FAHHO APOYA CAMPAÑA ADOPTA UN HORNO

Desde los sismos registrados en México los días 7, 19 y 23 de septiembre de 2017, la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca se sumó a los proyectos que buscan fortalecer la economía de las comunidades afectadas por tan terribles acontecimientos.

A partir de la entrega de equipo, víveres y lonas acopiados y seleccionados por Guerreros de Oaxaca, y con la ayuda logística de Seguimos Leyendo, integrantes de la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova tuvimos la oportunidad de ir a las zonas afectadas del Istmo, en donde conocimos de primera mano el trabajo del Comité Autonomista Zapoteca Che Gorio Melendré A.C., así como de la Junta Vecinal Guendalisaa A.C. Al platicar y compartir experiencias con ambas asociaciones, llegamos a las mismas conclusiones a partir de lo observado en comunidades zapotecas e ikoots del Istmo de Tehuantepec. Acordamos acompañar a las comunidades del Istmo en su proceso de recuperación; en particular, ser sensibles a las necesidades específicas de cada pueblo y, por sobre todo lo demás, no tratar a los ciudadanos como damnificados, sino como sujetos con derecho a una reconstrucción digna, a una calidad de vida igual o superior a la que poseían antes de los desastres naturales.

Por esta razón, la FAHHO ha decidido caminar junto al Comité Autonomista Zapoteca Che Gorio Melendré A.C. con el proyecto Adopta un Horno. Iniciaremos con la donación de 250 hornos, destinados principalmente a las familias ikoots. La FAHHO reconoce que es una propuesta que apoya y activa varios puntos de la economía regional, que involucra no sólo a las familias que producen totopos, sino también a los productores de comixcales, comales y ollas en Ixtaltepec e, indirectamente, a ladrilleros, albañiles, arquitectos y demás gente involucrada en la reactivación de la economía de la región.

El uso del horno en comunidades zapotecas e ikoots no es el mismo. En San Mateo del Mar, el horno es un poco más pequeño, no se usa como herramienta de producción del totopo, sino como estufa familiar para la alimentación diaria. Los hombres ikoots salen por la madrugada a Kalüy Ndek, la ‘Laguna Superior’, a pescar principalmente lisa y camarón. Por la mañana, al llegar con el producto, las mujeres hornean las lisas y las venden en las ciudades cercanas o en la misma comunidad. Esta actividad económica es uno de los principales sustentos de las familias de los pescadores y el pow, ‘horno de comixcal’, es el corazón de la operación.

Por nuestra parte, nos pusimos en contacto con el colectivo Mapaküjchiüts noik Pow, ‘Dar vida-levantar un horno’, quienes han apoyado con el levantamiento del censo de mujeres afectadas y también ayudarán con la entrega de cada comixcal. Después, cada familia autoconstruirá la base para el horno a partir de los materiales que hay en el área. En San Mateo del Mar se han entregado 37 pow, de un total de 250, y esperamos que conforme se reconstruyan los hornos de los alfareros de Ixtaltepec se puedan entregar más rápidamente a las familias ikoots.

CALENDARIOS ZAPOTECOS: YZA Y BIYEE


Figura 1 El año zapoteco o yza (Archivo General de Indias, México 882, Libro 85a, f. 1405r).

Igual que muchos pueblos en el mundo y en toda la historia, en tiempos prehispánicos y parte del periodo colonial, los mesoamericanos utilizaron varios calendarios. Uno de ellos era una cuenta de 365 días que regulaba la vida pública llamada yza. Afortunadamente, existe un registro de un yza que corresponde a un pueblo cajono de la Sierra zapoteca. Comienza el 23 de febrero de 1695 y termina el 23 de febrero del siguiente año (fig. 1). En este registro observamos que el año zapoteco estaba dividido en 17 periodos de 20 días: uno de 19 días (zachi) y al final un breve periodo de 6 días (quicholla). Como en Mesoamérica no aplicaban el bisiesto, cada 4 años el yza se desfasaba un día en relación con el calendario europeo.

Quiere decir que, mientras en 1696, un año bisiesto, el yza comenzaba el 23 de febrero, en 1697 lo hacía un día antes, el 22 de febrero. Basado en este principio, se ha podido establecer una correlación entre el año europeo y el yza, según el cual el 7 de diciembre de 2017 comenzó un nuevo yza con el día 1 Toohuā. El día después fue 2 Toohuā, el 9 de diciembre fue 3 Toohuā, y así en adelante. Ahora bien, la cuenta de 365 o yza se relacionaba con otra cuenta de carácter adivinatorio llamada biyee. Ésta contenía 260 términos distintos (llamados “posiciones”) que se formaban de la combinación de un ciclo de 13 prefijos ordinales y otro de 20 signos (fig. 2). Cada prefijo tenía un valor o poder adivinatorio (positivo, negativo, neutral, fuerte, débil, etc.), que se combinaba con el valor adivinatorio del signo. Por ejemplo, si el décimo tercer prefijo (yece) se combinaba con el décimo séptimo signo (xoo o temblor) para formar yecexoo (o 13 Temblor), el valor adivinatorio sería “muy buena fortuna” y “muy señorial”, porque este prefijo refuerza mucho el valor del signo. Así, todos los días tienen un valor adivinatorio. Con la información de dos libros adivinatorios, que se encuentran en el Archivo General de Indias en Sevilla, España, sabemos que el 23 agosto de 1691 correspondía a la posición de 5 Temblor, el 21 de enero de 1693 al de 2 Jaguar y el 24 de febrero de 1693 al de 10 Gota.

Con esta correlación, y con la que establecimos entre el año europeo y el yza, hemos podido reconstruir el calendario zapoteco completo. Según esta correlación, el año zapoteco comenzó el 7 de diciembre de 2017 con el día 1 Toohua Bilobia (10 Hierba), mientras que el 1 de enero de 2018 corresponde a 6 Huistao Yoloxoo (9 Temblor).

USO DEL CALENDARIO

Nos complace tener en este número la colaboración de Michel Oudijk, investigador de la UNAM, quien ha impartido diversos talleres para el análisis de documentos en zapoteco colonial en la FAHHO. Con el fin de socializar el conocimiento y propiciar el uso del calendario zapoteco, durante 2018 (Sti Bilobia ‘10 Hierba’) usaremos, en Boletín FAHHO y en la agenda, el calendario zapoteco que propone Oudijk basado en los trabajos de Juan de Córdova, Thomas Smith Stark, Javier Urcid y otros autores y documentos.

Como lo explica Oudijk, la correlación de los calendarios europeos y zapotecos es un tanto complicada porque no coinciden los inicios de año, los meses de uno son de 20 días y los del otro son de 28, 29, 30 o 31 días. El primer día del calendario europeo —1 de enero— no corresponde al primer día del calendario zapoteco, sino al sexto día del segundo mes —6 Huistao— y el 28 de febrero corresponde al 4 día del quinto mes zapoteco —4 Yagqueo—. Por estas diferencias nuestras periodos de aparición bimestrales, serán cuatrimestrales en zapoteco. Enero-febrero corresponden a Huistao-Tzegag-Lohuee-Yagqueo.

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