Boletín FAHHO No. 13 (Jul-Ago 2016)

SEGURIDAD ALIMENTARIA EN EL AÑO INTERNACIONAL DE LAS LEGUMBRES 2016

Rosario Isabel Gabriel López

En su 68.o periodo de sesiones, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el año 2016, “Año Internacional de las Legumbres”. Con esta iniciativa se propone sensibilizar a la opinión pública sobre las ventajas nutricionales de las legumbres como parte de una producción de alimentos sostenible encaminada a lograr la seguridad alimentaria y la nutrición. Este año brindará la oportunidad única de fomentar conexiones a lo largo de toda la cadena alimentaria para aprovechar mejor las proteínas derivadas de estos granos, incrementar su producción mundial , utilizar de manera más apropiada la rotación de cultivos y hacer frente a los retos que existen en el comercio de las mismas.

Para saber más a qué se refiere esto, retomaremos el concepto. Se denomina legumbre (del latín legumen) a la semilla contenida en las plantas de la familia de Leguminosas. Entre las legumbres más conocidas se encuentran: haba, frijol, chícharo, garbanzo, ejote, cacahuate y soya. Las legumbres se pueden considerar alimentos nutricionalmente recomendables por su composición en proteínas, hidratos de carbono, lípidos, fibra, minerales y vitaminas. La importancia de las leguminosas en la alimentación humana se debe básicamente a su elevado contenido de aminoácidos en el grano de algunas especies, lo cual convierte esta familia en la principal fuente de proteína vegetal para la mayor parte de herbívoros y omnívoros y, entre estos últimos, para el hombre.

Las leguminosas han constituido una milenaria fuente básica en la alimentación humana, consumiéndose en múltiples formas, en fresco o como granos secos. Esta última característica les confiere ventajas para cocinarlos en diferentes formas y su larga vida útil para almacenarlos: los frijoles, las lentejas, habas, chícharos, y garbanzos secos se pueden almacenar durante meses sin perder su valor nutritivo.

Por tanto, suponen un componente importante para la seguridad alimentaria en los países en desarrollo, a la vez que las legumbres son también un elemento popular y asequible en la despensa y la cocina en hogares de todo el mundo. De hecho, el gusto delicioso y a la vez sutil de las legumbres cocidas complementa una amplia gama de cocinas y de sabores.

En los Valles Centrales de Oaxaca existen un sinfín de especies de legumbres criollas, nativas o endémicas que enriquecen la agrobiodiversidad y que contribuyen a la mejora alimenticia, sumando así una alternativa que contribuye a la seguridad alimentaria.

Por todo esto, en los Huertos Orgánicos que promueve la FAHHO integramos, junto a la producción de hortalizas, la de legumbres, ya que además de sus propiedades nutricionales también nos ayudan a conservar la fertilidad de los suelos, a fijar el nitrógeno atmosférico, transformándolo en modo asimilable por las plantas. Es decir, de manera natural fertilizan los suelos, por lo que se consideran un cultivo altamente ecológico. Finalmente, hemos visto que estos cultivos han contribuido en la ingesta de dietas saludables para combatir la desnutrición.

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