Testimonios sobre el templo de San Pablo Güilá
Los documentos del archivo de la agencia municipal de San Pablo Güilá, que ahora están disponibles para su consulta, proporcionan algunos datos interesantes sobre la construcción de su templo. Un expediente de 16491 enlista entre las obligaciones del nuevo fiscal, cuidar de la limpieza y el adorno de la iglesia. Es probable que existiera un establecimiento de materiales perecederos, construido desde los primeros años de la evangelización, a donde llegaban los frailes dominicos cuando realizaban sus visitas desde el convento de San Juan Teitipac.
Por otro documento sabemos que en 17192 se realizó un contrato donde fray Manuel de Soto, religioso de la orden de nuestro padre Agustín, y Francisco de Oxeda, maestro albañil “y veedor del arte en toda forma” se comprometieron a: “[…] hacer la iglesia del pueblo de San Pablo Güilá lo que le falta de albañilería con dos torres y tres puertas en el cuerpo de la iglesia y las puertas de madera, para dichas puertas con clavazón, llaves, aldabas, veletas para las torres […] siguiéndose a la obra que está comenzada […]”. Así tenemos el testimonio acerca de una obra de mampostería que estaba inconclusa, a la que faltaba añadir estribos detrás del presbiterio y aún se planeaba el cuerpo de la iglesia de cañón con el coro de madera y ventanas. El pueblo debía pagar mil trescientos pesos, dar comida, bebida y toda la madera necesaria a los oficiales, diez peones todos los días y todo lo necesario cuando se requiriera. La obra estaba proyectada para durar dos años.
Este documento está firmado por el bachiller don Antonio Quero, cura beneficiado del partido de Mitla, lo cual indica que las jurisdicciones eclesiásticas habían cambiado con la secularización de las parroquias. El templo de San Pablo Güilá ahora dependía de un clero secular.
Al finalizar el contrato de 1719 para la construcción de la iglesia, se elaboró otro documento el 20 de marzo de 1721 entre los alcaldes, regidores, alguaciles mayores y principales de la república de indios y Francisco de Oxeda, maestro de arquitectura de la ciudad de Oaxaca, para convenir el siguiente trabajo: “[…] hacerles una iglesia de cincuenta y cinco varas de largo, y diez de ancho, como está principiada con un cimborrio y crucero, y seis ventanas, dos sacristías de cañón, y el cuerpo de dicha iglesia de cañón, con tres ventanas en cada lado, el coro de bóveda, con una ventana ochavada, sus dos torres, y portada […]”.3 El maestro se comprometía a entregar la iglesia acabada, blanqueada y enladrillada en cinco años.
En 17244 las autoridades de San Pablo Güilá presentaron una petición en la Real Audiencia para que fueran exceptuados del pago de los tributos por un tiempo de cinco años, debido a que un terremoto había derrumbado la mitad de la iglesia y la otra amenazaba con quedar en ruinas. Ahí no podían celebrar la misa ni colocar el santísimo sacramento, pero tampoco podían repararla porque habían perdido sus cosechas. La Contaduría General de Tributos concedió a los naturales una reducción de los tributos por el tiempo de tres años.
La construcción de la iglesia debió tener aún más complicaciones, porque en 17535 los alcaldes, regidores y naturales del pueblo de San Pablo Güilá de la doctrina de San Pablo Mitla pedían el cumplimiento de los acuerdos anteriores. De hecho, en 1726 la iglesia ya debía haberse entregado, pero no se lograría ni en otros muchos años posteriores. Por lo que solicitaban la entrega de la obra acabada o, en dado caso, obligar al maestro a la realización de su compromiso, pues ya le habían pagado más de lo acordado originalmente y en 26 años no había terminado.
Al parecer las obras continuaron, porque se conserva un documento de 1757 en el archivo del templo con las cuentas de los pagos realizados por los oficiales de la república de Güilá al maestro albañil Santiago de Ojeda,6 quizá relacionado con el maestro contratado inicialmente.
La organización de los archivos de la agencia municipal y del templo de San Pablo Güilá dio como resultado el inventario de los documentos, cuya difusión permitirá a cualquier interesado acceder a la información que, a su vez, hará posible reconstruir otras historias que enriquecerán el conocimiento del pasado de esta comunidad localizada en los Valles Centrales.
1 AAMSPG, Sección Gobierno, Serie Culto y templos, 1649.
2 AAMSPG, Sección Gobierno, Serie Culto y templos, 1719.
3 AAMSPG, Sección Gobierno, Serie Culto y templos, 1721.
4 AAMSPG, Sección Gobierno, Serie Culto y templos, 1724.
5 AAMSPG, Sección Gobierno, Serie Culto y templos, 1721.
6 ATSPG, Sección Disciplinar, Serie Fábrica, 1757-1760.