Taller de innovación para jóvenes artesanos
Durante los últimos seis meses desarrollamos un taller que benefició a los artesanos ganadores de un lugar o mención en el concurso que cada dos años celebra la fundación Friends of Oaxacan Folk Art, dirigido a jóvenes artesanos menores de 30 años.
El taller tenía dos objetivos principales: primero, ofrecer herramientas creativas para el desarrollo de nuevos productos, y segundo, propiciar en los jóvenes la innovación dentro de su tradición artesanal. Es decir, fomentar el cuestionamiento sobre sus materiales y procesos, sobre la utilidad de sus productos, y conducir la búsqueda de nuevas posibilidades que pudieran materializarse para visualizar nuevos horizontes y sumarlos a sus propias técnicas. Fueron seis módulos en un lapso de seis meses que abarcaron: la terminología del diseño –consideramos que puede ser de ayuda para mejorar la comunicación con diseñadores con los que seguramente colaborarán en el futuro–; ejercicios que detonaban ideas para crear una serie de piezas que formarían una colección que para ellos representara un reto al crear algo que no hubieran desarrollado antes–; trabajar con un material diferente al de su técnica tradicional y hablar con otros artesanos para buscar colores y texturas que convivieran con las suyas.
Estos ejercicios moldearon los proyectos de los jóvenes creadores, quienes aprendieron nueva información sobre color, tendencias, principios de diseño, innovación, empaque, branding y relaciones con sus clientes, hasta cerrar su proyecto personal para compartirlo con sus compañeros y recibir retroalimentación de ellos.
Como ejemplo tenemos el caso de Esperanza Martínez, una joven creadora de San Pedro Cajonos que comparte con su familia la tradición de criar gusanos de seda. Ella se especializa en trabajar con los capullos para elaborar joyería teñida con tintes naturales y ensamblada con plata e hilos de seda. Durante el taller elaboró tres piezas de seda con aplicaciones de piel. Su proyectó resultó muy interesante porque le abrió posibilidades no solamente para explorar un material nuevo, sino para cuestionarse cómo la seda trabaja con otras texturas y aprender técnicas nuevas.
Las herramientas e información brindada a los jóvenes se suman a su proceso creativo. Fue un ejercicio que se debe alimentar de nuevas perspectivas y nuevas ideas que los ayudarán a tener mejores referencias para solucionar retos. El principal logro del taller fue contar con muchos casos de reflexión y experimentación para crear nuevos e innovadores productos.