Boletín FAHHO Digital No. 49 (Abr 2025)

Reparaciones históricas del libro antiguo

Carlos Sevilla
Portada del libro D. Avrelii Augvstini Hipponensis…, 1586. Fotografías: Acervo Adabi

Las evidencias materiales del uso, desgaste y “reparación” de los libros forman parte de su historia de vida, en la que, a partir de acciones sumamente delicadas o milagrosamente efectivas, se les colocan endoses, charnelas y guardas, o incluso se reencuadernan completamente con el fin de remendar algún deterioro y extender su tiempo de uso. Estos elementos se convierten en evidencias, en fuente de información de los contextos históricos en torno a la circulación, uso y comercio del libro antiguo.

Tras sufrir un daño los libros pueden ser reparados tanto por el usuario/ lector, sin que este posea conocimientos especializados, así como por una persona con experiencia en encuadernación, a partir de materiales y técnicas tan diversas según la gravedad o extensión de los deterioros que se buscan resarcir para recuperar la funcionalidad.

A estos trabajos de época hechos por bibliotecarios o encuadernadores con conocimientos de los materiales y técnicas de encuadernación se les conoce como reparaciones.1 Pueden ser nombradas también como reparaciones antiguas o históricas, cuyo objetivo era atender y corregir los daños que impedían la consulta del libro, debido a que en el momento del uso y conformación de las bibliotecas, tanto novohispanas como europeas, enmendar los deterioros para continuar usándolo resultaba ser más accesible que adquirir otro ejemplar del impreso.

Se trata, pues, de un antecedente de la disciplina de la conservación y restauración de material bibliográfico, ya que reflejan experticia y entendimiento de los elementos estructurales del libro, acciones que incluso hoy en día son empleadas en los procesos de restauración.

En el Fondo Antiguo de la Biblioteca Cossío, resguardada en las instalaciones de Adabi, uno de los cuatro volúmenes del siglo XVI del libro de sermones de San Agustín de Hipona (D. Avrelii Avgvstini Hipponensis Episcopi, Opervm Tomvs X), impreso en París en 1586, tiene una reparación histórica que permitió unir el cuerpo del libro con la cartera de pergamino flexible.

La costura que une los cuadernillos de este libro consta de cuatro estaciones con doble nervio de piel curtida al alumbre junto con las cadenetas a la cabeza y pie. Estos nervios se encuentran cortados al ras, por lo que no tienen prolongaciones, probablemente de manera intencional, ya que muchos impresos europeos se cosían de forma provisional para su envío hacia Nueva España, con el fin de hacer más barato y práctico su transporte. Al llegar a su destino, esta costura podía reemplazarse o se le podían añadir nuevos nervios para enlazar estas extensiones a la cartera de pergamino.2

Detalle de la lomera con cuatro nervios dobles para la costura del cuerpo, y tres nervios añadidos atravesando el cuerpo parcialmente para unir la cartera.

En este libro también se repusieron ambos juegos de guardas, aunque en un formato más pequeño que el de las dimensiones del cuerpo del impreso. En las guardas se observan las características de un papel verjurado hecho con pulpa de trapo, cuya marca de agua consiste en una cruz dentro de un círculo con corona flanqueado por dos grifos y un arco debajo.

Otra posible explicación acerca del estado en que se encuentran los nervios es que pudieron romperse con el uso constante del libro al abrir y cerrar las tapas; eventualmente, con la rotura de las prolongaciones, perdió su encuadernación. Aun así, la reparación antigua hecha para volver a unir su cartera tuvo la intención de recuperar su funcionalidad, colocando tres nervios de piel que atraviesan parcialmente el cuerpo del libro para enlazar así sus prolongaciones a la cartera de pergamino. Momento en la historia de este libro en que fueron colocadas las cabezadas con alma de piel alumada, cuyas prolongaciones también se enlazan con la cartera. Las características de estos añadidos a la costura permiten inferir que se trata de una reparación de época, ya que la elección de materiales de reposición de los elementos —tanto de los nervios como de la cartera— obedecen a un contexto histórico y tradición específicos en el oficio de la encuadernación. La reparación histórica es, además, una evidencia del entendimiento de los materiales y técnicas de factura para dar solución a un deterioro que dificultaba el uso del libro.

El estudio y análisis de las reparaciones antiguas contribuye a comprender el oficio de la encuadernación, los contextos de uso, la circulación y reparación de libros, así como los antecedentes en la disciplina de conservación de material bibliográfico.

El estudio material del libro es una herramienta y fuente invaluable de información de las colecciones bibliográficas y fondos antiguos, su conocimiento nos brinda a los conservadores y restauradores bases sólidas respecto a la toma de decisiones que procuren su preservación material para las futuras generaciones.

1 Romero, M. E., Mínima intervención, concepto actual, práctica de siempre, Presentado en el 2° Coloquio Internacional hacia la preservación del Patrimonio Documental, Líneas de trabajo en materia de conservación y restauración en bibliotecas y archivos, Biblioteca Nacional de México, Ciudad de México, 11 de octubre 2013.

2 Martínez, M. F., Las reparaciones antiguas en las encuadernaciones en pergamino flojo del siglo XVI: registro, análisis e interpretación (tesis de licenciatura, Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía Manuel del Castillo Negrete, 2016), 41.


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