Boletín FAHHO No. 22 (Ene-Feb 2018)

LOS AHUEHUETES

Fátima Santana / Rodolfo Alfredo Hernández Rea

Los ahuehuetes son árboles también conocidos como sabinos. El nombre ahuehuete viene del náhuatl y significa ‘viejo del agua’. El nombre de sabino fue puesto por los españoles cuando llegaron al territorio que ahora conocemos como México. Todos los seres vivos del planeta recibimos un nombre científico que nos identifica. En el caso de los ahuehuetes es Taxodium mucronatum. Pertenecen a la familia botánica Taxodiaceae. Los ahuehuetes son parte integrante de una comunidad vegetal conocida como bosques de galería. Estos bosques crecen a los lados de los ríos y en arroyos y lagunas, es decir que necesitan mucha agua para poder desarrollarse en toda su plenitud. Se encuentran distribuidos en 28 de los 32 estados de la república mexicana. Los ahuehuetes están ligados a la historia de México por distintos aspectos.

Por citar dos de ellos podemos mencionar en primer lugar que, bajo la sombra de un majestuoso ahuehuete, la noche del 30 de junio de 1520 el conquistador Hernán Cortés lloró la derrota sufrida ante el ejército que defendía Tenochtitlán, por ello este árbol fue conocido como “el árbol de la noche triste”. El segundo hecho que los liga a nuestra historia es que, mediante un concurso convocado para festejar el centenario de nuestra independencia, fue nombrado como el árbol nacional. Los ahuehuetes pueden llegar a vivir miles de años. El ejemplar vivo más viejo que se conoce es el de Santa María del Tule, al que se le ha estimado una edad de más de 2 000 años. Le seguía en longevidad el ahuehuete de Atlixco, Puebla. Este árbol fue conocido y documentado por el explorador alemán Alexander Von Humboldt durante el recorrido que hizo por nuestro país en 1804. Por desgracia este ahuehuete ya murió y sólo nos queda de él la documentación bibliográfica. Después de ellos, podemos ubicar en longevidad al ahuehuete localizado en la Antigua Estación de Ferrocarril de Oaxaca (actualmente Museo Infantil de Oaxaca) que, según algunas fuentes bibliográficas, pudiera tener 1400 años. La edad que tiene este árbol lo convierte en el ser vivo más viejo de la ciudad de Oaxaca.

El conocimiento de este dato nos confiere a todos los habitantes de la ciudad de Oaxaca la gran responsabilidad de emprender medidas que permitan garantizar la conservación de este ahuehuete, que podemos considerar el “ahuelito” de los oaxaqueños. Es uno de los 33 árboles notables decretados en el estado por su porte y belleza, y por formar parte de las tradiciones del lugar donde se encuentra. Como parte del programa Acciones de Conservación del Ahuehuete de la Antigua Estación del Ferrocarril, que emprenden las autoridades correspondientes, se desempeñan diversas labores para la preservación, protección y monitoreo de este árbol notable. Entre otras actividades, el Museo Infantil de Oaxaca organizó el Primer Coloquio Forestal: Los Ahuehuetes en Oaxaca cuya misión es muy sencilla: hacer conciencia en la preservación de los “árboles viejos del agua”.

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