Una celebración de la palabra
La Biblioteca Humana es una experiencia de transmisión cultural que consiste en un encuentro cara a cara entre personas que habitualmente no tendrían oportunidad de conocerse. Sabiendo que “todo el mundo tiene una historia que contar”, presenta la oportunidad de entrar en un tema específico desde muchas aristas. Los lectores “toman en préstamo” durante quince minutos “libros humanos” para escuchar sus relatos y conversar. El objetivo es acercar a las personas, romper estereotipos y prejuicios, valorar las historias que nos habitan y nos construyen. “No juzgar un libro por su cubierta” es la frase que mejor describe al proyecto. Lo único que se necesita es gente dispuesta a contar sus historias y personas que quieran escuchar.
La experiencia nace en el año 2000 en Copenhague, a iniciativa de la ONG Stop the Violence, dentro del Festival de Roskilde, uno de los mayores eventos de verano en Europa. En ese momento había en Dinamarca una enorme confluencia de personas de distintas culturas, religiones y razas, y se extendió en la sociedad danesa una especie de sentimiento de invasión. Para contrarrestar este rechazo al diferente, se le dio forma a la Biblioteca Humana, una plataforma para fomentar el diálogo entre personas que en condiciones normales no hablarían jamás, consiguiendo poner en entredicho ideas preconcebidas, y ayudando a afianzar la cohesión social y la apertura al diálogo.
Seguimos Leyendo celebra 11 fructíferos años de trabajo discreto, constante y constructivo de acceso a la lectura y a horizontes culturales diversos para niños, jóvenes y adultos oaxaqueños. Para conmemorarlo e invitar a un diálogo colectivo, ha celebrado en los últimos tres años Bibliotecas Humanas donde los lectores voluntarios se convierten en libros abiertos. En las tres ediciones han contado a cientos de personas, íntimamente, de qué manera leer para otros ha enriquecido sus vidas. Quienes se acercan conocen aspectos íntimos del trabajo que se realiza, las motivaciones y experiencias personales de quienes llevan esta labor a los espacios.
No sólo es una manera de difundir y celebrar el trabajo de la FAHHO y de Seguimos Leyendo, sino que se abre una oportunidad de reflexionar en voz alta, con personas distintas, sobre las aristas de la labor de los lectores voluntarios. De compartir los matices de una experiencia que se lleva a cabo en la intimidad de las aulas, centros de salud, casas-hogar y otros espacios en donde florece esta iniciativa. Es también, un homenaje a los lectores que semana con semana se benefician y crecen de la mano de los promotores.