Un cuarto de siglo aportando a la literatura filatélica, el género epistolar y el mail art
Las publicaciones del Mufi son un testimonio de los proyectos expositivos en los que se ha contado con la colaboración de filatelistas, curadores, investigadores, diseñadores, artecorreistas, artistas, escritores y nuevos talentos; instituciones y espacios culturales que han sumado esfuerzos para apoyar la difusión de la literatura filatélica, el género epistolar y el mail art, favoreciendo la divulgación cultural.
Los catálogos de exposición atesoran la memoria de las extraordinarias compilaciones de filatelia clásica y temática que se han formado con piezas del acervo Mufi, o de aquellas que fueron organizadas por filatelistas cuyas colecciones han sido galardonadas en exposiciones nacionales e internacionales, y no menos importantes son las obras de entusiastas artistas que combinan el arte con la filatelia.
El viaje de la carta no podría encontrar mejor espacio que las páginas de un libro, gracias a la literatura infantil, para ser explicado con bellas ilustraciones y llegar a pequeños lectores de las nuevas generaciones, para quienes la carta pareciera un medio de comunicación tan antiguo, como si fuese una variante del pergamino, sin saber que en la era digital aún es posible el intercambio epistolar y que no requiere de nuevas versiones o convertir los formatos para acceder al mensaje. Escribir una carta, enviarla, o bien, recibirla, leerla y conservarla por mucho tiempo, podría inspirar a alguien para crear una historia y plasmarla en un libro.
Estamos contentos por celebrar un cuarto de siglo en el que el Mufi ha adquirido experiencia en la producción editorial al generar más de 70 publicaciones como resultado de proyectos colaborativos y propios. Algunas han sido reconocidas en exposiciones nacionales e internacionales dentro de la categoría de Literatura Filatélica. Entusiasmados por el trabajo realizado, continuaremos compartiendo nuestras publicaciones, ya sea en formato impreso o digital, para llegar a nuevos lectores y, desde luego, dejar la huella de uno de los espacios culturales preferidos: el Mufi.