RESCATE DEL ACERVO DE LA CASA DE LA CULTURA DE TEHUANTEPEC
La Casa de la Cultura de Tehuantepec, cuya sede se ubica en el exconvento de Santo Domingo Tehuantepec, construido en el siglo XVI entre los años 1544 y 1550, obra para la que aporta parte de su fortuna el rey zapoteca Cosijopii, convertido a la religión católica con el nombre de don Juan Cortés Cosijopi de Moctezuma, siendo vicario fray Bernardo de Alburquerque. Como lo narra el autor Manuel Martínez Gracida en su libro intitulado El rey Cosijoeza y su familia, el rey zapoteca financió la construcción de este exconvento. En sus orígenes fue el claustro de la Orden de los dominicos y en la actualidad es sede de la Casa de la Cultura de la localidad, ocupada por distintos talleres y bibliotecas.
Debido a los sismos ocurridos los días 7, 19 y 23 de septiembre de 2017, el exconvento sufrió daños estructurales. Es por ello que surgió la necesidad de rescatar dicho complejo. Para iniciar con la restauración del exconvento fue necesario resguardar los acervos que ahí se albergaban, a solicitud de la Dirección de Patrimonio Edificado e Interiorizado Histórico Municipal del Municipio de Santo Domingo Tehuantepec, la Coordinación de Archivos Civiles y Eclesiásticos realizó el rescate y resguardo del acervo en los meses de mayo y junio.
Desde el diagnóstico de las diferentes salas era evidente el daño. Se observaron aberturas en techos y grietas en las paredes, aunado a esto las lluvias que llegaron casi inmediatamente después del terremoto se filtraron en el inmueble, dejando mojados libros, pinturas y fotografías. Estos eventos naturales permitieron la proliferación de hongos y esporas en los materiales mojados. Afortunadamente la mayoría de los libros solo presentaban polvo y tierra causante de la caída de escombro de techos y paredes.
Albergado en siete salas, el acervo de esta institución está conformado por colecciones fotográficas, obra gráfica, libros de los siglos XIX, XX y XXI, discos de acetato y compactos, videos en formato VHS y DVD, música en formatos de CD y también partituras, expedientes de la administración de la institución, revistas de información, culturales y especializadas, una pequeña muestra hermerográfica, carteles y planos, y la más apreciada e importante colección donada por el maestro Carlos Iribarren Sierra, conformada por libros, postales, carteles, música, fotos y revistas.
El proceso de limpieza se realizó con aspiradoras y brochas, quitando el exceso de polvo. Se verificaron los libros uno por uno para evitar guardar material contaminado con hongos, esporas o larvas de comején, se separaron los dañados por estos agentes bacteriológicos, ya que no pueden ser consultados por los humanos hasta que se les realicen los procesos de fumigación. Ya limpias las fotografías y los expedientes, se colocaron en guardas de primer nivel y se resguardaron en cajas de cartón tipo AG12; los libros se colocaron en cajas contenedoras, contabilizando uno por uno y colocando por fuera de la caja una etiqueta identificadora de lo resguardado en ella; las pinturas y fotografías con marcos se envolvieron en papel kraft, para evitar su deterioro. En algunos casos fue necesario desmontarlas para procurar su conservación y resguardo.
Al culminar la limpieza y el resguardo se contabilizaron en total 122 cajas contenedoras, 46 AG-12 y 60 paquetes, resguardando así momentáneamente la memoria escrita para las futuras generaciones, para que puedan gozar del privilegio de consultar parte de la historia. Por el tiempo que tardará la restauración de este inmueble, el material deberá estar en monitoreo, pues agentes como las condiciones ambientales y las réplicas que no terminarán representan un riesgo para su conservación. Este trabajo representa sólo el primer paso para poder preservarlo.