RIUS NUESTRO DE CADA DÍA
Cada año, el equipo que prepara la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO) señala como necesario incluir actividades que promuevan la permanencia y difusión del objeto libro, así como el acercamiento a la literatura de la mano de otras manifestaciones artísticas o del conocimiento.
Así, durante el otoño diversos museos y centros culturales de la ciudad se tornan sedes que albergan la programación de la edición en turno apoyando con ello la generación de una sinergia con otras voces, aquellas con las que la FILO encuentra una correlación para lograr uno de sus objetivos: ser un proyecto de fomento lector integral que impulse el diálogo, la reflexión, y la colaboración, para la construcción de un entorno social plural e incluyente. La edición 37 de la FILO —que tuvo como tema principal las nociones Frontera y Migración—, no fue la excepción. Encontró en el Museo de Filatelia de Oaxaca la voz que desde otro lugar impulsa la pertinencia de homenajear a un individuo que describió acertadamente la idiosincrasia mexicana, generó valiosas aportaciones a la literatura, a la tradición filatelista y además, cercano a ambas organizaciones: Eduardo Humberto del Río García, conocido por todos como Rius.
Por tanto, MUFI y FILO celebran la existencia del caricaturista mexicano, brindamos un homenaje póstumo a la labor creativa y crítica realizada con su trabajo a través de la exposición Rius Nuestro de Cada Día, la cual se forma con una selección de dibujos y originales mecánicos de 17 libros que el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT) tiene bajo resguardo desde 2016, año en que Rius donó a la UNAM las maquetas originales de 53 de sus libros clásicos.
La revisión de la página web del monero y su reciente fallecimiento, me condujo a generar una propuesta de exhibición que respondiera a la pregunta “¿Rius es…?”, la cual logramos responder impulsados por la anécdota: la cercanía, complicidad y estimación que la FILO, Editorial Almadía y el MUFI establecieron con el caricaturista por años, así como por la amistad afianzada por los años de residencia en Oaxaca, y su pasión como coleccionista de timbres postales.
Esperamos que la exposición genere un mayor conocimiento de la obra del caricaturista —quien en cada cartón le recuerda al lector el papel político y social que juega como individuo— y además, otorgue una noción del Rius de carne y hueso, apasionado por la filatelia, irreverente en sus declaraciones y humano en todo lo extenso de la palabra.