Boletín FAHHO No. 12 (May-Jun 2016)

SUEÑOS DE ARCOS, LABORES Y LLOVIZNA

Hector Meneses

A pocos meses de cumplir 90 años de edad, don Evaristo Borboa Casas continúa entrelazando sus dedos y su corazón con los finos hilos del rebozo de jaspe. De pie, con un extremo del telar de otate sujeto a su cintura y el otro, a una viga de madera en su habitación, aprieta la trama del tejido con fuerza y cadencia. Su profundo amor a la labor que ha realizado durante los últimos 83 años es la fuente de donde brotan suaves rebozos que se escabullen a través de un anillo. Don Evaristo menciona que muchas veces ha soñado cómo va a lograr los diseños y colores de un rebozo. Estas visiones se conjugan con su talento y su pasión por el trabajo. El temple que demuestra al usar una navaja para romper los atados diminutos tras el teñido del jaspe, la fuerza que emplea para quebrar el almidón de las madejas y la paciencia a la que recurre para acomodar cada hilo en el telar conforman parte esencial de la vida que don Evaristo otorga a cada rebozo. La fórmula es sencilla cuando la menciona un artista como él: “Hay que echarle ganas, tener amor al trabajo y mirar siempre hacia adelante, con voluntad de hacer bien las cosas”.

El Museo Textil de Oaxaca se honra en presentar este reconocimiento a la trayectoria de don Evaristo Borboa, quien se ha mantenido firme en el telar de cintura con el fin de preservar y enriquecer la tradición del rebozo en su natal Tenancingo.

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