y Ejidales, y la última para el bachillerato, la cual seguramente se integrará al museo cuando esté terminado. Había mucha emoción y curiosidad por ver el antiguo documento, la gente se tomó fotos y lo miró con atención durante largo rato.

Aún estaba por venir lo mejor, pues al día siguiente regresamos a revisar las réplicas con personas de edad avanzada de la comunidad, con la esperanza de averiguar si persistían vestigios físicos o al menos recuerdos sobre un sitio muy especial representado en el lienzo: el lugar de origen de los gobernantes prehispánicos. Gracias a los puentes lingüísticos que los presentes lograron crear entre el náhuatl empleado en el documento, traducido al español por Michael Swanton, y de ahí al mazateco que tiene gran vitalidad en Ayautla —clave para la identificación de los sitios—, en menos de una hora caminábamos al lado de un muro centenario formado por grandes bloques de piedra, en medio de la frondosa vegetación, hasta llegar a los manantiales, todos ellos elementos representados en el lienzo. Ahora los emocionados éramos nosotros, y más cuando nuestros acompañantes compartieron relatos de la tradición oral que también tienen relación con las imágenes del documento. Se abrieron así nuevas rutas para la interpretación del lienzo, lo que sin duda enriquecerá el conocimiento sobre la historia de la región Mazateca, en un nuevo ciclo de colaboración con la comunidad que promete ser sumamente enriquecedor para todos.

RESTAURAN MURAL DE RODOLFO MORALES CON EL APOYO DE LA FAHHO

Mercado de Ocotlán, el mural que Rodolfo Morales (1925-2001) pintó en la Sala de Cabildos del Palacio Municipal de su pueblo natal, Ocotlán de Morelos, se encuentra en un proceso de restauración al que se sumó la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca con la aportación de 500 000 pesos, que se han destinado para reparar los daños que la obra ha sufrido con el paso del tiempo. El mural que el oaxaqueño realizó en dos etapas —la primera entre 1953 y 1956, la segunda entre 1978 y 1980—, actualmente es intervenido por especialistas del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble del Instituto Nacional de Bellas Artes. Durante cuatro meses, los especialistas se dedicarán a asesorar y realizar trabajos que incluyan la limpieza, consolidación, reintegración volumétrica y reintegración cromática de la obra; así como labores de carpintería y albañilería en el inmueble que lo resguarda, desde hace más de 30 años, en el corazón de esta comunidad de los Valles Centrales.

Se espera que, al concluir los trabajos, se realice una legislación que permita que el recinto sea catalogado como patrimonio cultural de los oaxaqueños. Esto facilitará su cuidado, pero sobre todo acercará a los visitantes a una de las obras emblemáticas de Rodolfo Morales. Para esta restauración se sumaron los apoyos de Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Fundación Rodolfo Morales, la Secretaría de Cultura, la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca, la Cámara de Diputados y autoridades de esta localidad.

¡PRIMERA LLAMADA! REGRESA CINEMA PETATE

Ha llegado el 2018 y con él toda una nueva programación de exposiciones, conciertos y actividades en el Centro Cultural San Pablo. Una de las favoritas, sin duda alguna, es Cinema Petate, el ciclo de cine que tiene como objetivo acercar al público a los clásicos de la cinematografía internacional, mismos que se han vuelto parte de la cultura popular y han quedado inmortalizados en el tiempo. De este modo, en cada función de Cinema Petate, al punto de las diecinueve horas, el atrio del Centro Cultural San Pablo se vuelve el marco perfecto para las películas clásicas. Los petates de palma, propios del arte popular oaxaqueño, sirven como la butaca ideal para disfrutar de las funciones.

Este año comenzaremos las proyecciones a partir del 14 de febrero, con una función especial para celebrar el Día de San Valentín. Al igual que en años anteriores, las películas serán dirigidas al público en general, buscando propiciar un ambiente de convivencia y disfrute entre nuestros visitantes. Esperemos que estén al pendiente de los distintos títulos a proyectarse, así como de las diferentes fechas de programación de Cinema Petate, para poder contar con su presencia y disfrutar juntos de los clásicos del séptimo arte.

FIBRAS: PROYECTO PARA NIÑOS

Actualmente, al tener todo lo necesario para vivir y la comodidad de comprar comida, vestimenta y bebida no existe una motivación para preguntarnos por el origen o proceso de creación de las mismas. La facilidad de acceso a los bienes ha generado un alejamiento de los entornos naturales. El programa de Educación Ambiental del Museo Infantil es una de las propuestas que busca revertir esta tendencia, principalmente en los niños que nos visitan. Aquí descubrimos ciclos de siembra, cuidados y cosecha de diferentes plantas y técnicas de reciclaje como una forma de acercar a la infancia a nuestro patrimonio natural, reconociendo su valor y promoviendo su cuidado. La colaboración con especialistas en el tema llevó a un contacto con el biólogo Alberto Valenzuela, especialista en las plantas fibrosas y promotor de la fabricación de papel en la comunidad de San Agustín, Etla.

A decir de Alberto Valenzuela “las fibras son los tubos capilares que funcionan como conductores del agua y los nutrientes que necesitan las plantas para vivir. Estas fibras han sido utilizadas por el hombre para la fabricación de ropa, casas, artículos de limpieza y papel. En Oaxaca, la tradición milenaria del uso de la fibras ha decaído, sustituyéndose por fibras sintéticas o importadas”. De aquí que surja la necesidad de rescatar estos materiales, que son infinitamente mejores que los de origen fósil.

El proyecto Fibras incluyó la creación de un vivero, hecho con bambú y corteza de la penca de maguey, en la zona de huertos del museo. Poco a poco ahí se encontrarán los 25 tipos de fibras que se conocen. Se realizarán talleres que les enseñen el origen de las fibras, la forma correcta de extraerlas y cómo darles uso en textiles, cestería, amarres o en la fabricación de papel.

La participación de voluntarios del museo ha sido muy importante. Compartir ideas entre un grupo interdisciplinario, conformado por dos estudiantes de biología, uno de ingeniería forestal y una de artes plásticas permitió que sus conocimientos enriquecieran la propuesta. Además, sirvió para que los voluntarios experimentaran con el uso de fibras, lo cual permitirá compartir tales saberes con los niños en la práctica.

En su etapa inicial, este programa contemplará las charlas sobre fibras sustentables y la importancia de la conservación de la biodiversidad de nuestro estado; también estarán los talleres Macetitas de agave y Plantas fibrosas, con la finalidad de mostrar a los niños el uso real de las fibras como sustituto del plástico u otro material industrial.

TEJIENDO LA ORGANIZACIÓN

BECA DE APOYO A LA CREACIÓN DE TEXILES ARTESANALES DEL DISTRITO DE JAMILTEPEC, OAXACA

La FAHHO realizó, durante los meses de septiembre a noviembre, el taller de Organización Grupal dirigido a doce grupos de artistas textiles de los municipios y comunidades de Pinotepa Nacional, Huazolotitlán, San Juan Colorado, Pinotepa de Don Luis e Ixtayutla. El programa busca fortalecer la creación y fomentar la transmisión de técnicas tradicionales de textiles artesanales a las nuevas generaciones en el distrito de Jamiltepec del estado de Oaxaca. En la primera etapa el Taller de Organización Grupal tuvo como objetivo promover la organización de los grupos que permitan cimentar los procesos de desarrollo, y emplear las técnicas de integración e identificación de las responsabilidades de cada uno de los integrantes con base en sus características para estimular la cohesión comunitaria. Los artistas textiles fueron actores de su proceso en el ejercicio de la convivencia y el diálogo, lo que les permitió fomentar y compartir el hacer con las manos: el textil. Desde el hilado, teñido, tejido, bordado hasta la concientización del cuidado y conservación de los recursos naturales fueron prácticas compartidas en grupo.

Este espacio contribuyó a identificar los intereses, expectativas y la búsqueda de una autonomía frente a las diferentes problemáticas que viven en sus comunidades. En el taller se realizaron dinámicas participativas que permitieron interactuar, coordinar un movimiento y fomentar la idea de que todos tenemos algo que aportar al trabajo común. Se preguntaba: ¿Qué es un grupo?, ¿por qué es importante trabajar en grupo? Se consideraron los antecedentes que existen en las diferentes comunidades, donde sus abuelos y padres vivieron experiencias como pueblo, en donde se toman decisiones en una asamblea, se proyectan trabajos comunitarios, como el tequio, la mano de ayuda y la gueza, entre otros. Auxiliándose de dibujos, los artistas reflejaron el valor del trabajo organizado que está cimentado en la aportación de todos sus integrantes. Se realizaron actividades que permiten a los artistas identificar los recursos necesarios para lograr los objetivos proyectados en una guía o planeación que muestra adónde serán destinados los recursos de la beca como materiales, recursos naturales, personal técnico, capacitaciones, y las aportaciones del grupo en conocimientos, experiencias y habilidades.

Un aspecto esencial es la comunicación. Para estar seguros de lograrla se cuenta con un traductor que facilita el diálogo entre los actores del taller. La lengua originaria, cualquiera que ésta sea, es fundamental para el desarrollo del programa. Es necesario que los artistas manifiesten sus inquietudes, que aporten reflexiones en su propio idioma en torno a su saber y al arte de las manos, y que los facilitadores del taller puedan garantizar la comprensión de las actividades y propuestas. Por eso la traducción es indispensable. Como conclusión, es muy importante entablar primero una relación humana y que exista un diálogo entre los integrantes del grupo y los facilitadores, para que juntos comprendamos las metas a alcanzar dentro del programa, un diálogo que contribuya al bienestar de los interesados e incluso a que ellos sean embajadores de motivación para sus comunidades.

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