Unir esfuerzos para que más niños lean
Oaxaca, Oax.- La lectura siempre ha sido una herramienta de cambio social, una oportunidad de crecimiento y de conocimiento que acerca a los lectores a otros mundos y a otros pensamientos. Con estos fines la BS Biblioteca Infantil donó más de 500 libros a Crecemos Dijo, una asociación civil que trabaja para mejorar la calidad de vida de comunidades marginadas.
Hace unos días, Gabriela Torresarpi, directora de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO), y Freddy Aguilar, director de la BS Biblioteca Infantil de Oaxaca, acudieron al Centro de Desarrollo Guadalupe María, ubicado en la colonia Monte Albán en la periferia de esta capital, para reunirse con Socorro del Río, directora de esta asociación, a quien le entregaron cajas con más de 500 libros infantiles que enriquecerán las bibliotecas que existen en este y otros cinco centros más que coordina Crecemos DIJO, tanto en la ciudad como en la región de la Mixteca.
En el encuentro Del Río contó que la asociación que dirige, fundada en 1993, ha crecido tanto que se han creado seis centros de desarrollo, tres en Valles Centrales: en Xoxocotlán, la colonia Monte Albán y en Tlalixtac de Cabrera; y tres más en la región de la Mixteca: en las comunidades de Yodocono, Tilantongo y Nuxaño. En conjunto, estas bibliotecas dan servicio a cerca de 500 niños, niñas y jóvenes oaxaqueños.
En cada uno de los centros se trabaja para educar de manera integral a niños y jóvenes de comunidades marginales a través de programas y actividades que mejoran su calidad de vida y les permitan tener un crecimiento personal.
Desde hace unos meses, Crecemos Dijo y la BS Biblioteca Infantil de Oaxaca comenzaron a trabajar de la mano para impulsar el taller Comer Sano es divertido, en donde se enseña a niños y niñas de 3 a 8 años a comer cosas nutritivas. Además, la relación entre ambas instituciones se reforzó con esta donación de 534 libros que incrementa el acervo bibliográfico de cada una de las bibliotecas que existen en los centros de desarrollo.
Del Río dijo que por fortuna los pequeños y jóvenes que llegan a las bibliotecas hacen uso de los libros que están en los estantes. Explicó que es muy común ver a los más grandes revisar y hojear los libros infantiles porque son más visuales o porque el diseño les llama la atención.
“A los niños les gustan los libros de animales, de dinosaurios o los de Narnia”, expresó Del Río. Agregó que la donación de libros impulsará el trabajo de fomento a la lectura, ya que, desafortunadamente, leer es un hábito que no está desarrollado en las personas. Sin embargo, por fortuna en los centros se implementan talleres de lectura en donde las mamás acuden a leer cuentos a sus hijos. De esta forman han logrado que muchas personas que no leían ahora se acerquen a los libros.
Por otro lado, con el taller de Comer sano es divertido se busca fomentar en los niños y los padres de familia el consumo de alimentos nutritivos para combatir tanto la desnutrición como la obesidad infantiles.