Boletín FAHHO No. 20 (Sep-Oct 2017)

VIDA MARINA, EN TUS MANOS SU FUTURO Y EL NUESTRO

Mónica Lydia Santana Santoyo

Mi lugar favorito, sin duda, es la playa; ahí disfruto de la increíble vista, la suave brisa que acaricia mi piel tostada por el sol, la rica sensación de la arena en mis pies, el agua de coco fresco que me derrite hasta la relajación, haciéndome olvidar por unos días de mis preocupaciones, deberes y el estrés cotidiano. A partir de mi colección filatélica Vida marina, en tus manos su futuro y el nuestro inicio con una reflexión importante referente al cuidado de nuestros mares.

Al igual que yo, la mayoría de las personas elegimos las playas para vacacionar. La playa es un lugar mágico, sin duda. Hace desaparecer nuestros males al instante, pero alguna vez te has preguntado ¿qué tanto nos da el océano a la humanidad?, piénsalo bien… El coloso dador, como yo lo llamo, nos brinda alimento (gran variedad de mariscos), petróleo (velas, llantas, gasolina, bolsas plásticas, recipientes plásticos, sandalias, tubería para cableado eléctrico, lubricantes, detergentes, pinturas, asfalto etc.), zonas turísticas para nuestro deleite, en pocas palabras: le sacamos bastante provecho a todo lo que nos da. ¿Pero te has puesto a pensar en el daño que le estamos ocasionando a todos los seres que cohabitan en él y a nosotros mismos como humanidad? ¿No?

Permíteme alarmarte un poco: existen sólo en nuestro país más de 500 especies marinas en peligro de extinción, entre ellas varias tortugas marinas y ballenas, debido a la pesca excesiva, el calentamiento global, la contaminación de los océanos con derramamientos de petróleo, desechos tóxicos y basura. Te preguntarás: “¿Y qué culpa tengo yo y cómo me afecta?”. Bueno, la respuesta es muy simple: al vacacionar, muchas personas dejan basura en la playa, bolsas plásticas, popotes, juguetes plásticos olvidados, taparroscas, etc. Al subir la marea, el oleaje se lleva toda esta basura. Las bolsas plásticas son mortales para las tortugas marinas, porque llegan a confundirlas con medusas, su alimento favorito, y mueren asfixiadas al comerlas. Nuestras acciones nos están convirtiendo en su máximo depredador indirecto. Y con todos estos desechos estamos agrandando la llamada Isla de Basura, ubicada en el Océano Pacífico Norte, que mide aproximadamente 1 400 000 km2.

Como consecuencia vamos reduciendo nuestras probabilidades de tener alimento (mariscos) y de tener hermosas playas donde descansar. Al paso al que vamos, nuestros nietos o bisnietos sólo verán videos de nuestros hermosos recuerdos en la playa y las especies extintas en timbres postales, internet o películas.

Hagamos algo por ayudar a nuestro planeta y a nosotros mismos, todos podemos desde casa:


• Cambia tus focos incandescentes por focos ahorradores o de LED, desconecta los aparatos electrónicos y apaga luces que no estés usando para disminuir el calentamiento global y el consumo en tu recibo de luz.
• Cuando vayas a la playa, llévate un bolsa para poner toda la basura que saques y al final tírala en un bote de basura, para tener playas más agradables y así proteger a las especies marinas.
• No arranques corales, porque destruyes el hábitat de varias especies marinas.

Y mi última recomendación: disfruta de tus vacaciones, de nuestras hermosas playas y de nuestro México lindo.

Además de invitarte a reflexionar sobre el cuidado de nuestros mares y medio ambiente, te invito a visitar la exposición filatélica Como pez en el agua y Vida marina, donde se ilustra esta gran problemática con material postal, que va desde timbres postales, etiquetas, enteros postales, entre otros.

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